IDENTIFICACIÓN DEL RECIÉN NACIDO BOLETÍN 8322-11

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IDENTIFICACIÓN DEL RECIÉN NACIDO
BOLETÍN 8322-11
I. DESCRIPCIÓN
REFERENCIA
Sobre identificación del recién nacido
INICIATIVA
Moción de los senadores Sres. Uriarte, Chahuán, Girardi, Rossi y Ruiz-Esquide
ORIGEN
Senado
COMISIÓN
De Salud
INGRESO
23 de mayo de 2012
ARTICULADO
2 artículos, que modifican, respectivamente, el Código Sanitario y la ley sobre
Servicio de Registro Civil e Identificación
II. OPINIÓN EJECUTIVA DE LYD
El proyecto se inspira en casos aislados, ocurridos en algún centro hospitalario, donde se han
confundido los recién nacidos, asignándolos erróneamente a las madres que no los dieron a luz.
Para ello propone dar sustento legal al certificado de parto y exigir la imposición de un brazalete
identificatorio al menor, así como su huella plantar y dígito pulgar.
Para lo anterior, se modifican el Código Sanitario y la Ley de Registro Civil, lo que, sin embrargo,
podría perfeccionarse logrando una mejor armonización formal con la normativa actualmente vigente
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y aprovechar la oportunidad para adoptar algunas medidas a favor del menor que no sea fuere
espontáneamente llevado a inscribir por sus padres, lo que excepcionalmente puede ocurrir en
lugares apartados de los centros urbanos.
III. CONTENIDO DEL PROYECTO DE LEY
El proyecto hace exigible, para la inscripción del recién nacido en el Registro Civil, la exhibición del
certificado de parto, y obliga a los profesionales de la salud, a dotar al recién nacido -tan pronto esté
separado de la madre y estabilizado- de un brazalete con el nombre de la madre y del profesional que
atendió el parto. Además, se deberá tomar, mediante tinta indeleble, la huella plantar derecha y digito
pulgar derecha.
En el certificado de parto se deberá anotar el nombre de la madre, el sexo del recién nacido, lugar, día y
hora; y el nombre del profesional.
Si el parto no hubiere sido atendido por un profesional, quien lo inscriba deberá, dentro de 30 días,
llevarlo a un establecimiento de salud para obtener la huella plantar y digito pulgar.
En caso de que no se hubiere obtenido la huella plantar y digito pulgar, al inscribir al recién nacido, éste
será llevado al Registro para obtener directamente estos antecedentes.
El Servicio de Registro Civil, junto con inscribir al recién nacido, extenderá su cédula de identidad.
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IV. COMENTARIOS DE MÉRITO EN GENERAL
El proyecto de ley modifica el Código Sanitario para establecer la obligación del profesional de la salud
que atienda un parto, de imponer al recién nacido el brazalete, tomar la huella plantar y digito pulgar y
extender el certificado de parto (individualización de la madre, sexo del recién nacido, lugar día y hora y
nombre del profesional).
Si el parto no hubiere sido asistido por un profesional de la salud, entonces el padre o la madre o
cualquier adulto deberá, dentro de 30 días, concurrir a un establecimiento de salud para obtener la huella
plantar y digito pulgar. En tal caso no habrá ni brazalete ni certificado de parto.
Luego el proyecto modifica la ley del Servicio de Registro Civil e Identificación para concordar los
requisitos de la inscripción del recién nacido con la modificación que se introduce en el Código Sanitario.
Y así, dispone que la inscripción se efectuará con los antecedentes que exige dicho Código (brazalete,
huella plantar y digito pulgar y certificado de parto), debiendo este Servicio extender en el mismo acto de
la inscripción, la cédula de identidad del recién nacido.
Si no hubiere sido posible obtener la huella plantar y digito pulgar (por no haber sido atendido el parto
profesionalmente), se deberá concurrir con el menor al acto de su inscripción para tomar allí dichas
huellas. Este punto no está bien expresado en el proyecto, como se dirá más adelante.
El proyecto, del mismo modo que las normas vigentes, no contiene otras consecuencias civiles por
el incumplimiento de las antedichas obligaciones, que la posibilidad única de proceder previo decreto
judicial para obtener la inscripción. Si la falta de inscripción fuere intencionada o dolosa, se podría
configurar algún ilícito penal, como la “suplantación de parto”.
Normas vigentes
Para apreciar la concordancia de las normas del proyecto con la normativa vigente, se deberá recordar
los preceptos respectivos de la Ley de Registro Civil (artículo 28 y siguientes).
Estos preceptos disponen que dentro de los 60 días siguientes al parto, se debe realizar la inscripción del
recién nacido; y a propósito de la identidad de la madre, se prescribe que (artículo 31, inciso primero N°4)
se dejará constancia de sus nombre y apellidos cuando la declaración de quien requiere la inscripción
coincida con el comprobante del médico que haya asistido al parto, en lo concerniente a las identidades
del nacido y de la mujer que lo dio a luz. Sin mencionar expresamente al certificado de parto, se alude
indudablemente a este documento.
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De aquí que, si bien el certificado de parto no se menciona como un requisito esencial de la inscripción
de nacimiento (pues este sistema funciona desde antes de que fuera usual ese documento), resulta
evidente que concurrir a inscribir un nacimiento sin el certificado de parto puede generar una negativa
por parte del oficial civil.
Para completar el cuadro de normas aplicables, se debe tener presente que conforme al artículo artículo
113 del Reglamento del Registro Civil, están obligados a requerir la inscripción las siguientes personas:
1) El padre, si es conocido y puede declararlo;
2) El pariente más próximo mayor de dieciocho años, que viviere en la casa en que hubiere ocurrido el
nacimiento;
3) El médico o partera que haya asistido al parto, o en su defecto, cualquiera persona mayor de dieciocho
años;
4) El jefe del establecimiento público o el dueño de la casa en que el nacimiento haya ocurrido, si éste
ocurriere en sitio distinto de la habitación de los padres;
5) La madre, en cuanto se halle en estado de hacer dicha declaración;
6) La persona que haya recogido al recién nacido abandonado, y
7) El dueño de la casa o jefe del establecimiento dentro de cuyo recinto haya sido dejado algún expósito
(niño abandonado y no reconocido por ninguno de sus progenitores).
Por lo que concierne al plazo de 60 días para practicar la inscripción, el citado Reglamento establece que
dentro de los primeros 30 días sólo el padre o la madre pueden hacerlo; y luego, dentro de los siguientes
30 días, quedan obligados a solicitar la inscripción las demás personas recién enumeradas.
El artículo 115 por su parte, establece que pasados sesenta días desde la fecha del nacimiento, no se
podrá proceder a la inscripción sin decreto de la justicia ordinaria.
Aquí se aprecia otra importante consecuencia del certificado de parto, para acreditar la fecha del
nacimiento. Y el citado artículo 115 agrega que “el juez calificará los motivos que hayan impedido la
inscripción y si esta omisión se hubiere hecho con dolo o con malicia, aplicará las sanciones
establecidas en el Código Penal”1.
1 El Código Penal sanciona la suposición de parto y la sustitución de un niño por otro una pena que va desde 61 día a 5 años, más una multa de 21 a 28 UTM
(artículo 353).
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A pesar de que esta norma vigente tampoco es clara, porque no se sabe qué sanciones serían las
aplicables específicamente por la no inscripción dentro de plazo, demuestra que la preocupación del
legislador por el cumplimiento de las normas sobre registro civil es de antigua data, a pesar de que no
se previó precisamente el caso de que los padres no puedan solicitar la inscripción por no disponer del
certificado de parto por culpa de un tercero, el médico, que ahora viene a ser expresamente obligado.
En la práctica, el Registro Civil tendía a aceptar inscripciones fuera de los plazos establecidos, dado
que sucedía frecuentemente en otra época que quienes solicitaran la inscripción alteraban la fecha de
nacimiento, con el objeto de aparecer actuando dentro de plazo. Si se presenta el certificado del médico,
que es la práctica usual hoy día, se practica la inscripción sin otras exigencias que las habituales (como
el carné de identidad y la libreta de familia, en su caso)2.
Naturaleza del certificado de parto
Los certificados de parto son documentos emanados de profesionales médicos u obstetras, que se
extienden en formularios foliados proporcionados a nivel nacional por el Servicio de Registro Civil, que los
2
Pueden ser útil tener a la vista algunos antecedentes históricos que han devenido en el actual sistema de Registro Civil, que es el responsable de la ins-
cripción del recién nacido, toda vez que el sistema registral relativo a las personas es relativamente reciente. Las grandes etapas que pueden advertirse en esta
materia, y que es útil tener presentes, son las siguiente:
- La antigüedad careció en general de registros de personas para uso civil.
El único registro que tenía carácter general en Roma era el censo, que se practicaba originalmente cada cinco años, pues para ese período se nombraban
los “censores”, que duraban 18 meses en sus cargos. La filiación carecía de un sistema registral. En su lugar, y como sucedía en la mayoría de los actos
jurídicos o de los hechos de relevancia jurídica en Roma, que se realizaban ante numerosos testigos como una forma de otorgarles fe pública, el recién nacido
era presentado a su padre, y si éste lo recibía -lo que tenía lugar frente a numerosos testigos- significaba que era
hijo suyo. Pero no había propiamente un registro.
- Cuando en la Edad Media la Iglesia comenzó a extender su organización incluso a la sociedad civil, las partidas de bautismo sirvieron para acreditar el
nacimiento, su fecha y nombres de los recién nacidos, y de los padres cuando eran conocidos, así como la calidad de la filiación (legítima, ilegítima, etc.).
En Chile, cuando se organizó la República, la Iglesia venía desde hacía unos tres siglos registrando los nacimientos a través de las partidas o inscripciones de
los bautismos que se practicaban en todas las parroquias. La copia de esa partida, era hábil para acreditar el nacimiento ante el mundo
civil y ante los tribunales de justicia.
- Las disputas, en las últimas décadas del siglo XIX, por la preeminencia política entre
conservadores (católicos) y radicales (masones o no católicos) dio lugar a las denominadas “leyes laicas”, una de las cuales fue la relativa al Registro Civil, de
16 de julio de 1884. En ella se ordena llevar un registro para fines civiles, independiente de las anotaciones parroquiales3, sobre los nacimientos, matrimonios
y defunciones.
- La actual ley sobre Registro Civil lleva el número 4.808, y existe un texto refundido de ella, citado en el artículo 2° del proyecto de ley.
El sistema registral en Chile opera hoy día plenamente y abarca a toda la población.
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envía en partidas numeradas a todas las maternidades. Cuando un médico atiende un parto, le dirección
del establecimiento le entrega un formulario que el médico debe llenar, sin enmendaduras o correcciones.
Si se inutiliza un formulario, debe devolverse posteriormente al Registro Civil conjuntamente con los que
se utilizaron correctamente. Se lleva un control estricto.
No obstante, no existiría una definición legal del certificado de parto ni una precisión normativa sobre
su naturaleza jurídica. No sería un documento público por no estar autorizado necesariamente por un
funcionario competente (de hecho el médico que lo extiende puede o no ser un médico funcionario);
pero tampoco parece tener una clara naturaleza de documento privado, a pesar de los efectos que la
ley le asigna en cuanto a la identidad de la madre, el establecimiento de la filiación a su respecto y la
fecha del parto.
En este sentido es posible preguntare si el proyecto que se comenta es o no una materia de ley, al tenor
del artículo 63 de la Constitución Política. De hecho, como indica la propia moción, el brazalete ya está
dispuesto y regulado por normas de nivel reglamentario y es una práctica usual obtener la impresión
plantar del recién nacido. Por qué, entonces, una ley sería necesaria. La respuesta a esta pregunta
se relaciona, precisamente, con la posibilidad de otorgar al certificado de parto un carácter jurídico
determinado, así como a los otros dos antecedentes, de forma tal de constituir normas generales y
obligatorias relativas a las bases esenciales del sistema civil chileno, que requiere indubitablemente
determinar la identidad de las personas para todo el régimen jurídico que de ello se sigue: derecho a
alimentos, derechos políticos en su oportunidad, derecho de herencia, celebración de matrimonio y
todos los demás actos o contratos en que interviene una persona se materializan sobre la base de su
identificación. Es por esta razón que se puede entender que el proyecto versa sobre materia de ley,
y una mejora importante sería que la ley definiera la naturaleza jurídica del certificado de parto y los
demás requisitos para proceder a la inscripción del nacimiento.
El proyecto de ley
La finalidad del proyecto de ley es lograr una segura identificación del recién nacido para evitar
las confusiones que se han producido en algún establecimiento hospitalario. Desde este punto de
vista, debe señalarse que el niño nacido fuera de un establecimiento de salud, tiene escasas o nulas
posibilidades de ser confundido. En este caso lo que principalmente corresponde incentivar es que sea
correctamente inscrito dentro de plazo. La confusión de recién nacidos es más probable al interior del
establecimiento donde tienen lugar varios partos simultáneamente o en un breve tiempo, y desde este
punto de vista las prescripciones del proyecto de ley, son en general, pertinentes a ese fin.
Es este entendido, el proyecto logra su objetivo al exigir el brazalete con los datos de la madre,
fecha y hora del nacimiento e individualización del profesional que lo atendió, lo cual debe cumplirse
inmediatamente de estar el niño separado de su madre y estabilizado, y en todo caso, antes de que sea
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retirado de la sala donde haya tenido lugar el parto. Cumplido lo anterior, parece difícil que se genere
alguna confusión.
Pero además, según el proyecto, se debe complementar el brazalete con la toma de huella plantar y
digito pulgar , así como con el certificado de parto, que agrega a las especificaciones del brazalete, el
sexo del recién nacido y el lugar donde se produce el nacimiento.
A continuación, el proyecto de ley ordena que todos estos antecedentes de presenten al momento de
la inscripción del nacimiento en el Registro Civil, y finalmente, da las normas para el caso en que no se
contare con dicha información, lo que, actualmente, será una situación excepcional.
Observaciones
Ahora bien, existen dos cuestiones formales que comentar: una, relativa a la ubicación de los nuevos
preceptos en el Código Sanitario, y la otra, en relación a la falta de los antecedentes para proceder a la
inscripción del nacimiento cuando no se obtuvo el brazalete, la huella plantar y el certificado de parto, por
tratarse de un niño nacido, por ejemplo, en un lugar agreste y apartado de los centros urbanos.
El proyecto ordena insertar dos nuevos artículos (120 bis y 120 ter) a continuación del artículo 120 del
Código Sanitario. Este último precepto contiene una incompatibilidad de los profesionales médicos,
odontólogos, químicos y farmacéuticos, para tener intereses comerciales en establecimientos
dedicados a la importación o comercialización y venta de los respectivos aparatos clínicos, ortopédicos,
etcétera. De manera tal que la inserción de los nuevos artículos sobre el certificado de parto resultaría
extemporánea, a no ser porque en todo caso quedarían dentro del LIBRO QUINTO del Código sobre
el Ejercicio de la Medicina y Profesiones Afines; pero dentro de dicho libro puede encontrarse una
ubicación más adecuada. Por ejemplo, a continuación del artículo 117 sobre ejercicio de la profesión
de matrona.
También podría incluirse en el Título I del LIBRO PRIMERO del mismo Código, relativo a la protección
materno infantil, que se refiere a la atención de la salud de la madre durante el embarazo y al derecho
del hijo sobre la leche materna; no obstante, debe reconocerse que aquí tampoco parece existir una
conexión estrecha con las nuevas disposiciones propuestas y en realidad, no existirían disposiciones
afines en el Código Sanitario. Siendo así, una alternativa consiste en incluir toda la nueva normativa
solamente en la ley de Registro Civil, a propósito de la inscripción de los nacimientos.
Es también formal, pero con alguna consecuencia normativa más de fondo, la manera como el proyecto
de ley regula el caso en que el nacimiento, por haberse efectuado fuera de un establecimiento de
salud, no cuenta con los antecedentes que ahora se exigirían: brazalete, huellas plantar y dígito pulgar
y certificado de parto.
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En esta hipótesis, el proyecto de ley, en el inciso segundo del nuevo artículo 30 bis propuesto para le
ley sobre Registro Civil, establece que, a falta de los referidos antecedentes, la persona que requiera
la inscripción deberá concurrir con el recién nacido para obtener en la oficina del Registro Civil la
huella plantar y dígito pulgar. Pero, entonces, nunca existirá un brazalete y el certificado de parto.
Ello es consistente con la realidad producida por el nacimiento fuera de un establecimiento de salud.
Obviamente, no existirán los antecedentes que necesariamente deben emanar del profesional que
hubiere atendido el parto.
La solución propuesta por el proyecto para identificar fehacientemente al menor en este caso, consiste
en obtener en la misma oficina del Registro civil su huella plantar y dígito pulgar (inciso segundo del
nuevo artículo 30 bis, que el artículo 2° proyecto introduce en la Ley del Servicio de Registro Civil); pero
en el nuevo artículo 120 ter que se propone para el Código Sanitario, se preceptuó que si el parto no fue
asistido por un profesional, cualquier adulto deberá dentro del plazo del artículo 30 de la Ley de Registro
Civil (30 días) “concurrir a un establecimiento de salud para dar cumplimiento a lo ordenado en el N°2°
del artículo precedente”; este artículo prescribe en el N°2° tomar, mediante tinta indeleble, la huella
plantar y dígito pulgar.
Esta orden doblemente dada en el proyecto, tanto respecto de la obligación de concurrir a un
establecimiento de salud o, llevar al recién nacido a la oficina “respectiva” (la del Registro Civil) para
obtener la huella plantar, debe ser correctamente expresada, o bien debe ser eliminado uno de los dos
preceptos; pero no es conforme con la claridad requerida por la ley que se otorgue una orden bivalente
sin que se exprese que se dan dos posibilidades alternativas, a elección de la persona que requiera
la inscripción, que parece ser la intención de la norma propuesta. En efecto, parece razonable que la
persona concurra a un establecimiento de salud a solicitar que se tome la huella plantar y dígito pulgar a
menor, y en caso contrario, que concurra directamente a la oficina del Registro Civil, donde existen los
elementos para ese mismo propósito. Sería tal vez preferible dejar solamente esta alternativa, toda vez
que la huella plantar tomada en un servicio de salud no estará revestida de fe pública, calidad que se
obtiene ante un ministro de fe, como el oficial del Registro Civil.
Por otra parte, la huella plantar y dígito pulgar obtenida con posterioridad al parto, va a dar plena fe de la
identidad del menor, en cuanto a su estructura corporal, pero respecto de su filiación, habrá que estarse
a lo que declare la persona que requiera la inscripción, y que no será necesariamente la madre, que no
constituye una exigencia legal en este caso. Además, puede suceder que el requirente de la inscripción
se niegue a concurrir con el menor a la oficina del Registro Civil.
Este trámite debe cumplirse dentro de los 30 días, que es el plazo para que los padres soliciten la
inscripción y no cualquier persona, que es una de las hipótesis posibles para el caso del menor que
no cuente con certificado de parto, brazalete ni huella plantar obtenida inmediatamente después de su
nacimiento.
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Como puede verse, este caso puede coincidir con el del menor expósito o abandonado por sus
progenitores, por lo cual podría proponerse que exigencia de decreto judicial sea requerida antes de
los 60 días y después de los 30, cuando la inscripción sea requerida por persona distinta de los padres
y sin que exista la huella plantar y dígito pulgar ni los otros dos antecedentes. Ello en atención a
la importancia de que el juez vele por los derechos del menor, respecto de sus padres biológicos o
resuelva en el menor plazo su situación de adoptado (lo que es materia de otra normativa que también
cabría revisar). Desde luego, el artículo 8° N° 14 de la ley 19.968 permitiría al juez provocar un proceso
de adopción; y cabría considerar la posibilidad de que el juez, de oficio, en este caso, pudiera disponer
medidas de investigación para citar a quienes pudieran ser los presuntos padres. Este punto excede
las finalidades del proyecto, pero no parecen ser contrarias a su propósito y podrían ser consistentes
cuando faltaren los nuevos antecedentes requeridos.
V. TEXTO DEL PROYECTO DE LEY
Artículo 1°.-
lntrodúcese en el Código Sanitario, a continuación del artículo 120, los siguientes
artículos 120 bis y 120 ter:
“Artículo 120 bis.- El profesional que atienda un parto está obligado a adoptar, o a disponer que se
adopten, las siguientes medidas para la identificación de cada recién nacido:
1.- Imponer un brazalete en el brazo derecho del recién nacido, o, de no ser posible, en otra extremidad, debidamente asegurado para que no se destruya ni pueda ser removido, en el cual se
anotará la fecha y hora del nacimiento, el nombre de la madre y el nombre del profesional que
atendió el parto;
2.- Tomar, mediante tinta indeleble u otro medio que asegure su calidad de inalterable, según autorice el reglamento, una muestra de la huella plantar derecha del recién nacido, así como de su
huella digito pulgar derecha, o de las respectivas extremidades izquierdas, y
3.- Otorgar un certificado de parto donde conste la individualización de la madre, el sexo del recién
nacido, el lugar, día y hora donde se produce el parto y el nombre del profesional que lo atendió.
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Estas medidas se adoptarán inmediatamente después de la separación completa del recién nacido, tan
pronto esté estabilizado, y en todo caso, antes de que sea Ilevado fuera de la sala donde se produjo el
parto.
Artículo 120 ter.- En el caso de partos que no sean asistidos por un profesional o que se produzcan fuera
de un establecimiento de salud, el padre o la madre, o la persona que hubiere asistido el parto o, a falta
de los anteriores, cualquier adulto, deberá, dentro del plazo señalado en el artículo 303 de la ley sobre
Registro Civil, concurrir a un establecimiento de salud para dar cumplimiento a lo ordenado en el N°2 del
artículo precedente.”.
Artículo 2°.- Intercálase, en la Ley sobre Registro Civil, contenida en el decreto con fuerza de ley N°1, de
2000, del Ministerio de Justicia, a continuación del artículo 30, el siguiente artículo 30 bis:
“Artículo 30 bis.- Al momento de practicarse la inscripción del recién nacido, con los antecedentes señalados
en el artículo 120 bis del Código Sanitario, el Servicio de Registro Civil procederá simultáneamente a
extender la cédula de identidad correspondiente al recién inscrito.
En caso que no hubiere sido posible obtener en su oportunidad la huella dígito pulgar derecha del recién
nacido, la persona que requiera la inscripción deberá concurrir con el menor, a objeto de obtener esa huella
en la oficina respectiva.”.
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Art. 30. La inscripción de un hijo podrá requerirse dentro de los treinta días siguientes a su nacimiento, sólo por el padre o la madre, por sí o por
mandatario.
Transcurrido este plazo, están obligadas a requerir dicha inscripción las demás personas indicadas anteriormente (pariente más próximo médico, encargado
del establecimiento donde haya sido expósito, responsable de la casa o lugar donde ocurre el nacimiento.
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