CRISTIANISMO Y ECOLOGÍA

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w w w . r a i g a d a s . e s CRISTIANISMO Y ECOLOGÍA Tutor: D. Antonio Francisco Serrano Molina. Lcdo. Estudios Eclesiásticos Autores: • José María Martínez Cervera • Alodía Sánchez Martínez • Elvira Gordillo Casanova 1. INTRODUCCIÓN La ecología siempre ha estado ligada al cristianismo, ya que Dios creo la naturaleza, y la ecología estudia la redacción de ésta con los seres vivos. Dios crea la naturaleza para nosotros y nuestra obligación en agradecimiento a Dios, es protegerla mediante la ecología. Desde el comienzo, el ser humano ha interpretado los fenómenos naturales como revelaciones divinas, ya que estos les asombraban, y su asombro les hacía pensar cuál era la causa de estos hechos, y la única respuesta era la existencia de unos seres superiores y anteriores a ellos a los que se las atribuían. Algunos de los hechos de los cuales se sorprendían eran las tormentas, las mareas, el día y la noche… Depende de la religión se le asignaban a diferentes dioses. Ejemplos de estas atribuciones son: ‐ Sol: en la mitología egipcia era Ra; en la mitología griega y romana era Apolo; en la mitología nórdica es Frey. ‐Luna: en la mitología maya es Ix Chel; en la mitología inca es Mama Quilla. ‐Mares: en la mitología romana es Neptuno; en la mitología griega es Poseidón. ‐Lluvia: en la mitología maya es Chac; en la mitología nórdica es Frey. ‐Otros fenómenos que buscaban explicación en dioses eran: * En la cultura maya: Ah Mun: dios del maíz; Ah Muzenkab: dios de las abejas y la miel. *En la mitología griega Artemisa era la diosa de los bosques. ‐Yggdrasil: en la mitología de los nórdicos este árbol representa la vida. w w w . r a i g a d a s . e s 2. ATAQUES FRECUENTES A LA IGLESIA, FUNDAMENTADOS EN UN SUPUESTO FOMENTO DE LA IGLESIA POR LA DESTRUCCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE Estos ataques los utilizan con frecuencia aquellas personas que han interpretado mal las palabras del Génesis en el que Dios dice a Adán y a Eva lo siguiente: “Sed fecundos y multiplicaos, poblad La Tierra y sometedla; dominad sobre los peces del mar; las aves del cielo y cuantos animales se muevan sobre La Tierra” (Génesis, 1, 28‐29). . Aquí Dios se refiere a que pone al hombre en un nivel superior al del resto de la creación, lo que le confiere poder de dominar lo creado, pero no su destrucción. Por ejemplo, si hubiera un sólo elefante en el mundo y unas personas cuya subsistencia en ese momento es cazar a ese elefante para no morir de hambre, la Iglesia nos dice que debemos hacerlo, ya que Dios nos pone en un nivel superior al del elefante. Esto no quiere decir que la Iglesia quiera la destrucción de la naturaleza, o colaborar en destruirla, es más, el pasado día siete de junio del presente año el cardenal Renato Raffaele Martino, presidente del Pontificio Consejo de Justicia y Paz afirmó: “ Quién destruye el medio ambiente comete un pecado grave, para el Vaticano es un insulto a Dios. Quien tira una bolsa de basura a la calle comete un pecado venial, pero quien destruye la Amazonía comete pecado mortal. Para defender el medio ambiente es necesario cambiar el estilo de vida, sobretodo en occidente”. Otro asunto por lo que se arremete contra la Iglesia es que durante la colonización de América hubo numerosos ataques raciales a los aborígenes que poblaban esas tierras. Muchos de estos ataques los produjeron los misioneros, que en su mayoría eran cristianos, por este motivo mucha gente acusa a la Iglesia. Pero no hay que olvidar otra parte de la historia, donde numerosos cristianos, como los franciscanos, defendieron los derechos de los indígenas, y gracias a ellos, se redujo el número de maltratos y muertes a estos. La Iglesia protege el medio ambiente, ya que este es una prueba irrefutable de la existencia de Dios. Esto es así porque nada más echar un vistazo a un bosque uno se da cuenta de la complejidad y la grandeza de todo lo que le rodea; y se da cuenta de que por casualidad esto no ha podido surgir, sino por una clara intencionalidad de un Ser superior a nosotros cuya actuación se escapa del alcance de nuestras mentes, únicamente con la ciencia nos aproximamos al funcionamiento del sistema ingeniado por Dios. 3. ¿CÓMO LA IGLESIA EXPLICA SU POSTURA? Los Papas a lo largo de la historia han defendido a la Iglesia de estas acusaciones a través de manifestaciones públicas a favor de la naturaleza, de la ecología. Un ejemplo de estas manifestaciones se produjo el pasado día domingo 17 de junio del año del Señor 2007, celebración del 800 aniversario de la conversión de w w w . r a i g a d a s . e s San Francisco de Asís, como todos sabemos, gran amante de los animales. El Papa Benedicto XVI aprovechó la ocasión para elogiar a San Francisco de Asís en su labor de proteger la naturaleza y su forma de buscar a Cristo por medio de ella. El Sumo Pontífice declaró: “Su mirada hacia la naturaleza es en realidad la contemplación de la Creación, en la belleza de sus criaturas. Su mirada de augurio de paz se modula como rezo”. Los Papas como cabezas visibles de la Iglesia, han hecho alusión desde tiempos de León XIII a el medio ambiente. La Doctrina social de la Iglesia ha ido avanzado en un espíritu conservacionista. Fue Juan XXIII el primero en expresar las preocupaciones ambientales ante el desarrollo incontrolado de los años 60. En su Encíclica Mater et Magistra introduce el tema de cómo conservar los bienes materiales en relación con el crecimiento demográfico; se preguntaba cómo coordinar los sistemas económicos y los medios de subsistencia con el intenso incremento de la población humana. Dios ha otorgado a la Naturaleza una capacidad casi inagotable de producción, cuyas energías debe conocer y dominar el hombre con la inteligencia con la que Dios le ha enriquecido. El mandato Bíblico "enseñoreaos" de la tierra no se dio para destruir la naturaleza, sino para satisfacer con ella las necesidades de los hombres, y concluye en que hay que conservar los bienes naturales, utilizar la razón y mirar por las próximas generaciones. Nuestro anterior Papa, Juan Pablo II, es otro ejemplo de un defensor del medio ambiente, la biodiversidad y el uso racional de los recursos naturales. Una prueba de ellos son los documentos que sabiamente escribió durante su dilatado pontificado. Esa sensibilidad con la creación de Dios quizás le venga de ver como desde pequeño la descontrolada economía comunista deterioraba de forma descomunal su Polonia natal. En el 2001 los miembros del G‐8 se reunieron en Génova, y allí se dirigió a los más poderosos diciendo con la firmeza y convicción que lo caracterizó que las principales prioridades de la humanidad eran erradicar la pobreza, garantizar la paz, la salud y la preservación del medio ambiente en todo su orbe. Karol aseguraba que el hombre de inicios de milenio debía vivir una “conversión ecológica” si quería evitar la catástrofe. Abogó por una “ecología humana” que hiciese más digna la existencia de las criaturas, protegiendo el bien radical de la vida en todas sus manifestaciones y preparando a las generaciones futuras un ambiente que se acercase más al proyecto del Creador. En el gran legado del Papa Juan Pablo II hay un espacio importante para el medio ambiente, tal como quedó plasmado en la Encíclica Centessimus agnus, donde el Sumo Pontífice exponía que: “El hombre, que descubre su capacidad de transformar y, en cierto sentido, de crear el mundo con el propio trabajo, olvida que éste se desarrolla siempre sobre la base de la primera y originaria donación de las cosas por parte de Dios. Cree que puede disponer arbitrariamente de la tierra, sometiéndola sin reservas a su voluntad como si ella no tuviese una fisonomía propia y un destino anterior dados por Dios, y que el hombre puede desarrollar ciertamente, pero que no debe traicionar”. La última encíclica que ha llegado a nuestras manos, ha sido la del actual Papa Benedicto XVI. Esta encíclica se llama “Deus caritas est”, en ella dice que el primer desafío atañe al medio ambiente y a un desarrollo sostenible. La comunidad internacional reconoce que los recursos del mundo son limitados y que todo pueblo tiene el deber de poner en práctica políticas encaminadas a la protección del medio w w w . r a i g a d a s . e s ambiente, con el fin de prevenir la destrucción del patrimonio natural cuyos frutos son necesarios para el bienestar de la humanidad. 4. CONCLUSIÓN La complejidad del sistema natural, creado por Dios, nos deja claras muestras de la imposibilidad de una creación espontánea sin Dios. Ponemos un claro ejemplo: La comunicación en las plantas: Esto es algo que la mayoría de la gente desconoce, pero es algo que frecuentemente se da en la sabana africana. Allí viven una especie de leguminosas que son comidas por los antílopes, éstas han desarrollado un sistema de comunicación para evitar ser ingeridas por estos herbívoros. Este sistema consiste en la producción de taninos en las hojas que son unas sustancias amargas que son indigestas para los antílopes, cuando estos animales comen sus hojas, producen etanol que expulsan al aire por sus estomas, situados en el envés de las hojas; este etanol llega hasta otra leguminosa, que al captarlo produce taninos para evitar ser comidas, por esto se perpetua la especie. En conclusión el buen cristiano debe proteger la naturaleza como parte del legado que Dios nos regaló. Así pues debemos ser ecologistas, pero sin anteponer nunca la naturaleza al ser humano. 5. BIBLIOGRAFÍA. www.educasites.net http://foro.ambientum.net www.ecoestrategia.com www.ssbenedictoxvi.org www.ucm.es www.christiananswers.net www.ifeanet.org http://es.wikipedia.org 
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