MADRID.—Lunes 4 de Julio de 1887. AÑO VI. NÚM. i 4. 5J O 50 00 >* O • PRECIO DE SÜSCRICIÓN. Madrid: trimestre Pesetas. 2,50 Provincias: trimestre, . . , 3 REVISTA TAURINA. f PRECIO PAKA LA VENTA. a5 Diímeros ordinarios, . , Ptas. 2,50 25 id. extraordinarios. , . 5 Toda la correspondencia se dirigirá al Administrador de LA LIDIA, callo del Arenal, núm. 27, Madrid. SUMARIO. Blirinn/é de RnfatS, por D. Jcninínto.—Revista" de f i3." corrida de abono}, pw XX. Jerónimo. ABVERTENCTA. Agotada Ja segunda edición de! !ií>ro LAGARTIJO Y FRASCUELO Y SU TIEMPO, se ha puesto á la venta la tercera. beza van Zacarías, Jondtfei: y Matías. Disípase la niebla que cubría t\ estanque y la selva; respjandecc el sol y divi'sanse en lontananza, más allá del estanque helado, 3a ciudad y las murallas de Munster. Kl ejército prorrumpe en gritos de alegría c inclina sus pendones ante el Profeta, Telón rápido. DESPtKS DE LA VICTORIA. Zacarías. ¡Con cuánta maestría! ¡Con cuánta habilidá manejó er trapo! ¡Con cuanta poes/al ¡Cómo jugando con er fiero bruto r. demostró á muchos mis sus Condísiones PEI.1KIÜM TRKMENS. para dar er canuto Ta3s^-Ccnijuista Je Córdoba ptot á muchos matadores de impresiones! el rey Fernando. {Calendario (tmericauo./ El Profeta* 188&—Conquista dé Aranjiiéz por I Guasón I Me dise osté eso, dempué daber Kafael I. (Calindarte ana$aftjtt*4 comparao á Masantini con Mamier Domíngue? Zacarías se desmaya con vistas á la calle, Día de gozo, día de júbilo, día grande, día inmenso, día ciclópeo, día de los días, el día arrojándose después á la vidapúblícal de San Pedro y S&a Pablo del a i o del Señor Matías. de 1887! Sale EL, torea EL, mata EL... Estocada ciSuenen trompas, añafiles y atabales; hiendan clópea, abrumadora.. Lo siento por el Coloso los aires abrasados por un sol califeño, los so- de Rodas .. La imposibilidad de retirar la plana nidos del tamtám anabaptista, y óiganse por de anuncios, rae impide decir cómo estuvo el doquier los exultantes himnos del Estado Ma- diestro ¡Y aún me quedaría corto! yor del Gran Profeta. Jonatás. El sol dora las cumbres de Munster; las ¿Cuándo les parece á ustedes que debemos huestes de Rafael se aprestan á la lucha; ya «e vislumbra la monstruosa cama en que e! PZlegi- procliimar á Rafael I emperador de los españoles? Se suplica un Pavía, y en caso de necesido ha de echar sus libidinosas juergas. dad, un Martínez Campos. Sus! A la victoria I I La cosa está á punto de caramelo! Anabaptista r,°—Raphael, adoramus te! Voces i n t e r i o r e s . Anabaptista 1? —Rafkaet, henedicimus te! —'¡Viva Rafael! Anabaptista 3.'*• —Raphael, glorifica-mas te! Voces e x t e r i o r e s . Los 3 anabaptistas Ad nos, ad salutarem ¡¡¡VivaaaaaaaS! ntidam, ittnnn wiseri; ad nos venite, fopuli. Un anabaptista innominado quiere tomar la alternativa. Se lanza al coso, se arranca al ProEl Profeta. feta, y lo abraza, lo besa y lo chupa recargando, Re del cid, da te guidala, sin que nadie acuda al quite. El l'rofeta, concome David inspirato movido, se enjuga el rostro con la muleta, y da le tne lodi cantero. la mano al de los cknptndos. Anabaptistas y coro. Zacarías. Ji ijuesfo il di d' on&r¡ di gloi< :o ! [Ooooooolél Iddio ci guida alia zñttaria! J o na l a s . H la valle e il monte cckfggi Ven acá, querubín! Y que rabien los de Vior di lode al Creator! liabrutanda! El ejército de anabaptistas se coloca en orMatías. den de batalla y se dispone a marchar. A. la ca/ Tu anabaptista eris t EL TRIUNFO DE RAFAEL. Los t r e s . ¡Viva Córdobaaaa! Corogeaeral. ;¡ j VivaaaaaaaHI La voz d e la razón. —Pero, ;qué es esto, señores? Se han vuelto ustedes locos? Ai oír á ustedes, cualquiera diría que Rafael mata bien un toro Cada diez aflosi Indignación universal. Los anabaptistas, rojos de ira, se lanzan sobre e! interruptor. Zacarías. —jChendarme! Mallas. —¡Animaloruml J o ñ a tas. —Baticola! Navalag-amella! Villabrutanda! Villabestia! Villazoquete! La vox de la razón huye despavorida, y Ja muchedumbre, ebria de indígoacióa, ía persigue con sus anatemas. Organizase el desfile. Música del final del primer acto de Los dioses del Olimpo. Zacarías, Jonatás, Matías y el anabaptista de los chiipendos, presentan sus hombros al Profeta, y ÉL se sienta majestuosamente en les húmeros del cuarteto. Jonatás. —¡Cautivos! Gritad—Viva el Profeta! Coro. — ¡;¡ Vivaaaaaaa! —Esclavos! Gritad —5Viva el Coro. — ¡i ¡Vivaaaaaaa!!! Zacarías. —Y no h;tbrá también una tttijita dé viva para Maz.zantini y el Espartero y Centeno y Valladolíd y Fabrilo y el Ecijano y Cacheta y Método y todas las superioridades que saco yo en ios partes que me mandan de provincias? Unisono formidable. —¡I'ueraaaa! Fueraaaal! Fueraaaaüll J o n a t á s y Matías. —Aquí no hay nada superior más que el Profeta. Rafael es el Profeta, y el Profeta es el Califa, y el Califa es el Profeta, y el Profeta es ei Emperador, y no hay más dinastía que los Rafaeles, ni más Rafaeles que Rafael, ni más coloso que el de Rodas, digo, .el de Córdoba, ni más ciudad ni más torero, ní más Dios, ni más Santa María que Rafael T,