Pautas para aprehender una nueva obra musical: análisis, escucha, corporalidad Alberto Carretero Aguado 1.- Introducción Al hablar de interpretación nos referimos a todos los aspectos expresivos de la ejecución. Es importante tratar los diversos factores que contribuyen a realizar una ejecución presentable, usando las habilidades técnicas que poseemos. Aprehender una nueva pieza musical implica muchos elementos que, cuando se han trabajado, comprendido y ensayado cuidadosamente, deben aplicarse simultáneamente para producir el resultado final. Algunas cosas simples y prácticas que debemos realizar antes de empezar: 1. Escogemos una obra musical nueva, para que no hayamos adquirido ningún mal hábito en el contacto previo con la pieza. 2. Es ventajoso tener a mano una pieza que conozcamos razonablemente bien antes de empezar con la nueva. Es un trabajo arduo descomponer una pieza nueva y practicar lenta y cuidadosamente. Para poder relajarnos es necesario, de vez en cuando, cambiar a algo conocido. 3. Es esencial que registremos las decisiones tomadas mientras practicamos. Es fácil olvidar una digitación que funcionaba bien en la práctica. 4. Necesitamos un libro de elementos básicos musicales. 1 2.- Pasos a seguir al estudiar la partitura sin teclado 1. Leeremos como mínimo dos veces la partitura de una pieza nueva antes de tocarla. Conseguiremos una imagen mental más clara de la música. 2. Dividiremos la pieza en fragmentos manejables. Cada fragmento puede variar desde unas cuantas notas hasta unas cuantas frases. El tamaño de cada uno dependerá de las dificultades que contengan. Se puede mantener un nivel alto de concentración si el período de tiempo es corto. Trataremos de cometer el mínimo posible de errores; el tamaño y el contenido de cada fragmento es muy importante. Conforme vamos practicando podría ser necesario alterar el tamaño. 3. Debemos vencer la tentación de tocar un par de veces la pieza antes de empezar a trabajar en serio con ella. 3.- Empezar a trabajar con el teclado Debemos elaborar los patrones de digitación. Empezaremos considerando los patrones de digitación sugeridos en la partitura. Donde encontremos dificultades reales, probaremos con patrones propios ajustados a nuestras manos. No siempre es necesario que comencemos a practicar por el principio. El punto que elijamos como inicio depende de los tipos de dificultades que hayamos encontrado. Empezaremos a practicar tan lentamente que los problemas de tempo y ritmo sean casi irrelevantes. Nuestro cerebro debe estar siempre dirigiendo los dedos con precisión hacia la próxima nota o acorde. Practicamos con las dos manos juntas hasta donde sea posible, ya que el proceso de toma de decisiones necesitaremos programarlo para usar ambas manos simultáneamente (usar las manos por separado es una experiencia completamente diferente). Si hay en particular un movimiento entre una nota y otra o entre un acorde y otro que dé problemas, debemos aislarlo y practicar con las manos por separado, pero volveremos a juntarlas en cuanto sea posible. Debemos considerar los detalles del movimiento de una nota a otra o de un acorde a otro, que son necesarios para una ejecución segura y satisfactoria. Intentaremos aprender el fragmento de memoria. Tocarlo con los ojos cerrados o sin encender las luces nos ayudará a concentrar nuestro pensamiento en las notas mismas más que en la partitura. 2 4.- El tiempo y el ritmo correctos: trabajando con un metrónomo En el aprendizaje de las notas practicaremos con un metrónomo, estableciendo el tempo y los ritmos correctos en el fragmento. Inicialmente pondremos el metrónomo a una velocidad muy baja, y continuaremos hasta que podamos tocar sobre el tempo que marca con total precisión. Respetaremos la duración de las notas en todos los fragmentos, trabajando cuidadosamente cada uno de ellos, asegurándonos de que el tempo y los ritmos son seguros. La obtención de notas y ritmos correctos son cruciales para el éxito final. 5.- Estudio de los detalles de la partitura en el teclado En una primera lectura precisa de la pieza, debemos conectar el trabajo de las notas correctas, el tempo correcto y los ritmos correctos como un estudio más detenido de la partitura, pero ahora sobre el teclado. Consideraremos: 1. Duración de la nota. 2. Notaciones de intensidad. 3. Acentos, etc. 4. Variaciones de velocidad. 5. Otros términos. Hay otros términos que rigen la expresividad. Pueden estar en italiano, francés, inglés o castellano. 6.- Adornos Su función es embellecer la música. A veces la demostración de habilidad técnica se convierte en el factor más importante, motivando un revoltillo de notas y un ritmo vacilante. Es mejor relegar este aspecto a una posición subordinada y centrarse en hacer que la música sea más bella y efectiva. 3 Lo peor que se puede hacer es "arremeter" contra el adorno al leer las partituras. Es probable que la aproximación tosca y fácil que hemos hecho, permanezca bastante tiempo, dificultando una ejecución precisa. Pueden ser tratados de distintas formas. Si escuchamos a un pianista profesional, nos puede ayudar de diferentes modos, aunque su interpretación no debería ser aceptada como la única correcta. Puede ocurrir que los adornos de la grabación no coincidan con la posición que ocupan en su partitura. Una edición moderna y actualizada podría explicar eso. 7.- Construir una imagen auditiva Una vez que hemos aprendido las notas podremos empezar a interpretar la pieza escogida. La etapa final del trabajo consiste en intentar llegar a una concordancia con lo que el compositor se proponía. Para conseguirlo tenemos que crear en nuestra mente una imagen auditiva clara de cómo queremos que suene la música. Para ello debemos escuchar gran cantidad de música de una forma activa y concentrada. 8.- Lecturas preparatorias Obtendremos las referencias más cercanas posibles de la fuente de la música. Es importante las descripciones e indicaciones procedentes de los propios compositores. También nos puede ayudar la información procedente de los estudiantes que trabajaron con un compositor. Por ejemplo, las cartas de Mozart contienen referencias de primera mano del mismo Mozart acerca de sus obras de piano y las de otros. Los resúmenes contenidos en los libros de historia de la música, acerca de estilos musicales, biografías de compositores, etc., pueden ayudarnos. 9.- La arquitectura de la música Comprender la arquitectura de una pieza musical, nos permite preparar sus puntos climáticos, así como seguir el progreso de los elementos importantes de la música y mostrar cómo se deben relacionar entre sí. En la música, todo debe ser comprendido sobre la marcha, no hay oportunidades de ir hacia delante o hacia atrás. Leyendo y estudiando (que no es necesariamente lo mismo) podemos aprender cómo analizar la música que intentamos tocar. 4 10.- Escuchar Una escucha intencionada es la mejor forma de construir una imagen auditiva. Si intentamos copiar después de escuchar le ejecución agradable de un pianista competente obtendremos malos resultados porque no podemos capturar la reflexión, la comprensión y el esfuerzo que hizo el pianista para conseguir dicha interpretación. Y sin eso la copia nunca puede ser satisfactoria. La chispa esencial, que se origina por el estudio, se perdería. Nuestra chispa, cuidadosamente encendida, no podría arder de una forma tan brillante como la del intérprete que hemos escuchado, pero no obstante si se escucha provechosamente por lo menos, podrá convertirse en una llama en lugar de seguir siendo unas brasas que arden lenta y tétricamente. Necesitaremos un reproductor de CD o MP3 en los que podamos repetir unos cuantos compases de música. Además de un equipo con buen sonido debemos tener la partitura de la música que escuchamos. Es conveniente tener más de una grabación de la obra que queremos escuchar para conocer diversas interpretaciones. 11.- Las notas correctas Si disponemos de varias partituras o de varias grabaciones podremos encontrarnos con algunas notas diferentes. La edición que usemos debe contener alguna referencia a las variantes usuales con explicación de por qué tales variantes existen. 12.- Elementos importancia melódicos o armónicos de Debemos destacar cómo el intérprete dirige la atención a las melodías importantes; no sólo a las melodías principales, sino también a las subordinadas, a las melodías opuestas e incluso a las pocas notas que ocasionalmente asumen una relevancia fugaz. A veces la partitura no muestra con claridad esos elementos subordinados. 13.- Resaltar Se pueden utilizar varios métodos para resaltar. Cuando un elemento es tratado de este modo se necesita alguna preparación para ajustarlo con lo que venía antes y con lo que sigue. 5 14.- Las frases La forma en que los pianistas -nos hacen ser conscientes de cada frase son: el volumen, el sonido y la ruptura de la continuidad son alguna de las posibilidades, así como cualquier combinación de ellas. Es necesario que haya un equilibrio en las frase. 15.- Espaciar y emplazar Si lo hacemos con habilidad, el espaciado produce el efecto de un ritenuto muy discreto sin que disminuya la velocidad. Emplazar es muy similar, con la excepción de que normalmente afecta sólo a una nota o acorde (de lo contrario se trataría de un espaciado). 16.- Acentos Toda pieza musical contiene una signatura que indica que tiene 2, 3, 4 ó más tiempos por compás. El pianista transmite esta información sin marcar un acento perceptible al principio de cada compás. Esto tiene que ver mucho con el fraseo. 17.- El impulso rítmico Una sensación que se tiene al tocar con buenos músicos es el impulso rítmico de la música. No se trata sólo de que el tempo o la pulsación se mantenga, sino de la inevitabilidad del próximo punto de clímax o reposo. 18.- Rubato El método usado podría variar a lo largo de la pieza, según las circunstancias. 19.- Dinámica El control comprensivo de la dinámica es vital, para crear el carácter de la música y para la formación del sonido. Los intérpretes deben tener libertad para expresar la música tal como les parezca, por lo que es probable que en el curso de una pieza varíe la intensidad con que se tocan signos dinámicos similares. 20.- Arquitectura Conocemos la necesidad estructural de la repetición en una composición musical, así como la sugerencia de que las repeticiones deberían tocarse de una forma conveniente a la posición que ocupan. Mediante el uso sensible de materiales 6 que son similares se pueden conseguir muchos y diversos efectos, por ejemplo, desarrollar la tensión hacia un clímax, induciendo un efecto calmante conforme se aproxima el final de la sección o de la pieza. 21.- Velocidad Algunas grabaciones se han echado a perder por una velocidad excesiva. Los pequeños detalles llegan y se van antes de que su importancia pueda ser adecuadamente asimilada, para detrimento de la música. La velocidad puede ser algo excitante, pero también puede dar lugar a interpretaciones que, musicalmente, son menos satisfactorias. Bibliografía [1] Brenann, Richard (1994). “La Técnica Alexander”. Barcelona: Biblioteca de la Salud. Ed. Kairós. [2] Gelb, Michael J. (1987). “El cuerpo recobrado: introducción a la Técnica Alexander”. Barcelona: Ed. Urano. [3] Meifen, John (2002). “Mejore su técnica de piano”. Teia: Ed. Manon Troppo. [4] Orozco Delclós, Luis. Solé Escobar, Joaquín (2000). “Tecnopatías del Músico”. Madrid: Ed. Ariza Comunicaciones. Alberto Carretero Aguado 7