DICTAMEN Nº: 146/2011 TÍTULO: Consulta 137/2011, relativa al anteproyecto de Ley de entidades participadas o financiadas mayoritariamente por el sector público de la Comunidad Autónoma de Euskadi. ANTECEDENTES 1. Por Orden de 18 de abril de 2011, del Consejero de Economía y Hacienda, con entrada en esta Comisión el 14 del mismo mes y año, se somete a dictamen de la Comisión el anteproyecto de Ley señalado en el encabezamiento. 2. Integran el expediente remitido, además del texto del propio anteproyecto, y de actos de comunicación: a) Orden de 13 de octubre de 2010, del Consejero de Economía y Hacienda, por la que se da inicio al procedimiento de elaboración. b) Memoria justificativa del proyecto de 10 de noviembre de 2010, suscrita por el Viceconsejero de Economía, Presupuestos y Control Económico. c) Borrador inicial del anteproyecto (1ª versión). d) Orden de 10 de noviembre de 2010, del Consejero de Economía y Hacienda, por la que se aprueba con carácter previo el anteproyecto. e) Alegaciones remitidas por la Diputación Foral de Bizkaia. f) Informe de la Dirección de Normalización Lingüística de las Administraciones Públicas. g) Informe jurídico emitido por la Asesoría Jurídica de la Dirección de Servicios del Departamento consultante. h) Escrito de Emakunde señalando que se trata de modificaciones no sustanciales desde el punto de vista de incidencia de género mismo. i) Comunicación remitida por la Diputación Foral de Álava, de 11 de enero de 2011. j) Alegaciones remitidas por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, de 3 de febrero de 2011. k) Memoria Económica, de 25 de marzo de 2011, suscrita por el Viceconsejero de Economía, Presupuestos y Control Económico, con Anexos. l) Memoria relativa a los trámites de informe y consulta a otras administraciones, suscrita por la Directora de Servicios del Departamento de Economía y Hacienda, de 25 de marzo de 2011. m) Informe de la Oficina de Control Económico-Normativo., de 15 de abril de 2011. n) Memoria en relación con el informe de la Oficina de Control Económico suscrita por la Directora de Servicios del Departamento de Economía y Hacienda, en fecha 18 de abril de 2011. o) Texto del anteproyecto con las modificaciones acogidas como consecuencia del trámite de consulta y del informe de Control Económico-Normativo. CONSIDERACIONES I 3. INTERVENCIÓN DE LA COMISIÓN. Este Dictamen se emite de conformidad con el artículo 3.1 de la Ley 9/2004, de 24 de noviembre, de la Comisión Jurídica Asesora de Euskadi, que incluye en su apartado a), dentro del ámbito de la función consultiva de la Comisión, los “anteproyectos de Ley cualquiera que sea la materia y objeto de los mismos”. II DESCRIPCIÓN DEL ANTEPROYECTO. 4. El anteproyecto de Ley sometido a nuestra consideración tiene por objeto regular algunos aspectos relacionados con el control de las entidades participadas o financiadas mayoritariamente por el sector público de la Comunidad Autónoma de Euskadi. 5. Consta de una Exposición de Motivos y tres artículos, además de una disposición transitoria y dos disposiciones finales. 6. La Exposición de Motivos comienza por reconocer el uso instrumental frecuente por parte de la Administración de la Comunidad Autónoma de Euskadi, de Dictamen 146/2011 Página 2 de 21 entidades cuya forma de personificación se rige por el derecho privado. A partir de ahí, señala como objetivo complementar tanto el Decreto Legislativo 1/1997, de 11 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Principios Ordenadores de la Hacienda General del País Vasco (LPOHGPV) como la Ley 14/1994, de 30 de junio de Control Económico y Contabilidad de de la Comunidad Autónoma de Euskadi (LCEC), para incrementar la transparencia atendiendo a dos modos de actuación de los poderes públicos que no están incluidos en la actual definición del sector público de la Comunidad Autónoma de Euskadi: i) la colaboración con otras Administraciones en proyectos o actividades de interés común mediante la participación minoritaria de cada una de ellas en una persona jurídica de nueva creación y, ii) la financiación mayoritaria por el sector público de la CAE, mediante ayudas o subvenciones, del gasto derivado de la actividad de interés público o social realizada por otras entidades. Se alude igualmente a la variación del alcance del control externo del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas 7. El artículo 1 añade una disposición adicional única a la LPOHGPV según la cual la Administración General de la Comunidad Autónoma y las entidades de su Administración Institucional promoverán la celebración de convenios con otras Administraciones partícipes con el objeto de acordar el régimen económicofinanciero de las sociedades, fundaciones y consorcios no integrados en su sector público ni en el de dichas Administraciones cuando cumplan una serie de condiciones. En el caso de que la participación o financiación del sector público de la CAE sea igual o superior al de cada una de las demás Administraciones partícipes, la suscripción del convenio se presenta como un requisito necesario para la financiación o participación del sector público de la CAE en las citadas entidades. 8. El artículo 2 modifica la LCEC, de tal forma que, por un lado, se añade un párrafo 5 al artículo 4, en el que se señala que las funciones de control que, en su caso, realice la Oficina de Control Económico sobre las entidades participadas a las que se refiere la Disposición Adicional única del Texto Refundido de la LPOHGPV se regirán por lo dispuesto en los correspondientes convenios. Por otro lado, se modifica el párrafo 2 del artículo 17, en el sentido de ampliar el alcance del control económico-financiero de los perceptores de subvenciones o ayudas ─hasta el mismo nivel que el ejercido sobre el sector público de la CAE─ cuando éstas constituyan la financiación mayoritaria de la persona beneficiaria. 9. El artículo 3 modifica el párrafo 1 del artículo 2 de la Ley 1/1988, de 5 de febrero, del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (LTVCP), acomodando la definición de lo Dictamen 146/2011 Página 3 de 21 que en ese artículo se denomina como Sector Público Vasco, a los cambios propuestos en la LPOHGPV y en la LCEC. 10. La disposición transitoria primera establece que en el plazo de un año desde su entrada en vigor, la Administración de la Comunidad Autónoma propondrá a las demás Administraciones partícipes la suscripción de los convenios relativos a las entidades que, con anterioridad a dicho inicio, cumplan los requisitos del párrafo 1 de la Disposición Adicional Única de la LPOHGPV. 11. La disposición final primera contiene una delegación legislativa al ejecutivo para que en el plazo de seis meses refunda en un único texto la LCEC, regularizando, aclarando y armonizando los textos legales que han de ser refundidos. Igualmente, le autoriza a modificar el texto refundido siguiendo estrictamente una serie de bases. 12. La disposición final segunda autoriza al Gobierno al desarrollo reglamentario. III ASPECTOS COMPETENCIALES. 13. Se plantea, por un lado, la modificación puntual de dos de las normas que configuran la Hacienda General del País Vasco, como son la LPOHGPV y la LCEC, y por otro lado, como consecuencia de los anteriores cambios, se modifica también la LTVCP para acomodar el ámbito y la extensión del control ejercido por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas. 14. En principio, la norma que se presenta a nuestro dictamen cuenta con el mismo amparo competencial que las normas cuya modificación se plantea, título competencial que se encuentra previsto de un modo amplio en el artículo 40 EAPV, según el cual, para el adecuado ejercicio y financiación de sus competencias, el País Vasco dispondrá de su propia Hacienda Autónoma. 15. Dentro de ese título competencial, el anteproyecto afecta a diferentes subámbitos como son los bienes patrimoniales de la Comunidad Autónoma en el caso de la participación minoritaria en el capital de sociedades de capital mayoritariamente público, el régimen de subvenciones en cuanto a las entidades mayoritariamente financiadas, el régimen presupuestario en cuanto a la información a remitir por el Gobierno al Parlamento, y el de control, tanto interno, como externo, al ampliar el alcance de ambos a las entidades mayoritariamente participadas o financiadas. Todos ellos propios, como decimos de la Hacienda General del País Vasco (artículo 1.2 LPOHGPV) Dictamen 146/2011 Página 4 de 21 16. Dado que pretende incidir sobre entidades cuyo control no corresponde exclusivamente a ninguna de las Administraciones vascas tomadas individualmente, pero sí mediante la conjunción de la actuación de varias de ellas, puede aludirse también al artículo 10.24 del EAPV, referido a la competencia exclusiva en cuanto al sector público propio del País Vasco en cuanto no esté afectado por otras normas del propio Estatuto. 17. Ha de constatarse, no obstante, que el anteproyecto no pretende crear o reconocer un nuevo tipo de personificación instrumental, pública o privada, para su potencial utilización por la Administración, puesto que esta situación, de acuerdo con lo establecido por el Tribunal Constitucional, desbordaría la competencia autonómica al afectar ámbitos de competencia exclusiva estatal previstos en los artículos 149.1.18 y 149.1.6 CE (STC 14/1986, de 31 de enero). IV PROCEDIMIENTO DE ELABORACIÓN 18. La Comisión (por todos, DDCJA 39/1999 y 84/2003) viene señalando que, al abordar el examen del procedimiento de elaboración de los anteproyectos de ley en el seno del ejecutivo, tiene en cuenta que “el legislador no ejecuta la Constitución, sino que crea derecho en libertad dentro del marco que ésta ofrece, en tanto que en el ejercicio de la potestad reglamentaria se opera de acuerdo con la Constitución y las Leyes (art. 97 CE)” (entre otras, STC 209/1987, de 22 de diciembre), por lo que, salvo los casos en que la Constitución, el EAPV o, en ocasiones, las leyes orgánicas prevean algún trámite específico ─supuestos ciertamente excepcionales en nuestro ordenamiento─, aquel examen es esencialmente un instrumento para estudiar la racionalidad de la regulación proyectada, esto es, su utilidad (con el concreto contenido propuesto) para alcanzar los objetivos que persigue su dictado. 19. Esta sustancial diferencia con las iniciativas reglamentarias, en lo que ahora importa, introduce en el examen de los procedimientos de elaboración de los anteproyectos de ley por un órgano consultivo como la Comisión una obligada flexibilidad pues la finalidad de su dictamen se concreta esencialmente en contribuir al acierto de la regulación proyectada, esto es, su racionalidad ─entendida como utilidad para alcanzar los objetivos propuestos y la corrección de la regulación en términos de adecuación a la realidad que se pretende regular y, por tanto, modificar, positivamente─. Ahora bien, la diferente intervención consultiva descrita no ha de impedir, por consiguiente, que con un ánimo de estricta colaboración con el órgano consultante, se hagan algunas observaciones sobre la elaboración del Anteproyecto y de la memoria que lo acompaña en aras a su mejora. Pero, insistimos, tratándose de un Anteproyecto de ley, no debe olvidarse que el resultado que arroje la valoración del procedimiento de Dictamen 146/2011 Página 5 de 21 elaboración no se adentra en el terreno de la validación jurídica del texto, y en ese sentido no permite fundar objeciones a la constitucionalidad del producto normativo final. 20. A estos efectos, contamos con un importante instrumento de referencia como es la Ley 8/2003, de 22 de diciembre, del Procedimiento de Elaboración de las Disposiciones de Carácter General (en adelante LPEDG), la cual, sin ignorar las mencionadas circunstancias, pretende orientar la actividad del Gobierno a fin de que procure seguir en la redacción de los proyectos de ley la misma metodología que emplea para elaborar las disposiciones generales. De ese modo, señala su Exposición de Motivos, se contribuye muy positivamente a facilitar la labor del titular de la potestad legislativa, pues se le presentan para su discusión y decisión unos proyectos mejor fundados y articulados, con una técnica jurídica más depurada y apropiada para alcanzar los objetivos que se propone. 21. Siguiendo por tanto, las pautas señaladas en la LPEDG, debemos comenzar por constatar la incorporación al expediente de la Orden de inicio del procedimiento de elaboración. 22. La memoria explicativa del anteproyecto presenta como objetivo perseguido del mismo regular el régimen económico y financiero de las entidades no pertenecientes al sector público de la Comunidad Autónoma en las que, en cómputo conjunto, resulta un control mayoritario de las Administraciones partícipes, así como ampliar el alcance del control interno y externo sobre los beneficiarios de ayudas y subvenciones públicas, para que sea análogo al alcance que dichos controles tienen cuando se ejercen sobre entidades públicas. Todo ello con el fin de incrementar la transparencia de la Hacienda General del País Vasco 23. Por su parte, la memoria económica señala que el anteproyecto carece de contenido presupuestario directo para la Administración de la CAE. No obstante, reconoce que su aprobación puede suponer una cierta ampliación del ámbito de actuación de diversos órganos administrativos, especialmente del Departamento de Economía y Hacienda y sobre todo, de la Oficina de Control Económico, aunque entiende que las nuevas cargas de trabajo podrían ser asumidas sin ampliación de efectivos o modificaciones en las Relaciones de Puestos de Trabajo. Nada se dice en torno a la posible nueva carga de trabajo que puede afectar al Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, si bien en sus alegaciones, el órgano fiscalizador tampoco ha planteado ninguna objeción al respecto. 24. En cuanto al apartado de participación y consulta, se ha dado traslado del anteproyecto únicamente al Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, así como a las Dictamen 146/2011 Página 6 de 21 Diputaciones Forales de los tres Territorios Históricos y a EUDEL. Constan en el expediente las alegaciones presentadas por la Diputación Foral de Bizkaia y por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, así como una comunicación de la Diputación Foral de Álava en el que se elude emitir opinión al entender que las modificaciones legislativas son exclusivamente aplicables a las actuaciones y relaciones de las entidades del sector público autonómico. 25. En este ámbito de la apertura del procedimiento a la participación, a fin de obtener opiniones cualificadas sobre el anteproyecto que permitan evaluar la factibilidad e idoneidad de las soluciones incorporadas al texto (esto es, las consecuencias que en los diversos supuestos a los que alcanza puedan producirse), hubiera sido deseable obtener el parecer de aquellas personas jurídicas (sociedades anónimas, fundaciones, etc.) en las que junto con las administraciones, participan ─aunque sea con carácter minoritario─ operadores privados. No resulta así exagerado, pensar que, en ocasiones, tales personas jurídicas pueden encauzar también formas de colaboración con la iniciativa privada. 26. En igual sentido, dado que conforme a la nueva redacción del párrafo 2 del artículo 17 de la LCEC, el anteproyecto equipara el control de las entidades financiadas mayoritariamente con fondos públicos al de las que integran el sector público de la CAE, la adecuada evaluación del impacto de ese punto de la iniciativa hubiera requerido conocer la realidad sobre la que se proyectará (número estimado de entidades potencialmente afectadas, tipología, sectores en los que se desenvuelve su actividad, etc.), pues de nuevo, tal información facilita la emisión de un juicio cabal sobre la virtualidad de la medida para alcanzar el objetivo propuesto, así como sobre la suficiencia de los medios del órgano llamado a ejercer el control ─Oficina de Control─ que en el expediente se afirma y que constituye premisa del correcto funcionamiento del sistema de control propuesto. 27. Sí se ha incorporado durante la tramitación un informe jurídico, aunque fundamentalmente descriptivo en cuanto al contenido, en el cual se analizan también brevemente los aspectos formales de la tramitación de la iniciativa 28. El informe del Departamento de Cultura descarta la incidencia del proyecto en la normalización del uso del euskera y confirma su adecuación a la normativa vigente en materia lingüística, mientras que Emakunde ha confirmado que no es preciso realizar una evaluación de impacto en relación con el género, dado que las modificaciones propuestas no resultan sustanciales desde el punto de vista del género. Dictamen 146/2011 Página 7 de 21 29. La Oficina de Control Económico, ha emitido su informe de control económiconormativo en el que confirma también la escasa incidencia presupuestaria anunciada por la memoria de la iniciativa, aunque realiza varias observaciones, advirtiendo fundamentalmente sobre la profundidad del cambio que supone la ampliación de facto de la consideración del sector público a efectos de control económico- financiero y de gestión, a lo cual se responde por parte del Departamento promotor, señalando el papel fundamental que, en las políticas públicas, puede llegar a tener el sector privado financiado por el sector público de la CAE. 30. Por último, se ha incorporado al expediente una memoria relativa a los trámites de informe y consulta, complementado con una valoración específica sobre las observaciones realizadas desde la Oficina de Control Económico documentos en los que, además de precisar las observaciones que han sido incorporadas al proyecto, se da cuenta de los motivos que han dado lugar al rechazo de aquellas alegaciones que no han sido admitidas. V ANÁLISIS DEL ANTEPROYECTO A) Planteamiento General: a) En cuanto a la modificación de la LPOHGPV 31. Tal y como señala el anteproyecto en su Exposición de Motivos, la actuación de la Administración se produce con frecuencia mediante el uso instrumental de entidades cuya forma de personificación se rige fundamentalmente por el derecho privado. 32. En este sentido, el Tribunal Constitucional ha reconocido que, (…)la instrumentalización de los entes que se personifican o que funcionan de acuerdo con el Derecho Privado, remiten su titularidad final a una instancia administrativa inequívocamente pública, como público es también el ámbito interno de relaciones que conexionan dichos entes con la Administración de la que dependen, tratándose en definitiva de la utilización por la Administración de técnicas ofrecidas por el Derecho Privado (STC 14/1986, de 31 de enero). Se trata, en definitiva, de lo que la doctrina ha denominado como “ relación de instrumentalidad” 33. En el ámbito de la Comunidad Autónoma este fenómeno, además de ser también una realidad, tiene su reconocimiento legal explícito en la actual configuración del sector público de la Comunidad Autónoma (art. 7 LPOHGPV), según el cual Dictamen 146/2011 Página 8 de 21 forman también parte del mismo las sociedades públicas, las fundaciones del sector público y los consorcios que cumplen las condiciones allí establecidas. En todo caso, presupone la existencia de esa relación de instrumentalidad exclusivamente entre dichos entes y la Administración de la Comunidad Autónoma. 34. El uso instrumental de estas formas de personificación diferenciada se presenta también en ocasiones como una fórmula de materialización de la cooperación entre diferentes Administraciones, las cuales participan en estas entidades para la consecución de fines comunes aportando capital o financiación. En este caso, las diferentes Administraciones mantienen también conjuntamente un control en el nombramiento de los órganos de gobierno y administración de la entidad pero, de un modo algo paradójico, no encuentran acomodo en el sector público ni están sometidas al control financiero y presupuestario de ninguna de ellas, mientras que los fondos que manejan puedan mantener su naturaleza pública. 35. Ello es consecuencia, por un lado, de la tradicional configuración del sector público como la suma de los sectores públicos formados bajo el exclusivo control de cada uno de los diferentes niveles administrativos y, por otro lado, de que no siempre de la participación de la Administración en una institución se deriva una suerte de publicatio, esto es, no presupone la prestación de un servicio público o de interés general, aunque sea a través de fórmulas de personificación privadas. En ocasiones, esa participación de la Administración tiene un contenido meramente patrimonial, y con ella no adquiere más poder jurídico que el que deriva de su condición, por ejemplo, de titular del capital, poder jurídico de estricto derecho privado y absolutamente extraño al ejercicio de cualquier competencia o potestad pública sobre la Sociedad (STC 52/1994, de 24 de febrero). 36. En el ordenamiento estatal, resulta de interés recordar que la disposición transitoria segunda de la Ley 7/1988, de 5 abril, de Funcionamiento del Tribunal de Cuentas ya preveía, a los efectos de delimitar el ámbito de la función fiscalizadora del órgano fiscalizador, que cuando en el capital de una misma Empresa o Sociedad participen distintas Administraciones Públicas u otras Entidades del Sector Público, se sumarán los coeficientes de participación de todas ellas para determinar el carácter de Empresa pública o Sociedad estatal. 37. Y ya más recientemente, encontramos un antecedente similar a lo que se nos presenta en el anteproyecto con respecto a las sociedades participadas y consorcios, en la disposición adicional novena de la Ley 47/2003, de 26 noviembre, General Presupuestaria, introducida por la disposición adicional novena de la Ley 2/2008, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del Dictamen 146/2011 Página 9 de 21 Estado para el ejercicio 2009, aunque de menor alcance tanto en su ámbito subjetivo de aplicación, como en el contenido material de la regulación. 38. Pues bien, la iniciativa afronta esta cuestión, pero desde la exclusiva perspectiva de la Administración de la Comunidad Autónoma, de tal forma que únicamente establece obligaciones y pautas de actuación para ésta, respetando la capacidad autoorganizativa y patrimonial del resto de Administraciones que participen o financien, directa o indirectamente, en este tipo de entidades. Por otro lado, la forma en que se perfilan los convenios ─quizás incluso excesivamente ambigua─ permite excluir un condicionamiento previo a la hora de adoptar por parte del resto de Administraciones implicadas la decisión de participar en estos entes, y no tendría por qué dificultar la colaboración entre las distintas Administraciones. b) En cuanto a la modificación de la LCEC. 39. Mayor complicación presenta lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 2, donde se modifica a su vez el apartado 2 del artículo 17 de la LCEC para ampliar el alcance del control económico-financiero y de gestión de las entidades cuya actividad esté mayoritariamente financiada mediante ayudas públicas. 40. El Departamento promotor fundamenta esta intervención en la importancia del sector privado financiado por el sector público de la CAE en las políticas públicas desarrolladas por éste, a la vez que se alude, como antecedente, a lo ocurrido en el ámbito de la contratación pública, donde una financiación mayoritaria pública puede convertir en poder adjudicador a entidades de naturaleza privada como se deduce actualmente de lo dispuesto en el artículo 3 de la Ley 30/2007, de 30 de octubre, de Contratos del Sector Público (LCSP). No obstante, la Comisión considera que equiparación entre el ámbito de la contratación pública y el del control de los fondos públicos en los términos planteados resulta ciertamente complicada. 41. La adjudicación de contratos celebrados en los Estados miembros por cuenta de autoridades estatales, regionales o locales y otros organismos de derecho público está supeditada al acatamiento de los principios del Tratado y, en particular, los principios de la libre circulación de mercancías, la libertad de establecimiento y la libre prestación de servicios, así como de los principios que de estas libertades se derivan, como son el principio de igualdad de trato, el principio de no discriminación, el principio de reconocimiento mutuo, el principio de proporcionalidad y el principio de transparencia. Todo ello con el objeto de abrir a la competencia la contratación pública (Directiva 2004/18/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 31 de marzo de 2004 sobre coordinación de los Dictamen 146/2011 Página 10 de 21 procedimientos de adjudicación de los contratos públicos de obras, de suministro y de servicios) 42. Por otro lado, debe tenerse en cuenta que coexisten en la Unión Europea concepciones o culturas jurídicas diferenciadas en materia de contratos públicos, que las directivas sobre contratos públicos han tratado de armonizar, acudiendo para ello a una concepción funcional de los organismos públicos. De esta forma, un contrato puede ser considerado como público, incluso si ha sido promovido por una entidad privada, si esa entidad está mayoritariamente financiada por organismos de derecho público. 43. Ello justifica, en efecto, una injerencia en la actividad de entidades de naturaleza privada pero esa intervención tiene como fundamento el mantenimiento de los principios del Tratado ─especialmente, el de libre competencia─, y resulta adecuada y proporcionada al fin que se persigue, en la medida en que se limita a establecer una serie de procedimientos que garanticen el cumplimiento de esos principios, respetando en lo demás la autonomía de la voluntad de las partes contratantes, al no interferir en el contenido de esos contratos. 44. En el presente caso la situación que se plantea es diferente. La intervención se propone desde el ámbito del control de los fondos públicos, más concretamente desde el control de las subvenciones, pero constituye un salto conceptual quizás incluso más importante que lo realmente pretendido por la norma, pues tras la iniciativa subyace la presunción de una relación de instrumentalidad entre la Administración y la entidad mayoritariamente financiada, algo que, sin poder descartarse en todos los casos, difícilmente puede mantenerse que exista en todos aquellos entes que reciben una financiación mayoritaria por parte de una Administración Pública. 45. Desde la perspectiva del control financiero de las subvenciones, puede resultar acertado pensar que, en determinados supuestos, cuando una Administración financia a través de ayudas el desarrollo de una actividad o la ejecución de una inversión, sea preciso, para su adecuado control, poder examinar no sólo el gasto correspondiente al importe de la subvención sino también el coste total de la actividad subvencionada, pudiendo llegar en aquellos casos en los que la subvención esté vinculada a su actividad principal, a tener que examinar el conjunto de la actividad económica de la entidad beneficiaria. 46. Ahora bien, esa posibilidad, de carácter excepcional y para supuestos claramente delimitados, puede articularse perfectamente en el momento de la concesión de la ayuda o subvención, bien en las bases correspondientes, bien el instrumento en el que se establezcan las condiciones de la subvención, y resulta netamente Dictamen 146/2011 Página 11 de 21 diferente a la opción de establecer mediante Ley que, en todo caso, las entidades mayoritariamente financiadas a través de ayudas por el sector público de la Comunidad Autónoma someterán toda su actividad económica a un control público. 47. En el primer caso, es decir, cuando el control debe extenderse a toda la actividad económica del beneficiario como consecuencia de la conexión global entre la misma y el objeto o importe de la subvención, el objeto de ese control sigue siendo la correcta utilización y destino de las ayudas, y para ello no resulta preciso un cambio legislativo, si nos atenemos al menos a la consideración mayoritaria de las ayudas y subvenciones como donación modal. En el segundo de los supuestos, que es el que entendemos que trae el anteproyecto, el sometimiento al control de la Oficina de Control Económico se presenta como una consecuencia automática cuando la financiación vía subvención de la Administración de la Comunidad Autónoma sea mayoritaria, y se equipara al que corresponde al resto de entidades del sector público bajo las que subyace la “relación de instrumentalidad”, lo cual, insistimos, no puede considerarse respecto de todas las entidades mayoritariamente financiadas con ayudas públicas. 48. Tal y como ha señalado el Tribunal Constitucional, la instrumentalidad supone la remisión de la titularidad final del ente a una instancia administrativa inequívocamente pública, lo cual difícilmente puede considerarse exclusivamente como consecuencia de la concesión de una subvención, aunque esta suponga la fuente de financiación mayoritaria de la entidad beneficiaria. Esta realidad tiene incluso cierto reconocimiento en el apartado 1.c) de la disposición adicional única que el artículo 1 del anteproyecto prevé incluir en la LPOHGV, en el que se requiere, además de la financiación mayoritaria, una sujeción al poder de decisión de las entidades financiadoras. 49. Debe advertirse además que esta concepción instrumental podría incluso desembocar en interpretaciones que entendemos no perseguidas por el propio anteproyecto, como la equiparación con el sector público también a otros efectos, e incluso derivar, dada la confusión que puede provocar en torno a la titularidad de la entidad subvencionada, en posibles responsabilidades subsidiarias de la Administración con respecto a terceros que tuvieran relaciones jurídicas con estas entidades. 50. Desde la perspectiva del objeto y de las posibles consecuencias derivadas de ese control, el planteamiento propuesto por el anteproyecto tampoco está exento de problemas. En este sentido, es reiterada la Jurisprudencia del Tribunal de Cuentas que señala que la fiscalización de la actividad económico financiera del Dictamen 146/2011 Página 12 de 21 sector público y el enjuiciamiento contable deben interpretarse de forma coordinada, es decir, como vertientes de una única potestad de control (por todas, Sentencia 21/2005 de 14 de noviembre, de la Sala de Justicia del Tribunal de Cuentas). 51. Desde un punto de vista objetivo, esa potestad de control, se dirige a velar por el correcto manejo de los fondos públicos, lo que nos lleva de nuevo al fondo de la cuestión, pues aunque para el adecuado control de los fondos públicos ─y las subvenciones lo son─ resulte preciso, en determinados supuestos claramente delimitados, poder examinar toda la actividad económica del perceptor o de los preceptores de algunas ayudas, ello no supone el “contagio” de esa naturaleza pública sobre todos los fondos que maneja la entidad perceptora. De ahí que ante cualquier irregularidad detectada por la Oficina de Control Económico en el manejo del resto de los fondos de las entidades mayoritariamente financiadas, la Administración sólo podría ejercer su imperio, en su caso, sobre la subvención, y a través de un eventual reintegro o readecuación del importe de la misma. 52. Todo ello nos lleva igualmente a plantear una cuestión de sistemática legislativa que tampoco resulta de recibo. 53. La modificación propuesta para el párrafo 2 del artículo 17 de la LCEC afecta finalmente al control de subvenciones y ayudas, cuyo régimen general se encuentra actualmente regulado en nuestra Comunidad Autónoma en el título VI de la LPOHGPV. Supondrá un importante cambio del régimen de algunos de los perceptores, por lo que su modificación, de materializarse finalmente en los términos propuestos, debería plasmarse en la regulación sustantiva de las subvenciones y no ─al menos exclusivamente─ en las normas referidas al control económico y a la contabilidad del sector público de la Comunidad Autónoma. Téngase en cuenta que la LCEC tiene como principal destinatario a la Administración de la Comunidad Autónoma y al resto de su sector público, mientras que en el caso de la LTVCP, sus principales destinatarios son el conjunto de las Administraciones vascas y las entidades de ellos dependientes. 54. En definitiva, la Comisión considera que debería reconsiderarse la equiparación del control sobre las entidades mayoritariamente financiadas a través de ayudas o subvenciones al del resto de entidades del sector público, puesto que ello presume la existencia de una relación de instrumentalidad que no tiene reflejo en la actual configuración del sector público de la Comunidad Autónoma. Ello sin perjuicio de que, con el fin de constatar la correcta utilización y destino de las ayudas, la normativa de subvenciones pueda prever que, en aquellos supuestos en los que la subvención sea la principal fuente de financiación del perceptor y Dictamen 146/2011 Página 13 de 21 esté vinculada de un modo general a toda a la actividad económica del beneficiario, sea posible el examen en conjunto de toda esa actividad por parte de los órganos de control. B) Observaciones sobre el articulado: 55. El artículo 1 del anteproyecto establece una obligación para la Administración General y para las entidades que forman parte de la Administración Institucional de promover convenios de colaboración con otras Administraciones partícipes con el objeto de acordar el régimen económico financiero de las sociedades, fundaciones y consorcios no integrados en su sector público ni en el de dichas administraciones siempre que cumplan alguno de los requisitos referidos a :i) mayoría de capital en poder de las Administraciones; ii) control mayoritario de los órganos de administración, gestión y vigilancia y, iii) financiación mayoritaria y sometimiento a poder de decisión conjunto de las administraciones partícipes. 56. En primer lugar, cabe advertir de la diferencia entre el ámbito subjetivo de aplicación de este artículo, referido exclusivamente a sociedades de capital, fundaciones y consorcios, con respecto a la redacción propuesta en el artículo 3 del anteproyecto para el artículo 2.1 de la LTCVP. En este segundo caso, el anteproyecto se refiere a cualquier persona jurídica creada bajo cualquier modalidad admitida en derecho, lo que incluiría también, por ejemplo, a las asociaciones. 57. La redacción propuesta para la LTVCP, ha sido adoptada a instancia del propio Tribunal Vasco de Cuentas Públicas precisamente para evitar que la utilización de una forma de personificación no prevista expresamente en la Ley obstaculice el control de los fondos públicos, tal y como ocurrió en su momento con las fundaciones de iniciativa pública. La Ley puede, sin duda, establecer un ámbito subjetivo del control diferente según éste se realice por órganos internos o por el órgano de control externo de la Comunidad Autónoma, aunque ningún motivo se aprecia en este caso ─y tampoco ha sido alegado durante la tramitación─ para establecer esta diferencia, por lo que debería armonizarse o explicar adecuadamente los motivos que la justifican. 58. En cuanto a los requisitos previstos en el párrafo 1, ningún problema plantean los dos primeros, referidos al capital de las sociedades de capital y a la participación de los órganos de administración, control y vigilancia. Por su parte, el requisito previsto en el apartado c) está referido a la financiación mayoritaria mediante recursos procedentes directa o indirectamente de las Administraciones, y presenta mayores dificultades de concreción. Dictamen 146/2011 Página 14 de 21 59. Puede resultar de utilidad en esta materia, recordar la doctrina del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas en materia de contratos públicos, elaborada con ocasión de la Sentencia de 3 de octubre de 2000 (Asunto C-380/98 Universidad de Cambridge). 60. Según este Tribunal, la financiación mayoritaria ha de ser entendida como “más de la mitad”, teniendo en cuenta para su cálculo todas las fuentes de financiación del organismo, ya sean de origen público o privado. 61. En cuanto al ámbito temporal de referencia, a la hora de calcular el porcentaje de financiación debe tenerse en cuenta, conforme a la doctrina del TJCE, lo siguiente: i) el cálculo del porcentaje de financiación debe hacerse sobre un periodo anual; ii) tomando como base de cálculo las cifras disponibles al inicio del ejercicio presupuestario, aunque sólo tengan el carácter de previsiones y, iii) en cuanto al año o ejercicio de referencia, en materia de contratación debe ser aquel en que se inicie el procedimiento de adjudicación del contrato en cuestión, estando sujeto el mismo a las directivas hasta la total terminación del procedimiento. 62. Lo anterior no quiere decir que éstos sean los criterios que necesariamente deben tenerse en cuenta a la hora de fijar esa financiación mayoritaria, ni siquiera que sean los más convenientes para el caso que nos ocupa, pero sí son representativos de los problemas que plantea este punto de conexión, y apuntan a la necesidad de un adelanto, dentro de la propia Ley, de los márgenes tanto económicos como temporales en los que deberá considerarse su existencia, sin perjuicio de su posterior desarrollo reglamentario. En este sentido, debe tenerse en cuenta en todo caso que cuando esa financiación del sector público de la CAE sea igual o superior a la de cada una de las demás Administraciones partícipes, la suscripción del convenio se presenta como requisito necesario para hacer efectiva esa financiación. 63. Cabe igualmente advertir del hecho de que los requisitos previsto en el artículo 1.1 del anteproyecto, también podrían cumplirse ─o dejar de producirse─ de forma sobrevenida, al menos en las sociedades participadas y en las fundaciones, e incluso como consecuencia de decisiones tomadas por el resto de Administraciones o entes copartícipes, mientras que el planteamiento del anteproyecto parece contemplar únicamente las condiciones en el momento constitutivo del ente, y con un carácter estable e inmutable. 64. Los párrafos 4 y 5 de este artículo resultan también asistemáticos, dirigidos a modificar la normativa de régimen presupuestario, especialmente el primero de ellos, pues finalmente no hace sino ampliar la documentación que el Dictamen 146/2011 Página 15 de 21 Departamento de Economía y Hacienda debe elaborar y enviar al Gobierno, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 61 LRPE. 65. El artículo 2 del anteproyecto modifica la LCEC, añadiendo, por un lado, una remisión a los convenios en cuanto a las funciones de control que deberá realizar la Oficina de Control Económico sobre las entidades participadas a que se refiere el artículo anterior. Por otro lado, amplia el ámbito del control de la Oficina de Control Económico para los perceptores de ayudas y subvenciones en los términos ya avanzados, cuando éstas supongan una financiación mayoritaria de la persona beneficiaria. 66. En cuanto a la primera de las novedades, se detecta nuevamente cierta asincronía en cuanto al ámbito subjetivo, pues únicamente alude a las entidades participadas. Todo parece indicar que con ello pretende referirse al conjunto de entidades a las que se refiere en la nueva redacción propuesta en el artículo 1 para la disposición adicional única de la LPOHGPV aunque, dado que la participación sólo puede predicarse con respecto a las sociedades de capital, y teniendo en cuenta que no es ése el único punto de conexión que se contempla, debería considerarse la posibilidad de eliminar el vocablo “participadas” y aludir simplemente a las entidades a las que se refiere la disposición adicional única del Decreto Legislativo 1/1997, de 11 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Principios Ordenadores de la Hacienda General del País Vasco. 67. En relación con el párrafo 2 de este artículo 2, además de lo ya señalado anteriormente con respecto a la relación de instrumentalidad que parece subyacer en el régimen de control propuesto para los entes financiados mayoritariamente por el sector público, debemos también advertir ─aunque este inciso no sea propiamente una novedad introducida por el anteproyecto sino por Ley 7/1997, de 19 de junio, por la que se regula el régimen de subvenciones y ayudas y se modifica la LPOHGPV─ sobre las dificultades que pueden encontrarse a la hora de cuantificar la financiación derivadas de los créditos, avales y otras garantías concedidas por el sector público de la Comunidad Autónoma de Euskadi. 68. En principio, no se aprecia obstáculo alguno en entender a ciertos efectos que ciertos créditos, avales y otras garantías puedan tener la consideración de ayudas. De hecho, la jurisprudencia reiterada del TJCE sobre ayudas de estado ha establecido que el concepto de beneficio corresponde a cualquier ventaja concedida por las autoridades públicas a una empresa, sin remuneración o con una remuneración que sólo refleja de manera mínima el importe en que puede Dictamen 146/2011 Página 16 de 21 evaluarse la ventaja en cuestión. Según esta jurisprudencia, el concepto de ayuda es más general que el de subvención ya que comprende no sólo las prestaciones positivas, sino también las intervenciones que, bajo formas diversas, alivian las cargas que normalmente recaen sobre el presupuesto de una empresa y que, por ello, sin ser subvenciones en el sentido estricto del término, son de la misma naturaleza y tienen efectos idénticos (en particular, las sentencias de 23 de abril de 1991, Höfner y Elser, C-41/90, Rec. p. I-1979, apartado 21, y de 16 de marzo de 2004, AOK Bundesverband y otros, asuntos acumulados C-264/01, C-306/01, C-354/01 y C-355/01, Rec. p. I-2493, apartado 46). 69. El problema surge porque el anteproyecto mantiene la referencia a los créditos, avales y otras garantías concedidas por el sector público de la Comunidad Autónoma de Euskadi, sin tener en cuenta si ello supone o no una ventaja económica para los perceptores. Conforme a la actual redacción, podría interpretarse que cualquier crédito, aval o garantía, incluso si es concedido en condiciones de mercado, deberá computarse a la hora de considerar una financiación mayoritariamente pública, lo que consideramos excesivo. Se propone por ello dar a estas formas de ayuda un tratamiento similar al previsto para las cesiones de bienes o industria, limitando su consideración como ayuda a los casos en que se concedan a título gratuito o por precio inferior al de mercado, y por el importe que realmente suponga una ventaja económica para el beneficiario. 70. El artículo 3 del anteproyecto modifica el párrafo 1 del artículo 2 de la LTVCP, para introducir dentro de la actividad del Sector Público Vasco a cualquier persona jurídica creada bajo cualquier modalidad admitida en derecho, si está participada o financiada mayoritariamente de forma directa o indirecta por entidades del sector público vasco, o si su participación o financiación minoritaria sumada implica, en un mismo ente, participación mayoritaria. No es sino consecuencia lógica de los cambios propuestos por los artículos 1 y 2 del propio anteproyecto. 71. En este caso, solo cabe insistir en la diferente definición del ámbito subjetivo previsto en el artículo 1 para la celebración de convenios con las Administraciones partícipes por parte de la Administración de la Comunidad Autónoma, con respecto a lo propuesto en este artículo 3 para el artículo 2.1 de la LTVCP. 72. La disposición transitoria consta de dos párrafos, cuya redacción podría mejorarse, e incluso eliminar el primero de ellos, ya que puede resultar superfluo. De la lectura combinada de ambos, entendemos que pretende señalar que la Ley Dictamen 146/2011 Página 17 de 21 será de aplicación sobre las decisiones de participación o financiación tomadas por la Administración de la Comunidad Autónoma a partir de su entrada en vigor, mientras que con respecto con las existentes con anterioridad, sólo se establece la obligación de la Administración de la Comunidad Autónoma de proponer a las demás Administraciones copartícipes la suscripción de convenios sin ninguna consecuencia derivada de una negativa por parte de éstas. 73. Este régimen transitorio no contiene, sin embargo, ninguna previsión en torno a las entidades cuya financiación mayoritaria se haya producido mediante ayudas concedidas con anterioridad a la entrada en vigor de la Ley, lo cual puede provocar dudas en torno a si la posibilidad de control de toda su actividad por parte de la Oficina de Control Económico, sólo alcanzará a los ejercicios posteriores a la entrada en vigor, o si alcanzaría también al ejercicio vigente y anteriores, siempre y cuando el derecho a reclamar el reintegro por parte de la Administración aun no haya prescrito. Aunque nos inclinamos por la primera opción, sería conveniente que, en aras de la seguridad jurídica, la norma lo estableciese con claridad. 74. La disposición final primera contiene una doble delegación legislativa en el Gobierno. 75. Por un lado, se autoriza a refundir en un único texto la LCEC y las modificaciones introducidas en la misma por otras leyes posteriores a su entrada en vigor, incluyendo la delegación la facultad de regularizar, aclarar y armonizar los textos legales refundidos. Por otro lado, se autoriza a modificar el texto refundido siguiendo una serie de bases, entre las que destacan los mandatos de regular el régimen de contabilidad y control interno de las fundaciones y consorcios del sector público de modo idéntico al actualmente vigente para las sociedades públicas y los organismos autónomos administrativos, respectivamente. 76. El resto de las bases se refieren a adaptaciones terminológicas que podrían incorporarse por el Gobierno al Texto Refundido sin necesidad de una delegación específica, en ejercicio de la facultad de regularizar, aclarar y armonizar los textos legales refundidos, ya que esa facultad “en todo caso le habilita para llevar a cabo una depuración técnica de los textos legales a refundir, aclarando y armonizando preceptos y eliminando discordancias y antinomias detectadas en la regulación precedente, para lograr así que el Texto Refundido resulte coherente y sistemático” (STC 166/2007, de 4 de julio, FJ 8). 77. En relación con esta fórmula mixta de delegación legislativa, la Comisión ha señalado recientemente en su DCJA 114/2011, referido a la aprobación por el Gobierno de proyecto de Decreto Legislativo en el que se aprobaba el Texto Dictamen 146/2011 Página 18 de 21 Refundido de las disposiciones legales vigentes sobre el Régimen Presupuestario de Euskadi y se regulaba el régimen presupuestario aplicable a las Fundaciones y Consorcios del Sector Público de la Comunidad Autónoma que, desde una perspectiva de técnica legislativa, cuando el alcance de las novedades introducidas es limitado, resulta más apropiado acometer previamente la modificación planteada sobre la Ley afectada, autorizando al Gobierno, en la misma norma modificativa, para ejecutar la refundición. 78. Ésta fue la fórmula utilizada en la anterior refundición del régimen presupuestario, así como en otros antecedentes más inmediatos, como el Decreto Legislativo 2/2007, de 6 de noviembre, de aprobación del Texto Refundido de la Ley de Patrimonio de Euskadi, o el Decreto Legislativo 1/2007, de 11 de septiembre, de aprobación del texto refundido de la Ley de Tasas y Precios Públicos de la Administración de la Comunidad Autónoma del País Vasco. 79. Señalamos también en el mencionado dictamen que la configuración de la Administración Institucional de la Comunidad Autónoma y su sector público, surgida como consecuencia de la modificación de la LPOHGP en el año 2007, reclamaba una adecuación del régimen presupuestario de algunas de esas entidades, lo que puede trasladarse igualmente a su régimen de contabilidad y control interno, pero la fórmula mixta de delegación legislativa utilizada, aun logrando su objetivo, no era ni es la única posible, y tampoco parece la más ortodoxa. 80. También es cierto que, al establecer parámetros concretos y objetivos como son las referencias a los organismos autónomos administrativos y las sociedades públicas, la disposición establece con precisión las bases sobre la que debe construirse la nueva regulación mientras que, por otro lado, de acuerdo con el régimen anteriormente descrito, el Parlamento, de acuerdo con lo previsto en artículo 191 RPV, mantiene la última decisión sobre el correcto cumplimiento de los términos de esa delegación. 81. Pero no por ello debemos dejar de advertir, como lo hicimos entonces, de los posibles efectos negativos de esta fórmula mixta de delegación sobre la seguridad jurídica, dado que la norma resultante de la delegación se anunciará como un texto refundido y no como un texto articulado, que es el producto resultante cuando la norma resultante tiene un contenido innovador del ordenamiento. Dictamen 146/2011 Página 19 de 21 C) Observaciones de técnica legislativa: 82. El anteproyecto presenta las características propias de una norma modificativa pues en un caso añade una nueva disposición y en los otros dos da nueva redacción a disposiciones ya existentes. Por ello, de acuerdo con la directriz sétima de las Directrices para la elaboración de proyectos de Ley, Decretos, Órdenes y Resoluciones, aprobadas por el Consejo de Gobierno con fecha 23 de marzo de 1993, deben tenerse en cuenta las siguientes reglas: a) El título de la norma modificativa debe explicitar su carácter de tal. b) La numeración de los artículos se expresará en ordinales con el fin de hacer más sencilla la inserción de la norma de modificación en la modificada. c) Toda disposición que contenga una novedad requiere su formulación en un artículo independiente, y no en un apartado de otro ya existente. Esto afectaría a su artículo 2. d) El título del artículo modificativo citará el número y el título del artículo a modificar, si lo tuviere, y de la norma modificada. e) Las normas de modificación múltiple se dividirán en capítulos y se usará un capítulo para la modificación de cada Ley. No obstante, dado el escaso número de artículos que contiene la norma, esa división no resulta recomendable en este caso. 83. En los textos normativos debe evitarse el uso de acrónimos o abreviaturas. En este caso resulta excesivo el uso del correspondiente a la Comunidad Autónoma de Euskadi (CAE). 84. En el apartado 1 a) de la disposición adicional única de la LPOHGPV, añadida por el artículo 1 del anteproyecto la redacción resulta redundante, lo que podría mejorarse señalando que la participación directa o indirecta de la Administración de la CAE y de las demás administraciones en su capital social sea mayoritaria considerada conjuntamente o conlleve poder de decisión. 85. En el mismo sentido, el apartado b) del mismo artículo podría adoptar la misma estructura que la propuesta en el párrafo precedente, señalando que dicha participación directa o indirecta en los órganos de administración, gestión y vigilancia de la entidad sea mayoritaria, considerada conjuntamente o conlleve poder de decisión. Dictamen 146/2011 Página 20 de 21 86. En el párrafo 2 de la disposición adicional única de la LPOHGPV añadida por el artículo 1 del anteproyecto, donde dice “La suscripción de los convenios suscritos por la Administración General e Institucional de la CAE citados en el párrafo anterior (…) requerirá ”, resulta suficiente y menos redundante que diga simplemente “Para la suscripción de los convenios citados en el párrafo anterior (…) se requerirá”. 87. El artículo 2.1.a) de la LTVCP, en su guión cuarto, modificado por el artículo 3 del anteproyecto, debería decir si su participación o financiación minoritaria sumada implica, en un mismo ente, participación o financiación mayoritaria, para hacer referencia a los dos puntos de conexión. CONCLUSIÓN La Comisión dictamina que, una vez consideradas las observaciones formuladas en el cuerpo del presente dictamen, puede elevarse al Consejo de Gobierno para su aprobación el anteproyecto de Ley de referencia. Dictamen 146/2011 Página 21 de 21