Auto entrevista La madrugada del 27 de febrero, me había acostado pasado las 3 de la mañana, después de ver el festival de viña- Yo acostumbro dormir con mi perro Aquiles, y él no se quería ir a acostar conmigo, estaba asustado y había estado todo el día raro, estaba muy inquieto y a la vez muy apegado a mi, no quería estar solo y su actitud era como de los días en que está enfermo y di por hecho que se trataba de eso, finalmente cerca de las 3:30 nos fuimos a acostar los dos. Cuando comenzó el temblor, como no les tengo miedo, seguí acostada y Aquiles sólo levanto la cabeza, en eso llega mi papá a la pieza diciéndome que me levantara porque estaba siendo muy largo el temblor, como a mí ya me estaba pareciendo raro un temblor normal tan largo me levanté y tome mi perro y lo lleve a ponerle la cadena, en ese momento el temblor comenzó a ser más fuerte y como mis papas ya estaban en la puerta (los dos), se los pase a ellos y como sabía que mi otro perro no estaba con collar para ponerle la correa lo tome en brazos y los lleve al umbral de la puerta con nosotros. Ahí pasamos los 5 el terremoto, pero mientras estábamos ahí estaba preocupada porque en el departamento del lado viven mis tíos con mi primo chico de 3 años y ellos no salían, lo único que quería era que ellos aparecieran y ver que estaban bien. Mientras además, por esta en un tercer piso, veía como salían las chispas de los cables. Mi reacción durante todo el terremoto fue calmada, incluso al ver la reacción de mi papá que les tiene mucho miedo, y en algún momento se descontroló y él se preocupaba de mi mama, creo que en ese momento mi principal preocupación eran los que no podrían hacer algo por ellos solos, por ejemplo mi primo pequeño y mis mascotas. Una vez que termino de temblar la decisión de mi papá fue bajar inmediatamente del departamento, ellos dos se fueron a vestir y yo me quede en la puerta con los perros, ya que como habíamos escuchado que se rompieron cosas no quería entrarlos por los vidrios, así que nos turnamos para vestirnos y quedarnos afuera con ellos. Después que me fui a vestir, con los perros fui a ver a mis tíos al lado para ver como estaban, especialmente mi primo. Una vez que bajamos mi papá seguía muy nervioso, y no sabía qué hacer, así que les tuve que decir a él y a mi tío que se fueran a la casa de mis abuelos para ver cómo estaban ellos, ya que mi abuelo tiene alzheimer y ya no se da cuenta de nada (es como un bebe) así que mientras con mi mamá nos fuimos más atrás con los perros. Cuando llegamos allá estaban todos abajo y nos fuimos juntando con el resto de la familia. Pasamos el resto de la noche en una cancha que hay atrás de los departamentos, y donde se fueron todos también para el terremoto del 85. Poco a poco llegaron todos mis primos y mi hermana con su marido. Era preocupante la situación que no llegaran y la incomunicación, al no funcionar los celulares, pero sabíamos que iban a llegar ahí. Todos llevaron sus autos para poder pasar ahí la noche, especialmente asegurar a los niños y abuelitos que estaban por ahí que eran de los departamentos. Lo peor fue cuando llego mi hermana, vio a mi mamá y se puso a llorar porque su departamento estaba mal, se había caído todo y bajo desde el sexto piso durante el terremoto ya que el techo se estaba agrietando y ella y mi cuñada estaban con mucho miedo, además de estar preocupados porque el departamento había quedado abierto, como se habían descuadrado las puertas, no la había podido cerrar. Estuvimos hasta las 8 de la mañana en la cancha, todos juntos, menos un primo que vive en Quilicura, como se había caído un puente no podían salir con su esposa de allá, hasta esa hora nos quedamos esperando alguna replica fuerte, sin saber hasta ese momento que sí había temblado fuerte durante la noche y solo fue que nosotros allá no lo sentimos. Cuando llegamos al departamento vimos que no se rompieron tantas cosas, sino mas bien fue el ruido de las cosas cayendo pero que no se rompieron, además de tener todos los suministros sin problemas (agua, luz, teléfono e internet). Así que en ese momento comenzamos a ordenar y limpiar lo poco que se había caído y nos fuimos a acostar. Mi hermana y mi cuñado habían ido a buscar un colchón inflable donde se acostaron a descansar un rato. Cerca de las 11 de la mañana nos levantamos y comenzamos a ver las noticias donde nos dimos cuenta de la verdadera realidad del terremoto, pero que no aún no había tomado, ya que no sentí que fue tan fuerte el movimiento y fue más por las reacciones de los demás que lo analicé como terremoto. Por otra parte ahí me dí cuenta que no había sido solo en Santiago, sino que había tenido el epicentro en Concepción y que allá realmente estaba todo mal, además de ver las noticias de los saqueos. Como acá estábamos todos bien y no tuvimos problemas con los suministros, asumí que para todo el sector norte era igual, hasta que me di cuenta que los edificios de la calle del frente no tenían luz. Si bien ese día fue complicado por ver las noticias y saber cómo estaban las cosas en otras partes, fe un día tranquilo ya que en general estuvimos toda la familia reunida acá (en la casa) Posterior al terremoto mi hermana y su marido llegaron a vivir con nosotros mientras les daban soluciones para su departamento, esta situación se mantiene hasta el día de hoy lo que sí ha distorsionado un poco la vida normal de la casa, ya que es un departamento pequeño, apto para 3 personas, pero al ser 5 se complica un poco más el tema de los espacios y la convivencia. Creo que este terremoto no hizo que le tuviera miedo a los temblores, ya que las replicas tampoco las he sentido mucho y mi actitud sigue siendo calmada, eso sí mantengo respeto muy grande por los fenómenos naturales, pero sí hizo que me cuestionara el hecho de estar en un país sísmico y que no porque no tengamos un terremoto al año tengamos que olvidarnos que es un acontecimiento que en algún momento va a pasar y con la fuerza que ya conocimos, creo que me hizo cuestionar mucho más las cosas, por ejemplo el hecho de comprar una casa no basta con que sea linda, sino que hay que ver las características según los acontecimientos que puede suceder. Entrevista El día viernes 26 me había acostado temprano con mi esposa y nos quedamos viendo el festival en la televisión, nosotros vivimos en un sexto piso, de un edificio nuevo, ya que no tiene más de tres años y nosotros vivimos en él desde hace 1 año y medio. Como nos habíamos acostado temprano a la hora del terremoto estábamos dormidos, me desperté cuando el temblor aún era suave, pero como vi que no paraba desperté a mi esposa y le dije que se fuera a la puerta del departamento, cuando iba saliendo instintivamente saque algo para taparme yo y otra cosa para mi esposa, la ayude a llegar a la puerta ya que con el movimiento nos era muy difícil de caminar, ahí abrí la puerta con mucha dificultad, ya que se estaban trabando. Juntos nos quedamos un rato en la puerta mientras esperábamos que pasara el temblor, pero al ver que el movimiento no paraba y que se estaba, según lo que vimos en ese momento, cayendo el techo decidimos bajar, pero nos era casi imposible abrir la puerta de emergencia para poder hacerlo, en estos momentos yo solo rezaba para que Dios nos ayudara y pudiéramos salir bien de todo lo que estábamos pasando, cuando lo logramos nos tomamos de la mano y mientras bajábamos nos íbamos golpeando en las paredes y a la vez nos caían cosas del techo, pero recuerdo que en ningún momento nos soltamos. Nos pareció que fue una eternidad pero logramos llegar al primer piso y recuerdo que mi esposa me decía que saliéramos, lo único que quería era salir del edificio, y cuando salimos ya había terminado el terremoto, nos encontramos con la mayoría de nuestros vecinos y rescatamos la actuación del conserje del edificio ya que no nos dejo subir inmediatamente después que es lo que queríamos hacer. Un rato después nos dejaron subir a todos nuevamente, y cuando llegamos al piso nos dimos cuenta que los vecinos no habían podido salir y al golpearles la puerta nos dijeron que se había trancado la puerta así que ahí la golpee mientras ellos hacían fuerza hacia el otro lado y ahí la pudimos abrir. Con mi esposa entramos al departamento con un foco que nos presto el vecino, tomamos nuestros documentos y nos fuimos para ver a la familia de mi señora que vive cerca nuestro. Nos fuimos en el auto, lo cual fue común en la mayoría de los vecinos, mientras nos íbamos veíamos como la gente salía de sus casas y como los autos pasaban a toda velocidad, por lo cual nos parecía más peligroso el movernos, pero como no nos podíamos comunicar por celular ni con su familia ni con la mía. Llegamos a la casa de mis suegros y subimos a verlos, nos dimos cuenta que no había nadie en el departamento ni en el de los familiares que viven al lado. Mi esposa supuso que estaban en una cancha de futbol cercana, que según ella me dijo que habían pasado el terremoto del año 85, así que nos fuimos a verlos allá. Cuando llegamos mi esposa vio a su mamá y se puso a llorara inmediatamente y soltó todo el miedo que había contenido todo ese rato, que fue cerca de media hora. Una vez que ella estuvo con su familia, bueno en realidad ambos nos sentimos mejor, sabiendo que todos estaban bien, además de un poco más seguros por estar todos juntos, ya que también estaban los abuelos, tíos y primos de ella. Y al verla a ella tan bien y que estaba más tranquila me preocupe por qué a salir del departamento no lo pudimos cerrar, así que le pedí a uno de los primos de mi señora que me acompañara, ya que tampoco quería ir solo, y no podía estar tranquilo con la casa abierta. Cuando llegamos nos dimos cuenta que ya casi no quedaba gente en el edificio y subimos y fue impresionante, hace poco más de una hora lo que ahora estaba destrozado era mi hogar, y ahora estaba todo en el suelo y todo sucio, la verdad me paralice durante un momento, al ver que todo nuestro esfuerzo corría el riesgo de caerse, la persona que me había acompañado me dio la fuerza y en cierta forma me movió a hacer lo que necesitaba en ese momento, que era sacar un poco de ropa para los dos, algo más para abrigarnos y otras cosas más. Mientras estábamos arriba estaba con mucho miedo de sentir alguna replica y que el edificio pudiera ceder. Así que hicimos todo rápido y bajamos. Cuando llegamos abajo e íbamos saliendo del edificio vino una réplica bastante fuerte que personalmente me asustó mucho y sólo quería estar con los demás miembros de la familia, en todo este tiempo trataba también de llamar a mi familia y saber como estaban, aunque me mantenía tranquilo el que viven casi todos juntos o cerca y que es en casa, por lo cual suponía que era más seguro. Cuando llegamos de vuelta donde estaban todos, me di cuenta que mi señora y todos en general estaban muchos más tranquilos, por lo cual yo también trate de relajarme un poco, dentro de lo posible claramente. Pasamos lo que quedaba de noche en la cancha. Cerca de las 8 de la mañana pude comunicarme con mi familia y me dijeron que estaban bien, que estaban todos juntos y que a las casas tampoco les había pasado nada, pero que estaban sin los suministros básicos, lo cual era normal dado el terremoto. Así que ahí pude quedarme más tranquilo. Y además a las 8 también dejamos la cancha donde estábamos y nos fuimos a la casa de mis suegros. Cuando llegamos al departamento nos dimos cuenta que ellos tenían luz por lo que enseguida prendimos la televisión para tener más datos, mientras limpiábamos y ordenábamos lo poco que se cayó, que fueron solo unas copas, y comenzaron a hablar de Concepción y posteriormente de los pueblos interiores, por lo cual me preocupe aún más por saber de mis familiares de Cauquenes, nadie sabia nada de ellos, la tranquilidad fue recién a las 7 de la tarde cuando pudimos saber que estaban bien, la casas habían desaparecido pero todos ellos estaban bien afortunadamente. Bueno ese mismo día cerca de las 12 fuimos a la casa y fue horrible ver como estaba todo, lo que había visto en la noche efectivamente hacía ver una gran destrucción pero con la luz del día pudimos ver también las grietas que estaban en las paredes. Así que dentro de lo que pudimos limpiamos un poco para que no se viera tan terrible todo y ordenamos, además sacamos unas cosas más y las llevamos donde mis suegros que allí nos íbamos a quedar mientras arreglábamos el departamento o sabíamos que íbamos a hacer. Si bien me sentía mucho más seguro en la casa de mis suegros, aún estaba asustado por las replicas y porque por lo que podía pasar con mi departamento. La verdad es que solo dos semanas después del terremoto pude contar bien todo lo que yo había vivido, el tiempo antes de eso, fue terrible, tenía pesadillas y no podía descansar, pero posterior me sentí más desahogado. Por ahora solo espero que se solucione pronto el arreglo de mi departamento, para poder volver a vivir ahí y en el fondo retomar mi vida normal para poder dar vuelta la hoja de este acontecimiento tan terrible. Pero con mi señora nos proyectamos en cambiarnos a una casa, ya que en el departamento nos sentimos igualmente inseguros y no sabemos cómo reaccionaría ante otro evento similar a este. Pero creo que al corto plazo queremos retomar nuestra vida normal.