Odisea hacia Europa: las rutas de los refugiados para sobrevivir 31.08.2015 F.J Calero/ ABC/ Spain http://www.abc.es/internacional/20150828/abci-mapa-rutas-inmigracion-europa201508280935.html Los expertos consultados por ABC señalan dos principales caminos: el del Mediterráneo Central por Libia, el más peligroso y mortífero, y el de Grecia y Balcanes por Turquía, el más numeroso Señores de la guerra, persecuciones políticas y religiosas, traficantes de personas y familias desmembradas y traumatizadas por las bombas. De fondo, los Gobiernos europeos, paladines de la defensa de los derechos humanos pero sobrepasados por la llegada masiva de inmigrantes. La peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, que desborda a Occidente y alienta a los populismos en estados tan determinantes como Alemania o Francia, dibuja un mapa de constantes y omnipresentes líneas con las rutas de los migrantes, en su mayoría sirios, iraquíes o afganos, pero también de África Subsahariana. Cuando el foco y las barreras se levantan en un punto, la crisis se desplaza a otro, y así sucesivamente. Los diques levantan más diques y la llegada de inmigrantes sigue la lógica de los vasos comunicantes. Aunque los expertos consultados por ABC señalan dos principales rutas: la del Mediterráneo Central por Libia, que sería la más peligrosa y mortífera, y la de Grecia y Balcanes por Turquía, la más numerosa. Asfixiados en un camión en Austria En lo que llevamos de 2015, hasta 322.914 inmigrantes y refugiados han conseguido llegar a Europa tras cruzar el Mediterráneo por diferentes rutas, ha informado este viernes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). De ellos, 209.457 han llegado a Grecia, 111.197 a Italia, 2.166 a España y 94 a Malta. Pero dejan atrás a compañeros amontonados en el fondo del mar, puesto que más de 2.000 personas murieron en los primeros siete meses de este año, una cifra «inaceptable» en opinión de la organización. Al menos 132.240 inmigrantes y refugiados llegaron a Europa de enero a julio a través de la ruta Mediteráneo Este, según datos de Frontex, que aglutina especialmente dos principales flujos: desde los Balcanes y desde Asia, a través de Bulgaria-Turquía o Grecia-Turquía para llegar a Hungría, como puerta de entrada al espacio Schengen. Asimismo, cerca de 2.000 inmigrantes cruzan a diario la frontera entre Grecia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia, y posteriormente continúan su viaje en tren o en autobús hacia Serbia, según datos de la OIM. En las últimas semanas, Austria se ha encontrado de pronto en el centro de la crisis migratoria europea, algo que parecía exclusivo de los países mediterráneos. Así, alrededor de 80.000 personas podrían buscar asilo en este país centroeuropeo en 2015, frente a los 28.000 de 2014, tal como reseña «The Guardian». Austria ha incluido una tragedia más a la lista de horrores de la última crisis migratoria. Ayer, 71 refugiados fueron hallados muertos por asfixia en un camión al este del país centroeuropeo, cerca de la frontera con Hungría. Desde allí podían dirigirse directamente a Alemania, que ha dejado de enviar a los peticionarios de asilo a los países por los que llegaron a la UE, o bien a República Checa para luego llegar al país teutón. Cuatro personas fueron detenidas relacionadas con la preparación del viaje, según el diario local «Krone». ¿Por qué Libia? En los últimos meses el principal puerto de salida ha sido Libia, desde donde han partido cientos de barcazas atestadas de inmigrantes: sirios (43%), afganos (12%), eritreos (10%), nigerianos (5%) y somalíes (3%). Viajan a bordo de embarcaciones básicamente de dos tipos: neumáticas tipo zodiacs o bien barcas pesqueras con casco de madera. Así, en la ruta del Mediterráneo Central, miles zarpan desde los principales puertos de salida libios, ubicados al oeste de Trípoli, de localidades como Zawiya, Sabratha y Zuwara. Se dirigen allí porque no hay un gobierno fuerte que proteja las fronteras -puesto que tienen otras prioridades entre el caos general-, además de que tradicionalmente ha sido punto de encuentro de inmigrantes, apuntan los expertos consultados por este periódico. «El mismo Gadafi permitía la llegada masiva de subsaharianos como arma política frente a Europa», subrayó a ABC el investigador del think tank Fride, Barah Mikail, de origen sirio. De la multitud de rutas que conducen a Libia, según remarcan, hay dos diferenciadas, para sirios y subsaharianos. Los primeros tradicionalmente han optado por cruzar la frontera con Turquía, cuyo Gobierno ha facilitado más su tránsito, y de ahí se embarcan al país magrebí. Y los subsaharianos optan en su mayoría por un desplazamiento terrestre, a través de las porosas fronteras de los países vecinos de Eritrea y Somalia -especialmente a través de Sudán del Sur-, que son los principales focos emisores de la zona, explica el especialista de Fride. Pero con la amenaza de Estado Islámico (EI) en el Magreb tras los atentados de Túnez y las ejecuciones en Libia, el control fronterizo en países como Argelia o Egipto ha aumentado, según dijo a ABC la especialista en migraciones internacionales del Instituto Elcano, Carmen González. Calais y el Eurotúnel En esta crisis en la que la ola de refugiados ha venido acompañada en algunos puntos por un incremento de manifestaciones e incluso violencia xenófoba como en Alemania, países como Hungría, con la construcción exprés de una valla fronteriza, y Reino Unido han decidido pasar a la acción. No obstante, pese a las promesas del primer ministro británico, David Cameron, de implantar medidas de castigo tanto a los inmigrantes ilegales como a los locales que les ayudan, este país ha tenido en el último año el mayor saldo migratorio desde que hay registros. El saldo neto de inmigrantes (número de inmigrantes menos número de emigrantes) en los 12 meses anteriores a abril fue de 330.000 personas, un 40% más que en el periodo de doce meses anterior, anunció la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS). El factor detrás de este incremento fue la llegada de 269.000 personas procedentes de la Unión Europea, principalmente Rumanía y Bulgaria. Pero la catarata de declaraciones y promesas del Gobierno británico no ha venido de casualidad. Al menos 3.000 personas refugiadas e inmigrantes se encuentran en Calais (Francia) en asentamientos informales, muchas de las cuales proceden de lugares como Afganistán, Eritrea, Somalia, Sudán y Siria, según datos facilitados por ACNUR. Aunque la crisis del Eurotúnel azotó fuerte hace unas semanas, esta realidad lleva coleando desde hace meses y años, de hecho, según la Agencia de la ONU, la cifra actual de refugiados en Calais es la misma de noviembre. Estos, generalmente, cruzan el Eurotúnel escondidos en camiones que van a embarcar en los transbordadores que cruzan la vía marítima. Dos vallas en la frontera sur en Melilla LUIS DE VEGA MADRID Al menos, 1.950 inmigrantes habían llegado a 31 de julio a España por el mar Mediterráneo La frontera sur de Europa en la ciudad española de Melilla, cerrada a cal y canto para inmigrantes subsaharianos, se ha convertido en los últimos meses en punto de entrada frecuente de refugiados sirios. Unos 200 semanales de media lo han hecho en los primeros siete meses de 2015. Llegados al norte de Marruecos desde Argelia tras escapar de la guerra en su país buscan protección internacional en territorio europeo. La ruta de las dos ciudades españolas sigue abierta, pero su flujo es residual comparado con el número de emigrantes y refugiados, unos 250.000 en los últimos ocho meses, hacia Italia y Grecia. Al principio cruzaban la frontera española gracias casi siempre a alquilar papeles a ciudadanos marroquíes, algo que por motivos raciales no pueden hacer los africanos. Pero finales de 2014, tratando de poner freno a ese goteo de miles de entradas irregulares, España abrió una oficina para pedir asilo. Así, entre enero y mayo de este año han pasado por esas instalaciones unos 2.600 sirios pero ni un solo subsahariano. Tampoco pasan estos días a través de la valla, que no vive un gran salto en grupo desde principios de 2014. El principal campamento en el que esperaban una oportunidad, el del monte Gurugú, frente a Melilla, permanece desmantelado, aunque cientos de subsaharianos permanecen en la zona aguardando una oportunidad para pasar al otro lado. En los últimos días, Marruecos ha reconocido haber construido un muro de 150 kilómetros en la frontera con Argelia, desde el Mediterráneo hacia el interior.