Material para audiciones 2016

Anuncio
William Shakespeare LA TEMPESTAD PERSONAJES BEATRIZ reina de Nápoles PORCIA su hermana PRÓSPERO legítima duquesa de Milán ANTONIA su hermana, usurpadora del ducado de Milán FERDINAND hijo de la reina de Nápoles FRANCISCA secretaria de la reina ADRIANA dama de compañía CALIBÁN una esclava deforme y salvaje TRÍNCULO una cómica STEFANO un copero borracho CAPITÁN del barco CONTRAMAESTRE MARINEROS MIRANDA hija de Próspero ARIEL un espíritu del aire Espíritus, Ninfas, Animales MATERIAL PARA AUDICIONES Cada alumna debe elegir un texto y una canción de las propuestas a continuación, pueden ser de dos personajes diferentes. Es importante memorizar e interpretar. MONÓLOGOS: Ariel (Espíritu del aire) ¡Salve, gran amo! ¡Poderoso señor, salve! Vengo a satisfacer tus más altos deseos, sean estos volar, nadar, zambullirme en el fuego o cabalgar sobre las encrespadas nubes. A tu férrea voluntad se someten Ariel y sus hermanos. He ejecutado con precisión la tempestad que me ordenó. Hasta el último detalle. Abordé la nave de la reina y, ya en la proa o en el centro, en cubierta o camarotes, encendí el espanto... A veces me dividí para arder en varios sitios: mastelero, vergas y bauprés abracé, uno a uno, para unirlos luego y fundirlos. Los rayos de Júpiter, anuncio de terribles truenos, no fueron nunca tan fugaces ni deslumbrantes Ningún alma dejó de sentir la fiebre de la locura ni ocultó los signos de la desesperación. Todos, salvo los marineros, se sumergieron en las espumas del mar y abandonaron la nave. Ya todo transformado en fuego por mí, Ferdinand, el hijo de la reina, con los cabellos erizados fue el primer hombre en saltar, gritando “¡El infierno está vacío y todos los demonios están aquí!”. (Ríe burlesca). Miranda (Jovencita, hija de Próspero) ¡Abominable esclavo, en quien la bondad jamás dejará huella alguna pues eres capaz de todos los males! Te tuve lástima... Me desviví por hacerte hablar. Cada hora te enseñaba esto y aquello… Cuando tú, salvaje, no sabías ni lo que eras –y balbuceabas como la cosa más bruta–, di a tus ideas palabras que te permitieron expresarlas. Pero tu raza vil, aunque aprendiera, tenía eso que las buenas naturalezas son incapaces de tolerar. Calibán (monstruo esclava de Próspero)) ¡Que todas las infecciones que absorbe el sol desde las ciénagas, charcas y pantanos caigan sobre Próspero y lo pudran por pedazos! Sus espíritus me escuchan y sin embargo necesito maldecirlo. Ninguno de ellos me pincharía ni me asustaría soltándome duendes; no me hundiría en el barro ni me conduciría como una antorcha en la oscuridad lejos de mi camino, si él no lo ordenase. Pero por cualquier tontería los lanza contra mí. A veces me hacen muecas como los simios y me hablan, y después me muerden; luego, cual puercoespines que se revolcaran sobre el camino por el que voy descalzo, erizan sus púas bajos mis pies. A veces estoy entero trenzado de serpientes, que con sus lenguas bífidas sisean hasta volverme loco. Oh… ¿y ahora qué? Tríncula (Cómica de la reina de Nápoles) Aquí no hay matorrales ni arbustos para guarecerse del clima y otra tormenta se avecina: la oigo cantar en el viento. (Persecución cómica). Si truena como antes, no sé dónde voy a esconder mi cabeza. La nube esa hará llover a cántaros. [Ve a Calibán.] ¿Qué tenemos aquí, un hombre o un pez? ¿Muerto o vivo? ¡Un pez! Huele como a pez; un aroma a pescado rancio, como de merluza salada, y no de las más frescas que digamos. (Al público) ¡Extraño pez! ¡Tiene piernas humanas y sus aletas parecen brazos! ¡Y juro que está caliente! Ahora cambio de opinión y me desdigo: esto no es un pescado sino un isleño recientemente partido por un rayo. ¡Ah, la tormenta se acerca de nuevo! Lo mejor que puedo hacer es esconderme bajo este capote, no hay otro refugio en ningún lado. PRÓSPERO (Duquesa de Milán) (Potencial canto) [Dibuja un círculo.] Yo he oscurecido el sol de mediodía, he convocado a los rebeldes vientos, y entre el verde mar y la bóveda celeste desaté una rugiente guerra... Al pavoroso ruido del trueno le prendí fuego y astillé el macizo roble de Júpiter con su propio rayo... Al sólido y firme promontorio estremecí y por las raíces arranqué de cuajo al pino y al cedro… Las tumbas, a mis órdenes, despertaron a sus durmientes, se abrieron y los dejaron salir gracias a mi arte poderosísimo... Pero de esta violenta magia yo, aquí, abjuro. Y cuando toda esta empresa haya concluido, romperé mi vara, la sepultaré muchas brazas bajo tierra y ahí, más profundo de lo que jamás tocó sonda alguna, sumergiré también mi libro. Canciones ARIEL DORADAS ARENAS (Con traje de ninfa de mar). Vengan a estas doradas arenas,
cae ya la tarde con su tibieza.
[Canta.] Puedo oír en la brisa una canción
que habla de un encuentro que ya se acerca.
Vengan prueben la dulce tormenta
que desata el amor por dentro y fuera.
Una cálida música brota del mar
que las brasas aviva y el fuego aquieta.
Dulces duendes les invito
únanse al estribillo.
ARIEL Vengan a estas doradas arenas
tómense de la mano contando estrellas
vengan, dense un saludo y bésense
hasta que las salvajes olas enmudezcan.
DUENDES ¡Ah!
¡Ah!
¡Ah!
DUENDES Vengan a estas doradas arenas
tómense de la mano contando estrellas
vengan, dense un saludo y bésense
ARIEL
(responde):
Aquí a la orilla del mar algo bueno espera
Por aquí, por allá bailen con el mar.
Bésense sin más.
ARIEL:
hasta que las salvajes olas enmudezcan.
DUENDES:
hasta que las salvajes olas enmudezcan.
ARIEL:
hasta que las salvajes olas enmudezcan.
MAS ALLA Desde el mismo instante en que te vi
mi corazón voló hacia ti
para hacerse esclavo tuyo
buscando verte feliz.
ENTRAN LAS HERMANITAS DE ARIEL Y
CONSUELO Y LA ENGANCHAN AL ELÁSTICO
Cielo y tierra escuchen mi decir,
si es falso borren mi paz.
Sean testigos de mi palabra,
bendíganme si digo la verdad.
ELLA VUELA MANO A MANO
Más allá del cielo
más allá del mar
más allá del mundo
yo te amo a ti,
Más allá del miedo
más allá del sol
más allá y aún más allá
yo te amo a ti,
yo te amo a ti,
yo te amo y es verdad.
MIRANDA SE SIENTA ARRIBA DEL HOMBRO DE
FERDINAND
[al auditorio] No me atrevo yo a ofrecer
lo que quiero entregar.
Pero es una tontería
pues muestro más tratando de ocultar.
(pues muestro lo que intento ocultar)
¡Fuera ya, astuta timidez!
¡Inocencia, muéveme!
[A Ferdinand] Soy tu esposa, si así lo quieres
si no como doncella moriré.
Más allá del cielo
más allá del mar
más allá del mundo
yo te amo a ti,
Más allá del miedo
más allá del sol
más allá y aún más allá
/: yo te amo a ti,
yo te amo a ti,
yo te amo y es verdad :/ CALIBAN:
CAN CAN CALIBAN Te lo ruego déjame
llevarte al valle de manzanas
con mis largas uñas, sí
arrancar trufas para ti.
El nido del arrendajo
si quieres yo te mostraré.
Te enseñaré como poner
las trampas, yo te enseñaré
atrapar al pequeño y ágil mono.
Te llevaré donde coger
racimos, yo te llevaré,
de avellanas…
dime ¿Vendrás conmigo?
[Diálogo] CALIBAN ¡Adiós, amo, adiós, adiós! TRINCULO Es este un monstruo aullador. STEFANO Y borracho, TRINCULO Como tú STEFANO CALIBAN
Yo soy humano y eso no.
[Continúa Canción]
Te mostraré el manantial
más dulce y fresas sin igual
te traeré la leña en abundancia.
¡Que una peste caiga ya
sobre el Tirano sin piedad!
¡No cargaré más palos si es para él!
No voy a hacer más trampas para peces
ni cogeré más leña para él
no más fregar las tablas
ni lavar la loza
Ban, ban, ban, Calibán, ban, Calibán, ban, Calibán, ban.
No voy a hacer más trampas para peces
ni cogeré más leña para él
no más fregar las tablas
ni lavar la loza
Ban, ban, ban, Calibán, ban, Calibán, ban, Calibán, ban.
¡Tiene un nuevo amo! ¡Búscate otro esclavo!
¡Fiesta, fiesta, libertad!
¡Tiene un nuevo amo! ¡Búscate otro esclavo!
¡fiesta, fiesta, libertad!
TRINCULO
[a STEFANO]
Sería necio rechazar
ofrecimiento singular
sin duda el monstruo puede ser valioso.
STEFANO [a TRINCULO]
La isla él conoce bien
si nos ayuda lograré
STEFANO Y
TRINCULO
Tomar la posesión de este lugar.
STEFANO Y
TRINCULO
No vas a hacer más trampas para peces
ni cogerás más leña para él
no más fregar las tablas
ni lavar la loza
Ban, ban, ban, Calibán, ban, Calibán, ban, Calibán, ban. CALIBAN, STEFANO Y TRINCULO Ban, ban, ban, Calibán, ban, Calibán, ban, Calibán, ban. STEFANO, VOCES
MASCULINAS Y
FEMENINAS
TRINCULO
CALIBAN
No vas a hacer más trampas
para peces
ni cogerás más leña para él.
No más fregar las tablas
ni lavar la loza,
TODOS No más
No más a él.
No más fregar
las tablas
ni lavar la loza,
No voy a hacer más
trampas para peces
No cogeré más leña
para él
No más loza,
Ban, ban, ban, Calibán, ban, Calibán, ban, Calibán, ban. Ban, ban, ban, Calibán, ban, Calibán, ban, Calibán, ban. STEFANO, TRINCULO Y
VOCES FEMENINAS
CALIBAN Y VOCES MASCULINAS
Rey de esta isla,
¡Fiesta, fiesta, libertad!
¡Tiene un nuevo amo! ¡Búscate otro esclavo!
¡Fiesta, fiesta, libertad!
Rey de esta isla,
¡Fiesta, fiesta, libertad!
¡Tiene un nuevo amo! ¡Búscate otro esclavo!
¡Fiesta, fiesta, libertad!
BEATRIZ QUÉ EXTRAÑO PEZ Sentémonos y descansemos
no puedo ya exigirles más
yo misma voy mi caminar
frenando (música se detiene) por agobio inmenso
Sentémonos y descansemos
permítanme hasta aquí llegar
pues la esperanza de encontrar
con vida a mi hijo se ha muerto,
a mi hijo se ha muerto.
¿Qué extraño pez te ha devorado
oh, hijo amado, sin piedad?
Milán y Nápoles sabrán
unirse a mi llanto amargo.
BEATRIZ:
¿Qué extraño pez te ha
devorado
oh, hijo amado, sin piedad?
Milán y Nápoles sabrán
unirse a mi llanto amargo,
a mi llanto amargo.
DUENDES:
No piense más en lo que ignoramos,
no piense más.
Le ruego, no piense más
en Ferdinando,
en Ferdinando.
Descargar