A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 27 de junio de 2012, habiéndose dispuesto en el establecido, Acuerdo 2078, de que conformidad deberá con observarse lo el siguiente orden de votación: doctores Soria, Negri, Genoud, Pettigiani, de Lázzari, Hitters, Kogan, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa C. 98.754, "P. , R. L. contra A. , H.M. . Divorcio". A N T E C E D E N T E S La Sala I de la Cámara Segunda de Apelación en lo Civil y Comercial del Departamento Judicial de La Plata -por mayoría- revocó el fallo de primera instancia en cuanto había incorporado al proceso liquidativo el inmueble asiento del hogar conyugal que ocupa la actora, el que queda excluido. Se interpuso, por la parte demandada, recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley. Dictada la providencia de autos y encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente C U E S T I Ó N ¿Es fundado el recurso extraordinario inaplicabilidad de ley? V O T A C I Ó N de A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Soria dijo: 1. Los antecedentes de la causa son los siguientes: a) El 18 de junio de 1987 la actora inició juicio de divorcio contradictorio y división de bienes el juicio contra el demandado (fs. 38/41). b) contradictorio se El 20 de agosto transformó en de 1987, "Divorcio por mutuo consentimiento" (arts. 205-215 y 236, C.C.) y las partes convinieron que habitarían conjuntamente el inmueble asiento del hogar conyugal de la manera que explicitaron. El 17-XII-1987 se dictó sentencia de separación personal (v. fs. 111 y 125/126) la cual fue posteriormente convertida en divorcio vincular (v. fs. 372/373). c) El 27 de octubre de 1989 la Sala Segunda de la Cámara de Apelación en lo Criminal y Correccional de La Plata dictó sentencia condenando al demandado a diez años de prisión, accesorias legales y costas como autor responsable del delito de estupro calificado por el vínculo en perjuicio de su hija, de 14 años de edad; relación que dio lugar a la gestación y el nacimiento de un niño (v. fs. 215/228). d) El 19 de agosto de 1994 el demandado luego de haber recuperado la libertad- solicitó el cumplimiento del convenio homologado y que se le permita el ingreso a la parte de la sede del hogar conyugal que le fuera asignada oportunamente (fs. 211/212). La actora se opuso y el juez de primera instancia el 16 de setiembre de 1994 resolvió que "corresponde acordar a la madre la utilización exclusiva del inmueble que fuera asiento del hogar conyugal para que lo habite con sus hijos menores, sin perjuicio que en el momento oportuno y si se considera con derecho se haga valer lo normado por el art. 211 del C. Civil en atención a lo dispuesto por el art. 217 del mismo ordenamiento legal (arg. art. 231 del C. Civil; v. fs. 234)". e) El vencimiento de la pena por el delito cometido por el demandado operó el 11 de agosto de 1996 (fs. 284). f) El 29 de marzo de 2001 el demandado solicitó habitar el inmueble en cuestión (fs. 241/242) y el 8-VII-2002 promovió incidente de división de bienes (fs. 296/297). La actora se opuso (fs. 304) y a fs. 462/465 el juez de primera instancia determinó la liquidación de los bienes mediante pública subasta. g) Apelado el fallo por la actora, la Cámara -por mayoría- dictó la sentencia en crisis en la que excluyó del proceso liquidativo el inmueble asiento del hogar conyugal que ocupa la actora (fs. 488/492). 2. El tribunal a quo fundó su decisión en que: a) Con posterioridad al dictado de la sentencia de separación de los cónyuges por mutuo acuerdo se otorgó el uso exclusivo del inmueble que fuera asiento del hogar conyugal a la madre dejando a salvo que podía hacer valer el derecho contemplado en el art. 211 del Código Civil. b) El no uso de la vivienda ocasionaría un grave perjuicio a la señora R. L. P. y a sus hijos -hoy mayores de edad- que continúan habitando el inmueble. c) liquidación de No está bienes demostrado que integran que la el proceso comunidad de pueda generar recursos suficientes para proveer de una vivienda a los que ahora se ven amparados en el inmueble en cuestión. d) La incidentista no ha demostrado que no se mantengan en autos los presupuestos que contempla el art. 211 incorporar del el Código Civil, inmueble al y que, proceso de por tanto, proceda liquidación de la sociedad conyugal. 3. Contra dicho pronunciamiento se alzó la parte demandada incidentista por vía del recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley en el que denunció infracción a los arts. 211, 231 y 1306 del Código Civil. Adujo, en prieta síntesis, que el fallo aplicó erróneamente el art. 211 del Código Civil que claramente establece la asignación del hogar conyugal y el impedimento de su liquidación si ello le causa grave perjuicio exigiendo además dos condiciones: que el cónyuge ocupante no diera causa a la separación personal o que el divorcio se declarara en los casos del art. 203 del Código Civil. 4. El recurso es fundado. a. El supuesto creado por la ley 23.515 en su art. 211, es un caso de indivisión parcial o exclusión de la partición del inmueble que fue asiento del hogar conyugal y cuya ocupación fue atribuida durante el proceso de separación personal o divorcio vincular al cónyuge no culpable, o liquidación que o de hecho inclusión lo en la continuó ocupando, partición le si causa su grave perjuicio (conf. Ac. 50.597, sent. de 28-II-1995). Para la atribución preferente del uso de la vivienda conyugal se requiere entonces además de que la sentencia de separación disuelva la sociedad conyugal existente entre los esposos y que el peticionante resida efectivamente en la vivienda al momento de accionar, sea porque le fue atribuida precariamente durante el juicio, o porque de hecho (con o sin acuerdo del otro esposo) continuó ocupándola, que quien peticiona la indivisión sea el cónyuge declarado inocente o se trate del supuesto contemplado en el art. 203 del Código Civil y que la partición del inmueble pueda ocasionar un grave perjuicio al inocente o al enfermo (conf. Alberto J. Bueres, Elena I. Highton, Código Civil ... T. 1, comentario al art. 211). Un sector de los autores ha entendido que también está legitimado para invocar los beneficios de la norma el cónyuge a quien se le otorgó la tenencia de los hijos menores; acentuando de tal modo la protección del interés superior del niño. Según este criterio cabe reconocer legitimación al cónyuge que ejerce la tenencia y no ha sido declarado inocente en el proceso de divorcio o separación (conf. Aída Kemelmajer de Carlucci, "Protección jurídica de la vivienda familiar", ed. Hammurabi, pág. 258 y ss.; Ferrer, Medina, Méndez Costa, "Código ... Derecho de Familia", Tomo I, comentario al art. 211). b. Siguiendo esta tesitura y teniendo en cuenta además las particularísimas circunstancias que se dan en esta causa el juez de primera instancia resolvió a fs. 234 "acordar a la madre la utilización exclusiva del inmueble que fuera asiento del hogar conyugal para que lo habite con sus hijos menores, sin perjuicio que en el momento oportuno y si se considera con derecho se haga valer lo normado por el art. 211 del C. Civil..." (v. fs. 234 y vta.). c. A tenor de lo resuelto -por mayoría- en la decisión ahora en crisis el pronunciamiento de fs. 234 otorgó el uso exclusivo del inmueble a la esposa para que lo habite con sus hijos, dejando a salvo la posibilidad de que, en su momento, haga valer el derecho previsto en el art. 211 del Código Civil. A juicio de la alzada, en la especie no se trató de una atribución en los términos del art. 231 del ordenamiento civil, resolviéndose que la esposa podía hacer valer el derecho contemplado en el citado art. 211, "motivo por el cual mal puede en esta instancia ponerse en duda que, la índole de la separación personal, luego convertida en divorcio vincular, ésta no tenga más la posibilidad de hacer uso de una prerrogativa que le fuera reconocida mediante decisorio que adquirió firmeza antes que ahora" (v. fs. 491 y vta.). A ello añadió el gravamen que la incorporación del bien a la liquidación ocasionaría a la señora P. que desde entonces vivió allí en compañía de sus hijos otrora menores -hoy ya mayores- evidenciándose el grave perjuicio para la nombrada y el núcleo familiar. En suma, en el discurrir de la mayoría de la Cámara el auto de fs. 234 habría ya resuelto la potestad de la cónyuge a hacer valer sus derechos en los términos del art. 211 del Código Civil, por lo cual subsistiendo el grave perjuicio en caso de liquidarse corresponde excluir a éste de la partición. del inmueble d. Esta interpretación ha merecido una réplica directa y concreta del señor A. . i] Como apunta el recurrente, el tribunal de la instancia soslayó indebidamente que el auto de fs. 234 otorgó el "uso" exclusivo del inmueble a la "madre" para que los habite "con sus hijos menores". En efecto, la citada decisión tuvo presente la situación fáctica de aquel momento, motivada en la existencia de hijos menores y encontró fundamento por analogía en lo establecido en el art. 231 del Código Civil, asignando el uso del hogar conyugal a la madre juntamente con el otorgamiento de la "guarda" de los hijos del matrimonio. Pues bien, conforme dispone el art. 211 del Código Civil en su parte final, puede declararse "la cesación anticipada de la locación o de la indivisión si desaparecen las circunstancias que le dieron lugar", siendo que en el sub lite, aquella solución adoptada frente a la petición del cónyuge de cohabitar en el inmueble -y no ante un pedido de venta del bien-, lo fue en razón de la existencia de hijos menores de edad que hoy día ya no lo son. De ahí que aún cuando éstos continúen habitando el inmueble, era carga de la actora acreditar al oponerse al presente incidente que el "grave perjuicio" de incluirlo en el proceso de liquidación y partición del que habla la norma todavía persiste, máxime teniendo en cuenta la existencia de otros bienes que integran la sociedad conyugal (v. fs. 296 y ss., art. 375 del C.P.C.C.). ii] Del otro, asiste razón al quejoso al descartar que la salvedad contenida en el auto de fs. 234 apuntó a dejar abierta la posibilidad en el momento oportuno "y si se considerara con derecho" para que la cónyuge hiciera valer lo normado por el art. 211 del Código Civil en atención a lo dispuesto por el art. 217 del Código citado (con arg. del art. 231 del C.C.). Empero, tal como surge de la reseña de antecedentes de la causa efectuada, si bien la señora R. L. P. originariamente contradictorio, inició finalmente el un juicio mismo fue de divorcio transformado en "divorcio por mutuo consentimiento" (art. 205, C.C., t.o. ley 23.515); separación personal convertida en divorcio vincular (art. 238 del mismo ordenamiento), razón por la cual no cabe calificar a la accionarte como parte "inocente" en el divorcio y no se ha tampoco invocado ni acreditado la calidad de cónyuge "enfermo" del art. 203 del Código Civil. Por todo ello, no existiendo declaración de inocencia de ninguno de los cónyuges, hijos menores de edad, ni encuadre en la causal del art. 203 del Código Civil, corresponde incluir en el proceso liquidativo el inmueble asiento del hogar conyugal (art. 211, C.C.). Voto en consecuencia, por la afirmativa. Los señores jueces doctores Negri y Genoud, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Soria, votaron la cuestión planteada también por la afirmativa. A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Pettigiani dijo: Disiento con el distinguido colega que abre el acuerdo. I. 1. El oportuno rechazo de la petición del aquí recurrente de que se cumpliera el convenio homologado en autos con fecha 17-XII-1987, por el cual se le atribuía distintas comodidades en el que fuera asiento del hogar conyugal y se le asignara la utilización exclusiva a R. L. P. para que lo habitara con sus hijos, lo fue en atención a las particulares circunstancias por las que atravesaba el peticionante intereses progenitora y de por los (v. fs. aparecer menores inconveniente que 211/212 allí vta., para habitan 229/229 vta. con y los su fs. 234/234 vta.). En el mentado resolutorio a continuación el magistrado de intervención señaló en relación a la señora P. : "... sin perjuicio que en el momento oportuno y si se considera con derecho se haga valer lo normado por el art. 211 del C. Civil en atención a lo dispuesto por el art. 217 del mismo ordenamiento legal (arg. art. 231 del C. Civil)...". Tal decisorio fue consentido por las partes. 2. A posteriori el juez de primera instancia desestimó la oposición de la señora P. (fs. 304/306) y ordenó la liquidación de los bienes integrantes de la sociedad conyugal individualizados a fs. 296 punto II aps. 1 y 2 (la construcción de un inmueble -en el caso el que fuera asiento del hogar conyugal edificado sobre un terreno bien propio del señor A. - y dos lotes de terreno) mediante la realización en pública subasta. 3. Dicho decisorio fue cuestionado por la señora P. mediante recurso de apelación cuyo memorial obra a fs. 472/474, el que recibiera la réplica de la contraparte a fs. 476/479. 4. La Cámara dictó la sentencia ahora en crisis modificando la sentencia recurrida de fs. 462/465 en cuanto ordenaba la realización de los bienes que integran la sociedad conyugal debiendo previo a ello, disponerse la confección de un inventario y avalúo de los mismos como punto de apoyo al acto particionario en sí, y la revoca en cuanto incorpora al proceso de liquidación el inmueble asiento del hogar conyugal que ocupa la actora, el que queda excluido, imponiendo las costas de ambas instancias por su orden (fs. 488/492 vta.). 5. Se alzó contra dicha sentencia el señor H. M. A. mediante recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley que luce a fs. 494/497. 6. A fs. 546/547 vta. obra elevación del señor Procurador General señalando que no le corresponde intervenir en los presentes. 7. La contraparte presenta la memoria que autoriza el art. 284 del Código Procesal Civil y Comercial a fs. 554/556 vta. II. 1. Encuentro que el a quo -en mayoríafunda su sentencia en un argumento liminar en relación a la sentencia interlocutoria de fs. 234/234 vta., por el que como vimos se atribuyera el uso de la vivienda a la señora P. , cual es que: "Cabe resaltar que tal resolución fue dictada con posterioridad al dictado de la sentencia de separación, motivo por el cual no puede afirmarse que la atribución fuera provista en los términos que contempla el artículo 231 del Código Civil para la concesión del beneficio". "Por otra parte, en la mentada resolución se dispuso que la cónyuge podía hacer valer el derecho contemplado en el artículo 211 del Código Civil, motivo por el cual mal puede en esta instancia ponerse en duda que, por la índole de la separación personal, luego convertida en divorcio hacer uso vincular, de una ésta no prerrogativa tenga que más le posibilidad fuera de reconocida mediante decisorio que adquiriera firmeza antes que ahora" (fs. 491 vta.). Tal fundamento relativo a la existencia de cosa juzgada respecto de la aplicación en el sub lite de lo dispuesto en el art. 211 del Código Civil conforma lo medular de la sentencia, más allá de su acierto o error. A su turno el recurrente sostiene la errónea aplicación de toda disposición legal, como en el caso, que formule distinciones en la división de la sociedad conyugal, cuando uno de los dos cónyuges resulte culpable, concluyendo que no existiendo declaración de inocencia a ninguno de éstos; ni hijos menores de edad; ni encuadre en la causal del art. 203 del Código Civil, la vía de división de los bienes de la sociedad conyugal in totum deviene procedente. Como vemos surge sin hesitación que no se hace cargo en su embate de la autoridad de cosa juzgada que otorgó el a quo a lo decidido a fs. 234/234 vta. respecto de la aplicabilidad del mencionado art. 211 del Código Civil, limitándose a paralelar lo decidido según su propia versión, lo que demuestra la insuficiencia del recurso. Tampoco se hace cargo el recurrente de rebatir los demás argumentos que conformaron el decisorio de fs. 488/492 vta., reseñados en el punto 2 del voto del doctor Soria, señalando la violación o errónea aplicación de la ley o el absurdo valorativo, lo que sella la suerte adversa del recurso de inaplicabilidad de ley traído (art. 279 del C.P.C.C.). 2. A mayor abundamiento, en rigor la ley no exige una declaración de inocencia del beneficiario de la atribución de la vivienda, sino que no haya sido calificado judicialmente como el culpable de la separación (que no haya dado causa a la separación personal) o a todo trance, que no haya incurrido en alguno de los supuestos dirimentes que trae el art. 210 del Código Civil. En cuanto a la demostración del "grave perjuicio" que se seguiría de la liquidación del inmueble cabe presumirlo en quien ya tiene atribuida la vivienda, máxime atendiendo a las circunstancias de autos, por lo que es la otra parte la que debería alegar y demostrar la inexistencia de perjuicio, en su caso. Por último, robustece la solución a la que se llega por la vía del principio de cosa juzgada, el que la misma sea la que mejor consulta el interés familiar y, más allá de que ya los hijos no sean menores, la que sin duda favorece la unidad familiar. Voto por la negativa. Costas al recurrente (art. 289 del Código Procesal Civil y Comercial). A la cuestión doctor de Lázzari dijo: planteada, el señor Juez 1. Adhiero al voto del doctor Pettigiani, sin dejar de señalar algunos conceptos. 2. expuestos por el Los aspectos Ministro del que caso me detalladamente precedió en lo que respecta al alcance de la resolución de fs. 234 así como la interpretación al condicionamiento pueda acogerse al Código Civil, sobre pretensión en las derecho la para acordado base de situaciones en la de que el el art. cónyuge 211 improcedencia ruptura de conyugal del la sin atribución de culpa, merece una explicación adicional. Las características de los hechos que en ese juicio de valor relacional hizo la instancia (conf. fs. 234), a tenor de resultar el señor A. autor penalmente responsable del delito de estupro calificado por el vínculo padre-hijo y de cuya relación nacimiento de incestuosa un niño se (fs. produjo 216), la gestación trajo un y el impacto al sistema familiar que tiene virtualidad para reconocer los reclamos éticos originados en la posición que la señora P. ocupa en la familia y que el ordenamiento jurídico en su conjunto no puede desconocer en mira de proteger los vínculos familiares de quienes han quedado más lastimados. Máxime cuando lo que aquí está en juego es encontrar la solución que sea más beneficiosa para el desarrollo pleno de las personas a las que se aplica la norma y, que a su vez, dicha norma o solución aplicada colabore en la consolidación del sistema de derechos humanos (arts. 17 y principio pro homine, 29, Convención Americana de los Derechos Humanos, 14 bis y 75 inc. 22 de la Const. nac., ver mi voto en C. 97.191, sent. del 9-VI-2010 y sus citas). Precisamente, como juez no puedo desentenderme del resultado de la interpretación en el sentido que incluso desde una mirada sesgada de los condicionamientos previstos en el art. 211 del Código Civil en lo que respecta a la atribución de culpa pareciera que por las circunstancias de la causa recién explicitadas el correlato normativo peca por estrechez; mas en una interpretación acorde a las exigencias sociales la solución propiciada armoniza con el interés familiar. Tengo en cuenta, para ello, lo expresado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la sentencia del 23 de noviembre de 2009, en el caso "Radilla Pacheco vs. Estados Unidos mexicanos": "No sólo la supresión o expedición de las normas en el derecho interno garantizan los derechos contenidos en la Convención Americana, de conformidad a la obligación comprendida en el art. 2 de desarrollo observancia dicho de instrumento. prácticas efectiva de También estatales los se requiere conducentes derechos y a el la libertades consagrados en la misma. En consecuencia, la existencia de una norma no garantiza por sí misma que su aplicación sea adecuada. Es necesario que la aplicación de las normas o su interpretación, en manifestación del ajustadas mismo al tanto orden prácticas público fin que jurisdiccionales estatal, persigue el se y encuentren art. 2 de la Convención" (párrafo 338). Agregó, asimismo, en relación con las prácticas judiciales, "que este Tribunal ha establecido en su jurisprudencia que es consciente de que los jueces y tribunales internos están sujetos al imperio de la ley y, por ello, están obligados a aplicar las disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la Convención Americana, sus jueces, como parte del apartado del Estado, también están sometidos a ella, lo que les obliga a velar porque los efectos de las disposiciones de la convención no se vean mermados por la aplicación de leyes contrarias a su objeto y fin" (párrafo 339). 3. Por las razones expuestas y en concordancia con lo expuesto por el doctor Pettigiani, voto por la negativa. Costas al recurrente (art. 289, C.P.C.C.). El señor Juez doctor Hitters, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Pettigiani, votó también por la negativa. La señora Jueza doctora Kogan, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor de Lázzari, votó también por la negativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, por mayoría, se inaplicabilidad de rechaza ley; el con recurso costas extraordinario (arts. 68 y de 289, C.P.C.C.). Regístrese, notifíquese y devuélvase. EDUARDO NESTOR DE LAZZARI HECTOR NEGRI JUAN CARLOS HITTERS DANIEL FERNANDO SORIA LUIS ESTEBAN GENOUD HILDA KOGAN EDUARDO JULIO PETTIGIANI CARLOS E. CAMPS Secretario