1. DESARROLLO SOSTENIBLE Los ingenieros son actores del presente y constructores del futuro por sus diseños de procesos y productos, su gestión de los sistemas técnicos y sus innovaciones. Para ello es necesario que estén inmersos en los problemas y desafíos que surgen en la sociedad actual para poder colaborar con otros profesionales en su solución. Existe conciencia de que la sociedad actual consume sus recursos naturales a un ritmo que puede amenazar su existencia, genera residuos sólidos y gaseosos que los ecosistemas naturales no pueden absorber sin quedar afectados y como consecuencia se producen escenarios de desequilibrio entre las generaciones actuales y de incertidumbre para las generaciones futuras. Es preciso realizar cambios en el desarrollo de la sociedad industrial para conseguir que sea equilibrado, pero estos nuevos enfoques no pueden ser radicales. Hay que reconciliar la forma de vida actual con los cambios que son precisos introducir. El ingeniero debe tomar conciencia desde el comienzo de su formación del papel que sus conocimientos de la tecnología puede significar en esas necesidades de cambio que la sociedad actual precisa. Y la Universidad como responsable de la formación de los futuros profesionales tiene la obligación de hacerse eco de las necesidades del mundo actual y sus proyecciones futuras. Las distintas corrientes de opinión que recogen estas inquietudes, analizan los riesgos de la estructura de la presente sociedad industrial y ofrecen alternativas para su mitigación, se presentan en lo que se llama desarrollo sostenible. Desde la Conferencia de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y Desarrollo de 1992, el término “desarrollo sostenible” se ha introducido en la terminología de todos los documentos de gobierno del mundo occidental, se ha hecho popular. Sin embargo el concepto de sostenibilidad no es nuevo, aparece ya en 1713 en cierta literatura referido al mantenimiento de los bosques como forma de evitar la deforestación por una sobreexplotación. La historia moderna del concepto de desarrollo sostenible, a grandes rasgos, es la siguiente. ∗ En 1972 el Club de Roma publica un documento titulado “Límites al Crecimiento” en el que se indica que los recursos naturales son limitados y su consumo creciente e indiscriminado necesariamente va a representar un condicionamiento al crecimiento económico que el mundo estaba experimentando en esos días. ∗ En 1980 aparece el término desarrollo sostenible por primera vez en el contexto de la Estrategia de Conservación del Mundo. ∗ En el año 1987 la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo publicó un informe titulado “Nuestro mundo futuro” o Informe Brundtland en el que se introdujo el concepto de desarrollo sostenible o sostenido que ha servido de base para fijar la pauta a las acciones de los gobiernos y ciudadanos responsables. Según el informe Brundtland, el desarrollo sostenible es aquel que atiende las necesidades del mundo presente sin poner en peligro la posibilidad de que futuras generaciones puedan atender las suyas. El concepto de sostenibilidad implica que la actividad económica y tecnológica no puede continuar funcionando bajo el lema de “pase lo que pase las acciones continúan”. Es necesario establecer un desarrollo que pueda contribuir al bienestar de toda la sociedad actual pero sin hipotecar el de las generaciones futuras. ∗ En 1992 la Conferencia de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo celebrada en Río de Janeiro establece una relación ambivalente entre desarrollo sostenible y los peligros de la agresión continua que estaba sufriendo el Medio Ambiente por las actividades humanas, indicando la necesidad de poner limitaciones a las emisiones de gases de efecto invernadero. La “sostenibilidad” se ha convertido en objetivo planetario al que ahora se adhieren prácticamente todos los países, la familia de organizaciones que constituyen las Naciones Unidas, el Banco Mundial y la Unión Europea. En julio de 1989 dirigentes del Grupo de los Siete, formado por los países más industrializados, reclamaron la pronta adopción, a escala mundial, de políticas basadas en el desarrollo sostenible. La sostenibilidad del sistema occidental de producción y consumo está en entredicho como se puede comprobar examinado dos temas: la crisis medioambiental y las desigualdades económicas. 2. SOSTENIBILIDAD ECOLÓGICA, ECONÓMICA Y SOCIAL La idea de sostenibilidad se puede contemplar, y lo que es más importante materializar, desde distintas perspectivas, dependiendo de la especialización o inquietudes del grupo que la considere. A continuación se va a presentar una visión del desarrollo sostenible desde una perspectiva ecológica, social o económica. Como se va a comprobar los tres puntos de vista son básicamente coincidentes en su fin último, únicamente representan estrategias diferentes para conseguir este fin. 2.1. Sostenibilidad ecológica Desde un punto de vista ecológico la sostenibilidad se aplica a la estabilidad de los sistemas físicos y biológicos, en especial a la viabilidad de subsistemas que son críticos para la estabilidad del sistema global, e implica: a) Mantener el capital natural constante teniendo presente: La utilización de recursos. No se puede consumir un recurso renovable, que no pueda regenerarse en el mismo periodo en el que se consume (producción sostenible) Por ejemplo el agotamiento de la tierra por producción agrícola intensiva, o el aprovechamiento del agua de un acuífero no recargable. No puede consumirse un recurso no renovable que no pueda sustituirse en el mismo período por un recurso renovable cuya función sea equivalente al recurso que se está agotando. De una forma extensiva se puede decir que la utilización de recursos no renovables debe estar necesariamente acompañada de la generación de un recurso alternativo, que pueda ser utilizado por generaciones futuras. El consumo creciente de hidrocarburos líquidos o gaseosos no puede proseguirse de forma indefinida si no se buscan alternativas económicas que permitan su substitución gradual antes de llegar a su agotamiento. La capacidad de carga de la Naturaleza. No se puede seguir depositando en la Naturaleza residuos resultantes de la actividad humana, como pueden ser los residuos sólidos urbanos, los residuos radiactivos, los gases contaminantes y de efecto invernadero o los residuos industriales, sin tener la seguridad de que no pueden producir daño alguno en el momento actual o lo pudieran ser para las generaciones venideras. b) Capacidad de asimilación ecológica. Se debe comprobar que en toda actividad humana no se sobrepasen los límites de asimilación ecológica, es decir que no exista un impacto ambiental remanente, como está resultando de la urbanización incontrolada de zonas litorales o la acumulación de gases de efecto invernadero. Hay que asegurar, por ejemplo, que la construcción de un embalse no va a alterar el sistema hidrogeológico de la zona. c) Protección de las especies de los ecosistemas. Se debe proteger la biodiversidad que existe en la Naturaleza. El nivel de invasión del hábitat de la vida silvestre es notable y la extinción de especies que frecuentemente se ocasiona, como consecuencia de esa invasión, tiene una evolución creciente. Se estima que anualmente se destruyen 168.000 km2 de bosque tropical. La destrucción de estos bosques puede suponer, según estimaciones autorizadas, la extinción anual de 150.000 especies. Se deben erradicar los monocultivos creados de forma artificial que frecuentemente suponen un beneficio económico de forma inmediata para el explotador, pero que en un plazo más o menos corto representan una degradación de la Naturaleza. d) Consideración de los ciclos de vida naturales materiales. En toda actividad humana se debe considerar el ciclo completo de todos los procesos relacionados con ella para poder analizar las consecuencias reales de esa actividad. La producción de energía eléctrica a partir de carbón es una parte de un ciclo que comprende la extracción del carbón de la mina, su transporte, su combustión y la producción de residuos sólidos y gaseosos. La situación ideal tendría que corresponder a un impacto ambiental global nulo del ciclo de vida. No se puede estimular la utilización de lámparas eléctricas de bajo consumo sin antes analizar la energía que se invierte en su producción y en la extracción de las materias primas necesarias para su fabricación. 2.2 Sostenibilidad social Desde un punto de vista social, la sostenibilidad supone la estabilidad de los sistemas sociales y culturales, en especial la preservación de la diversidad cultural en la tierra y en el uso de las prácticas de sostenibilidad de las culturas menos dominantes e implica: a) Equidad Equidad intrageneracional. Se deben satisfacer las necesidades básicas de toda la población mundial. El 20% de la población de los países pobres carece de los recursos indispensables para cubrir sus necesidades básicas: alimentos, vivienda, agua potable, servicios sanitarios. Deben desaparecer las dificultades internas y externas que todos los pueblos tengan fácil acceso a los recursos naturales y financieros y evitar que estos recursos se dediquen a enriquecer a unos privilegiados o a adquirir bienes que no van a contribuir al bienestar de la sociedad. Es demencial que la explotación del petróleo descubierto en ciertas regiones subdesarrolladas se emplee en la compra de armas o acumular capital en manos de unos pocos, mientras que parte de su población se muere de hambre o vive en condiciones infrahumanas. Se deben canalizar los excedentes mundiales en favor de las Naciones menos desarrolladas haciendo que desaparezcan las causas que imposibilitan una distribución justa. Equidad intergeneracional. Cada generación tiene la obligación de dejar a las generaciones futuras unas condiciones de vida, como mínimo equivalentes a las que actualmente disfruta. No se pueden generar residuos al ritmo actual sin tener una razonable certeza de que no se está comprometiendo el equilibrio ecológico de las generaciones futuras. b) Suficiencia. Debe disminuir el nivel de consumo de recursos naturales de los países desarrollados. Hay que evolucionar hacia un tipo de producción menos intensa en el consumo de recursos naturales. El fomento de esta tendencia contribuirá efectivamente a la transición hacia la sostenibilidad. Tienen que desarrollarse modelos de consumo y estilos de vida sostenibles. Para mantener las formas actuales de vida tendrían que aplicarse todas las medidas técnicas disponibles para evitar la producción y posterior incorporación de residuos a la naturaleza, aumento de la eficiencia energética, gestión sostenible de los bosques, explotación agrícola que deje intactas las características edafológicas del suelo, urbanizaciones ecológicamente proyectadas y construidas, edificios bioclimáticos y otras consideraciones equivalentes. La alternativa es modificar radicalmente la forma de vida actual, posiblemente con disminución de las ventajas que representa la sociedad del bienestar, lo que es muy difícil sobre todo para los grupos sociales que se le han incorporado recientemente. c) Igualdad de oportunidades de participación en todas las áreas sociales. 2.3 Sostenibilidad económica La sostenibilidad económica está basada en el máximo flujo de beneficios que pueden generarse con la misma cantidad de recursos o capital e implica: a) Desarrollo de la economía con restricciones ecológicas. Los principios y leyes de la ecología deben ser aplicados a la economía. Se deben introducir ciclos de los materiales en los procesos de producción y consumo, de forma que no se produzca una acumulación de residuos y se evite el uso innecesario de recursos naturales. b) Economía estacionaria. La economía basada en la utilización de materiales y de energía tiene que ser considerada como un subsistema de la ecoesfera. Tiene que reducirse radicalmente el crecimiento basado en un aumento del consumo energético o de materias primas que implique un detrimento del ecosistema tierra. El consumo de los recursos naturales se reducirá extendiendo la vida de los ciclos de los productos. Hoy día, la explotación de las minas de hierro se ha reducido por la reutilización de la chatarra férrica, la explotación de los bosques se ha reducido por el reciclaje del papel. c) Evaluación de los recursos naturales. La explotación de los recursos naturales debe mantenerse en un nivel como mínimo constante. Debe modificarse el sistema de indicadores económicos para que incluyan el deterioro o las mejoras que se introducen en el medioambiente. Se deben habilitar instrumentos económicos y políticos, tales como las ecotasas, para conservación del capital natural. 3. INTERRELACIONES ENTRE LOS TRES TIPOS DE SOSTENIBILIDAD Se podrían representar las relaciones entre los diferentes tipos de desarrollo sostenido mencionados anteriormente, mediante el siguiente esquema, en donde se indican las interrelaciones mutuas y su complementariedad. El decantarse por uno de los extremos sin considerar los otros dos significaría un desarrollo sostenido desequilibrado a nivel mundial. • • Distribución de renta Empleo -Evaluación ambiental -Valorización • -Internalización de costes Asistencia regulada • Participación popular • • Consulta Pluralismo Después de las consideraciones anteriores cabe preguntarse si el desarrollo sostenible, que, en conjunto, representa una ventaja neta para los países desarrollados, puede ser el motor para el desarrollo de los países subdesarrollados que aún se esfuerzan por conseguir alimentación, vestido y cobijo adecuados. Es decir, si de acuerdo con las ideas expuestas se puede remediar la pobreza masiva existente en el mundo. La reducción de la intensidad de producción física por unidad monetaria de algunos países desarrollados puede representar un avance para ellos, pero cabe la duda de que esa reducción incremente el bienestar del resto de los países. El mercado, en general no distribuye equitativamente la riqueza, necesita de un control o compresión externa a él mismo, ya que el proceso de distribución de los beneficios económicos es un proceso conflictivo que hay que controlar externamente. El mercado libre no significa automáticamente una competencia en igualdad, se requieren inversiones masivas en capital humano y tecnológico en los países menos desarrollados. La situación de la humanidad plantea un gran dilema: por un lado, se tiene la urgencia de potenciar el desarrollo económico para cubrir las necesidades de la población humana, que actualmente malvive en porcentaje elevado. Por otro lado, empiezan a aparecer síntomas de una “crisis ecológica” causada por la actividad humana. El dilema es cómo cubrir las necesidades de una humanidad necesitada sin exceder los límites ecológicos. Esperar que los países pobres reduzcan o detengan su desarrollo, un desarrollo que precisamente tiende a ir muy unido al crecimiento de la producción material y al crecimiento del consumo de recursos naturales, no es ético aunque pueda ser útil para el Medio Ambiente. Es necesario que los países desarrollados, cuyo bienestar material puede soportar un alto en su progreso, e incluso un retroceso en el crecimiento físico, tomen la delantera. Son ellos los que en su mayor parte han motivado el crecimiento insostenible de la sociedad. Se puede decir que han contraído una “deuda ecológica” con el planeta El desarrollo de los países desarrollados debe ser necesariamente sostenible, para liberar recursos que preserve el Medio Ambiente tanto en su función de fuente de recursos como de receptora de residuos. El reto es difícil, pero es un hecho positivo que al menos el mundo ha tomado conciencia del problema. Y junto a posiciones maximalistas con fuertes tintes demagógicos, existen políticas realistas que permiten mirar con cierto optimismo el futuro. No se trata de salvaguardar el Medio Ambiente, sino de extender bienestar al mayor número de personas sin deteriorar Ambiente, de organizar colectivamente una forma consumir sin depredar. volver a un primitivismo para el ámbito de la sociedad del de forma irreversible el Medio de trabajar sin expoliar, de Es indudable que no se va a cambiar el rumbo de la política mundial de la noche a la mañana. Pero se percibe una corriente de cambio y una predisposición a revisar estructuras contrarias a las ideas básicas del desarrollo sostenible. La pobreza en el mundo se entiende como una falta de “desarrollo”, como una especie de “retraso histórico” de algunos países en un camino hacia la prosperidad económica, convirtiendo la lucha contra la pobreza en la lucha para el “desarrollo”. Precisamente la aplicación de este concepto al campo ecológico ha movido a la revisión de muchas posiciones. Si la población actual, unos 6.000 millones de habitantes, produjese y consumiese de la misma forma que lo hace el mundo desarrollado, se puede decir que en pocos años el sistema económico quedaría colapsado por falta de recursos naturales. Y los niveles de contaminación alcanzarían cotas insospechadas, dejando un mundo hipotecado a las generaciones futuras. Se plantea la necesidad de hallar modelos nuevos de producción y de consumo que sean viables para todos, ahora y en el futuro. En el cuadro que se adjunta a continuación se presentan los diferentes criterios de sostenibilidad aplicados a los elementos más esenciales para el desarrollo de un pueblo siguiendo las pautas indicadas en la publicación del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente que se referencia en la bibliografía. Sostenibilidad económica Sostenibilidad social Sostenibilidad ambiental Garantizar el abastecimiento y el uso Garantizar el acceso de todos los eficiente del agua para el desarrollo ciudadanos a los servicios de agrícola, industrial, urbano y rural. abastecimiento de agua potable para uso doméstico y para la agricultura sostenible. Garantizar la protección de las cuencas hidrográficas, los acuíferos y los recursos de agua dulce racionalizando su utilización. Alimentos Aumentar la productividad y la producción agrícolas para garantizar la seguridad alimentaria y las exportaciones a nivel regional. Aumentar la productividad y la rentabilidad de la agricultura en pequeña escala y garantizar una alimentación mínima para toda la población. Garantizar la sostenibilidad de la explotación por el hombre de la tierra, los bosques, la fauna y las aguas. Salud Aumentar los servicios de atención Hacer cumplir las normas preventiva de la salud y la higiene y medioambientales para salvaguardar la seguridad en el trabajo. salud y garantizar unos servicios de atención sanitaria primaria a toda la población. Garantizar las condiciones de aceptabilidad de las emisiones a la atmósfera, al agua y la tierra y el uso adecuado de la biotecnología. Agua Vivienda y servicios Energía Garantizar el uso de recursos para Garantizar el acceso de toda la Garantizar el uso sostenible de los utilización de viviendas dignas y población a viviendas dignas y espacios naturales y de los núcleos sistemas de transporte adecuados. servicios a coste razonable. urbanos y suburbanos y de los desarrollos turísticos. Garantizar el suministro adecuado de energía de forma sostenible para el desarrollo industrial, el transporte y las necesidades domésticas. Garantizar el acceso a suministros de energía que satisfagan las necesidades de toda la población a costes razonables. Reducir las emisiones de los combustibles fósiles propiciando el desarrollo y uso económico de las energías renovables. Educación Garantizar los recursos necesarios Garantizar el acceso a una educación para la educación de todos los adecuada que permita el desarrollo niveles de la sociedad en condiciones integral de la persona humana. de igualdad. Incorporar la educación medioambiental en todos los niveles educativos con carácter formativo básico para crear una conciencia medioambiental en todos los sectores de la sociedad. Ingresos Aumentar la eficiencia económica, el desarrollo y las oportunidades de empleo en todos los sectores de la sociedad. Garantizar el uso sostenible de los recursos naturales para el desarrollo de los pueblos en los sectores estructurados y no estructurados de la economía. 4. Promover las iniciativas para la creación de un tejido productivo que garantice unos ingresos mínimos acordes con las características de la sociedad en donde se desarrollan. ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN DE SOSTENIBILIDAD MEDIOAMBIENTAL LA SOCIEDAD ACTUAL La Unión Europea publicó un documento en 1996 titulado “Hacia un desarrollo sostenible” que merece la pena tener presente y comentar para percibir una perspectiva del estado del medioambiente como parte de una estrategia para un desarrollo sostenible en la Comunidad. El documento corresponde a un análisis de los logros alcanzados en un programa de acción de la Comunidad lanzado en 1992 en el que se describía la necesidad de un planteamiento ambicioso, coherente y eficaz para que el desarrollo sea sostenible tomando esencialmente como base los aspectos medioambientales. El documento comienza afirmando que la estrategia para el futuro no se puede establecer sin analizar la situación actual. De este estudio resulta que los grandes problemas medioambientales y su situación en ese momento presente era la siguiente: • • • La contaminación atmosférica ha sido reducida al disminuir las emisiones de dióxido de azufre, partículas en suspensión y compuestos clorofluorcarbonados, CFC, pero aún subsisten en la misma proporción, o incluso con un aumento, la emisión de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, el óxido nitroso, el ozono y el metano y los problemas de calidad del aire, especialmente en zonas urbanas. La contaminación de las aguas ha sido reducida en zonas puntuales pero aún persiste la contaminación difusa debido a la utilización de abonos nitrogenados. Se ha producido por la llegada de grandes cantidades de nitratos de origen agrario que amenazan con una eutrofización tanto de las aguas continentales como las de las zonas costeras. Las concentraciones de algunos plaguicidas en la capa freática superan también con frecuencia las concentraciones máximas autorizadas en la Unión Europea. Se ha disminuido la emisión de aguas residuales en las zonas costeras así como la emisión de metales pesados y residuos radioactivos aunque la situación de peligro aún subsiste en el Mediterráneo, Mar del Norte y mar Báltico. La degradación del suelo ha experimentado una ligera mejoría debido a la preocupación por la gestión de residuos, el uso de lodos en la agricultura y ciertas medidas, surgidas como consecuencia del análisis del accidente de Seveso, para evitar el riesgo de su degradación por accidentes producidos por algunas actividades industriales. Sin embargo, los suelos se han deteriorado en grandes extensiones por su sobreexplotación, la utilización de pesticidas y herbicidas, produciéndose desertización y erosión en zonas muy amplias. La pérdida de suelo por actividades humanas es entre 10 y 15 veces superior a la provocada por la erosión natural. • El ambiente urbano se ha deteriorado por el conflicto existente entre la demanda de facilidades de transporte de la vida moderna y la calidad del Medio Ambiente. Este conflicto ha dado lugar a congestión de tráfico, contaminación, ruido y pérdida del patrimonio cultural y de los lugares de esparcimiento. El 32% de la población europea está expuesto a altos niveles de ruido provocado por el tráfico. El problema radica en que los avances tecnológicos por si solos no parecen ser capaces de proporcionar una solución sostenible. Por otra parte, los intentos de reducir el volumen de tráfico local promoviendo soluciones alternativas y aumentando la concienciación de los ciudadanos sobre el impacto de su comportamiento en la movilidad local, no han resultado positivos. • La gestión de las grandes cantidades de residuos que se generan en la Comunidad no ha alcanzado el grado de progreso que hubiese sido deseable. Las diferentes directivas sobre residuos en general y sobre residuos tóxicos y peligrosos en particular no han sido suficientes para disminuir las cantidades producidas mediante un reciclado adecuado. El problema de los residuos afecta no solo al medioambiente sino también al mercado interno. Se ha disminuido la emisión de aguas residuales en las zonas costeras así como la emisión de metales pesados y residuos radioactivos aunque la situación de peligro aún subsiste en diversas zonas. • Se ha realizado un gran esfuerzo por introducir los recursos energéticos renovables. La Comisión ha desarrollado una serie de Directivas para desarrollar energías alternativas renovables y estimular a los países comunitarios a la reducción de concentraciones máximas de las emisiones autorizadas para instalaciones industriales en la Unión Europea. • La conservación de la naturaleza no ha experimentado avance alguno a pesar de la directiva sobre pájaros salvajes y las convenciones de Bonn y Ginebra ya que el incremento de la producción agrícola y el deterioro de las zonas costeras ha hecho disminuir la biodiversidad. Por otra parte los fuegos accidentales declarados en extensas zonas del área mediterránea han destruido grandes espacios naturales. La promoción de zonas recreacionales en alta montaña para fomentar su explotación turística, de una forma no debidamente controlada, está deteriorando la naturaleza. Si se analiza el documento se puede decir, que si bien se ha avanzado en la gestión medioambiental industrial, donde se empezó a legislar hace 20 años, todavía queda bastante por hacer en el sector agrícola donde una política que estimulaba el aumento de la producción, para asegurar el suministro, ha llevado a la generación de excedentes difíciles de colocar en el mercado y a la degradación de las aguas superficiales y subterráneas. Tienen que modificarse los combustibles empleados en la generación eléctrica y en el transporte si no se quiere llegar a emisiones de carbono no aconsejables y con porcentajes de aumento muy superiores a los acordados internacionalmente. No se puede permitir un aumento del turismo de forma incontrolada que deteriore, como lo ha estado haciendo en múltiples casos, el Medio Ambiente, llegando a arrasar zonas costeras. Como regla general se puede decir, que existe una deficiencia notoria en la aplicación de la legislación existente y el cumplimiento forzoso de las normas. En muchos países la aplicación coactiva de las medidas legislativas deja mucho que desear siendo un objetivo difícil de alcanzar. La situación en los países en vías de desarrollo es lógicamente peor. La falta de legislación adecuada, la escasez de medios para aliviar la situación existente y la falta de escrúpulos de los grupos industriales de los países que dirigen la economía mundial, tanto del sector capitalista como del mundo de la economía controlada, junto con la corrupción reinante en las minorías dirigentes y grupos de poder en gran parte de ellos, ha creado una situación que en ciertos casos es insostenible. Deforestaciones masivas, explotaciones de recursos naturales sin respeto para el Medio Ambiente y para toda idea de desarrollo sostenible, instalaciones industriales en las que se ignoran las reglamentaciones medioambientales que regulan las condiciones de operación de esas mismas instalaciones en los países promotores, promociones turísticas en las que en los costes de inversión están incluidas las penalizaciones legales o ilegales por las infracciones urbanísticas y medioambientales que con certeza se van a infringir, etc., son ejemplos que se pueden frecuentemente encontrar. Si prevenir y remediar las infracciones medioambientales no es fácil en los países desarrollados con una estructura jurídico administrativa sólida, en los países subdesarrollados que carecen de ella o está fuertemente corrompida es aún más difícil y, algunas veces, imposible. Según el informe “Perspectivas de Medio Ambiente Mundial” publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente” (PNUMA) en el año 2000 la situación del Medio Ambiente en los países en vías de desarrollo se podría sintetizar con los siguientes datos: • Tierras y alimentos La degradación de suelos en los últimos años se estima en 1.900 millones de hectáreas, de las cuales 500 corresponden a la zona de Asia y Pacífico, 500 a África y 300 a América Latina. La degradación de la tierra en Asia Occidental es un problema grave, en especial los pastizales que son muy importantes para la seguridad alimentaria. La sequía, la mala gestión de los recursos de la tierra, la intensificación de la agricultura, las malas prácticas de riego y una urbanización descontrolada han contribuido a esta situación. La FAO afirma que como consecuencia de esta degradación se producirá una malnutrición crónica en un 11% de la población en Asia Meridional y África Subsahariana (637 millones de personas). • Bosques. En el mundo existen en la actualidad, 3.500 millones de hectáreas de bosque, de las cuales casi la mitad se encuentran en los países en desarrollo. La deforestación persiste en la mayor parte de África, América Latina, Asia y el Pacífico. Solamente América Latina perdió 62 millones de hectáreas entre 1.980 y1.990. Las fuerzas fundamentales que impulsan a la deforestación son la pobreza, la urbanización, las guerras como las del Vietnam, la expansión de las tierras agrícolas y los intereses de las grandes compañías transnacionales. • Recursos hídricos. Los problemas de suministro de agua potable son agudos en África y Asia Occidental. En África 14 países sufren ya estrés hídrico y otros 11 países se encontrarán en las mismas condiciones dentro de unos 25 años. • Contaminación atmosférica. En América Latina la principal fuente antropogénica de emisiones atmosféricas es la deforestación. Algunas partes de la región sufre la contaminación de las zonas industriales y urbanas. Mención especial merece la ciudad de México. En Asia y el Pacífico se ha producido un fuerte incremento de la contaminación por el aumento del uso del carbón y de combustibles con alto contenido de azufre. El problema se agravará en los próximos años con la gran expansión de la industria energética, que utiliza carbón, en China e India. • Zonas urbanas. En los países en desarrollo se ha incrementado la población que se ha desplazado de las zonas rurales a las zonas urbanas. En África solamente el 5% de la población vivía en ciudades al principio de siglo. En 1.995 esta cifra se había elevado al 35 %, con la tasa mayor de crecimiento mundial. La mayor parte del crecimiento demográfico se registra en países en desarrollo y se concentra en las ciudades con los consiguientes incrementos de consumo de alimentos, agua y energía y producción de desechos y emisiones. 5 .NECESIDADES DE DESARROLLO Y EXIGENCIAS MEDIOAMBIENTALES Existen unos grandes temas fundamentales que tienen que considerarse cuidadosamente, cuando se quiere comenzar una política de desarrollo teniendo presente las exigencias medioambientales. Existen otros muchos, que tienen un carácter más local y pueden ser vitales para las personas afectadas. Se va a comenzar exponiendo los más generales, aunque a lo largo del texto también se abordaran los otros. En su enumeración puede parecer que son temas que competen solamente a los elementos gestores de la comunidad, pero, como se irá exponiendo, su resolución o por lo menos su atenuación exige además, primero, una mentalización y después, una participación activa de toda la población en general. Aunque estos temas se analizaran con más extensión posteriormente, ahora se van a indicar sus características más esenciales: • • • • • • El cambio climático. La acidificación del suelo y calidad del aire. La protección de la naturaleza y la biodiversidad. La gestión de los recursos hídricos. La ordenación urbana y racionalización de la ocupación de zonas costeras. La gestión de residuos. Se está produciendo un cambio climático cuya manifestación es un aumento de las temperaturas medias registradas en la superficie terrestre. Paralelamente se ha observado un aumento de la concentración atmosférica de gases llamados de efecto invernadero. Estos gases fundamentalmente son: • • • • Dióxido de carbono producido por la combustión de gas natural, carbón, hidrocarburos líquidos como gasolinas, y gasóleos. Metano que se produzca de las fugas de gas natural, cultivos de arroz o en zonas pantanosas. Oxido de nitrógeno que se puede producir en la combustión a temperaturas elevadas. Sustancias fluorclorocarbonadas frecuentemente empleadas en los sistemas de refrigeración o en los aerosoles. Observatorios astronómicos han detectado un aumento de la actividad solar que pudiera producir un aumento de la temperatura de los planetas más próximos al sol. Es evidente que sobre esta causa no se puede actuar desde un punto de vista de ingeniería. Pero si se puede controlar el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. El CO2 está presente en cualquier proceso de combustión de sustancias que contengan carbono en su molécula. Estas sustancias constituyen hoy día los elementos básicos para la producción de energía eléctrica, la calefacción y el transporte: carbón, petróleo y gas natural. Si se quiere reducir las emisiones de dióxido de carbono sin reducir la producción de energía o limitar el transporte, hay que pensar en otros combustibles substitutivos, como puedan ser los combustibles nucleares, las pilas de combustible o las energías renovables, en aumentar la eficiencia de los sistemas generadores, o en el ahorro de la energía consumida en cada proceso de forma que con la misma cantidad de combustible se pueda producir una energía total mayor. Todos estos procesos de producción de energía o desarrollo de otros nuevos están dentro de las tareas encomendadas a los ingenieros por la sociedad. Las emisiones de metano se pueden reducir ligeramente disminuyendo las pérdidas en las conducciones de este gas. En el momento actual las conducciones más deficientes se encuentran en los países de la Europa oriental, en donde la falta de tecnología se ha unido a una baja gestión de la calidad en la construcción de las instalaciones. Este último tema, la falta de calidad junto con la inexistencia de un mantenimiento apropiado, constituye un motivo muy justificado de alarma extensible a prácticamente casi todas las instalaciones industriales de la antigua Unión Soviética. Las emisiones de metano también pueden reducirse mejorando las prácticas en la agricultura y ganadería. Los óxidos de nitrógeno se pueden reducir mejorando los procesos de combustión. La emisión de substancias fluorclorocarbonadas se están controlando, regulando y restringiendo su uso. La acidificación se debe fundamentalmente a la combustión de los combustibles fósiles en la producción de energía eléctrica, calefacción y transporte. El azufre contenido en carbones e hidrocarburos y otras impurezas productos de la combustión dan lugar a la formación de sustancias acidificantes tales como los óxidos de azufre, el amoniaco, partículas orgánicas volátiles. Este proceso afecta a la salud humana y la producción agrícola y forestal. Existen nuevas tecnologías que reducen las emisiones de estos gases ácidos. Es necesario evaluarlas y aplicarlas a los sistemas actuales de producción sin que la eficiencia de los sistemas se vea afectada. Nuevamente esta tarea entra en el campo específico de la ingeniería La gestión de los recursos hídricos es esencial en toda política medioambiental. La calidad del agua es un índice de la calidad del medioambiente. El consumo de agua de la Comunidad ha aumentado en los últimos años un 35% en un período de 15 años y el consumo mundial se multiplicó por seis entre 1900 y 1995. Es necesario evitar la contaminación de las aguas subterráneas y superficiales asegurando el suministro sin restricciones para las generaciones futuras. El 70% de la población de la Unión Europea vive en zonas urbanas, que ocupan aproximadamente el 25% de todo el territorio, en donde los problemas ambientales están afectando a la calidad de vida de los ciudadanos. Unos 3.000 millones de personas, es decir la mitad de la población mundial, viven en zonas urbanas. Esta concentración demográfica esta produciendo una densidad de tráfico viario que muchas veces colapsa la circulación produciendo niveles de concentración de contaminantes que sobrepasan los valores considerados como permisibles por la OMS. Esta población origina cantidades crecientes de residuos sólidos y de residuos líquidos que son precisos en primer lugar minimizar y en segundo eliminar. La expansión de las ciudades por un aumento de la emigración de las zonas rurales produce la invasión de zonas naturales que a veces constituye un verdadero atentado contra al Medio Ambiente. La gestión de los residuos sólidos, líquidos y gaseosos tanto de las zonas urbanas como de las zonas industriales es un problema que es necesario abordar a todos los niveles. Se ha tomado conciencia del problema pero no se han impuesto soluciones generalizadas. Las medidas adoptadas no han conseguido estabilizar su producción ni peligrosidad. El reciclado de algunas fracciones se realiza con éxito en algunos países pero no con la rapidez suficiente para reducir la producción total de los residuos reciclados. En muchos países se han creado programas de producción limpia para transformar la industria, especialmente la pequeña y mediana empresa, de forma que consuma menos energía, ahorre agua y contamine menos. Aún queda mucho por hacer y es necesario habilitar recursos para que esto sea una realidad y mentalizar, al mismo tiempo, a grandes sectores de la producción. La existencia de los problemas mencionados anteriormente, ha despertado la preocupación de los legisladores europeos, que han ido elaborando en los últimos años una legislación medioambiental exhaustiva, a veces demasiado prolija, y en general poco eficaz. Se esta pensando seriamente en simplificar las disposiciones vigentes, dotándolas de mayor coherencia y buscando sobre todo su eficacia a la hora de las aplicaciones. En muchos países las regulaciones establecidas en la ley se ven transgredidas por disposiciones transitorias que tratan de mantener situaciones que vulneran claramente lo legislado, disposiciones que son permisivas con las transgresiones existentes por la dificultad de acabar con ellas. Con frecuencia, estas situaciones transitorias persisten más tiempo del que la conservación sostenible del Medio Ambiente requeriría. Como resumen de lo expuesto se podría representar en el cuadro adjunto una correlación entre actividades que se desarrollan en la sociedad actual y la importancia del impacto medioambiental y la escala en que producen. De esa forma se podrían visualizar los campos en los que los ingenieros pueden contribuir activamente a mantener un desarrollo sostenible escala global Cambio climático Capa de ozono transfronterizo Acidificación Otros contaminantes escala regional Gestión residuos Calidad aguas Ambiente urbano Riesgo Zonas costeras y marítimas Naturaleza y Biodiversidad Impacto Poca relevancia * Relevante ** muy relevante *** energía transporte industria *** * *** * *** *** ** * * * *** *** *** *** * ** *** *** * * *** ** ** *** ** * *** ** *** *** ** *** * *** * ** ** ** ** * ** *** ** *** *** ** ** ** agricultura y bosques *** turismo ** 6. IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN UNIVERSITARIA EN UNA GESTIÓN ADECUADA DEL DESARROLLO SOSTENIBLE. El desarrollo sostenible no se puede alcanzar si no existe una información y una formación adecuada de los distintos estamentos que constituyen la sociedad: las autoridades supranacionales, las autoridades nacionales, regionales y locales, los gestores de la empresa pública y privada y el público en general. Pero existe un núcleo en el que esta formación es esencial por su posterior influencia en el desarrollo de la sociedad: la enseñanza en todos sus niveles y en especial la universitaria. Las universidades forjan a las generaciones futuras de ciudadanos en todos los campos de la investigación tanto tecnológica como humana y social. No se podrían alcanzar los objetivos de un desarrollo sostenible si las universidades no adoptan un liderazgo en la educación de la sociedad, en la importancia de evitar la degradación ambiental como medio de conseguir un mundo más justo y sostenible. El Consejo de Europa en su reunión de Junio del 2001 afirmaba que el desarrollo sostenible no es una elección, es un imperativo. Para ello es necesario la Universidad acepte el reto. Muchos profesores universitarios transmiten conocimientos a sus alumnos para ser excelentes profesionales, pero no se sienten implicados en la preocupación social por la gestión sostenible del planeta y de la importancia que puedan tener estos principios en las actividades futuras de los que hoy son estudiantes. La incorporación del concepto de responsabilidad ambiental en el desarrollo profesional de licenciados e ingenieros tiene una importancia capital para lograr que la sociedad tenga un desarrollo sostenible. Se han celebrado numerosas reuniones internacionales en las que se ha resaltado la importancia de una educación para la sostenibilidad en el ámbito educativo y universitario ( Programa MAB de la UNESCO, 1962; informe del Club de Roma, 1971; Carta de Belgrado, 1971; Reunión internacional de Expertos en EA de Paris, 1982; Congreso de Moscú, 1987, Conferencia de Río, 1992; Congreso Mundial sobre EA y Comunicación en Ambiente y Desarrollo de Toronto, 1992; Conferencia de Tesalónica, 1997: Conferencia Mundial sobre Desarrollo Sostenible de Johannesburgo, 2002. El impulso de la formación universitaria en desarrollo sostenible fue iniciado en la reunión de Bradford en 1995 organizada por Asociación Europea de Universidades (CRE) y el European Research and Training Centre on Environmental Education (ERTCEE). El objetivo de la reunión era el de “introducir el desarrollo sostenible a nivel universitario” de acuerdo con la Carta firmada por 212 rectores de las universidades europeas en 1993. El programa COPERNICUS (COoperation Programme in Europa for Research on Nature and Industry trough Co-ordinated Universities Studies) es un programa de La CRE que tiene como objetivo impulsar un conocimiento mejor de las interacciones del hombre y el medio ambiente en acciones conjuntas de las universidades y de otros sectores de la sociedad que pudieran estar implicados. Para ello propone: • Incorporar la perspectiva medioambiental en la educación universitaria ayudando a desarrollar el materia pedagógico necesario • • Estimular y coordinar proyectos de investigación multidisciplinares Diseminar los resultados de la investigación y de los hechos empíricos a los niveles de gestión económica y política La creación de un Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) discutido en la Sorbona (1998) y en Bolonia (1999) inicia la convergencia de los sistemas nacionales europeos de enseñanza superior antes del año 2010. La conferencia de Berlín (2003) de los Ministros Europeos de la Educación Superior, reafirman la dimensión social del proceso de Bolonia e incluyen las conclusiones de los Consejos Europeo de Lisboa (2000) y de Barcelona (2002) que proponen hacer la economía más competitiva por un conocimiento más dinámico del crecimiento económico sostenible. Para ello es necesario introducir en el mercado del trabajo, profesionales capaces de desarrollar su actividad de forma coherente con los principios del desarrollo sostenible. Muchas instituciones de educación superior están preocupadas por la introducción curricular de una forma eficiente de este principio. Pero en el momento actual no muchas ofrecen resultados satisfactorios. Se podrían concretar, según Leal Filho (2000) , algunos inconvenientes que podrían existir para la consecución de esta idea: • • • • • La sostenibilidad no es una asignatura equiparable a cualquier otra del currículo existente en los programas de estudio La sostenibilidad aparece como parte de un discurso político mas que como un principio dinamizador La sostenibilidad es un concepto muy amplio que se diluye muchas veces en vaguedades sin concreción La sostenibilidad es campo muy nuevo que todavía no ha penetrado en amplios sectores de la sociedad incluso universitaria La sostenibilidad aparece como una moda mal utilizada a veces por ciertos grupos de la sociedad