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QUE REFORMA EL ARTÍCULO 44 DE LA LEY DEL INSTITUTO DEL FONDO NACIONAL DE LA
VIVIENDA PARA LOS TRABAJADORES, A CARGO DEL DIPUTADO JOSÉ ANTONIO ALMAZÁN
GONZÁLEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRD
El que suscribe, José Antonio Almazán González, diputado federal de la LX Legislatura del honorable
Congreso de la Unión, integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, con
fundamento en lo dispuesto en los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; y 62, 63 y 55, fracción II, del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los
Estados Unidos Mexicanos, se permite someter a consideración de esta asamblea iniciativa de decreto que
reforma el artículo 44 de la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores
(Infonavit), al tenor de la siguiente
Exposición de Motivos
Todos hemos escuchado las denuncias hechas por los trabajadores sobre el carácter usurero e impagable de los
créditos de Infonavit, por lo que, como legisladores, debemos impulsar las reformas que permitan que el
instituto regrese a sus cauces constitucionales, dejando de ser fuente inagotable de utilidades para las empresas
constructoras o, lo que es lo mismo, acabar con la ilegal privatización de que en los hechos ha sido víctima el
instituto, haciendo que cumpla su elevada función social de hacer realidad el derecho humano a la vivienda a
favor de los trabajadores.
El primer paso para acabar con el actual e intolerable estado de cosas es suprimir el otorgamiento de estos
créditos en veces salarios mínimos.
Hasta el 24 de febrero de 1992, la Ley del Infonavit no señalaba que los créditos debían otorgarse en veces el
salario mínimo, por lo que se otorgaban en pesos o monetario.
En veces salarios mínimos (VSMGDF) significa que el saldo del crédito aumenta en el porcentaje en que
aumentan los salarios mínimos, conforme al incremento del salario mínimo general que rija en el Distrito
Federal (artículo 44 de la Ley del Infonavit). Esto también provoca que al aumentar el saldo conforme a esta
mecánica, aumente el monto de los intereses, pues este saldo es su base de cálculo. No se requiere pensar
mucho para comprender que lo previsto en este artículo 44, agravado por la permanente pérdida del poder
adquisitivo del salario y el desempleo en el país, ha llevado a que los créditos del Infonavit se vuelvan
impagables.
En los últimos meses, el Infonavit ha publicitado como un gran triunfo haber quitado miles de casas a los
trabajadores por falta de pago. Esto contrasta con las incalculables ganancias que el Infonavit-empresa deja para
las constructoras y el tráfico de influencias.
Esto acarrea, al propio tiempo, que conforme a la legislación actual los créditos se amorticen en lo doble: ¡30
años!, por lo que urge también modificar este término expoliador de tres décadas.
Lo evidente es que los créditos en veces el salario mínimo respondieron a épocas de inflación galopante;
suprimida la razón, debe cambiarse la disposición. La anterior legislación se cambió para no saquear el
Infonavit; ahora se debe cambiar para no seguir saqueando a los trabajadores.
Por tal motivo, lo justo es que se reforme el artículo 44 de la Ley del Infonavit para que los créditos se otorguen
en pesos, con pago de justo interés. Hasta los bancos, ante el cambio de la realidad económica, con todo y su
usura, han cambiado sus políticas y vienen otorgando crédito con pagos fijos a 20 y 30 años.
Apoyar esta iniciativa que presento equivale a dar un espaldarazo a la legalidad y, poner fin a la actual política
de usura del Infonavit, que se apoya en última instancia en el referido artículo 44.
Se podría argumentar que esta iniciativa golpearía los intereses que perciben los ahorros de los trabajadores; no
es posible que se den intereses a costa de los dineros y subsistencia de otros trabajadores. Los rendimientos por
repartir deben derivar de las inversiones que con los ahorros de los trabajadores hace el Infonavit por conducto
del Banco de México. Instituto que incluso ya maneja títulos en la Bolsa Mexicana de Valores. Esta falsa
argumentación responde a la vieja táctica del poder de enfrentar trabajadores contra trabajadores.
La Constitución federal (artículo 123, apartado A, fracción XII) y la LFT ordenan que los créditos que otorgue
el Infonavit sean "baratos", lo que significa que necesariamente debe tomarse en cuenta el monto salarial del
trabajador acreditado, en tales términos que no se afecte sustancialmente el poder adquisitivo, de subsistencia
de éste y su familia; menos deberá provocarse que las amortizaciones de tal crédito lleven al trabajador a una
crisis económica, a la ruina, a la esclavitud por la usura. En segundo, implica que deben ser más accesibles
respecto a los créditos otorgados por los bancos y demás empresas financieras. De lo contrario, carecería de
sentido el Infonavit, especialmente si tomamos en cuenta que el instituto opera con dineros pertenecientes a los
trabajadores y debe estar guiado por un objetivo de justicia social.
Y obviamente, los créditos en pesos se ajustan en mejores términos al concepto de créditos baratos.
Los créditos en veces el salario mínimo iniciaron su vida en el mundo jurídico violentando el estado de
derecho. Como se sabe, la contratación o novación de créditos en VSMDF partió del acuerdo número 21603, de
fecha 10 de junio de 1987, del Consejo de Administración del instituto. El acuerdo se pretende fundamentar en
el artículo 10, inciso e), de las entonces vigentes Reglas Generales para el Otorgamiento de Créditos del
Infonavit. Veamos este artículo:
"Artículo 10. Con sujeción a estas reglas, el consejo de administración determinará:
e) Los sistemas de amortización de los créditos."
El citado artículo 10 que se refiere como fundamento ordena expresamente, lo que además resulta obvio, que el
consejo de administración en la determinación de los sistemas de amortización debe hacerlo en sujeción a tales
reglas y, por mayoría de razón, con arreglo a la Ley del Infonavit del entonces artículo 44, disposiciones que
preveían que los créditos otorgados a los trabajadores (obviamente en pesos) sólo causarían intereses. No
podían referirse a que el crédito se otorgaría en VSMGDF, por que al ser esta modalidad, o cualquier otra,
especial y hasta entonces inusitada debió destacarse expresamente.
Por esos motivos, y con arreglo a este criterio, en la práctica el Infonavit otorgaba los créditos en pesos, como
lo hacían los bancos en ese entonces, en el marco de una economía en términos generales estable.
Por tanto, el acuerdo del consejo de administración para cambiar los créditos de pesos a VSMGDF era ilegal
desde el momento en que iba en contra de la letra de la Ley del Infonavit y las reglas para el otorgamiento de
los créditos.
Además, el inciso e) de referencia tan sólo autorizaba al consejo de administración para determinar los sistemas
de amortización de los créditos, no las bases de tal amortización, las cuales ya estaban definidas en la Ley del
Infonavit y en las reglas de cita. En tal virtud, al consejo de administración sólo se le facultaba para definir
procedimientos técnicos, de forma, de trámite para aterrizar tal amortización, pero de ninguna manera se
otorgan facultades para legislar en contravención del marco jurídico a que se encontraba subordinado. La
esencia o sustancia de una norma, los derechos y las obligaciones se deben determinar en una ley.
Por tanto, si el acuerdo del consejo administrativo es ilegal, también lo es la circular del 30 de julio de 1987 que
se dictó con su apoyo. Igualmente esta circular es ilegal desde el momento en que se pretende hacer valer
respecto a unos cuerpos normativos superiores, como la Ley del Infonavit y las Reglas para el Otorgamiento de
Créditos Infonavit, que preveían el otorgamiento de créditos en pesos.
Adicionalmente, cuando se dicta la reforma del artículo 44 de la Ley del Infonavit, para pretender legalizar el
otorgamiento de créditos en VSMDF, el 24 febrero de 1992, su promulgación implicó aplicación retroactiva, en
perjuicio de los acreditados por el periodo del 30 de julio de 1987 al 24 de febrero de 1992, en abierta violación
del artículo 14 constitucional. Ya expresamos el error de pretender sostener una supuesta ratificación o
ratificación tácita.
Como último recurso, el Infonavit alega que se afectarían seriamente sus finanzas. ¡Claro, no importa que se
afecten las finanzas de miles de familias mexicanas, algunos de cuyos jefes de familia han estado a punto de
optar por el suicidio ante el despojo absoluto del Infonavit! En realidad, si no se aprueba la reforma que se
propone en esta iniciativa, resultaría ocioso seguir apoyando un instituto que sólo engaña al trabajador al
otorgarle créditos que ya no son "baratos" ni justos sino medio de recaudación y despojo a favor de empresarios
de la construcción y una burocracia insaciable. Así, en nada se afectaría al pueblo de México, si se reduce el
número de estos "créditos tipo tienda de raya" de que son víctima los trabajadores (conozco de varios casos en
que los trabajadores han renunciado a recibir sus créditos Infonavit, antes tan codiciados).
En el colmo del atrevimiento, esos burócratas, insensibles a las necesidades del pueblo, es decir, neoliberales,
señalan que si los créditos se firmaron en VSMDF en lugar de pesos, esto se hizo con arreglo a la legislación
civil vigente, que prevé un interés legal de 9 por ciento y la libre expresión de voluntad o consentimiento de
parte de los contratantes.
Como si no supieran que no se trata de otro más de los contratos civiles, sino de un contrato celebrado en el
marco y conforme a las legislaciones laboral y de seguridad social Infonavit (por lo que es inaplicable al caso la
legislación civil, con mayor razón si tomamos en cuenta que existía disposición expresa de la Ley del Infonavit
aplicable al caso).
En tal virtud, insisto, los derechos de los trabajadores son irrenunciables, digan lo que digan tales contratos
usureros, por lo que resultan nulos de pleno derecho.
En suma, al sentirse sin argumentos el Infonavit, cuando le conviene apela a la legislación de seguridad social,
y cuando ésta no le conviene se remite a la legislación civil.
El argumento económico esencial que se alega para el cambio de créditos a pesos a VSMDF es la creciente
inflación, pero resulta que esta variable económica ha variado y en la actualidad la inflación está reducida a un
mínimo.
Por tal razón, si ya es inexistente el argumento económico alegado, deben suprimirse los créditos en VSMDF,
con mayor razón en relación con los créditos otorgados cuando aún no había disposición legal que ordenara tal
abuso de los créditos SMGDF.
Si los bancos comerciales actualmente, partiendo de la baja inflación, otorgan créditos en pesos y con
mensualidades fijas a 15, 20 años, etcétera, con mayor razón debe hacerlo el Infonavit. De lo contrario, hay que
obligar a esos burócratas a hacerlo con base en las reformas legales procedentes que debe impulsar el
Legislativo.
La constante queja de los burócratas del Infonavit de que casi van a quebrar si se aprueba la esencia de esta
iniciativa sólo prueba dos cosas: la ineptitud financiera y quizá corrupción de tales burócratas, por lo que urge
que la Cámara de Diputados promueva una auditoría constante sobre el manejo de estos recursos del Infonavit.
Que los créditos en adelante no se otorguen en VSMDF sino en pesos lo exige no sólo la esencia de la
seguridad social sino la realidad económica. Esto permitiría que el Infonavit aumentara sus ingresos vía la
reducción de la cartera vencida, pues ante un cobro más justo el trabajador tendría mayor poder de pago, con lo
cual habrá mayores recursos para créditos.
Todo lo hasta aquí expuesto exige la reforma del artículo 44 de la Ley del Infonavit que, por ser el eje del
otorgamiento de los créditos, debe modificarse con arreglo a la esencia de la seguridad social, pero también
conforme cambian las condiciones de la economía nacional.
Complementariamente, también se debe reducir el plazo para el otorgamiento del crédito máximo a 20 años (y
no a 30, como sucede actualmente, lo que constituye otra de las claves del despojo), cumplido el cual si el
trabajador va al corriente se tendrá por cubierto el crédito y el instituto debe generar la escritura a favor del
trabajador.
Finalmente, debe adicionarse el artículo 44 con un párrafo que prohíba expresamente al Consejo de
Administración del Infonavit alterar todas y cada una de las condiciones que se establezcan en la Ley del
Infonavit para el otorgamiento de los créditos, como indebidamente hizo este consejo en 1987, como
detallamos.
Por todo lo expuesto y fundado, someto a consideración de la Cámara de Diputados la siguiente
Iniciativa de ley que reforma el artículo 44 de la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para
los Trabajadores, para quedar como sigue:
Artículo 44. El saldo de los créditos otorgados a los trabajadores a que se refiere la fracción II del artículo 42
permanecerá fijo durante todo el plazo de su otorgamiento. El consejo de administración por ningún motivo
podrá determinar lo contrario; en general, deberá respetar las disposiciones de esta ley sobre el otorgamiento de
los créditos.
Asimismo, los créditos citados devengarán interés sobre el saldo fijo, a la tasa que determine el Consejo de
Administración. Dicha tasa no será menor de 4 por ciento ni mayor de 9 por ciento anual sobre saldos insolutos.
Los créditos se otorgarán a un plazo no mayor de veinte años.
Transitorio
Único. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación.
Palacio Legislativo de San Lázaro, a 19 de abril de 2007.
Diputado José Antonio Almazán González (rúbrica)
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