cafierismo y - pablo davoli

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CAFIERISMO Y “RENOVACIÓN DOCTRINARIA”:
HABLANDO EN EL DÍA DE LA LEALTAD, DE
COPAMIENTOS Y DEFECCIONES..
Por Diego Ceferino Mazzieri
[email protected]
Sinceramente, no iba a invertir ni dos procesos sinápticos por “el Tony”
Cafiero, para encima andar desfalleciendo ante la indiferencia y el “menefreguismo” de quienes
palmadita en espalda se dicen propios. No hay mucha pólvora y hasta el más “chimango” aprendió a
ser rapaz y avocarse a la rapiña, por lo que toda deflagrante pensamiento debe ahorrarse y
avocarse a los que aun vivos continúan con sus cipayadas anti nacionales y pseudo doctrinarias. Sé
que puedo someterme a la descalificación por mis apreciaciones, pero como decía el gran Séneca,
“prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones”.
Tanto panegírico tras el deceso del artífice del “peronismo renovador” más
la apoteosis de dos días de duelo, genera que en una fecha tan sentida para un peronista, como lo es
el 17 de octubre, hasta el más desfallecido o desengañado arrecie en militancia políticamente
incorrecta, pero honestamente genuina.
Vamos hete aquí a hablar del extinto Antonio Cafiero.
Su militancia política comenzó en la década del ‘40; donde lideraba el
“Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas” época en que proclamado “fascista”, simpatizaba
con los “panzer” del Führer. Cuando los “panzer” alemanes comenzaron a retroceder, las
estridencias comenzaron a ceder hasta borrarse, y cuando el Führer se suicidó Cafiero no quiso
imitarlo, lamentable para la Patria, aunque él se proclamaba “católico acérrimo” que así le damos
un poco de cristiana changüí.
Por este antecedente, los partidos políticos no le dieron cabida en ninguna
estructura hasta arribado el peronismo en donde comenzó con sus perradas, fallutadas tales que
hay por lo que ya hay que hacer muy extensiva la changui para considerar que sus actitudes eran de
buena fe. Hacia 1951; la propia Eva Perón interpeló al entonces joven ministro Cafiero, porque este
designó en la Junta Nacional de Carnes al Coronel Benito Bernalcázar, un militar poco condecente a
la causa peronista a pesar que Cafiero pretendió hacerle creer a Evita que el Coronel era afín a
Perón. Fue el propio Cafiero quien narró la interpelación de la esposa del General: “-Cercano, nada,
Cafiero. ¿Sabe cuántos traidores hay al lado de Perón? ¿O usted no sabe que nos sobran
alcahuetes y nos faltan revolucionarios? Usted es joven, pero no es tonto ¿Sabe usted lo que
significa lealtad?”.
Es decir, que la lealtad del ministro fue puesta en duda por la propia Jefe
Espiritual de la Nación, quien tal vez pasó a la inmortalidad sin saber que un ejemplo de
alcahuetería y traición era su interlocutor. Según el “Tony”, llegada la noche la propia Evita llamó a
la casa de los padres de Cafiero por teléfono, para pedirle disculpas “por el exabrupto”. Esto nunca
sabremos si es verdad o no, lo que si sabemos es que Eva Duarte no se equivocó en sus
apreciaciones, dado que el Coronel Bernalcázar, propuesto y designado por Cafiero, en 1955 fue
uno de los golpistas de la Revolución Libertadora. Decíamos que tenemos que dar mucha changui
para creer en la buena voluntad y los errores joviales de Cafiero, puesto que hacia 1975 Cafierito
propendió la parodia con su consecuente tragedia, puesto que le propone a la entonces tercera
esposa de Perón, la Señora María Estela Martínez, que designe a Jorge Rafael Videla como Jefe de
Estado Mayor Conjunto… Como terminó la historia, hasta el más desaprensivo lo conoce…
Continuamos con tal “honroso” curriculum de Mr. Tony.
Con su título de contador, viajó a Estados Unidos para desempeñarse como
agregado comercial en la embajada Argentina en Washington. Allí conoció nada menos que a Sir
David Rockefeller, capo del departamento que en 1945 envío a Spruille Braden para intentar
detener al Coronel Perón. Rockefeller se refería a Cafiero desde entonces como “My dear Tony
Cafiero”. El “dear Tony”, fue designado luego, Secretario de Comercio, donde acometiera la
liquidación del “contrabando Barembaum”, consistente en un enorme contrabando efectuado por
un agente sionista quien para paliar las amarguras que le produjo la persecución Hitlerista decidió
importar en Argentina bajo el rubro de “chatarra” miles de toneladas de “fierros viejos”, para luego
descubrirse que en realidad eran piezas de automóviles desarmados. Descubiertas las
bienaventuranzas del Sionista, este se auto exilio a Uruguay y lucró el mote de “perseguido político
del
peronismo”, por lo que tras la revolución Libertadora, este amigo de Cafierito fue
recompensado primero por Aramburu, y luego por Alzogaray con quien fundó CIERVOGAR, famosa
empresa de vivienda que inopinadamente se incendió y pagó el seguro, cuando sus balances
estaban en quiebra. En el escándalo del “contradando Barembaum”, Cafiero se excusó en que
permitió la liquidación de la chatarra a precios viles, “por la crisis”.
“The Dear Tony”, también devino en decidido impulsor de la exportación de
trigo, y estimando que Jorge Antonio y Tricerri entre otros exportadores argentinos no tenían
“conocimientos suficientes de mercado internacional”; realizó negocios (negociados), con Bunge y
Born. Los exportadores argentinos se quejaron con Perón de que Cafiero había dado el negocio en
condiciones más onerosas que las propuestas por ellos, con la gravedad mayor que las ventajas se
brindaron a un consorcio internacional alevosamente enemigo del régimen peronista. Fue así que
Perón mediante su ayudante, el Mayor Renner, exigió la renuncia de Cafiero en “cinco minutos”,
cosa que Cafierito cumplió, para luego esgrimir públicamente que dimitía porque su condición de
“Católico” le generaba contradicciones de conciencia con el peronismo… Esas contradicciones no se
verían hacia la década de los ’80, cuando durante el alfonsinato Cafiero apoyaba la ley de divorcio…
cosas veredes viables por el tan propicio “quién te ha visto, quién te ve”.
Luego de su dimisión, Cafiero hizo fortuna junto a su hermano Norberto
quien hizo “prosperidad” gracias a negocios devenidos de la venta de provisiones a los barcos de la
flota mercante, mediante contactos que Tony mantenía con funcionarios del gobierno que le
generaban “contradicciones de conciencia”.
Ulteriormente, Cafiero formó familia, y obtuvo un apreciable paquete
accionario junto a notables gorilas en la firma del “emporio Ledesma”. Cafierito por primera vez no
tenía contradicciones intelectivas al asociarse con personajes omnímodos de pelo largo…
Cafierito, como digno amigo de Rockefeller, no podía vivir en el humilde
Abasto, por lo que se mudó a fastuosas propiedades, primero en Martínez y luego en San Isidro.
Hacia 1972, ciertos pretendidos monjes negros de la política, intentaron
hacer lobbie porque Cafiero sea el candidato presidencial de Perón, pero el General respondió a
ello, con una de sus célebres frases: “a Cafiero ni un vaso de agua. Es buen tipo, pero… le gusta
siempre quedarse con los vueltos.” Campora, luego, designa a Cafiero como Presidente de la Caja
Nacional de Ahorro, para luego ser interventor de la Provincia de Mendoza donde gestó el
negociado de las Bodegas Giol; el cual saltó a la luz durante el Proceso militar de 1976, y del cual
Cafiero safó echándole la culpa a un amigo de él y gracias a la intervención del Almirante Massera…
No por nada Massera sería invitado al casamiento de uno de los hijos de Cafiero y éste último a los
abrazos limpios en una escena que al final confundía sobre quienes eran los novios que se
desposaban…
Luego Cafiero deviene ahora en “defensor de la democracia” Alfoncínica; no
sin antes ser candidato por el contubernio surgido en Francia en 1982; el cual proscribió y ordenó
el exilio de la Señora de Perón; comenzando formalmente la traición contra el Movimiento Nacional
al empezar a ser horizontalizada su histórica verticalidad. La candidatura de Cafiero a la
gobernación de Buenos Aires, fue obstada en 1 983 gracias a Herminio Iglesias, quien con quinto
grado y aprendido en la “universidad de la
calle”, sabía muy bien quien era Cafiero. Al
perder
Cafiero
contra
el
compañero
Herminio, el primero se alía con Alfonsín y
junto Grosso y Setti destinan enormes sumas
para realizar lo que se llamó “el congreso de
Rio Hondo”. Estos fastutosos gastos pusieron
en jaque económico al amigo de Rockefeller
pero Alfonsín saldría a su rescate.
Ya
para
1989,
el
destino del peronismo como Movimiento Nacional estaba consolidado: Perón no solo sin sus
manos, sino que la partidocracia que tanto denunciara el General coparía las estructuras,
transformándose el Partido Justicialista en el Partido de la Joda, y siendo el mismo no ya un medio
táctico, sino un fin propio de las democracias liberal burguesas. Sin jefatura vertical tras la nueva
traición a la señora de Perón, y sin el partido como medio, faltaba nomás la abrogación de la
doctrina justicialista. Y hete aquí que frustrados los intentos vandoristas y montoneros del
“peronismo sin Perón”, este ahora venía como anillo al dedo disfrazado ahora con la excusa de
“peronismo renovador”.
Fue así que Cafiero de golpe y porra vuelve a lucrar con la mendaz excusa del
alejamiento de Perón hacia los cincuenta, para mostrarse afín a la democracia cristiana, yendo para
todos lados del brazo de otro demócrata cristiana: José de la Sota.
Todo pasa. Todo queda. La única verdad es la realidad. Y la verdad como tal siempre sale a la luz.
Basta hacer un mínimo proceso sináptico, para entender por qué De la Sota está en el
“justicialismo” (por lo menos discursivamente.). Basta con entender por qué no hace mucho el muy
abyecto dijo que busca “representar lo bueno del peronismo, es decir al tercer Perón”. Una gorilada
tan excecrable que solo puede caber en la cabeza de un peronista doctrinario al recordar que De la
Sota creó una agrupación “pro él”, llamada “La libertadora”; la cual siendo cordobesa y encima
teniendo como logo el rostro del General José de San Martín, trae clara reminiscencia a ciertos
acontecimientos de septiembre de 1955… Basta nomás también recordar como estos “demócratas
cristianos” viajaban en los ’80 a organizaciones internacionalistas sinárquicas en Tel Aviv y en
Alemania. Esa era la “renovación” que proponían…
Párrafo aparte, misma idea textual, el amigo de Rockefeller en una reunión
con Carlos Menem y Carlos Grosso, dijo que “al peronismo hay que cambiarle no sólo su
metodología, sino además su doctrina e incluso su ideología, convirtiéndolo en un partido
pluralista”. (diario Tiempo Argentino, p. 6; 21/12/85)
Ante tamaña declaración, el insigne Dirigente Nacional Justicialista José
Ismael De Mattei, interpeló: “nos vemos en la obligación de decirle a Cafiero, que él tiene muchos
derechos, pero que no posee el de seguir definiéndose como peronista, pues en las declaraciones
señaladas ha negado la base esencial e insustituible del supremo legado que nos dejara nuestro
General Perón, conformando precisamente por esa ideología y esa doctrina que él ahora quiere
reformar. También necesitamos decirle y aclararle que si el planteo del Dr. Cafiero hubiera sido
exclusivamente sobre los métodos pervertidos y la ética pisoteada, muchos le hubiéramos puesto el
hombro. Pero debe comprender que la supuesta defensa de las formas, jamás pueden justificar una
traición. Razón por la cual, puestos también nosotros en la necesidad de optar entre estas y la esencia,
hemos decidido quedarnos con Perón”. Terminaba De Mattei el 25 de julio de 1986: “el problema ya
dejó de ser personal, para transformarse en ideológico irremediablemente, razón por la cual ya no
queda espacio para negociar nada, salvo que se esté dispuesto a participar de la traición”.
A casi tres décadas de estas palabras, lamentablemente, el amigo de
Rockefeller y los amigos de Isaac Rojas, demostraron su disposición a la defección.
Cafiero dijo que tuvo en su vida política “dos maestros”: ¡Perón y Alfonsín!
Como concilió a estos dos líderes políticos Cafiero, excede lo racional puesto que la militancia del
Tony cuando no se basó en la moneda, se basó en la robustez de su rostro…
Hacia 1989, devino el cuento de la “renovación doctrinaria”, conceptos
totalmente contradictorios, puesto que si se renueva un dogma, sea cual sea, en realidad se está
creando otro dogma. De ahí, que si estos personajes fueran peronistas, sabrían que los Justicialistas
desde el propio Perón hacia abajo, hablaban de “actualización”, más nunca jamás de renovar nada.
Esta renovación, implicó confundir los conceptos peronistas de “universalismos”, por el concepto
sinárquico de “globalización”. El amigo de Rockefeller se dio el lujo de profanar aún más la
memoria de Perón, al decir que el General “hubiera hecho lo mismo que Menem”.
En definitiva, la interna Menem – Cafiero fue una puesta en escena, falsas
opciones de la “neo Unión Democrática”, un show de Caza Zonzos.
La “renovación” consistió en cumplir a rajatablas la ideología del infame
Isaac “pollo pelado” Rojas, bajo peronismo herético.
La Constitución de 1994 fue la
antí tesis de la de 1949, no sólo en la inversión
numérica. Se basó en la reforma ilegítima de los gorilas
en 1957. Menem, Duhalde y Cafiero en 1992,
públicamente manifestaron que ellos consideraban las
críticas de la Señora de Perón como “las de una
Argentina más”. No obstante no tenían problemas en
darle autoridad a la palabra de Isaac Rojas. Ni que
hablar de las de Alsogaray,
La idea de Cafiero, no era nada más y nada menos que las directrices del
informe de Lord Franks de enero de 1976, en el cual se sostenía que Inglaterra no le daría tregua a
la Presidente Martínez de Perón al tiempo que se exigía la “renovación” del Peronismo despojado
de sus “elementos nacionalistas y fascistas”. Nada mejor que esto fuera llevado a cabo
ulteriormente, como continuación de las políticas del golpe de estado de 1976, por un amigo de
Rockefeller, por un agente del CIOLs, y por un internacionalista sinarca cristiano… Para el caso,
cualquiera de los ganadores de la falsa interna Cafiero – Menem, cumpliría con el plan del
Departamento de Estado Americano a raja tabla. Y así fue.
Argentina fue “renovada”, tal cual los deseos de los gringos que vinieron a
nuestras costas en 1806 y 1807. Cafierito junto a Menem fueron artífices de los tratados de
rendición incondicional de Madrid de 1990; el Versalles argentino post Malvinas. Primero
arbitraron los medios para que los servicios públicos no sirvan a nadie. Después con esta excusa
justificaron que no sean públicos. Sindicalizaron al Movimiento Obrero. Entregaron kilómetros de
territorio soberano argentino a Chile y a Inglaterra. Expoliaron los recursos naturales. Traicionaron
a Seineldín y a los peronistas “desprevenidos”. Destruyeron la industria nacional. Continuaron las
políticas de Martínez de Hoz. Consolidaron el narcotráfico. Propendieron a las villas miserias.
Entregaron el misil Condor a sus amos. Gestionaron la “desmalvinización” y el sentimiento anti
patriótico. Rindieron tributo al pollo pelado de Isaac Rojas quien por medio siglo insultó a Perón y
al peronismo desde su infame organización, “Acción Patriótica Nacional”, que de patriótico y
nacional tenían lo que Menem y Cafiero. Destruyeron las FF.AA con la excusa del golpe de 1976,
como si los demás países del continente no han tenido golpes de estado y no por eso desguazaron
su defensa… hicieron de la propuesta del Modelo Argentino para el Proyecto Nacional de Perón, el
“modelo cipayo para el proyecto anti nacional”.
Y hoy, 17 de octubre de 2014 por la “renovación”, el peronismo resulta que
se convirtió en “sectario y excluyente” de los peronistas genuinos. El requisito sine qua non para
ser justicialista, es ser gorila y anti peronista.
Tenemos los mismos candidatos de hace treinta años, o “renovados”, pero
todos continuando las políticas de Presbich y Martínez de Hoz. Hay candidados que defeccionan
permanentemente de la doctrina peronista por considerarse “aqggiornados”. En el mejor de los
casos, hay dirigentes que no se mojan por nada, ni cayéndose al río.
Mientras tanto, Perón vive en la mística y el corazón del pueblo decente,
único lugar del que no lo pudieron proscribir. Lo demás, es un internismo falso de la Unión
Democrática, con un pseudo justicialismo que lo integra cuan partidocracia bastarda afiliada a
internacionales sinárquicas, social cristianas, liberales, o marxistas (1982; 1990; 2003). La
ideología de Cafiero es gramscianismo puro. Lo más exponente de la escuela de Frankfurt (tan
idolatrada por la actual Presidente), en nuestras costas…
Los 16 de septiembre dejó de ser el aniversario de la Revolución Libertadora
por ser el de la “noche de los lápices”. EL 17 de noviembre dejó de ser el mérito de Perón para su
vuelta, para pretender venderse como mérito de los militontos siempre cuestionados por Perón,
amén de expulsados. El Copyright de la macha peronista mandóse a registrar en algún lugar
indecoroso del cuerpo humano. Las organizaciones libres del pueblo fueron reemplazadas con el
concepto vacío de “ONG”. Se destruyeron las escuelas técnicas y se censuró a las de formación de
cuadros y/o doctrinarias. El movimiento patriótico, militar y católico del 9 de junio de 1956,
resultóse monopolizado por ciertos sectores que históricamente fueron ateos militantes, anti
militaristas y poco afines a los nacionalismos. Los días de la lealtad son celebrados por facciones
que reivindican a Cámpora, es decir por un
traidor. Dicen reivindicar a Evita y a Perón
aquellos que en 1974 cantaban: “vea, vea. Qué
boludos. Votamos a una muerta, a una puta y a
un cornudo”. En otro de los casos, dicen ser
evitistas divorciando a Eva de Perón; en una
acción
tan
indigna
equiparable
con
la
profanación del cadáver de la abanderada de
los humildes.
Mientras tanto aquí estamos. Perseverando y continuando la resistencia en
un plano que lamentablemente se circunscribe solo a nuestra buena conciencia y a nuestro
corazón. En lo demás, dejamos que los adversarios e históricos enemigos hayan ocupado todas las
instituciones de la vida política, institucional, e incluso en muchos casos, hasta familiar.
Puede ser indigno interpelar a un muerto. No obstante, la carencia de
homenajes de muchos buenos peronistas que murieron o en el anonimato o en el vil desprecio es lo
que arrecia a escribir estas palabras por justicia a ellos.
Cafiero fue uno de los mentores del proyecto del monumento a Perón, el cual
no será erigido en la histórica Plaza del General y de Evita, el cual aun está paralizado, y el cual será
erigido con una figura sin uniforme, porque las instituciones básicas de la Patria como las FF.AA a la
que perteneció y reivindicó constantemente Perón, parece que les molesta.
Hoy es 17 de octubre. Nuestro honor no deja de ser la lealtad.
Lamentablemente en un plano de consciencia y poca materialidad. Enemigos oportunistas e incluso
leales, justifican la situación diciendo por facilismos y/o arribismos, que nuestra doctrina es
trasnochada, o que los tiempos cambiaron, o que el enemigo es muy grande para combatirlo.
Paradójicamente todos dicen reivindicar a Evita sin tener presente su mensaje cuando decía:
Muchas veces los he oído disculparse ante mi agresividad irónica y mordaz.
-No podemos hacer nada -Lo he oído muchas veces; en todos lostonos de la mentira.
-¡Mentira! ¡Sí! ¡Mil veces mentira...!
-Hay una sola cosa invencible en la tierra: la voluntad de los pueblos.
-No hay ningún pueblo de la tierra que no pueda ser justo, libre y soberano.
-No podemos hacer nada...
-Es lo que dicen todos los gobiernos cobardes de las naciones sometidas.
-Pero no lo dicen por convencimiento sino por conveniencias.
Ya nos enseñó la por siempre única Jefe Espiritual de la Nación y de sus
ciudadanos libres de soberbia y conciencia: “el capitalismo foráneo ha podido comprobar que no
hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos”.
Lamentablemente el problema se da que parece haber poca voluntad
revolucionaria, elemento que caracterizó históricamente al peronismo, sin contar con que hay poca
conciencia de las prerrogativas humanas.
Como corolario, sé muy bien que la rudeza de criterios puede hacerme
merecedor de la descalificación políticamente correcta dentro de lo propio políticamente
incorrecto. Pero reitero la cita de Séneca: “prefiero molestar con la verdad que complacer con
adulaciones”. No solo es una cuestión de principios; sino que resulta hasta terapéutico…
ROSARIO, 17 DE OCTUBRE DE 2014
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