Dios va a infundir en ti la fuerza que de Él procede

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por las diócesis
San Juan
Página 21• 29 de abril al 5 de mayo de 2007 • EL VISITANTE
“Dios va a infundir en ti
la fuerza que de Él procede”
Homilía de Monseñor Roberto Octavio
González Nieves, ofm en la ordenación
episcopal de Monseñor Daniel Fernández
•
Su Eminencia, Luis Cardenal Aponte Martínez, Arzobispo Emérito de
San Juan de Puerto Rico;
•
Su Excelencia, Monseñor Timothy P. Broglio, Delegado Apostólico
del Santo Padre para Puerto Rico, cuya presencia aquí, nos ofrece
la oportunidad de volver asegurar y a prometer nuestra absoluta fidelidad a esta comunión con el sucesor de San Pedro. También le
agradecemos profundamente al Papa que se haya dignado nombrar a
nuestro hermano Daniel, Obispo Auxiliar de esta Arquidiócesis;
•
Queridos hermanos obispos de Puerto Rico:
•
Mons. Félix Lázaro, Vicepresidente de la Conferencia Episcopal
Puertorriqueña y Obispo de Ponce;
•
Mons. Ulises Casiano Vargas, Obispo de Mayagüez
•
Mons. Iñaki Mallona, Obispo de Arecibo
•
Mons. Rubén González, Obispo de Caguas;
•
Mons. Héctor Rivera, Obispo Auxiliar de San Juan de Puerto Rico;
•
Mons. Hermín Negrón, Secretario de la Conferencia Episcopal
Puertorriqueña y Obispo Auxiliar de San juan de Puerto Rico;
•
Querido Obispo electo, Daniel;
•
Queridos hermanos sacerdotes y diáconos;
•
Queridos hermanos y hermanas de vida consagrada;
•
Queridos hermanos y hermanas de la comunidad ecuménica e interreligiosa;
•
Autoridades civiles y gubernamentales;
•
Presidentes de las universidades católicas de Puerto Rico;
•
Familiares del Obispo electo, especialmente sus queridos padres Sr.
Eurípides Fernández y Doña Luz M. Torres, a quien felicitamos por
el don de su hijo a la Iglesia como sacerdote y ahora, como Obispo y
sus hermanas: Olvidalia, Doris, Rose Mary, Mirta Helen y su hermano
Eurípides, para quienes pido un fuerte aplauso.
•
Querido Pueblo Santo de Dios:
Queremos agradecer al Coro Magnificat de la parroquia Nuestra Señora de
la Guadalupe en Hatillo; a nuestros asupicadores que permiten la transmisión
de esta ordenación mediante Tele Oro y WKVM: Tres Monjitas, Burger King,
Pepsi y Holsum. También agradecemos a todos los voluntarios y voluntarias,
a los jóvenes y adultos del movimiento Juan XIII, a los Caballeros de Colón, a
la colaboración del Padre Tarcisio Gotay, Párroco de esta parroquia de Santa
Teresita, de la comunidad carmelita y de su equipo de trabajo y la colaboración
de tantas manos invisibles que han ayudado.
Que en este venerable día de fiesta pascual sean mis primeras palabras,
para el Señor resucitado: Resucitaste, Cristo, de entre los muertos, inmortal.
Por tu muerte pisoteaste la muerte, y a los que estaban en la tumba les has
dado vida. Gloria a ti, Señor, gloria a ti. Hoy, de manera muy especial, dando gloria al Señor, celebramos esa VIDA que Cristo nos ofrece.
Por eso hoy recordamos lo que dijo el Padre Daniel Fernández Torres
cuando se hizo el anuncio de que el Papa Benedicto XVI lo había nombrado Obispo Auxiliar de San Juan de Puerto Rico: “ES DIOS QUIEN LLAMA
Y QUIEN DA LA GRACIA.” Fue Dios quien llamó a Israel de Egipto, su Pueblo
de un pueblo bárbaro, le dio la Alianza y lo preparó con su gracia a través de
los siglos para recibir a Cristo-Salvador. “Es Dios quien llama y quien da la
gracia”. Sí, por acción del Papa, hoy del sepulcro nos llama Dios y, en este
nombramiento, nos ofrece la gracia que nos salva. Dios suscita un Apóstol
entre nosotros y así demuestra su Amor por nosotros.
Es Tiempo Pascual y ordenamos un Obispo para que suene más clara
entre nosotros esa Palabra en que Dios nos llama a la vida eterna. Que descienda el Espíritu Santo sobre esta Iglesia de Santa Teresita y que descienda
sobre los que aquí estamos. Que descienda sobre la Arquidiócesis de San
Juan de Puerto Rico, que descienda sobre todo Puerto Rico, dándonos un
Obispo por quien rogamos, para que sea santo, lleno de gracia, un Obispo
bueno, un sucesor digno de los Santos Apóstoles, un Obispo cuyo ministerio
nos confiera esa vida del Resucitado.
Dios, que es Amor, sea bendito y alabado. Hoy nosotros recibimos un regalo que Dios nos hace, una gracia con la que nos hace crecer en sabiduría y
santidad. Como un día dijo por su Palabra: “hágase la luz”, y del caos la luz se
hizo, hoy Dios pronuncia de nuevo su Palabra para constituir a Daniel como
Obispo, para que contribuya a servir a esta Iglesia en su peregrinar hacia el
Reino Eterno de la Resurrección. Predicando el Evangelio, iluminándonos por
el camino de la santidad y de la paz.
Hoy brilla la Luz de Cristo del Cirio Pascual “LUMEN CHRISTI” y surge un
nuevo orden de cosas y, de acuerdo con la sabiduría divina, todos crecemos
en humanidad porque participamos más profundamente de la divinidad. Hoy
nuestra existencia debe entrar en un nuevo foco, uno más definido, más perfecto. Porque lo viejo pasa y lo nuevo surge. Hoy entramos, aquí y ahora, en
ese gran misterio que solamente la Palabra y el Espíritu pueden conferir, por
el que se deja atrás el pecado y se incrementa la santidad. Que viva la alegría: el Sacerdote Daniel Fernández Torres entra hoy más profundamente en
el misterio de Cristo cuando pasa al Episcopado. Dios, por su gracia, lo llama
más allá del presbiterado para que se consolide como Obispo. Daniel entró
aquí Presbítero y va a salir Obispo, porque, por la ordenación, su ser quedará
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San Juan
“Dios va a infundir en ti la fuerza que de Él procede”
transformado y recibirá una gracia especial por la santidad de Dios.
El misterio de esta ordenación está significado por ritos que son de
una antigüedad inmemorial: Primero, voy a hacerle a Daniel unas preguntas
que pongan de relieve su idoneidad para el oficio de Obispo. Cuando todos
afirmen que es digno, entonces, él se va a postrar en el piso. [Pero, por ser
Tiempo Pascual en que Cristo se levantó, nosotros nos vamos a quedar
de pie]. Él se postra como el que yace en el sepulcro y Cristo, habiendo
pisoteado la muerte, lo va a resucitar a vida nueva. Cristo va a operar en él
un cambio radical.” Padre Daniel, prepárate, porque hoy Dios te va a llamar
a morir a muchas cosas. En ti hay un hombre viejo que, por bueno y por
santo que fuera, hoy pasa, porque hoy Dios te da la gracia del Episcopado.
Entraste vestido de cierta manera y vas a salir vestido de otra manera.
Dios, “Padre, Hijo y Espíritu Santo“, para renovarnos, se encuentra con
nosotros. Él se va a hacer presente aquí entre nosotros de una manera muy
especial cuando lo llamamos en las Letanías. Con Dios viene su Santísima
Madre, la Virgen María, Madre de la Divina Providencia, Patrona Principal
de Toda la Nación Puertorriqueña, nuestra Celestial Patrona, la que viene
contigo a caminar, a la que hoy dedicas toda tu vida y tu corazón, y llevas
gravada en el frente de tu anillo episcopal. ” Los Ángeles y los Santos, cuya
ayuda imploramos, con nuestro amado el Beato Carlos Manuel, con toda
la corte celestial, vienen aquí por nuestra invocación en las Letanías. Esta
Iglesia va a quedar llena, “repleta de amor y santidad “ porque la Triunfante
no está ajena a lo que hoy sucede aquí.
Tú vas a caer al piso, como San Pablo ante el Señor, y por la imposición
de manos de los Obispos, se te van a caer las escamas que hasta hoy cubrían tus ojos, y vas a ver la luz de la vida como nunca la habías visto. Vas
a ver como se unen el cielo y la tierra para que sepas bien lo que haces y
transmites cuando ejerzas el Episcopado. Vas a asumir el ministerio Apostólico. Dios va a infundir en ti la fuerza que de Él procede: el Espíritu de
gobierno que dio a su amado Hijo Jesucristo y que Él comunicó a sus Apóstoles, quienes establecieron la Iglesia como santuario de Dios en todo lugar,
para gloria y alabanza de su Nombre [de la Oración Consecratoria].
Daniel, hoy vas a participar de una forma especialísima de la Encarnación por la que el Hijo de Dios asume nuestra naturaleza, y nosotros, añade
San Atanasio de Alejandría, nos hacemos Dios. Los que creemos en su
Nombre hemos recibido el poder de ser hijos e hijas de Dios. Por eso dice
San Atanasio, sin dar mas explicaciones, que Dios se hizo hombre para
que la persona humana se haga Dios. Así la Iglesia humana va creciendo
hasta alcanzar la estatura de Dios mismo... ¡Que maravilla... Oh inestimable
amor y caridad de Dios para con nosotros! Hoy asumes el ministerio de los
Apóstoles.
Ahora, que venga el Espíritu Santo y que los Ángeles “asistidos por el
ministerio de los Diáconos“ traigan el Libro de los Santos Evangelios para
ponerlo abierto sobre tu cabeza, para que desde ahora solo vivas a la sombra del Altísimo. Que traigan el Santo Crisma para ungir tu cabeza y tus
manos. Que traigan el anillo y el báculo pastoral. Que traigan la mitra para
que todos sepamos que eres nuevo Obispo. Vamos a cantar el Te Deum
en acción de gracias cuando tú pases entre nosotros bendiciendo y compartiendo con nosotros tu alegría de ser pescador. Gástate desde hoy en
el trabajo pastoral que se te encomienda. Así te encomendamos hoy con
nuestras fervientes oraciones.
Sal a remar con San Pedro y rema mar adentro, como te pide hoy Jesús.
Echa las redes en lo profundo y saca una pesca milagrosa, para que
el Pueblo de Dios crezca en santidad, justicia, misericordia, paz, amor y
unidad. Con San Anselmo, cuya fiesta celebramos hoy, elevamos nuestros
corazones diciendo: “Señor, tú nos manda, mejor dicho, nos aconsejas, por
boca de tu Hijo, que pidamos , y prometes escucharnos, para que nuestro
gozo sea calmado” (Breviario)
Ven, Espíritu Creador, y desciende sobre esta Iglesia. Llena nuestras
bocas de alabanza para que hoy, y en todo momento, cantemos con el
nuevo Obispo la gloria del Santo Dios, que es el Santo Fuerte y que es el
Santo Inmortal. ¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo! ¡Como era en
un principio, ahora y siempre! ¡Por los siglos de los siglos. Amén!
(Iglesia Santa Teresita, Santurce el sábado, 21 de abril de 2007)
Citación edictal
Ante P. Luis O. Capacetti
Vicario Judicial
Nulidad de Matrimonio
Forina – Martínez
4 de abril de 2007
Ignorando el actual domicilio de la parte demandada, Sra. Magda I. Martínez
Ramírez, en la causa antes mencionada, citamos a la misma a presentarse, o
personalmente o representada por su procurador legítimamente nombrado, ante
este Tribunal Eclesiástico Metropolitano, ubicado en la Calle San Jorge, Esquina
Marginal Baldorioty de Castro, edificio 201, Santurce, Puerto Rico, el día viernes, 4
de mayo de 2007, a las 9:30 a.m., para concordar o firmar el dubio.
Los ordinarios, los párrocos y los fieles, que conozcan el domicilio de la parte
mencionada, dígnese informar a la misma de la presente citación edictal.
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