Ejido Presidente Díaz Ordaz Valle de Vizcaíno, B.C.S. Sr. Gabriel García Rodríguez FUNDADOR FUNDACIÓN Presentación C on este trabajo que se sustenta en las memorias relatadas por el mismo don Gabriel García Rodríguez, su familia, hacemos un modesto pero muy sentido reconocimiento, padre, abuelo, bisabuelo, tatarabuelo de muchos y patriarca de esta gran familia en la que Dios nos concedió nacer. Asimismo a los sobrevivientes de esa gran generación que osó desafiar el desierto y que gracias a todos y cada uno de ellos hoy nos regocijamos del producto de su Victoria, así con mayúscula, porque estamos seguros de no volver a ver otra lucha como ésta en la que solo veinte espíritus guerreros dieron la pelea y sí, vencieron el desierto!. Haciendo énfasis en que es un reconocimiento personal familiar, y porque lo aquí grabado podría llegar a manos de quien habrá tenido injerencia en modo alguno en el proceso de colonización, a esos, de antemano extendemos una disculpa si omitimos algo que eso sí, sería involuntario o bien no nos consta pues quien esto escribe fue testigo partícipe de esa aventura, y que del lado de quien homenajeamos nos tocó presenciar el "parto del desierto" . No es en rigor un documento cronológico ni pretendemos en manera alguna suplantar el por demás merecido reconocimiento que debemos a los fundadores de este Valle, a lo que conminamos a las nuevas generaciones para que recaben de quienes les anteceden y que tengan arraigo y sus afectos en esta generosa tierra, imágenes y testimonios que enriquecerían un documento en el que se pudiera plasmar la 1 historia completa de la fundación y desarrollo de nuestro querido Valle de Vizcaíno. A nuestra madre, Sra. Enedina Araiza Calderón (Ɨ), que con su sacrificio, apoyo y amor por la gran familia que formaron con papá hicieron de éste valle, un valle más fecundo no solo en lo material sino en principios y valores que practican desde el más pequeño hasta el mayor. Apartado especial merecen las compañeras heroínas de este sueño, a quien reconocemos en todo lo que vale su gran aportación, mujeres a las que también la historia que habrá de escribirse sobre la colonización les debe ese gran reconocimiento especial porque especiales fueron ellas. Con todo nuestro afecto, a los que sobreviven, con mayor razón a quienes se nos adelantaron y que una vez cumplida su misión "regresaron a la Casa del Padre", rindieron tributo y se entregaron a esta generosa tierra, quienes junto con nuestro Sr. Padre Don Gabriel García Rodríguez hicieron posible lo que hace 50 años soñaron, ¡feliz 50° Aniversario de tu sueño realizado papá!, en el amor de tus hijos, nietos, biznietos y tataranietos. Con el cariño de todos tus hijos. Valle de Vizcaíno, Baja California Sur Agosto 24 de 2016. 21 de Agosto de 1966, Plaza de Armas Ignacio Zaragoza de Villa Constitución, el Lic. Hugo Cervantes del Río, Gobernador del entonces Territorio entrega al C. Gabriel García Rodríguez, la Enseña Patria con que abanderaron el campamento a su llegada. 2 La Aventura N ada habría sido posible sin la atención que un señor de gran estatura moral tuvo para conmigo, me refiero al Sr. Óscar Plata Beltrán, a quien guardo profundo agradecimiento pues resulta que por cuestiones personales ajenas a mi voluntad, dejé de asistir a juntas y por lo tanto aportar lo monetario que se requería para la operación del grupo, así que yo ya me sentía sin el derecho y excluido del plan. Con todo y eso, el Sr. Óscar Plata me repitió la invitación, insistió y me convenció para que me reincorporara ya que él tenía la representatividad del grupo que desde 1964 venía luchando por la colonización; en 1966 como representante recibió de manos del propio Presidente de la República Lic. Adolfo López Matéos la Resolución Presidencial de dotación del Ejido y autorización del Nuevo Centro de Población Ejidal. Don Óscar Plata Beltrán , recibe de mano del Sr. Presidente Adolfo López Matéos la Resolución Presidencial que dio origen al Ejido “Presidente Díaz Ordaz”. (Foto propiedad del Sr. Óscar Plata) 3 E l traslado de los “primeros 20" se hizo en un camión grande a cargo de un Señor muy famoso en la Paz, chofer del Gobierno del Territorio, don José “El Poche” Cabrera, así apodado, también un estaquitas y la comitiva toda a cargo del señor Mario Ulloa al que algunos compañeros apodaban “Gato Amarillo” pues era un señor Güero y venía por parte del Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización D.A.A.C., dependiente de la Secretaría de la Reforma Agraria S.R.A., el viaje fue una aventura de varios días en donde sucedieron muchas cosas y como anécdota les platico que el camino era tan estrecho que en algunos tramos había que “darle a pie” pues el camión al dar alguna vuelta pegaba con la plataforma en el cerro, y en otra en el tramo del “Coyote” nos encontramos otro camión en sentido contrario y como ya dije El Sr. Mario Ulloa con algunos de compañeros a nuestro arribo a la población de Santa Rosalía, Baja California Sur. 4 que el camino era tan estrecho que cabía solo un camión y en esos casos había que considerar porqué y a quién le urgía mas el paso pues había que maniobrar de reversa hasta encontrar un espacio adecuado en donde el que cedía el paso pudiera salir del camino y considerando que algunos tramos eran por demás peligrosos pues había voladero, entonces tuvo su riesgo ese encuentro y todos los que en su tiempo hubieron de pasar por esos caminos de antes. Cuesta de Las Vírgenes. A grandes rasgos así fue el primero de muchos viajes que tuvimos que hacer entre la ilusión, emoción y la incertidumbre de enfrentar lo que entonces para la mayoría era una novedad, no así para mi que ya habíamos enfrentado otra gran aventura en compañía de mi papá el Sr. José García Valladolid, mis hermanos Eduardo, Carlos, todos ya finados y nuestras respectivas familias, allá por los años cincuentas la 5 colonización también del Valle de Santo Domingo, hoy Cd. Constitución, con la misma idea de cultivar la tierra, lo que no fue posible por diferentes motivos que algunos de ustedes conocen y que son material para relatar en otro aparte. Tramo del camino de Santa Rosalía a San Ignacio. Volviendo al primer viaje que después de las “peripecias” nos dimos una idea de todo lo que tendríamos que pasar cada vez que pensáramos en regresar, era algo así como “atrapados sin salida”, finalmente el día 24 de agosto de 1966 emocionados y maltrechos llegamos y se estableció el que fue nuestro campamento desde el día de llegada hasta el mes de Diciembre del mismo año, este quedó aproximadamente a 6 kilómetros del Rancho “El Tablón” y la misma distancia de el Rancho “El Piloto” y en medio del desierto, debajo de un cardón, entre el silencio y nuestra “soledad” se izó la Bandera de México que días antes recibí de manos del entonces 6 Gobernador del Territorio Sur de la B.C., Lic. Hugo Cervantes del Río, en señal de la lucha que iniciaba un puñado de hombres en contra del desierto, lucha que continua después de estos primeros 50 años pero ya en manos de las siguientes En medio del desierto, entre el silencio y nuestra “soledad” se izó la Bandera de México que días antes recibí de manos del entonces Gobernador Lic. Hugo Cervantes del Río. generaciones que integran nuestros hijos y los hijos de ellos, de la que los resultados están a la vista y que si bien es cierto este afán no acabará porque todo se puede mejorar, así y todo ya nació de ese afán un pueblo después de el Ejido que alguna vez fue ejemplo a nivel mundial de su organización y tecnología que vinieron a conocer desde países tan lejanos como China e Israel allá por el año de 1976. De este campamento entre fines de 1966 y principios de 1967 7 nos trasladamos a lo que sería “el Poblado Viejo”, al que nunca le pusimos nombre pues sería algo temporal, construimos viviendas desmontamos, trazaron calles, se perforó un pozo y hasta linea eléctrica llegamos a tener, aunque esto ya fue al tiempo de habernos establecido y solo por unas cuantas horas algún día a la semana. En la foto en plena faena de desmonte, motivados por la premura de ver esa tierra produciendo. En este punto es oportuno recordar que yo llevaba una lámpara de petroleo “Coleman” de esas de capuchón, a la que después de meterle presión funcionaba de maravilla, pues iluminaba muy bien y así, antes de que pudiéramos disfrutar del “servicio eléctrico”, esta lamparita fue la que dio la batalla para todos los “eventos” que eran muy esporádicos como misas, bailes y lo principal, iluminarnos por la madrugada para hacer pan, si, porque fue durante mucho tiempo el único placer que pudimos brindar a la población, pan recién horneado como hasta la fecha lo hacen algunos de mis hijos. Para esto menciono y agradezco desde este espacio al popular “Chacho” Meza de San Ignacio que fue el que me “financió” 8 ofreciéndome a crédito los insumos necesarios para poder producir el pan que nos deleito por buen tiempo ya que no se conseguía nada de esto, solo saliendo a las poblaciones de San Ignacio o Guerrero Negro que eran las mas cercanas y que hoy por carretera en un rato vas y vienes, pero entonces entre médanos y desierto era una aventura llegar a éstas. Camino en el tramo Santa Rosalía y San Ignacio. Esta etapa particularmente fue una de las más difíciles pues había que ingeniarselas para allegarnos recursos en lo económico y así sostenernos y ayudar un poco a la familia que se quedó esperando que nos estableciéramos para después venirse, haciendo aquí un reconocimiento y muy agradecido siempre por la comprensión y apoyo de mis hijas mayores y su mamá, la que compartió conmigo anhelos y logros, ya que sin su aportación nunca habríamos materializado este sueño. En este espacio también debo reconocer a cada familia de los que habitaban estas tierras desde antes que nosotros llegáramos, su buena disposición pues de mi parte solo guardo agradecimiento y especialmente a mis compadres Don Urbano 9 y Doña “Nico” del Rancho “El Tablón”, ya finados; a sus hijas e hijos que algunos se integraron a esta gran familia y ahora forman parte del engrandecimiento de este valle junto con sus hijos. Recordamos también a los habitantes de los Ranchos “El Caracol”, “Los Mártires”, Los Ángeles”, “San Pedro”, “Lagunitas” y “San Francisquito”, en donde los que podían se tomaron algún tequilita o cerveza y con mejor suerte hasta pudieron bailar pues las bailadoras eran escasas y tenían que atender la venta de la bebida porque al igual que nosotros, para las célebre “Tías” era otra manera de multiplicar sus ingresos vendiendo alguna bebida de éstas, que para entonces y en el desierto era como el agua de un oasis. En términos generales la gente ya establecida siempre se portaron muy bien con nosotros, por eso agradecidos los recordamos en éstas memorias. También porque no, a los “Falluqueros” que se aventuraron y llegaron para ofrecer sus mercancías y que algunos hasta se quedaron como el popular “Kili” Suárez, Don Tomas y otros que no lo eran pero que compartieron con nosotros además del producto de su cacería o pesca, su amistad, como con la que me honró mi gran amigo “Chemala”. Así fue que conviviendo entre nuevos amigos, se arraigo en algunos de nosotros el gusto por el café de “talega”, las tortillas de harina, la machaca y aquellos quesos que se producían en el tablón, caros gustos por lo sabroso no por el precio, porque incluso algunos de estos productos nos salían regalados o bien hacíamos trueque cambiando por el preciado pan de “Gabriel”, ¡no había mas! 10 Con mi amigo “Chemala” después de mucho tiempo de no vernos, disfrutando un buen café. Para todo esto fue que tuvimos en principio que variar el trabajo colaborando en la construcción del bordo en San Ignacio, con el trazo, brecheo y desmonte de caminos, las perforaciones del poblado y el pozo 8 y poder establecer la parcela común de la que pudimos aprovechar la primera cosecha de maíz, frijol y algo de hortaliza, alrededor del año de 1967 / 68. Vista desde el bordo construido por nuestra gente. 11 Después hay mas, mucho que platicar pero ya es después, como la llegada de los compañeros de la “Segunda Etapa”, el traslado de la familia, el cambio del “Poblado Viejo” al Ejido y mas, pero de la fundación, esta que platico desde mi punto de vista y que permite recordar a mis compañeros “Fundadores” y que son los siguientes a como me voy acordando: Óscar Plata Beltrán, que fuera nuestro primer representante. Prudencio Ramírez. Moisés Barrón. Bonifacio Fonseca. Primitivo (de Santiago) no recuerdo el apellido. Carlos Trejo. Martín Urista. Faustino Urista. Pedro Banda. Marcos Herrera. Marcelino Zavala. Luis Alvarado. Ismael Rodríguez. Adolfo López. Víctor Collins. Salvador Peña. Juan Razo, (el viejo). Luis Solís, (el viejo). Manuel Pérez. José López. Luis Pedraza. Melecio García. y el que relata, Gabriel García Rodríguez. Cabe mencionar que de esta relación son los originales aunque de ellos algunos fueron sustituidos, pues algunos no se quedaron. 12 En la Actualidad En la foto papá preparando la parcela para la siembra de frijol. En la foto coronando la Reyna de las fiestas del ejido en el 49° Aniversario. 13 del Editor: Q uizá porque vemos “los toros desde la barrera” y no se si ya se habrá hecho pero como sugerencia propondría una galería con las imágenes de los fundadores como reconocimiento a su esfuerzo, en una sala de la sede de las oficinas del ejido, ¡mínimo!. Se pugne por la construcción “aguas arriba” de obras que capten el recurso cuando llega a llover, ya que entre el gasto en el valle y lo que se comparte con nuestros hermanos de la costa por medio del acueducto es que el acuífero no recupera lo suficiente y ahora esta de moda entre el gobierno federal autorizar explotaciones como a las mineras y porque tal vez les estorbemos ahora resulta que Roberto Ramírez de la Parra, titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), hizo declaraciones en cuanto a este recurso en el valle y han de querer que desaparezca pues dice que para nosotros no hay ya agua suficiente. Por otra parte se ha venido evidenciando la corrupción de los designados por el gobierno federal en la administración de la salinera, los que cada día regatean más las participaciones que por derecho del uso de sus tierras les corresponden a los ejidos, todo esto sumado al aislamiento y atención que los gobiernos locales han postergado, obliga a los habitantes de este valle a permanecer hermanados para sostener el crecimiento en todo sentido de nuestro querido Valle de Vizcaíno. Responsable de la publicación: C. Gonzalo García Araiza 14 Créditos © Esta contribución a la memoria y modesto homenaje a los “Fundadores” del Valle de Vizcaíno, fue relatada por el Sr. Gabriel García Rodríguez (fundador) y recopilada, capturada y editada por el C. Gonzalo García Araiza. Edición electrónica. En el ejido Díaz Ordaz, Valle de Vizcaíno, Baja California Sur. Agosto 24 de 2016, en el 50° Aniversario de fundación del Ejido Díaz Ordaz y Valle de Vizcaíno, Baja California Sur. No está prohibida su reproducción total o parcial con solo citar el crédito y propiedad de las imágenes incluidas en esta obra. * Todas las imágenes son propiedad del Sr. Gabriel García Rodríguez a excepción de la señalada en la Página 3 como propiedad del Sr. Óscar Plata Beltrán y las de las páginas 9 y 11 que fueron tomadas de internet. 15 Ejido Presidente Díaz Ordaz Valle de Vizcaino, Baja California Sur 24 de Agosto de 2016