Introducción al desarrollo sostenible por Julio Montes

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1. DESARROLLO SOSTENIBLE
Los ingenieros son actores del presente y constructores del futuro por sus diseños de
procesos y productos, su gestión de los sistemas técnicos y sus innovaciones. Para ello
es necesario que estén inmersos en los problemas y desafíos que surgen en la sociedad
actual para poder colaborar con otros profesionales en su solución.
Existe conciencia de que la sociedad actual consume sus recursos naturales a un ritmo
que puede amenazar su existencia, genera residuos sólidos y gaseosos que los
ecosistemas naturales no pueden absorber sin quedar afectados y como consecuencia se
producen escenarios de desequilibrio entre las generaciones actuales y de incertidumbre
para las generaciones futuras.
Es preciso realizar cambios en el desarrollo de la sociedad industrial para conseguir que
sea equilibrado, pero estos nuevos enfoques no pueden ser radicales. Hay que
reconciliar la forma de vida actual con los cambios que son precisos introducir. El
ingeniero debe tomar conciencia desde el comienzo de su formación del papel que sus
conocimientos de la tecnología puede significar en esas necesidades de cambio que la
sociedad actual precisa. Y la Universidad como responsable de la formación de los
futuros profesionales tiene la obligación de hacerse eco de las necesidades del mundo
actual y sus proyecciones futuras.
Las distintas corrientes de opinión que recogen estas inquietudes, analizan los riesgos
de la estructura de la presente sociedad industrial y ofrecen alternativas para su
mitigación, se presentan en lo que se llama desarrollo sostenible.
Desde la
Conferencia de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y Desarrollo de 1992, el
término “desarrollo sostenible” se ha introducido en la terminología de todos los
documentos de gobierno del mundo occidental, se ha hecho popular. Sin embargo el
concepto de sostenibilidad no es nuevo, aparece ya en 1713 en cierta literatura referido
al mantenimiento de los bosques como forma de evitar la deforestación por una
sobreexplotación.
La historia moderna del concepto de desarrollo sostenible, a grandes rasgos, es la
siguiente.
∗ En 1972 el Club de Roma publica un documento titulado “Límites al Crecimiento”
en el que se indica que los recursos naturales son limitados y su consumo creciente e
indiscriminado necesariamente va a representar un condicionamiento al crecimiento
económico que el mundo estaba experimentando en esos días.
∗ En 1980 aparece el término desarrollo sostenible por primera vez en el contexto de
la Estrategia de Conservación del Mundo.
∗ En el año 1987 la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo
publicó un informe titulado “Nuestro mundo futuro” o Informe Brundtland en el
que se introdujo el concepto de desarrollo sostenible o sostenido que ha servido de
base para fijar la pauta a las acciones de los gobiernos y ciudadanos responsables.
Según el informe Brundtland, el desarrollo sostenible es aquel que atiende las
necesidades del mundo presente sin poner en peligro la posibilidad de que futuras
generaciones puedan atender las suyas. El concepto de sostenibilidad implica que la
actividad económica y tecnológica no puede continuar funcionando bajo el lema de
“pase lo que pase las acciones continúan”. Es necesario establecer un desarrollo que
pueda contribuir al bienestar de toda la sociedad actual pero sin hipotecar el de las
generaciones futuras.
∗ En 1992 la Conferencia de Naciones Unidas para el Medio
Ambiente y el Desarrollo celebrada en Río de Janeiro establece una
relación ambivalente entre desarrollo sostenible y los peligros de la
agresión continua que estaba sufriendo el Medio Ambiente por las
actividades humanas, indicando la necesidad de poner limitaciones a
las emisiones de gases de efecto invernadero.
La “sostenibilidad” se ha convertido en objetivo planetario al que ahora se
adhieren prácticamente todos los países, la familia de organizaciones que constituyen
las Naciones Unidas, el Banco Mundial y la Unión Europea. En julio de 1989 dirigentes
del Grupo de los Siete, formado por los países más industrializados, reclamaron la
pronta adopción, a escala mundial, de políticas basadas en el desarrollo sostenible. La
sostenibilidad del sistema occidental de producción y consumo está en entredicho como
se puede comprobar examinado dos temas: la crisis medioambiental y las desigualdades
económicas.
2. SOSTENIBILIDAD ECOLÓGICA, ECONÓMICA Y SOCIAL
La idea de sostenibilidad se puede contemplar, y lo que es más importante
materializar, desde distintas perspectivas, dependiendo de la especialización o
inquietudes del grupo que la considere. A continuación se va a presentar una visión del
desarrollo sostenible desde una perspectiva ecológica, social o económica. Como se va
a comprobar los tres puntos de vista son básicamente coincidentes en su fin último,
únicamente representan estrategias diferentes para conseguir este fin.
2.1. Sostenibilidad ecológica
Desde un punto de vista ecológico la sostenibilidad se aplica a la estabilidad de los
sistemas físicos y biológicos, en especial a la viabilidad de subsistemas que son
críticos para la estabilidad del sistema global, e implica:
a) Mantener el capital natural constante teniendo presente:
La utilización de recursos.
No se puede consumir un recurso renovable, que no pueda
regenerarse en el mismo periodo en el que se consume (producción
sostenible) Por ejemplo el agotamiento de la tierra por producción
agrícola intensiva, o el aprovechamiento del agua de un acuífero no
recargable.
No puede consumirse un recurso no renovable que no pueda
sustituirse en el mismo período por un recurso renovable cuya
función sea equivalente al recurso que se está agotando. De una
forma extensiva se puede decir que la utilización de recursos no
renovables debe estar necesariamente
acompañada de la
generación de un recurso alternativo, que pueda ser utilizado por
generaciones futuras. El consumo creciente de hidrocarburos
líquidos o gaseosos no puede proseguirse de forma indefinida si no
se buscan alternativas económicas que permitan su substitución
gradual antes de llegar a su agotamiento.
La capacidad de carga de la Naturaleza.
No se puede seguir depositando en la Naturaleza residuos
resultantes de la actividad humana, como pueden ser los residuos
sólidos urbanos, los residuos radiactivos, los gases contaminantes y
de efecto invernadero o los residuos industriales, sin tener la
seguridad de que no pueden producir daño alguno en el momento
actual o lo pudieran ser para las generaciones venideras.
b) Capacidad de asimilación ecológica.
Se debe comprobar que en toda actividad humana no se
sobrepasen los límites de asimilación ecológica, es decir que no
exista un impacto ambiental remanente, como está resultando de la
urbanización incontrolada de zonas litorales o la acumulación de
gases de efecto invernadero. Hay que asegurar, por ejemplo, que la
construcción de un embalse no va a alterar el sistema hidrogeológico
de la zona.
c) Protección de las especies de los ecosistemas.
Se debe proteger la biodiversidad que existe en la Naturaleza. El
nivel de invasión del hábitat de la vida silvestre es notable y la
extinción de especies que frecuentemente se ocasiona, como
consecuencia de esa invasión, tiene una evolución creciente. Se
estima que anualmente se destruyen 168.000 km2 de bosque tropical.
La destrucción de estos bosques puede suponer, según estimaciones
autorizadas, la extinción anual de 150.000 especies.
Se deben erradicar los monocultivos creados de forma artificial
que frecuentemente suponen un beneficio económico de forma
inmediata para el explotador, pero que en un plazo más o menos
corto representan una degradación de la Naturaleza.
d) Consideración de los ciclos de vida naturales materiales.
En toda actividad humana se debe considerar el ciclo completo
de todos los procesos relacionados con ella para poder analizar las
consecuencias reales de esa actividad. La producción de energía
eléctrica a partir de carbón es una parte de un ciclo que comprende la
extracción del carbón de la mina, su transporte, su combustión y la
producción de residuos sólidos y gaseosos. La situación ideal
tendría que corresponder a un impacto ambiental global nulo del
ciclo de vida. No se puede estimular la utilización de lámparas
eléctricas de bajo consumo sin antes analizar la energía que se
invierte en su producción y en la extracción de las materias primas
necesarias para su fabricación.
2.2 Sostenibilidad social
Desde un punto de vista social, la sostenibilidad supone la
estabilidad de los sistemas sociales y culturales, en especial la
preservación de la diversidad cultural en la tierra y en el uso de las
prácticas de sostenibilidad de las culturas menos dominantes e implica:
a) Equidad
Equidad intrageneracional.
Se deben satisfacer las necesidades básicas de toda la población
mundial. El 20% de la población de los países pobres carece de los
recursos indispensables para cubrir sus necesidades básicas: alimentos,
vivienda, agua potable, servicios sanitarios.
Deben desaparecer las dificultades internas y externas que
todos los pueblos tengan fácil acceso a los recursos naturales y
financieros y evitar que estos recursos se dediquen a enriquecer a unos
privilegiados o a adquirir bienes que no van a contribuir al bienestar de
la sociedad. Es demencial que la explotación del petróleo descubierto
en ciertas regiones subdesarrolladas se emplee en la compra de armas o
acumular capital en manos de unos pocos, mientras que parte de su
población se muere de hambre o vive en condiciones infrahumanas.
Se deben canalizar los excedentes mundiales en favor de las
Naciones menos desarrolladas haciendo que desaparezcan las causas
que imposibilitan una distribución justa.
Equidad intergeneracional.
Cada generación tiene la obligación de dejar a las generaciones futuras
unas condiciones de vida, como mínimo equivalentes a las que
actualmente disfruta. No se pueden generar residuos al ritmo actual sin
tener una razonable certeza de que no se está comprometiendo el
equilibrio ecológico de las generaciones futuras.
b) Suficiencia.
Debe disminuir el nivel de consumo de recursos naturales de los
países desarrollados. Hay que evolucionar hacia un tipo de producción
menos intensa en el consumo de recursos naturales. El fomento de esta
tendencia contribuirá efectivamente a la transición hacia la
sostenibilidad.
Tienen que desarrollarse modelos de consumo y estilos de vida
sostenibles. Para mantener las formas actuales de vida tendrían que
aplicarse todas las medidas técnicas disponibles para evitar la
producción y posterior incorporación de residuos a la naturaleza,
aumento de la eficiencia energética, gestión sostenible de los bosques,
explotación agrícola que deje intactas las características edafológicas
del suelo, urbanizaciones ecológicamente proyectadas y construidas,
edificios bioclimáticos y otras consideraciones equivalentes. La
alternativa es modificar radicalmente la forma de vida actual,
posiblemente con disminución de las ventajas que representa la
sociedad del bienestar, lo que es muy difícil sobre todo para los grupos
sociales que se le han incorporado recientemente.
c) Igualdad de oportunidades de participación en todas las áreas
sociales.
2.3 Sostenibilidad económica
La sostenibilidad económica está basada en el máximo flujo de beneficios
que pueden generarse con la misma cantidad de recursos o capital e implica:
a) Desarrollo de la economía con restricciones ecológicas.
Los principios y leyes de la ecología deben ser aplicados a la economía.
Se deben introducir ciclos de los materiales en los procesos de
producción y consumo, de forma que
no se produzca una
acumulación de residuos y se evite el uso innecesario de recursos
naturales.
b) Economía estacionaria.
La economía basada en la utilización de materiales y de energía tiene
que ser considerada como un subsistema de la ecoesfera. Tiene que
reducirse radicalmente el crecimiento basado en un aumento del
consumo energético o de materias primas que implique un detrimento del
ecosistema tierra.
El consumo de los recursos naturales se reducirá extendiendo la vida de
los ciclos de los productos. Hoy día, la explotación de las minas de hierro
se ha reducido por la reutilización de la chatarra férrica, la explotación de
los bosques se ha reducido por el reciclaje del papel.
c) Evaluación de los recursos naturales.
La explotación de los recursos naturales debe mantenerse en un nivel
como mínimo constante.
Debe modificarse el sistema de indicadores económicos para que
incluyan el deterioro o las mejoras que se introducen en el medioambiente.
Se deben habilitar instrumentos económicos y políticos, tales como las
ecotasas, para conservación del capital natural.
3. INTERRELACIONES ENTRE LOS TRES TIPOS DE SOSTENIBILIDAD
Se podrían representar las relaciones entre los diferentes tipos de desarrollo
sostenido mencionados anteriormente, mediante el siguiente esquema, en donde se
indican las interrelaciones mutuas y su complementariedad. El decantarse por uno de
los extremos sin considerar los otros dos significaría un desarrollo sostenido
desequilibrado a nivel mundial.
•
•
Distribución de renta
Empleo
-Evaluación ambiental
-Valorización
•
-Internalización de costes
Asistencia
regulada
• Participación popular
•
•
Consulta
Pluralismo
Después de las consideraciones anteriores cabe preguntarse si el desarrollo
sostenible, que, en conjunto, representa una ventaja neta para los países desarrollados,
puede ser el motor para el desarrollo de los países subdesarrollados que aún se
esfuerzan por conseguir alimentación, vestido y cobijo adecuados. Es decir, si de
acuerdo con las ideas expuestas se puede remediar la pobreza masiva existente en el
mundo. La reducción de la intensidad de producción física por unidad monetaria de
algunos países desarrollados puede representar un avance para ellos, pero cabe la duda
de que esa reducción incremente el bienestar del resto de los países. El mercado, en
general no distribuye equitativamente la riqueza, necesita de un control o compresión
externa a él mismo, ya que el proceso de distribución de los beneficios económicos es
un proceso conflictivo que hay que controlar externamente. El mercado libre no
significa automáticamente una competencia en igualdad, se requieren inversiones
masivas en capital humano y tecnológico en los países menos desarrollados.
La situación de la humanidad plantea un gran dilema: por un lado, se tiene
la urgencia de potenciar el desarrollo económico para cubrir las necesidades de la
población humana, que actualmente malvive en porcentaje elevado. Por otro lado,
empiezan a aparecer síntomas de una “crisis ecológica” causada por la actividad
humana. El dilema es cómo cubrir las necesidades de una humanidad necesitada sin
exceder los límites ecológicos. Esperar que los países pobres reduzcan o detengan su
desarrollo, un desarrollo que precisamente tiende a ir muy unido al crecimiento de la
producción material y al crecimiento del consumo de recursos naturales, no es ético
aunque pueda ser útil para el Medio Ambiente.
Es necesario que los países desarrollados, cuyo bienestar material puede
soportar un alto en su progreso, e incluso un retroceso en el crecimiento físico, tomen la
delantera. Son ellos los que en su mayor parte han motivado el crecimiento insostenible
de la sociedad. Se puede decir que han contraído una “deuda ecológica” con el planeta
El desarrollo de los países desarrollados debe ser necesariamente sostenible, para
liberar recursos que preserve el Medio Ambiente tanto en su función de fuente de
recursos como de receptora de residuos. El reto es difícil, pero es un hecho positivo que
al menos el mundo ha tomado conciencia del problema. Y junto a posiciones
maximalistas con fuertes tintes demagógicos, existen políticas realistas que permiten
mirar con cierto optimismo el futuro. No se trata de
salvaguardar el Medio Ambiente, sino de extender
bienestar al mayor número de personas sin deteriorar
Ambiente, de organizar colectivamente una forma
consumir sin depredar.
volver a un primitivismo para
el ámbito de la sociedad del
de forma irreversible el Medio
de trabajar sin expoliar, de
Es indudable que no se va a cambiar el rumbo de la política mundial de la
noche a la mañana. Pero se percibe una corriente de cambio y una predisposición a
revisar estructuras contrarias a las ideas básicas del desarrollo sostenible. La pobreza en
el mundo se entiende como una falta de “desarrollo”, como una especie de “retraso
histórico” de algunos países en un camino hacia la prosperidad económica, convirtiendo
la lucha contra la pobreza en la lucha para el “desarrollo”. Precisamente la aplicación
de este concepto al campo ecológico ha movido a la revisión de muchas posiciones. Si
la población actual, unos 6.000 millones de habitantes, produjese y consumiese de la
misma forma que lo hace el mundo desarrollado, se puede decir que en pocos años el
sistema económico quedaría colapsado por falta de recursos naturales. Y los niveles de
contaminación alcanzarían cotas insospechadas, dejando un mundo hipotecado a las
generaciones futuras. Se plantea la necesidad de hallar modelos nuevos de producción
y de consumo que sean viables para todos, ahora y en el futuro.
En el cuadro que se adjunta a continuación se presentan los diferentes
criterios de sostenibilidad aplicados a los elementos más esenciales para el desarrollo de
un pueblo siguiendo las pautas indicadas en la publicación del Programa de Naciones
Unidas para el Medio Ambiente que se referencia en la bibliografía.
Sostenibilidad
económica
Sostenibilidad social
Sostenibilidad
ambiental
Garantizar el abastecimiento y el uso Garantizar el acceso de todos los
eficiente del agua para el desarrollo ciudadanos a los servicios de
agrícola, industrial, urbano y rural.
abastecimiento de agua potable para uso
doméstico y para la agricultura
sostenible.
Garantizar la protección de las
cuencas hidrográficas, los acuíferos
y los recursos de agua dulce
racionalizando su utilización.
Alimentos
Aumentar la productividad y la
producción agrícolas para garantizar
la seguridad alimentaria y las
exportaciones a nivel regional.
Aumentar
la productividad y la
rentabilidad de la agricultura en
pequeña escala y garantizar una
alimentación mínima para toda la
población.
Garantizar la sostenibilidad de la
explotación por el hombre de la
tierra, los bosques, la fauna y las
aguas.
Salud
Aumentar los servicios de atención Hacer
cumplir
las
normas
preventiva de la salud y la higiene y medioambientales para salvaguardar la
seguridad en el trabajo.
salud y garantizar unos servicios de
atención sanitaria primaria a toda la
población.
Garantizar las condiciones de
aceptabilidad de las emisiones a la
atmósfera, al agua y la tierra y el uso
adecuado de la biotecnología.
Agua
Vivienda y
servicios
Energía
Garantizar el uso de recursos para Garantizar el acceso de toda la Garantizar el uso sostenible de los
utilización de viviendas dignas y población
a viviendas dignas y espacios naturales y de los núcleos
sistemas de transporte adecuados.
servicios a coste razonable.
urbanos y suburbanos y de los
desarrollos turísticos.
Garantizar el suministro adecuado de
energía de forma sostenible para el
desarrollo industrial, el transporte y
las necesidades domésticas.
Garantizar el acceso a suministros de
energía que satisfagan las necesidades
de toda la población a costes
razonables.
Reducir las emisiones de los
combustibles fósiles propiciando el
desarrollo y uso económico de las
energías renovables.
Educación
Garantizar los recursos necesarios Garantizar el acceso a una educación
para la educación de todos los adecuada que permita el desarrollo
niveles de la sociedad en condiciones integral de la persona humana.
de igualdad.
Incorporar
la
educación
medioambiental en todos los niveles
educativos con carácter formativo
básico para crear una conciencia
medioambiental en todos los
sectores de la sociedad.
Ingresos
Aumentar la eficiencia económica, el
desarrollo y las oportunidades de
empleo en todos los sectores de la
sociedad.
Garantizar el uso sostenible de los
recursos naturales para el desarrollo
de los pueblos en los sectores
estructurados y no estructurados de
la economía.
4.
Promover las iniciativas para la
creación de un tejido productivo que
garantice unos ingresos mínimos
acordes con las características de la
sociedad en donde se desarrollan.
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN DE SOSTENIBILIDAD
MEDIOAMBIENTAL LA SOCIEDAD ACTUAL
La Unión Europea publicó un documento en 1996 titulado “Hacia un
desarrollo sostenible” que merece la pena tener presente y comentar para percibir una
perspectiva del estado del medioambiente como parte de una estrategia para un
desarrollo sostenible en la Comunidad. El documento corresponde a un análisis de los
logros alcanzados en un programa de acción de la Comunidad lanzado en 1992 en el
que se describía la necesidad de un planteamiento ambicioso, coherente y eficaz para
que el desarrollo sea sostenible tomando esencialmente como base los aspectos
medioambientales.
El documento comienza afirmando que la estrategia para el futuro no se
puede establecer sin analizar la situación actual. De este estudio resulta que los grandes
problemas medioambientales y su situación en ese momento presente era la siguiente:
•
•
•
La contaminación atmosférica ha sido reducida al disminuir las emisiones
de dióxido de azufre, partículas en suspensión y compuestos
clorofluorcarbonados, CFC, pero aún subsisten en la misma proporción, o
incluso con un aumento, la emisión de gases de efecto invernadero como el
dióxido de carbono, el óxido nitroso, el ozono y el metano y los problemas
de calidad del aire, especialmente en zonas urbanas.
La contaminación de las aguas ha sido reducida en zonas puntuales pero
aún persiste la contaminación difusa debido a la utilización de abonos
nitrogenados. Se ha producido por la llegada de grandes cantidades de
nitratos de origen agrario que amenazan con una eutrofización tanto de las
aguas continentales como las de las zonas costeras. Las concentraciones de
algunos plaguicidas en la capa freática superan también con frecuencia las
concentraciones máximas autorizadas en la Unión Europea. Se ha
disminuido la emisión de aguas residuales en las zonas costeras así como la
emisión de metales pesados y residuos radioactivos aunque la situación de
peligro aún subsiste en el Mediterráneo, Mar del Norte y mar Báltico.
La degradación del suelo ha experimentado una ligera mejoría debido a la
preocupación por la gestión de residuos, el uso de lodos en la agricultura y
ciertas medidas, surgidas como consecuencia del análisis del accidente de
Seveso, para evitar el riesgo de su degradación por accidentes producidos
por algunas actividades industriales. Sin embargo, los suelos se han
deteriorado en grandes extensiones por su sobreexplotación, la utilización de
pesticidas y herbicidas, produciéndose desertización y erosión en zonas muy
amplias. La pérdida de suelo por actividades humanas es entre 10 y 15 veces
superior a la provocada por la erosión natural.
•
El ambiente urbano se ha deteriorado por el conflicto existente entre la
demanda de facilidades de transporte de la vida moderna y la calidad del
Medio Ambiente. Este conflicto ha dado lugar a congestión de tráfico,
contaminación, ruido y pérdida del patrimonio cultural y de los lugares de
esparcimiento. El 32% de la población europea está expuesto a altos niveles
de ruido provocado por el tráfico. El problema radica en que los avances
tecnológicos por si solos no parecen ser capaces de proporcionar una
solución sostenible. Por otra parte, los intentos de reducir el volumen de
tráfico local promoviendo soluciones alternativas y aumentando la
concienciación de los ciudadanos sobre el impacto de su comportamiento en
la movilidad local, no han resultado positivos.
•
La gestión de las grandes cantidades de residuos que se generan en la
Comunidad no ha alcanzado el grado de progreso que hubiese sido deseable.
Las diferentes directivas sobre residuos en general y sobre residuos tóxicos
y peligrosos en particular no han sido suficientes para disminuir las
cantidades producidas mediante un reciclado adecuado. El problema de los
residuos afecta no solo al medioambiente sino también al mercado interno.
Se ha disminuido la emisión de aguas residuales en las zonas costeras así
como la emisión de metales pesados y residuos radioactivos aunque la
situación de peligro aún subsiste en diversas zonas.
•
Se ha realizado un gran esfuerzo por introducir los recursos energéticos
renovables. La Comisión ha desarrollado una serie de Directivas para
desarrollar energías alternativas renovables y estimular a los países
comunitarios a la reducción de concentraciones máximas de las emisiones
autorizadas para instalaciones industriales en la Unión Europea.
•
La conservación de la naturaleza no ha experimentado avance alguno a
pesar de la directiva sobre pájaros salvajes y las convenciones de Bonn y
Ginebra ya que el incremento de la producción agrícola y el deterioro de las
zonas costeras ha hecho disminuir la biodiversidad. Por otra parte los fuegos
accidentales declarados en extensas zonas del área mediterránea han
destruido grandes espacios naturales. La promoción de zonas recreacionales
en alta montaña para fomentar su explotación turística, de una forma no
debidamente controlada, está deteriorando la naturaleza.
Si se analiza el documento se puede decir, que si bien se ha avanzado en la gestión
medioambiental industrial, donde se empezó a legislar hace 20 años, todavía queda
bastante por hacer en el sector agrícola donde una política que estimulaba el aumento de
la producción, para asegurar el suministro, ha llevado a la generación de excedentes
difíciles de colocar en el mercado y a la degradación de las aguas superficiales y
subterráneas. Tienen que modificarse los combustibles empleados en la generación
eléctrica y en el transporte si no se quiere llegar a emisiones de carbono no
aconsejables y con porcentajes de aumento muy superiores a los acordados
internacionalmente. No se puede permitir un aumento del turismo de forma incontrolada
que deteriore, como lo ha estado haciendo en múltiples casos, el Medio Ambiente,
llegando a arrasar zonas costeras. Como regla general se puede decir, que existe una
deficiencia notoria en la aplicación de la legislación existente y el cumplimiento
forzoso de las normas. En muchos países la aplicación coactiva de las medidas
legislativas deja mucho que desear siendo un objetivo difícil de alcanzar.
La situación en los países en vías de desarrollo es lógicamente peor. La falta de
legislación adecuada, la escasez de medios para aliviar la situación existente y la falta
de escrúpulos de los grupos industriales de los países que dirigen la economía mundial,
tanto del sector capitalista como del mundo de la economía controlada, junto con la
corrupción reinante en las minorías dirigentes y grupos de poder en gran parte de ellos,
ha creado una situación que en ciertos casos es insostenible. Deforestaciones masivas,
explotaciones de recursos naturales sin respeto para el Medio Ambiente y para toda
idea de desarrollo sostenible, instalaciones industriales en las que se ignoran las
reglamentaciones medioambientales que regulan las condiciones de operación de esas
mismas instalaciones en los países promotores, promociones turísticas en las que en los
costes de inversión están incluidas las penalizaciones legales o ilegales por las
infracciones urbanísticas y medioambientales que con certeza se van a infringir, etc.,
son ejemplos que se pueden frecuentemente encontrar. Si prevenir y remediar las
infracciones medioambientales no es fácil en los países desarrollados con una estructura
jurídico administrativa sólida, en los países subdesarrollados que carecen de ella o está
fuertemente corrompida es aún más difícil y, algunas veces, imposible.
Según el informe “Perspectivas de Medio Ambiente Mundial” publicado por el
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente” (PNUMA) en el año 2000
la situación del Medio Ambiente en los países en vías de desarrollo se podría sintetizar
con los siguientes datos:
•
Tierras y alimentos La degradación de suelos en los últimos años se estima
en 1.900 millones de hectáreas, de las cuales 500 corresponden a la zona de
Asia y Pacífico, 500 a África y 300 a América Latina. La degradación de la
tierra en Asia Occidental es un problema grave, en especial los pastizales
que son muy importantes para la seguridad alimentaria. La sequía, la mala
gestión de los recursos de la tierra, la intensificación de la agricultura, las
malas prácticas de riego y una urbanización descontrolada han contribuido a
esta situación. La FAO afirma que como consecuencia de esta degradación
se producirá una malnutrición crónica en un 11% de la población en Asia
Meridional y África Subsahariana (637 millones de personas).
•
Bosques. En el mundo existen en la actualidad, 3.500 millones de hectáreas
de bosque, de las cuales casi la mitad se encuentran en los países en
desarrollo. La deforestación persiste en la mayor parte de África, América
Latina, Asia y el Pacífico. Solamente América Latina perdió 62 millones de
hectáreas entre 1.980 y1.990. Las fuerzas fundamentales que impulsan a la
deforestación son la pobreza, la urbanización, las guerras como las del
Vietnam, la expansión de las tierras agrícolas y los intereses de las grandes
compañías transnacionales.
•
Recursos hídricos. Los problemas de suministro de agua potable son agudos
en África y Asia Occidental. En África 14 países sufren ya estrés hídrico y
otros 11 países se encontrarán en las mismas condiciones dentro de unos 25
años.
•
Contaminación atmosférica. En América Latina la principal fuente
antropogénica de emisiones atmosféricas es la deforestación. Algunas partes
de la región sufre la contaminación de las zonas industriales y urbanas.
Mención especial merece la ciudad de México. En Asia y el Pacífico se ha
producido un fuerte incremento de la contaminación por el aumento del uso
del carbón y de combustibles con alto contenido de azufre. El problema se
agravará en los próximos años con la gran expansión de la industria
energética, que utiliza carbón, en China e India.
•
Zonas urbanas. En los países en desarrollo se ha incrementado la población
que se ha desplazado de las zonas rurales a las zonas urbanas. En África
solamente el 5% de la población vivía en ciudades al principio de siglo. En
1.995 esta cifra se había elevado al 35 %, con la tasa mayor de crecimiento
mundial. La mayor parte del crecimiento demográfico se registra en países
en desarrollo y se concentra en las ciudades con los consiguientes
incrementos de consumo de alimentos, agua y energía y producción de
desechos y emisiones.
5 .NECESIDADES DE DESARROLLO Y EXIGENCIAS MEDIOAMBIENTALES
Existen unos grandes temas fundamentales que tienen que considerarse cuidadosamente,
cuando se quiere comenzar una política de desarrollo teniendo presente las exigencias
medioambientales. Existen otros muchos, que tienen un carácter más local y pueden ser
vitales para las personas afectadas. Se va a comenzar exponiendo los más generales,
aunque a lo largo del texto también se abordaran los otros. En su enumeración puede
parecer que son temas que competen solamente a los elementos gestores de la
comunidad, pero, como se irá exponiendo, su resolución o por lo menos su atenuación
exige además, primero, una mentalización y después, una participación activa de toda
la población en general. Aunque estos temas se analizaran con más extensión
posteriormente, ahora se van a indicar sus características más esenciales:
•
•
•
•
•
•
El cambio climático.
La acidificación del suelo y calidad del aire.
La protección de la naturaleza y la biodiversidad.
La gestión de los recursos hídricos.
La ordenación urbana y racionalización de la ocupación de zonas costeras.
La gestión de residuos.
Se está produciendo un cambio climático cuya manifestación es un aumento de las
temperaturas medias registradas en la superficie terrestre. Paralelamente se ha
observado un aumento de la concentración atmosférica de gases llamados de efecto
invernadero. Estos gases fundamentalmente son:
•
•
•
•
Dióxido de carbono producido por la combustión de gas natural, carbón,
hidrocarburos líquidos como gasolinas, y gasóleos.
Metano que se produzca de las fugas de gas natural, cultivos de arroz o en
zonas pantanosas.
Oxido de nitrógeno que se puede producir en la combustión a temperaturas
elevadas.
Sustancias fluorclorocarbonadas frecuentemente empleadas en los sistemas
de refrigeración o en los aerosoles.
Observatorios astronómicos han detectado un aumento de la actividad solar que pudiera
producir un aumento de la temperatura de los planetas más próximos al sol. Es evidente
que sobre esta causa no se puede actuar desde un punto de vista de ingeniería. Pero si se
puede controlar el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero en la
atmósfera.
El CO2 está presente en cualquier proceso de combustión de sustancias que contengan
carbono en su molécula. Estas sustancias constituyen hoy día los elementos básicos
para la producción de energía eléctrica, la calefacción y el transporte: carbón, petróleo
y gas natural. Si se quiere reducir las emisiones de dióxido de carbono sin reducir la
producción de energía o limitar el transporte, hay que pensar en otros combustibles
substitutivos, como puedan ser los combustibles nucleares, las pilas de combustible o
las energías renovables, en aumentar la eficiencia de los sistemas generadores, o en el
ahorro de la energía consumida en cada proceso de forma que con la misma cantidad de
combustible se pueda producir una energía total mayor. Todos estos procesos de
producción de energía o desarrollo de otros nuevos están dentro de las tareas
encomendadas a los ingenieros por la sociedad.
Las emisiones de metano se pueden reducir ligeramente disminuyendo las pérdidas en
las conducciones de este gas. En el momento actual las conducciones más deficientes se
encuentran en los países de la Europa oriental, en donde la falta de tecnología se ha
unido a una baja gestión de la calidad en la construcción de las instalaciones. Este
último tema, la falta de calidad junto con la inexistencia de un mantenimiento
apropiado, constituye un motivo muy justificado de alarma extensible a prácticamente
casi todas las instalaciones industriales de la antigua Unión Soviética. Las emisiones de
metano también pueden reducirse mejorando las prácticas en la agricultura y ganadería.
Los óxidos de nitrógeno se pueden reducir mejorando los procesos de combustión. La
emisión de substancias fluorclorocarbonadas se están controlando, regulando y
restringiendo su uso.
La acidificación se debe fundamentalmente a la combustión de los combustibles
fósiles en la producción de energía eléctrica, calefacción y transporte. El azufre
contenido en carbones e hidrocarburos y otras impurezas productos de la combustión
dan lugar a la formación de sustancias acidificantes tales como los óxidos de azufre, el
amoniaco, partículas orgánicas volátiles. Este proceso afecta a la salud humana y la
producción agrícola y forestal.
Existen nuevas tecnologías que reducen las emisiones de estos gases ácidos. Es
necesario evaluarlas y aplicarlas a los sistemas actuales de producción sin que la
eficiencia de los sistemas se vea afectada. Nuevamente esta tarea entra en el campo
específico de la ingeniería
La gestión de los recursos hídricos es esencial en toda política medioambiental. La
calidad del agua es un índice de la calidad del medioambiente. El consumo de agua de
la Comunidad ha aumentado en los últimos años un 35% en un período de 15 años y el
consumo mundial se multiplicó por seis entre 1900 y 1995. Es necesario evitar la
contaminación de las aguas subterráneas y superficiales asegurando el suministro sin
restricciones para las generaciones futuras.
El 70% de la población de la Unión Europea vive en zonas urbanas, que ocupan
aproximadamente el 25% de todo el territorio, en donde los problemas ambientales
están afectando a la calidad de vida de los ciudadanos. Unos 3.000 millones de
personas, es decir la mitad de la población mundial, viven en zonas urbanas. Esta
concentración demográfica esta produciendo una densidad de tráfico viario que muchas
veces colapsa la circulación produciendo niveles de concentración de contaminantes que
sobrepasan los valores considerados como permisibles por la OMS. Esta población
origina cantidades crecientes de residuos sólidos y de residuos líquidos que son
precisos en primer lugar minimizar y en segundo eliminar. La expansión de las ciudades
por un aumento de la emigración de las zonas rurales produce la invasión de zonas
naturales que a veces constituye un verdadero atentado contra al Medio Ambiente.
La gestión de los residuos sólidos, líquidos y gaseosos tanto de las zonas urbanas
como de las zonas industriales es un problema que es necesario abordar a todos los
niveles. Se ha tomado conciencia del problema pero no se han impuesto soluciones
generalizadas. Las medidas adoptadas no han conseguido estabilizar su producción ni
peligrosidad. El reciclado de algunas fracciones se realiza con éxito en algunos países
pero no con la rapidez suficiente para reducir la producción total de los residuos
reciclados. En muchos países se han creado programas de producción limpia para
transformar la industria, especialmente la pequeña y mediana empresa, de forma que
consuma menos energía, ahorre agua y contamine menos. Aún queda mucho por hacer y
es necesario habilitar recursos para que esto sea una realidad y mentalizar, al mismo
tiempo, a grandes sectores de la producción.
La existencia de los problemas mencionados anteriormente, ha despertado la
preocupación de los legisladores europeos, que han ido elaborando en los últimos años
una legislación medioambiental exhaustiva, a veces demasiado prolija, y en general
poco eficaz. Se esta pensando seriamente en simplificar las disposiciones vigentes,
dotándolas de mayor coherencia y buscando sobre todo su eficacia a la hora de las
aplicaciones. En muchos países las regulaciones establecidas en la ley se ven
transgredidas por disposiciones transitorias que tratan de mantener situaciones que
vulneran claramente lo legislado, disposiciones que son permisivas con las
transgresiones existentes por la dificultad de acabar con ellas. Con frecuencia, estas
situaciones transitorias persisten más tiempo del que la conservación sostenible del
Medio Ambiente requeriría.
Como resumen de lo expuesto se podría representar en el cuadro adjunto
una correlación entre actividades que se desarrollan en la sociedad actual y la
importancia del impacto medioambiental y la escala en que producen. De esa forma se
podrían visualizar los campos en los que los ingenieros pueden contribuir activamente a
mantener un desarrollo sostenible
escala global
Cambio climático
Capa de ozono
transfronterizo
Acidificación
Otros contaminantes
escala regional
Gestión residuos
Calidad aguas
Ambiente urbano
Riesgo
Zonas costeras y
marítimas
Naturaleza y
Biodiversidad
Impacto
Poca relevancia *
Relevante
**
muy relevante ***
energía
transporte
industria
***
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agricultura
y bosques
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turismo
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6. IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN UNIVERSITARIA EN UNA
GESTIÓN ADECUADA DEL DESARROLLO SOSTENIBLE.
El desarrollo sostenible no se puede alcanzar si no existe una información y una
formación adecuada de los distintos estamentos que constituyen la sociedad: las
autoridades supranacionales, las autoridades nacionales, regionales y locales, los
gestores de la empresa pública y privada y el público en general.
Pero existe un núcleo en el que esta formación es esencial por su posterior influencia en
el desarrollo de la sociedad: la enseñanza en todos sus niveles y en especial la
universitaria. Las universidades forjan a las generaciones futuras de ciudadanos en
todos los campos de la investigación tanto tecnológica como humana y social. No se
podrían alcanzar los objetivos de un desarrollo sostenible si las universidades no
adoptan un liderazgo en la educación de la sociedad, en la importancia de evitar la
degradación ambiental como medio de conseguir un mundo más justo y sostenible.
El Consejo de Europa en su reunión de Junio del 2001 afirmaba que el desarrollo
sostenible no es una elección, es un imperativo. Para ello es necesario la Universidad
acepte el reto. Muchos profesores universitarios transmiten conocimientos a sus
alumnos para ser excelentes profesionales, pero no se sienten implicados en la
preocupación social por la gestión sostenible del planeta y de la importancia que
puedan tener estos principios en las actividades futuras de los que hoy son estudiantes.
La incorporación del concepto de responsabilidad ambiental en el desarrollo profesional
de licenciados e ingenieros tiene una importancia capital para lograr que la sociedad
tenga un desarrollo sostenible.
Se han celebrado numerosas reuniones internacionales en las que se ha resaltado la
importancia de una educación para la sostenibilidad en el ámbito educativo y
universitario ( Programa MAB de la UNESCO, 1962; informe del Club de Roma,
1971; Carta de Belgrado, 1971; Reunión internacional de Expertos en EA de Paris,
1982; Congreso de Moscú, 1987, Conferencia de Río, 1992; Congreso Mundial sobre
EA y Comunicación en Ambiente y Desarrollo de Toronto, 1992; Conferencia de
Tesalónica, 1997: Conferencia Mundial sobre Desarrollo Sostenible de Johannesburgo,
2002.
El impulso de la formación universitaria en desarrollo sostenible fue iniciado en la
reunión de Bradford en 1995 organizada por Asociación Europea de Universidades
(CRE) y el European Research and Training Centre on Environmental Education
(ERTCEE). El objetivo de la reunión era el de “introducir el desarrollo sostenible a
nivel universitario” de acuerdo con la Carta firmada por 212 rectores de las
universidades europeas en 1993.
El programa COPERNICUS (COoperation Programme in Europa for Research on
Nature and Industry trough Co-ordinated Universities Studies) es un programa de La
CRE que tiene como objetivo impulsar un conocimiento mejor de las interacciones del
hombre y el medio ambiente en acciones conjuntas de las universidades y de otros
sectores de la sociedad que pudieran estar implicados. Para ello propone:
•
Incorporar la perspectiva medioambiental en la educación universitaria
ayudando a desarrollar el materia pedagógico necesario
•
•
Estimular y coordinar proyectos de investigación multidisciplinares
Diseminar los resultados de la investigación y de los hechos empíricos a los
niveles de gestión económica y política
La creación de un Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) discutido en la
Sorbona (1998) y en Bolonia (1999) inicia la convergencia de los sistemas nacionales
europeos de enseñanza superior antes del año 2010.
La conferencia de Berlín (2003) de los Ministros Europeos de la Educación Superior,
reafirman la dimensión social del proceso de Bolonia e incluyen las conclusiones de los
Consejos Europeo de Lisboa (2000) y de Barcelona (2002) que proponen hacer la
economía más competitiva por un conocimiento más dinámico del crecimiento
económico sostenible.
Para ello es necesario introducir en el mercado del trabajo, profesionales capaces de
desarrollar su actividad de forma coherente con los principios del desarrollo sostenible.
Muchas instituciones de educación superior están preocupadas por la introducción
curricular de una forma eficiente de este principio. Pero en el momento actual no
muchas ofrecen resultados satisfactorios. Se podrían concretar, según Leal Filho (2000)
, algunos inconvenientes que podrían existir para la consecución de esta idea:
•
•
•
•
•
La sostenibilidad no es una asignatura equiparable a cualquier otra del currículo
existente en los programas de estudio
La sostenibilidad aparece como parte de un discurso político mas que como un
principio dinamizador
La sostenibilidad es un concepto muy amplio que se diluye muchas veces en
vaguedades sin concreción
La sostenibilidad es campo muy nuevo que todavía no ha penetrado en amplios
sectores de la sociedad incluso universitaria
La sostenibilidad aparece como una moda mal utilizada a veces por ciertos
grupos de la sociedad
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