B 4 Protocolos Cómo habituar a un perro al trasportín Objetivo: acostumbrar al perro a permanecer en el interior de una jaula o transportín sin que presente reacciones de miedo o ansiedad. Herramientas para dormir por la noche o cuando se le deje solo en casa (si Transportín o jaula del tamaño apropiado. El ideal es aquél en el no son demasiadas horas). Si tolera bien la noche o las salidas que el perro puede estar de pie sin tocar el techo, puede tum- cortas, se le puede dejar después en las ocasiones en las que se barse y estirar sus patas cómodamente y puede darse la vuelta queda solo más tiempo. sin problemas. Proceso 1 Aplicaciones • Viajes en diferentes medios de transporte. Poner el transportín, con la cama del perro y agua dentro, y • Evitar la destructividad en la vivienda. la puerta abierta, en algún sitio donde el animal esté habi- • Evitar las eliminaciones inapropiadas en la casa. tualmente con la familia, por ejemplo, el salón. Permitir al perro que lo explore, lo huela y se familiarice con él. Si voluntariamente decide entrar, se le darán premios suculentos para que lo asocie con algo positivo. 2 Dar de comer al perro dentro del transportín o cerca de él si rechaza entrar al principio, introduciendo el comedero progresivamente. Inicialmente se dejará la puerta abierta, para que no asocie el acto de comer con quedarse encerrado. 3 Después se empezará a dejar al perro dentro del transportín con la puerta cerrada mientras come, y durante otros periodos de tiempo progresivamente más largos, dos o tres veces al día. Para ayudarle se pondrá dentro algún juguete que le distraiga mucho. Uno de los mejores es el Kong, dentro del cual se puede introducir comida que el animal debe ir sacando poco a poco. 4 El incremento en el tiempo que el animal se queda en- Atención • El transportín no debe emplearse NUNCA como castigo por algo que el perro haya hecho mal, ya que entonces no querrá utilizarlo. • El transportín tampoco debe utilizarse si el perro presenta problemas de ansiedad, como la ansiedad por separación o la fobia a los petardos. • Siempre debe procederse al ritmo que permita el perro, observando sus reacciones, para que no se convierta en una experiencia traumática. Si aparecen signos de estrés y ansiedad o intentos de escape se debe detener el proceso y avanzar más despacio. cerrado no debe ser lineal para evitar la anticipación y la ansiedad. Conviene intercalar periodos más cortos, por ejemplo: 5’, 10’, 20’, 5’, 30’, 10’, 45’, 5’, 30’, etc. 5 Pasado el tiempo que ha estado encerrado, se abrirá la puerta y se le dejará salir, ignorándolo completamente du- rante los momentos posteriores, para que el perro no asocie su 6 Annette Shaff/shutterstock.com “liberación” con darle atenciones que le gustan. Una vez que tolere estar encerrado durante periodos variables de tiempo durante el día y duerma toda la noche den- tro con la puerta abierta, se le puede empezar a dejar encerrado Manual de etología canina Reservados todos los derechos Pablo Hernández Garzón. Manual de etología canina © 2012. Grupo Asís Biomedia S.L. www.grupoasis.com