Modela un mundo en miniatura

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La Plata, domingo 17 de diciembre de 2006
Interés General
PEDRO MOABRO, FANATICO DE LOS AVIONES Y MAESTRO DEL MODELISMO
Modela un mundo en miniatura
Tiene más de 115 réplicas idénticas de aviones y helicópteros de combate de diferentes países. Prácticamente toda la Fuerza Aérea y la Armada
es reflejar a la perfección un objeto que represente un momento histórico. Estudioso, le da vida en miniatura hasta al más mínimo detalle de la
Paciente y meticuloso, Pedro Moabro hace más de 40 años comenzó a
modelar con frágiles piezas un verdadero mundo en miniatura. Hoy tiene
una impactante colección de aviones y
helicópteros de combate a escala, que
representan a la perfección distintos
momentos históricos del siglo pasado.
Y es mucho más que su hobby: le insume gran parte de su tiempo.
Bibliografía
de consulta
Sus aviones no son
juguetes, tampoco
vuelan. Son testimonios
históricos, considerados
un verdadero arte
“Hay que agarrarlos con cuidado, y
del lugar justo. Ni siquiera dejo que
los toque ninguno de mis tres hijos”,
cuenta este ex empleado bancario, que
actualmente da clases de modelismo
plástico estático. Sus objetos no vuelan, no son juguetes, sino verdaderas
obra de orfebrería que se exponen en
diferentes ferias y salones.
La réplica del Super Etandart de la
Armada nacional que hirió de muerte
con los misiles Exocet en Malvinas al
Sheffield y al Atlantic Conveyor, resalta lustroso en una de sus vitrinas, junto a prácticamente todos los tipos de
Joya. Moabro en el quincho-taller de su casa. Esta es una de las obras que más le gustan
aeronaves de la Fuerza Aérea y la Marina de Guerra argentina a lo largo de
su historia. Aunque uno de los más
preciados es un F18 Hornet 21-08, de
la Fuerza Aérea española, que recibió
diversos premios, por su similitud con
Tiene un modelo a
escala del bombardero
que arrojó la bomba de
Hiroshima y de todos los
aviones de Malvinas
el real. El grado de detalle asombra.
“Hay que pintar hasta el ensuciado
del fuselaje, de las alas y de las ruedas.
No puede estar completamente limpio, porque no sería real. Debe ser un
representación fiel, porque la idea del
modelismo es capturar la historia a escala”, describe Moabro en su quinchotaller desbordado de cajas para armar
y de más de 115 réplicas.
Complejidad
Idéntica. Este F18 Hornet de España a escala 1/48
La tarea no es sencilla. Además de
paciencia y tiempo se necesitan de
muchos conocimientos. “Antes de
armar un avión hay que estudiar su
historia, por qué y para qué fue creado. Uno tiene que saber qué está haciendo. Por eso hay que consultar bibliografía” antes de poner manos a la
obra, dice este apasionado de la historia, sobre todo de la Segunda Guerra Mundial.
Precisamente, ahora está enfrascado
en un faraónico (a escala, obvio) proyecto para representar a todos los tipos de aviones que participaron de la
mítica batalla de Midway, en junio de
1942, sobre el Pacífico, que significó
un crucial revés para la aviación nipona a manos de Estados Unidos.
“No sé cuánto tiempo me llevará,
porque tengo que armar los cuatro tipo
de aviones japoneses y los diez esta-
El dato
El primer revés aeronaval japonés
La batalla de Midway ocurrió
durante la Segunda Guerra Mundial,
del 4 de junio al 7 de junio de 1942
y enfrentó a las fuerzas estadounidenses con la fuerza aeronaval
del Japón; fue la primera derrota del
poder aeronaval japonés.
Midway es un atolón estadounidense en medio del Pacífico,
compuesto por dos islotes, el Sand
(arena) e Isla oriental y al medio una
laguna drenada que permite la
entrada de buques, con un área
‘útil’ de 10 kilómetros cuadrado.
A fines de mayo zarpó del Japón y
de Las Marianas, rumbo a Midway,
una gran flota de 200 unidades en
la que figuraban acorazados,
cruceros destructores, submarinos,
aviones y ocho portaaviones. El plan
japonés fue descubierto y le permitió al almirante Chester Nimitz
tomar las medidas del caso.
Después de reforzar la isla de
Midway con cuantos aviones,
cañones y hombres disponía, Nimitz
creó dos fuerzas especiales en torno
a sus tres portaaviones.
El día 4 los portaaviones de ambos
bandos lanzaron sus aviones. De
los 41 americanos, 35 fueron derribados por los cazas japoneses
sin que ninguno lograra su objetivo. Pero los estadounidenses
volvieron a atacar con bravura
dejando al portaaviones Akagi del
general Nagumo convertido en
una ruina llameante.
Después de tres días de combate, el
general Yamamoto, con sus portaaviones hundidos, suspendió la
lucha y ordenó la retirada de su
escuadra. Así, sufrió la mayor derrota
naval de la historia japonesa. Perdió
sus mejores cuatro portaaviones, sus
mejores pilotos de avión, 275 aviones
y casi 5.000 hombres.
Los Estados Unidos perdieron el
portaaviones Yorktown, el
destructor Hamman, 150 aviones
y 307 hombres, pero Midway continuó en manos norteamericanas.
Fue una batalla crucial de la
Segunda Guerra.
El modelismo es un hobby bastante exclusivo, porque es muy
exigente y costoso. Prácticamente
todos los precios están en dólares,
ya que los productos son importados. Sus adeptos deben informarse sobre la réplica que van a
armar. En el caso de los aviones,
existe vasta bibliografía relacionada con la historia militar de nuestra aviación. Una de las obras más
consultadas es la de Jorge Núñez
Padin, autor de los tomos de
“Serie Fuerza Aérea”, en los que
narra la historia de las diferentes
aeronaves nacionales.
El último, número 11, cuenta todo
lo relacionado con el bombardeo
BAC Canberra, que, entre otras
misiones participó en Malvinas.
Este avión, el 13 de mayo de 1949
realizó su primer vuelo con la
designación B3/45 y la matrícula VN
799, en manos del piloto de pruebas Roland Beaumont, reconocido
as de la Segunda Guerra Mundial.
El Canberra nació ante la necesidad
de reemplazar a los Avro Lincoln en
capacidad y alcance, superar en tecnología a los Gloster Meteor y
lograr una maniobrabilidad semejante a la de un de Havilland
Mosquito. Se convirtió en el primer
bombardero liviano de reacción en
Gran Bretaña, y fue fabricado en
varias versiones fundamentalmente
destinadas al bombardeo diurno y
nocturno, recono-cimiento, adiestramiento y foto-grafía.
En 1968 se decide en nuestro país
la compra de 12 Canberras y, 3
años después, se recibieron los últimos tres aviones que completaban
la dotación. En Malvinas cumplieron 58 misiones de guerra volando un total de 395 horas y arrojando 38 600 kilogramos de bombas sobre las fuerzas británicas.
Un arte que a muchos
les permite vivir
Al cine. Película sobre la épica
batalla de Midway, un atolón en
la inmensidad del Pacífico
En Capital Federal, a raíz de
la gran demanda que existe,
muchos artistas del modelismo plástico viven de este
hobby. Realizan trabajos a
terceros por encargue. El
platense Pedro Moabro, por
ejemplo, realiza algunos
modelos para ex pilotos que
quieren tener y regalar réplicas de los aviones que
volaron. Además, da clases.
Todos los años en La Plata se
realiza una gran exposición
que congrega a fanáticos de
todo el país.