XXI CONGRESO NACIONAL DE DERECHO DEL TRABAJO Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL COMUNICACIÓN A LA PRIMERA PONENCIA: POLÍTICAS DE EMPLEO Y CC.AA “CONSECUENCIAS DE LA ATRIBUCIÓN A LAS CC.AA. DE COMPETENCIA EJECUTIVA EN MATERIA DE AUTORIZACIONES DE TRABAJO DE EXTRANJEROS” Mª Belén Fernández Collados Profesora Contratada Doctora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Universidad de Murcia SUMARIO: I. CONSTITUCIONALIDAD DE LA ATRIBUCIÓN A LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS DE COMPETENCIA EJECUTIVA EN MATERIA DE AUTORIZACIONES DE TRABAJO DE EXTRANJEROS; II. EL SIGNIFICADO DE LA ATRIBUCIÓN DE COMPETENCIA EJECUTIVA EN MATERIA DE AUTORIZACIONES DE TRABAJO DE EXTRANJEROS. 1. La asunción de la competencia ejecutiva en materia de autorizaciones de trabajo a través de los Estatutos de Autonomía. 2. Especial referencia a la asunción de la competencia ejecutiva en materia de autorizaciones de trabajo de extranjeros por la Comunidad Autónoma de Cataluña. 3. Consecuencias de la atribución de competencia ejecutiva en materia de autorizaciones de trabajo de extranjeros; III. CONCLUSIONES; IV. BIBLIOGRAFÍA. I. CONSTITUCIONALIDAD DE LA ATRIBUCIÓN A LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS DE COMPETENCIA EJECUTIVA EN MATERIA DE AUTORIZACIONES DE TRABAJO DE EXTRANJEROS El derecho al trabajo proclamado en el art. 35 CE, ubicado en la Sección 2ª del Capítulo II del Título II de la Constitución entre los considerados derechos-deberes, no susceptibles de ser amparados por el Tribunal Constitucional, no se considera integrante del acervo jurídico inherente a la persona y, como tal, imprescindible para garantizar su dignidad. Ello significa que conforme a la STC 107/1984, de 23 de noviembre, está autorizada una diferencia de trato con los nacionales, pues se arguye que «constitucionalmente no resulta exigible la igualdad de trato entre los extranjeros incluidos los hispanoamericanos, pues no hay diferencia ninguna a favor de ellos- y los españoles en materia de acceso al trabajo y no existe tratado que así lo imponga, ya sea multilateral o bilateral» (F. J. 4º)1. En consecuencia, el ordenamiento jurídico español, en la misma línea que el resto de los países europeos, prioriza el acceso al trabajo de los nacionales frente a los extranjeros a través de la exigencia de una autorización administrativa para trabajar sometida a la valoración de la situación nacional de empleo2. La concesión o denegación de la autorización administrativa para trabajar de los extranjeros se consagró en su momento como una competencia estatal. Sin embargo, desde que en 2006 la reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña aprobada por Ley Orgánica 6/2006, de 19 de julio, atribuyó a la Generalitat <<competencia ejecutiva en materia de autorización de trabajo de los extranjeros cuya relación laboral se desarrolle en Cataluña>>, otras reformas estatutarias como la de Andalucía, aprobada por Ley Orgánica 2/2007, de 19 de marzo, de reforma del Estatuto de Autonomía para 1 FERNÁNDEZ COLLADOS, M.B., CARDENAL CARRO, M.y SERRANO VILLAMANTA, J.F.: “Régimen de entrada, permanencia y salida de los extranjeros en España” en PALOMAR OLMEDA, A. (Coord.): Tratado de extranjería: aspectos civiles, penales, administrativos y sociales, Aranzadi, 2006, pág. 281. 2 Sobre el acceso al trabajo de los extranjeros Vid. FERNÁNDEZ COLLADOS, M.B.: El estatuto jurídico del trabajador extracomunitario en España, Laborum, 2007. 1 Andalucía, o la futura reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha3 han seguido sus pasos. En este sentido, ha de recordarse que la Constitución Española en su artículo 149.1.2ª atribuye al Estado la competencia exclusiva en materia de nacionalidad, inmigración, emigración, extranjería y asilo, mientras que el artículo 149.1.7ª CE reserva al Estado la competencia exclusiva sobre legislación laboral, sin perjuicio de su ejecución por los órganos de las Comunidades Autónomas, de manera tal, que la cuestión de la constitucionalidad o inconstitucionalidad de la atribución de competencias ejecutivas en materia de autorización de trabajo de extranjeros reside en la consideración de ésta como una materia de inmigración o extranjería, o como una materia de ejecución de la legislación laboral. El reconocimiento de competencia ejecutiva en materia de autorización de trabajo de los extranjeros a la Generalitat por el Estatuto de Autonomía Catalán y a la Comunidad Autónoma de Andalucía por el Estatuto de Autonomía para Andalucía se ha visto refrendado por la modificación del Real Decreto 2393/2004, por el que se aprobó el Reglamento de desarrollo de la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, por Real Decreto 1162/2009, de 11 de julio. Curiosamente, esta modificación reglamentaria cuyo objeto principal, según su propio tenor literal, es <<adaptar la regulación de los procedimientos de autorización inicial de residencia y trabajo que se regulan en el mismo a los requerimientos derivados del traspaso a las comunidades autónomas de la competencia ejecutiva que, en materia de autorización inicial de trabajo de los extranjeros, reconocen determinados Estatutos de Autonomía>>, tiene lugar dos meses antes de la publicación del Real Decreto 1463/2009, de 18 de septiembre, <<sobre traspaso de funciones y servicios a la Generalitat de Cataluña en materia de inmigración: autorizaciones iniciales de trabajo por cuenta propia o ajena de los extranjeros cuya relación laboral se desarrolle en Cataluña>>, y unos meses antes de la reforma del propio texto legal. A diferencia de la modificación reglamentaria, la de la LO 4/2000 ha sido mucho más amplia, en su exposición de motivos constan hasta seis objetivos, entre ellos, el de <<adaptar la normativa a las competencias de ejecución laboral previstas en los Estatutos de Autonomía que inciden en el régimen de autorización inicial de trabajo, y a las competencias estatutarias en materia de acogida e integración, así como potenciar la coordinación de las actuaciones de las Administraciones Públicas con competencias que, asimismo, inciden en materia de inmigración y reforzar la cooperación entre ellas con el fin de prestar un servicio más eficaz y de mejor calidad a los ciudadanos>>. Por consiguiente, puede resultar, cuanto menos, paradójico, que tan sólo unos meses después de la publicación del RD 1162/2009, aconteciera una reforma legal de tal alcance, que hace necesaria una nueva modificación reglamentaria. ¿Hubiera sido más adecuado esperar a que primero fuera la LO 2/2009, de 11 de diciembre, de reforma de la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, la que reconociera dicha competencia ejecutiva a las Comunidades Autónomas y a una posterior modificación de su desarrollo reglamentario?. La oportunidad del Real Decreto 1162/2009 es ciertamente cuestionable, no sólo porque meses más tarde ha sido aprobada la LO 2/2009, pudiéndose haber evitado la 3 Vid. la Propuesta reforma Estatuto Autonomía de Castilla-La Mancha 127/2008/000001, de 1 abril BO. Cortes Generales-Congreso de los Diputados 17 octubre 2008, núm. 18-1 [pág. 1]. 2 acusación de <<vulneración de la jerarquía normativa>>4, también porque podría haberse postergado hasta que el Tribunal Constitucional resolviera sobre la constitucionalidad de los párrafos 2 y 3 del artículo 138 de la LO 6/2006, de reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña, por los que se les atribuye a la Generalitat competencia ejecutiva en materia de autorización de trabajo de los extranjeros cuya relación laboral se desarrolle en Cataluña, así como <<la participación en las decisiones del Estado sobre inmigración con especial transcendencia para Cataluña y, en particular, la participación preceptiva en la determinación del contingente de trabajadores extranjeros>>, pues, ¿qué ocurrirá si finalmente el Tribunal Constitucional fallara la inconstitucionalidad de la atribución de dichas competencias a la Generalitat?. Sea como fuere, lo realmente trascendente es determinar si la competencia ejecutiva en materia de autorización inicial de trabajo de los extranjeros ha de ser considerada como inmigración o extranjería, ubicable en el artículo 149.1.2ª CE, o es una materia de ejecución de la legislación laboral, que puede ser ejercida por los órganos de las Comunidades Autónomas. Tradicionalmente, al examinar el alcance de las competencias ejecutivas en el área laboral, se han excluido las actuaciones relativas a inmigración, emigración y trabajo de los extranjeros5. En nuestro sistema jurídico la unión entre inmigración y relaciones laborales es tal que tiende a imponerse la visión del inmigrante laboral más como trabajador (inmigrante) que como extranjero6. Además, si por algo se ha caracterizado nuestro ordenamiento jurídico ha sido: por reducir la regulación de la inmigración y la extranjería a las cuestiones de entrada y salida del país -fundamentalmente con la LO 7/1985-; por considerar que todos los actos en estas materias son, de alguna manera, actos de soberanía; y por determinar que el art. 149.1.2ª CE habilita al Estado para regular, en su totalidad, la situación de los extranjeros en España7. Ante tales antecedentes parece complicado responder a la cuestión: la tramitación inicial de la autorización de trabajo de los extranjeros ¿es una materia de ejecución de la legislación laboral que puede o debe desligarse la condición de extranjero del solicitante?. Aquellos sectores doctrinales que abogan por dicho desdoble, para fundamentar su tesis, no dudan en acudir al empleo del <<principio de especificidad de la competencia>> y calificar la actividad laboral como un título más específico de atribución de competencias que la extranjería8. Dicha argumentación no presenta óbice alguno cuando lo que se pretende justificar es el ejercicio de competencias autonómicas 4 El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha presentado ante el Tribunal Supremo un recurso contencioso-administrativo contra el RD 1162/2009 alegando que éste es inconstitucional, vulnera la jerarquía legislativa y perjudica la eficacia de la Administración. 5 Para CAVAS MARTÍNEZ, F. y SÁNCHEZ TRIGUEROS, C.: “La distribución de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas en materia de trabajo, empleo y protección social: una sinopsis”, Anales de Derecho, núm. 23, 2005, pág. 110, existen <<determinadas materias en cuya ejecución no pueden intervenir las Comunidades Autónomas por estar enteramente asignadas en exclusiva al Estado, con independencia del mayor o menor ámbito territorial en el que se susciten: en concreto, según se deduce de la Constitución y de las posteriores normas estatutarias y Decretos de traspaso, este es el caso de las actuaciones relativas a inmigración, emigración y trabajo de extranjeros (art. 149.1.2ª CE), y fondos de ámbito nacional y de empleo (art. 149.1.13ª CE). 6 NAVARRO NIETO, F.: “Empleo, inmigración y marco autonómico de relaciones laborales”, Aranzadi Social, núm. 7-8, 2008. 7 SANTOLAYA MACHETTI, P.: “Extranjería y nuevos estatutos de autonomía”, Revista d´estudis autonòmics i federals, núm. 4, 2007, págs. 160-161. 8 A este respecto, SANTOLAYA MACHETTI, P., op. cit., pág. 162, cita la STC de 30 de noviembre de 1982, que en un supuesto susceptible de ser enmarcado tanto en sanidad como en defensa del consumidor, dispuso que <<el carácter específico de la sanidad respecto al plural de la defensa del consumidor, determina que la inclusión en regla de más amplio alcance deba ceder ante la regla más especial>>. 3 en materias como asistencia social, vivienda…9, ¿pero es igualmente válida con respecto a la autorización inicial de trabajo?. Aunque justifica la competencia autonómica la observación por parte de un importante sector doctrinal de que el acto administrativo de autorización para el trabajo de inmigrantes es un elemento en la ordenación del mercado de trabajo y en el proceso de integración laboral10, una actuación administrativa de ejecución típica de la materia laboral11, no puede obviarse que la autorización inicial de trabajo está indisolublemente ligada a la entrada en territorio nacional y a la autorización de residencia -competencia exclusiva del Estado ex art. 149.1.2ª CE vinculada al orden público-, y aunque ambas autorizaciones puedan desdoblarse, y por ende, tramitarse independientemente: una por la Administración Estatal y otra por la Administración Autonómica, ¿la competencia autonómica en la concesión y/o denegación de autorizaciones iniciales de trabajo no supondría cierta interferencia en la decisión de entrada?, ¿o es esta reflexión fruto de la perpetuación en nuestro subconsciente de una antigua concepción de la inmigración como sinónimo de control de fronteras?, ¿no es cierto que en última instancia sería la Comunidad Autónoma la que podría estar decidiendo sobre la entrada de extranjeros en territorio nacional?, si la Administración Estatal estima oportuna la residencia en España de un extranjero, pero finalmente la Comunidad Autónoma deniega la autorización de trabajo, el extranjero no podrá entrar en territorio español ¿?. II. EL SIGNIFICADO DE LA ATRIBUCIÓN DE COMPETENCIA EJECUTIVA EN MATERIA DE AUTORIZACIONES DE TRABAJO DE EXTRANJEROS 1. La asunción de la competencia ejecutiva en materia de autorizaciones de trabajo a través de los Estatutos de Autonomía A diferencia de los Estatutos de Autonomía de primera generación, que dada la menor incidencia del fenómeno migratorio de la época, optaron por una interpretación restrictiva y excluyente del carácter exclusivo de las competencias estatales del art. 149.1.2ª CE12, las reformas estatutarias amplían el ámbito competencial autonómico, fundamentalmente, asumiendo competencias para regular las políticas de integración y de primera acogida, si bien, algunos Estatutos dan un paso más con la atribución de competencias ejecutivas en materia de autorizaciones de trabajo. A este respecto las reformas estatutarias podrían dividirse en tres grupos: aquellas que no comportan la asunción de competencias en materia de tramitación de autorizaciones de trabajo y contienen una insuficiente regulación del fenómeno migratorio; las que tampoco atribuyen competencias en materia de tramitación de autorizaciones de trabajo, pero inciden de manera más certera en la regulación del fenómeno migratorio; y un tercer grupo, que además de asumir mayores competencias en materia de inmigración, atribuyen competencias ejecutivas en materia de autorizaciones de trabajo para extranjeros. Señala ROJO TORRECILLA, E. y CAMAS RODA, F.: “La reforma de los estatutos de autonomía y su impacto en la normativa estatal de inmigración”, Revista del Ministerio de Trabajo e Inmigración, núm. 80, 2009, pág. 104 que <<desde una perspectiva pragmática basada al igual que venía sucediendo en materias como asistencia social, educación o ejecución de la legislación de trabajo, puede defenderse, como al efecto hace la doctrina iuslaboralista, la atribución estatutaria de la autorización para trabajar a los ciudadanos extracomunitarios como una competencia autonómica de ejecución laboral>>. 10 NAVARRO NIETO, F., op. cit.. 11 MOLINA NAVARRETE, C.: “Los nuevos Estatutos de Autonomía y el reparto competencial en las materias de empleo, trabajo y protección social”, Trabajo y Seguridad Social, núm. 283, 2006, pág. 112. 12 SANTOLAYA MACHETTI, P., op. cit., pág. 170. 9 4 En el primer grupo se encuentran la Ley Orgánica 1/2006, de 10 de abril, de reforma de la Ley Orgánica 5/1982, de 1 de julio, de Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Valencia y la Ley Orgánica 1/2007, de 28 de febrero de reforma de Estatuto de Autonomía de las Illes Balears13. Si bien, es preciso reseñar que la Comunitat Valenciana fue la primera Comunidad Autónoma en aprobar una ley de integración de la población inmigrada, la Ley 15/2008, de 5 de diciembre, de la Generalitat, de Integración de las Personas Inmigrantes en la Comunitat Valenciana. Al segundo grupo pertenecen la Ley Orgánica 5/2007, de 20 de abril de reforma del Estatuto de Autonomía de Aragón y la Ley Orgánica 14/2007, de 30 de noviembre, de reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla y León. Aunque ninguno de los dos atribuye a la Comunidad Autónoma competencia ejecutiva en materia de autorizaciones de trabajo de los extranjeros, el estatuto castellano-leonés parece ir más allá al disponer en su artículo 76 que corresponde a la Comunidad de Castilla y León, en los términos que establezcan las leyes y las normas reglamentarias que en su desarrollo dicte el Estado, la función ejecutiva para la <<fijación, en colaboración con el Estado, de las necesidades del mercado laboral que determinan la concesión de las autorizaciones de trabajo de los extranjeros>>, lo que en definitiva significa, al igual que en el Estatuto aragonés, la atribución de competencias compartidas, de participación y colaboración con el Estado, a los efectos de fijar el contingente de trabajadores extranjeros, gestión colectiva de contrataciones en origen, conforme a la terminología vigente tras la Disposición adicional primera de la LO 2/2009. El tercer grupo es el formado por la LO 6/2006, de 19 de julio, de reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña, su máximo exponente, así como por la Ley Orgánica 2/2007, de 19 de marzo, de reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía y la Propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha. El Estatuto de Autonomía de Cataluña ha sido el precursor en la atribución de competencia ejecutiva en materia de autorizaciones de trabajo de extranjeros a través del artículo 138, que literalmente señala que <<2. Corresponde a la Generalitat la competencia ejecutiva en materia de autorización de trabajo de los extranjeros cuya relación laboral se desarrolle en Cataluña. Esta competencia, que se ejercerá en necesaria coordinación con la que corresponde al Estado en materia de entrada y residencia de extranjeros, incluye: a) La tramitación y resolución de las autorizaciones iniciales de trabajo por cuenta propia o ajena. b) La tramitación y la resolución de los recursos presentados con relación a los expedientes a que se refiere la letra a) y la aplicación del régimen de inspección y sanción. 3. Corresponde a la Generalitat la participación en las decisiones del Estado sobre inmigración con especial trascendencia para Cataluña y, en particular, la participación preceptiva previa en la determinación del contingente de trabajadores extranjeros a través de los mecanismos previstos en el Título V>>. Con un contenido muy similar, el Estatuto de Andalucía determina en su artículo 62 que corresponden a la Comunidad Autónoma <<la competencia ejecutiva en materia de autorizaciones de trabajo de los extranjeros cuya relación laboral se desarrolle en Andalucía, en necesaria coordinación con la competencia estatal en materia de entrada y residencia y de acuerdo con lo que establezca la legislación del Estado. Esta competencia incluye la tramitación y resolución de las autorizaciones iniciales de trabajo, la tramitación y resolución de los recursos presentados a dichas autorizaciones y la aplicación del régimen de inspección y sanción>> y que la Comunidad Autónoma <<participará en las decisiones del Estado sobre inmigración con especial trascendencia 13 Vid. SANTOLAYA MACHETTI, P., op. cit., págs. 171-173. 5 para Andalucía y, en particular, la participación preceptiva previa en la fijación del contingente de trabajadores extranjeros a través de los mecanismos previstos en el Título IX>>. Y en la misma línea, el artículo 137 de la Propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, preceptúa que <<la Junta de Comunidades, en coordinación con el Estado, tiene atribuida de acuerdo con la legislación estatal la tramitación, resolución y revisión en vía administrativa de las autorizaciones iniciales de trabajo por cuenta propia o ajena de los extranjeros cuya relación laboral se desarrolle en Castilla-La Mancha, así como el ejercicio de la función inspectora y sancionadora>>, y que <<la Junta de Comunidades participará en las decisiones del Estado sobre inmigración que tengan interés para Castilla-La Mancha, en particular las que afecten a poblaciones limítrofes con otras Comunidades Autónomas y, preceptivamente, en la determinación del contingente de trabajadores extranjeros>>. 2. Especial referencia a la asunción de la competencia ejecutiva en materia de autorizaciones de trabajo de extranjeros por la Comunidad Autónoma de Cataluña La Ley Orgánica 6/2006, de 19 de julio, de reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña ha sido la precursora en la asunción de competencia ejecutiva en materia de autorizaciones iniciales de trabajo de extranjeros, constituyendo a este respecto el prototipo de reforma estatutaria que han seguido el estatuto andaluz y la propuesta del estatuto castellano-manchego, razón por la cual es preciso dedicarle especial atención. Para hacer efectiva la atribución de la competencia ejecutiva en materia de autorizaciones de trabajo de los extranjeros cuya relación laboral se desarrolle en Cataluña, se ha procedido a la publicación del <<Real Decreto 1463/2009, de 18 de septiembre, sobre traspaso de funciones y servicios a la Generalitat de Cataluña en materia de inmigración: autorizaciones iniciales de trabajo por cuenta propia o ajena de los extranjeros cuya relación laboral se desarrolle en Cataluña>>. Con este Real Decreto quedan traspasados a la Generalitat de Cataluña las funciones y servicios, así como los medios personales y los créditos presupuestarios correspondientes, distinguiendo según se trate de la tramitación de una solicitud individual de autorización inicial de trabajo, de la gestión colectiva de contratación en origen o de un visado para la búsqueda de empleo. Por lo que hace a la tramitación de la solicitud individual de la autorización inicial de trabajo, las funciones y servicios de la Administración del Estado que se traspasan a la Generalitat de Cataluña son los relativos a la iniciación, instrucción y resolución de procedimientos y notificación de resoluciones, así como los procedimientos de recurso administrativo, en su caso, sobre los tipos de autorizaciones iniciales de trabajo por cuenta propia o ajena de los extranjeros cuya relación laboral se desarrolle en Cataluña, conforme a la legislación estatal vigente en el momento de la efectividad de este traspaso. El propio Real Decreto deja cabida a la inclusión de cualquier otro supuesto de autorización inicial de trabajo que pueda contemplar la normativa vigente en cada momento, en cuyo caso habrá de ser analizado por la Comisión Bilateral GeneralitatEstado a los efectos de determinar si se encuadra en el ámbito del artículo 138.2 del Estatuto de Autonomía de Cataluña. En cuanto a la gestión colectiva de contrataciones en origen, se traspasan a la Generalitat de Cataluña las funciones que viene desempeñando la Administración General del Estado y los servicios relativos a la gestión del contingente de trabajadores extranjeros en lo que se refiere a trámites de carácter laboral, de conformidad con la 6 normativa estatal aplicable, que comprenden: <<a) Recepción de solicitudes de ofertas de trabajo y, en su caso, solicitud a la Dirección General de Inmigración de modificación o reasignación de contingente. b) Verificación de las ofertas. c) Verificaciones de las obligaciones tributarias y Seguridad Social. d) Comprobación de que las ofertas se corresponden con las ocupaciones indicadas en el contingente. e) Valoración de los expedientes y emisión, en su caso, de informe favorable. f) Traslado del expediente a la Administración General del Estado para proseguir su tramitación. g) Resolución de la autorización inicial de trabajo, que se dictará de forma conjunta y coordinada con la resolución sobre la autorización de residencia de la autoridad competente de la Administración General del Estado. h) Notificación a los interesados del procedimiento, incluida la organización o la empresa solicitante y los órganos indicados en la normativa vigente, con excepción de la notificación a los propios trabajadores extranjeros en sus respectivos países. i) Tramitación y resolución del procedimiento de recurso administrativo en su ámbito de competencias, que se resolverá conjunta y coordinadamente con la Administración General del Estado>>. También se traspasan a la Generalitat de Cataluña las funciones que viene desempeñando la Administración General del Estado y los servicios en lo concerniente a trámites de carácter laboral respecto de las autorizaciones mediante los visados de búsqueda de empleo, de conformidad con la normativa estatal aplicable, que comprenden: <<a) Recepción de solicitudes y de los contratos de trabajo. b) Resolución sobre las autorizaciones de trabajo. c) Notificación al solicitante y al trabajador>>. El Real Decreto 1463/2009, además de valorar las cargas financieras, detallar las funciones y servicios que quedan traspasados a la Generalitat de Cataluña, el personal objeto de traspaso y la relación de puestos de trabajo vacantes que se traspasan, especifica las fórmulas institucionales de cooperación. Con todo, no debe olvidarse que sobre el artículo 138.2 y 3 de la Ley Orgánica 6/2006, de 19 de julio, de reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña pesa un recurso de inconstitucionalidad, pendiente de resolución, interpuesto por el Grupo Parlamentario Popular. Como ya se ha puesto de manifiesto en reiteradas ocasiones, la constitucionalidad del apartado 2 del artículo 138 de la Ley Orgánica 6/2006 se ampara en que la competencia ejecutiva en materia de autorizaciones de trabajo de extranjeros, pese a tener cabida en dos títulos competenciales, aplicándose el principio de especificidad de la competencia debe calificarse como una actividad de ejecución laboral, así lo considera un importante sector iulaboralista y así lo ha declarado el Informe del Consejo Consultivo de la Generalitat. Por el contrario, el Grupo Parlamentario Popular, en su recurso de inconstitucionalidad, arguye que las autorizaciones para trabajar no pretenden tanto ordenar las relaciones laborales, ni el mercado de trabajo, como racionalizar el flujo migratorio, y esgrime que el título de inmigración es más específico y concreto que el de trabajo, pues la autorización para trabajar sólo se exige para los extranjeros inmigrantes, siendo, salvo contadas excepciones, una condición para la concesión de la autorización de residencia y, consecuentemente, es regulado en la legislación sobre extranjería, no en la legislación laboral. Igualmente, en el recurso de inconstitucionalidad se sostiene que <<no se trata de ejecución de la legislación laboral ni afecta realmente a ese marco>> porque <<afecta por igual a quienes vayan a ejercer trabajos por cuenta propia, incluso profesiones liberales donde nada tiene que ver la legislación laboral; se puede denegar por causas por completo extrañas a la legislación laboral, como los antecedentes penales, hallarse irregularmente en España, haber sido sancionado el empleador por infracciones de la ley de extranjería; su otorgamiento corresponde a los Delegados o Subdelegados del Gobierno o, cuando la solicitud la 7 haga una empresa con centros de trabajo en varias Comunidades Autónomas, la Dirección General de Inmigración, nunca, por tanto, las autoridades laborales; etc>>. Además, recuerda que esta materia concierne a la normativa de extranjería y que la legislación laboral únicamente se ha limitado a remitirse a la normativa de extranjería y, fundamentalmente, que es el propio Estatuto de Autonomía el que presenta esta competencia como <<materia de inmigración>>. A la espera de un futuro pronunciamiento del Tribunal Constitucional, el debate podría trasladarse a otro aspecto substancial: la valoración de las consecuencias de la atribución de competencia ejecutiva en materia de autorizaciones de trabajo de extranjeros. 3. Consecuencias de la atribución de competencia ejecutiva en materia de autorizaciones de trabajo de extranjeros La polémica suscitada por la asunción autonómica de competencia ejecutiva en materia de autorizaciones de trabajo de extranjeros básicamente se ha centrado en la constitucionalidad del precepto estatutario que dispone dicha atribución, y en la constitucionalidad del Real Decreto 1162/2009 que modifica el desarrollo reglamentario de la LO 4/2000 con la finalidad de adaptar la regulación de los procedimientos de autorización inicial de residencia y trabajo a los requerimientos del tal asignación. Sin embargo, no es nada desdeñable el planteamiento de esta cuestión desde otra óptica, la de su funcionalidad. Como se sabe, la LO 14/2003, de 20 de noviembre, de reforma de la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, de derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, reformada por LO 8/2000, significó un paso transcendental en la simplificación de los trámites administrativos de concesión de autorizaciones de residencia y trabajo, con la unificación del procedimiento de obtención del visado y de las autorizaciones de residencia y trabajo. El traspaso de competencias en materia de autorización inicial de trabajo de los extranjeros a las Comunidades Autónomas no acarrea el retorno a un desdoblamiento procedimental, pero sí la concurrencia competencial en un mismo procedimiento administrativo de dos Administraciones: la autoridad laboral autonómica, que resolverá sobre la concesión de la posibilidad de trabajar, por cuenta ajena o por cuenta propia, al amparo de la autorización de residencia y trabajo solicitada; y la autoridad estatal competente en materia de residencia de extranjeros, que resolverá sobre la posibilidad de que el extranjero resida en España, al amparo de dicha solicitud de autorización de residencia y trabajo. Como bien se encarga de precisar la exposición de motivos del RD 1162/2009, tal concurrencia <<no debe producir, en ningún caso, alteración o deterioro del servicio que se presta a la ciudadanía>>, siendo para ello imprescindible una adecuada coordinación entre las Administraciones Públicas. Puesto que el desdoblamiento competencial no comporta un doble procedimiento, habrá de presentarse una única solicitud de autorización inicial de residencia y trabajo ante una única Administración, y los interesados recibirán una sola resolución en respuesta a su solicitud de autorización de residencia y trabajo. Así pues, como indica el RD 1162/2009, la iniciación del procedimiento corresponderá al órgano competente de la Comunidad Autónoma, que deberá coordinarse necesariamente con el órgano competente de la Administración General del Estado en relación con el ámbito de la residencia y garantizarle asimismo el conocimiento en tiempo real de las solicitudes. En cuanto a la resolución, corresponderá en cada caso a la Administración que sea competente, y finalmente se dictará de manera coordinada y concordante una resolución 8 conjunta, concediendo o denegando la autorización de residencia y trabajo solicitada. Dicha resolución conjunta será expedida por el órgano competente de la Comunidad Autónoma y firmada por los titulares de cada uno de los órganos competentes de cada una de las Administraciones, notificándose a los interesados por el órgano competente de la Comunidad Autónoma en los plazos y forma establecidos en la normativa vigente. Resolución que podrá ser impugnada ante los órganos que la firmen, si bien, igualmente, se resolverá de forma conjunta y concordante por los titulares de los órganos competentes de ambas Administraciones y se notificará a los interesados por el órgano competente de la Comunidad Autónoma correspondiente. Con todo, aún asegurándose la coordinación entre Administraciones Públicas y que el ciudadano no sufrirá un menoscabo del servicio, a través de un sistema basado en una única solicitud y resolución, que no plantee dudas acerca del órgano competente con respecto a la solicitud, resolución e impugnación de la autorización inicial de residencia y trabajo para extranjeros, procede reflexionar sobre la funcionalidad de este traspaso competencial. La participación de las Comunidades Autónomas en la gestión de las autorizaciones iniciales de residencia y trabajo debe juzgarse muy positivamente, sobre todo, teniendo en cuenta que dicha autorización, que se concede por un lapso temporal de un año, quedará circunscrita a la realización de una determinada actividad laboral en dicha Comunidad, e incluso que en los casos en los que la autorización inicial de residencia y trabajo se solicita bien a través del denominado arraigo laboral (art. 45.2.a RD 2393/2004), bien a través del conocido como arraigo social (art. 45.2.b RD 2393/2004), la gestión por la Comunidad Autónoma puede ser más operativa de cara a la verificación de algunos de los requisitos como la acreditación de periodos mínimos de permanencia continuada en España, de vínculos familiares con otros inmigrantes residentes regulares, de informes de inserción social por los Ayuntamientos o la verificación de un contrato de trabajo regular no inferior a un año en el momento de la solicitud de regularización14. Por contra, ha de valorarse que el desdoblamiento administrativo sólo acontece con respecto a la autorización inicial, que tiene una caducidad exclusivamente de un año, manteniéndose la Administración Estatal para aquellas Comunidades Autónomas que no hayan asumido esta competencia (la mayoría en la actualidad, aunque este dato es mutable) y, lo que es más importante, manteniéndose igualmente, para las posteriores renovaciones, ya que las autorizaciones de residencia y trabajo habrán de ser renovadas por periodos de dos años ante la Administración Estatal, lo que ineludiblemente conduce a cuestionarse la utilidad de que se creen nuevas Administraciones Autonómicas que conllevan un coste, máxime en un momento de crisis económica tan delicado como el vigente, en el que se requiere una especial austeridad en el gasto por parte de la Administración. III. CONCLUSIONES Como ha podido comprobarse a lo largo de estas líneas son muy diversos los pros y los contras que refrendan o desautorizan la atribución de competencia ejecutiva en materia de autorización inicial de trabajo de los extranjeros. Desde los aspectos puramente formales, como lo discutible que resulta el hecho de que se haya procedido a la modificación del reglamento de extranjería antes de reformarse el propio texto legal e incluso sin atender al futuro pronunciamiento del Tribunal Constitucional, hasta la considerable dificultad que supone juzgar si la competencia ejecutiva en materia de 14 NAVARRO NIETO, F., op. cit.. 9 autorización inicial de trabajo de los extranjeros ha de ser considerada como inmigración (artículo 149.1.2ª CE) o ejecución de la legislación laboral (art. 149.1.7ª CE), pasando por la valoración material del desdoblamiento procedimental. Son también muchos los interrogantes que suscita la atribución de competencia ejecutiva a las Comunidades Autónomas en materia de autorizaciones de trabajo de extranjeros: ¿la concesión de una autorización inicial de residencia y trabajo es simplemente un acto de ordenación del mercado de trabajo e integración del inmigrante, o un acto de ordenación de los flujos migratorios?, en aplicación del principio de especificidad de la competencia ¿qué titulo resulta más específico la actividad laboral o la inmigración?, ¿por qué el propio Estatuto de Autonomía denomina la competencia como materia de inmigración, si parte de la premisa de que es una competencia ejecutiva laboral?, ¿la atribución estatutaria de competencia ejecutiva en materia de autorización inicial de trabajo de los extranjeros puede colegir un retroceso en la simplificación de los trámites administrativos de concesión de autorizaciones para extranjeros?, y por último ¿reside la clave de todo el problema competencial en una adecuada coordinación de las competencias más que en la estricta defensa del exclusivo título competencial?15. Como corolario, ha de subrayarse que el avance de los Estatutos de Autonomía de segunda generación en materia de inmigración es muy revelador de la evolución que a este respecto ha tenido lugar y ello debe de coadyuvar en todo caso a una mejora del sistema, ha de valorarse en su justa medida tanto la aportación que puede suponer la participación de las Comunidades Autónomas en la gestión de las autorizaciones iniciales de residencia y trabajo, como el coste del desdoblamiento administrativo, optando por la solución más beneficiosa para el conjunto de la ciudadanía e incidiendo en una adecuada coordinación. IV. BIBLIOGRAFÍA - - - - 15 CAVAS MARTÍNEZ, F. y SÁNCHEZ TRIGUEROS, C.: “La distribución de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas en materia de trabajo, empleo y protección social: una sinopsis”, Anales de Derecho, núm. 23, 2005. FERNÁNDEZ COLLADOS, M.B., CARDENAL CARRO, M.y SERRANO VILLAMANTA, J.F.: “Régimen de entrada, permanencia y salida de los extranjeros en España” en PALOMAR OLMEDA, A. (Coord.): Tratado de extranjería: aspectos civiles, penales, administrativos y sociales, Aranzadi, 2006, pág. 281. FERNÁNDEZ COLLADOS, M.B.: El estatuto jurídico del trabajador extracomunitario en España, Laborum, 2007. MOLINA NAVARRETE, C.: “Los nuevos Estatutos de Autonomía y el reparto competencial en las materias de empleo, trabajo y protección social”, Trabajo y Seguridad Social, núm. 283, 2006. NAVARRO NIETO, F.: “Empleo, inmigración y marco autonómico de relaciones laborales”, Aranzadi Social, núm. 7-8, 2008. ROJO TORRECILLA, E. y CAMAS RODA, F.: “La reforma de los estatutos de autonomía y su impacto en la normativa estatal de inmigración”, Revista del Ministerio de Trabajo e Inmigración, núm. 80, 2009. SANTOLAYA MACHETTI, P.: “Extranjería y nuevos estatutos de autonomía”, Revista d´estudis autonòmics i federals, núm. 4, 2007. Cfr. ROJO TORRECILLA, E. y CAMAS RODA, F., op. cit., pág. 106. 10 11