Nº 4a. Las Familias

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E N C U E S T A
D E
Nº 4a.
Las Familias
Abril 2001
D E S A R R O L L O
S O C I A L
Presidencia de la Nación
Dr. Fernando de la Rúa
Ministro de Salud a cargo
Del Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente
Dr. Héctor José Lombardo
Secretario de Tercera Edad y Acción Social
Dr. Ernesto Aldo Isuani
Coordinador Siempro
Lic. Gustavo Gamallo
Elaboración de contenidos:
Procesamiento:
Edición:
Diagramación:
Diseño:
Mabel Ariño.
Gustavo Noriega, Silvina Ramos Margarido.
Vilma Paura.
Sebastián Rimedio.
Zky&Sky.
Esta serie tiene como objetivo difundir los principales resultados de la Encuesta
de Desarrollo Social y Condiciones de Vida (EDS) realizada por el SIEMPRO.
La EDS, relevada en agosto de 1997, es representativa de la población urbana
residente en localidades de 5 mil y más habitantes, es decir la información
refiere al 96% de la población urbana nacional.
Elaboración del informe: Abril 2001
Encuesta de Desarrollo Social - N°4a
Las Familias
4
Las Familias
Resumen ejecutivo
En este documento se ha analizado la composición de las familias, atentos a la importancia que
tiene la familia como unidad de análisis para el diseño de políticas.
Los puntos sobresalientes resultan:
ƒ
La sociedad argentina actual presenta estructura etaria a mitad de camino entre la de los
países europeos y latinoamericanos, caracterizada por una fuerte presencia de niños y de
personas mayores: más de un cuarto de su población es menor de 14 años y el 9% es mayor
de 65.
ƒ
La paradoja de una población joven y envejecida a la vez se explica por la agregación de dos
ciclos de vida diferenciados: el de las familias de los sectores pobres y el de las familias de los
sectores de ingresos medios y altos.
ƒ
Se puede identificar un ciclo corto en los hogares de menores ingresos, con una mayor
natalidad a edades tempranas que se combina con una menor esperanza de vida, y un ciclo
largo en los quintiles de mayores ingresos caracterizado por una natalidad muy baja luego de
una moratoria social prolongada que abarca la adolescencia y primera juventud y una alta
esperanza de vida.
ƒ
Las familias de los sectores menos favorecidos mantienen una tasa de natalidad
relativamente elevada, de forma tal que más de dos tercios de los niños del país transcurren
su infancia en hogares cuyo ingreso per capita mensual oscila entre 67 y 153 pesos.
ƒ
El 80% de los hogares del país son hogares familiares y alrededor del 13% de estas familias
están conformadas por mujeres solas con sus hijos.
ƒ
Dos tercios de las familias monoparentales cuentan entre sus integrantes a niños menores de
14 años.
ƒ
El 25, 5 % de las jefas monoparentales pertenecen al primer quintil, desempeñando el rol de
proveedoras económicas y de amas de casa con magro presupuesto estimado en alrededor
de 230 pesos mensuales.
Encuesta de Desarrollo Social - N°4a
Las Familias
5
Introducción
El análisis de la composición de las familias, objetivo principal de este documento, constituye un
elemento de diagnóstico importante para evaluar las estrategias utilizadas por los individuos de los
distintos sectores para desplegar su proyecto de vida y es por lo tanto una información crucial
cuando se diseñan e implementan medidas de política social.
Los hogares y, más precisamente las familias, son unidades de análisis privilegiadas ya que en
ellas se entrecruzan las conductas de los individuos con los condicionamientos macrosociales.
Téngase presente que la familia, junto con el mercado de trabajo y el Estado, constituyen
instituciones centrales en la sociedad capitalista contemporánea.
Si se entiende por institución el conjunto de reglas que asigna recursos de poder, limita los
recursos de los actores y posee mecanismos para forzar el acatamiento, queda de manifiesto que
la familia constituye una guía para la interacción humana que reduce la incertidumbre en las
decisiones cotidianas al encuadrar la vida diaria dentro de una estructura que, a la vez que otorga
significación a los comportamientos individuales, también los determina.
El desafío del presente momento histórico es tratar de comprender cómo se despliega el proyecto
de conformación de la familia en el marco del contexto social de largo plazo dentro del cual se
desenvuelve. A este respecto, cabe señalar que uno de los aspectos sobresalientes del contexto
social del presente es el incremento de la incertidumbre que ha alcanzado niveles hasta ahora
desconocidos. Los principales factores generadores de esta incertidumbre son dos: por una parte,
el proceso de transformaciones que está operando en el mercado de trabajo, fuente donde las
familias captan los ingresos que les permiten su reproducción cotidiana y biológica, y cuya
manifestación más visible es el alto índice de desocupación; y por otra parte, el simultáneo
repliegue en el rol de reasignador de recursos que cumplía el Estado, que se manifiesta a través
de la reducción o eliminación de los mecanismos de contención destinados a resguardar a la
población de los efectos negativos que soporta cuando se encuentra expuesta al libre juego de las
fuerzas que operan en el mercado.
Encuesta de Desarrollo Social - N°4a
Las Familias
6
1. Hogares y población: estructura por edades
Según los resultados de la EDS relevada en agosto de 19971, en el conjunto urbano constituido
por las localidades urbanas de 5 mil y más habitantes de nuestro país, se asienta una población de
casi 30 millones de personas distribuidos en ocho millones de hogares (8.166.292 exactamente).
Una primera imagen de la sociedad argentina actual muestra una población urbana que por su
estructura etaria, está a mitad de camino entre la que presentan los países europeos y la propia de
los latinoamericanos: los niños tienen aún un peso considerable - más de un cuarto de la población
tiene menos de 14 años -, pero también lo tienen las personas mayores de 65 años2. (Cuadro 1)
Cuadro 1. Población por tramos de edad, sexo y posición en el hogar según quintil de ingreso per
capita del hogar.
Total urbano en localidades de 5 mil y más habitantes. En porcentajes.
Sexo, posición en el hogar
tramos de edad
Total
0 a 2 años
3 y 4 años
5 a 14 años
15 a 24 años
25 a 44 años
45 a 64 años
65 años y más
Mujeres
0 a 14 años
15 a 64 años
65 años y más
Jefes de Hogar
Menor de 25 años
25 a 44 años
45 a 64 años
65 años y más
Jefas de Hogar mujeres
Menor de 25 años
25 a 44 años
45 a 64 años
65 años y más
Total
Quintil de ingreso per capita del hogar
2
3
4
1
5
29.991.693
5,4
3,7
19,1
18,6
25,4
18,6
9,2
100,0
8,6
6,0
28,5
18,7
23,1
11,3
3,6
100,0
6,1
3,9
20,9
20,5
24,4
16,0
8,2
100,0
3,9
2,9
16,6
19,4
26,1
20,6
10,5
100,0
3,1
2,3
12,4
18,3
26,5
24,0
13,3
100,0
2,6
1,2
9,1
15,1
30,2
27,8
14,0
51,8
13,9
32,4
5,5
50,2
20,6
27,6
2,0
52,5
15,9
31,8
4,8
52,7
11,9
34,7
6,1
52,1
8,6
35,1
8,3
52,7
6,4
37,5
8,8
8.166.292
3,2
37,3
38,7
20,8
100,0
4,2
51,5
33,7
10,6
100,0
3,2
39,2
37,9
19,7
100,0
3,7
35,2
39,2
21,9
100,0
2,6
30,8
40,9
25,7
100,0
1,8
32,0
42,1
24,1
24,6
0,8
5,9
9,1
8,7
22,0
1,1
9,1
8,2
3,6
20,8
0,6
4,7
8,0
7,5
24,1
0,9
4,9
9,5
8,7
25,8
0,6
4,9
9,0
11,3
29,6
0,7
6,3
10,7
11,9
Fuente: en base a datos de la EDS-SIEMPRO. Agosto de 1997.
Esta aparente paradoja –es decir, una población al mismo tiempo joven y envejecida- encuentra
explicación cuando se desagregan los datos correspondientes a distintos sectores de ingreso3, por
cuanto la misma es la resultante de la agregación de dos ciclos de vida distintos.
1 Una descripción detallada de los dominios geográficos de análisis de la EDS y otros aspectos metodológicos, se encuentran en “Resultados definitivos del
nivel nacional” – Serie Encuesta de Desarrollo Social N°1, SIEMPRO, Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente, Buenos Aires, septiembre de
2000.
2 A modo de referencia: Países europeos: Alemania (16,1 y 15,7 respectivamente), Francia(19,9 y 14,5), Italia (14,8 y 17). Países latinoamericanos: Brasil
(31,7 y 4,8), Chile (29,4 y 6.6), México ( 35,5 y 4,3). Uruguay (25 y 12,3) es muy similar a Argentina pero con una población todavía más envejecida.
3 Se distribuyeron los hogares y la población residente en ellos en quintiles ordenados según el ingreso per capita del hogar.
Encuesta de Desarrollo Social - N°4a
Las Familias
7
En efecto, la franja de la sociedad más desfavorecida no ha completado el “proceso de transición
demográfica”4 que implica un control efectivo de la fecundidad y una alta esperanza de vida que ya
han cumplido los sectores de más altos ingresos. En efecto, en el primer quintil puede observarse
un alto peso relativo de los menores de 14 años (43%) y una menor gravitación de los mayores de
65 (3.6%), mientras que en el quinto quintil sucede lo contrario: los niños sólo representan el
12,9% y las personas mayores suman el 14%.
A pesar de los innegables logros en años de esperanza de vida y en la disminución de la
mortalidad infantil alcanzados a lo largo de las últimas décadas, la distribución de los mismos ha
sido muy desigual en los distintos sectores sociales5. De este modo, en el plano demográfico, la
desigualdad social se encarna concretamente, en la existencia de dos ciclos de vida: el de los
pobres y el de los no pobres. De forma más categórica se puede sostener que en el país coexisten
dos sociedades: una pobre, que es joven y cuenta, por tanto, con un alto potencial de crecimiento
demográfico, y otra pudiente, que es más vieja, y como no se reproduce a la misma velocidad que
la otra, se reduce frente a aquélla.
Así, pues, la diferenciación en los comportamientos demográficos de estos dos sectores,
particularmente el procreativo, se traduce en una mayor concentración de la población en los
hogares de menores recursos.
Esta concentración es, además, diferencial por grupo de edad: los menores de 14 años presentes
en el 40% de hogares más pobres superan el 66% del total de niños de esa edad. Dicho de otro
modo, más de 5 millones de niños ven transcurrir su primera infancia y toda su escuela primaria en
hogares donde el promedio de ingresos per cápita mensual va de poco menos de 67$ en el primer
quintil a algo más de 151$ en el segundo quintil6. (Cuadro 2).
4 En Susana Torrado, “Procreación en la Argentina. Hechos e ideas.”, Ediciones de La Flor-Centro de Estudios de la Mujer, 1993, se define esta expresión
señalando que “...constituye una generalización empírica que sintetiza la trayectoria demográfica de las poblaciones que...han pasado por tres etapas. La
primera... se caracteriza por alta natalidad y alta mortalidad, lo que se traduce en un crecimiento vegetativo bajo y una estructura de edades ´joven´... La
tercera...se caracteriza por baja natalidad y baja mortalidad, lo que también se traduce en un crecimiento vegetativo bajo pero con una estructura etaria
´vieja´...Entre ambas, se sitúa la etapa transicional... La transición se caracteriza...primero, por una aceleración del crecimiento vegetativo (mientras
desciende la mortalidad y se mantiene la natalidad); porsteriormente, por una desaceleración del mismo (cuando desciende la natalidad más rápidamente
que la mortalidad). Durante esta etapa se verifica además, el tránsito desde una a otra estructura etaria.” (pág. 31).
5 La lectura de los indicadores de esperanza de vida y de mortalidad infantil correspondientes a dos ámbitos geográficos con muy distintos grados de
desarrollo permiten observar como cristalizan ciclos de vida diferenciados, salvando de este modo el escollo que implica la falta de indicadores por estrato
social: en Formosa la esperanza de vida ronda los 69 años y la tasa de mortalidad infantil supera el 30 por mil, en Capital Federal la esperanza de vida
alcanza casi 73 años y la tasa de mortalidad infantil se ubica en un 14 por mil. También resulta bien diferenciada la tasa de natalidad: 25.9 y 13.2 por mil
respectivamente. INDEC, Anuario Estadístico de la República Argentina, 1997.
6 “Resultados definitivos del nivel nacional” – Serie Encuesta de Desarrollo Social N°1, SIEMPRO, Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente,
capítulo Ingresos de los Hogares, Cuadro N° 2, setiembre de 2000.
Encuesta de Desarrollo Social - N°4a
Las Familias
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Cuadro 2. Distribución de la población total por tramos de edad según quintil de ingreso per capita
del hogar.
Total urbano en localidades de 5 mil y más habitantes. En porcentajes.
Tramos de edad
Total
Menores hasta 2 años
De 3 a 4 años
De 5 a 14 años
De 15 a 24 años
De 25 a 44 años
De 45 a 64 años
Mayores de 65 años
Total
Quintil de ingreso per capita del hogar
2
3
4
1
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
27,8
44,5
45,7
41,4
27,9
25,2
16,9
11,2
22,7
25,8
24,4
24,8
24,9
21,7
19,6
20,5
18,7
13,4
14,8
16,2
19,4
19,1
20,7
21,8
16,7
9,6
10,3
10,9
16,4
17,4
21,7
24,7
5
14,1
6,7
4,8
6,7
11,4
16,7
21,1
21,8
Fuente: en base a datos de la EDS-SIEMPRO. Agosto de 1997.
La situación se revierte en las edades más avanzadas por efecto de una mortalidad también
diferencial, ya que sólo el 32% del total de personas mayores de 65 años viven en el 40% de
hogares de menores ingresos.
La importancia de estos datos es crucial porque da cuenta que, a nivel urbano, el crecimiento de la
población de nuestro país se sostiene gracias al comportamiento reproductivo de los grupos de
menores ingresos, es decir de aquéllos que son más vulnerables en contextos recesivos.
Los diferenciales en la composición etaria de la población de los distintos estratos también se
reflejan en las características de las jefaturas de los hogares: en el primer quintil los hogares con
jefes menores de 45 años representan el 56% y en el quinto quintil sólo el 34 %.
En cuanto a la diferenciación por género, la jefatura femenina alcanza a alrededor de un cuarto del
total de hogares, con una tendencia creciente en el mismo sentido que los ingresos, que parte del
22% en el primer quintil a casi el 30% en el último.
La estructura de edades de las mujeres jefas de hogar también es diferencial por ingresos,
particularmente en el primer quintil – o sea el más pobre- donde casi la mitad tiene menos de 45
años. En cambio, en el último quintil, menos de la cuarta parte de las jefas pertenece a esta franja
etaria, al tiempo que se observa una presencia significativa de las mayores de 65 años.
Encuesta de Desarrollo Social - N°4a
Las Familias
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2. Hogares y familias: Composición y tamaño
Las características del ciclo de vida y la particular estructura de oportunidades a las que las
personas acceden de acuerdo a su inserción socioeconómica se expresan en diferentes
conformaciones familiares.
Para captar estas diferentes conformaciones se ha utilizado una tipología de hogares7 que toma
en cuenta dos criterios: uno es el número de personas y el otro, la presencia del jefe en el núcleo
conyugal, lo que permite la agrupación de los hogares en categorías con representatividad no sólo
estadística, sino también conceptual.
Los resultados obtenidos mediante la aplicación de este sistema clasificatorio permiten observar
que:
ƒ
ƒ
ƒ
7
El 13 % de los hogares son unipersonales, es decir, son personas que satisfacen sus
necesidades de índole vital sin unirse a ninguna otra persona.
Los hogares no conyugales suman el 6% del total de hogares. Se trata de hogares
multipersonales donde la reproducción biológica no es el criterio prevaleciente en su
conformación, lo que no excluye que el jefe y el resto de sus miembros estén emparentados.
Los hogares conyugales, es decir, aquéllos conformados por el núcleo conyugal del jefe del
hogar, representan el 80% de los hogares. Dentro de ellos, la familia nuclear completa es
predominante, siguiendo en importancia las familias ampliadas y las monoparentales. (Cuadro
3).
La tipología de hogares utilizada es la siguiente:
1.Hogar unipersonal
Hogar de una persona sola.
2.Hogar multipersonal
Hogar de dos o más personas.
2.1 Hogar conyugal
Hogar multipersonal donde está presente el núcleo conyugal del jefe/a del hogar, pudiendo haber otros miembros parientes o no parientes.
Se entiende por núcleo conyugal a la familia conformada por pareja, pareja con hijos solteros o madre o padre con hijos solteros. Se
diferencian en:
Hogar de familia monoparental
Familia conformada por madre o padre con hijos solteros.
ƒ
Hogar de familia nuclear
Familia conformada por una pareja o pareja con hijos solteros.
ƒ
Hogar de familia ampliado
Familia monoparental o nuclear más otros miembros parientes o no parientes.
2.2 Hogar no conyugal
Hogar multipersonal donde no está presente el núcleo conyugal del jefe/a del hogar, es decir, están conformados por el jefe/a más otros
miembros parientes o no parientes.
La tipología implica que los empleados/as del servicio doméstico residente en el hogar han sido excluidos previamente a su aplicación.
ƒ
Encuesta de Desarrollo Social - N°4a
Las Familias
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Cuadro 3. Hogares por tipo de hogar según quintil de ingreso per capita del hogar.
Total urbano en localidades de 5 mil y más habitantes. En porcentajes.
Tipo de Hogar
Quintil de ingreso per capita del hogar
2
3
4
100,0
100,0
100,0
Total
Total
100,0
1
100,0
5
100,0
Unipersonal
13,5
2,9
6,6
12,9
16,7
25,2
Conyugal
Familia Monoparental
Familia Nuclear
Familia Ampliada
80.0
8,9
55.5
15,6
92,9
10,8
58,7
23,4
87.4
7,6
58.7
21,1
80.1
8,2
57.2
14,7
75.7
8,7
54.5
12,5
67,4
9,0
51,5
6,9
No Conyugal
6,5
4,2
6,0
7,0
7,6
7,4
Fuente: en base a datos de la EDS-SIEMPRO. Agosto de 1997.
Tal como lo indica la incidencia que alcanza cada tipo de hogar por quintil de ingresos, las
estrategias de cohabitación que instrumentan las personas son claramente diferenciales según el
estrato de pertenencia.
Considerando las familias que conforman el conjunto de hogares conyugales -foco de interés del
presente trabajo- se observa que las familias ampliadas y las familias nucleares son las que
presentan la mayor diferenciación por ingresos. Su presencia es considerablemente mayor entre
los hogares del primer y del segundo quintil, en comparación con el escaso peso relativo que
alcanzan en el quinto quintil.
En cambio, la distribución de los hogares unipersonales es inversa a la de los hogares conyugales:
la incidencia es muy baja en los dos primeros quintiles pero alcanza al 25% entre los hogares de
mayores recursos.
Si se observa la forma en que cada tipo de hogar se distribuye en los distintos estratos surge que
alrededor del 60% de todas las familias ampliadas pertenecen a los dos estratos menos pudientes,
en tanto que casi el 39% de las personas que viven solas pertenecen al de mayor ingreso. (Cuadro
4)
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Las Familias
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Cuadro 4. Distribución de los hogares por tipo de hogar según quintil de ingreso per capita del hogar.
Total urbano en localidades de 5 mil y más habitantes. En porcentajes.
Tipo de Hogar
Total
Total
100,0
1
Quintil de ingreso per capita del hogar
2
3
4
20,0
20,0
20,0
20,0
5
20,0
Unipersonal
100,0
4,5
10,3
20,1
26,0
39,1
Conyugal
Familia Monoparental
Familia Nuclear
Familia Ampliada
100,0
100,0
100,0
100,0
23,0
24,3
20,9
29,8
21,7
17,0
21,0
26,8
19,8
18,6
20,3
18,7
18,8
19,7
19,4
15,9
16,7
20,4
18,4
8,7
No Conyugal
100,0
13,1
18,5
21,8
23,7
23,0
Fuente: en base a datos de la EDS-SIEMPRO. Agosto de 1997.
El tamaño medio de los hogares conyugales en su conjunto es de 4.2 personas por hogar, lo que
habla de una sociedad que se encuentra en una etapa avanzada de su proceso de transición
demográfica, es decir, que controla eficazmente la natalidad y la mortalidad.
La observación de los datos discriminados por ingresos relativiza la afirmación anterior. Mientras
los hogares conyugales del primer quintil alcanzan un tamaño promedio de 5.3 personas los del
último sólo llegan a 3.2 persona por hogar, lo que condice con las diferencias en las estructuras
etarias descriptas en el primer apartado8. (Cuadro 5).
Cuadro 5. Tamaño medio de los hogares multipersonales por tipo según quintil de ingreso per capita del
hogar.
Total urbano en localidades de 5 mil y más habitantes. En porcentajes.
Tipo de Hogar
Total
1
Quintil de ingreso per capita del hogar
2
3
4
4,4
3,8
3,5
5
Total
4,1
5,3
3,1
Conyugal
Familia Monoparental
Familia Nuclear
Familia Ampliada
4,2
3,0
3,9
5,9
5,3
3,8
5,0
6,8
4,5
3,0
4,1
6,1
3,9
2,8
3,7
5,3
3,6
2,7
3,4
5,0
3,2
2,5
3,2
4,5
No Conyugal
3,0
3,8
3,5
2,9
2,7
2,3
Fuente: en base a datos de la EDS-SIEMPRO. Agosto de 1997.
El tamaño de las familias nucleares permite visualizar que las parejas más pobres tienen un
promedio de 3 hijos, mientras que las más pudientes tienen sólo 1. Datos provenientes de las
estadísticas vitales diferenciados regionalmente - a fin de utilizar las desigualdades en el
8 Vale introducir aquí una reflexión respecto a la utilización del ingreso per capita del hogar como criterio diferenciador , que marca los límites de este
procedimiento: dado que el ordenamiento implica considerar el número de miembros del hogar entre los cuales se reparte el ingreso total del hogar, se
introduce cierta tautología porque los hogares donde la tasa de dependencia económica es mayor resultan ser los de menor ingreso per capita y luego se
observa que los hogares de menor ingreso per capita son los que tienen mayor número de miembros.
Encuesta de Desarrollo Social - N°4a
Las Familias
12
desarrollo socio económico como proxi de las registradas en el ingreso- abonan esta afirmación: la
descendencia final9 de las mujeres en Capital Federal alcanza a 1.86 hijos por mujer, en tanto que
en el área urbana de Formosa llega a 3.9010.
La familia ampliada, cuya presencia ya se ha señalado como el rasgo más destacado de los
hogares de bajos ingresos, se constituye en gran medida, por el allegamiento de otra persona a
una familia monoparental o nuclear como se desprende del tamaño medio que presenta: 6.7
personas en el primer quintil, valor que constituye el registro más alto de este indicador. Es decir,
no son el resultado de la agregación de varios núcleos familiares, como era habitual hasta
mediados de siglo, cuando se constituían constelaciones familiares de tres o más generaciones
que habitaban la casa “paterna”.
Es posible presumir que tanto la familia ampliada como el hogar unipersonal, -que en principio
aparecen como conformaciones hogareñas opuestas- constituirían en realidad, arreglos a los que
pueden acceder personas en igual situación –es decir, solas- pero situadas en lugares diferentes
de la estructura social y por tanto, con una desigual posesión de activos y de capitales: para las
que están solas y son pobres, la mejor posibilidad de proveer a sus necesidades vitales es
“agregarse” a un núcleo familiar, mientras que aquéllas que tienen más recursos pueden optar por
vivir en forma independiente.
La consideración de la etapa del ciclo de vida familiar en el conjunto de los hogares conyugales11
permite desarrollar algunas precisiones interesantes desde el punto de vista de la conformación de
la descendencia en los distintos estratos de ingresos.
Siguiendo el recorrido que indican las etapas del ciclo de vida familiar12, se observa que en el
primer quintil los hogares familiares sin hijos que inician la vida marital apenas alcanzan el 1%,
dato indicativo de que el inicio de la unión coincide en la práctica con el inicio de la descendencia,
sin perder de vista, además, que con frecuencia, en los estratos pobres, es el embarazo no
planificado el motivo que induce a la cohabitación en pareja.
En el quinto quintil, en cambio, las parejas que inician su unión superan el 11%, indicando que hay
Número medio de hijos tenidos por las mujeres de 45 a 49 años. Refleja la fecundidad de las mujeres que concluyeron su período fértil.
INDEC, “Síntesis de Situación y Evolución Social”, N° 4, Buenos Aires, 1998.
11 Se ha tomado la decisión de diferenciar al conjunto de los hogares conyugales, si bien la forma más precisa y correcta de estudiar la evolución del ciclo
de vida familiar implica considerar sólo a las familias nucleares en primera y única unión.
12 En los análisis demográficos, se suelen distinguir etapas en el ciclo de vida familiar con el propósito de medir comportamientos que dependen o están
9
10
altamente condicionados por los distintos momentos por los cuales atraviesa la familia durante su trayectoria desde su inicio hasta su disolución. Los
criterios habitualmente utilizados para establecer estas etapas son la edad de la mujer y la presencia y edad del hijo mayor. Las etapas son las siguientes:
ƒ
Familias en “etapa inicial”
Pareja sin hijos donde la mujer tiene menos de 40 años.
ƒ
Familias con hijos pequeños
Hogares donde el hijo mayor del jefe tiene menos de 5 años.
ƒ
Familias con hijos en edad escolar
Hogares donde el hijo mayor del jefe tiene entre 5 y 14 años.
ƒ
Familias con hijos adolescentes
Hogares donde el hijo mayor soltero del jefe tiene entre 15 y 19 años.
ƒ
Familias con hijos mayores
Hogares donde el hijo mayor soltero del jefe tiene 20 años y más.
ƒ
Familias “nido vacío”
Pareja adulta donde la mujer tiene 40 años y más, y no tienen hijos solteros que vivan en el hogar.
Para mayor información sobre este aspecto, se puede consultar “La familia como unidad de análisis en censos y encuestas de hogares” en Susana
Torrado, Familia y Diferenciación social. Cuestiones de método, EUDEBA, Buenos Aires, 1998.
Encuesta de Desarrollo Social - N°4a
Las Familias
13
una demarcación acentuada entre el proyecto de conformación de la unión conyugal y el proyecto
de la descendencia.
Cuadro 6. Distribución de los hogares conyugales por etapa del ciclo de vida familiar según quintil de ingreso
per capita del hogar.
Total urbano en localidades de 5 mil y más habitantes. En porcentajes.
Etapa del ciclo de vida familiar
Total
Quintil de ingreso per capita del hogar
2
3
4
1
5
Total
Familias en "etapa inicial"
Familias con hijos pequeños
Familias con hijos en edad escolar
Familias con hijos adolescentes
Familias con hijos mayores
Familias "nido vacío"
100,0
3,8
7,8
23,7
18,4
30,1
16,2
100,0
1,0**
8,5
33,0
23,1
26,7
7,7
100,0
1,1*
8,1
26,2
21,2
28,0
15,4
100,0
3,2
7,4
23,7
18,0
30,8
16,9
100,0
4,5
8,2
17,6
15,7
33,1
20,9
100,0
11,1
6,6
14,6
11,9
34,8
21,0
Edad media del jefe/a de hogar
48,1
43,9
47,6
48,8
50,1
50,9
F
b
d
EDS SIEMPRO A
Fuente:
en base
a datos
ded lal EDS-SIEMPRO.
Agostodde1997
1997.
Nota: se estima con:
*
Coeficiente de variación mayor al 15,0% y hasta 20,0%
**
Coeficiente de variación mayor al 20,0%
La distribución de cada tipo de hogar según el ingreso per capita permite observar desde otro
ángulo la marcada asimetría que se registra entre las familias que atraviesan la etapa inicial.
Mientras en el primer quintil se concentra sólo el 6 % de estas familias, en el quinto quintil se
agrupa el 48% de ellas. Puede inferirse de aquí que en los estratos de mayores ingresos -los
cuales, por otra parte, coinciden con altos niveles educativos- la mayor valoración que se asigna al
rol de la mujer respecto a su carrera laboral explica la presencia de uniones donde la llegada de
los hijos se planifica, postergando la maternidad para cuando ya se ha atravesado un período más
o menos prolongado de unión marital, de modo tal de facilitar un mejor posicionamiento económico
de la familia. (Cuadro 7)
Encuesta de Desarrollo Social - N°4a
Las Familias
14
Cuadro 7. Distribución de los hogares conyugales por etapa del ciclo de vida familiar según quintil de ingreso
per capita del hogar.
Total urbano en localidades de 5 mil y más habitantes. En porcentajes.
Etapa del ciclo de vida familiar
Total
Total
1
Quintil de ingreso per capita del hogar
2
3
4
5
100,0
23,0
21,7
19,8
18,8
16,7
Familias en "etapa inicial"
100,0
6,2
6,4
16,7
22,1
48,5
Familias con hijos pequeños
100,0
25,0
22,5
18,8
19,6
14,1
Familias con hijos en edad escolar
100,0
32,0
23,9
19,9
13,9
10,3
Familias con hijos adolescentes
100,0
28,9
24,9
19,4
15,9
10,8
Familias con hijos mayores
100,0
20,2
20,0
20,1
20,5
19,1
Familias "nido vacío"
100,0
11,1
21,0
21,1
24,7
22,1
Fuente: en base a datos de la EDS-SIEMPRO. Agosto de 1997.
En la segunda etapa del ciclo familiar se consideran los hogares conyugales donde el hijo mayor
del jefe/a del hogar tiene menos de cinco años. Se trata, en otras palabras, del período en el que
se inicia la descendencia. La incidencia de familias que están en esta etapa no registra
demasiadas diferencias al interior de los quintiles (8% en el primer quintil vs. 7% en el quinto). En
cambio, la distribución de las mismas a lo largo de los quintiles revela marcadas disparidades: el
25% de las familias con hijos pequeños pertenece al primer quintil y sólo el 14% al quinto.
Cuando se considera la etapa de los hijos en edad escolar la incidencia de las familias cuyo hijo
mayor tiene entre 5 y 14 años de edad es muy diferencial en el total de hogares conyugales de
cada quintil, decreciendo en el sentido que aumenta el ingreso per capita del hogar. Asimismo, se
polariza aún más la distribución de estas familias según el ingreso per capita del hogar: el 32% de
ellas se ubican en el primer quintil y el 10% en el último.
En la etapa siguiente, donde las familias tienen a su hijo mayor en la adolescencia, la incidencia en
cada quintil es menor que la de la etapa anterior pero mantiene la misma tendencia decreciente a
medida que aumenta el ingreso per capita del hogar. La distribución de este conjunto de familias
también registra una fuerte concentración en los quintiles de menores recursos.
En la siguiente etapa, cuando las familias tienen hijos adultos la incidencia de esta familias
prácticamente se revierte en comparación con las etapas anteriores y es en el quinto quintil donde
se registra su mayor valor. El 35 % de los hogares conyugales de este estrato tienen hijos adultos
convivientes. En el primer quintil el 27% de los hogares retiene a sus hijos adultos. Considerando
la distribución de estas familias en los distintos quintiles se observa una gran homogeneidad, por
cuanto en cada quintil se registra alrededor del 20% de ellas.
En la etapa final del ciclo de vida familiar, cuando los hijos ya han abandonado el hogar paterno
puede observarse una tendencia creciente en el sentido de los ingresos tal como al inicio del ciclo,
pero más acentuada. En el primer quintil, el 8% de los hogares conyugales está constituido por
parejas donde la mujer ha terminado su vida fértil, en tanto que en el quinto quintil el 21% de los
Encuesta de Desarrollo Social - N°4a
Las Familias
15
hogares conyugales se encuentra en esta etapa. Como se constata, la distribución de los hogares
al final de su vida familiar muestra una mayor concentración en los estratos de mayores recursos.
La observación de los hogares según la etapa del ciclo familiar no sólo aporta elementos de juicio
para evaluar situaciones de mayor o menor vulnerabilidad; también permite la detección de dos
ciclos de vida claramente diferenciados al contrastar la trayectoria que dibuja la secuencia de
etapas en el quintil de menores ingresos con la del quintil más pudiente.
En efecto, el distinto punto de partida que adoptan las familias pudientes así como el menor
número de hijos se refleja en cada etapa del ciclo de vida hasta llegar al final de la vida
reproductiva, cuando los cónyuges vuelven a vivir solos. La mayor esperanza de vida de las
personas de ingresos altos se refleja en la significativa presencia de hogares donde ambos
cónyuges están presentes.
A estas observaciones debe añadirse que, en los estudios sobre la composición de la familia, en
particular aquéllos en los cuales se apunta a construir información que sirva de insumo a los
decisores de políticas, hay dos aspectos insoslayables: la diferenciación genérica de la jefatura y
la presencia de hijos menores.
En el total de familias con hijos registradas por la EDS se observa que el 19% tiene jefa mujer y el
65 %, hijos menores de 14 años. (Cuadro 8).
Encuesta de Desarrollo Social - N°4a
Las Familias
16
Cuadro 8. Familias con hijo por tipo, jefatura y edad de los hijos según quintil de ingreso per capita del
hogar.
Total urbano en localidades de 5 mil y más habitantes. En porcentajes.
Tipo de familia
Total
1
Quintil de ingreso per capita del hogar
2
3
4
5
Total
Familia Monoparental
Familia Nuclear
Familia Ampliada
100,0
13,9
66,6
19,5
100,0
12,7
63,3
24,0
100,0
10,4
65,7
23,9
100,0
12,9
68,7
18,4
100,0
15,5
69,2
15,3
100,0
19,8
69,6
10,6
Total
Con jefa mujer
Con hijos menores de 14 años
100,0
18,5
65,0
100,0
20,6
80,3
100,0
16,0
72,4
100,0
16,5
61,1
100,0
17,4
52,9
100,0
21,8
44,1
Familia Monoparental
Con jefa mujer
Con hijos menores de 14 años
100,0
87,6
43,8
100,0
92,1
71,5
100,0
86,5
45,0
100,0
86,1
42,4
100,0
84,3
34,5
100,0
88,2
17,1*
Familia Nuclear
Con jefa mujer
Con hijos menores de 14 años
100,0
2,4
72,0
100,0
2,7*
87,5
100,0
2,5*
80,9
100,0
2,4*
66,7
100,0
2,0**
59,6
100,0
2,1**
53,9
Familia Ampliada
Con jefa mujer
Con hijos menores de 14 años
100,0
24,6
55,8
100,0
29,9
66,2
100,0
22,6
60,8
100,0
20,3
53,0
100,0
19,2*
40,8
100,0
27,2*
30,3*
Fuente: en base a datos de la EDS-SIEMPRO. Agosto de 1997.
Nota: se estima con:
*
Coeficiente de variación mayor al 15,0% y hasta 20,0%
**
Coeficiente de variación mayor al 20,0%
La jefatura femenina en los hogares conyugales con hijos no presenta incidencias muy
diferenciales en los distintos quintiles de ingresos, aunque es algo mayor en el primero y en el
último; en cambio, la presencia de hijos menores de 14 años es significativamente diferente según
el ingreso per capita del hogar: mientras en el primer quintil el 80% las familias tienen hijos en
ese tramo de edades, en el quinto sólo el 44% se encuentra en igual situación.
La lectura comparativa de la distribución de familias con hijos, y de familias con hijos menores de
14 años en los distintos quintiles de ingresos muestra que la primera es más equilibrada en
contraposición con la segunda, que muestra una polarización más acentuada en los dos primeros
quintiles.
Encuesta de Desarrollo Social - N°4a
Las Familias
17
Cuadro 9. Distribución de las familias con hijo por tipo, jefatura y edad de los hijos según quintil de ingreso
per capita del hogar.
Total urbano en localidades de 5 mil y más habitantes. En porcentajes.
Tipo de familia
Total
1
Quintil de ingreso per capita del hogar
2
3
4
5
Total
Con jefa mujer
Con hijos menores de 14 años
100,0
100,0
100,0
26,2
29,4
32,4
22,5
19,6
25,2
19,7
17,7
18,6
17,4
16,5
14,2
14,1
16,7
9,6
Familia Monoparental
Con jefa mujer
Con hijos menores de 14 años
100,0
100,0
100,0
24,2
25,5
40,1
17,1
16,9
17,8
18,6
18,2
18,2
19,7
18,9
15,7
20,4
20,5
8,1
Familia Nuclear
Con jefa mujer
Con hijos menores de 14 años
100,0
100,0
100,0
24,8
28,1*
30,2
22,2
23,3*
25,0
20,3
20,5*
18,8
18,0
15,2**
15,0
14,7
13,0**
11,0
Familia Ampliada
Con jefa mujer
Con hijos menores de 14 años
100,0
100,0
100,0
32,3
39,5
38,2
27,7
25,6
30,0
18,7
15,5
17,7
13,7
10,8*
10,0
7,7
8,6*
4,2
Fuente: en base a datos de la EDS-SIEMPRO. Agosto de 1997.
Nota: se estima con:
*
Coeficiente de variación mayor al 15,0% y hasta 20,0%
**
Coeficiente de variación mayor al 20,0%
Esta diferencia en la distribución permite suponer que los hijos de los hogares pobres parten de
sus respectivas familias de origen más tempranamente o, si permanecen en ella, conforman sus
propios núcleos conyugales, vía unión conyugal o descendencia.
En tanto, en los hogares de mayores ingresos, la moratoria social es mas prolongada y los hijos
permanecen hasta edades más avanzadas en la casa paterna, donde continúan estudiando o bien
se incorporan al mercado de trabajo para iniciar su carrera laboral sin conformar uniones
conyugales. También es posible conjeturar que, en las condiciones actuales, la dureza del
mercado de trabajo y el alto costo de la vienda deben estar incidiendo en la estrategia de estos
jóvenes, ya que si optaran por alejarse del hogar paterno, conformando una nueva unidad
doméstica, sufrirían un descenso en su posición socioeconómica.
La distribución de las familias con hijos en los distintos quintiles muestra que tanto las jefas
mujeres como la presencia de hijos menores están sobre-representados en el primer quintil. Y la
conjunción de jefatura femenina, hijos pequeños y bajos ingresos está indicando la presencia de
un conjunto de familias de alto riesgo.
Las familias monoparentales, que representan el 14% del total de familias con hijos, están
encabezadas, en el 88% de los casos, por una mujer. Asimismo, se observa que el 44% de las
familias monoparentales tienen hijos menores de 14 años.
La situación es muy diferencial cuando se la examina según los ingresos del hogar. Así, en el
Encuesta de Desarrollo Social - N°4a
Las Familias
18
primer quintil donde los hogares monoparentales representan el 13% del total de familias con hijos,
el 92% está a cargo de una mujer y el 72% tiene hijos menores de 14 años. Éste es un grupo
particularmente vulnerable, porque estas mujeres, que en promedio tienen 3 hijos (Véase Cuadro
3), deben desempeñar el rol de proveedoras económicas y simultáneamente, de amas de casa,
con un magro presupuesto estimado en alrededor de 230$ mensuales13.
La distribución de cada tipo de hogar en los distintos quintiles indica que un cuarto de los hogares
monoparentales con jefa mujer pertenece al quintil de menores ingresos14. En este quintil también
se concentra el 40% de las familias monoparentales con hijos de 14 años menos. Se concluye,
pues, que en el primer quintil las familias monoparentales constituyen un grupo conformado en su
gran mayoría por mujeres con hijos en edad escolar, cuyo ingreso per capita ronda el valor de la
canasta de indigencia.
En las familias nucleares, al estar presentes ambos cónyuges, la presencia de jefas mujeres
alcanza poca significación: sólo el 2% de estas familias tienen esta característica y no se registran
diferencias por quintiles de ingresos.
Es en estas familias donde se registra la mayor incidencia de hijos menores de 14 años, ya que el
72% de ellas tiene hijos de esta edad. La incidencia es claramente diferencial por estrato de
ingreso: el 88% de los hogares del primer quintil tiene hijos en edad escolar, mientras que en el
quinto quintil, sólo el 54% de los mismos se encuentra en igual situación.
La distribución da cuenta que el 30% del total de familias con hijos menores se concentra en el
primer quintil y se llega a más de la mitad de las familias con hijos menores, si se consideran los
dos primeros quintiles conjuntamente. Por el contrario, el quinto quintil sólo reúne el 11% de las
familias con hijos pequeños.
Si se examinan las familias ampliadas, se observa que un cuarto de ellas tienen jefa mujer y el
56%, hijos menores de 14 años. Al igual que entre las familias monoparentales, tanto en el primer
quintil como en el último se registra una mayor incidencia de jefaturas femeninas.
El 56% de las familias ampliadas tienen hijos del jefe/a en edad escolar dentro de sus integrantes.
Nuevamente se constata que, en el primer quintil, la incidencia de familias con hijos menores es de
66%, más que duplicando el porcentaje registrado en el quinto quintil.
La distribución de este tipo de familia en los distintos quintiles de ingresos no deja lugar a dudas
de que es una forma de allegamiento implementada con mayor frecuencia entre las personas de
bajos recursos, por cuanto el 60% del total de familias ampliadas con hijos pertenecen a los dos
primeros quintiles, llegando al 66% cuando se consideran las familias ampliadas con jefatura
femenina, y al 68% si se toma en cuenta aquéllas que tienen hijos de 14 años o menos.
Como cierre, resulta pertinente destacar que, si bien la composición de las familias debe ser
13 Ver “Resultados definitivos del nivel nacional” – Serie Encuesta de Desarrollo Social N°1, SIEMPRO, Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente,
capítulo Ingresos de los Hogares, Cuadro N° 6, Buenos Aires, setiembre de 2000.
14
Los hogares monoparentales con jefa mujer suman alrededor de 620 mil hogares, según los datos de la EDS.
Encuesta de Desarrollo Social - N°4a
Las Familias
19
considerada como un dato significativo para el diseño de políticas, es también conveniente tener
presente que los hogares no constituyen estructuras fijas que los individuos adoptan de una vez y
para siempre.
Por el contrario, un mismo hogar puede organizarse en formas familiares diferentes según la etapa
del ciclo vital por el que atraviesa. A modo de ejemplo, baste citar que una familia monoparental
tiene una fuerte posibilidad de devenir en familia ampliada por la permanencia en el hogar de hijos
que inician su vida de pareja o son padres sin alejarse del hogar de origen, situación frecuente en
los sectores de menores ingresos, particularmente.
Por ende, es importante considerar los arreglos familiares dentro de una concepción dinámica, lo
cual constituye en sí mismo, otro desafío para el diseño de las políticas sociales, porque también
la dinámica y la velocidad de cambio son diferenciales por sector social.
3. A modo de conclusión
El análisis de la distribución de los distintos tipos de familia así como la particular conformación
predominante en los distintos estratos de la pirámide de ingresos orientan la dirección en la cual
deben encaminarse las políticas sociales. Al respecto, se señalan simplemente aquellos ámbitos
que, en función de este análisis, parece imprescindible la presencia de una acción creciente del
Estado, considerando que una de sus funciones específicas es asegurar el ejercicio del derecho
de ciudadanía a cada uno de los habitantes del país.
Políticas para la infancia que apunten al desarrollo de las potencialidades de un número creciente
de niños provenientes de hogares que no cuentan con los recursos económicos ni sociales
necesarios para satisfacerlas, haciendo efectivos los derechos del niño establecidos por la
Constitución Nacional. Más de cinco millones de niños argentinos transcurren su infancia en
hogares con escasos recursos económicos.
Políticas en el ámbito de la salud reproductiva que aseguren a las familias los elementos que
posibiliten la libre elección de la cantidad de hijos que desean tener y del momento en que los
desean tener.
Políticas de seguridad social y salud que prevean las demandas derivadas del crecimiento de la
población de 65 años y más, que ya ronda el 10% de la población total, y que no hará sino
incrementarse. La calidad de vida de un grupo de población que hoy suma tres millones de
personas depende de una planificación que considere las problemáticas específicas de las
personas de edad avanzada.
Políticas de promoción de la familia donde se contemple la creación de guarderías, subsidios a las
familias numerosas, el control efectivo del cumplimiento de la legislación laboral que protege a la
familia de los trabajadores - tales como salario familiar, licencias por maternidad, etc.- así como la
extensión universal de los planes de salud materno-infantiles, revisión y actualización y efectiva
implementación de normas de control de la violencia familiar y de las obligaciones alimentarias.
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