cuento microscópico - Bibliotecas Públicas

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ÍNDICE
3. GANADOR DEL CONCURSO: UN MILAGRO (José Luis Rodríguez Munilla)
4. A GOLPES (Daniel Adraos Juárez)
5. ANIMALES DE COMPAÑÍA (Rafael Martínez Sainero)
6. CON LA VENIA DE SU SEÑORÍA (Rafael Martínez Sainero)
7. CRIMEN PASIONAL (Jorge Mato Huelves)
8. CRIMEN Y CASTIGO (José Antonio Panero Martínez)
9. CUANDO LLEGUES, LLÁMAME (Lola Matutano de Aldana)
10. CUENTO MICROSCÓPICO (Carmen Peco Arregui)
11. DÁBALE ARROZ A LA ZORRA EL ABAD (José Luis Rodríguez Munilla)
12. DÉJAME (Lola Matutano de Aldana)
13. EL ALFA Y EL OMEGA (Jesús Manuel Cuerda Clemente)
14. EL DESCUBRIMIENTO (Mª Isabel Fernández Larios)
15. EL ESCONDITE (Jesús Manuel Cuerda Clemente)
16. EL JUEGO (Mª del Carmen Martínez San Bernardino)
17. EL LEÓN Y ÁFRICA (Miriam Pindado Jiménez)
18. EL MAR Y YO (Lucía Robinson Macioszek)
19. EL MONOLITO DE TORTUERO (Francisco Martín Macías)
20. EL MONSTRUO DEL ARMARIO (Miriam Pindado Jiménez)
21. EL MUNDO NO ES SÓLO PARA ELLOS (Elena Damián)
22. EN UN LÁNGUIDO DÍA GRIS (Rafael Martínez Sainero)
23. FUTURO PRETÉRITO (Rafael Llavona Uribelarrea)
24. LA CATEDRÁTICA (José Antonio Panero Martínez)
25. LA CAUSA (Jorge Mato Huelves)
26. LA ESPIRAL DE IMÁGENES (Mario Sánchez-Pardo Olivares)
27. LA PANDILLA (Jesús Manuel Cuerda Clemente)
28. LA PREVISIÓN DE LOS ASTROS (Rafael Martínez Sainero)
29. LO PEOR DE TODO (José Luis Rodríguez Munilla)
30. MÁS QUE HISTORIA, UN SUEÑO (Jorge Mato Huelves)
31. ME QUERÍA (Miriam Pindado Jiménez)
32. MENTIRAS (Miriam Pindado Jiménez)
33. NOCHEVIEJA DE 2036 (Enrique Moreno Martínez)
34. PEQUEÑA CONFUSIÓN (José Luis Rodríguez Munilla)
35. ¿PEQUEÑO? (Isabel Ceres Arranz)
36. ¿POR QUÉ? (Lucía Robinson Macioszek)
37. RÁPIDO (Felipe Ruiz Belda)
38. SONATA (Lola Matutano de Aldana)
39. TEMA DEL PRÓXIMO MICRORRELATO: LA FAMILIA (Enrique Moreno Martínez)
40. TODA UNA VIDA JUNTOS (Jorge Mato Huelves)
41. UN DÍA CUALQUIERA (Lola Matutano de Aldana)
42. VOLVERÁS A VERME (Mª Isabel Fernández Larios)
-2-
Un milagro
Y lloró largamente, dándole gracias a Dios por la muerte de esa bestia. Su cuerpo llevaba ya cuatro días
en el sepulcro y aun resonaba en sus oídos su voz aguardentosa, el silbido del junco, el llanto de los
niños. Cuántas noches de angustia, esperando en la oscuridad del lecho a que él llegara con su olor a
cabras y a vino rancio, temblando de miedo, llorando de rabia después bajo su cuerpo pesado.
Dios es piadoso con aquellos que sufren, pensó, y enjugose las lágrimas mientras escuchaba a su cuñada
hablar con alguien en la entrada de la casa. Una voz profunda y dulce preguntaba por él. “¿Dónde
habéis puesto a Lázaro?” Sintió un escalofrío. Y siguió la voz, tan dulce que parecía sobrenatural:
“Llevadme hasta la entrada de la cueva y quitad la piedra.”
-3-
A GOLPES
Lo ves venir. Como para evitar el golpe tensas los músculos. Es en vano. Lo sientes
igual de frío, intenso, cruel. Tanto que te estremece. ¿Cómo has llegado a esto? No
encuentras respuesta. Otro impacto te devuelve a la realidad. Intentas rehuir,
escabullirte, escapar. Nada resulta. Tu perseguidor acecha. Asesta otro golpe.
Imposible. Todo lo que antes poseías te huye, escapa, lo ves pasar. Te sientes
pequeña, incapaz de hacer nada para evitarlo. Otro más. Cerca de perder el sentido,
elevas la mirada y con una mezcla de orgullo y súplica, ves como se prepara el golpe
final. Estoica lo aguardas. Le miras a la cara. Miras al dolor y entonces lo
experimentas, más vivo que nunca. Agonía que coloca lágrimas en tu rostro. Un
sufrimiento inmensurable aborda tu cuerpo en una milésima, pero a la siguiente todo
aquello parece lejano. Sólo percibes paz. Ahora todo parece mejor.
-4-
Animales de compañía
Ella dijo que había perdido la fe en el ser humano, más concretamente en el de género masculino,
por lo que decidió comprarse un gran danés para comprobar si aquello de que el perro es el mejor
amigo del hombre, también era aplicable a la mujer.
-5-
Con la venia de Su Señoría
Su Ilustrísima Don Anselmo R. D., Titular del Juzgado de lo Penal, dictó sentencia firme
contra Eustaquio A. M., condenándole a 13 años y 1 día de reclusión mayor por tenencia y
distribución ilícita de material pornográfico infantil. Luego, con la conciencia tranquila, la maleta
llena de preservativos y la cartera repleta de dinero del Estado, partió hacia el aeropuerto dispuesto
a disfrutar de sus vacaciones en Bangok.
-6-
CRIMEN PASIONAL
No pudo más.
Durante mucho tiempo intentó dominar sus instintos agresivos, que le incitaban
a hacer desaparecer de este mundo a aquel que había sido capaz de enamorar a
la mujer de su vida.
Aquel día, sin el menor atisbo de piedad, partió en dos la fotografía e hizo añicos
el rostro de Gregory Peck, dejando para siempre sola a lomos de la Vespa a su
amada.
Ya, durante el resto de su vida, podría imaginar que era él quien llevaba cogida
a su cintura a Audrey Hepburn por las calles de Roma.
-7-
CRIMEN Y CASTIGO
La policía sabía que el asesino tenía ínfulas de escritor, porque las notas que
dejaba junto a los cadáveres contenían fulgurantes destellos literarios que recordaban a
los grandes maestros.
Nevaba mansamente sobre Moscú cuando el Inspector Jefe de Policía Sergey
Korovin se puso al habla con Yelena Kuznetsova, la Directora de la Biblioteka Imeni
Lenina, para organizar el concurso de microrrelatos. Treinta mil rublos y diploma. El
sueldo de un mes de un obrero especializado.
- Los pondré de mi bolsillo si hace falta, pero quiero ver entre rejas a este maldito
Raskolnikov antes de que florezcan los cerezos –dijo el Inspector.
El asesino envió un cuento que decía: ‘Cuando despertó, el candado todavía
seguía allí’.
Pero solo él y la policía sabían que la última víctima había sido encerrada viva en
un baúl.
Debajo del diploma que el inspector salió a entregarle refulgían, discretas, las
esposas.
-8-
CUANDO LLEGUES, LLÁMAME
La adrenalina puntualmente secretada reparte sus funciones. Nos movemos con
rapidez hacia la orilla.
Restos de neblina nos conceden la visión desdibujada de una patera remolcada
por guardacostas. Nuestros cuerpos en tensión , la mirada clavada en cabezas
oscuras, en cuerpos amontonados.
El sonido del teléfono en mi bolsillo me sobresalta, de un rápido manotazo
contesto la llamada.
-Mamá, ahora no puedo hablar, hay una emergencia, estoy bien, te llamoLas olas terminan de acercar la embarcación a la arena. Nos abalanzamos
prestos.
- Bienvenidos, bienvenidos - acierto a oír a mi compañero en un susurro
emocionado.
La arena va llenándose de seres exhaustos. El último cuerpo yace en el suelo de
la embarcación, sin vida.
Me acerco, suena un teléfono y me quedo paralizado, no es el mío. Suena, suena
pero nadie contesta la llamada, yo tampoco. Cesa.
Un silencio de muerte y sueños rotos se extiende entre los dos continentes.
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-9-
CUENTO MICROSCÓPICO
Saltaban alegres los dos rubitos. Aquella noche Papá les contaría un cuento.
Desde que mamá murió, no lograban conciliar el sueño sin antes escuchar uno. Papá
nunca disponía de tiempo para hacerlo, tenía mucho trabajo. A la hora de dormir, les
acompañaba hasta su habitación dejando al viejo cassette de narrador. Ellos le insistían,
“cuéntanos uno, uno pequeño, aunque sea microscópico”; pero Papá pulsaba el play.
Esa noche le aguardaron ansiosos desde su cama. Cuando Papá apareció, les
besó en la frente y mirando sus ojitos expectantes, se sentó al borde de una de las camas.
Carraspeó y tomó aire para comenzar, mas no había terminado la primera frase cuando,
sonrientes, los pequeños ya dormían. Aquella noche el sueño les había abrazado sin
esfuerzo.
Desde la puerta, sigilosa, los estaba observando yo. “Un cuento microscópico”,
pensé, “pero para ellos ha resultado el mejor”.
- 10 -
Dábale arroz a la zorra el abad
-Hay quién incluso sostiene la teoría de que el universo, una vez alcanzada su máxima expansión,
volverá lentamente a contraerse hasta llegar a su microscópico estado inicial. ¿Alguna pregunta sobre
este tema? Bien, pasemos entonces a Lengua Castellana. Abrid todos el libro por la página 96, donde
pone: Los palíndromos.
- 11 -
DÉJAME
Imaginé para ti, nena, una vida feliz. Cuidé tu cuerpo recién estrenado pensando que siempre sería
un cuerpo amado. Reí contigo y te dejé crecer convencida de que la alegría se quedaría contigo para
siempre.
Pero tu sonrisa de mujer, nena, se convirtió en una mueca. La tristeza te visitó, una y otra vez, y
acabó alojándose en tu mirada.
Cada palmo de tu piel, tan mimada y besada, se fue haciendo al hambre del cariño y al dolor de los
odios.
Volví a coger tus manos, tan queridas, intentando descifrar una respuesta. Pero se tornaron
crispadas y escurridizas, y nada dijeron. Un mundo injusto te arrancó de mis brazos confiados y no
pude salvarte.
Déjame que vuelva a estrecharte en mis brazos, soy vieja pero aún tienen fuerza. Déjame que vuelva
a susurrarte en los oídos lo que eres, lo que vales.
Déjame, mujer, antes que muera.
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- 12 -
EL ALFA Y EL OMEGA
Erase una vez un fin.
- 13 -
EL DESCUBRIMIENTO
El Sabio había convocado a todo el poblado porque deseaba mostrarles algo que
había traído del último de sus numerosos viajes a tierras lejanas. Nadie sabia qué era,
pero debía de tratarse de un descubrimiento realmente extraordinario porque, cuando
compareció ante ellos, su cara reflejaba un alborozo que no era habitual en él.
- ¡Pueblo de Aliteria! Ha llegado el momento de que conozcáis el mayor hallazgo
del que jamás hayáis oído hablar. Este invento os abrirá las puertas del conocimiento, os
llevará a mundos que no podéis ni siquiera imaginar y os permitirá concebir nuevos
sueños. ¡Aquí lo tenéis!
El Sabio puso ante los ojos del pueblo un objeto que, al abrirse, mostraba una fajo
de hojas de papel decoradas con unos curiosos signos de color negro.
- ¿Qué es ese extraño artilugio?- preguntó el jefe de la aldea.
- Esto, mi señor, es un libro.
- 14 -
EL ESCONDITE
Hoy hace tres años desde que desperté de mi coma después del gran trabajo del equipo médico
del hospital. He perdido la visión, el habla y la capacidad auditiva. El doctor Medina desistió el año
pasado y suspendió el tratamiento a base de estímulos para que pueda recuperar el tacto y la
movilidad.
Afortunadamente me dio tiempo a esconder el cadáver. No soportaría que me metieran en la
cárcel.
- 15 -
EL JUEGO
El microrrelato está nervioso. Va a presentarse a un concurso. Intenta serenarse, pero le tiemblan los
puntos y las comas. Dentro de un instante, se reunirá con otras voces, anónimas y tiernas como la
suya, guardadas todas dentro de un sobre. Está impaciente por conocer a los otros textos, por
divertirse con ellos mientras esperan juntos la lectura del jurado. ¿Qué harán en las horas que
quedan para el gran momento? Quizá se entretengan fugándose, línea a línea, por los diminutos
respiraderos del sobre. Tal vez acaben mezclándose unos con otros o puede ser que intercambien
palabras y sílabas como si fueran cromos. La tengo, no la tengo. Quién sabe. Al fin y al cabo todos
son pequeños. Y a los pequeños les gusta jugar.
- 16 -
EL LEÓN Y ÁFRICA
Ese día, el abuelo León estaba muy cansado. Se repanchingó en su sofá y con la mano sujentánose
la cabeza fue cerrando un ojo para después cerrar el otro. El abuelo León siempre dormía con la
boca abierta, a veces roncaba, y otras se le metían moscas dentro, aunque en realidad nunca
entraban porque yo vigilaba sus siestas. Ese día el abuelo León habló con los ojos cerrados.
Empezó a contar una historia de leones y cazadores de África. Gritó para ahuyentar al león y
cuando todos huyeron se acercó con una lanza para matarle. El fiero animal se le echó encima y
lucharon y lucharon...El abuelo nunca me contó el final.
Dicen que soñar con un león significa nobleza, fuerza y orgullo. También dicen que soñar con
África es augurio de una enfermedad grave. El abuelo nunca despertó. Creo que no pudo con el león.
- 17 -
El mar y yo.
Hace demasiado calor. Demasiado. Ya no aguanto más. Me levanto, y me vuelvo a
tumbar. Y me levanto otra vez. Ésta vez me decido, corro hacia la línea que esboza el
agua en la arena. Sigo corriendo, hasta llegar a las rocas que sobresalen en la otra punta
de la playa. Trepo por ellas, rasgándome las manos y pies desnudos, pero no me detengo.
Cuando al fin llego a la roca más alta, la que se inclina más sobre el mar, me preparo.
Respiro el aire fresco que solo encuentras en el mar, ese olor a sal, nubes, viento, y
felicidad. Vuelvo a respirar, y... salto. Por unos instantes me siento volar. Choco contra el
agua. Las burbujas suben, incansables, y el agua helada me rodea por completo. Caigo,
caigo, y sigo cayendo, pero no estoy preocupada. Soy completamente feliz: porque en
ese instante, solo estamos el mar y yo.
- 18 -
El monolito de Tortuero
Al norte del pueblo, en el alto del Campillo, hay tres columnas de pizarra visibles desde lejos. La del centro
tiene origen medieval y actuaba de faro para los pastores, si bien su aspecto elegante no se corresponde con
esta función.
Cuentan que un pastor vino con su rebaño a pasar el verano a Tortuero y se puso en amores con una moza.
Como la familia se oponía, cada noche los jóvenes se encontraban en el alto; durante la espera el mozo
apilaba lajas de pizarra.
La joven cayó enferma y poco después murió, pero el pastor acudía cada noche a la cita y seguía colocando
piedras. Al final del verano se marchó para siempre, quedando el monolito como símbolo de su amor. Dicen
que durante siglos quien pasaba por allí recolocaba las lajas mal puestas y añadía una. De ahí su altura y la
perfección de sus formas.
- 19 -
EL MONSTRUO DEL ARMARIO
Una noche el monstruo del armario me arropó, me besó en la frente y me dio las buenas noches.
Desde entonces duermo todos los días.
- 20 -
El mundo no es sólo para ellos
No es una historia que empieza por “érase una vez”, aunque es la historia de
la niña y el lobo.
Ocurre en una ciudad cercana, pero puede ocurrir en cualquier otro lugar.
Como en todas las historias, la niña parece muy feliz, la vida es tranquila,
todo sabe a pastel; pero cuidado con el lobo.
Es un lobo disfrazado. Aunque habla y viste bien, y tiene maneras, es un lobo
feroz y sin corazón.
A nuestra niña le regala rosas y le dice cosas bonitas; pero, qué pena, todo se
marchita.
Llega el día en que las palabras del lobo la hieren y ella está tan dolida que ya
no puede respirar.
La niña crece y se desengaña; sale de la oscuridad aunque a tientas, tropieza
y se cae.
Poco a poco, se aleja del dolor.
Se da cuenta de que allí fuera tiene todo un mundo por descubrir.
- 21 -
En un lánguido día gris
Estaba asomado a la ventana. El viento soplaba frío y diminutas gotas de lluvia golpeaban
mi cara. El humo del cigarro revoloteaba entre mi pelo y la tormenta no acababa de llegar. Pensé en
ti, como he hecho durante todo este nostálgico y extraño fin de semana, añorando la lluvia,
echándote de menos.
Eres la lluvia que limpia mi alma, mi recuerdo amable, mi antidepresivo favorito. Pero
siniestras Cábalas y tristes augures me dicen que no debo mojarme.
Y la tormenta nunca llega.
Nunca llega.
- 22 -
Futuro pretérito
La gitana leyó en la palma de mi mano:
“Cogerás el Bus. Te irás a tierra extraña. Aprenderás su lengua, sus
costumbres. Entrarás en sus casas, trabajarás para ellos, guardarás los
euros en un sobre.
Un jueves sí y el otro también irás a la Biblioteca.
Subirás al primero. Buscarás en el mostrador películas antiguas;
recorrerás los pasillos: narrativa, autores de la A a la Z.
En la pantalla, versión española subtitulada, Cenicienta serás protagonista
de todas las historias.
Inclinada sobre la mesa, consultarás en el diccionario las claves para
pasar al otro lado del texto. Visitarás todas las tierras, todas las épocas,
participarás en todas las tramas.
Con el tiempo, papel y lápiz, germinará una semilla, una idea elemental, la
mirada hacia atrás, el hilo de un relato.
Contarás las palabras. Dos versiones: en papel y en disco. Un pseudónimo.
Valdrá cualquiera.
Ese es el secreto de la Literatura”.
Cualquiera
- 23 -
LA CATEDRÁTICA
Sentada en su cátedra de Narratología Comparada, con las ebúrneas piernas
cruzadas bajo la falda quejumbrosa, ella era un inaccesible volcán de miel de treinta y
tantos años y yo un desamparado alevín de filólogo en tercero de carrera.
En abril nos pidió que escribiésemos un microrrelato. Yo escribí: ‘La dulcísima
cierva dejaba aposta huellas en el barro para que algún lobo amante la siguiera’.
Nunca supe la nota de aquel ejercicio, pero tres días más tarde ella dejó caer un
pañuelo en la gravilla del campus, cuando se subía al coche.
Juro que a veces, en la sima del sueño, cuando se da la vuelta, el rozar de sus
muslos de piedra y nata contra el edredón suena en verdad lo mismo que la impagable
música de una cierva que cruza un sotobosque de jarales en la silente noche.
***
- 24 -
LA CAUSA
No fue la enfermedad.
Tampoco el tiempo que, derramado sobre su cuerpo como una espesa gelatina,
impedía que sus músculos y articulaciones se movieran con la agilidad con que lo
hacían años atrás.
Nadie podía imaginar las causas de su tristeza en los años finales de su existencia.
Solamente él conocía los motivos que le encaminaban lentamente hacia su final.
La razón estaba en la dificultad infranqueable para recordar aquel poema que siempre
le fascinó y que se había borrado de su memoria.
Ya no tenía nada, ni el autor, ni el tema que en él se desarrollaba, ni tan siquiera una
palabra que le proporcionara alguna pista.
Pero él sabía que, un día, quedó fascinado por aquellos versos que leyó y que hoy
ocupaban un vacío denso como la nada en su cabeza.
- 25 -
La espiral de imágenes
Mirando por la ventana, empecé a ver una espiral de niebla. En el centro comenzaron a aparecer
imágenes mías. De repente se empezó a poner de un color oscuro y salió la ultima imagen en la cual
salía yo mirando la ventana. Tragué saliva y me di la vuelta. Al mirar no encontré nada. Al volver a
mirar por la ventana la espiral empezó a succionar todo. Yo intenté oponerme a ello sujetándome a
lo que pude, pero me fue imposible. Fui tragado por la espiral y desperté de mi sueño.
- 26 -
LA PANDILLA
Carlos, ¡mira!, gritaba Agustín mientras lanzaba la peonza. ¿Por qué no vienes con nosotros?
contestó Ángel. Prefiero jugar yo solo, estoy harto de que me dejes siempre sin canicas, respondió
Agustín frunciendo el ceño. Sabes que no juego bien. Estoy harto de que abuses de eso y acabes
quedándote con todas mis canicas.
Agustín se recolocó la corbata y volvió a entrar en el despacho.
Madre mía, dijo Carlos girándose hacia Ángel. Era mucho más divertido antes de que le
hicieran gerente.
- 27 -
La Previsión de los astros
Capricornio (21 de diciembre – 19 de enero)
Aprovecha el fin de semana para dejarte llevar por ese salvaje que llevas dentro. ¡Ya está bien de
contenerse!
Incapaz de entender que la entusiasta astróloga había utilizado el enérgico epíteto
refiriéndose a cuestiones lúdicas, Sinforoso, el paranoide exdubitativo, agarró el hacha entre
asentimientos y corrió a buscar a su desventurada familia.
- 28 -
Lo peor de todo
Tras la tragedia amaneció un día como otro cualquiera. Eso fue lo peor de todo.
- 29 -
MÁS QUE HISTORIA, UN SUEÑO
Le fue imposible recordar su rostro.
Únicamente estaba seguro de una cosa, y es que el beso que aquella mujer
desconocida le dio en su sueño fue lo más dulce que nunca había vivido.
Desde entonces es un adicto a los somníferos.
Para los demás es un enfermo.
Pero nadie sabe que lo que busca es revivir aquel beso que aquella noche le dejó
marcado para toda la vida.
- 30 -
ME QUERÍA
Sus pasos desganados, su pálido semblante, sus ojeras, su manera de sentarse, sus distancias
perfectamente medidas, su mirada gacha, sus brazos sobre la mesa…su rodilla entre mis piernas. Se
había dado cuenta de que me quería.
- 31 -
MENTIRAS
El borracho empezó a contar mentiras hasta que el cojo le alcanzó.
- 32 -
Nochevieja de 2036.
Os voy a contar la historia sobre un singular concurso de microrrelatos que se celebró hace
25 años en esta localidad. Se trataba de escribir un microrrelato que fuese en sí un epitafio. Las
bases del concurso, como cualquier otro, no más de 30 palabras, sin faltas ortográficas, inédito,
original, indicando nombre y apellidos, lugar y fecha de nacimiento… la entidad se reserva el
derecho de publicación del mismo…
He aquí el texto ganador:
”Quise encontrar a toda costa el sentido
de mi vida… ahora
ya no tiene importancia para ti”
Emilio G.G.
10 de Enero de 1970 – 31 de diciembre de 2011
No es muy bueno, es que solo hubo dos participantes, no se leyeron las bases del concurso
en donde se hacía referencia al premio…
Aprovechando que estamos en este cementerio, síganme y visitemos el nicho del ilustre que
nos ha traído hoy en su centenario.
- 33 -
Pequeña confusión
Desde el asiento trasero del coche oficial contempló absorto los bloques de edificios.
- Para un momento, Ramón.
Bajó del coche mirando aquellas casas humildes que recordaba más grandes. Sintiendo un escalofrío
entró en el portal abierto, que seguía oliendo a repollo, y subió las escaleras con un nudo en la garganta.
La mujer que le abrió la puerta palideció al ver al Presidente.
Pasó allí toda la tarde, mirando las habitaciones, tocando las paredes con la mirada perdida. Incluso se
tumbó en la cama de la niña.
– Desde aquí veía las estrellas, dijo con lágrimas en los ojos.
Cuando salió a la calle miró hacia atrás por última vez y vio entonces el número del portal. Tardó en
darse cuenta del error.
- La infancia es nuestra patria, dijo Ramón cuando subió al coche.
- Anda, vete a la mierda y arranca.
- 34 -
¿Pequeño?
Sentía el polvo sobre sus blandas tapas, mientras se lamentaba: - ¿por qué no
tengo la suerte de notar lágrimas y caricias?. Pasaban los días mientras que niños y
adultos escogían otras lecturas con las que disfrutar, aprender y soñar.
Aún así, tenía esperanza, sabía que apenas poseía ciento cincuenta palabras
con las que enfrentarse al ambicioso mundo de las letras, pero estaba convencido
de que formaban un relato extraordinario.
Y un buen día, sintió una cálida mano rozar sus tapas, se cayó un poco de
polvo, se movieron sus cinco únicas hojas..., le embargaba la emoción, cuando
escuchó: - Papá, ¡este sí lo quiero leer una y otra vez!¡nunca había leído una historia
mejor! Pero es demasiado pequeño ¿no?; respondió una voz más grave: -¿A qué te
refieres? ya sabes que las apariencias siempre nos traicionan, a veces ¡dentro de lo
pequeño, se puede encontrar algo muy grande!.
- 35 -
¿Por qué?
El profesor de filosofía recogió los exámenes. No los miró; simplemente, pasó por
las mesas de todos.
Sus alumnos habían estudiado mucho, puesto que entraban los quince temas del curso
entero. Venían preocupados por la nota que sacarían.
Sin embargo, y a pesar de todos los esfuerzos del alumnado, el examen se componía de
una sola pregunta; ¿Por qué?
Una semana más tarde, el profesor repartió los exámenes. Algunos estudiantes se
habían explicado muy bien, y habían redactado páginas enteras de las teorías y razones
sobre el por qué; otros solo habían escrito unos pocos párrafos, y algunos hasta habían
optado por dejar la página en blanco, con la idea de desapuntarse de filosofía el año
siguiente. Sin embargo, solo un estudiante había sacado una nota alta. Éste había
respondido al examen con apenas tres palabras: ¿Por qué no?
- 36 -
RÁPIDO
Radiaba felicidad por los cuatro costados.A mi lado, mi amigo Fran y las novias de ambos también parecían
sentir esa misma sensacion.Por mi cabeza pasaban recuerdos lejanos, de un feliz infancia y juventud, donde
el único momento malo de todo el año era el día en que se entregaban las notas finales del curso escolar,
que por lo general, eran pésimas, por lo que sabia que mi padre entraría en cólera durante unas horas, y en
menor grado, estaría malhumorado durante unas cuantas mas.
Venían hacia mi imágenes en las que no aparecía yo, sino lo que mis ojos veian, y en esas imágenes veía a
mi familia y a mis amigos.A veces no había personas; solo lugares.Eran los mejores momentos de mi vida.O
por lo menos, los que a mi me hubiera gustado recordar.
El efecto de la droga paso.Nos fuimos a dormir.
- 37 -
SONATA
Sus brazos se elevaron como tirados por cuerdas de marionetas, se mantuvieron unos segundos en el aire
y, al dejarlos caer, la música comenzó a sonar salpicándolo todo de notas.
Sus manos se movían ágiles y danzarinas; a veces, parecían mecerse como águilas en la corriente de aire,
otras, caían agudas y oblicuas como halcón sobre su presa; sujetando firmemente, en una de ellas, la
efímera batuta.
Y como abducidos por aquella danza, los violines desbordábanse en sonata arrullados por violas y chelos,
salpicados por las perlas sonoras de las flautas, conversando con oboes y trompetas, provocando a
trompas y timbales.
Aquellos brazos se agitaban, incansables, arrancando una verdadera orgía musical. El tiempo se detenía
y el mundo se deshacía a sus pies.
-¡¡Pablo, a comer!! ¡¡Y baja esa música!! Te daré en el culo si me has vuelto a coger las agujas de calceta-------------------------------
- 38 -
Tema del próximo microrrelato: La familia.
Por fin terminé de fregar los platos, la fabada había sido contundente, exhausta me quité el
mandil y entré al comedor. Al abrir la puerta, aquella escena rocambolesca me dio pie para mi
próximo microrrelato. Llevaba algunos días sin ninguna idea, y esta no se me podía escapar. Cerré
la puerta, me senté en el sofá, saqué la libreta del bolsillo y lápiz en mano empecé a tomar notas. La
abuela en la hamaca, las agujas de ganchillo por el suelo y la bobina de hilo en la otra punta del
comedor. Mi marido aquí a mi lado durmiendo y sudando la gota gorda, es que es un bruto, no tenía
que haber comido tanto. El abuelo con las gafas colgando y el periódico en su regazo. Mi niño
dormidito en el cuco al lado de la vieja estufa de butano. Y yo… ahora… luchando por salir de
aquella escena…
- 39 -
TODA UNA VIDA JUNTOS
El anciano moría.
La mujer, con ojos anegados, al borde de la cama, sostenía
su mano ya sin fuerzas.
Los hijos, la familia, agrupados al fondo de la estancia,
respetando la intimidad final, el último intercambio de
palabras entre aquellos dos seres que habían sido ejemplo
de convivencia y de amor en pareja, observaban callados.
La esposa, acercando su rostro al del moribundo, susurró
algo a su oído.
Las palabras no fueron audibles para nadie excepto para el
hombre.
En un último acto de amor, la mujer dejó caer, con lágrimas
en los ojos la patética frase:
Dime, amor ¿tú, realmente, cuándo dejaste de quererme?
- 40 -
UN DÍA CUALQUIERA
El contacto con tu piel me lleva a un mundo de ensoñaciones…
Cálida presión que me hace vibrar, sentir tu cuerpo junto al mío en una ardiente y sonora playa. Tus
labios se entreabren, acogen los míos. Se funden nuestros sudores, dulce fusión de esencias.
Tu respiración me envuelve, brisa entrecortada, me arrulla, me enciende, me lleva en volandas hasta
exóticos lugares, hasta la misma Ítaca.
Siento que me deshago en jugos indescriptibles, pierdo la identidad, ya no soy nada. Una nube de algodón
dulce, tal vez eso, unas gotas de agua de azahar, un río de melaza.
- Próxima estación Ópera. Estación en curva. Al salir, tengan cuidado de no introducir el pie entre coche y
andén –
Recojo la mano que pendía junto a la del desconocido y me abro camino, a discretos empujones, sin
levantar la mirada.
Doy paso a la rutina y me dirijo a mi trabajo.
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- 41 -
VOLVERÁS A VERME
- ¿Volveré a verte?
- Cuando llegue el momento
Había cumplido su promesa. Reconocí entre la multitud su figura alta, oscura y
sinuosa. Avanzó entre el gentío. El frío empezó a recorrerme las venas, a colarse en mis
huesos. Se colocó frente a mí y pude verlo en sus ojos. Esta vez no habría error ni
perdón. Estaba preparado. El momento había llegado.
- 42 -
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