a dvertencias en las cajetillas de cigarrillos en américa latina y el

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A
DVERTENCIAS
EN LAS CAJETILLAS DE CIGARRILLOS
EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Albert L. Vimm&
En el presente eshdio se evaluó el contenido de los rótulos de advertencia
sobre los riesgos para la salud de 240 variedades de cigarrillos vendidos en 28 países de
América del Sul; Cenfroamérica y el Caribe. Se compararon las prácticas de adverkwcia
de los distintos países, prestando especial atención a la formade expresar el mensajey al
origen del producto: importado, nacional o de marca extranjera pero elaboradoen el país
con licencia de manufactura.Se encontró que en los países más grandes las cajetillas de
cigarrillos llevaban rótulos de advertencia con regularidad, pero que en los demás países
el uso de rótulos era pocofrecuente o incluso inexistente. En 12 países, los cigarrillos importados no tenían ningún rótulo o lo teniím en el idioma del país de origensolamente.
Otros 12 paísescon licench para fabricar productosextranjerosh&nente añadlán su propia
advertencia. En otros tres países no se encontraron rótulos ni en los cigarrillos de fabricación interna ni en los de marca extranjera elaboradoslocalmente.
El contenido de las advertencias varió considerablementede un país a otro.
En muchos casosse observó la tendencia a usar palabras sin fuerza y a no dar suficiente
información al usuario. El autor opina que las advertenciaspodrúanmejorarse si se alteraran su contenidoy su presentación.
Mientras que en muchos países
desarrollados se observa un continuo descenso del consumo de cigarrillos, en el mundo
en desarrollo está ocurriendo lo contrario (1).
Entre 1970 y 1985, el consumo de cigarrillos
tuvo un aumento neto de 25% en América
Latina (2). La mayor parte de los países más
grandes de la Región ya han promulgado leyes contra el hábito de fumar, que hacen
obligatorio colocar en las cajetillas de cigatillos rótulos de advertencia sobre los riesgos
para la salud (3). Estas advertencias proporcionan información a la cual todo fumador
debe tener acceso y confieren validez oficial
a la inquietud general acerca de los graves
peligros que el tabaquismo encierra. Si bien
’ Umversity of South Flonda, Departamento de Mediana
Interna, Tampa, Florida, Estados Unidos de América. DIrecoón postal: Department of Interna1 Medicine, Health
Sciences Center, University of South Florida, 12901 Bruce
B Downs Boulevard, Tampa, Florida 33612-4799, EUA
es difícil segregar los efectos de estas advertencias y los de las actividades educacionales
contra el tabaquismo, se piensa que las primeras, cuando se formulan adecuadamente,
son capaces de modificar el comportamiento
de los consumidores. Para que sean más eficaces, las advertencias deben 1) parecer directamente aplicables al fumador, 2) ser
explícitas y específicas, 3) cambiarse con
frecuencia para evitar que el público se
acostumbre a ellas y no les preste atención y
4) escribirse en letras grandes y colores
contrastantes (4).
Este estudio evalúa el contenido
de los rótulos de advertencia sobre los riesgos
para la salud que se colocan en las cajetillas
de los cigarrillos vendidos actualmente en los
países de América Latina y el Caribe. Se
comparan los métodos de advertencia de los
distintos países, enfocándose en particular la
manera de expresar el mensaje y el origen del
producto: importado, nacional o de marca
extranjera pero fabricado en el país con licencia de manufactura. Al final se ofrecen
sugerencias para mejorar la eficacia de las
advertencias.
M YAl-ERIALES
MÉTODOS
Se solicitó a distintas personas
que viajaban al extranjero, particularmente a
países de América del Sur, Centroamérica y
el Caribe, que reunieran cajetillas de cigarrillos de las variedades más populares localmente (5) o de cualquier variedad nacional o
importada que encontraran en los mercados
donde los habitantes suelen hacer sus compras. La recolección tuvo lugar entre febrero
de 1990 y jumo de 1991. Se hizo un esfuerzo
especial por reunir abundantes muestras de
los países más grandes, como Argentina,
Brasil y México. Para fines de comparación con
la comunidad internacional, se obtuvieron
cajetillas en otros países grandes fuera de
América Latina y el Caribe: el Camerún, Dinamarca, Egipto, España, Filipinas, Francia,
Georgia, Gran Bretaña, India, Italia, Japón,
Polonia, República Popular de la China, Suiza
y la antigua Unión Soviética. Una vez recolectadas las cajetillas de cigarillos, se determinó si tenían rótulos de advertencia y se
analizó el contenido de los mismos desde el
punto de vista de la información proporcionada y de su claridad, precisión y diseño.
Este análisis fue realizado exclusivamente por el investigador después de
obtener una traducción oficial al inglés de
los rótulos escritos en otros idiomas. Se
plantearon las siguientes interrogantes: 1) iSe
ha colocado una advertencia en la cajetilla, y
de ser este el caso, se trata de una advertencia rotatoria 0 fija? 2) ¿Cuáles son las prácticas de advertencia de firmas latinoamericanas que fabrican cigarrillos con licencia de
compañías más grandes en países desarrollados? ¿Qué advertencias se colocan en las cajetillas de cigarriIlos que vienen de países desarrollados, como Estados Unidos de América
y Francia? 3) ¿Se ha usado un lenguaje directo, claro y sencillo, 0 formal e impersonal
y debilitado por modificadores y expresiones
que confieren un carácter remoto al peligro?
4) #‘osee el rótulo contenido informativo sobre enfermedades específicas y niveles de
riesgo, 0 simplemente se limita a repetir nociones trilladas? 5) ,$e destaca la advertencia
en virtud del tamaño y colorido de las letras
y el diseño general? 6) ¿Qué se dice o implica
con respecto al contenido de nicotina, alquitrán y monóxido de carbono?
Con el propósito de averiguar si
en general se entiende el término “monóxido
de carbono”, en mayo de 1991se entrevistó a
133 fumadores en Villa Francisca, barrio moderadamente pobre de la zona urbana de
Santo Domingo, República Dominicana. Se
identificaron tres cuadras particulares en un
mapa oficial de la ciudad, y en ellas se escogieron varios domicilios al azar, entrevistándose en cada uno a cualquier adulto que estuviera presente. Las entrevistas fueron
hechas por una mujer de la localidad. La pregunta “iQué es el monóxido de carbono?” se
repitió a cada persona entrevistada cuantas
veces fuera necesario, dejando un lapso breve
después de cada pregunta. Se calificaron de
correctas las respuestas alusivas a un gas venenoso o a un producto de la combustión.
En total, 48 personas lograron
reunir 577 cajetillas de cigarrillos de 240 variedades distintas en 28 de los 37 países de
América del Sur, Centroamérica y el Caribe.
Los paises abarcados representan más de 99%
de los 447 millones de habitantes de todo el
territorio (6) y las muestras pertenecen a 38
de sus empresas tabacaleras. En Argentina,
Brasil y México se obtuvieron alrededor de 60
cajetillas por país. En el Brasil -con mucho,
el mercado de cigarrillos más grande de
493
América del Sur- Maxwell (5) identifica 25
variedades populares, y en nuestro estudio se
reunieron 30. Las variedades obtenidas representan más de 88,2% de los 162mil millones de unidades que se estima se vendieron
en el mercado interno brasileño en 198%Se
adquirieron 118varledades adicionales de cigarriIlos en ll países grandes fuera de América Latina y el Caribe.
REWLTADOS
Uso de rótulos de advertencia
Rótulos de advertencia de diversos tipos se encontraron con regularidad en
las cajetillas de cigarrillos adquiridas en los
países más grandes del hemisferio occidental. Sin embargo, no había advertencias de
ninguna clase en las cajetillas que se compraron en algunos de los países más pequeños,
como Grenada, Haití, Honduras, Paraguay,
la República Dominicana y Trinidad y Tabago. En Belice y Cuba, algunas marcas de
fabricación local tenían advertencias y otras
no. Aunque en Suriname tres marcas de cigarrillos importados llevaban rótulos de advertencia, dos marcas fabricadas localmente
no los tenían.
En 12 países de América Latina
adquirimos cigarrillos importados que no tenían ningún rótulo de advertencia o que lo
tenían en un idioma distinto al del país de
venta. Estos países fueron los siguientes (entre paréntesis se indica de dónde provenían
los cigarrillos importados): Belice (Estados
Unidos, Reino Unido), Colombia (Estados
Unidos), Chile (Estados Unidos), Guatemala
(Italia), Honduras (Francia, Guatemala), Nicaragua (Honduras), Paraguay (Estados Unidos), Perú (Brasil, Bulgaria, Estados Unidos),
Puerto Rico (Estados Unidos) y Suriname
(Brasil). En Paraguay especialmente se en-
494
contraron con frecuencia cigarrillos importados con la leyenda “exentos de impuestos para
el consumo fuera de los Estados Unidos de
América”. En algunos de estos países, por otra
parte, las marcas locales sí llevaban advertencias. Un ejemplo es Belice, donde las marcas de fabricación local “Miliport” e “Independence” tenían rótulos de advertencia, pero
no las marcas importadas “Marlboro”
y
“Winston”
(ambas estadounidenses) ni
“Benson and Hedges” (Remo Unido).
En 12 paíseslatinoamericanos que
poseen sus propias leyes de rotulación, casi
todas las cajetillas con un rótulo indicando la
existencia de un acuerdo de licencia también
llevaban una advertencia sobre los riesgos para
la salud. La única excepción fue una cajetilla
de cigarrillos de marca “Tropical” que llevaba
el nombre “R. J. Reynolds Tabacos do Brasil”. Por otra parte, en tres países donde los
productos locales no llevaban advertencia
ninguna, las marcas extranjeras fabricadas con
licencia tampoco llevaban la advertencia del
país de origen.
Las marcas de cigarrillos que
compramos en Costa Rica llevaban traducciones inexactas de tres de las advertencias
usadas en los Estados Unidos. En otros países, las marcas de ciganillos estadounidenses y británicas que encontramos habían dejado en inglés, sin traducción alguna, las
fuertes advertencias cuya rotación en las cajetillas es obligatoria en sus respectivos países. En Puerto Rico, cuya lengua oficial es el
español a pesar de que es parte del territorio
nacional estadounidense, las marcas adquiridas fueron las destinadas al consumo intemo en los Estados Unidos y llevaban advertencias en inglés en lugar de español. La marca
“Marlboro”, que es la que tiene mayores
ventas en el mundo, no tenía advertencias en
ocho países.
Cmtenido y estilo
de las advertencias
Las advertencias encontradas en
América Latina suelen consistir en breves
oraciones afirmativas que comienzan con
“fumar”, ‘los cigarrillos”, “el tabaco” o “este
producto”. Luego se usa uno de los siguientes adjetivos o verbos para transmitir la noción de nocividad (en paréntesis se indican los
países donde se observaron): “perjudicial”
(Argentina, Uruguay, España) y prejudicial
(Brasil); “peligroso” (Ecuador) y dangerous
(Barbados, Jamaica); “dañino” (Bolivia, Perú
y cuatro países centroamericanos) o “daña”
(Cuba) y “nocivo” (Colombia, México, Venezuela y dos países centroamericanos). En
siete países el mensaje se fortalece con el término “advertencia” o su equivalente en portugués, adverte. La palabra inglesa waming se
usa en Jamaica y Puerto Rico, mientras que
en el Ecuador se usa “atención”. En ocho
países, incluidos Chile y Perú, las advertencias incluyen la expresión “puede ser” o su
equivalente en inglés, may be. En algunos casos se citan las fuentes de autoridad, ya sea
el ministerio de salud pública (seis países),
leyes (tres países) o decretos (tres países), o
un funcionario médico (un país).
Los métodos de advertencia que
se usan en el continente americano son similares a los observados en el mercado del
resto del mundo. En las cajetillas vendidas en
España, la India y el territorio que antes constituía las Repúblicas Socialistas Soviéticas se
encontró un solo tipo de rótulo con un mensaje expresado en términos muy amplios: “El
Ministerio de Salud de la URSS advierte que
fumar es peligroso para la salud’. La mayoría de las marcas compradas en España llevaban el mensaje, “. . . el consumo de tabaco
es perjudicial para la salud”. No se encontraron rótulos de advertencia en los cigarriUos
adquiridos en Italia yen la República Popular
de la China. El mensaje en los cigarrillos
franceses comprados en Martinica no era una
oración completa, sino apenas la frase abus
dangereux,la cual da la impresión equivocada
de que fumar con moderación es un hábito
inocuo. Lo mismo sucede en el caso de las
advertencias observadas en el Japón: “Para
proteger nuestra salud, procuremos no fumar demasiado”.
Los rótulos usados en las Bahamas, Canadá, Costa Rica, Chile y los Estados
Unidos mencionan por lo menos una de las
enfermedades producidas por el tabaco. Sm
embargo, la expresión heart attack o “ataque
al corazón” se reemplaza con heart disease
o “enfermedad cardíaca”, que es menos
alarmante.
Advertencias sobre sustancias
tóxicas
Entre los países americanos en
desarrollo, solo Costa Rica advertía a los fumadores que el humo de cigarrillo contiene
monóxido de carbono, pero no explicaba la
naturaleza tóxica de este gas ni las cantidades
producidas. Nuestra pequeña encuesta en la
República Dominicana reveló que la mitad de
las personas interrogadas no sabían que el
monóxido de carbono es nocivo para la salud. Solo cuatro variedades de cigarrillos especificaban en francés las cantidades de alquitrán y nicotina. Las cajas de “Marlboro
Lights” de 85 mm contentan las siguientes
frases: luuwed tar & nicotine (cuatro países),
“menos nicotina y alquitrán” (Venezuela) y
‘bajo en nicotina y alquitrát? (México). Otras
variedades también decían contener poco o
ningún alquitrán (tres variedades) o nicotina
(una variedad). Los cigarrillos “Advance”
(Chile) decían simplemente “bajos índices”,
sin indicar a qué sustancia 0 sustancias se referían. Veinticinco variedades decían ser Zight
o “suaves”, y estas palabras se acompañaban
en ocasiones de los prefijos “super”, “extra”
0 “ultra”.
Todos los rótulos de advertencia,
sin excepción, estaban adosados a los costados de las cajetillas, y por lo general el diseño
impedía que se destacaran de la información
adyacente sobre distriición o impuestos. Los
rótulos no estaban dentro de un marco rectangular, como los del Remo Unido. El espacio disponible en los costados de las cajetillas
solo se utilizaba eficientemente -es decir,
dejando muy poco espacio en blanco- en
algunas variedades de cigarrillos en Costa Rica
y Chile. Algunas marcas chilenas llevaban le-
s
3
2
2
2
Fl
2
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E
++.
i
2
5
2
2
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.w
b
495
tras de 2,5 mm, pero en Guatemala y Nicaragua los rótulos eran demasiado pequeños.
En una cajetilla en particular, las letras tenían
solo 0,7 mm y no se podían distinguir fácilmente del fondo rojo vivo. El acabado brillante de las letras se combinaba con el de la
envoltura de celofán para desalentara todos
los lectores, salvo los más decididos.
D
ISCUSIÓN
Uso de rótulos de advertencia
En muchos países latinoamericanos se fabrican cigarrillos mediante acuerdos de licencia con empresas tabacaleras de
países desarrollados. Muchos de estos cigarrillos se envasan en cajetillas idénticas a las
de las marcas exitosas de los países desarrollados que les dieron origen, pero el contenido puede ser el mismo o diferente (7). Se
observó en nuestro estudio que en el mercado creciente de las naciones en desarrollo,
muchas de las marcas sin advertencias son
importadas. Esto refleja el hecho desalentador de que algunos países exigen que se coloquen advertencias en los cigarrillos de consumo interno, pero permiten, por otra parte,
que estos se exporten en cajetillas similares
sin ninguna advertencia.
Actualmente la ley exige que se
roten cuatro mensajes de distinto contenido
en las cajetillas de los cigarrillos de consumo
interno en los Estados Unidos. Una encuesta
realizada entre los consumidores reveló que
esta rotación podría dar buenos resultados (8).
Esta práctica también se exige en Australia,
Canadá, Inglaterra, Irlanda y cuatro países
escandinavos (9,10), pero, como hemos visto,
en América Latina el único país que la tiene
es Costa Rica.
La isla caribeña de La Española
alberga a los dos países más poblados de las
496
Américas que no colocan advertencias en las
cajetillas de cigarrillos: Haití y la República
Dominicana. Estos tienen, en conjunto, una
población de 13,7 millones de habitantes. Haití
presenta la tasa de defunción más alta del hemisferio (14/1000) y comparte con Bolivia la
esperanza de vida más breve (53 años) (6). El
consumo de cigarrillos por parte de los dominicanos ha aumentado casi tres veces y
media desde 1962.2 Los cigarrillos “Marlboro”, que actualmente dominan el mercado
dominicano (5), continúan recibiendo gran
publicidad en carteles, la prensa y la televisión (II, 12). En ningún caso se ha observado
que los agentes de publicidad proporcionen
información al público sobre los riesgos para
la salud.
Paraguay, el tercer país americano de mayor población que no usa rótulos
de advertencia, tiene libre comercio. En ese
país los cigarrillos provenientes de los países
desarrollados se desvían hacia los mercados
lucrativos de Argentina y Brasil (13). Algunas
corporaciones vieron este tipo de comercio
como un primer paso para llegar a dominar
las industrias tabacaleras locales y para estimular la demanda y los precios.
Contenido y estilo
de las advertencias
Las palabras usadas en las advertencias de los distintos países varían en su
fuerza y en la facilidad con que son entendidas por la gente común. El término “perjudicial” y su equivalente en portugués p/eitldicial transmiten la idea de nocividad con mas
eficacia que la palabra consanguínea en inglés (prejudicMZ), pero aun así se trata de palabras bastante débiles, ya que la noción de
perjuicio es algo abstracta y no siempre sugiere una alteración física. Además, los términos en inglés y portugués pueden interpretarse en el sentido de “prejuicio”
o
“tendencia” y son eufemismos poco recono-
2 Este dato fue tomado de un documento inédito del U.S
Department of Agriculhue, Foreign Agriculhmal Servlce,
1990.
cidos. Un poco menos débil es el adjetivo
“peligroso”, que equivale a la palabra inglesa
dangerous.Se usa ampliamente, pero denota
cierta posibilidad de eludir el daño e incluso
es posible que en los jóvenes despierte
la sensación de desafío. Por otra parte, las advertencias que usan las palabras “dañar” o
“dañino“, cuyo equivalente en inglés es
harmful, evocan la idea de un hecho concreto
más que de una simple amenaza. El término
español “nocivo”, que es menos reconocible
que “dañino” entre la gente poco instruida,
tiene menos fuerza que la palabra inglesa IU>xieus. Esta última sugiere algo de carácter
pernicioso y al mismo tiempo capaz de causar repugnancia a través de los sentidos. Este
no es el caso de “nocivo”, que por tratarse de
una palabra de carácter más técnico tiene
aproximadamente la misma fuerza que
“perjudicial”.
Muchas de las advertencias observadas en este estudio se asemejan a los
antiguos mensajes de marcas estadounidenses en su falta de especificidad yen que no se
someten a la práctica actual de rotación. A
partir de 1965, el Congreso de los Estados
Unidos de América ordenó que todas las cajetillas llevaran la advertencia “Precaución: el
consumo de cigarrillos puede ser riesgoso para
la salud”. Este mensaje se fortaleció hasta
cierto punto en 1970, cuando se convirtió en:
“Advertencia: El Cirujano General ha determinado que el consumo de cigarrillos es peligroso para la salud”. En 1981, la Comisión
Federal del Comercio de Estados Unidos
emitió un informe donde se llegó a la conclusión de que este ultimo mensaje ya no
era eficaz (4).
Algunas de las advertencias más
fuertes y directas provienen de países de habla inglesa: “. . . enfermedades mortales”, “. . .
le hace daño a su bebé.. .“, “cada año mueren
más de 30 000 personas.. .” (Reino Unido),
“fumar mata” (Australia) y “los fumadores
mueren jóvenes” (Irlanda) (20). No obstante,
en las Américas se suelen evitar términos que
confieren un carácter personal al mensaje,
como la palabra “su”, y también los vocablos
que tienen mucha fuerza, como “mata”,
“dolor” o “sufrimiento”. En las advertencias
estadounidenses no se permite el uso de la
palabra “adictivo” (14). Resulta interesante
que, en las Américas, las advertencias de salud de mayor fuerza pertenecen a los dos países cuyo consumo de tabaco está disminuyendo: Estados Unidos y Canadá. En el resto
del hemisferio,- donde las advertencias carecen de la misma fuerza, las ventas son cada
vez más altas (5).
Las palabras que se escogen para
los mensajes de advertencia cobran especial
importancia en América Latina porque el español en distintas partes tiene características
locales que pueden afectar la eficacia del
mensaje. El idioma tiene formas más universales en Argentina, Colombia, Chile, México
y Panamá. En cambio, el uso de vocablos y su
significado varían considerablemente dentro
de las fronteras de países como Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela (I.5).
Los profesionales encargados de
los medios de publicidad de la Partnership for
a Drug-Free America, cuya sede se encuentra
en la ciudad de Nueva York, han creado y televisado mensajes de gran fuerza e ingenioso
diseño para adolescentes contra el uso de
narcóticos ilegales: “Este es su cerebro” (se
enseña un huevo intacto); “Este es su cerebro
tras el consumo de una droga” (se enseña un
huevo frito). “iTiene alguna pregunta?” El
ejemplo pone de manifiesto la enorme fuerza
que puede tener una advertencia bien formulada. Es dudoso, sin embargo, que en la
esfera política se permita que las advertencias contra el tabaco lleguen a tener la intensidad y eficacia que tiene la publicidad a favor
del cigarrillo (14). Cuando los medios de publicidad y los gobiernos obtienen ingresos a
partir de las ventas de tabaco, el beneficio
monetario a corto plazo compite vigorosamente con los intereses de salud de los consumidores. De 28 naciones en desarrollo notificadas por el U.S. Department
of
Agriculture, la pequeña isla de Guadalupe y
las Antillas Neerlandesas son las únicas que
no fabrican cigarrillos.2
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Advertencias sobre sustancias
tóxicas
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Cabe notar que Costa Rica, que
es un país progresista, fue el único de América Latina en mencionar la presencia de monóxido de carbono en el humo de tabaco. Sm
embargo, esto no es, de por sí, una advertencia a menos que el usuario sepa de antemano
que se trata de una sustancia nociva. De las
advertencias estadounidenses, esta es la menos eficaz (8). Llama la atención que ninguna
de las marcas recolectadas diera la cantidad
de monóxido de carbono que se produce
al fumar, ya que esta puede variar considerablemente (26).
La declaración del contenido de
alquitrán y nicotina permite a los países en
desarrollo controlar la importación de marcas
con un contenido elevado de estas sustancias
(9). No obstante, las cajetillas de cigarrillos
recolectadas en América Latina tampoco daban esta información.
Como ha observado Shepherd,
las empresas tabacaleras transnacionales se
muestran renuentes a abordar explícitamente la cuestión de la salud en los países en
desarrollo donde se venden con gran éxito los
cigarrillos con filtro de primera generación o
de “sabor completo” (23). A menudo los cigarrillos “suaves” se tienen en reserva hasta
que la inquietud por el daño a la salud empieza a repercutir en las ventas (13). En el
mercado estadounidense, solo alrededor de
14% de las marcas indican el contenido de alquitrán en la cajetilla. Las variedades que tienen un contenido más alto de alquitrán son,
lógicamente, las menos inclinadas a revelar esa
información (27).
C
ONCLUSIONES
Y RECOMENDACIONES
En resumen, la mayor parte de los
rótulos de advertencia en América Latina dan
muy poca información nueva a los consumidores. El mensaje a menudo pierde fuerza
debido al uso de términos que aluden a un
futuro no inmediato o que son de tono impersonal o condicional. No resulta claro que
se trata de una advertencia firme y categórica, ni tampoco se sabe con certeza a quién
o cuándo se aplica. Hay poco contenido educacional que permita definir la naturaleza
exacta del peligro. Las sustancias tóxicas no
se identifican ni se cuantifican. Pocasveces se
mencionan enfermedades específicas y en
ningún caso se habla del peligro de adicción,
la magnitud del riesgo para la salud, o la mortalidad atribuible al hábito de fumar. El diseño de la mayor parte de las advertencias y
la falta de rotación del contenido perpetúan
la impresión superficial de que son formalismos técnicos o legales ajenos al fumador. Es
dudoso que tales advertencias modifiquen el
comportamiento de los jóvenes, de los habitantes de zonas rurales, o de personas de baja
escolaridad (18, 29). Como se ha hecho en
ocasiones en los Estados Unidos (ZCJ),es inevitable preguntarse a quién se está tratando
de proteger, si al fumador o a la industria
tabacalera.
Las advertencias que llevan las
cajetillas de cigarrillos en unos pocos países
del hemisferio occidental representan un genuino esfuerzo por educar al público, pero
aun en estos casos se podría mejorar la calidad del mensaje sin sacrificar su precisión y
sin usar términos ofensivos. He aquí algunos
ejemplos:
“Estos cigarrillos incorporan a
su organismo por lo menos 4 000 sustancias
químicas.”
“Es muy probable que estos cigarrillos acorten su vida en un período similar al que toma fumarlos.”
“Cada 100 segundos muere un
estadounidense como consecuencia del
cigarrillo.”
“Fumar provoca cáncer de pulmón y 95% de quienes lo sufren morirán.”
Para beneficio de personas analfabetas, podrían usarse métodos de comunicación pictórica en los rótulos de advertencia de los cigarrillos (22). Los mensajes
dirigidos a los jóvenes de sexo masculino deben combatir el mito de que son seres invulnerables o de que las consecuencias son remotas o aplicables solamente a otras personas.
Particularmente en países con altas tasas de
fecundidad, hay que hacer hincapié, en términos que las mujeres latinoamericanas puedan entender fácilmente, en el daño que el cigarriIlo puede ocasionar al feto y al niño en
desarrollo (22). Incluso antes de que se iniciara la práctica actual de hacer rotar distintas
advertencias específicas, se estima que 16%
de los fumadores estadounidenses sabían que
los nuevos rótulos llevarian advertencias sobre las consecuencias teratógenas del cigarrillo y su capacidad de producir bajo peso al
nacer. De todas las advertencias nuevas, esta
fue, con mucho, la que se reconoció con más
frecuencia (23).
Muchos consideran que en América Latina nadie prestará atención a los rótulos de advertencia contra el consumo de tabaco. Este tema no ha sido estudiado,
aparentemente, pero no se deben emitir juicios precoces en tomo a la eficacia de las advertencias sobre la base de los pocos esfuerzos al respecto que se han efectuado hasta el
momento. Además, no es aconsejable postergar el uso de advertencias mejores en espera de los complejos estudios necesarios para
comprobar su eficacia. Cuando la nocividad
de un producto es tan patente, las dudas
deben resolverse a favor de la salud. Todo
consumidor, independientemente de su nacionalidad, tiene derecho a recibir una advertencia de contenido clara y provechosa. Los
cig,ardkx que en un país llevan un rotulo que
indica claramente su nocividad no se vuelven
menos peligrosos al otorgarse una licencia
para su fabricación y venta en otro país.
Por último, cabe mencionar que
nuestro estudio está limitado por el hecho de
que sus conclusiones se basan principal-
mente en el examen de los rótulos de las cajetillas recolectadas. En consecuencia, no
puede ni pretende ser un estudio exhaustivo
y sin duda hay excepciones a las tendencias
observadas.
A GRADECIMIENTO
El autor desea expresar su sincero agradecimiento a Nadir-te Evessono y
Bárbara Irigoyen por su asistencia tipográfica
y editorial, al Dr. Warren Hampton de la División de Idiomas de la University of South
Florida por compartir su conocimiento de las
lenguas romances, ya las muchas personas,
en particular Elaine Tiemey, que colaboraron
en la recolección de cajetillas para el estudio.
Este articulo también se ha beneficiado de los
conocimientos aportados por Mónica Bolis del
Programa de Desarrollo de Polfticas de Salud
de la Organización Panamericana de la Salud, Joe Mulholland de la Oficina de Economía de la Comisión Federal de Comercio de
los Estados Unidos, y Neil Collishaw y Murray Kaiserman de la Sección de Productos del
Tabaco del Departamento Nacional de Salud
y Bienestar Social de Canadá. El autor es el
ímico responsable de las opiniones aquí presentadas y ninguna afirmación debe interpretarse como un juicio sobre el acatamiento
de una ley o reglamento por parte de una empresa o sus productos.
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SIJMMARY
CIGARElITEi WARNING
LABELS IN LATIN AMERICA
ANDTHE CARIBBEAN
This study evaluated the content
of health warning labels on 240 varieties of
cigarettes sold in 28 countries of South
America, Central America, and the Caribbean. Warning practices in the different
countries were compared, with special attention to the phrasing of the message and the
product origin: imported, national, or foreign brands made in the country under a
manufacturing permit. It was found that cigarette packages in the largest countries regularly carried waming labels, but in other
countries such labeling was infrequent or
nonexistent. In 12 countries, imported cigarettes had no waming labe1 or were labeled
only in the language of the country of origin.
In memoriam:
Albert
Another 12 countries with permits to manufacture foreign products locally added their
own warning label. In three other countries,
no warning labels were found, either on domestic cigarettes or locally made foreign
brands.
The content of the warnings
varied considerably from one country to another. In many cases a tendency was observed to use wording that was not forceful
and did not provide sufficient information to
the consumer. The author believes that the
warnings could be improved if their content
and presentation were changed.
Sabin
El mundo se ha entristecido
con el fallecimiento
del Dr. Albert Sabin, creador de
la vacuna
oral de virus vivo contra
la poliomielitis.
Sabin, uno de los grandes
investigadores
del siglo XX, nació en Polonia y a los 15 años de edad emigró a los
Estados Unidos; había cumplido
los 86 años cuando falleció en Washington,
D. C., el
3 de marzo de 1993. Sus esfuerzos
por erradicar
la poliomielitis
culminaron
en
campañas de vacunación
en masa, de las que fue incansable promotor.
Desde 1990,
más de 80% del total mundial
de niños menores de un año han recibido
la serie
completa de vacunas antipoliomielíticas.
Este aumento de la cobertura ha contribuido
decididamente
a interrumpir
la transmisión
del poliovirus
salvaje. Foco antes de
morir, el Dr. Sabin tuvo la enorme satisfacción
de saber que habían pasado 19 meses
sin que se registraran casos nuevos de la enfermedad
en el hemisferio
occidental.
Aunque
su fama deriva principalmente
de sus investigaciones
sobre el poliovirus,
el Dr. Sabin también
aportó conocimientos
valiosos
al estudio de otras
enfermedades,
como la encefalitis
vírica, el dengue, la fiebre transmitida
por flebótomos y la toxoplasmosis.
También merece ser recordado como noble benefactor
que,
en vez de patentar las “cepas Sabin”, las hizo disponibles
a los fabricantes
de vacunas
capaces de aprovecharlas.
En 1972, cl Dr. Sabin donó las cepas a la Organización
Mundial
de la Salud para que las facilitara
a los países en desarrollo.
Gracias a su
legado, la poliomielitis
pronto será solo un trágico recuerdo.
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