Más allá del interregionalismo. El futuro de las relaciones

Anuncio
Más allá del interregionalismo. El futuro de las relaciones entre Europa y América Latina
Author(s): Günther Maihold
Reviewed work(s):
Source: Foro Internacional, Vol. 47, No. 2 (188) (Apr. - Jun., 2007), pp. 269-299
Published by: El Colegio De Mexico
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/27738827 .
Accessed: 30/01/2012 15:40
Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at .
http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp
JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of
content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms
of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected].
El Colegio De Mexico is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Foro
Internacional.
http://www.jstor.org
M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO.
EL FUTURO DE LAS RELACIONES ENTRE
EUROPA Y AM?RICA LATINA
Maihold
G?nther
"Un formato
busca
el estado
describir
sustancia";
actual
esta
frase
breve
las relaciones
de
resulta id?nea
para
so
Una
eurolatinoamericanas.1
mera
revisi?n de los resultados de la ?ltima cumbre celebrada en Viena
el 11 y 12 de mayo de 2006 nos revela que no hubo grandes avances en el
di?logo birregional, aunque -y esto ya es un logro- se lleg? al acuerdo de
iniciar
con
negociaciones
con la Uni?n
do de asociaci?n
de las relaciones
que
los
pa?ses
centroamericanos
Europea
eurolatinoamericanas
el encuentro
de Viena
pudiera
para
armar
un
trata
(UE).2 El temor de los encargados
de los gobiernos participantes, de
en
convertirse
uno
m?s
sin
resultados
tangibles, no se hizo realidad; sin embargo, siguen sin soluci?n muchos te
mas de fondo acerca del futuro de la relaci?n birregional. Estos vac?os a su
a
vez
se deben
dos
naturales"-,
frustradas,3
la ret?rica
una
porque
de
postura
no
se
ya
Europa
que
pod?an
y Am?rica
a esta
llev?
nutrir
las
Latina
?ltima
ser
-afirman
a ver
sus
de
expectativas
"alia
esperanzas
una
conver
gencia casi autom?tica entre las dos regiones.4 La diplomacia de cumbres
al parecer ha tocado fondo, ya que con la ampliaci?n de la UE participan
desde la Cumbre de Guadalajara
de 2004 en la mesa de negociaciones
otros
diez
lo cual
presidentes,
trae
como
consecuencia
que
los avances
de
1
Cf. con respecto al proceso
rencias de C?pula
IberoAmericanas:
de Castro
y Sergio Nabuco
cajr.
Luis Felipe de Seixas Correa,
"As Confe
iberoamericano,
um formato em busca de substancia", en Gelson Fonse
(orgs.), Temas de pol?tica externa brasileira II, vol. I, Sao
1994, pp. 147-165.
Paulo-Brasilia,
funag/ipri,
2Con
"La Cumbre
respecto a los resultados de la Cumbre de Viena, cf.G?nther Maihold,
y la UE: el ?xito relativo de un encuentro de bajas ex
2006, pp. 1-7; y FRIDE, La Cumbre
(ARI, n?m. 602006),
en Viena, Madrid, Democracia
"En Contexto", n?m. 2, 2006, pp. 1-8.
Europeo-Latinoamericana
3
en las relaciones
una nueva
o
agenda
Jorge Heine,
divergencia? Hacia
"?Cooperaci?n
de Viena
entre Am?rica
pectativas", Madrid,
Real
Latina, el Caribe
Instituto Elcano
Estudios
europeo-latinoamericanas",
4
Heine,
op. cit., p. 153 y ss.
Foro Internacional
188,XLVII,
Internacionales,
2007 (2), 269-299
Santiago,
vol. 24, 1999, p. 121.
270
G?nther
Maihold
FI XLVII-2
seados no se consigan tan f?cilmente. Es desde esta mira como se tendr?n
que discutir las futuras direcciones que tanto el formato como los conteni
dos
de
las relaciones
tomar,
que
tengan
birregionales
evitar
para
las
tram
pas de un creciente desinter?s a consecuencia de la inoperatividad de los
mecanismos
y el incumplimiento de las expectativas.
trata de ubicar las deficiencias que aquejan a
El presente documento
en
sus bases conceptuales,
su orgranizaci?n y
las relaciones birregionales
su contenido, tomando en perspectiva tambi?n los intereses nacionales
a los actores del proceso.
que motivan
incluir?n
para
propuestas
la reforma
En el desarrollo
y sugerencias
del argumento
una
para
mayor
se
agili
dad de esta otra relaci?n transatl?ntica que est? perdiendo el inter?s que
le corresponde para la gestaci?n y la gesti?n de la nueva realidad pol?tica
internacional.
La 4a Cumbre Eurolatinoamericana
?NUEVACUMBRE O CUMBRE NUEVA?
en Viena:
La cuarta edici?n de las cumbres birregionales entre Europa, Am?rica Lati
na y el Caribe celebrada en Viena forma parte de las inicitivas de di?logo
las dos regiones. Este proceso representa un inten
pol?tico que mantienen
to de mejorar la relaci?n birregional, que luego de la ?poca "dorada", que
se abri? a mediados
de los a?os ochenta, con el inicio del nuevo siglo ha
en una
entrado
etapa
de
El
estancamiento.5
de
hallazgo
salidas
para
esta
si
tuaci?n, sin embargo, no se dio en Viena; m?s bien sigue en marcha un
proceso de reencuentro en las dos regiones sin que hayan podido incenti
var una
din?mica
para
un
mayor
entre
acercamiento
con
ambas
bases
insti
se pudo identificar
tucionales y programas sustanciales. En la Cumbre
como n?cleo central la ampliaci?n del escenario en el manejo de la drama
turgia del proceso: la realizaci?n del 1QForo de Negocios Eurolatinoameri
cano,
as?
como
de
una
cumbre
alternativa
("Encuentro
Social
Enlazando
atendida por los presidentes de Bolivia yVenezuela
y por el
en
cum
tan
de
el
hito
de
fue
la
rutinaria
Cuba,
vicepresidente
diplomacia
hab?a
all?
lo
bres. El presidente venezolano
ya
que
orquestrado en
repiti?
la Cumbre de lasAmericas en Mar de Plata de diciembre de 2005, al vincu
en el alternativo y servir de
lar el encuentro oficial con su participaci?n
Alternativas"),
esta manera
a dos
agendas
antag?nicas.
caci?n pol?tica es un elemento
5 Cf. Christian
Esto
hace
central, debido
Fr?res y Jos? Antonio
Sanahuja
pea. Estrategias para una asociaci?n necesaria, Barcelona,
suponer
que
en gran medida
(coords.),
Am?rica Latina
Icaria, 2006, p. 19.
la escenifi
a la p?rdi
y la Uni?n Euro
2007
ABR-JUN
M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO271
da de intimidad entre los mismos presidentes, que apenas logran entablar
conversaciones en grupos de trabajo (paralelos a sus encuentros bilatera
les) , tal y como fue practicado por vez primera en la Cumbre de Guadala
de Bolivia, Cuba y
jara de 2004. A ra?z del inter?s de los mandatarios
Venezuela
se ha esta
de impresionar a un p?blico alternativo ymedi?tico,
blecido una nueva "agenda doble" de cumbres. Esta intenci?n implica a la
vez que la parte europea vea la necesidad de meditar acerca del
procedi
miento establecido en su relaci?n con Am?rica Latina: la nueva calidad en
el nexo eurolatinoamericano
pedir?a el replanteamiento del concepto de
trabajo de la diplomacia de cumbres.6 Los acuerdos est?n perdiendo su ya
de por s?muy tenue car?cter vinculatorio y se prestan para lecturas y rein
terpretaciones contradictorias. Si no se desea intensificar esta tendencia,
habr? que insistir en el cumplimiento de los compromisos adquiridos por
las partes y dise?ar v?asmuy concretas para su ejecuci?n.
Esta nueva din?mica acarrea consigo un reto adicional para la diplo
macia de cumbres, ya que habr? que considerarse la inclusi?n de un ma
yor n?mero de actores e intereses en los futuros encuentros birregionales.
Por un lado, esta apertura puede alimentarse de una mayor presi?n para
lograr acuerdos ymantener a flote la relaci?n preferencial entre las partes;
por el otro lado, habr? que considerar tambi?n que el modelo burocr?tico
del manejo de la relaci?n eurolatinoamericana
ya no abarca las din?micas
de este v?nculo. Es probable que la tan mermada voluntad pol?tica de los
de
gobernantes
choque con las voluntades sectoriales y monotem?ticas
muchos de los grupos de la as? llamada "sociedad civil". Las dos partes ten
dr?n que encontrar por lo tanto nuevas formas de relacionar las diferentes
din?micas del proceso pol?tico y de las iniciativas de los actores sociales.
De nuevo se demostr? en Viena que Am?rica Latina ha dejado de ser
una prioridad para Europa. La
complejidad que presenta la situaci?n pol?
tica tanto en Am?rica Latina como en Europa debe tomarse como se?al
de
alarma
para
asegurar
que
no
se desarticule
el proceso
entre
las dos
re
giones.7 La ruptura de la unidad interna de Am?rica Latina, expl?cita tan
to en la Cumbre de las Americas en Mar de Plata como en los resultados
electorales del a?o 2006, y el estancamiento en la UE por la interrupci?n
del proceso de ratificaci?n del Tratado Constitutivo proyectan los retos del
en cada regi?n. La inercia del proceso de cumbres y el nuevo
momento
entorno competitivo global son los dos elementos que hab?an inquietado a
6
"Las cumbres iberoamericanas
y los retos de la diploma
Rojas Aravena,
en Celestino
del Arenal
(coord.), Las cumbres iberoamericanas (1991-2005). Lo
Fundaci?n
Carolina
/ Siglo XXI de Espa?a
Editores, 2005, pp. 47-72.
gros y desafios, Madrid,
7Cf.
a Viena: hacia una cum
"Hacia una cumbre nueva", en CELARE (ed.), De Guadalajara
bre nueva, Santiago de Chile, CELARE, 2005, p. 20 y ss.
Cf. Francisco
cia de cumbres",
272
G?nther
Maihold
FI XLVII-2
los arbitros de las decisiones y que los llev? a la sugerencia de dotar a la
de Viena de una agenda pol?tica birregional renovada, que sor
Cumbre
tos,
en
desembocar?a
prendentemente
actores
acciones,
Europa
con Am?rica
muchos
de
los
una
con
y agendas
Latina". A pesar de que
se
multilaterales,
espacios
de
propuesta
la finalidad
extensi?n
de
a
volver
de
?mbi
a
"encantar
la UE no sea actor ?nico
una
esperar
podr?a
relaci?n
en
pre
ferencial entre las dos regiones e iniciativas a nivel internacional (en una
votaci?n conjunta en el pleno de la ONU o en el uso de lamayor?a eurolati
en el FMI o el Banco Mundial)
noamericana
para lograr mayores niveles de
La
ausencia de una concreci?n pr?ctica,
coordinaci?n
de las posiciones.
en
terceros
el ?mbito internacional,8 ser?a una nueva di
perceptible para
mensi?n para hacer m?s factible tal asociaci?n estrat?gica. Por lo tanto, es
enfocar menos lasmeras coincidencias de posturas pol?ticas y
aconsejable
dirigir m?s la atenci?n a aquellos espacios en los cuales realmente parece
ser factible una pol?tica conjunta. A tal orientaci?n le corresponder?a una
mayor concentraci?n en la agenda de lo posible, para poder hacer efecti
vos el intercambio, la cooperaci?n
y el di?logo; sin embargo, tambi?n la
Cumbre de Viena sigui? a la tradici?n en cuanto a las grandes declaracio
nes
sobre
una
amplia
gama
de
sin
temas,
unos
precisar
poder
ejes
medula
res de debate.
El actual reducido inter?s europeo por Am?rica Latina y el Caribe a lo
mejor se debe a que la UE utiliz? a lo largo de muchos a?os la relaci?n con
Latinoam?rica
para
proyectarse
ante
un
como
el mundo
actor
en
unido
de pol?tica exterior, funci?n que hoy d?a recae m?s bien en la re
se le
laci?n europea con Asia.9 Por otro lado, al proyecto latinoamericano
concibi? por un buen tiempo como un reflejo del propio proceso de inte
graci?n europea. Para no pocos observadores incluso hoy en d?a la relaci?n
con Europa es la ?nica que obliga e induce al subcontinente a mantener o
materia
por
lo menos
los
observadores
a
proyectar
una
a nivel
unidad
internacional.
Sin
embargo,
con el transcurso del tiempo se han ido desarticulando a con
secuencia de las nuevas condiciones de tinte bilateral en la pol?tica interna
cional y regional.
El multilateralismo
efectivo y la asociaci?n estrat?gica fueron la clave
en
UE
la
que
construy? para describir el marco de las relaciones pol?ticas
tre Europa y Am?rica Latina. Los t?rminos fueron perdiendio valor a lo
actores pol?ticos como de
largo de la d?cada pasada. A los ojos tanto de los
estos m?viles
acad?micos
queda
en
8 Cf. Porfirio Mu?oz
de
Ledo, "Lecciones
op. cit., p. 81.
9 Cf.
"Mecanismos
Sanahuja,
Jos? Antonio
reign Affairs enEspa?ol, verano de 2002, p. 37.
entredicho
la Cumbre
la
tan
de Guadalajara",
de cooperaci?n
anhelada
"re?a
en CELARE
Europa-Am?rica
(ed.),
Latina",
Fo
M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO 273
2007
ABR-JUN
ci?n preferencial" de Am?rica Latina con Europa, misma que se encuen
tra en una nueva situaci?n de competencia ante el surgimiento de China
como
actor
esta
bargo,
en
interesado
apreciaci?n
su nexo
estrechar
no
la comparte
con
el
subcontinente.
la Comisi?n
en
que
Europea,
reciente dirigido al Consejo y al Parlamento
comunicado
reforzada entre la Uni?n Europea
lado "Una asociaci?n
em
Sin
Europeo,
y Am?rica
un
intitu
Lati
afirma:
na",
La
Comisi?n
quiere
Parece
gi?n.
demasiado
existir
absorta
una
enviar
se?al
la percepci?n,
en su
propia
en otras
del
positiva
inter?s
de Europa
sin fundamento,
aunque
en
ampliaci?n,
se
que
de
sus relaciones
la re
por
la UE
que
de
est?
vecindad
en otros
o
del mun
situaciones
preocupantes
lugares
producen
tambi?n
la cuesti?n
de la visibilidad
de la UE so
percepci?n
plantea
a la
de sus estructuras
bre el terreno debido
de
y de sus medios
complejidad
se propone
con Am?rica
reafirmar
la Asociaci?n
acci?n.
La Comisi?n
La
que
do.
Esta
tina no
es s?lo una
regiones,
tar su
compromiso
da con un fuerte
sino
evidencia,
actualmente
y para
hacia
Am?rica
un
tambi?n
el futuro.
Pero
Latina,
imperativo
si Europa
espera
en
inter?s
est? dispuesta
tambi?n
que
?sta
de
ambas
a aumen
correspon
compromiso.10
Seg?n esto, la situaci?n actual de la relaci?n birregional es consecuen
cia de los problemas de transparencia, complejidad y falta de compromiso
de las partes. Por ello la Comisi?n recomienda enriquecer la acci?n euro
pea en Am?rica Latina, perfilar mejor la imagen y redise?ar los esquemas
y la agenda de consulta pol?tica. En este an?lisis tambi?n es de gran inter?s
la
solicitud
una
de
una
mayor
petici?n nada desde?able
cilmente
en
realizable
a
coherencia
la
latinoamericana,
contraparte
desde el punte? de vista operativo, pero dif?
las condiciones
latinoamericanas
A
actuales.11
pesar
de ser ?sta una iniciativa adecuada de parte de la Comisi?n, no encontr?
cabida en la declaraci?n final de la Cumbre en Viena.12 As? surge la duda
de si la estrategia emanada de la Comisi?n Europea, con el t?tulo de una
"asociaci?n
reforzada",
corresponde
a
los cambios
ocurridos
en
la relaci?n
birregional y las respectivas contrapartes. M?s bien hay que temer que los
de Viena no aumentar?n el com
59 puntos del acuerdo de la Declaraci?n
10Cf. Comisi?n
tre la Uni?n Europea
de
las Comunidades
y Am?rica Latina,
Estrategia para una asociaci?n reforzada en
Europeas,
COM (2005) 636 final, p. 4 (http://euro
Bruselas,
pa.eu.int/comm/external_relations/la/doc/com05_636_es.pdf).
11Una revisi?n de la reciente
segunda Cumbre de
la Comunidad
Sudamericana
de Na
en Cochabamaba,
Bolivia, los d?as 8 y 9 de diciembre de 2006, refleja
(CSN), celebrada
dentro de ?sta, www.cumbresudamericana.bo
de posiciones
la heterogeneidad
(14.12.06).
12
(http://www.eu2006.at/includes/images/EULAC/EU-LACViennaDeclarationES.pdf).
ciones
274
G?nther
Maihold
FT XLVII-2
promiso m?s all? de las ya conocidas referencias a la historia y los valores
comunes de las cumbres anteriores. No es muy
probable que se haya logra
do
de
un
avance
rumbo
en
corre
la
reconceptualizaci?n
de desvanecerse.
el riesgo
de
este
v?nculo,
que
al no
cambiar
trataremos de analizar los alcances que pueda tener
A continuaci?n
este entramado pol?tico entre las dos regiones y se?alar algunas perspecti
vas para revitalizar con ?xito esta complicada y entumecida relaci?n. Para
ello nos ocuparemos
de los elementos que han impedido el desarrollo
fruct?fero de la asociaci?n
los actores
en las
responsabilidades
y haremos hincapi?
de
involucrados.
efectivo
1. El multilateralismo
eurolatinoamericanas
y las relaciones
Con la publicaci?n de la Estrategia europea de seguridad, con el subt?tulo de
Una Europa segura en un mundo mejor, el 12 de diciembre de 2003, el concep
to del "multilateralismo efectivo" ha hecho carrera en la pol?tica exterior
del continente. En lamisma estrategia de seguridad se le concibe como ins
trumento para "crear una comunidad mundial fortalecida, instituciones in
ternacionales funcionales y un orden global justo".13 En el documento final
de mayo de 2004 en Guadalajara
de la Cumbre Eurolatinoamericana
ya se
se
en
constatar
variaci?n
del
All?
cierta
declara
el
concepto.
punto 8:
pod?a
"Afirmamos que un sistema multilateral efectivo es importante sobre la ba
se del derecho internacional y fundamentado en instituciones fuertes y con
las Naciones
Unidas
como
centro,
para
alcanzar
paz,
seguridad
internacio
nal, desarrollo sostenible y progreso social."14 En el documento del grupo
de trabajo correspondiente, en el cual se formularan los elementos de la de
claraci?n final, ya se hac?a hincapi? en las organizaciones
regionales como
instrumentos centrales del sistema multilateral
(punto 9). De forma m?s
se
en
"El
el
11:
multilateralismo
efectivo depende de
resalta
punto
expl?cita
la igualdad y el poder de aquellos miembros que est?n dispuestos a la coo
como el Caribe y Europa buscan tambi?n en esta
peraci?n. Latinoam?rica
dimensi?n
una
asociaci?n
13Cf.
European
global."15
Security
Strategy. A Secure Europe
(http://ue.eu.int/uedocs/cmsUpload/78367.pdf).
14
de Guadalajara,
Cf. Declaraci?n
mayo
de 2004
de laMesa
de Trabajo
2003, p. 9
(http://www.mcx.es/sgcomex/DECLA
RACI%C3%93N%20DE%20GUADALAJARA.pdf),p. 2.
15
Cf. Minuta
in a Better World, Bruselas,
sobreMulitlateralismo,
28 de mayo
ropa.eu.int/comm/world/lac-guadal/declar/02_multi_alemania_sp.pdf).
de 2004,
(http://eu
M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO275
2007
ABR-JUN
De
ciones
talmanera
el concepto adquiere un estatus de igualdad en las rela
internacionales, lo cual implica una orientaci?n clara hacia el inte
rregionalismo,
es decir,
la
cooperaci?n
entre
diversas
regiones
con
base
en
la UE ha in
opciones de acci?n en lo posible igualitarias. En consecuencia,
troducido diferentes incisos en sus relaciones exteriores para lograr el esta
blecimiento de un sistema de multilateralismo efectivo: la ampliaci?n en el
?rea-n?cleo europeo, la estabilizaci?n a trav?s de la pol?tica de vecindad,
el bilateralismo con los grandes poderes y el interregionalismo con respecto
a otras zonas organizadas. Es en este ?ltimo inciso donde Am?rica Latina
hasta la fecha ha sido una contraparte importante, imprimi?ndole
la UE,
con su poder normativo, a la
entre
como
mo
el
subregi?n
di?logo
bloques
dalidad central de interlocuci?n.16 El modelo de gobernanza global a que
ha aspirado la UE puede entonces explicarse como "multirregionalismo",
que al mismo tiempo le ofrece la oportunidad de abocarse al pa
ella
pel, por
perseguido, de actor global.17 El asunto se complica en su re
laci?n con Am?rica Latina, ya que muchos pa?ses de la regi?n m?s bien se
concentran en el concepto de "multilateralismo defensivo, destinado a rei
esquema
vindicar la soberan?a de pa?ses".18 Este desencuentro
estructural entre el
multilateralismo
efectivo europeo y el multilateralismo
defensivo latinoa
se deslava en la relaci?n con los
mericano
"pesos pesados" de la pol?tica la
es
decir
Brasil
M?xico.
tinoamericana,
y
Sin embargo, la Comisi?n Europea no estuvo dispuesta a revisar su
planteamiento hasta diciembre de 2005. Entonces propuso -con base en
un estudio realizado por encargo
suyo-19 considerar cierto trato bilateral
con los dos pa?ses con el correspondiente redise?o de relaciones.20 En este
cambio de rumbo la Comisi?n reconoce que el molde del interregionalis
mo no puede ser operado s?lo mediante el
poder normativo de la UE, sino
que tiene que ajustarse tambi?n a la coherencia de la (sub) regi?n. Que la
UE no haya incluido el planteamiento
interregional en las relaciones con
en
marco
Am?rica de Norte
el
del TLCAN o la propuesta de un TAFTA
(Transatlantic Free Trade Agreement)
refleja su convencimiento de que la
con
relaci?n
Estados Unidos debe desarrollarse dentro de una "competen
16Cf.
"Civilian Power or Soft Imperialism? The
Bj?rn Hettne y Fredderik S?derbaum,
Actor and the Role of Interregionalism",
European Fordgn Affairs Review, vol. 10,
2005, p. 538.
17Cfr. Hettne
y S?derbaum,
op. cit., p. 551.
18Alberto van
"Las relaciones pol?ticas europeo-latinoamericanas.
La necesi
Klaveren,
dad de una sinton?a m?s fina", Nueva Sociedad, Caracas, n?m. 189, 2004, p. 61.
19
Cf. La obra de Fr?res y Sanahuja,
op. cit., nota 5.
20 Cf. Comisi?n
de las Comunidades
Europeas, Estrategia para una asociaci?n reforzada en
EU as Global
tre la Uni?n Europea
y Am?rica Latina,
op. cit., p. 18.
276
cia
Maihold
G?nther
entre
Por
iguales".21
lo tanto,
ahora
FI XLVII-2
estamos
una
observando
transici?n
de la pol?tica exterior con respecto a Am?rica que va de un modelo de "in
terregionalismo puro" a uno de "interregionalismo h?brido".22 ?ste impli
car? la ampliaci?n del esquema de la relaci?n con el a?adido de elementos
un concepto que
bilaterales y la inclusi?n de actores no gubernamentales;
en
su
con
UE
la
relaci?n
Asia (ASEM) .23
ya est? practicando
to de
la
pol?tica
gionalizaci?n
corresponde
como
toria
exterior
es
europea
como
entre bloques
El realce tradicional de las relaciones
como
concebido
instrumen
de
resultado
una
re
al mismo
progresiva y un nuevo regionalismo;
tiempo se
con el patr?n de acci?n de la UE, de transferir su propia his
a otras
modelo
?reas
del
mundo,
es decir,
en
efectivo
hacerlo
forma de birregionalismo eurolatinoamericano.
Esta tendencia de la UE a
construir internacionalmente
la rela
"socios de dise?o" est? complicando
ci?n con Am?rica Latina.24 Una pol?tica de gobernanza global debe cons
truirse
en
este
con
contexto
base
en
arreglos
interregionales
as?
y permitir
el establecimiento de una mayor reglamentaci?n
que influya en el com
en la pol?tica internacional. Con motivo del in
actores
de
los
portamiento
ter?s en fortalecer la PESC y la PESD en el marco de la UE,25 se ha se?alado
las
que
exigencias
las
para
son
latinoamericanas
contrapartes
demasiado
a las restricciones internas,
grandes,26 casi imposibles de satisfacer debido
como por ejemplo la conceptualizaci?n
de la soberan?a nacional o la limita
da
voluntad
de
buscar
la
integraci?n.
Hablar
en
este
contexto
de
"un
nue
vo subsistema internacional entre la UE y Am?rica Latina"27 parece ser
de
atrevido. M?s bien hemos detectado que, a consecuencia
demasiado
los desarrollos recientes en lamisma Am?rica Latina, se est? rellenando
el interregionalismo con un bilateralismo m?ltiple, a trav?s del cual varios
21Cf. Vinod K.
The EU
Aggarwal y Edward A. Fogarty, "The Limits of Interregionalism:
North
and
America", Journal ofEuropean Integration, vol. 27, 2005, p. 340 y ss.
22 Frederik S?derbaum
"The EU as a Global Actor and the Role
y Luk van Langenboew,
of Interregionalism", Journal ofEurropean Integration, vol. 27, 2005, p. 258.
23 Cf.
"New Interregionalism?
The EU and East Asia", Journal ofEuropean In
Julie Gibson,
tegration,vol. 27, 2005, pp. 307-326.
24 Esta valoraci?n
en el seminario, "?Para
es de Erika Ruiz Sandoval, presentada
qu? sir
ve el di?logo pol?tico entre la UE y Am?rica Latina?
y recomendacio
(objetivos, perspectivas
9-10 de marzo de 2006, Casa de Am?rica, Madrid.
25 Cf. Klaas
Dykmann, Perceptions and Politics. The Foreign Relations of theEuropean Union
with Latin America, Frankfurt, Vervuert Verlag, 2006.
26 Raimund
as Object
and Subject of
"EU-Latin American
Seidelmann,
Biregionalism
en Wolf Grabendorff
Seidelmann
Global Change",
(eds.), Relations between theEu
y Raimund
nes)",
a Changing Global System, Baden-Baden,
No
ropean Union and Latin America: Biregionalism in
mos, 2005, p. 36.
27 Cf. Wolf
in a Unipolar World: North America,
Grabendorff,
"Triangular Relations
South America and the EU", en Grabendorff
(eds.), op. cit., p. 44.
y Seidelmann
M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO 277
2007
ABR-JUN
lados tratan de hacer valer sus intereses espec?ficos. La
cobran
los pa?ses l?deres o poderes emergentes en su re
importancia que
es
un
tanto
gi?n
ejemplo de esta transformaci?n como el nuevo perfil de
actores de ambos
los
intereses
con
para
espa?oles
la
regi?n.
las relaciones entre Europa yAm?rica Latina han sido
Recientemente
un
"amor juvenil defraudado"28 o como una "relaci?n sin
calificadas como
emociones".29 El recurso a estos atributos t?picos de una "sociolog?a pol?ti
ca de la relaci?n de
la atenci?n cuando se trata de
pareja"30 llama mucho
un an?lisis del "v?nculo" entre las dos regiones. El inter?s por proporcio
narle m?s emoci?n a la relaci?n pol?tica de ?stas incentivaba a los actores
pol?ticos, que en las cumbres pasadas trataron de rescatar im?genes del pa
sado para inyectarle vivacidad al presente est?ril.31 La consecuente
impa
ciencia de estos actores es ostensible cuando concluyen que "ha pasado el
tiempo de la exegesis de los valores e intereses comunes que nos unen
e incluso el de concertarse
(por cierto, de la m?s pertinente actualidad),
sobre los principios que est?n en la base de dichas relaciones".32
2. "Asociaci?n
o concepto
?f?rmula m?gica
estrat?gica",
vac?o?
la declaraci?n final de la 1- Cumbre entre la UE y los estados de
Am?rica Latina y el Caribe de R?o de Janeiro, en junio de 1999, domina la
idea de la "asociaci?n estrat?gica" en el dise?o de las relaciones birregio
Desde
nales.
no
Aunque
se
pueda
cepto en los documentos,
exterior
con
europea
una
encontrar
definici?n
se ha vuelto moneda
respecto
a
las diferentes
precisa
corriente
regiones
del
este
de
con
en la pol?tica
mundo.
Ante
las deficiencias del oficialismo en cuanto a definir este instrumento, aqu?
se concibe como "asociaci?n" un ideal cultural que tiene como fin el dise
?o
interno
de
una
relaci?n,
el cual
a su vez
y deberes de los sujetos participantes
se basa
en
los mismos
derechos
y se transforma en un entendimiento
28 Cf. Christian
Entt?uschte Jugendliebe. Finden Brasilien und die Europ?ische
Lohbauer,
Union zusammen?, Rio de Janeiro, 2002.
29Wilhelm
Estu
sin emociones'",
"Alemania y America Latina:
'relaciones
Hofmeister,
dios Internacionales, Santiago de Chile, n?m. 31, enerojulio
de 1998, pp. 52-69 y 121-122.
30Karl
Ver
Lenz, Soziologie der Zweierbeziehung. Eine Einf?hrung, Opladen, Westdeutscher
lag, 2003.
31
Cf. El documento
Madrid
(17-18 de mayo
en la Cumbre
"UE-ALC: valores y posiciones
comunes", aprobado
2002), de 83 puntos
(http://europa.eu.int/comm/world/lac
/conc_es/val_pos.htm).
32
del Parlamento
Diputado
ciones
UE-ALC: hacer
de
de
de
"Las rela
Jos? Ignacio Salafranca S?nchez-Neyra:
Europeo
la Cumbre
de Viena un ?xito", en CELARE (ed.), op. cit., p. 46 y ss.
278
G?nther
Maihold
FI XLVII-2
mutuo
para la formaci?n de la realidad.33 Es por esta v?a como se hacen
efectivos los Leitbilderque se han ido conformando en el proceso hist?rico.
Las
mutuas
exigencias
mayor
adquieren
en
importancia,
cuanto
asumen
un car?cter de exclusividad de la relaci?n y las formas de atenci?n espera
das; la relaci?n birregional entre Europa y Am?rica Latina no ha estado
exenta de esta situaci?n, cuando el entusiasmo de los ochenta cedi? a un
desencanto
porque el intercambio no cumpl?a con lo prometido. Si se
a?ade
que
se concibe
"estrategia"
como
el
de
conjunto
acciones
for
para
talecer la posici?n competitiva a trav?s de la creaci?n de potenciales de
?xito, con la definici?n clara de metas, se hace evidente qu? tan altas po
ser
dr?an
der
que
las
estas
exigencias
deliberaciones
de
una
es de
No
estrat?gica".
"asociaciones
estrat?gicas"
"asociaci?n
sobre
sorpren
encuentren
su origen en el mundo empresarial, el cual ha desarrollado un t?rmino se
entre
mejante -el de la "alianza estrat?gica"- para describir la cooperaci?n
a
econ?micos.
establecer
?sta
procesos productivos y pro
apunta
sujetos
ductos
finales
parcialmente
rar
ventajas
comunes,
las relaciones
competitivas
para
cuya
se
comercializaci?n
de
existentes.
competencia
y realizar
potenciales
de
ven
Se
en
?xito
suspendidas
pretende
esquemas
asegu
con
una competencia cooperativa ha encontrado tambi?n
juntos.34 La idea de
cabida en la concepci?n de pol?tica exterior y ha sufrido una inflaci?n pa
ra desembocar
en
nes del mundo.
"asociaciones
estrat?gicas"
con
de
la UE
no
se basan
diferentes
regio
en un juego de
suma-cero, est?n sujetas a la leyde la utilidad decreciente marginal, de ma
nera que un n?mero demasiado
grande de estas relaciones privilegiadas
un
crecimiento
de los costos de coordinaci?n. As?,
implica
exponencial
formular
la
de
si
la
pregunta
hay que
mayor?a de las asociaciones estrat?gi
cas convenidas por la UE pueden sermanejadas
adecuadamente
y si se co
con
su
metas
las
estructurales
articulan
calidad
que
rresponden
espec?fica.
De los elementos se?alados pueden destacarse las siguientes partes consti
Aunque
estas asociaciones
tutivas de las relaciones estrat?gicas:
- Una
cooperaci?n pol?tica congruente
a actores
espec?ficos
animada
por
concepciones,
metas
e
en ciertas ?reas y con respecto
intenciones
comunes,
- idealmente se basan en losmismos derechos
y deberes
se
con
de
exclusividad
y
corresponden
reglas espec?ficas
En
lo que
revisi?n de
sigue
tomaremos
la relaci?n
estos
birregional
elementos
como
y los senderos
referencia
recorridos
las cuales
para
una
en su cons
trucci?n.
33Cf.
Lenz, op. cit., p. 43.
34 Cf. K.
- eine neue Form
Backhaus
y K. Piltz, "Strategische Allianzen
kooperativen
en
mismos
ellos
1989, p. 2.
Wettbewerbs?",
(eds.), Strategische Allianzen, D?sseldorf,
M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO 279
2007
ABR-JUN
Desde el punto de vista de la Comisi?n Europea ha habido tres etapas
en la construcci?n de la relaci?n entre la UE yAm?rica Latina: en la prime
ra fase se le dio prioridad a la cooperaci?n para el desarrollo; la segunda
fue dominada por un creciente inter?s en la asociaci?n
econ?mica, y la
tercera,
la fase
actual,
se caracteriza
que
una
por
concepci?n
regional
basa
da en el respeto de los derechos democr?ticos y los derechos humanos. La
Comisi?n propone ahora la elaboraci?n de una estrategia para Am?rica
Latina que deba crecer sobre la base de un di?logo con tres ejes centrales:
1) la construcci?n de una alianza estrat?gica, 2) un desarrollo con miras al
en
se concentra
estrat?gica"
tica internacional
con
civil.35 La meta de la "asociaci?n
de la sociedad
futuro y 3) la participaci?n
aumentar
en una
base
el peso
visi?n
de
la
negociaci?n
com?n.
del mundo
en
la
pol?
instrumen
El
es un di?logo pol?tico de tres niveles entre la UE y
to correspondiente
Am?rica Latina, es decir, a) en el ?mbito de la regi?n latinoamericana, b)
en el ?mbito de las asociaciones regionales ye) en el ?mbito de la sociedad
civil.
Los
grandes
temas
ser
deber?an
horizontales
tratados
entonces
en
el
sin embargo, las contrapartes para
nivel de la regi?n latinoamericana;
el di?logo centrales ser?an las unidades regionales, mientras que la participa
ci?n de la sociedad civil deber? garantizar la dimensi?n democr?tica y no
se incluir?an la cooperaci?n
burocr?tica en dicho di?logo. Adicionalmente
econ?mica
ca Latina,
aunque
no
como
as?
y comercial,
Este patr?n adquiere
la
para
cooperaci?n
tambi?n vigencia para
se ha
podido
llevar
a
cabo
el desarrollo.
las relaciones
de manera
con Am?ri
adecuada.36
En un gran n?mero de los estados miembros de la UE se ha experimenta
do cierto desencanto, ya que a pesar de los intentos reiterados no ha sido
necesaria para un desarrollo
posible hacer realidad esta conceptualizaci?n
fruct?fero del intercambio con Am?rica Latina. Se ha se?alado que hay
una progresiva p?rdida de influencia, lo cual ha tenido como consecuen
cia un muy limitado reconocimiento de la pol?tica de la UE en la regi?n,
entre
debido en gran parte tambi?n a la suspensi?n de las negociaciones
en una
la UE y el Mercosur.37 Se teme que estas dificultades desemboquen
creciente desinstitucionalizaci?n
35 Cf. Nueva
asociaci?n
de las relaciones
y en la p?rdida de legiti
entre la UE y Am?rica Latina en los albores del siglo XXI (http://euro
rev. 28.10.05.
pa.eu.int/scadplus/leg/es/lvb/rl4004.htm)
36A esta valoraci?n no la contradice
como
la amplia gama de programas de cooperaci?n
intermu
AL-INVEST para la PYME, ALFA de cooperaci?n
universitaria, URB-AL para las relaciones
in
uso racional de energ?a, @LIS para el desarrollo de las tecnolog?as
nicipales, ALURE para el
cient?fica con
formacionales,
Al?an para becas de posgrado, OREAL como red de cooperaci?n
y EUROSociAL para programas de car?cter social.
respecto a las relaciones birregionales
37Asi Christian Fr?res
"Hacia una nueva estrategia en las rela
y Jos? Antonio
Sanahuja,
ciones Uni?n Europea-Am?rica
Latina", en Fr?res y Sanahuja,
op. cit., pp. 23-104.
280
Maihold
G?nther
FI XLVII-2
midad, lo cual traer?a consecuencias preocupantes para la estabilidad de la
interrelaci?n. A pesar de una continua reafirmaci?n se ha detectado una
creciente
no
una
entre
indiferencia
se
extender
puede
densidad
variable
las contrapartes.
las diferentes
?reas
a
de
correspondencia,
Sin
tal valoraci?n
embargo,
de
marcadas
cooperaci?n,
la cual
solamente
con
sis detallado puede ser evaluada.38
El alejamiento de lameta de reforzar el interregionalismo
una
en
mayor
las
integraci?n
regional
relaciones
eurolatinoamericanas;
de
las contrapartes
de manera
que
no
por
an?li
con base en
ir en
parece
un
se
aumento
les
puede
atribuir a ellas una funci?n orientadora para la pol?tica internacional.39 Lo
mismo puede comprobarse a nivel conceptual, ya que se ha consumado el
divorcio entre los dos elementos centrales de esta relaci?n: estrategia y
asociaci?n se han ido separando por una pr?ctica poco din?mica de la ges
y por lo tanto no se ha logrado
ti?n comunitaria
tercambio
entre
ni
las contrapartes
?xito a nivel mundial.
mente y nuevas formas
nado en importancia,
centrales en detrimento
tampoco
un
la potenciaci?n
mayor
peso
en el in
y opciones
de
Las dos regiones siguen actuando
incongruente
de alianza entre pa?ses l?deres como el G4 han ga
lo cual refleja el mayor realce de algunos actores
de las unidades regionales y subregionales. En v?s
estuvo pues en la agenda la revisi?n de los es
la
de
Cumbre
de
Viena
peras
establecidos,
quemas
urgente punto por discutir si se quer?a asegurar la
coherencia
en
esta
relaci?n.
3. Limitantes de formato
eurolatinoamericanas
y agenda
en las relaciones
El punto de partida de las siguientes reflexiones es el bajo rendimiento de
los formatos de la relaci?n birregional UE-Am?rica Latina: esto vale para la
el 28
diplomacia de cumbres, la cual desde su 3a edici?n en Guadalajara,
de mayo de 2004, re?ne a 58 jefes de Estado y de gobierno de 33 pa?ses
latinoamericanos y caribe?os y 25 estados europeos. No cabe duda que un
encuentro de talmagnitud no puede cumplir con las expectativas de una
cumbre de negociaci?n
(como le correspondiera a las reuniones del G7 y
La capacidad de trabajo de este gremio, que se
del
G8).
posteriormente
est?
reuniendo
bianualmente,
38Hasta
a
primera
vista
tiene
que
considerarse
como
de una evaluaci?n
acabada de los programas
la fecha no disponemos
se?alados,
de la Estrategia Regional
de CE en Am?
aunque hay que realzar la aportaci?n de la Evaluaci?n
951661
cf. (http://europa.eu.int/comm/europeaid/evaluation/reports/2005/
rica Latina,
_voll_es.pdf).
39 Cf.
Seidelmann,
op. cit.
M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO281
2007
ABR-JUN
muy limitada, lo cual ha motivado
esta
consideraron
R?o,
cual
el
las cr?ticas de algunos participantes
como
encuentros
de
escapa a esta evaluaci?n
Tampoco
en
clase
el di?logo
que
operativos.40
de la UE con el Grupo
de
Desde
latinoamericanos.
19 estados
actualmente
cooperan
poco
su fundaci?n en diciembre de 1986, y en las sucesivas41 reuniones, el Gru
en
po de R?o ha tenido poco ?xito en cuanto a lograr una coordinaci?n
se
materia de pol?tica exterior entre los pa?ses del subcontinente. Aunque
con
estructura
la
el
la
de
el
"troika",
grupo
ejemplo europeo
haya imitado
no pudo contribuir a una mayor congruencia en las pol?ticas exteriores de
los
o
latinoamericanos
estados
se
Ello
comunitaria.42
ter declaratorio
de
portador
la crisis haitiana-
refleja
-exceptuando
tal y como
encuentros,
estos
de
en
constituirse
se
una
voluntad
en
el
car?c
en
comprobar
puede
el
documento final de la 8a Cumbre de R?o de Janeiro del 5 de noviembre de
insiste en el di?logo
2004.43 A pesar de esta situaci?n, la Comisi?n Europea
con
otros
foros
R?o
de
el
y
regionales, como el grupo ACP
Grupo
pol?tico
la Comuni
el Mercosur,
(con la participaci?n de los estados caribe?os),
Comisi?n
la
dad Andina y el Proceso de San Jos? en Centroam?rica.
Seg?n
a los respectivos
Europea este di?logo entre bloques obliga internamente
mismo tiempo
a
al
fomenta
la
acuerdos
elaboraci?n
de
estados
de
y
grupos
la idea integracionista. De nuevo aparece aqu? el concepto de la UE que se
refiere al modelo para la integraci?n regional, la cual deber?a ser amplia
da, a trav?s de la pol?tica exterior com?n, a otros espacios del mundo. El
existan los di?lo
simple hecho de que, aparte de los grupos mencionados,
con
fueran
M?xico
Chile
bilaterales
y que
y
justamente estas relaciones
gos
las que
un
lograran
arribo
raci?n, induce a la sospecha
de
es
cuentas,
La prueba
con
que
exitosa
la ?nica
a
de
los acuerdos
en Am?rica Latina de que
para
de fuego, para el modelo
de estados,
grupos
los otros
grupos,
40 Cf.
expedito
la representa
como
la CAN
llegar
a un
el actual
SICA,
entendimiento
proceso
no
fueron
y coope
la v?a bilateral, a fin
de di?logo
europeo
y el
asociaci?n
con
con
la UE.44
y de negociaci?n
el Mercosur,
considerados
ya
como
Alvaro Uribe en ocasi?n de la Cum
del presidente de Colombia
son una ex
"...estas cumbres se vuelven detestables porque
de paseo, pues a pesar de
cusa para el turismo presidencial"
y "es feo ver a tanto mandatario
el tiempo, o la vida, de cumbre en cumbre".
los problemas
que tenemos en casa nos pasamos
41 Cf.
las p?ginas de Secretariado
pro t?mpore del Grupo de R?o en la SRE de Argentina,
las declaraciones
bre Iberoamericana
en Salamanca:
(rev. 28.10.05).
(http://www.gruporio2005.gov.ar/)
42 Cfr. Susanne Gratius
in a Globalizing World:
Robiolo,
yM?nica
"Biregionalism
Seidelmann
Latin American View", en Grabendorff
cit.,
(eds.),
p. 106 y ss.
y
op.
43
Cf. (http://www.gruporio2005.gov.ar/declaracion/rio04.htm).
44 Cf.
Susanne Gratius yMarcelo
Risi, "Das zweite europ?isch-lateinamerikanische
feltreffen
n?m.
in Madrid:
10, 31 de mayo
mucho
ruido, pocas
de 2002, p. 105.
nueces?",
Brennpunkt Lateinamerika,
The
Gip
Hamburgo,
282
G?nther
Maihold
FI XLVII-2
contrapartes por la UE hasta la Cumbre de Viena, debido a su limitado
avance en materia de integraci?n interna. En la Cumbre de Madrid, del
a?o
se
2002,
les ofrecieron
se anunciaron
un
sobre
negociaciones
un
para
posibilidades
en Guadalajara
pol?tico; fue apenas
y di?logo
cooperaci?n
solamente
en
TLC,
acuerdo
se hab?a
tanto
de
cuando
(2004)
un
realizado
inventario conjunto sobre el grado de integraci?n alcanzado en las
regio
nes. Con el incio de las
entre la UE y el SICA y la CAN en el
negociaciones
a?o 2007, cuando se haya formulado un mandato espec?fico para la Comi
se podr? superar el desencanto de los
si?n Europea,
pa?ses participantes
respecto de la posici?n restrictiva de la UE. Mientras tanto los Estados Uni
dos
ya
TA, as?
terminaron
como
El
Estados
las
con
impacto de
comportamiento.
m?s
esta
Latina",45
el CAF
Centroam?rica,
en los
los cuales naturalmente
estimados
en
que
se diagnostica
Aunque
a Am?rica
con
TLC
y Per?.
intereses geopol?ticos,
son mucho
Unidos
"perdiendo
Ecuador
Colombia,
un
de
negociaciones
la UE,
se
los Estados
que
vale
preocupaci?n
en
refleja
mucho
este
est?n
Unidos
m?s
para
o la Cuenca Caribe
Am?rica del Sur que para el Istmo Centroamericano
?a. Sin embargo, se ha ido difundiendo en Am?rica Latina que la UE est?
aplicando en la regi?n el mismo principio de la integraci?n de velocidades
diferenciadas
ha
que
tantas
generado
en
discusiones
su
interior.
Con
esta
pol?tica de integraci?n diferencial en las relaciones exteriores europeas
puede hacerse considerable da?o en el di?logo pol?tico, el cual muchos l?
deres de los pa?ses latinoamericanos han considerado hasta la fecha como
la puerta
de
a
entrada
las negociaciones
con
econ?micas
la UE.
Esto
tam
bi?n en una valoraci?n muy realista de los costos que podr?an resultar de
un disenso pol?tico con Estados Unidos en cuanto a temas de la
pol?tica in
ternacional, sin que la UE est? dispuesta a apreciarlos lo suficiente.46 Es
muy dudoso que sea adecuado describir tal tipo de relaci?n con el concep
to de asociaci?n estrat?gica; m?s bien el anhelado concepto se reduce en
este
contexto
ridades
a unas
coherentes",47
"estrategias
lo cual
sos resultados del proceso
45 Cf.
Peter Hakim,
1,2006, p. 45yss.
46 Cf. la
posici?n
cuando
los dos pa?ses
verbales
se ha
de M?xico
para
una
de cumbres.48 La
"IsWashington
formaron
vuelto
Losing
evitar
la definici?n
coincidencia
transformaci?n de
Latin America?",
de
prio
los esca
ante
la amplia
Foreign Affairs, vol. 35, num.
y Chile en relaci?n con la guerra del Iraq en el a?o 2004,
de Seguridad
de las Naciones
Unidas
y se
parte del Consejo
identificaron con la posici?n europea.
47 Cf.
Manfred Mols, "Die Europ?ische
en Werner Weiden
Union und Lateinamerika",
feld (ed.), Europa-Handbuch,
G?tersloh, Bertelsmann
Stiftung, 2002, p. 666.
48Commission
of the European
Communities
(2000), Communication from theCommission
to theCouncil and The European Parliament. Follow-up to theFirst Summit betweenLatin America, The
Caribbean and theEuropean
Union, Bruselas
(31.10.2000)
COM
(2000)
670 final, p. 4.
M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO 283
2007
ABR-JUN
agenda de temas de la Ia Cumbre de R?o, la cual puede categorizarse "m?s
bien como sofl9,49hace concluir que de los acuerdos de las dem?s no han
podido emanar los impulsos necesarios para la pr?ctica pol?tica. Se est?
dando una mezcla de las agendas del di?logo pol?tico y posibles temas de la
el perfil
cooperaci?n para el desarrollo, lo cual desdibuja adicionalmente
del di?logo de la UE con los pa?ses latinoamericanos: hasta entonces se ha
b?an negociado
los temas de car?cter global en el di?logo con el Grupo
de R?o y las cuestiones operativas con los diferentes grupos subregionales de
Am?rica Latina.50 El "birregionalismo selectivo" de los a?os ochenta, junto
con la introducci?n de los di?logos de grupos en los noventa, se ha ido pro
fundizando en materia econ?mica y comercial con la perspectiva de llegar a
tratados de libre comercio (M?xico y Chile) ;por otro lado se puede detec
con los intereses en materia de
tar que el di?logo pol?tico se est? mezclando
cooperaci?n para el desarrollo, ya que la din?mica de negociaci?n de la UE
se encuentra condicionada por las posibilidades en materia de cooperaci?n
comunitaria y por parte de los estados miembros, mientras que la PESC si
gue siendo el flanco d?bil. Esta nueva tendencia conduce a una "trampa le
gitimatoria", ya que para las contrapartes del di?logo en Am?rica Latina no
son f?cilmente comprensibles esas din?micas internas de la UE y se genera
una condicionalidad,
de la expectativa no cumplida
que es consecuencia
de que los temas del di?logo pol?tico y los ejes centrales de la cooperaci?n de
la UE deben corresponderse entre s?.De talmanera, las agendas en los dos la
dos del Atl?ntico se est?n divorciando en vez de lograr mayor congruencia.
de la arquitectura europea de di?logo llega muy
profundizaci?n
a
su
se trata de lograr una mayor coordinaci?n
cuando
de
l?mite
pronto
en
marco
dos
el
de
las
Naciones
Unidas.
las
regiones se
posiciones
Aunque
identifican con una visi?n multilateralista de la pol?tica internacional (cfr.
el punto 26 de la Declaraci?n
Pol?tica de la Cumbre de Madrid), en lo con
Una
creto
aparecen
diferencias
de
mayor
envergadura:
mientras
Europa
pro
la idea de soberan?as compartidas en el marco de la gobernancia
o
del pooling de soberan?a en el contexto de los procesos de integra
global
mueve
ci?n,
en Am?rica
Latina
tales
propuestas
no
encuentran
mucho
eco
y
no
posiciones prioritarias en las agendas pol?ticas.51 Estas posiciones
tampoco han sufrido cambios como efecto del terrorismo internacional,
alcanzan
49 Cf. Klaus
"Auftakt zu einer strategischen Partnerschaft? Der erste Euro
Bodemer,
Gipfel in Rio de Janeiro", Brennpunkt Lateinamerika, Hamburgo,
p?isch-Lateinamerikanische
n?m. 14, 1999, p. 121.
50
hacia un birregionalismo
"Am?rica Latina y la Uni?n Europea:
Cf. Wolf Grabendorff,
1997, p. 93.
selectivo", en Alberto van Klaveren
(ed.), Am?rica Latina en elMundo,
Santiago,
51
"Uni?n Europea-Am?rica
Wolf Grabendorff,
Latina, ?una asociaci?n
estrat?gica?", Ar
chivos del Presente, Buenos Aires, vol. 5, n?m. 17, 1999, p. 208.
284
Maihold
G?nther
FI XLVII-2
declarada en combate al narcotr?fico y en el fomento del
desarrollo sostenible -todos ellos elementos de la declaraci?n pol?tica. En
una muy completa declaraci?n de 83 puntos acerca de "Valores y posicio
nes comunes" los jefes de gobierno y Estado definieron en Madrid los pun
de la comunidad
tos
consens?ales,
haya
servador
son
se ve
eso,
describen
que
concretas
iniciativas
la
para
coincidencias,
que
pero
que
no
internacional,
agenda
divergencias
llamadas
coincidencias
las
se
sin
que
El
ob
existentes.
las
procesar
a concluir
instado
amplia
en
genera
la
solamente
birregio
cooperaci?n
nal una aportaci?n significativa para su profundizaci?n.
Ante esta descripci?n poco alentadora pueden identificarse los siguien
tes retos para el di?logo pol?tico entre Europa yAm?rica Latina en sus dife
rentes
niveles:
variable
en
- La
arquitectura del di?logo aparentemente no es ni equilibrada ni
practicable. Ni la UE ni los estados latinoamericanos pueden proseguir con
esta modalidad
de birregionalismo
selectivo a largo plazo. La geometr?a
forma,
el
la estructura
sistema
las relaciones
de
multinivel
debe
europeo
necesita
birregionales
ser
complementado
de
una
re
los
ras
con
gos espec?ficos de los modelos de desarrollo latinoamericanos para poder
surtir efecto en la regi?n. La urgencia de los cambios requeridos se hace
m?s evidente ante el futuro incierto del proyecto del ALCA, despu?s de la
Cumbre Americana de Mar del Plata en diciembre de 2005, que ha dejado
en suspenso los potenciales de crecimiento para la regi?n. Hasta cierto
consideraron
la simultaneidad de los
punto los actores latinoamericanos
dos
como
procesos
"arma
en materia
concesiones
para
pol?tica"
a
obligar
Con
y agropecuaria.
agr?cola
la UE
a hacer
el fracaso
mayores
la Ron
de
la OMC en Canc?n y Hong Rong se han borrado por lo
las
pronto
posibilidades de una salida multilateral en esta materia, y se ten
dr?n que retomar las suspendidas negociaciones
bilaterales entre la UE y el
con diferentes
Mercosur. Sin embargo, el paralelismo de las negociaciones
ser con
mostrar
de
Am?rica
tambi?n
Latina
grupos subregionales
puede
da de Doha
de
para
traproducente
si se percatan
la UE,
de
los europeos
que
solamente
tie
nen inter?s en las contrapartes m?s atractivas como Brasil, Chile yM?xico,
a costa del resto de la regi?n. Desde
esta
la perspectiva latinoamericana
situaci?n podr?a minar los fundamentos del di?logo pol?tico.
- La
de las
trampa legitimatoria es un peligro para la profundizaci?n
relaciones
Sin
birregionales.
una
agenda
pol?tica
no
sustantiva
se obten
dr?n resultados visibles a mediano plazo a ra?z del d?bil intercambio eco
de centrar el
n?mico. La reciente propuesta de la Comisi?n Europea
no es
en
temas
el
sostenible
la
cohesi?n
social
desarrollo
de
los
y
di?logo
una
se?al
La brecha
de
aliento
para
entre el di?logo
llevar
las relaciones
a din?micas
pol?tico declaratorio
m?s
y la estructura
fruct?feras.
institucio
2007
ABR-JUN
M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO285
nal, junto con la cooperaci?n
para el desarrollo, puede inducir una ten
dencia regresiva en las relaciones bilaterales. Una asociaci?n
estrat?gica
sin
esfuerzo
serio
las futuras
to de
las
alcanzar
por
rondas
de
resultados
consulta
tiene
el que
negociaciones
tener
puede
de corte
bilaterales
ser
que
efectos
revisado
de
"troika",
nivel
alto
consultas
para
el forma
urgentemente,
el cual la ?ltima comunicaci?n de la Comisi?n Europea
nos elementos operativos. Entre ellos hay que mencionar
ha se?alado
el concepto
la concentraci?n
preparatorias,
en
nocivos
Es
tradicional.
para
algu
de la
de
la
agenda pol?tica, etc. Sin una revisi?n adecuada, que deber? incluir tam
bi?n la diplomacia de cumbres, pueden generarse da?os considerables en
la relaci?n birregional.
- Hasta la fecha no se ha
podido definir los contenidos de la comuni
dad de valores y de la cercan?a cultural entre Europa y Am?rica Latina.
Los se?alados poderes transnacionales en el ?mbito de la sociedad civil,
o de una
del intercambio parlamentario
cooperaci?n m?s all? de los es
quemas del TLC destacan de nuevo; sin embargo no han sido condensados
en una agenda bilateral de calidad
estrat?gica. Si no se consiguen estable
cer los rasgos distintivos de la relaci?n entre
Europa yAm?rica Latina, que
a su vez deber?an
exclusivos
efectos
para los participantes de esta
producir
relaci?n, ser? dif?cil imaginar un futuro provechoso para las partes involu
es inminente; la
cradas. El peligro de una nueva cumbre de desencanto
idea de celebrarla bajo el t?tulo de la intensificaci?n de la asociaci?n estra
t?gica
-
no
crea
mucha
confianza.
como
Integraci?n
v?a,
instrumento
y meta:
esto
renuncia
a
ser el
parece
prop?si
to pol?tico de la UE con respecto a Am?rica Latina; sin embargo, esta visi?n
del futuro de Latinoam?rica
le da preferencia, muy unilateralmente, a una
sola
parte
la
de
de cooperaci?n
les de
tienen
como modelo
ganda
a un
simplemente
ples
para
con
ral, ya que
la
poco
pertinente
por la interdependencia
ante
los Estados
los
cooperaci?n
europeas
periencias
Enriquecer
Unidos.
los
Una
insistir
las
para
compleja
ser?a
de
contenidos
reto
poco
tuvo
que
las cumbres
inmediato
se?alar
en
de
la
y las dependencias
percibido
comparaci?n
y latinoamericanas.
y estrat?gica
operativa
misma
Comisi?n
Europea
apenas
en
Europa
en
europea
propa
segunda,
para
su
en
como
m?s
cuanto
superar
reporte
a
bilate
invitaci?n
entre
adecuada
m?lti
el discurso
efectos en el di?logo
una
es un
exteriores
demasiado
realidades
reserva
mayor
internos
problemas
como
que
las relaciones
no
tener tambi?n mayores
podr?a
los fondos
Latina, ya que all? se estar?a haciendo
para Am?rica
sobre modelos
a
se recomienda
lo tanto,
concepto
en
los cuales
europea,
integraci?n
efecto.
Por
la soberan?a,
institucional son igualmente rasgos esencia
y el desarrollo
la
La
europea.
experiencia
las ex
su dimensi?n
el d?ficit
al Parlamento
la
que
Eu
286
Maihold
G?nther
FI XLVII-2
ropeo en la antesala de la Segunda Conferencia Cumbre.52 De los 55 puntos
del Plan de Acci?n de la Cumbre de R?o, los funcionarios pol?ticos respon
sables de las contrapartes seleccionaron 11 como prioritarios,53 de los cuales
-como la Comisi?n comunic? en el a?o 2000 al Parlamento Europeo- muy
de
poco pudo ser llevado a la realidad y no se identificaron mecanismos
coordinaci?n oportunos. Que la Comisi?n en su ?ltima comunicaci?n del 8
de diciembre de 2005 haya recomendado de nuevo asignar mayores respon
es una medida
sabilidades a los funcionarios pol?ticos, no necesariamente
suficiente para incentivar la relaci?n birregional. M?s bien puede haber ele
mentos
estructurales
que
limiten
en
la acci?n
los
La
se?alados.
esquemas
selectividad de los contactos y la creciente importancia de los v?nculos se
cundarios est?n aportando a un cambio cualitativo del formato del entra
mado
de
las relaciones.
de los contactos
4. La selectividad
DE LAS RELACIONES SECUNDARIAS
y la CRECIENTE IMPORTANCIA
La pluralizaci?n de las formas de relaci?n m?s all? de los elementos de una
asociaci?n estrat?gica y de un birregionalismo marca la calidad del actual
Se han establecido nuevas for
intercambio entre Europa y Latinoam?rica.
mas de contacto que se fundamentan en los intereses espec?ficos de car?cter
bilateral
de
algunos
pa?ses.
Estos
intereses
no
pueden
te de car?cter transitorio, ya que han adquirido
considerarse
solamen
una cierta permanencia,
de
52Acerca
la II Cumbre Uni?n
"Hacia
del proceso post R?o, cfr. Juan Mario Vacchino,
Latina y el Caribe", Cap?tulos delSELA, n?m. 64, 2002, pp. 119-134.
Europea-Am?rica
53 Prioridades
en noviem
en la reuni?n de Tuusula,
Finlandia,
estrat?gicas redefinidas
bre de 1999 (http://europa.eu.int/comm/world/lac/frio_es.htm).
-Prioridad
en los foros internacionales.
1: Cooperar
-Prioridad
2: Proteger los derechos humanos.
-Prioridad 3: Promover el
papel de las mujeres.
- Prioridad 4:
en los ?mbitos del medio
ambiente y las cat?strofes naturales.
Cooperar
-Prioridad 5: Luchar contra la
el
tr?fico
y
droga
ilegal de armas.
- Prioridad
estable y
la instauraci?n de un sistema econ?mico
6: Fomentar
y financiero
a escala mundial.
din?mico
-Prioridad 7: Promover
los intercambios comerciales.
-Prioridad
la in
en los ?mbitos de la ense?anza,
los estudios universitarios,
8: Cooperar
nuevas tecnolog?as.
vestigaci?n y las
-Prioridad 9:
cultural.
Proteger el patrimonio
- Prioridad
una iniciativa com?n en el ?mbito de la sociedad de la infor
10: Establecer
maci?n.
- Prioridad
teria de procesos
11: Apoyar
de
la investigaci?n,
integraci?n.
los estudios
de postgrado
y la formaci?n
en ma
M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO 287
2007
ABR-JUN
manera
que
ricano. No
como
una
est?n
sus
imprimiendo
curva
acerca
decreciente
el entramado
en un
de
rememorado
pasado
las
eurolatinoame
se haya interpretado
en una
que
en
y expectativas
exigencias
de la cercan?a entre Europa
laci?n birregional. La b?squeda
na, m?s
en
rasgos
es de sorprender que esta nueva din?mica
de
definici?n
la re
yAm?rica Lati
tareas
futuras
comunes, s?lo tiene capacidades proactivas para el redise?o de la conexi?n
entre las regiones. El recurso a valores comunes y afinidades hist?ricas54 no
puede sustituir a la b?squeda de un nuevo orden de interacci?n que logre
relacionar de una manera fruct?fera los diferentes niveles de los procesos in
y de la
teractivos. Se requiere de la definici?n de alcances bi ymultilaterales
entre
relaci?n
las ?reas
comunitarias
europeizadas
y las partes
interguberna
de la pol?tica exterior europea. En este contexto hay que resaltar
las diferentes formas de organizaci?n de las dos ?reas en el contexto de la
pol?tica europea en Bruselas: la l?gica de acci?n de AMLAT, como comit? de
los representantes permanentes, y de COLAT, como el Comit? de Am?rica
con
Latina del Consejo Europeo,
indica los espacios no necesariamente
mentales
gruentes en cuanto al dise?o de la pol?tica exterior del continente. Aunque
se debaten losmismos temas no existe la posibilidad de unir al respecto los
dos espacios, ya que rige una competencia de exclusividad y se teme la "con
de
taminaci?n"
la
comunitaria
agenda
la
por
agenda
intergubernamental.
Por parte de la Comisi?n se desea mantener
los procesos comunitarios al
se
la
lo
cual
de
los
de
elementos
PESC,
margen
refleja en la pr?ctica en el in
tento de crear una normatividad en el ?mbito de la pol?tica exterior com?n
para la acci?n de los pa?ses miembros y no dejarse arrebatar las competen
cias
comunitarias
ya
De
alcanzadas.
hecho
se est?
a un
asistiendo
proceso
de outsourcing de la pol?tica con Am?rica Latina por parte de los estados
miembros de la UE, ya que, por la falta de compromisos nacionales, est?n
nuevos
asumiendo
miembros
pa?ses
para
en una
procedimientos
est?n
avanzando
su
En
coordinaci?n.
supuesta
los
efecto,
de
europeizaci?n
las re
de soberan?a na
Latina, aunque sigan disponiendo
en todas las
cional y competencias en los espacios intergubernamentales
materias con excepci?n de la pol?tica comercial y de la cooperaci?n para el
desarrollo comunitario. As? se efect?a un traslado t?cito de decisiones en la
laciones con Am?rica
pr?ctica
ce de las
agendas
de
la UE,
lo cual
negociaciones
y establecen
no
de
una
representa
car?cter
procesos
de
real
europeizaci?n
intergubernamental
a costa
bargaining,
en
de
la
el avan
sino
tanto
se
acoplan
transparencia.
Para poder solventar el problema de los diferentes niveles involucra
dos en la relaci?n entre la UE yAm?rica Latina, hay que analizar los cam
54 Cf. el documento
ya se?alado:
"EU-LAC - Common
ropa.eu.int/comm/world/lac/conc_en/val_pos.htm).
Values
and Positions"
(http://eu
288
Maihold
G?nther
FI XLVII-2
pos de acci?n en funci?n de si se prestan m?s para el ?mbito bilateral o pa
ra el multilateral. Eso implica varios pasos
preparatorios, de los cuales uno
ser
la
de
las
hist?ricamente
animadas falacias en las re
podr?a
superaci?n
laciones
El
birregionales.
habr?a
que
relaciones
o
estancamiento
en
analizarlo
aun
a
cuanto
el
las
en
empeoramiento
las
y las exigen
expectativas
cias. Para tal efecto hay que identificar aquellos altos costos que tuvo que
asumir la relaci?n birregional en a?os pasados, y por otro lado identificar
aquellas causas que se contraponen al redise?o de las relaciones. Sobre la
base de estos elementos pueden discernirse los siguientes puntos:
4.1
en los actores
Transformaciones
centrales
Por parte de la UE hay que mencionar
la simultaneidad de la ampliaci?n y la
del
proceso
profundizaci?n
integracionista, lo cual implic? una cierta pospo
sici?n de sus relaciones exteriores que no estaban incluidas en los programas
de la pol?tica europea de vecindad, como es el caso de los nexos con Am?rica
Latina. Este dilema, que se ve reforzado por el inicial fracaso del Tratado
se
Constitutivo,
con
corresponde
una
dad hacia Am?rica Latina, ya que
Oriental
un
posee
atractivo
mayor
orientaci?n
decreciente
la ampliaci?n
A
econ?mico.
de
del mercado
la vez, por
la Comuni
hacia Europa
la parte
latinoame
ricana se hace evidente que los tradicionales espacios subregionales de inte
graci?n (por ejemplo, elMercosur) tienen que ceder ante un nuevo patr?n de
relaciones subcontinentales, que m?s bien se caracterizan por la amplitud que
por la profundidad de la integraci?n. El ingreso de Venezuela alMercosur no
a
ayudar?
el estancamiento
superar
patr?n
del
este
de
proceso
en su ideologizaci?n
bien podr?a desembocar
europeo
interregionalismo
entra
integracionista,
sino m?s
pol?tica. Ante este panorama
todav?a
m?s
en
aguas
el
turbulentas.
La reorientaci?n de las relaciones econ?micas y culturales de los estados
latinoamericanos hacia los Estados Unidos ha acelerado el desdibujamiento
del Leitbild cultural europeo en la regi?n. Con la creciente presencia de la
Rep?blica Popular China como nuevo actor de la pol?tica y la econom?a lati
se est?
noamericana,55
abriendo
tunidad de forjar su din?mica
te y Oriente.
Entre
que proyectaban
nantemente
en
tanto,
est?n
para
los estados
econ?mica
cambiando
del
subcontinente
la opor
en una dimensi?n Norte, Occiden
los
viejos
esquemas
de
orientaci?n
la diversificaci?n de las relaciones de intercambio predomi
la UE,
a la cual
se consider?
como
actor
equilibrante
frente
la imponente articulaci?n de intereses por los Estados Unidos.
55 Cf.
Enrique Dussel Peters, Economie Opportunities and Challenges Posed by China forMexi
co and Central America, Bonn, German Development
Institute, 2005.
a
M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO289
2007
ABR-JUN
4.2 Cambios en la relaci?n con elmundo exterior
Tanto la Comunidad Europea como los pa?ses l?deres de Am?rica Latina es
t?n llamados a asumir una mayor responsabilidad en la pol?tica mundial ba
jo el esquema del multilateralismo. En el contexto europeo esto se ha ido
reflejando en la participaci?n en misiones internacionales de estabilizaci?n
y de paz que se extendieron desde Kosovo hasta Afganist?n. En el subconti
nente
latinoamericano ha sido especialmente el gobierno de Brasil el que
ha puesto en escena la formaci?n de ejes de cooperaci?n con el Sur, con los
cuales ha ido articulando un entendimiento con Africa del Sur, la India y
Pakist?n por un lado, y formando el G 20 en el marco de la Organizaci?n
Mundial de Comercio
(OMC) por el otro. Estos nuevos espacios de acci?n
en
tanto
la
exterior
pol?tica
europea
como
en
externa
la acci?n
de
los esta
dos latinoamericanos han estado cambiando la relaci?n bilateral: se ha ge
nerado una dimensi?n adicional de nuevas relaciones de interlocuci?n y
en el G 4, que reformula las prioridades de
responsabilidades, por ejemplo
en la relaci?n bilateral. Se abren nue
tambi?n
exterior,
justamente
pol?tica
vas opciones de acci?n m?s all? del birregionalismo, que enfatizan la coope
raci?n de los pa?ses l?deres latinoamericanos con algunos estados miembros
europeos, mientras que la quimera tradicional del Tri?ngulo Trasatl?nti
co56 se haya en lontananza. Siempre se hace m?s evidente que Am?rica Lati
na est? articulando sus relaciones con los Estados Unidos con fundamentos
diferentes de los empleados para con la UE, a pesar de la patente intenci?n
de presentarlos como una relaci?n de competencia. Pa?ses importantes del
subcontinente, m?s all? del caso chileno, act?an cada vez m?s "liberados de
la relaci?n fija", asumiendo todos los riesgos que ello implica, ya que la vin
culaci?n con los Estados Unidos se manifiesta muy variable y dependiente
del
inter?s
espec?fico
de
la contraparte.
En
este
nuevo
contexto,
Europa
co
rre el peligro de ir perdiendo su "papel de contraparte", ya que no est? en
sus pol?ticas.
capacidad de elaborar ofertas sostenibles para la definici?n de
Si de esto se dedujera que la relaci?n competitiva entre Europa y Estados
Unidos por Am?rica Latina se ha transformado en una divisi?n del trabajo
entre
Bruselas
yWashington
se cometer?a
un
error.
Seg?n
esta
tesis Am?ri
ca Latina fue dividida entre Estados Unidos y la UE en diferentes zonas de
inter?s (de M?xico hasta Colombia con la responsabilidad primordial de los
Estados
Unidos,
el Mercosur
con
preferencia
para
la UE).57
Sin
embargo,
tal
56Cf. Wolf
"El Tri?ngulo Atl?ntico:
Grabendorff,
?una visi?n realista?", en Klaus Bodemer,
Wolff Grabendorff, Winfried Jung y Josef Thesing
(eds.), El Tri?ngulo Atl?ntico: Am?rica Latina,
en un sistema internacional cambiante, St. Augustin, KAS, 2002, pp. 375-391.
Europa yEstados Unidos
57As? Susanne
noch eine Rolle?
in Lateinamerika
", Aus Politik
Gratius, "Spielt Europa
und Zeitgeschichte, B 38-39, 2003, p. 39.
290
G?nther
Maihold
FI XLVII-2
visi?n se apega demasiado a una perspectiva geopol?tica inmediatista y deja
de lado las vinculaciones de intereses en campos espec?ficos de los respecti
vos
actores.
5. La RELACI?N ENTRE LA UE Y AM?RICA LATINA:
?CAMINANDOHACIA UN "V?NCULO NEGATIVO?"
"empty shell relations" han sido calificados aquellos v?nculos que se
caracterizan por su ambivalencia e incompatibilidad, lo cual limita el futuro
desarrollo del intercambio. La categorizaci?n de las relaciones de UE yAm?
rica Latina como "concha vac?a" se puede deducir no s?lo a partir del cre
ciente desinter?s de la primera y de lamayor?a de sus estados miembros en
Como
la
nes
segunda,
comerciales
sino
tambi?n
los
de
la UE
entre
intereses
Sin
las
contrapartes
las", sin grandes
pueden
nes
en
"arregl?rselas"
negociacio
incompatibili
t?rminos
de
"vidas
parale
y el espacio com?n iberoamericano
"v?nculo negativo" ofrece muchas
mayor
adquieran
embargo,
iniciativas conjuntas pero tambi?n sin grandes conflictos.58
5.1. El papel de Espa?a
Tal
las
esta
en la ruptura de la relaci?n, m?s
dad en aumento no tiene que desembocar
bien
en
contrapuestos
y el Mercosur.
relevancia,
para que otras relacio
posibilidades
aparte
de
que
a esta
red
relaciones
de
se le
empuje hacia m?s grandes ambivalencias a trav?s de se?ales muy contradic
torias: la disociaci?n entre la pol?tica comunitaria y los intereses de algunos
miembros
particulares.
En
esta situaci?n encuentra
est? ampliando,
Espa?a
guez
el
caso
su autodefinido
Zapatero,
de
las
relaciones
eurolatinoamericanas
su expresi?n en el papel de Espa?a: mientras que
con el nuevo gobierno socialista de Jos? Luis Rodr?
papel
de
"intermediario",
"puente",
"puer
ta" o "canal" para las relaciones entre Europa yAm?rica Latina, al parecer
otros (y especialmento
los nuevos) estados miembros se est?n aproximando
a una
las
actitud
cuales
Am?rica
Latina
pa?s miembro
58
G?nther
besonderen
de
gran
est?
la UE
tiene
desinter?s.
aplicando
caracter?sticas
(Espa?a)59 muestra
En
un
con
comparaci?n
esquema
especiales,
de
en
otras
"asociaci?n
tanto
que
un inter?s muy articulado
"Nach dem Wiener Gipfel. Europas
Maihold,
zu Lateinamerika",
Ibero-Analysen, n?m.
Verh?ltnis
ibero-analysen.de/hefte/Ibero-Analysen%20Heft%2019.pdf).
59 En este contexto no se est? subestimando
el papel
regiones
con
estrat?gica",
un
solamente
en la regi?n;
schwierige Suche nach einem
19, junio de 2006 (http://www.
de Portugal
en el sistema
iberoa
M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO291
2007
ABR-JUN
por ende, para la UE esta situaci?n es mucho m?s complicada. Las inversio
en el marco de los proce
nes espa?olas en el subcontinente -especialmente
en
sos de privatizaci?n
el sector de servicios- han distinguido a este pa?s
respecto del resto de los estados europeos.60 Adem?s, el gobierno de Rodr?
del estrecho
guez Zapatero
logr? liberar la pol?tica exterior de Espa?a
v?nculo con los Estados Unidos establecido durante el gobierno de Jos? Mar?a
Aznar y rehabilitarla como interlocutor reconocido para Am?rica Latina.61
En este esfuerzo Espa?a puede construir sobre el instrumental del proceso
iberoamericano, el cual con la reci?n inaugurada Secretar?a General Ibe
roamericana en Madrid
(SEGIB) est? inmerso en la reactivaci?n dicho espa
cio com?n. Espa?a, contribuyente central en el gasto operativo de la nueva
Secretar?a,
rio
general-
-con
espera
una mayor
de
el nombramiento
Enrique
internacional;
proyecci?n
Iglesias
inter?s
que
como
secreta
encuentra
sus
l?mites especialmente en los propios de los grandes pa?ses latinoamericanos
como Brasil yArgentina que no quieren ver subordinada su acci?n externa
a la SEGIB. El mandato pol?tico del nuevo organismo hacia afuera del espa
cio iberoamericano queda por lo tanto m?s limitado que en la promoci?n
la
interna.62 A pesar de la declarada complementariedad,
de la cooperaci?n
Iberoamericana de Naciones y el sistema de cumbres iberoa
Comunidad
mericanas se desenvolvieron en un ambiente de competitividad con el pro
El nexo iberoamericano trataba -desde la ?ptica
ceso eurolatinoamericano.
espa?ola-
de
encontrar
una
caja
de
resonancia
sin haber
continental,
teni
como
sutileza para involucrar a la parte europea. Considerada
se
"es
Secretar?a
la
ha
se?alado
que
percibida asi
"diplomacia clientelar",
su interven
mismo como una prolongaci?n de la administraci?n espa?ola;
en
Am?rica
Latina".63
ci?n en el di?logo eurolatinoamericano
[...] disgusta
Tal situaci?n tambi?n se refleja en la cautela con la que algunos pa?ses es
t?nmirando la creciente "iberizaci?n" de las relaciones eurolatinoamerica
se est?n transformando
nas, que bajo el emblema de lamultilateralizaci?n
do la debida
sin embargo, hay que reconocer que Brasil no est? aceptando
ning?n papel de in
en sus relaciones con la UE.
termediaci?n
portuguesa
60
el texto de Alfredo Arahuetes,
Cf. con respecto a las inversiones espa?olas,
"Espa?a",
en Ziga Vodusek
(ed.), Inversiones directas en Am?rica Latina. El papel de las inversiones europeas,
mericano;
BID, 2002, pp. 101-140.
Washington,
61
con Am?rica Latina. Ejes de la
reencuentro
"Retorno a Europa,
Cf. G?nther Maihold,
Iberoame
en el gobierno de Jos? Luis Rodr?guez
nueva pol?tica exterior de Espa?a
Zapatero",
vol. 4, n?m. 15, 2004, pp. 168-173.
ricana. Am?rica Latina-Espa?a-Portugal,
62 Cf. el Convenio
Ibe
de Santa Cruz de la Sierra constitutivo de la Secretar?a General
roamericana
de julio
1991 y el mismo
estatuto
de
la SEGIB del
10 de julio
www.segib.org/home/Castellano/index_html_home9).
63 Ra?l Sanhueza
?Las cumbres iberoamericanas. Comunidad
Carvajal,
cia clientelar?, Santiago de Chile, FLACSO, 2003, p. 91.
de 2004
de naciones
(http://
o diploma
292
G?nther
Maihold
FI XLVII-2
en una modalidad
bilateral64 con el signo de una
una
y
cooperaci?n
preponderantemente
identidad propia iberoa
cultural. El anhelo de
mericana
el
articular
titucional
un
como
com?n
espacio
ente
de
capaz
cionamiento
La
a
respecto
especialmente
sus
y
programas.
la
de
adquisici?n
en el Parlamento
presentada
Permanente
Eurolatinoamericana
proceso
iberoamericano,
entre
bilaterales
asociaci?n
socios
en
UE-ALC
su
ins
iberoame
pero
jam?s
su fun
para
crear
de
Europeo,66
clara
homolog?a
reforzar
pueden
conjunto,
como
fondos
de que
refleja la preocupaci?n
determinados
estrat?gica
en
estructura
la tarea de posicionarse
europeos
propuesta
Secretar?a
a una
llevado
tanto
v?nculos
establecer
con
ricanos,
ha
iberoamericano65
reforzada con la SEGIB, que ha asumido
una
con
el
"las relaciones
la
notablemente
aspirar
a
reempla
zarla con ?xito".67 Finalmente Espa?a dispone, por su rol como "velador
de los intereses de Am?rica Latina en la UE", de una fuerte presencia en los
gremios y en el ?mbito de los funcionarios de la Comisi?n Europea, lo cual
hace impensable una pol?tica continental con respecto a Am?rica Latina
que vaya en contra de los intereses espa?oles. As?, el pa?s asume un papel
de liderazgo (cfr. la reorientaci?n de la posici?n de Europa frente a Cuba)
y
se
una
asegura
pecto a la regi?n.
5.2. Hacia
sustancial
participaci?n
en
los
recursos
una europeizaci?n de las relaciones de Espa?a
europeos
con
res
conAm?rica Latina
Lamentablemente
Espa?a asume su papel respecto de Am?rica Latina en
un sentido dominante,68 en tanto que utiliza esta funci?n dentro de la UE
para la defensa de sus intereses nacionales. Es decir, la interpretaci?n se
realiza en t?rminos de que este papel
64 Llama mucho
est? animado
por intereses unilatera
la directora de la Fundaci?n
Carolina, Rosa Conde, ha
"?Para qu? sirve el di?logo pol?tico entre la UE y Am?rica
de la relaci?n eurolatinoa
Latina?"
(Madrid, 9-10 de marzo de 2006) de un replanteamiento
me
esta agenda"
de "relanzar las relaciones"
"si
mericana,
[y,]
apur?is, 'espa?olizando'
(p. 5).
65
a Lima: las cumbres iberoamericanas,
una reali
Celestino del Arenal, "De Guadalajara
en Tom?s Mallo y Laura Ruiz Jim?nez (coords.), El sistema de cumbres iberoame
dad en marcha",
blara
en la clausura
ricanas. Balance
Ortega
yGasset,
la atenci?n
del
que
seminario
de una d?cada y estrategias de consolidaci?n, Madrid,
2002, p. 75 y ss.
AIETI / Instituto Universitario
66
on Enhanced
on
Parliament-Committee
European
Foreign Affairs, Report
Cooperation
final A6-0047/2006,
between theEuropan Union and Latin America (2005/2241),
p. 6.
67 Cf.
op. cit., p. 53.
Jos? Ignacio Salafranca S?nchez-Neyra,
68 Axel
L?decke,
uEurop?isierungn der deutschen Au?en- und Sicherheitspolitik?: Konstitutive
Leske + Budrich, 2002,
und operative Europapolitik zwischenMaastricht und Amsterdam, Opladen,
p. 30 y ss.
M?S AI L? DEL INTERREGIONALISMO293
2007
ABR-JUN
les o
con
de
dependencia
de
acuerdos,
coaliciones
con
cambiantes,
otros
pa?ses l?deres de la UE. Sin embargo, ser?a deseable una percepci?n propia
en el sentido de un rol de liderazgo constructivo, es decir, que la coopera
entre
ci?n
es
los estados
en
prioritaria
el contexto
de
un
intereses
y media
entre
intereses
nacionales."69
lamediaci?n
propios
al mantener
contrarias
exigencias
el inter?s en el todo org?nico
Sin
con
coliderazgo
ciliatorio. "El conciliador act?a con base en la autolimitaci?n
de sus propios
como
criterio
sin tener que desdecirse
en
embargo,
esta
Espa?a
de
de sus
se
relaci?n
a
percibe en direcci?n opuesta, justamente poniendo
Europa en funci?n
de Espa?a. Para Rosa Conde, directora de la Fundaci?n Carolina de Espa
?a, se comprende esta funci?n de su pa?s de la siguiente manera: "Espa?a
puede jugar un papel importante promoviendo una pol?tica eurolatinoa
las
relanzando
mericana,
me
y, si
relaciones
esta
'espa?olizando'
apur?is,
en
agenda."70 De all? surge el problema central de la divisi?n del trabajo
cuanto a la realizaci?n de tareas comunes y el cuidado de intereses espec?
ficos de los pa?ses miembros de la UE: intereses nacionales y pol?ticas co
munitarias entran en conflicto al ponerse en contacto con la din?mica del
dise?o de la acci?n externa europea; contradicciones
que por lo pronto
no encuentran soluci?n en las din?micas establecidas para la generaci?n
del consenso en la UE.71 Si se quiere evitar el peligro de un "v?nculo nega
tivo" entre las dos regiones ser? indispensable la b?squeda de congruencia
entre
los
intereses
nacionales
y europeos
para
este
v?nculo,
el
conciliador.
Es
se
decir,
que el papel l?der de Espa?a ante Am?rica Latina tenga que de
sempe?arse en el inter?s de la comunidad europea entera y en funci?n
del proceso integracionista. Para tal efecto hay que encontrar una forma
necesita
institucional
ka" europea
con
que
Am?rica
Latina
est?n
abiertas
dav?a
logre
representar
que, con liderazgo espa?ol,
en
un
muchas
pensables,
si no se quiere
entramado
eurolatinoamericano.
69
sentido
Es
europeo.
discusiones
como
puede
se haga responsable
con
en
Espa?a,
este
ser una
"troi
de la relaci?n
rengl?n
las cuales
correr el riesgo de un desequilibrio
donde
son
to
indis
mayor del
L?decke,
op. cit., p. 33.
70Rosa
Conde,
"?Para qu? sirve el di?logo pol?tico
palabras de clausura del seminario
9-10 de marzo de
entre la UE yAm?rica Latina?
(objetivos, perspectivas y recomendaciones)",
2006, Casa de Am?rica, Madrid, p. 5.
71 Cf.
vs. EU-foreign Policy Interests:Mapping
"Important" Natio
Wolfgang Wessels, National
nal Interests, Bruselas, TEPSA, 1998.
294
G?nther
Maihold
FI XLVII-2
6. "LlVING-APART-TOGETHER",UNA NUEVA MODALIDAD
PARA EL DELINEAMIENTO DE LAS RELACIONES EUROLATINOAMERICANAS
La
ser demasiado
mostrando
Si no
mutuos.
culos
tienen
ciones
puede
de que
de
base
est?
eurolatinoamericanas
precaria para el desarrollo productivo de los v?n
se
a una
llevarlas
quiere
ser desarrolladas
que
las relaciones
con miras
estas
rela
relegaci?n,
no
se
Sin
al futuro.
embargo,
mayor
de Manfred Mols, de 1994, en el sentido
la preocupaci?n
"esta relaci?n con saldo positivo pero en el detalle marcado por
descartar
fracturas
[...]
dos partes
generar
como
com?n
herencia
un
en
desaparezca
Para
la historia".72
este
evitar
nuevo
entramado
de
reciprocidades.
En
este
las
desenlace,
tendr?an que asumir la tarea de forjar "identidades
entre s?" y
esfuerzo
conjunto
la profundi
hay que partir de la tesis de que las iniciativas continuas, para
zaci?n del v?nculo entre Europa yAm?rica Latina, solamente ser?n exitosas
si se reconoce la calidad propia de la contraparte y su inter?s, posiblemen
te limitado, en la generaci?n de posiciones comunes en campos espec?fi
cos. Por lo tanto, habr? que encontrar formas de cooperaci?n
que no
se adec?en
necesariamente
al
interregionalismo
pero
que
se abran
a nue
vas iniciativas. La "dif?cil b?squeda de una relaci?n especial"73 de Am?rica
Latina con Europa, y viceversa, domina hasta la fecha las relaciones bilate
rales: existen coincidencias en materia de pol?tica exterior como por ejem
de
en el marco del Consejo
plo en la cuesti?n de la guerra del Iraq,
entre la "Vieja Europa"
las
Naciones
de
Unidas,
(Alemania
Seguridad
Francia) yM?xico y Chile con respecto al rechazo de la posici?n unilateral
de los Estados Unidos. La preferencia por tradiciones comunes multilatera
les, que se hab?a articulado de alguna manera en la era del presidente Clin
ton,
puede
encontrar
apoyo
por
parte
de
Brasil,
aunque
no
es
extensible
a
Latina y el Caribe, como bien lo mostr? el apoyo de Co
lombia, Rep?blica Dominicana, Nicaragua y El Salvador a la posici?n de los
Estados Unidos. Este mismo ejemplo hace evidente la dificultad que tienen
los gobiernos latinoamericanos para diferenciar entre las posiciones pol?ti
cas de los estados miembros de la UE y la PESC, una dificultad que para las
secretar?as de Relaciones Exteriores del subcontinente "representa un reto,
toda la Am?rica
al
cual
reaccionan
72Manfred
derten
Mols,
internationalen
frecuentemente
"Deutschland
con
una
cierta
pasividad
rutinaria".74
vor dem Hintergrund
einer ver?n
Deutschland
(eds.),
y Christoph Wagner
Frankfurt-Main, Vervuert, 1994, p. 5.
und Lateinamerika
en Manfred
Mols
Situation",
Lateinamerika. Geschichte, Gegenwart und Perspektiven,
73Alberto van
in den 80er
Lateinamerika
"Die internationalen
Klaveren,
Beziehungen
(eds.), Demokratie und
y Alberto van Klaveren
Jahren", en Dieter Nohlen, Mario Fern?ndez
Leske + Budrich,
1991, p. 17.
Au?enpolitik in Lateinamerika, Opladen,
74Van
Klaveren, op. cit., p. 22.
M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO295
2007
ABR-JUN
en Am?rica Latina, en muchos casos,
La conclusi?n correspondiente
una
articulaci?n bilateral en vez del concepto propagado por la
fue buscar
UE de una "geometr?a variable" y del di?logo de grupos. Hay que partir de
la premisa de que el di?logo pol?tico extensivo ya no puede encontrar su
forma en el simple birregionalismo, ya que las asimetr?as entre los actores
y las entidades subregionales han mostrado ser demasiado grandes. Por lo
tanto podr?a ser recomendable
-
una
Cimentar
nueva
cultura
el siguiente procedimiento:
relacional
intercambio de Europa y Am?rica Latina dispone de una estructura
una for
compleja; lamemoria hist?rica y el futuro le confieren al presente
maci?n especial, en nuestros d?as de desequilibrio, que se alimenta m?s de
la historia que de aquello que articula al futuro. Las relaciones eurolatinoa
mericanas tienen que corresponderse en este ?ngulo, ya que ello repercute
El
en el delineamiento del v?nculo. A pesar de la declarada asociaci?n estrat?
un lugar central para el di?logo estrat?gico, en tanto
gica, no se dispone de
que
estructuras
aquellas
como
terceros
que
logran
acercarse
a estos
Las dos partes del di?logo
los efectos deseados.
contrapartes
m?s
estrat?gicas,
intereses
no
no se presentan
bien
este
papel
producen
frente a
lo est?n
cum
en ?reas pol?ticas de su inter?s. El
pliendo en lo particular pa?ses l?deres
modelo actual de la relaci?n podr?a llegar a un punto de inflexi?n que ten
la irritaci?n de las contrapartes. La tarea central
dr?a como consecuencia
consiste entonces en liberar la relaci?n de su actual estado de indefinici?n
y transformarla
en
una
nueva
cultura
de
relaci?n75
que
se
fundamente
en
intereses reales y posibilidades de cooperaci?n m?s all? de los prop?sitos
ser procesados de talmanera que
cortoplacistas. Los conflictos tienen que
su alcance se vuelva controlable, si es que esta relaci?n hist?rica ha de dar
frutos en el futuro. Este dilema fue formulado por el presidente brasile?o
Fernando Henrique Cardoso en la segunda Cumbre de Jefes de Gobierno y
Estado de Europa yAm?rica Latina, celebrada en Madrid el 16 y 17 de ma
yo de 2000, con las siguientes palabras: "Aunque nos encontramos pr?xi
mos
en
esp?ritu,
75 Cf.
en
realidad
seguimos
muy
distantes."
en G?nther Mai
con clara direcci?n
elaborados
para un di?logo
entre Am?rica
en
las
relaciones
del
La
estructuraci?n
Atl?ntico.
hold,
espacio
en Sonja M. Steckbauer
Latina y Europa",
(eds.), Literatura-historia-pol?ti
y G?nther Maihold
Iberoamericana
ca. Articulando las relaciones entreEuropa y Am?rica Latina, Frankfurt-Madrid,
/
los elementos
"El Tri?ngulo
Vervuert,
2004, pp. 239-261.
296
-
G?nther
una
Generar
nueva
din?mica
Maihold
FI XLVII-2
en vez de
relacional:
la UE
Para
sus
y
estados
es
miembros
recomendable
ciones
con
Latina
con respecto a los temas centrales de
para
todos
ci?n,
a
actores
no
pesar
relevantes
puede
de que
(estatales
dar
resultados,
tambi?n
genere
y
no
todos"
ucaf? para
en ?reas definidas
identificarcontrapartes relevantes
en Am?rica
gubernamentales)
mientras
inter?s. Una
una
que
agenda
global
diferencia
mayor
fundamenta
conflictos,
mayores
rela
las
profundizar
al
tiempo la exclusividad y la identidad. En el marco de un birregio
nalismo selectivo y un bilateralismo m?ltiple, ya no parece ser oportuno
existentes entre las pol?ti
proyectar todos los problemas de coordinaci?n
cas exteriores latinoamericanas
y la PESC sobre un n?cleo de preguntas
que no sea igual de relevante para todos los estados del subcontinente.
Adem?s habr?a que entrar en una valoraci?n seria acerca de la capacidad
mismo
de acci?n que los pa?ses tienen en esta ?rea pol?tica. Algo parecido est? su
cediendo en la pol?tica espa?ola respecto de Am?rica Latina, en la cual ya
no se act?a bajo el criterio de "caf? para todos",76 sino que se buscan las
entre
centrales
articuladoras
se en un di?logo
deres
emergentes
est?n
centrando
en
Am?rica
en
m?s
primas que en acciones
-
un
Inducir
nuevo
la
sus
aunque
recursos
de
Latina,
exportaci?n
interacci?n:
de
para
defensa
de
los estados
nuevos
latinoamericanos
consideradas
la soberan?a
intereses
naturales
ambiental.
para el di?logo interregional
Aunque
ser?a
ejemplo
de
pensar
con el tema del clima con los po
de sostenibilidad
orden
Por
las contrapartes.
estrat?gico en relaci?n
como
se
actuales
y materias
formatos
pueden
detectarse
o
exageradas
posturas de
desde
superadas
la perspectiva europea, habr? que iniciar la discusi?n sobre nuevos forma
tos de interrelaci?n, por ejemplo en el sentido del m?todo de "convento",77
que
re?na
una
red
tanto
a
funcionarios
parlamentarios
como
a
li
personalidades
bres para la preparaci?n de decisiones y la reforma de la diplomacia de
cumbres. M?s alia de rutinas diplom?ticas y foros abiertos se podr?a tejer
de
podr?a
relaciones
eurolatinoamericanas
y consensual
una mayor
lograrse
democr?tico
que
la actual
confluencia
a un
y ampliarlas
de cumbres.
diplomacia
de
intereses
previamente
esquema
Por
a
m?s
esta
via
las cum
76Cf. Carlos
Malamud,
Espa?a yAm?rica Latina: elpulso entre loglobal y lo bilateral, Madrid,
n?m. 58), 2004, p. 8.
Instituto Elcano
(Documento
deTrabajo,
77 Cf. Daniel
"Die Konventsmethode",
G?ler
y Helmut Marhold,
Integration, vol. 26,
n?m. 4, 2003, pp. 317-330.
Real
M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO 297
2007
ABR-JUN
la apretada agenda de los presi
bres, y al mismo tiempo descongestionarse
mecanismos
establecerse
Asimismo
dentes.
para un trabajo m?s
podr?an
una
Comisi?n
de
la
posible contrapare latinoameri
Europea y
estrat?gico
cana,
hacer
para
Solamente
de
los acuerdos
efectivos
esta
sobre
base
ampliada
las cumbres.
nueva
una
generarse
podr?
din?
alimentada por la funci?n de redes en sustituci?n de las viejas consti
tuencies. Ser? esencial para el ?xito de este m?todo que se logren inducir
Co
nuevas constelaciones de intereses y procedimientos
de negociaci?n.
mo informa la experiencia de Europa, se ha conseguido establecer un esti
lo de discusi?n orientado a los consensos y la resoluci?n de problemas, que
al mismo tiempo puede lidiar con los requerimientos de la coordinaci?n
de los diferentes niveles del entramado birregional. Esto implicar?a que los
mica
sos
a su cl?sico
renunciaran
gobiernos
ciaciones
internacionales
con mayor
para
alcance
de
monopolio
el camino
allanar
a
en
representaci?n
la inducci?n
nego
consen
de
y profundidad.
- Inducir la
con respectoa Am?rica Latina
pol?tica de Espa?a
hacia un "papel de liderazgo constructivo"
se estar?n generando
a
Hay que partir del supuesto de que mediano plazo
eurolatinoamericana
la
relaci?n
especialmente por parte de
impulsos para
la
fecha
han
marcadas por intereses
estado
iniciativas
Estas
hasta
Espa?a.
bilaterales, aunque definen al mismo tiempo el perfil europeo. A pesar de
las contrapartes
que
de
manos"
Espa?a
a veces
Latina
de Am?rica
de
la articulaci?n
para
estar
lamentan
sus
en
"puestas
con
relaciones
Europa,
ha
br? que insistir en que los estados miembros de la UE la insten a asumir un
a que ponga los intereses europeos en el
papel de liderazgo constructivo,
con Espa?a
centro. En este sentido habr? que adelantar las discusiones
con
na
ma
-
respecto
para
de
Definir
a
de
la
"europeizaci?n"
instrumentos
desarrollar
poder
una
"troika"
una
nueva
La
birregional
agenda
en
mente
definida
su
a Am?rica
rerferente
pol?tica
por
oportunos,
ejemplo,
en
Lati
la for
europea.
agenda
de
la relaci?n
la UE
entre
cuanto
a
las
birregional
y Am?rica
negociaciones
Latina
se encuentra
amplia
y la apertura
comerciales
El muy conocido debate con respecto a la Pol?tica Agraria
de mercados.
Com?n Europea y su conflictividad en las negociaciones
birregionales y
multilaterales
es un
elemento
central
que,
al parecer,
va
a
quedar
presen
298
Maihold
G?nther
H
XLVII-2
en la relaci?n con
te en el ?mbito de la OMC y no podr? ser desbloqueado
el Mercosur. De los primeros pasos para la definici?n de un mandato para
con el SICA (y si
la Comisi?n Europea, de iniciar las rondas de negociaci?n
las condiciones fueran oportunas tambi?n con la CAN), depender? el futu
ro pol?tico que tendr?n estos espacios de integraci?n. Con el ingreso de
al Mercosur,
las negociaciones
Venezuela
birregionales del mismo con la
como
con
as?
la
UE,
CAN, tomar?n mucho m?s tiempo y de
posiblemente
ber?n ser redefinidas en su oportunidad.78 Sin embargo, resulta evidente
que las agendas comerciales y el di?logo pol?tico y la cooperaci?n deber?an
ser tratados menos como compartimentos estancos con la finalidad de lo
grar
una
mayor
integraci?n
y retroalimentaci?n.
esta
Aunque
sugerencia
va a contrapelo de la l?gica interna de la UE, puesto que cruza las responsa
bilidades comunitarias bajo la tutela de la Comisi?n y los espacios intergu
bernamentales manjeados
por el Consejo Europeo,
sigue siendo central
para
avanzar
en
la
de
configuraci?n
una
nueva
en
agenda
euro
la relaci?n
tal efecto es indispensable
reducir la agenda te
el medio ambiente, el
m?tica, ya que es imposible abarcar lamigraci?n,
narcotr?fico, la cohesi?n social, la estabilidad pol?tica, el buen gobierno y
desembocar en la cooperaci?n cultural y la salud p?blica.79 La selecci?n de
temas por tratar corre el riesgo de aumentar m?s a?n la ya existente fatiga
de los di?logos entre las partes,80 que muestran tener poco efecto para la
forja conjunta de la pol?tica internacional. Mientras este di?logo se restrin
latinoamericana.
ja
a
las relaciones
Para
bilaterales,
no
pueden
esperarse
resultados
concretos
pa
ra la pol?tica internacional (es decir con respecto a terceros); se tendr?a
entonces una proliferaci?n de programas y proyectos que no aportar?an
nada a la apreciaci?n de la "relaci?n preferencial". El hecho de que la UE y
sus estados
miembros
sigan
siendo
el mayor
donante
en
cuanto
a
la coope
raci?n para Am?rica Latina tiene que surtir efectos para la parte euroepa y
su posici?n en la pol?tica internacional, pero esta expectativa se frustrar? si
no forma parte de un esfuerzo multilateral y bilateral coherentes, para que
se pueda realizar de all? un dise?o pol?tico reconocible y articulador para
el comportamiento
internacional de las partes.
78
"La cuesti?n del libre comercio en la Cumbre UE/ALC de Viena: una
Cf. F?lix Pe?a,
en CELARE (ed.), op. cit., pp. 117-126.
latinoamericana",
perspectiva
79Cf. al
una cumbre nueva, op. cit.; Salafranca, op. di.; Laurence Whitehead,
respecto Hacia
"La relaci?n birregional", Nueva Sociedad, Caracas, n?m. 189, 2004, pp. 69-79, y la rese?a hist?
a la asociaci?n
rica de Christian Fr?res, "De las declaraciones
idem, pp. 110-124.
birregional?",
80 Alberto van
la necesi
"Las relaciones
Klaveren,
pol?ticas europeo-latinoamericanas:
dad de una sinton?a m?s fina", Nueva Sociedad, Caracas, n?m. 189, 2004, p. 61.
M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO 299
2007
ABR-JUN
-
La
del
importancia
proceso
"entre cumbres"
Aunque esta Cumbre de Viena fue el primer encuentro entre los jefes de
Estado y gobierno de Europa yAm?rica Latina y el Caribe organizado por
un pa?s que no forma parte de la comunidad
se ha visto
iberoamericana,
con buenos ojos el trabajo y el empe?o de la diplomacia austr?aca por lle
varlo a buen t?rmino pese a las pocas expectativas que despertaba. Este
?xito relativo en cuanto a los acuerdos alcanzados deja con vida al proceso
eurolatinoamericano,
pero no le ha inferido la suficiente din?mica para
seguir caminando
que pueda
tome
en
serio
el
trabajo
del
con ?mpetu propio. M?s bien necesita que
proceso
"entre
cumbres",
que
incluye
una
se
agen
da importante de tareas para las partes. En esta din?mica habr? que traba
jar una propuesta com?n de Am?rica Latina y el Caribe para que se sumen
a la labor de ejecutar las decisiones y acuerdos a trav?s de una instancia eu
rolatinoamericana. Un punto de referencia lo podr?a dar la SEGIB, aunque
?sta parece asumir un papel m?s de ?ndole pol?tica que de ejecuci?n. Tal in
ter?s de fortalecer la dimensi?n ejecutiva podr?a encontrarse en un esque
ma de "troika doble", nombrando una parte la UE y la otra los estados de
Am?rica Latina y el Caribe. Al mismo tiempo se har? indispensable recurrir
a las aportaciones de las instancias civiles para que el proceso birregional
pueda
su din?mica
recuperar
interna,
tan mermada
en
la d?cada
pasada.
sea tan di
El simple hecho de que la comprensi?n de multilateralismo
ferente entre las partes, as? como el distinto tratamiento que se le da al in
hace
terregionalismo,
evidente
que
las bases
mismas
se encuentran
todav?a
en un nivel declaratorio sin poder fungir como fundamento de la relaci?n
privilegiada. El poco inter?s mutuo indica un "v?nculo negativo" que s?lo
parcialmente puede ser revertido por una ampliaci?n de los actores invo
lucrados en la llamada "sociedad civil" y del interparlamentarismo.81 De
nuevo vale insistir: las coincidencias no definen pol?ticas aunque pueden
alimentar un voluntarismo pol?tico; solamente la coordinaci?n vinculante
de pol?ticas puede inducir los avances deseados, para lo cual se necesitan
voluntad y liderazgo pol?ticos, ausentes en este momento en las dos partes.
ser? factible al concentrar la agenda y las ron
La continuidad ?nicamente
donde realmente existen intereses y oportunidades
das de negociaci?n
que necesitan de la cooperaci?n, del di?logo y de la negociaci?n. Agendas
de las relaciones;
artificiales llevan al vaciamiento y languidecimiento
entre la UE y Cen
es
tan
de
San
anhelado
Proceso
de
el
ello
Jos?
ejemplo
troam?rica
de
los a?os
81Al observador
a
la inclinaci?n de los parlamentarios
tiene que sorprenderle
europeos
re
los llamados "paralmentos
regionales" de Am?rica Latina, cuyos
en sus correspondientes
se encuentran
sumamente descreditados
pa?ses.
insistir en la relaci?n
presentantes
ochenta.
con
Descargar