Discurso presentado en el Segundo Taller de Docentes SIMONU Bogotá Fecha: 6 de junio Hora: 7:30 a.m. a 1:00 p.m. Lugar: Colegio Gustavo Rojas Pinilla Dirección: Calle 11 B No. 80 B 61 Barrio Castilla Profesora: Adriana Avellaneda Barrera “El fracaso internacional para ayudar a Sierra Leona es un ejemplo indignante de racismo y de ignorancia de las lecciones recibidas en Ruanda” General Roméo Dallaire Comandante de los Cascos Azules en Sierra Leona. Señor presidente de la Asamblea General, señor secretario general, señoras y señores representantes de Estado y de Gobierno, señoras y señores, Mi país es una tierra llena de paradojas. Arrinconada en la geografía de la costa occidental de África es una de las naciones más pobres del planeta clasificada penúltima en el índice de desarrollo humano de la ONU y con un ingreso promedio por habitante de tan solo 220 dólares por año, pero inimaginablemente rica en recursos naturales, de verdes selvas, hermosas costas y mares plagados de peces que bien pueden alimentar a muchas naciones y en cuyo corazón se esconden los diamantes más costosos del planeta. Hoy Sierra Leona intenta salir adelante luego de una guerra de mas de once años que cobró la vida de más de 70.000 personas y que ha generado más de 30.000 amputados. Ibrahim Kamara, embajador de la ONU en Sierra Leona señalaba en el año 2000 lo siguiente: “la causa de esta guerra no es ideológica, étnica o regional; las raíces son los diamantes, diamantes y diamantes”. El precitado General Dallaire, ya había manifestado: "Sigo viendo a los Cinco Permanentes (EE.UU., Gran Bretaña, Francia, China y Rusia) manejando el show desde fuera del Consejo de Seguridad. La dimensión moral no es necesariamente lo que predomina a la hora de tomar las grandes decisiones. Lo que domina es el interés propio y la aversión al riesgo". Es cierto. La guerra nos ha quitado todo, ha generado además la destrucción del medio ambiente nativo debido a que combatientes y población civil se han visto obligados a resguardarse cada vez más adentro de la selva alimentándose con especies nativas, además de haberse generado deforestación por la búsqueda desmedida de los “diamantes de sangre” que, según expertos de la ONU, han llegado a ocupar el 20% del mercado total de estas joyas a escala global. ¿Acaso los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU ante su aparente desprecio por los Sierraleoneses, no han pensado en estos seres humanos, pero sí en las especies animales que se encuentran en este país como el Gorila Oriental, el Chimpancé común, el Babuino, la Sitatunga, el Hipopótamo pigmeo, el Elefante africano de selva, el Búfalo cafre, el Leopardo, por mencionar solo algunos pocos sin contar con la gran cantidad de especies vegetales nativas, aunque sea para guardarlas como trofeos en las universidades, museos y domicilios de los altos funcionarios de sus países como ya ocurre con gran parte del tesoro africano? La respuesta es descorazonadoramente simple y triste: No. Tras el discurso oficial de la exitosa intervención de la ONU en este país agobiado y doliente se esconde una cruda realidad: la mano dura contra los gobiernos que propugnan por mantener sus economías lejanas a los intereses de las grandes potencias y el nulo o poco interés frente a aquellos, que como en el caso de Sierra Leona, han sido o siguen siendo fácil objeto de la explotación de sus riquezas por los países miembros del Consejo o cercanos a el. Se observó claramente en Sierra Leona como se invirtieron generosos recursos en salvar y evacuar extranjeros. Sin embargo dicha generosidad terminó cuando se trató de proteger al pueblo sierraleonés. Hubo necesidad de años de masacres y torturas para que la ONU decidiera efectuar una decisión contundente al respecto ¿Dónde en la valoración de los factores, figura la consideración del sufrimiento de los africanos? ¿Cuántos tienen que morir para que la ONU intervenga con los medios necesarios? Pese a la exitosa propaganda mediática se demostró en mi país que el único interés predominante ha sido la consideración por el capital, nunca por el prójimo. La intervención de la ONU ha sido desastrosa. Ya lo advertía Fernando Vallejo: “La mayoría de los animales son leales. No conocen la traición ni la mentira. El ser humano es una especie mentirosa: miente con palabras, con sermones, con discursos, con las matemáticas, con editoriales de periódicos; se hace el santo siendo un aprovechado”. Por ello no es de sorpresa observar que en la actualidad la expoliación contra el África y Sierra Leona y su hábitat no ha cesado. Buques pesqueros azotan sus mares, aprovechando su riqueza pesquera. Bajo banderas de conveniencia con el fin de entregar su mercancía en los puertos de Europa han decidido anclar para abastecerse en sus costas, según la ONG Fundación para la Justicia Ambiental, Nueve de cada diez embarcaciones que ejercen el trafico ilegal de la pesca en Sierra Leona envían sus productos a los mercados de la Unión Europea. Este hecho es singularmente peligroso pues bien sabido es que la pesca genera una fuente tradicional de ingresos en las poblaciones costeras con el agravante de la importancia estas entradas para superar la difícil situación que ha marcado la guerra civil en este país donde según estimaciones actuales, la pesca ilegal sustrae cada año a los países del Golfo de Guinea el equivalente a 1.160 millones de euros. Una vez más al respecto pasan los años y la comunidad internacional no hace nada. De no ser porque científicamente se ha demostrado que la especie humana ha tenido sus orígenes en estas tierras no faltaría quienes se atrevan a decir que Sierra Leona no existe. Y si desde el resto del mundo ustedes se acostumbran a verla con indiferencia y de manera indolente como una colonia pobre, trágica e infeliz será uno de ellos. Se hace necesario entonces un cambio cultural, una refundación de las instituciones y cual más sino la ONU. Busquemos pues, el cese de la reproducción de las relaciones injustas de poder provenientes de la Segunda Guerra Mundial, más excluyentes y autoritarias en la medida en que avanza la globalización neoliberal. ¡Que se fortalezca la Asamblea General y se de prioridad en cada una de sus sesiones al tema de la paz y la lucha contra la pobreza! ¡Que se elimine el poder e influencia del Consejo de Seguridad sobre la agenda de la ONU! ¡Que se suspenda el veto a las naciones permanentes del Consejo de Seguridad, con la intención de democratizar sus decisiones! ¡Que la elección del Secretario General quede a cargo de la Asamblea General! ¡Que sea obligación de los países miembros efectuar acciones positivas en pro de la conservación del medio ambiente como legado de todos para el planeta! ¡Que nunca sea excluida la Asamblea General de las grandes decisiones mundiales, que sea esta el escenario por excelencia para el debate y la lucha de ideas! Agradezco de antemano su gentil atención. Muchas gracias.