LA ESCUELA DE CLARINETE EN ESPAÑA. Hay tantos sonidos de clarinete como clarinetistas. Quiero utilizar esta sentencia como punto de partida que sirva para entender que hay que alejarse de falsos dogmas que inciten a olvidar que cada instrumentista tiene, ( por supuesto partiendo de una idea sonora correcta que incluye: una correcta afinación, un sonido centrado, e igualdad en los registros ) , una concepción sonora propia, una idea sonora personal. Algo que no puede ser de otra forma ya que cada instrumentista tiene sus particularidades físicas, sin obviar que los distintos tipos de materiales también aportan diferencias notables. ¿ Qué diferencias reales hay entre las distintas escuelas de clarinete y qué vigencia tienen en la actualidad ?. ¿ Hasta qué punto puede hablarse de escuelas ? Las escuelas no son si no el fruto de unas circunstancias culturales y socio económicas muy concretas ; fruto de la distancia física y cultural entre los distintos países a lo largo de la historia. Distancias que hoy se han eliminado casi en su totalidad; entre otras causas, debido a las nuevas tecnologías. Independientemente de que se puedan dividir y analizar las distintas escuelas internacionales de clarinete atendiendo a sus particularidades e idiosincrasias nacionales, se puede afirmar que todas se engloban dentro de dos grandes escuelas: la escuela francesa y la escuela alemana, o lo que es lo mismo: el sistema Bhoem y el sistema Oehler. El sistema Bhoem es el más aceptado mundialmente y el sistema Oehler se circunscribe a Alemania y Austria, aunque en los últimos años haya muchos clarinetistas que adoptan el sistema alemán o un híbrido de los dos sistemas. Para introducirnos en el tema principal de este artículo creo que antes es conveniente hacer un escueto repaso por las distintas escuelas de clarinete en el mundo. LA ESCUELA FRANCESA El hecho de que el sistema Boehm se haya implantado en la mayoría de los países hace que la escuela de clarinete francesa sea la más valorada internacionalmente. El sistema de anillos móviles y abiertos, el taladro más cilíndrico que el alemán y la boquilla más curvada también que la alemana, con una caña más grande y más rebajada hace que el clarinete sistema Boehm presente un sonido realmente diferente al sistema Oehler alemán. Algunos de los clarinetistas más representativos de ésta son Guy Deplus y Guy Dangain; solista de la ópera de París y solista de la Orquesta nacional de Francia y profesor del Conservatorio de París, respectivamente. LA ESCUELA ALEMANA Quizá la escuela de clarinete alemana debido al sistema Oehler es la que ofrece más diferencias con el resto de las escuelas. Este sistema es más perfecto en cuanto a la afinación y su timbre es también más oscuro. Sabine Meyer y Karl Leister son dos de los clarinetistas alemanes más representativos, y se pueden citar como el paradigma de esta escuela. La industria discográfica y la difusión que compañías como Gramophon han dado a estos grandes artistas ha ayudado también a que el clarinete alemán o sistema Oehler sobrepasara las fronteras alemanas y austriacas. Actualmente hay muchos clarinetistas en otros países que optan por este sistema o por un híbrido del sistema francés y alemán. LA ESCUELA ITALIANA. La escuela italiana del clarinete no se puede desligar de la ópera, el clarinete y la ópera en Italia van de la mano. El papel de este instrumento dentro del repertorio operístico es tan importante que se podría decir que el clarinete para los italianos es más voz que para el resto de clarinetistas. Se puede afirmar que el sonido tiene unas cualidades casi vocales. Algunos de los mejores clarinetistas internacionales han sido y son italianos. Guiseppe Garbarino que fue solista de la Scala de Milán, director y compositor además de colaborador de la editorial Ricordi en la revisión y edición de numerosas partituras del repertorio clarinetístico. Actualmente el clarinetista Alessandro Carbonare es quizá el intérprete de clarinete más conocido fuera de su país; entre otras cosas porque a la temprana edad de veinticuatro años consiguió ser solista de la Orquesta Nacional de Francia. Rocco Parisi, discípulo de Garbarino está considerado uno de los grandes clarinetistas especializados en el clarinete bajo actualmente. LA ESCUELA NORTEAMERICANA Al igual que el clarinete y la ópera van de la mano en Italia en Estados Unidos este instrumento maravilloso no sería lo que es sin la música de jazz y la música cinematográfica. Estados Unidos es un país muy joven y la mayoría de los clarinetistas de sus primeras orquestas fueron franceses. El sonido americano representado por clarinetistas internacionales como Larry Combs, Benny Goodman, Charles Neidich es más abierto que el sonido francés o español. El concepto sonoro americano es al igual que en las orquestas sinfónicas o sus bandas de música es más amplio y abierto. Los materiales americanos ( cañas o lengüetas y boquillas cada vez más aceptadas en Europa , admiten mayor cantidad de aire y son más flexibles que la clásica boquilla francesa ). También hay diferencias en la construcción de las lengüetas que se diferencian por una punta más ancha y menos redondeada. Llegamos ahora a la escuela que da título al artículo y que más nos incumbe: LA ESCUELA ESPAÑOLA Si entendemos por escuela española tocar con cañas fuertes o duras que obligan a morder y por lo tanto a obtener sonidos poco flexibles y poco timbrados deberíamos de una vez por todas abandonar esta idea. Si entendemos por escuela española una forma de estudiar el clarinete mecánica y fría teniendo en cuenta sólo el aspecto físico que exige estudiar muchas horas sin darle importancia a la calidad de ese estudio, deberíamos abandonar de una vez por todas esa idea. Cuando se habla de escuela española en España casi todos los profesionales, desgraciadamente, pensamos ipso facto en cientos de libros de mecanismo y en darle todo el peso del proceso de enseñanza a la cantidad del estudio y no a la calidad. Me niego a pensar que eso sea cierto , que esa sea la norma; sería más acertado pensar en un sector de los profesionales que se ha erigido en baluarte de esta escuela, que defiende estas tesis y las dan por inamovibles. Pero; ¿ qué es realmente la escuela española de clarinete? Antes de contestar esta pregunta me gustaría brindar aquí un pequeño homenaje a cientos de clarinetistas españoles que en unas circunstancias totalmente adversas fueron capaces de trabajar, hacer y enseñar música a cientos de jóvenes clarinetistas. Creo que es un homenaje merecidísimo porque las circunstancias adversas de las que hablo y en las que se movieron y contra las que lucharon y que algunos clarinetistas actuales sin ser demasiado mayores hemos vivido, hicieron de estos músicos casi unos héroes. Estas circunstancias socio- económicas y culturales del siglo XIX y principios del XX en España son tan peculiares que creo se merecen un pequeño análisis. Estoy convencido de que en otros países como Italia o Francia partían de una tradición musical que en España no se podía ni imaginar. Sólo las bandas y sus sociedades o asociaciones fueron el reducto, el oasis, donde sobrevivió cierta idea bohemia, y donde la cultura en muchos momentos; ya gracias a grandes músicos anónimos, en la mayoría de los casos se escribió con mayúsculas. La cara externa de estas sociedades musicales que eran la “llama” de la música en España era folclórica, e incluso para muchos de los que vivían dentro de este “mundo” no era nada más que folklórica; manifestación que también debe tener su espacio, por supuesto y es muy digno. La línea entre el folclore y la música “seria” nunca ha estado clara debido al género pasodoble que siempre se ha movido entre la música como pasión y gran arte o el puro entretenimiento. El resto de Europa tenía una tradición clásica que nos existió nunca aquí y la música para la sociedades de estos países era algo más. También es importante no confundir la escuela basada en una tradición y en unas circunstancias culturales con las escuelas personificadas que elevan a los “altares” a determinados maestros. Cuando se supera esta frontera entramos en el terreno de las “sectas” no a una escuela de clarinete o aun método de enseñanza. El concepto escuela de clarinete es totalmente sano y no implica en absoluto acogerse a unas teorías personales que lo que buscan es el engrandecimiento del ego de la persona que se erige en gurú. Las escuelas, como decía al comienzo, son fruto de unas circunstancias culturales que en nada tienen que ver con lo que en ocasiones se entiende por escuela. La adoración personal nunca es fruto del pensamiento racional y ecuánime y meditado si no de la fe cerrada que hoy cree en una forma de tocar y mañana, por intereses espúrios, cree en otra. Pienso que es pertinente hablar aquí de estas malas praxis y de estos comportamientos éticamente inadmisibles, teniendo en cuenta el daño que a través de éstos se puede hacer a la formación de los alumnos y por tanto a su futuro profesional y personal. Si la escuela que tiene sus raíces en una tradición respetable fruto de una cultura concreta se convierte en una “secta” excluyente, aparecen una serie de aspectos que confunden y enturbian lo que debe ser el clima sano de la educación del estudiante. Cuando se ha sobrepasado esa línea y, la mal llamada escuela, es realmente otra cosa, podemos hablar de bolsas de orgullo enfermizo que enturbian el ambiente de los centros de enseñanza. El alumno que todavía no tiene capacidad crítica se deja arrastrar en muchas ocasiones por estos vendedores de la medicina mágica y puede terminar en una especie de rueda de la que le costará mucho esfuerzo salir cuando tenga que enfrentarse a la realidad. Y la realidad es que no hay una sola verdad y el éxito depende de muchos factores y hay que estar atento a la diversidad de propuestas y ser lo suficientemente inteligente para no cerrarse a ninguna que merezca la pena y aprender de todas y de todos. Una vez dicho esto nos vamos a centrar en los clarinetistas más representativos de la escuela española con la intención de resumir lo que es una larga historia. Sin lugar a dudas los intérpretes que más han trascendido en España debido a la importancia de su legado artístico y pedagógico son Antonio Romero y Andía ( 18151885), Gervasio Julián Menéndez González ( 1895- 1975 ) y Miguel Yuste Moreno ( 1873- 1945 ). Es de destacar del primero de ellos, Antonio Romero el hecho de haber llegado a nuestros días vigente gracias a su método de clarinete y a sus obras para este instrumento. Tanto el método como sus obras siguen estando presentes en las programaciones de todos los conservatorios españoles. El Método completo para clarinete es un libro progresivo dividido en cuatro volúmenes, desde los primeros pasos hasta el nivel superior. Aunque dando mucha importancia a la parte mecánica de la técnica y sin desdeñar la interpretación. Otra de las aportaciones de Antonio Romero fue la creación de un sistema propio de clarinete, fruto de su afán por perfeccionar el instrumento de trece llaves con el que se contaba en ese momento. Algunas de sus obras más interpretadas son : Primer solo de concierto para clarinete y piano y la Fantasía sobre motivos de Lucrecia Borgia. Julián Menéndez nació en el último lustro del siglo XIX por lo que se le puede considerar enteramente un músico del siglo XX. Su obra o legado ha dejado también una huella importantísima en la escuela española y llega hasta nuestros días. Fue compositor y transcriptor de obras de autores tan importantes como Igor Stravinsky . “ La consagración de la primavera” de este compositor es una de las obras que arregló para banda y que fue aceptada por el propio Stravinsky y por sus herederos. El compositor escuchó a la sazón la transcripción interpretada por la Banda Municipal de Madrid y no dudó en elogiarla. Algunas de las obras de su repertorio para clarinete son: “ Introducción, Andante y Danza” para clarinete y piano, “Contemplación” para clarinete y piano, y “Estudio” para clarinete y piano. El clarinetista Enrique Pérez Piquer (solista de la orquesta nacional de España ) ha registrado estas y otras de sus obras en CD, colaborando de esta forma a que este repertorio no se pierda y tenga la difusión que merece. Miguel Yuste Algunas de sus obras más importantes o más interpretadas son: “Vibraciones del alma” Op. 45. “Estudio Melódico” Op. 33, “Capricho pintoresco” Op. 41, “Solo de concurso” e “Ingenuidad”. Miguel Yuste fue miembro, entre otras agrupaciones, de la Orquesta Sinfónica de Madrid, la Orquesta del Teatro Real y colaborador de la Banda Municipal de Madrid. Estrenó en España el Quinteto en si m para clarinete y cuerdas y la sonata Nº 1 en Fa m de J. Brahms.Fue Catedrático del Conservatorio Superior de Madrid desde 1910. Entre los clarinetistas españoles actuales en activo que han saltado las fronteras del país gracias a su labor discográfica y pedagógica están Joan Enric Lluna, José Luis Estellés, José Franch Ballester o Enrique Pérez Piquer. Para terminar y como conclusión final podemos decir que la impronta cultural y musical de cada país influye, por supuesto, en la forma de tocar en este caso el clarinete y que el intérprete no puede obviar ni desdeñar la cultura en la que está inmerso, pero también debe ser lo suficientemente flexible y abierto para recoger de otras escuelas lo que realmente le parezca productivo e interesante como medio de expresión o técnico, y más teniendo en cuenta que el mundo en el que vivimos poco tiene ya que ver con el que vivieron clarinetistas del siglo XX como Miguel Yuste o Julián Menéndez.