Autor: Mabel Cordero Peruana Licenciada en Educación. Consejera en Logoterapia y Análisis Existencial. Especialista en orientación pastoral. Docente del Instituto Peruano de Logoterapia y Análisis existencial ENCONTRANDO EL SENTIDO Para mí el sentido es vivir con esperanza, valorar la vida que tengo, valorar la salud y a aquellos que están a mi lado, reírme de las cosas sencillas que antes significaban momentos de tensión y que ahora son aprendizajes; entender a los que transitan a diario conmigo en el camino de la vida, buscar entender sus razones, sus circunstancias y aceptar que llegaron a mi vida por alguna razón y que aunque parezcan similares sus circunstancias no son las mías. También es parte de mi sentido el poder desempeñarme en un trabajo, sentir que al realizarlo no solo hay un interés económico sino que es la forma de llegar a los demás, es la forma de devolver lo que he recibido, a través de él puedo trascender y dejar una huella; es el espacio en el cual se me presenta la oportunidad de retarme para seguir adelante y poder trabajar en aquello que me limita y que podría cambiar si así lo decido. Y ahora que mencioné mis limitaciones, quiero contarte que parte de encontrar este sentido fue el hecho de conocerme, saber que he vivido con muchos temores, con desconfianza y sin darme el espacio que necesito para realizar lo que realmente estoy llamada a realizar. No hacía uso de mi libertad por temor a no ser aceptada o no recibir la aprobación de quienes pensé “me daban permiso para existir”, fue difícil mirarme y aceptar que traía todo esto conmigo, el primer día que fui a terapia y pude descubrir muchas cosas acerca de mí sentí como si me hubiera hecho un examen para descartar una enfermedad y este hubiera dado positivo. Ahora también aparecen los temores y las ideas antiguas, pero son recibidos y atendidos por mis ideas de esperanza, por mi elección de vivir en libertad y responsabilidad; por mi deseo de acompañarte y compartir contigo lo que conocí y recibí desde la Logoterapia; este camino lleno de sentido por el cual agradezco, a Dios desde mi fe y a todos aquellos que me acompañan a encontrar mi propio sentido. Aparecen los temores y las ideas antiguas, pero son recibidos y atendidos por mis ideas de esperanza, por mi elección de vivir en libertad y responsabilidad.