Más allá del interregionalismo. El futuro de las relaciones entre Europa y América Latina Author(s): Günther Maihold Reviewed work(s): Source: Foro Internacional, Vol. 47, No. 2 (188) (Apr. - Jun., 2007), pp. 269-299 Published by: El Colegio De Mexico Stable URL: http://www.jstor.org/stable/27738827 . Accessed: 30/01/2012 15:40 Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at . http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. El Colegio De Mexico is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Foro Internacional. http://www.jstor.org M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO. EL FUTURO DE LAS RELACIONES ENTRE EUROPA Y AM?RICA LATINA Maihold G?nther "Un formato busca el estado describir sustancia"; actual esta frase breve las relaciones de resulta id?nea para so Una eurolatinoamericanas.1 mera revisi?n de los resultados de la ?ltima cumbre celebrada en Viena el 11 y 12 de mayo de 2006 nos revela que no hubo grandes avances en el di?logo birregional, aunque -y esto ya es un logro- se lleg? al acuerdo de iniciar con negociaciones con la Uni?n do de asociaci?n de las relaciones que los pa?ses centroamericanos Europea eurolatinoamericanas el encuentro de Viena pudiera para armar un trata (UE).2 El temor de los encargados de los gobiernos participantes, de en convertirse uno m?s sin resultados tangibles, no se hizo realidad; sin embargo, siguen sin soluci?n muchos te mas de fondo acerca del futuro de la relaci?n birregional. Estos vac?os a su a vez se deben dos naturales"-, frustradas,3 la ret?rica una porque de postura no se ya Europa que pod?an y Am?rica a esta llev? nutrir las Latina ?ltima ser -afirman a ver sus de expectativas "alia esperanzas una conver gencia casi autom?tica entre las dos regiones.4 La diplomacia de cumbres al parecer ha tocado fondo, ya que con la ampliaci?n de la UE participan desde la Cumbre de Guadalajara de 2004 en la mesa de negociaciones otros diez lo cual presidentes, trae como consecuencia que los avances de 1 Cf. con respecto al proceso rencias de C?pula IberoAmericanas: de Castro y Sergio Nabuco cajr. Luis Felipe de Seixas Correa, "As Confe iberoamericano, um formato em busca de substancia", en Gelson Fonse (orgs.), Temas de pol?tica externa brasileira II, vol. I, Sao 1994, pp. 147-165. Paulo-Brasilia, funag/ipri, 2Con "La Cumbre respecto a los resultados de la Cumbre de Viena, cf.G?nther Maihold, y la UE: el ?xito relativo de un encuentro de bajas ex 2006, pp. 1-7; y FRIDE, La Cumbre (ARI, n?m. 602006), en Viena, Madrid, Democracia "En Contexto", n?m. 2, 2006, pp. 1-8. Europeo-Latinoamericana 3 en las relaciones una nueva o agenda Jorge Heine, divergencia? Hacia "?Cooperaci?n de Viena entre Am?rica pectativas", Madrid, Real Latina, el Caribe Instituto Elcano Estudios europeo-latinoamericanas", 4 Heine, op. cit., p. 153 y ss. Foro Internacional 188,XLVII, Internacionales, 2007 (2), 269-299 Santiago, vol. 24, 1999, p. 121. 270 G?nther Maihold FI XLVII-2 seados no se consigan tan f?cilmente. Es desde esta mira como se tendr?n que discutir las futuras direcciones que tanto el formato como los conteni dos de las relaciones tomar, que tengan birregionales evitar para las tram pas de un creciente desinter?s a consecuencia de la inoperatividad de los mecanismos y el incumplimiento de las expectativas. trata de ubicar las deficiencias que aquejan a El presente documento en sus bases conceptuales, su orgranizaci?n y las relaciones birregionales su contenido, tomando en perspectiva tambi?n los intereses nacionales a los actores del proceso. que motivan incluir?n para propuestas la reforma En el desarrollo y sugerencias del argumento una para mayor se agili dad de esta otra relaci?n transatl?ntica que est? perdiendo el inter?s que le corresponde para la gestaci?n y la gesti?n de la nueva realidad pol?tica internacional. La 4a Cumbre Eurolatinoamericana ?NUEVACUMBRE O CUMBRE NUEVA? en Viena: La cuarta edici?n de las cumbres birregionales entre Europa, Am?rica Lati na y el Caribe celebrada en Viena forma parte de las inicitivas de di?logo las dos regiones. Este proceso representa un inten pol?tico que mantienen to de mejorar la relaci?n birregional, que luego de la ?poca "dorada", que se abri? a mediados de los a?os ochenta, con el inicio del nuevo siglo ha en una entrado etapa de El estancamiento.5 de hallazgo salidas para esta si tuaci?n, sin embargo, no se dio en Viena; m?s bien sigue en marcha un proceso de reencuentro en las dos regiones sin que hayan podido incenti var una din?mica para un mayor entre acercamiento con ambas bases insti se pudo identificar tucionales y programas sustanciales. En la Cumbre como n?cleo central la ampliaci?n del escenario en el manejo de la drama turgia del proceso: la realizaci?n del 1QForo de Negocios Eurolatinoameri cano, as? como de una cumbre alternativa ("Encuentro Social Enlazando atendida por los presidentes de Bolivia yVenezuela y por el en cum tan de el hito de fue la rutinaria Cuba, vicepresidente diplomacia hab?a all? lo bres. El presidente venezolano ya que orquestrado en repiti? la Cumbre de lasAmericas en Mar de Plata de diciembre de 2005, al vincu en el alternativo y servir de lar el encuentro oficial con su participaci?n Alternativas"), esta manera a dos agendas antag?nicas. caci?n pol?tica es un elemento 5 Cf. Christian Esto hace central, debido Fr?res y Jos? Antonio Sanahuja pea. Estrategias para una asociaci?n necesaria, Barcelona, suponer que en gran medida (coords.), Am?rica Latina Icaria, 2006, p. 19. la escenifi a la p?rdi y la Uni?n Euro 2007 ABR-JUN M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO271 da de intimidad entre los mismos presidentes, que apenas logran entablar conversaciones en grupos de trabajo (paralelos a sus encuentros bilatera les) , tal y como fue practicado por vez primera en la Cumbre de Guadala de Bolivia, Cuba y jara de 2004. A ra?z del inter?s de los mandatarios Venezuela se ha esta de impresionar a un p?blico alternativo ymedi?tico, blecido una nueva "agenda doble" de cumbres. Esta intenci?n implica a la vez que la parte europea vea la necesidad de meditar acerca del procedi miento establecido en su relaci?n con Am?rica Latina: la nueva calidad en el nexo eurolatinoamericano pedir?a el replanteamiento del concepto de trabajo de la diplomacia de cumbres.6 Los acuerdos est?n perdiendo su ya de por s?muy tenue car?cter vinculatorio y se prestan para lecturas y rein terpretaciones contradictorias. Si no se desea intensificar esta tendencia, habr? que insistir en el cumplimiento de los compromisos adquiridos por las partes y dise?ar v?asmuy concretas para su ejecuci?n. Esta nueva din?mica acarrea consigo un reto adicional para la diplo macia de cumbres, ya que habr? que considerarse la inclusi?n de un ma yor n?mero de actores e intereses en los futuros encuentros birregionales. Por un lado, esta apertura puede alimentarse de una mayor presi?n para lograr acuerdos ymantener a flote la relaci?n preferencial entre las partes; por el otro lado, habr? que considerar tambi?n que el modelo burocr?tico del manejo de la relaci?n eurolatinoamericana ya no abarca las din?micas de este v?nculo. Es probable que la tan mermada voluntad pol?tica de los de gobernantes choque con las voluntades sectoriales y monotem?ticas muchos de los grupos de la as? llamada "sociedad civil". Las dos partes ten dr?n que encontrar por lo tanto nuevas formas de relacionar las diferentes din?micas del proceso pol?tico y de las iniciativas de los actores sociales. De nuevo se demostr? en Viena que Am?rica Latina ha dejado de ser una prioridad para Europa. La complejidad que presenta la situaci?n pol? tica tanto en Am?rica Latina como en Europa debe tomarse como se?al de alarma para asegurar que no se desarticule el proceso entre las dos re giones.7 La ruptura de la unidad interna de Am?rica Latina, expl?cita tan to en la Cumbre de las Americas en Mar de Plata como en los resultados electorales del a?o 2006, y el estancamiento en la UE por la interrupci?n del proceso de ratificaci?n del Tratado Constitutivo proyectan los retos del en cada regi?n. La inercia del proceso de cumbres y el nuevo momento entorno competitivo global son los dos elementos que hab?an inquietado a 6 "Las cumbres iberoamericanas y los retos de la diploma Rojas Aravena, en Celestino del Arenal (coord.), Las cumbres iberoamericanas (1991-2005). Lo Fundaci?n Carolina / Siglo XXI de Espa?a Editores, 2005, pp. 47-72. gros y desafios, Madrid, 7Cf. a Viena: hacia una cum "Hacia una cumbre nueva", en CELARE (ed.), De Guadalajara bre nueva, Santiago de Chile, CELARE, 2005, p. 20 y ss. Cf. Francisco cia de cumbres", 272 G?nther Maihold FI XLVII-2 los arbitros de las decisiones y que los llev? a la sugerencia de dotar a la de Viena de una agenda pol?tica birregional renovada, que sor Cumbre tos, en desembocar?a prendentemente actores acciones, Europa con Am?rica muchos de los una con y agendas Latina". A pesar de que se multilaterales, espacios de propuesta la finalidad extensi?n de a volver de ?mbi a "encantar la UE no sea actor ?nico una esperar podr?a relaci?n en pre ferencial entre las dos regiones e iniciativas a nivel internacional (en una votaci?n conjunta en el pleno de la ONU o en el uso de lamayor?a eurolati en el FMI o el Banco Mundial) noamericana para lograr mayores niveles de La ausencia de una concreci?n pr?ctica, coordinaci?n de las posiciones. en terceros el ?mbito internacional,8 ser?a una nueva di perceptible para mensi?n para hacer m?s factible tal asociaci?n estrat?gica. Por lo tanto, es enfocar menos lasmeras coincidencias de posturas pol?ticas y aconsejable dirigir m?s la atenci?n a aquellos espacios en los cuales realmente parece ser factible una pol?tica conjunta. A tal orientaci?n le corresponder?a una mayor concentraci?n en la agenda de lo posible, para poder hacer efecti vos el intercambio, la cooperaci?n y el di?logo; sin embargo, tambi?n la Cumbre de Viena sigui? a la tradici?n en cuanto a las grandes declaracio nes sobre una amplia gama de sin temas, unos precisar poder ejes medula res de debate. El actual reducido inter?s europeo por Am?rica Latina y el Caribe a lo mejor se debe a que la UE utiliz? a lo largo de muchos a?os la relaci?n con Latinoam?rica para proyectarse ante un como el mundo actor en unido de pol?tica exterior, funci?n que hoy d?a recae m?s bien en la re se le laci?n europea con Asia.9 Por otro lado, al proyecto latinoamericano concibi? por un buen tiempo como un reflejo del propio proceso de inte graci?n europea. Para no pocos observadores incluso hoy en d?a la relaci?n con Europa es la ?nica que obliga e induce al subcontinente a mantener o materia por lo menos los observadores a proyectar una a nivel unidad internacional. Sin embargo, con el transcurso del tiempo se han ido desarticulando a con secuencia de las nuevas condiciones de tinte bilateral en la pol?tica interna cional y regional. El multilateralismo efectivo y la asociaci?n estrat?gica fueron la clave en UE la que construy? para describir el marco de las relaciones pol?ticas tre Europa y Am?rica Latina. Los t?rminos fueron perdiendio valor a lo actores pol?ticos como de largo de la d?cada pasada. A los ojos tanto de los estos m?viles acad?micos queda en 8 Cf. Porfirio Mu?oz de Ledo, "Lecciones op. cit., p. 81. 9 Cf. "Mecanismos Sanahuja, Jos? Antonio reign Affairs enEspa?ol, verano de 2002, p. 37. entredicho la Cumbre la tan de Guadalajara", de cooperaci?n anhelada "re?a en CELARE Europa-Am?rica (ed.), Latina", Fo M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO 273 2007 ABR-JUN ci?n preferencial" de Am?rica Latina con Europa, misma que se encuen tra en una nueva situaci?n de competencia ante el surgimiento de China como actor esta bargo, en interesado apreciaci?n su nexo estrechar no la comparte con el subcontinente. la Comisi?n en que Europea, reciente dirigido al Consejo y al Parlamento comunicado reforzada entre la Uni?n Europea lado "Una asociaci?n em Sin Europeo, y Am?rica un intitu Lati afirma: na", La Comisi?n quiere Parece gi?n. demasiado existir absorta una enviar se?al la percepci?n, en su propia en otras del positiva inter?s de Europa sin fundamento, aunque en ampliaci?n, se que de sus relaciones la re por la UE que de est? vecindad en otros o del mun situaciones preocupantes lugares producen tambi?n la cuesti?n de la visibilidad de la UE so percepci?n plantea a la de sus estructuras bre el terreno debido de y de sus medios complejidad se propone con Am?rica reafirmar la Asociaci?n acci?n. La Comisi?n La que do. Esta tina no es s?lo una regiones, tar su compromiso da con un fuerte sino evidencia, actualmente y para hacia Am?rica un tambi?n el futuro. Pero Latina, imperativo si Europa espera en inter?s est? dispuesta tambi?n que ?sta de ambas a aumen correspon compromiso.10 Seg?n esto, la situaci?n actual de la relaci?n birregional es consecuen cia de los problemas de transparencia, complejidad y falta de compromiso de las partes. Por ello la Comisi?n recomienda enriquecer la acci?n euro pea en Am?rica Latina, perfilar mejor la imagen y redise?ar los esquemas y la agenda de consulta pol?tica. En este an?lisis tambi?n es de gran inter?s la solicitud una de una mayor petici?n nada desde?able cilmente en realizable a coherencia la latinoamericana, contraparte desde el punte? de vista operativo, pero dif? las condiciones latinoamericanas A actuales.11 pesar de ser ?sta una iniciativa adecuada de parte de la Comisi?n, no encontr? cabida en la declaraci?n final de la Cumbre en Viena.12 As? surge la duda de si la estrategia emanada de la Comisi?n Europea, con el t?tulo de una "asociaci?n reforzada", corresponde a los cambios ocurridos en la relaci?n birregional y las respectivas contrapartes. M?s bien hay que temer que los de Viena no aumentar?n el com 59 puntos del acuerdo de la Declaraci?n 10Cf. Comisi?n tre la Uni?n Europea de las Comunidades y Am?rica Latina, Estrategia para una asociaci?n reforzada en Europeas, COM (2005) 636 final, p. 4 (http://euro Bruselas, pa.eu.int/comm/external_relations/la/doc/com05_636_es.pdf). 11Una revisi?n de la reciente segunda Cumbre de la Comunidad Sudamericana de Na en Cochabamaba, Bolivia, los d?as 8 y 9 de diciembre de 2006, refleja (CSN), celebrada dentro de ?sta, www.cumbresudamericana.bo de posiciones la heterogeneidad (14.12.06). 12 (http://www.eu2006.at/includes/images/EULAC/EU-LACViennaDeclarationES.pdf). ciones 274 G?nther Maihold FT XLVII-2 promiso m?s all? de las ya conocidas referencias a la historia y los valores comunes de las cumbres anteriores. No es muy probable que se haya logra do de un avance rumbo en corre la reconceptualizaci?n de desvanecerse. el riesgo de este v?nculo, que al no cambiar trataremos de analizar los alcances que pueda tener A continuaci?n este entramado pol?tico entre las dos regiones y se?alar algunas perspecti vas para revitalizar con ?xito esta complicada y entumecida relaci?n. Para ello nos ocuparemos de los elementos que han impedido el desarrollo fruct?fero de la asociaci?n los actores en las responsabilidades y haremos hincapi? de involucrados. efectivo 1. El multilateralismo eurolatinoamericanas y las relaciones Con la publicaci?n de la Estrategia europea de seguridad, con el subt?tulo de Una Europa segura en un mundo mejor, el 12 de diciembre de 2003, el concep to del "multilateralismo efectivo" ha hecho carrera en la pol?tica exterior del continente. En lamisma estrategia de seguridad se le concibe como ins trumento para "crear una comunidad mundial fortalecida, instituciones in ternacionales funcionales y un orden global justo".13 En el documento final de mayo de 2004 en Guadalajara de la Cumbre Eurolatinoamericana ya se se en constatar variaci?n del All? cierta declara el concepto. punto 8: pod?a "Afirmamos que un sistema multilateral efectivo es importante sobre la ba se del derecho internacional y fundamentado en instituciones fuertes y con las Naciones Unidas como centro, para alcanzar paz, seguridad internacio nal, desarrollo sostenible y progreso social."14 En el documento del grupo de trabajo correspondiente, en el cual se formularan los elementos de la de claraci?n final, ya se hac?a hincapi? en las organizaciones regionales como instrumentos centrales del sistema multilateral (punto 9). De forma m?s se en "El el 11: multilateralismo efectivo depende de resalta punto expl?cita la igualdad y el poder de aquellos miembros que est?n dispuestos a la coo como el Caribe y Europa buscan tambi?n en esta peraci?n. Latinoam?rica dimensi?n una asociaci?n 13Cf. European global."15 Security Strategy. A Secure Europe (http://ue.eu.int/uedocs/cmsUpload/78367.pdf). 14 de Guadalajara, Cf. Declaraci?n mayo de 2004 de laMesa de Trabajo 2003, p. 9 (http://www.mcx.es/sgcomex/DECLA RACI%C3%93N%20DE%20GUADALAJARA.pdf),p. 2. 15 Cf. Minuta in a Better World, Bruselas, sobreMulitlateralismo, 28 de mayo ropa.eu.int/comm/world/lac-guadal/declar/02_multi_alemania_sp.pdf). de 2004, (http://eu M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO275 2007 ABR-JUN De ciones talmanera el concepto adquiere un estatus de igualdad en las rela internacionales, lo cual implica una orientaci?n clara hacia el inte rregionalismo, es decir, la cooperaci?n entre diversas regiones con base en la UE ha in opciones de acci?n en lo posible igualitarias. En consecuencia, troducido diferentes incisos en sus relaciones exteriores para lograr el esta blecimiento de un sistema de multilateralismo efectivo: la ampliaci?n en el ?rea-n?cleo europeo, la estabilizaci?n a trav?s de la pol?tica de vecindad, el bilateralismo con los grandes poderes y el interregionalismo con respecto a otras zonas organizadas. Es en este ?ltimo inciso donde Am?rica Latina hasta la fecha ha sido una contraparte importante, imprimi?ndole la UE, con su poder normativo, a la entre como mo el subregi?n di?logo bloques dalidad central de interlocuci?n.16 El modelo de gobernanza global a que ha aspirado la UE puede entonces explicarse como "multirregionalismo", que al mismo tiempo le ofrece la oportunidad de abocarse al pa ella pel, por perseguido, de actor global.17 El asunto se complica en su re laci?n con Am?rica Latina, ya que muchos pa?ses de la regi?n m?s bien se concentran en el concepto de "multilateralismo defensivo, destinado a rei esquema vindicar la soberan?a de pa?ses".18 Este desencuentro estructural entre el multilateralismo efectivo europeo y el multilateralismo defensivo latinoa se deslava en la relaci?n con los mericano "pesos pesados" de la pol?tica la es decir Brasil M?xico. tinoamericana, y Sin embargo, la Comisi?n Europea no estuvo dispuesta a revisar su planteamiento hasta diciembre de 2005. Entonces propuso -con base en un estudio realizado por encargo suyo-19 considerar cierto trato bilateral con los dos pa?ses con el correspondiente redise?o de relaciones.20 En este cambio de rumbo la Comisi?n reconoce que el molde del interregionalis mo no puede ser operado s?lo mediante el poder normativo de la UE, sino que tiene que ajustarse tambi?n a la coherencia de la (sub) regi?n. Que la UE no haya incluido el planteamiento interregional en las relaciones con en marco Am?rica de Norte el del TLCAN o la propuesta de un TAFTA (Transatlantic Free Trade Agreement) refleja su convencimiento de que la con relaci?n Estados Unidos debe desarrollarse dentro de una "competen 16Cf. "Civilian Power or Soft Imperialism? The Bj?rn Hettne y Fredderik S?derbaum, Actor and the Role of Interregionalism", European Fordgn Affairs Review, vol. 10, 2005, p. 538. 17Cfr. Hettne y S?derbaum, op. cit., p. 551. 18Alberto van "Las relaciones pol?ticas europeo-latinoamericanas. La necesi Klaveren, dad de una sinton?a m?s fina", Nueva Sociedad, Caracas, n?m. 189, 2004, p. 61. 19 Cf. La obra de Fr?res y Sanahuja, op. cit., nota 5. 20 Cf. Comisi?n de las Comunidades Europeas, Estrategia para una asociaci?n reforzada en EU as Global tre la Uni?n Europea y Am?rica Latina, op. cit., p. 18. 276 cia Maihold G?nther entre Por iguales".21 lo tanto, ahora FI XLVII-2 estamos una observando transici?n de la pol?tica exterior con respecto a Am?rica que va de un modelo de "in terregionalismo puro" a uno de "interregionalismo h?brido".22 ?ste impli car? la ampliaci?n del esquema de la relaci?n con el a?adido de elementos un concepto que bilaterales y la inclusi?n de actores no gubernamentales; en su con UE la relaci?n Asia (ASEM) .23 ya est? practicando to de la pol?tica gionalizaci?n corresponde como toria exterior es europea como entre bloques El realce tradicional de las relaciones como concebido instrumen de resultado una re al mismo progresiva y un nuevo regionalismo; tiempo se con el patr?n de acci?n de la UE, de transferir su propia his a otras modelo ?reas del mundo, es decir, en efectivo hacerlo forma de birregionalismo eurolatinoamericano. Esta tendencia de la UE a construir internacionalmente la rela "socios de dise?o" est? complicando ci?n con Am?rica Latina.24 Una pol?tica de gobernanza global debe cons truirse en este con contexto base en arreglos interregionales as? y permitir el establecimiento de una mayor reglamentaci?n que influya en el com en la pol?tica internacional. Con motivo del in actores de los portamiento ter?s en fortalecer la PESC y la PESD en el marco de la UE,25 se ha se?alado las que exigencias las para son latinoamericanas contrapartes demasiado a las restricciones internas, grandes,26 casi imposibles de satisfacer debido como por ejemplo la conceptualizaci?n de la soberan?a nacional o la limita da voluntad de buscar la integraci?n. Hablar en este contexto de "un nue vo subsistema internacional entre la UE y Am?rica Latina"27 parece ser de atrevido. M?s bien hemos detectado que, a consecuencia demasiado los desarrollos recientes en lamisma Am?rica Latina, se est? rellenando el interregionalismo con un bilateralismo m?ltiple, a trav?s del cual varios 21Cf. Vinod K. The EU Aggarwal y Edward A. Fogarty, "The Limits of Interregionalism: North and America", Journal ofEuropean Integration, vol. 27, 2005, p. 340 y ss. 22 Frederik S?derbaum "The EU as a Global Actor and the Role y Luk van Langenboew, of Interregionalism", Journal ofEurropean Integration, vol. 27, 2005, p. 258. 23 Cf. "New Interregionalism? The EU and East Asia", Journal ofEuropean In Julie Gibson, tegration,vol. 27, 2005, pp. 307-326. 24 Esta valoraci?n en el seminario, "?Para es de Erika Ruiz Sandoval, presentada qu? sir ve el di?logo pol?tico entre la UE y Am?rica Latina? y recomendacio (objetivos, perspectivas 9-10 de marzo de 2006, Casa de Am?rica, Madrid. 25 Cf. Klaas Dykmann, Perceptions and Politics. The Foreign Relations of theEuropean Union with Latin America, Frankfurt, Vervuert Verlag, 2006. 26 Raimund as Object and Subject of "EU-Latin American Seidelmann, Biregionalism en Wolf Grabendorff Seidelmann Global Change", (eds.), Relations between theEu y Raimund nes)", a Changing Global System, Baden-Baden, No ropean Union and Latin America: Biregionalism in mos, 2005, p. 36. 27 Cf. Wolf in a Unipolar World: North America, Grabendorff, "Triangular Relations South America and the EU", en Grabendorff (eds.), op. cit., p. 44. y Seidelmann M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO 277 2007 ABR-JUN lados tratan de hacer valer sus intereses espec?ficos. La cobran los pa?ses l?deres o poderes emergentes en su re importancia que es un tanto gi?n ejemplo de esta transformaci?n como el nuevo perfil de actores de ambos los intereses con para espa?oles la regi?n. las relaciones entre Europa yAm?rica Latina han sido Recientemente un "amor juvenil defraudado"28 o como una "relaci?n sin calificadas como emociones".29 El recurso a estos atributos t?picos de una "sociolog?a pol?ti ca de la relaci?n de la atenci?n cuando se trata de pareja"30 llama mucho un an?lisis del "v?nculo" entre las dos regiones. El inter?s por proporcio narle m?s emoci?n a la relaci?n pol?tica de ?stas incentivaba a los actores pol?ticos, que en las cumbres pasadas trataron de rescatar im?genes del pa sado para inyectarle vivacidad al presente est?ril.31 La consecuente impa ciencia de estos actores es ostensible cuando concluyen que "ha pasado el tiempo de la exegesis de los valores e intereses comunes que nos unen e incluso el de concertarse (por cierto, de la m?s pertinente actualidad), sobre los principios que est?n en la base de dichas relaciones".32 2. "Asociaci?n o concepto ?f?rmula m?gica estrat?gica", vac?o? la declaraci?n final de la 1- Cumbre entre la UE y los estados de Am?rica Latina y el Caribe de R?o de Janeiro, en junio de 1999, domina la idea de la "asociaci?n estrat?gica" en el dise?o de las relaciones birregio Desde nales. no Aunque se pueda cepto en los documentos, exterior con europea una encontrar definici?n se ha vuelto moneda respecto a las diferentes precisa corriente regiones del este de con en la pol?tica mundo. Ante las deficiencias del oficialismo en cuanto a definir este instrumento, aqu? se concibe como "asociaci?n" un ideal cultural que tiene como fin el dise ?o interno de una relaci?n, el cual a su vez y deberes de los sujetos participantes se basa en los mismos derechos y se transforma en un entendimiento 28 Cf. Christian Entt?uschte Jugendliebe. Finden Brasilien und die Europ?ische Lohbauer, Union zusammen?, Rio de Janeiro, 2002. 29Wilhelm Estu sin emociones'", "Alemania y America Latina: 'relaciones Hofmeister, dios Internacionales, Santiago de Chile, n?m. 31, enerojulio de 1998, pp. 52-69 y 121-122. 30Karl Ver Lenz, Soziologie der Zweierbeziehung. Eine Einf?hrung, Opladen, Westdeutscher lag, 2003. 31 Cf. El documento Madrid (17-18 de mayo en la Cumbre "UE-ALC: valores y posiciones comunes", aprobado 2002), de 83 puntos (http://europa.eu.int/comm/world/lac /conc_es/val_pos.htm). 32 del Parlamento Diputado ciones UE-ALC: hacer de de de "Las rela Jos? Ignacio Salafranca S?nchez-Neyra: Europeo la Cumbre de Viena un ?xito", en CELARE (ed.), op. cit., p. 46 y ss. 278 G?nther Maihold FI XLVII-2 mutuo para la formaci?n de la realidad.33 Es por esta v?a como se hacen efectivos los Leitbilderque se han ido conformando en el proceso hist?rico. Las mutuas exigencias mayor adquieren en importancia, cuanto asumen un car?cter de exclusividad de la relaci?n y las formas de atenci?n espera das; la relaci?n birregional entre Europa y Am?rica Latina no ha estado exenta de esta situaci?n, cuando el entusiasmo de los ochenta cedi? a un desencanto porque el intercambio no cumpl?a con lo prometido. Si se a?ade que se concibe "estrategia" como el de conjunto acciones for para talecer la posici?n competitiva a trav?s de la creaci?n de potenciales de ?xito, con la definici?n clara de metas, se hace evidente qu? tan altas po ser dr?an der que las estas exigencias deliberaciones de una es de No estrat?gica". "asociaciones estrat?gicas" "asociaci?n sobre sorpren encuentren su origen en el mundo empresarial, el cual ha desarrollado un t?rmino se entre mejante -el de la "alianza estrat?gica"- para describir la cooperaci?n a econ?micos. establecer ?sta procesos productivos y pro apunta sujetos ductos finales parcialmente rar ventajas comunes, las relaciones competitivas para cuya se comercializaci?n de existentes. competencia y realizar potenciales de ven Se en ?xito suspendidas pretende esquemas asegu con una competencia cooperativa ha encontrado tambi?n juntos.34 La idea de cabida en la concepci?n de pol?tica exterior y ha sufrido una inflaci?n pa ra desembocar en nes del mundo. "asociaciones estrat?gicas" con de la UE no se basan diferentes regio en un juego de suma-cero, est?n sujetas a la leyde la utilidad decreciente marginal, de ma nera que un n?mero demasiado grande de estas relaciones privilegiadas un crecimiento de los costos de coordinaci?n. As?, implica exponencial formular la de si la pregunta hay que mayor?a de las asociaciones estrat?gi cas convenidas por la UE pueden sermanejadas adecuadamente y si se co con su metas las estructurales articulan calidad que rresponden espec?fica. De los elementos se?alados pueden destacarse las siguientes partes consti Aunque estas asociaciones tutivas de las relaciones estrat?gicas: - Una cooperaci?n pol?tica congruente a actores espec?ficos animada por concepciones, metas e en ciertas ?reas y con respecto intenciones comunes, - idealmente se basan en losmismos derechos y deberes se con de exclusividad y corresponden reglas espec?ficas En lo que revisi?n de sigue tomaremos la relaci?n estos birregional elementos como y los senderos referencia recorridos las cuales para una en su cons trucci?n. 33Cf. Lenz, op. cit., p. 43. 34 Cf. K. - eine neue Form Backhaus y K. Piltz, "Strategische Allianzen kooperativen en mismos ellos 1989, p. 2. Wettbewerbs?", (eds.), Strategische Allianzen, D?sseldorf, M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO 279 2007 ABR-JUN Desde el punto de vista de la Comisi?n Europea ha habido tres etapas en la construcci?n de la relaci?n entre la UE yAm?rica Latina: en la prime ra fase se le dio prioridad a la cooperaci?n para el desarrollo; la segunda fue dominada por un creciente inter?s en la asociaci?n econ?mica, y la tercera, la fase actual, se caracteriza que una por concepci?n regional basa da en el respeto de los derechos democr?ticos y los derechos humanos. La Comisi?n propone ahora la elaboraci?n de una estrategia para Am?rica Latina que deba crecer sobre la base de un di?logo con tres ejes centrales: 1) la construcci?n de una alianza estrat?gica, 2) un desarrollo con miras al en se concentra estrat?gica" tica internacional con civil.35 La meta de la "asociaci?n de la sociedad futuro y 3) la participaci?n aumentar en una base el peso visi?n de la negociaci?n com?n. del mundo en la pol? instrumen El es un di?logo pol?tico de tres niveles entre la UE y to correspondiente Am?rica Latina, es decir, a) en el ?mbito de la regi?n latinoamericana, b) en el ?mbito de las asociaciones regionales ye) en el ?mbito de la sociedad civil. Los grandes temas ser deber?an horizontales tratados entonces en el sin embargo, las contrapartes para nivel de la regi?n latinoamericana; el di?logo centrales ser?an las unidades regionales, mientras que la participa ci?n de la sociedad civil deber? garantizar la dimensi?n democr?tica y no se incluir?an la cooperaci?n burocr?tica en dicho di?logo. Adicionalmente econ?mica ca Latina, aunque no como as? y comercial, Este patr?n adquiere la para cooperaci?n tambi?n vigencia para se ha podido llevar a cabo el desarrollo. las relaciones de manera con Am?ri adecuada.36 En un gran n?mero de los estados miembros de la UE se ha experimenta do cierto desencanto, ya que a pesar de los intentos reiterados no ha sido necesaria para un desarrollo posible hacer realidad esta conceptualizaci?n fruct?fero del intercambio con Am?rica Latina. Se ha se?alado que hay una progresiva p?rdida de influencia, lo cual ha tenido como consecuen cia un muy limitado reconocimiento de la pol?tica de la UE en la regi?n, entre debido en gran parte tambi?n a la suspensi?n de las negociaciones en una la UE y el Mercosur.37 Se teme que estas dificultades desemboquen creciente desinstitucionalizaci?n 35 Cf. Nueva asociaci?n de las relaciones y en la p?rdida de legiti entre la UE y Am?rica Latina en los albores del siglo XXI (http://euro rev. 28.10.05. pa.eu.int/scadplus/leg/es/lvb/rl4004.htm) 36A esta valoraci?n no la contradice como la amplia gama de programas de cooperaci?n intermu AL-INVEST para la PYME, ALFA de cooperaci?n universitaria, URB-AL para las relaciones in uso racional de energ?a, @LIS para el desarrollo de las tecnolog?as nicipales, ALURE para el cient?fica con formacionales, Al?an para becas de posgrado, OREAL como red de cooperaci?n y EUROSociAL para programas de car?cter social. respecto a las relaciones birregionales 37Asi Christian Fr?res "Hacia una nueva estrategia en las rela y Jos? Antonio Sanahuja, ciones Uni?n Europea-Am?rica Latina", en Fr?res y Sanahuja, op. cit., pp. 23-104. 280 Maihold G?nther FI XLVII-2 midad, lo cual traer?a consecuencias preocupantes para la estabilidad de la interrelaci?n. A pesar de una continua reafirmaci?n se ha detectado una creciente no una entre indiferencia se extender puede densidad variable las contrapartes. las diferentes ?reas a de correspondencia, Sin tal valoraci?n embargo, de marcadas cooperaci?n, la cual solamente con sis detallado puede ser evaluada.38 El alejamiento de lameta de reforzar el interregionalismo una en mayor las integraci?n regional relaciones eurolatinoamericanas; de las contrapartes de manera que no por an?li con base en ir en parece un se aumento les puede atribuir a ellas una funci?n orientadora para la pol?tica internacional.39 Lo mismo puede comprobarse a nivel conceptual, ya que se ha consumado el divorcio entre los dos elementos centrales de esta relaci?n: estrategia y asociaci?n se han ido separando por una pr?ctica poco din?mica de la ges y por lo tanto no se ha logrado ti?n comunitaria tercambio entre ni las contrapartes ?xito a nivel mundial. mente y nuevas formas nado en importancia, centrales en detrimento tampoco un la potenciaci?n mayor peso en el in y opciones de Las dos regiones siguen actuando incongruente de alianza entre pa?ses l?deres como el G4 han ga lo cual refleja el mayor realce de algunos actores de las unidades regionales y subregionales. En v?s estuvo pues en la agenda la revisi?n de los es la de Cumbre de Viena peras establecidos, quemas urgente punto por discutir si se quer?a asegurar la coherencia en esta relaci?n. 3. Limitantes de formato eurolatinoamericanas y agenda en las relaciones El punto de partida de las siguientes reflexiones es el bajo rendimiento de los formatos de la relaci?n birregional UE-Am?rica Latina: esto vale para la el 28 diplomacia de cumbres, la cual desde su 3a edici?n en Guadalajara, de mayo de 2004, re?ne a 58 jefes de Estado y de gobierno de 33 pa?ses latinoamericanos y caribe?os y 25 estados europeos. No cabe duda que un encuentro de talmagnitud no puede cumplir con las expectativas de una cumbre de negociaci?n (como le correspondiera a las reuniones del G7 y La capacidad de trabajo de este gremio, que se del G8). posteriormente est? reuniendo bianualmente, 38Hasta a primera vista tiene que considerarse como de una evaluaci?n acabada de los programas la fecha no disponemos se?alados, de la Estrategia Regional de CE en Am? aunque hay que realzar la aportaci?n de la Evaluaci?n 951661 cf. (http://europa.eu.int/comm/europeaid/evaluation/reports/2005/ rica Latina, _voll_es.pdf). 39 Cf. Seidelmann, op. cit. M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO281 2007 ABR-JUN muy limitada, lo cual ha motivado esta consideraron R?o, cual el las cr?ticas de algunos participantes como encuentros de escapa a esta evaluaci?n Tampoco en clase el di?logo que operativos.40 de la UE con el Grupo de Desde latinoamericanos. 19 estados actualmente cooperan poco su fundaci?n en diciembre de 1986, y en las sucesivas41 reuniones, el Gru en po de R?o ha tenido poco ?xito en cuanto a lograr una coordinaci?n se materia de pol?tica exterior entre los pa?ses del subcontinente. Aunque con estructura la el la de el "troika", grupo ejemplo europeo haya imitado no pudo contribuir a una mayor congruencia en las pol?ticas exteriores de los o latinoamericanos estados se Ello comunitaria.42 ter declaratorio de portador la crisis haitiana- refleja -exceptuando tal y como encuentros, estos de en constituirse se una voluntad en el car?c en comprobar puede el documento final de la 8a Cumbre de R?o de Janeiro del 5 de noviembre de insiste en el di?logo 2004.43 A pesar de esta situaci?n, la Comisi?n Europea con otros foros R?o de el y regionales, como el grupo ACP Grupo pol?tico la Comuni el Mercosur, (con la participaci?n de los estados caribe?os), Comisi?n la dad Andina y el Proceso de San Jos? en Centroam?rica. Seg?n a los respectivos Europea este di?logo entre bloques obliga internamente mismo tiempo a al fomenta la acuerdos elaboraci?n de estados de y grupos la idea integracionista. De nuevo aparece aqu? el concepto de la UE que se refiere al modelo para la integraci?n regional, la cual deber?a ser amplia da, a trav?s de la pol?tica exterior com?n, a otros espacios del mundo. El existan los di?lo simple hecho de que, aparte de los grupos mencionados, con fueran M?xico Chile bilaterales y que y justamente estas relaciones gos las que un lograran arribo raci?n, induce a la sospecha de es cuentas, La prueba con que exitosa la ?nica a de los acuerdos en Am?rica Latina de que para de fuego, para el modelo de estados, grupos los otros grupos, 40 Cf. expedito la representa como la CAN llegar a un el actual SICA, entendimiento proceso no fueron y coope la v?a bilateral, a fin de di?logo europeo y el asociaci?n con con la UE.44 y de negociaci?n el Mercosur, considerados ya como Alvaro Uribe en ocasi?n de la Cum del presidente de Colombia son una ex "...estas cumbres se vuelven detestables porque de paseo, pues a pesar de cusa para el turismo presidencial" y "es feo ver a tanto mandatario el tiempo, o la vida, de cumbre en cumbre". los problemas que tenemos en casa nos pasamos 41 Cf. las p?ginas de Secretariado pro t?mpore del Grupo de R?o en la SRE de Argentina, las declaraciones bre Iberoamericana en Salamanca: (rev. 28.10.05). (http://www.gruporio2005.gov.ar/) 42 Cfr. Susanne Gratius in a Globalizing World: Robiolo, yM?nica "Biregionalism Seidelmann Latin American View", en Grabendorff cit., (eds.), p. 106 y ss. y op. 43 Cf. (http://www.gruporio2005.gov.ar/declaracion/rio04.htm). 44 Cf. Susanne Gratius yMarcelo Risi, "Das zweite europ?isch-lateinamerikanische feltreffen n?m. in Madrid: 10, 31 de mayo mucho ruido, pocas de 2002, p. 105. nueces?", Brennpunkt Lateinamerika, The Gip Hamburgo, 282 G?nther Maihold FI XLVII-2 contrapartes por la UE hasta la Cumbre de Viena, debido a su limitado avance en materia de integraci?n interna. En la Cumbre de Madrid, del a?o se 2002, les ofrecieron se anunciaron un sobre negociaciones un para posibilidades en Guadalajara pol?tico; fue apenas y di?logo cooperaci?n solamente en TLC, acuerdo se hab?a tanto de cuando (2004) un realizado inventario conjunto sobre el grado de integraci?n alcanzado en las regio nes. Con el incio de las entre la UE y el SICA y la CAN en el negociaciones a?o 2007, cuando se haya formulado un mandato espec?fico para la Comi se podr? superar el desencanto de los si?n Europea, pa?ses participantes respecto de la posici?n restrictiva de la UE. Mientras tanto los Estados Uni dos ya TA, as? terminaron como El Estados las con impacto de comportamiento. m?s esta Latina",45 el CAF Centroam?rica, en los los cuales naturalmente estimados en que se diagnostica Aunque a Am?rica con TLC y Per?. intereses geopol?ticos, son mucho Unidos "perdiendo Ecuador Colombia, un de negociaciones la UE, se los Estados que vale preocupaci?n en refleja mucho este est?n Unidos m?s para o la Cuenca Caribe Am?rica del Sur que para el Istmo Centroamericano ?a. Sin embargo, se ha ido difundiendo en Am?rica Latina que la UE est? aplicando en la regi?n el mismo principio de la integraci?n de velocidades diferenciadas ha que tantas generado en discusiones su interior. Con esta pol?tica de integraci?n diferencial en las relaciones exteriores europeas puede hacerse considerable da?o en el di?logo pol?tico, el cual muchos l? deres de los pa?ses latinoamericanos han considerado hasta la fecha como la puerta de a entrada las negociaciones con econ?micas la UE. Esto tam bi?n en una valoraci?n muy realista de los costos que podr?an resultar de un disenso pol?tico con Estados Unidos en cuanto a temas de la pol?tica in ternacional, sin que la UE est? dispuesta a apreciarlos lo suficiente.46 Es muy dudoso que sea adecuado describir tal tipo de relaci?n con el concep to de asociaci?n estrat?gica; m?s bien el anhelado concepto se reduce en este contexto ridades a unas coherentes",47 "estrategias lo cual sos resultados del proceso 45 Cf. Peter Hakim, 1,2006, p. 45yss. 46 Cf. la posici?n cuando los dos pa?ses verbales se ha de M?xico para una de cumbres.48 La "IsWashington formaron vuelto Losing evitar la definici?n coincidencia transformaci?n de Latin America?", de prio los esca ante la amplia Foreign Affairs, vol. 35, num. y Chile en relaci?n con la guerra del Iraq en el a?o 2004, de Seguridad de las Naciones Unidas y se parte del Consejo identificaron con la posici?n europea. 47 Cf. Manfred Mols, "Die Europ?ische en Werner Weiden Union und Lateinamerika", feld (ed.), Europa-Handbuch, G?tersloh, Bertelsmann Stiftung, 2002, p. 666. 48Commission of the European Communities (2000), Communication from theCommission to theCouncil and The European Parliament. Follow-up to theFirst Summit betweenLatin America, The Caribbean and theEuropean Union, Bruselas (31.10.2000) COM (2000) 670 final, p. 4. M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO 283 2007 ABR-JUN agenda de temas de la Ia Cumbre de R?o, la cual puede categorizarse "m?s bien como sofl9,49hace concluir que de los acuerdos de las dem?s no han podido emanar los impulsos necesarios para la pr?ctica pol?tica. Se est? dando una mezcla de las agendas del di?logo pol?tico y posibles temas de la el perfil cooperaci?n para el desarrollo, lo cual desdibuja adicionalmente del di?logo de la UE con los pa?ses latinoamericanos: hasta entonces se ha b?an negociado los temas de car?cter global en el di?logo con el Grupo de R?o y las cuestiones operativas con los diferentes grupos subregionales de Am?rica Latina.50 El "birregionalismo selectivo" de los a?os ochenta, junto con la introducci?n de los di?logos de grupos en los noventa, se ha ido pro fundizando en materia econ?mica y comercial con la perspectiva de llegar a tratados de libre comercio (M?xico y Chile) ;por otro lado se puede detec con los intereses en materia de tar que el di?logo pol?tico se est? mezclando cooperaci?n para el desarrollo, ya que la din?mica de negociaci?n de la UE se encuentra condicionada por las posibilidades en materia de cooperaci?n comunitaria y por parte de los estados miembros, mientras que la PESC si gue siendo el flanco d?bil. Esta nueva tendencia conduce a una "trampa le gitimatoria", ya que para las contrapartes del di?logo en Am?rica Latina no son f?cilmente comprensibles esas din?micas internas de la UE y se genera una condicionalidad, de la expectativa no cumplida que es consecuencia de que los temas del di?logo pol?tico y los ejes centrales de la cooperaci?n de la UE deben corresponderse entre s?.De talmanera, las agendas en los dos la dos del Atl?ntico se est?n divorciando en vez de lograr mayor congruencia. de la arquitectura europea de di?logo llega muy profundizaci?n a su se trata de lograr una mayor coordinaci?n cuando de l?mite pronto en marco dos el de las Naciones Unidas. las regiones se posiciones Aunque identifican con una visi?n multilateralista de la pol?tica internacional (cfr. el punto 26 de la Declaraci?n Pol?tica de la Cumbre de Madrid), en lo con Una creto aparecen diferencias de mayor envergadura: mientras Europa pro la idea de soberan?as compartidas en el marco de la gobernancia o del pooling de soberan?a en el contexto de los procesos de integra global mueve ci?n, en Am?rica Latina tales propuestas no encuentran mucho eco y no posiciones prioritarias en las agendas pol?ticas.51 Estas posiciones tampoco han sufrido cambios como efecto del terrorismo internacional, alcanzan 49 Cf. Klaus "Auftakt zu einer strategischen Partnerschaft? Der erste Euro Bodemer, Gipfel in Rio de Janeiro", Brennpunkt Lateinamerika, Hamburgo, p?isch-Lateinamerikanische n?m. 14, 1999, p. 121. 50 hacia un birregionalismo "Am?rica Latina y la Uni?n Europea: Cf. Wolf Grabendorff, 1997, p. 93. selectivo", en Alberto van Klaveren (ed.), Am?rica Latina en elMundo, Santiago, 51 "Uni?n Europea-Am?rica Wolf Grabendorff, Latina, ?una asociaci?n estrat?gica?", Ar chivos del Presente, Buenos Aires, vol. 5, n?m. 17, 1999, p. 208. 284 Maihold G?nther FI XLVII-2 declarada en combate al narcotr?fico y en el fomento del desarrollo sostenible -todos ellos elementos de la declaraci?n pol?tica. En una muy completa declaraci?n de 83 puntos acerca de "Valores y posicio nes comunes" los jefes de gobierno y Estado definieron en Madrid los pun de la comunidad tos consens?ales, haya servador son se ve eso, describen que concretas iniciativas la para coincidencias, que pero que no internacional, agenda divergencias llamadas coincidencias las se sin que El ob existentes. las procesar a concluir instado amplia en genera la solamente birregio cooperaci?n nal una aportaci?n significativa para su profundizaci?n. Ante esta descripci?n poco alentadora pueden identificarse los siguien tes retos para el di?logo pol?tico entre Europa yAm?rica Latina en sus dife rentes niveles: variable en - La arquitectura del di?logo aparentemente no es ni equilibrada ni practicable. Ni la UE ni los estados latinoamericanos pueden proseguir con esta modalidad de birregionalismo selectivo a largo plazo. La geometr?a forma, el la estructura sistema las relaciones de multinivel debe europeo necesita birregionales ser complementado de una re los ras con gos espec?ficos de los modelos de desarrollo latinoamericanos para poder surtir efecto en la regi?n. La urgencia de los cambios requeridos se hace m?s evidente ante el futuro incierto del proyecto del ALCA, despu?s de la Cumbre Americana de Mar del Plata en diciembre de 2005, que ha dejado en suspenso los potenciales de crecimiento para la regi?n. Hasta cierto consideraron la simultaneidad de los punto los actores latinoamericanos dos como procesos "arma en materia concesiones para pol?tica" a obligar Con y agropecuaria. agr?cola la UE a hacer el fracaso mayores la Ron de la OMC en Canc?n y Hong Rong se han borrado por lo las pronto posibilidades de una salida multilateral en esta materia, y se ten dr?n que retomar las suspendidas negociaciones bilaterales entre la UE y el con diferentes Mercosur. Sin embargo, el paralelismo de las negociaciones ser con mostrar de Am?rica tambi?n Latina grupos subregionales puede da de Doha de para traproducente si se percatan la UE, de los europeos que solamente tie nen inter?s en las contrapartes m?s atractivas como Brasil, Chile yM?xico, a costa del resto de la regi?n. Desde esta la perspectiva latinoamericana situaci?n podr?a minar los fundamentos del di?logo pol?tico. - La de las trampa legitimatoria es un peligro para la profundizaci?n relaciones Sin birregionales. una agenda pol?tica no sustantiva se obten dr?n resultados visibles a mediano plazo a ra?z del d?bil intercambio eco de centrar el n?mico. La reciente propuesta de la Comisi?n Europea no es en temas el sostenible la cohesi?n social desarrollo de los y di?logo una se?al La brecha de aliento para entre el di?logo llevar las relaciones a din?micas pol?tico declaratorio m?s y la estructura fruct?feras. institucio 2007 ABR-JUN M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO285 nal, junto con la cooperaci?n para el desarrollo, puede inducir una ten dencia regresiva en las relaciones bilaterales. Una asociaci?n estrat?gica sin esfuerzo serio las futuras to de las alcanzar por rondas de resultados consulta tiene el que negociaciones tener puede de corte bilaterales ser que efectos revisado de "troika", nivel alto consultas para el forma urgentemente, el cual la ?ltima comunicaci?n de la Comisi?n Europea nos elementos operativos. Entre ellos hay que mencionar ha se?alado el concepto la concentraci?n preparatorias, en nocivos Es tradicional. para algu de la de la agenda pol?tica, etc. Sin una revisi?n adecuada, que deber? incluir tam bi?n la diplomacia de cumbres, pueden generarse da?os considerables en la relaci?n birregional. - Hasta la fecha no se ha podido definir los contenidos de la comuni dad de valores y de la cercan?a cultural entre Europa y Am?rica Latina. Los se?alados poderes transnacionales en el ?mbito de la sociedad civil, o de una del intercambio parlamentario cooperaci?n m?s all? de los es quemas del TLC destacan de nuevo; sin embargo no han sido condensados en una agenda bilateral de calidad estrat?gica. Si no se consiguen estable cer los rasgos distintivos de la relaci?n entre Europa yAm?rica Latina, que a su vez deber?an exclusivos efectos para los participantes de esta producir relaci?n, ser? dif?cil imaginar un futuro provechoso para las partes involu es inminente; la cradas. El peligro de una nueva cumbre de desencanto idea de celebrarla bajo el t?tulo de la intensificaci?n de la asociaci?n estra t?gica - no crea mucha confianza. como Integraci?n v?a, instrumento y meta: esto renuncia a ser el parece prop?si to pol?tico de la UE con respecto a Am?rica Latina; sin embargo, esta visi?n del futuro de Latinoam?rica le da preferencia, muy unilateralmente, a una sola parte la de de cooperaci?n les de tienen como modelo ganda a un simplemente ples para con ral, ya que la poco pertinente por la interdependencia ante los Estados los cooperaci?n europeas periencias Enriquecer Unidos. los Una insistir las para compleja ser?a de contenidos reto poco tuvo que las cumbres inmediato se?alar en de la y las dependencias percibido comparaci?n y latinoamericanas. y estrat?gica operativa misma Comisi?n Europea apenas en Europa en europea propa segunda, para su en como m?s cuanto superar reporte a bilate invitaci?n entre adecuada m?lti el discurso efectos en el di?logo una es un exteriores demasiado realidades reserva mayor internos problemas como que las relaciones no tener tambi?n mayores podr?a los fondos Latina, ya que all? se estar?a haciendo para Am?rica sobre modelos a se recomienda lo tanto, concepto en los cuales europea, integraci?n efecto. Por la soberan?a, institucional son igualmente rasgos esencia y el desarrollo la La europea. experiencia las ex su dimensi?n el d?ficit al Parlamento la que Eu 286 Maihold G?nther FI XLVII-2 ropeo en la antesala de la Segunda Conferencia Cumbre.52 De los 55 puntos del Plan de Acci?n de la Cumbre de R?o, los funcionarios pol?ticos respon sables de las contrapartes seleccionaron 11 como prioritarios,53 de los cuales -como la Comisi?n comunic? en el a?o 2000 al Parlamento Europeo- muy de poco pudo ser llevado a la realidad y no se identificaron mecanismos coordinaci?n oportunos. Que la Comisi?n en su ?ltima comunicaci?n del 8 de diciembre de 2005 haya recomendado de nuevo asignar mayores respon es una medida sabilidades a los funcionarios pol?ticos, no necesariamente suficiente para incentivar la relaci?n birregional. M?s bien puede haber ele mentos estructurales que limiten en la acci?n los La se?alados. esquemas selectividad de los contactos y la creciente importancia de los v?nculos se cundarios est?n aportando a un cambio cualitativo del formato del entra mado de las relaciones. de los contactos 4. La selectividad DE LAS RELACIONES SECUNDARIAS y la CRECIENTE IMPORTANCIA La pluralizaci?n de las formas de relaci?n m?s all? de los elementos de una asociaci?n estrat?gica y de un birregionalismo marca la calidad del actual Se han establecido nuevas for intercambio entre Europa y Latinoam?rica. mas de contacto que se fundamentan en los intereses espec?ficos de car?cter bilateral de algunos pa?ses. Estos intereses no pueden te de car?cter transitorio, ya que han adquirido considerarse solamen una cierta permanencia, de 52Acerca la II Cumbre Uni?n "Hacia del proceso post R?o, cfr. Juan Mario Vacchino, Latina y el Caribe", Cap?tulos delSELA, n?m. 64, 2002, pp. 119-134. Europea-Am?rica 53 Prioridades en noviem en la reuni?n de Tuusula, Finlandia, estrat?gicas redefinidas bre de 1999 (http://europa.eu.int/comm/world/lac/frio_es.htm). -Prioridad en los foros internacionales. 1: Cooperar -Prioridad 2: Proteger los derechos humanos. -Prioridad 3: Promover el papel de las mujeres. - Prioridad 4: en los ?mbitos del medio ambiente y las cat?strofes naturales. Cooperar -Prioridad 5: Luchar contra la el tr?fico y droga ilegal de armas. - Prioridad estable y la instauraci?n de un sistema econ?mico 6: Fomentar y financiero a escala mundial. din?mico -Prioridad 7: Promover los intercambios comerciales. -Prioridad la in en los ?mbitos de la ense?anza, los estudios universitarios, 8: Cooperar nuevas tecnolog?as. vestigaci?n y las -Prioridad 9: cultural. Proteger el patrimonio - Prioridad una iniciativa com?n en el ?mbito de la sociedad de la infor 10: Establecer maci?n. - Prioridad teria de procesos 11: Apoyar de la investigaci?n, integraci?n. los estudios de postgrado y la formaci?n en ma M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO 287 2007 ABR-JUN manera que ricano. No como una est?n sus imprimiendo curva acerca decreciente el entramado en un de rememorado pasado las eurolatinoame se haya interpretado en una que en y expectativas exigencias de la cercan?a entre Europa laci?n birregional. La b?squeda na, m?s en rasgos es de sorprender que esta nueva din?mica de definici?n la re yAm?rica Lati tareas futuras comunes, s?lo tiene capacidades proactivas para el redise?o de la conexi?n entre las regiones. El recurso a valores comunes y afinidades hist?ricas54 no puede sustituir a la b?squeda de un nuevo orden de interacci?n que logre relacionar de una manera fruct?fera los diferentes niveles de los procesos in y de la teractivos. Se requiere de la definici?n de alcances bi ymultilaterales entre relaci?n las ?reas comunitarias europeizadas y las partes interguberna de la pol?tica exterior europea. En este contexto hay que resaltar las diferentes formas de organizaci?n de las dos ?reas en el contexto de la pol?tica europea en Bruselas: la l?gica de acci?n de AMLAT, como comit? de los representantes permanentes, y de COLAT, como el Comit? de Am?rica con Latina del Consejo Europeo, indica los espacios no necesariamente mentales gruentes en cuanto al dise?o de la pol?tica exterior del continente. Aunque se debaten losmismos temas no existe la posibilidad de unir al respecto los dos espacios, ya que rige una competencia de exclusividad y se teme la "con de taminaci?n" la comunitaria agenda la por agenda intergubernamental. Por parte de la Comisi?n se desea mantener los procesos comunitarios al se la lo cual de los de elementos PESC, margen refleja en la pr?ctica en el in tento de crear una normatividad en el ?mbito de la pol?tica exterior com?n para la acci?n de los pa?ses miembros y no dejarse arrebatar las competen cias comunitarias ya De alcanzadas. hecho se est? a un asistiendo proceso de outsourcing de la pol?tica con Am?rica Latina por parte de los estados miembros de la UE, ya que, por la falta de compromisos nacionales, est?n nuevos asumiendo miembros pa?ses para en una procedimientos est?n avanzando su En coordinaci?n. supuesta los efecto, de europeizaci?n las re de soberan?a na Latina, aunque sigan disponiendo en todas las cional y competencias en los espacios intergubernamentales materias con excepci?n de la pol?tica comercial y de la cooperaci?n para el desarrollo comunitario. As? se efect?a un traslado t?cito de decisiones en la laciones con Am?rica pr?ctica ce de las agendas de la UE, lo cual negociaciones y establecen no de una representa car?cter procesos de real europeizaci?n intergubernamental a costa bargaining, en de la el avan sino tanto se acoplan transparencia. Para poder solventar el problema de los diferentes niveles involucra dos en la relaci?n entre la UE yAm?rica Latina, hay que analizar los cam 54 Cf. el documento ya se?alado: "EU-LAC - Common ropa.eu.int/comm/world/lac/conc_en/val_pos.htm). Values and Positions" (http://eu 288 Maihold G?nther FI XLVII-2 pos de acci?n en funci?n de si se prestan m?s para el ?mbito bilateral o pa ra el multilateral. Eso implica varios pasos preparatorios, de los cuales uno ser la de las hist?ricamente animadas falacias en las re podr?a superaci?n laciones El birregionales. habr?a que relaciones o estancamiento en analizarlo aun a cuanto el las en empeoramiento las y las exigen expectativas cias. Para tal efecto hay que identificar aquellos altos costos que tuvo que asumir la relaci?n birregional en a?os pasados, y por otro lado identificar aquellas causas que se contraponen al redise?o de las relaciones. Sobre la base de estos elementos pueden discernirse los siguientes puntos: 4.1 en los actores Transformaciones centrales Por parte de la UE hay que mencionar la simultaneidad de la ampliaci?n y la del proceso profundizaci?n integracionista, lo cual implic? una cierta pospo sici?n de sus relaciones exteriores que no estaban incluidas en los programas de la pol?tica europea de vecindad, como es el caso de los nexos con Am?rica Latina. Este dilema, que se ve reforzado por el inicial fracaso del Tratado se Constitutivo, con corresponde una dad hacia Am?rica Latina, ya que Oriental un posee atractivo mayor orientaci?n decreciente la ampliaci?n A econ?mico. de del mercado la vez, por la Comuni hacia Europa la parte latinoame ricana se hace evidente que los tradicionales espacios subregionales de inte graci?n (por ejemplo, elMercosur) tienen que ceder ante un nuevo patr?n de relaciones subcontinentales, que m?s bien se caracterizan por la amplitud que por la profundidad de la integraci?n. El ingreso de Venezuela alMercosur no a ayudar? el estancamiento superar patr?n del este de proceso en su ideologizaci?n bien podr?a desembocar europeo interregionalismo entra integracionista, sino m?s pol?tica. Ante este panorama todav?a m?s en aguas el turbulentas. La reorientaci?n de las relaciones econ?micas y culturales de los estados latinoamericanos hacia los Estados Unidos ha acelerado el desdibujamiento del Leitbild cultural europeo en la regi?n. Con la creciente presencia de la Rep?blica Popular China como nuevo actor de la pol?tica y la econom?a lati se est? noamericana,55 abriendo tunidad de forjar su din?mica te y Oriente. Entre que proyectaban nantemente en tanto, est?n para los estados econ?mica cambiando del subcontinente la opor en una dimensi?n Norte, Occiden los viejos esquemas de orientaci?n la diversificaci?n de las relaciones de intercambio predomi la UE, a la cual se consider? como actor equilibrante frente la imponente articulaci?n de intereses por los Estados Unidos. 55 Cf. Enrique Dussel Peters, Economie Opportunities and Challenges Posed by China forMexi co and Central America, Bonn, German Development Institute, 2005. a M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO289 2007 ABR-JUN 4.2 Cambios en la relaci?n con elmundo exterior Tanto la Comunidad Europea como los pa?ses l?deres de Am?rica Latina es t?n llamados a asumir una mayor responsabilidad en la pol?tica mundial ba jo el esquema del multilateralismo. En el contexto europeo esto se ha ido reflejando en la participaci?n en misiones internacionales de estabilizaci?n y de paz que se extendieron desde Kosovo hasta Afganist?n. En el subconti nente latinoamericano ha sido especialmente el gobierno de Brasil el que ha puesto en escena la formaci?n de ejes de cooperaci?n con el Sur, con los cuales ha ido articulando un entendimiento con Africa del Sur, la India y Pakist?n por un lado, y formando el G 20 en el marco de la Organizaci?n Mundial de Comercio (OMC) por el otro. Estos nuevos espacios de acci?n en tanto la exterior pol?tica europea como en externa la acci?n de los esta dos latinoamericanos han estado cambiando la relaci?n bilateral: se ha ge nerado una dimensi?n adicional de nuevas relaciones de interlocuci?n y en el G 4, que reformula las prioridades de responsabilidades, por ejemplo en la relaci?n bilateral. Se abren nue tambi?n exterior, justamente pol?tica vas opciones de acci?n m?s all? del birregionalismo, que enfatizan la coope raci?n de los pa?ses l?deres latinoamericanos con algunos estados miembros europeos, mientras que la quimera tradicional del Tri?ngulo Trasatl?nti co56 se haya en lontananza. Siempre se hace m?s evidente que Am?rica Lati na est? articulando sus relaciones con los Estados Unidos con fundamentos diferentes de los empleados para con la UE, a pesar de la patente intenci?n de presentarlos como una relaci?n de competencia. Pa?ses importantes del subcontinente, m?s all? del caso chileno, act?an cada vez m?s "liberados de la relaci?n fija", asumiendo todos los riesgos que ello implica, ya que la vin culaci?n con los Estados Unidos se manifiesta muy variable y dependiente del inter?s espec?fico de la contraparte. En este nuevo contexto, Europa co rre el peligro de ir perdiendo su "papel de contraparte", ya que no est? en sus pol?ticas. capacidad de elaborar ofertas sostenibles para la definici?n de Si de esto se dedujera que la relaci?n competitiva entre Europa y Estados Unidos por Am?rica Latina se ha transformado en una divisi?n del trabajo entre Bruselas yWashington se cometer?a un error. Seg?n esta tesis Am?ri ca Latina fue dividida entre Estados Unidos y la UE en diferentes zonas de inter?s (de M?xico hasta Colombia con la responsabilidad primordial de los Estados Unidos, el Mercosur con preferencia para la UE).57 Sin embargo, tal 56Cf. Wolf "El Tri?ngulo Atl?ntico: Grabendorff, ?una visi?n realista?", en Klaus Bodemer, Wolff Grabendorff, Winfried Jung y Josef Thesing (eds.), El Tri?ngulo Atl?ntico: Am?rica Latina, en un sistema internacional cambiante, St. Augustin, KAS, 2002, pp. 375-391. Europa yEstados Unidos 57As? Susanne noch eine Rolle? in Lateinamerika ", Aus Politik Gratius, "Spielt Europa und Zeitgeschichte, B 38-39, 2003, p. 39. 290 G?nther Maihold FI XLVII-2 visi?n se apega demasiado a una perspectiva geopol?tica inmediatista y deja de lado las vinculaciones de intereses en campos espec?ficos de los respecti vos actores. 5. La RELACI?N ENTRE LA UE Y AM?RICA LATINA: ?CAMINANDOHACIA UN "V?NCULO NEGATIVO?" "empty shell relations" han sido calificados aquellos v?nculos que se caracterizan por su ambivalencia e incompatibilidad, lo cual limita el futuro desarrollo del intercambio. La categorizaci?n de las relaciones de UE yAm? rica Latina como "concha vac?a" se puede deducir no s?lo a partir del cre ciente desinter?s de la primera y de lamayor?a de sus estados miembros en Como la nes segunda, comerciales sino tambi?n los de la UE entre intereses Sin las contrapartes las", sin grandes pueden nes en "arregl?rselas" negociacio incompatibili t?rminos de "vidas parale y el espacio com?n iberoamericano "v?nculo negativo" ofrece muchas mayor adquieran embargo, iniciativas conjuntas pero tambi?n sin grandes conflictos.58 5.1. El papel de Espa?a Tal las esta en la ruptura de la relaci?n, m?s dad en aumento no tiene que desembocar bien en contrapuestos y el Mercosur. relevancia, para que otras relacio posibilidades aparte de que a esta red relaciones de se le empuje hacia m?s grandes ambivalencias a trav?s de se?ales muy contradic torias: la disociaci?n entre la pol?tica comunitaria y los intereses de algunos miembros particulares. En esta situaci?n encuentra est? ampliando, Espa?a guez el caso su autodefinido Zapatero, de las relaciones eurolatinoamericanas su expresi?n en el papel de Espa?a: mientras que con el nuevo gobierno socialista de Jos? Luis Rodr? papel de "intermediario", "puente", "puer ta" o "canal" para las relaciones entre Europa yAm?rica Latina, al parecer otros (y especialmento los nuevos) estados miembros se est?n aproximando a una las actitud cuales Am?rica Latina pa?s miembro 58 G?nther besonderen de gran est? la UE tiene desinter?s. aplicando caracter?sticas (Espa?a)59 muestra En un con comparaci?n esquema especiales, de en otras "asociaci?n tanto que un inter?s muy articulado "Nach dem Wiener Gipfel. Europas Maihold, zu Lateinamerika", Ibero-Analysen, n?m. Verh?ltnis ibero-analysen.de/hefte/Ibero-Analysen%20Heft%2019.pdf). 59 En este contexto no se est? subestimando el papel regiones con estrat?gica", un solamente en la regi?n; schwierige Suche nach einem 19, junio de 2006 (http://www. de Portugal en el sistema iberoa M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO291 2007 ABR-JUN por ende, para la UE esta situaci?n es mucho m?s complicada. Las inversio en el marco de los proce nes espa?olas en el subcontinente -especialmente en sos de privatizaci?n el sector de servicios- han distinguido a este pa?s respecto del resto de los estados europeos.60 Adem?s, el gobierno de Rodr? del estrecho guez Zapatero logr? liberar la pol?tica exterior de Espa?a v?nculo con los Estados Unidos establecido durante el gobierno de Jos? Mar?a Aznar y rehabilitarla como interlocutor reconocido para Am?rica Latina.61 En este esfuerzo Espa?a puede construir sobre el instrumental del proceso iberoamericano, el cual con la reci?n inaugurada Secretar?a General Ibe roamericana en Madrid (SEGIB) est? inmerso en la reactivaci?n dicho espa cio com?n. Espa?a, contribuyente central en el gasto operativo de la nueva Secretar?a, rio general- -con espera una mayor de el nombramiento Enrique internacional; proyecci?n Iglesias inter?s que como secreta encuentra sus l?mites especialmente en los propios de los grandes pa?ses latinoamericanos como Brasil yArgentina que no quieren ver subordinada su acci?n externa a la SEGIB. El mandato pol?tico del nuevo organismo hacia afuera del espa cio iberoamericano queda por lo tanto m?s limitado que en la promoci?n la interna.62 A pesar de la declarada complementariedad, de la cooperaci?n Iberoamericana de Naciones y el sistema de cumbres iberoa Comunidad mericanas se desenvolvieron en un ambiente de competitividad con el pro El nexo iberoamericano trataba -desde la ?ptica ceso eurolatinoamericano. espa?ola- de encontrar una caja de resonancia sin haber continental, teni como sutileza para involucrar a la parte europea. Considerada se "es Secretar?a la ha se?alado que percibida asi "diplomacia clientelar", su interven mismo como una prolongaci?n de la administraci?n espa?ola; en Am?rica Latina".63 ci?n en el di?logo eurolatinoamericano [...] disgusta Tal situaci?n tambi?n se refleja en la cautela con la que algunos pa?ses es t?nmirando la creciente "iberizaci?n" de las relaciones eurolatinoamerica se est?n transformando nas, que bajo el emblema de lamultilateralizaci?n do la debida sin embargo, hay que reconocer que Brasil no est? aceptando ning?n papel de in en sus relaciones con la UE. termediaci?n portuguesa 60 el texto de Alfredo Arahuetes, Cf. con respecto a las inversiones espa?olas, "Espa?a", en Ziga Vodusek (ed.), Inversiones directas en Am?rica Latina. El papel de las inversiones europeas, mericano; BID, 2002, pp. 101-140. Washington, 61 con Am?rica Latina. Ejes de la reencuentro "Retorno a Europa, Cf. G?nther Maihold, Iberoame en el gobierno de Jos? Luis Rodr?guez nueva pol?tica exterior de Espa?a Zapatero", vol. 4, n?m. 15, 2004, pp. 168-173. ricana. Am?rica Latina-Espa?a-Portugal, 62 Cf. el Convenio Ibe de Santa Cruz de la Sierra constitutivo de la Secretar?a General roamericana de julio 1991 y el mismo estatuto de la SEGIB del 10 de julio www.segib.org/home/Castellano/index_html_home9). 63 Ra?l Sanhueza ?Las cumbres iberoamericanas. Comunidad Carvajal, cia clientelar?, Santiago de Chile, FLACSO, 2003, p. 91. de 2004 de naciones (http:// o diploma 292 G?nther Maihold FI XLVII-2 en una modalidad bilateral64 con el signo de una una y cooperaci?n preponderantemente identidad propia iberoa cultural. El anhelo de mericana el articular titucional un como com?n espacio ente de capaz cionamiento La a respecto especialmente sus y programas. la de adquisici?n en el Parlamento presentada Permanente Eurolatinoamericana proceso iberoamericano, entre bilaterales asociaci?n socios en UE-ALC su ins iberoame pero jam?s su fun para crear de Europeo,66 clara homolog?a reforzar pueden conjunto, como fondos de que refleja la preocupaci?n determinados estrat?gica en estructura la tarea de posicionarse europeos propuesta Secretar?a a una llevado tanto v?nculos establecer con ricanos, ha iberoamericano65 reforzada con la SEGIB, que ha asumido una con el "las relaciones la notablemente aspirar a reempla zarla con ?xito".67 Finalmente Espa?a dispone, por su rol como "velador de los intereses de Am?rica Latina en la UE", de una fuerte presencia en los gremios y en el ?mbito de los funcionarios de la Comisi?n Europea, lo cual hace impensable una pol?tica continental con respecto a Am?rica Latina que vaya en contra de los intereses espa?oles. As?, el pa?s asume un papel de liderazgo (cfr. la reorientaci?n de la posici?n de Europa frente a Cuba) y se una asegura pecto a la regi?n. 5.2. Hacia sustancial participaci?n en los recursos una europeizaci?n de las relaciones de Espa?a europeos con res conAm?rica Latina Lamentablemente Espa?a asume su papel respecto de Am?rica Latina en un sentido dominante,68 en tanto que utiliza esta funci?n dentro de la UE para la defensa de sus intereses nacionales. Es decir, la interpretaci?n se realiza en t?rminos de que este papel 64 Llama mucho est? animado por intereses unilatera la directora de la Fundaci?n Carolina, Rosa Conde, ha "?Para qu? sirve el di?logo pol?tico entre la UE y Am?rica de la relaci?n eurolatinoa Latina?" (Madrid, 9-10 de marzo de 2006) de un replanteamiento me esta agenda" de "relanzar las relaciones" "si mericana, [y,] apur?is, 'espa?olizando' (p. 5). 65 a Lima: las cumbres iberoamericanas, una reali Celestino del Arenal, "De Guadalajara en Tom?s Mallo y Laura Ruiz Jim?nez (coords.), El sistema de cumbres iberoame dad en marcha", blara en la clausura ricanas. Balance Ortega yGasset, la atenci?n del que seminario de una d?cada y estrategias de consolidaci?n, Madrid, 2002, p. 75 y ss. AIETI / Instituto Universitario 66 on Enhanced on Parliament-Committee European Foreign Affairs, Report Cooperation final A6-0047/2006, between theEuropan Union and Latin America (2005/2241), p. 6. 67 Cf. op. cit., p. 53. Jos? Ignacio Salafranca S?nchez-Neyra, 68 Axel L?decke, uEurop?isierungn der deutschen Au?en- und Sicherheitspolitik?: Konstitutive Leske + Budrich, 2002, und operative Europapolitik zwischenMaastricht und Amsterdam, Opladen, p. 30 y ss. M?S AI L? DEL INTERREGIONALISMO293 2007 ABR-JUN les o con de dependencia de acuerdos, coaliciones con cambiantes, otros pa?ses l?deres de la UE. Sin embargo, ser?a deseable una percepci?n propia en el sentido de un rol de liderazgo constructivo, es decir, que la coopera entre ci?n es los estados en prioritaria el contexto de un intereses y media entre intereses nacionales."69 lamediaci?n propios al mantener contrarias exigencias el inter?s en el todo org?nico Sin con coliderazgo ciliatorio. "El conciliador act?a con base en la autolimitaci?n de sus propios como criterio sin tener que desdecirse en embargo, esta Espa?a de de sus se relaci?n a percibe en direcci?n opuesta, justamente poniendo Europa en funci?n de Espa?a. Para Rosa Conde, directora de la Fundaci?n Carolina de Espa ?a, se comprende esta funci?n de su pa?s de la siguiente manera: "Espa?a puede jugar un papel importante promoviendo una pol?tica eurolatinoa las relanzando mericana, me y, si relaciones esta 'espa?olizando' apur?is, en agenda."70 De all? surge el problema central de la divisi?n del trabajo cuanto a la realizaci?n de tareas comunes y el cuidado de intereses espec? ficos de los pa?ses miembros de la UE: intereses nacionales y pol?ticas co munitarias entran en conflicto al ponerse en contacto con la din?mica del dise?o de la acci?n externa europea; contradicciones que por lo pronto no encuentran soluci?n en las din?micas establecidas para la generaci?n del consenso en la UE.71 Si se quiere evitar el peligro de un "v?nculo nega tivo" entre las dos regiones ser? indispensable la b?squeda de congruencia entre los intereses nacionales y europeos para este v?nculo, el conciliador. Es se decir, que el papel l?der de Espa?a ante Am?rica Latina tenga que de sempe?arse en el inter?s de la comunidad europea entera y en funci?n del proceso integracionista. Para tal efecto hay que encontrar una forma necesita institucional ka" europea con que Am?rica Latina est?n abiertas dav?a logre representar que, con liderazgo espa?ol, en un muchas pensables, si no se quiere entramado eurolatinoamericano. 69 sentido Es europeo. discusiones como puede se haga responsable con en Espa?a, este ser una "troi de la relaci?n rengl?n las cuales correr el riesgo de un desequilibrio donde son to indis mayor del L?decke, op. cit., p. 33. 70Rosa Conde, "?Para qu? sirve el di?logo pol?tico palabras de clausura del seminario 9-10 de marzo de entre la UE yAm?rica Latina? (objetivos, perspectivas y recomendaciones)", 2006, Casa de Am?rica, Madrid, p. 5. 71 Cf. vs. EU-foreign Policy Interests:Mapping "Important" Natio Wolfgang Wessels, National nal Interests, Bruselas, TEPSA, 1998. 294 G?nther Maihold FI XLVII-2 6. "LlVING-APART-TOGETHER",UNA NUEVA MODALIDAD PARA EL DELINEAMIENTO DE LAS RELACIONES EUROLATINOAMERICANAS La ser demasiado mostrando Si no mutuos. culos tienen ciones puede de que de base est? eurolatinoamericanas precaria para el desarrollo productivo de los v?n se a una llevarlas quiere ser desarrolladas que las relaciones con miras estas rela relegaci?n, no se Sin al futuro. embargo, mayor de Manfred Mols, de 1994, en el sentido la preocupaci?n "esta relaci?n con saldo positivo pero en el detalle marcado por descartar fracturas [...] dos partes generar como com?n herencia un en desaparezca Para la historia".72 este evitar nuevo entramado de reciprocidades. En este las desenlace, tendr?an que asumir la tarea de forjar "identidades entre s?" y esfuerzo conjunto la profundi hay que partir de la tesis de que las iniciativas continuas, para zaci?n del v?nculo entre Europa yAm?rica Latina, solamente ser?n exitosas si se reconoce la calidad propia de la contraparte y su inter?s, posiblemen te limitado, en la generaci?n de posiciones comunes en campos espec?fi cos. Por lo tanto, habr? que encontrar formas de cooperaci?n que no se adec?en necesariamente al interregionalismo pero que se abran a nue vas iniciativas. La "dif?cil b?squeda de una relaci?n especial"73 de Am?rica Latina con Europa, y viceversa, domina hasta la fecha las relaciones bilate rales: existen coincidencias en materia de pol?tica exterior como por ejem de en el marco del Consejo plo en la cuesti?n de la guerra del Iraq, entre la "Vieja Europa" las Naciones de Unidas, (Alemania Seguridad Francia) yM?xico y Chile con respecto al rechazo de la posici?n unilateral de los Estados Unidos. La preferencia por tradiciones comunes multilatera les, que se hab?a articulado de alguna manera en la era del presidente Clin ton, puede encontrar apoyo por parte de Brasil, aunque no es extensible a Latina y el Caribe, como bien lo mostr? el apoyo de Co lombia, Rep?blica Dominicana, Nicaragua y El Salvador a la posici?n de los Estados Unidos. Este mismo ejemplo hace evidente la dificultad que tienen los gobiernos latinoamericanos para diferenciar entre las posiciones pol?ti cas de los estados miembros de la UE y la PESC, una dificultad que para las secretar?as de Relaciones Exteriores del subcontinente "representa un reto, toda la Am?rica al cual reaccionan 72Manfred derten Mols, internationalen frecuentemente "Deutschland con una cierta pasividad rutinaria".74 vor dem Hintergrund einer ver?n Deutschland (eds.), y Christoph Wagner Frankfurt-Main, Vervuert, 1994, p. 5. und Lateinamerika en Manfred Mols Situation", Lateinamerika. Geschichte, Gegenwart und Perspektiven, 73Alberto van in den 80er Lateinamerika "Die internationalen Klaveren, Beziehungen (eds.), Demokratie und y Alberto van Klaveren Jahren", en Dieter Nohlen, Mario Fern?ndez Leske + Budrich, 1991, p. 17. Au?enpolitik in Lateinamerika, Opladen, 74Van Klaveren, op. cit., p. 22. M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO295 2007 ABR-JUN en Am?rica Latina, en muchos casos, La conclusi?n correspondiente una articulaci?n bilateral en vez del concepto propagado por la fue buscar UE de una "geometr?a variable" y del di?logo de grupos. Hay que partir de la premisa de que el di?logo pol?tico extensivo ya no puede encontrar su forma en el simple birregionalismo, ya que las asimetr?as entre los actores y las entidades subregionales han mostrado ser demasiado grandes. Por lo tanto podr?a ser recomendable - una Cimentar nueva cultura el siguiente procedimiento: relacional intercambio de Europa y Am?rica Latina dispone de una estructura una for compleja; lamemoria hist?rica y el futuro le confieren al presente maci?n especial, en nuestros d?as de desequilibrio, que se alimenta m?s de la historia que de aquello que articula al futuro. Las relaciones eurolatinoa mericanas tienen que corresponderse en este ?ngulo, ya que ello repercute El en el delineamiento del v?nculo. A pesar de la declarada asociaci?n estrat? un lugar central para el di?logo estrat?gico, en tanto gica, no se dispone de que estructuras aquellas como terceros que logran acercarse a estos Las dos partes del di?logo los efectos deseados. contrapartes m?s estrat?gicas, intereses no no se presentan bien este papel producen frente a lo est?n cum en ?reas pol?ticas de su inter?s. El pliendo en lo particular pa?ses l?deres modelo actual de la relaci?n podr?a llegar a un punto de inflexi?n que ten la irritaci?n de las contrapartes. La tarea central dr?a como consecuencia consiste entonces en liberar la relaci?n de su actual estado de indefinici?n y transformarla en una nueva cultura de relaci?n75 que se fundamente en intereses reales y posibilidades de cooperaci?n m?s all? de los prop?sitos ser procesados de talmanera que cortoplacistas. Los conflictos tienen que su alcance se vuelva controlable, si es que esta relaci?n hist?rica ha de dar frutos en el futuro. Este dilema fue formulado por el presidente brasile?o Fernando Henrique Cardoso en la segunda Cumbre de Jefes de Gobierno y Estado de Europa yAm?rica Latina, celebrada en Madrid el 16 y 17 de ma yo de 2000, con las siguientes palabras: "Aunque nos encontramos pr?xi mos en esp?ritu, 75 Cf. en realidad seguimos muy distantes." en G?nther Mai con clara direcci?n elaborados para un di?logo entre Am?rica en las relaciones del La estructuraci?n Atl?ntico. hold, espacio en Sonja M. Steckbauer Latina y Europa", (eds.), Literatura-historia-pol?ti y G?nther Maihold Iberoamericana ca. Articulando las relaciones entreEuropa y Am?rica Latina, Frankfurt-Madrid, / los elementos "El Tri?ngulo Vervuert, 2004, pp. 239-261. 296 - G?nther una Generar nueva din?mica Maihold FI XLVII-2 en vez de relacional: la UE Para sus y estados es miembros recomendable ciones con Latina con respecto a los temas centrales de para todos ci?n, a actores no pesar relevantes puede de que (estatales dar resultados, tambi?n genere y no todos" ucaf? para en ?reas definidas identificarcontrapartes relevantes en Am?rica gubernamentales) mientras inter?s. Una una que agenda global diferencia mayor fundamenta conflictos, mayores rela las profundizar al tiempo la exclusividad y la identidad. En el marco de un birregio nalismo selectivo y un bilateralismo m?ltiple, ya no parece ser oportuno existentes entre las pol?ti proyectar todos los problemas de coordinaci?n cas exteriores latinoamericanas y la PESC sobre un n?cleo de preguntas que no sea igual de relevante para todos los estados del subcontinente. Adem?s habr?a que entrar en una valoraci?n seria acerca de la capacidad mismo de acci?n que los pa?ses tienen en esta ?rea pol?tica. Algo parecido est? su cediendo en la pol?tica espa?ola respecto de Am?rica Latina, en la cual ya no se act?a bajo el criterio de "caf? para todos",76 sino que se buscan las entre centrales articuladoras se en un di?logo deres emergentes est?n centrando en Am?rica en m?s primas que en acciones - un Inducir nuevo la sus aunque recursos de Latina, exportaci?n interacci?n: de para defensa de los estados nuevos latinoamericanos consideradas la soberan?a intereses naturales ambiental. para el di?logo interregional Aunque ser?a ejemplo de pensar con el tema del clima con los po de sostenibilidad orden Por las contrapartes. estrat?gico en relaci?n como se actuales y materias formatos pueden detectarse o exageradas posturas de desde superadas la perspectiva europea, habr? que iniciar la discusi?n sobre nuevos forma tos de interrelaci?n, por ejemplo en el sentido del m?todo de "convento",77 que re?na una red tanto a funcionarios parlamentarios como a li personalidades bres para la preparaci?n de decisiones y la reforma de la diplomacia de cumbres. M?s alia de rutinas diplom?ticas y foros abiertos se podr?a tejer de podr?a relaciones eurolatinoamericanas y consensual una mayor lograrse democr?tico que la actual confluencia a un y ampliarlas de cumbres. diplomacia de intereses previamente esquema Por a m?s esta via las cum 76Cf. Carlos Malamud, Espa?a yAm?rica Latina: elpulso entre loglobal y lo bilateral, Madrid, n?m. 58), 2004, p. 8. Instituto Elcano (Documento deTrabajo, 77 Cf. Daniel "Die Konventsmethode", G?ler y Helmut Marhold, Integration, vol. 26, n?m. 4, 2003, pp. 317-330. Real M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO 297 2007 ABR-JUN la apretada agenda de los presi bres, y al mismo tiempo descongestionarse mecanismos establecerse Asimismo dentes. para un trabajo m?s podr?an una Comisi?n de la posible contrapare latinoameri Europea y estrat?gico cana, hacer para Solamente de los acuerdos efectivos esta sobre base ampliada las cumbres. nueva una generarse podr? din? alimentada por la funci?n de redes en sustituci?n de las viejas consti tuencies. Ser? esencial para el ?xito de este m?todo que se logren inducir Co nuevas constelaciones de intereses y procedimientos de negociaci?n. mo informa la experiencia de Europa, se ha conseguido establecer un esti lo de discusi?n orientado a los consensos y la resoluci?n de problemas, que al mismo tiempo puede lidiar con los requerimientos de la coordinaci?n de los diferentes niveles del entramado birregional. Esto implicar?a que los mica sos a su cl?sico renunciaran gobiernos ciaciones internacionales con mayor para alcance de monopolio el camino allanar a en representaci?n la inducci?n nego consen de y profundidad. - Inducir la con respectoa Am?rica Latina pol?tica de Espa?a hacia un "papel de liderazgo constructivo" se estar?n generando a Hay que partir del supuesto de que mediano plazo eurolatinoamericana la relaci?n especialmente por parte de impulsos para la fecha han marcadas por intereses estado iniciativas Estas hasta Espa?a. bilaterales, aunque definen al mismo tiempo el perfil europeo. A pesar de las contrapartes que de manos" Espa?a a veces Latina de Am?rica de la articulaci?n para estar lamentan sus en "puestas con relaciones Europa, ha br? que insistir en que los estados miembros de la UE la insten a asumir un a que ponga los intereses europeos en el papel de liderazgo constructivo, con Espa?a centro. En este sentido habr? que adelantar las discusiones con na ma - respecto para de Definir a de la "europeizaci?n" instrumentos desarrollar poder una "troika" una nueva La birregional agenda en mente definida su a Am?rica rerferente pol?tica por oportunos, ejemplo, en Lati la for europea. agenda de la relaci?n la UE entre cuanto a las birregional y Am?rica negociaciones Latina se encuentra amplia y la apertura comerciales El muy conocido debate con respecto a la Pol?tica Agraria de mercados. Com?n Europea y su conflictividad en las negociaciones birregionales y multilaterales es un elemento central que, al parecer, va a quedar presen 298 Maihold G?nther H XLVII-2 en la relaci?n con te en el ?mbito de la OMC y no podr? ser desbloqueado el Mercosur. De los primeros pasos para la definici?n de un mandato para con el SICA (y si la Comisi?n Europea, de iniciar las rondas de negociaci?n las condiciones fueran oportunas tambi?n con la CAN), depender? el futu ro pol?tico que tendr?n estos espacios de integraci?n. Con el ingreso de al Mercosur, las negociaciones Venezuela birregionales del mismo con la como con as? la UE, CAN, tomar?n mucho m?s tiempo y de posiblemente ber?n ser redefinidas en su oportunidad.78 Sin embargo, resulta evidente que las agendas comerciales y el di?logo pol?tico y la cooperaci?n deber?an ser tratados menos como compartimentos estancos con la finalidad de lo grar una mayor integraci?n y retroalimentaci?n. esta Aunque sugerencia va a contrapelo de la l?gica interna de la UE, puesto que cruza las responsa bilidades comunitarias bajo la tutela de la Comisi?n y los espacios intergu bernamentales manjeados por el Consejo Europeo, sigue siendo central para avanzar en la de configuraci?n una nueva en agenda euro la relaci?n tal efecto es indispensable reducir la agenda te el medio ambiente, el m?tica, ya que es imposible abarcar lamigraci?n, narcotr?fico, la cohesi?n social, la estabilidad pol?tica, el buen gobierno y desembocar en la cooperaci?n cultural y la salud p?blica.79 La selecci?n de temas por tratar corre el riesgo de aumentar m?s a?n la ya existente fatiga de los di?logos entre las partes,80 que muestran tener poco efecto para la forja conjunta de la pol?tica internacional. Mientras este di?logo se restrin latinoamericana. ja a las relaciones Para bilaterales, no pueden esperarse resultados concretos pa ra la pol?tica internacional (es decir con respecto a terceros); se tendr?a entonces una proliferaci?n de programas y proyectos que no aportar?an nada a la apreciaci?n de la "relaci?n preferencial". El hecho de que la UE y sus estados miembros sigan siendo el mayor donante en cuanto a la coope raci?n para Am?rica Latina tiene que surtir efectos para la parte euroepa y su posici?n en la pol?tica internacional, pero esta expectativa se frustrar? si no forma parte de un esfuerzo multilateral y bilateral coherentes, para que se pueda realizar de all? un dise?o pol?tico reconocible y articulador para el comportamiento internacional de las partes. 78 "La cuesti?n del libre comercio en la Cumbre UE/ALC de Viena: una Cf. F?lix Pe?a, en CELARE (ed.), op. cit., pp. 117-126. latinoamericana", perspectiva 79Cf. al una cumbre nueva, op. cit.; Salafranca, op. di.; Laurence Whitehead, respecto Hacia "La relaci?n birregional", Nueva Sociedad, Caracas, n?m. 189, 2004, pp. 69-79, y la rese?a hist? a la asociaci?n rica de Christian Fr?res, "De las declaraciones idem, pp. 110-124. birregional?", 80 Alberto van la necesi "Las relaciones Klaveren, pol?ticas europeo-latinoamericanas: dad de una sinton?a m?s fina", Nueva Sociedad, Caracas, n?m. 189, 2004, p. 61. M?S ALL? DEL INTERREGIONALISMO 299 2007 ABR-JUN - La del importancia proceso "entre cumbres" Aunque esta Cumbre de Viena fue el primer encuentro entre los jefes de Estado y gobierno de Europa yAm?rica Latina y el Caribe organizado por un pa?s que no forma parte de la comunidad se ha visto iberoamericana, con buenos ojos el trabajo y el empe?o de la diplomacia austr?aca por lle varlo a buen t?rmino pese a las pocas expectativas que despertaba. Este ?xito relativo en cuanto a los acuerdos alcanzados deja con vida al proceso eurolatinoamericano, pero no le ha inferido la suficiente din?mica para seguir caminando que pueda tome en serio el trabajo del con ?mpetu propio. M?s bien necesita que proceso "entre cumbres", que incluye una se agen da importante de tareas para las partes. En esta din?mica habr? que traba jar una propuesta com?n de Am?rica Latina y el Caribe para que se sumen a la labor de ejecutar las decisiones y acuerdos a trav?s de una instancia eu rolatinoamericana. Un punto de referencia lo podr?a dar la SEGIB, aunque ?sta parece asumir un papel m?s de ?ndole pol?tica que de ejecuci?n. Tal in ter?s de fortalecer la dimensi?n ejecutiva podr?a encontrarse en un esque ma de "troika doble", nombrando una parte la UE y la otra los estados de Am?rica Latina y el Caribe. Al mismo tiempo se har? indispensable recurrir a las aportaciones de las instancias civiles para que el proceso birregional pueda su din?mica recuperar interna, tan mermada en la d?cada pasada. sea tan di El simple hecho de que la comprensi?n de multilateralismo ferente entre las partes, as? como el distinto tratamiento que se le da al in hace terregionalismo, evidente que las bases mismas se encuentran todav?a en un nivel declaratorio sin poder fungir como fundamento de la relaci?n privilegiada. El poco inter?s mutuo indica un "v?nculo negativo" que s?lo parcialmente puede ser revertido por una ampliaci?n de los actores invo lucrados en la llamada "sociedad civil" y del interparlamentarismo.81 De nuevo vale insistir: las coincidencias no definen pol?ticas aunque pueden alimentar un voluntarismo pol?tico; solamente la coordinaci?n vinculante de pol?ticas puede inducir los avances deseados, para lo cual se necesitan voluntad y liderazgo pol?ticos, ausentes en este momento en las dos partes. ser? factible al concentrar la agenda y las ron La continuidad ?nicamente donde realmente existen intereses y oportunidades das de negociaci?n que necesitan de la cooperaci?n, del di?logo y de la negociaci?n. Agendas de las relaciones; artificiales llevan al vaciamiento y languidecimiento entre la UE y Cen es tan de San anhelado Proceso de el ello Jos? ejemplo troam?rica de los a?os 81Al observador a la inclinaci?n de los parlamentarios tiene que sorprenderle europeos re los llamados "paralmentos regionales" de Am?rica Latina, cuyos en sus correspondientes se encuentran sumamente descreditados pa?ses. insistir en la relaci?n presentantes ochenta. con