el mito de sucesin

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LOS DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES
Hércules se casó y tuvo hijos. Hera, todavía
enfrentada a él, le volvió loco y mató a su mujer y a sus
hijos. Después volvió a la cordura y al ver lo sucedido,
tomó el camino de Delfos para consultar al oráculo
cuál debía ser su purificación por el crimen cometido. El
oráculo contesta que ha de ponerse a las órdenes de
Euristeo. Estando a sus órdenes, le manda 10 trabajos,
que finalmente serán 12, por no considerar 2 como
válidos. Los trabajos son los siguientes:
1) Muerte del león de Nemea.
2) La Hidra de Lerna.
3) La cierva de Cerinia.
4) El jabalí de Erimanto.
5) Las aves del Lago Estínfalo.
6) Limpiar los establos del Rey Augías.
7) El toro de Creta.
8) Robar las yeguas de Diomedes.
9) Apoderarse del cinturón de Hipólita.
10) Captura de los bueyes de Gerión.
11) Las manzanas de oro de las Hespérides.
12) Arrastrar a Cerbero fuera del Hades.
Las Armas de Hércules
El arma más característica es la maza que él mismo
construyó tallándola a partir de un olivo que arrancó
de cuajo con sus propias manos. Tambien llevaba una
espada, regalo de Hermes, el arco y las flechas, de
Apolo, una coraza dorada regalada por Hefesto, y una
pepla (túnica sin mangas), regalada por Atenea.
Finalmente, Poseidón le regaló unos caballos.
1) Muerte del león de Nemea
Su primer trabajo consiste en llevar a Euristeo la piel
del león que asolaba la región de Nemea. Dicho león no
podía ser muerto por armas. Hércules se presenta ante
el león y le lanza flechas, pero se da cuenta de que no
hacen ningún efecto. A la vista de ello, asestó un golpe
con su maza (aquella que fabricó él mismo de un olivo
arrancado de cuajo por sus manos), y quedó el león
atontado durante un corto período de tiempo. Lo
aprovechó el héroe para subirse a su grupa y
estrangularlo. Una vez muerto el león, Hércules trata
de arrancarle inútilmente la piel, mas ésta no cede
ante su cuchillo. Tras mucho pensar en la forma de
arrancarla, arranca al león sus garras y éstas sí
consiguen cortar la piel del león. Se dice también que
era ésta la piel de león que solía llevar, y no la de
Citerón.
2) La Hidra de Lerna
El segundo trabajo consistía en matar a la Hidra de
Lerna, enorme monstruo con forma de serpiente de
varias cabezas, siendo éstas humanas. Su aliento era
mortal para quien se acercaba. Hércules comenzó
cortando cabezas, pero por cada una que cortaba,
aparecían en su lugar tres, con lo cual no hacía mas que
complicar el problema. Hércules le pidió ayuda a su
sobrino Yelao, y así según él cortaba cabezas, Yelao iba
cauterizando la herida con unas brasas, de forma que
no surgieran otras cabezas. Mientras se producía esta
lucha, Hera envió un cangrejo enorme que picaba a
Hércules mientras luchaba. Hércules acabó con el
cangrejo con un golpe de su maza. Muertas todas las
demás cabezas, sólo quedaba la central, que era
inmortal. Hércules asestó un tremendo golpe de maza
en la inmortal cabeza y la enterró colocando encima
una enorme roca.
La sangre de la Hidra era mortal para los mortales e
incurable para los inmortales. Una vez derrotada,
Hércules empapó sus flechas en la sangre mortal y las
guardó.
Al regresar, Euristeo no acepta el trabajo como válido
por haber sido ayudado por su sobrino.
3) La cierva de Cerinia.
En este su tercer trabajo, su cometido era capturar
viva a una cierva que habitaba en Cerinia. Esta cierva
era de gran tamaño y se distinguía por sus cuernos de
oro y su gran velocidad y resistencia. El animal estaba
consagrada a Ártemis y matarla, e incluso herirla,
estaba prohibido.
Hércules persiguió durante 1 año entero a la cierva
hasta cansarla. La arrinconó contra el río Ladón y la
hirió levemente con una flecha en la pata, llevándosela
después a cuestas.
En el camino de regreso, se enconró con Ártemis y
Apolo. Al ver a la cierva quisieron castigar y quitar el
trofeo a Hércules, pero lo evitó revelando el fin por el
que lo había hecho. Los dioses le dejaron marchar con la
cierva.
4) El jabalí de Erimanto.
El siguiente trabajo consistía en capturar vivo un
monstruoso jabalí que habitaba en las tierras de
Erimanto. Hércules a base de gritos hizo salir al jabalí y
lo llevó a una región espesa de nieve. Allí consiguió
fatigarlo y atrapándolo con una red, se lo echó sobre
sus hombros.
Durante este episodio, Hércules visitó a Folo, un
centauro. Éste le ofreció su hospitalidad y le dio de
comer. Hércules le pidió vino, pero Folo contestó que
sólo tenía una jarra de vino, que pertenecía a todos los
centauros. Heracles le dijo que la abriese sin temor y él
accedió. Los centauros, atraídos por el olor del vino se
presentaron allí armados. Hércules combatió con ellos
y Folo murió accidentalmente, al tomar una de las
flechas envenenadas con que estaba matando Hércules
a sus oponentes, y caérsele en un pie.
Al llevarle el jabalí a Euristeo, éste aterrorizado, se
escondió en un ánfora que tenía preparada en caso de
peligro.
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Ignacio Navarro
5) Las aves del Lago Estínfalo.
En el Lago Estínfalo vivían unas aves con plumas de
acero que asolaban las cosechas e incluso mataban
animales o personas lanzando sus plumas. Hércules
tenía la misión de acabar con estas aves, de dura
coraza y a las que costaba hacer salir de sus
dominios. Para ello, Hércules hizo sonar unas
enormes castañuelas de bronce, cuyo sonido
espantó a las aves. Según iban saliendo, él las iba
matando una a una con las flechas envenenadas con
la sangre de Hidra.
6) Limpiar los establos del Rey Augías.
En este trabajo, Euristeo impuso un trabajo servil
al héroe. Había en el Peloponeso un rey, Augías,
descendiente de Helio, que poseía infinidad de reses,
mas nunca limpiaba los establos. A causa de ello, la
tierra de los alrededores empezaba a morir. Su
cometido era el de limpiar los establos en un solo
día, tiempo en el que parecía imposible. Antes de
limpiarlos, llegó a un acuerdo económico con Augías
sin
decir
que
era
una
misión
que
tenía
encomendada. Hércules hizo un boquete en cada
extremo del establo y desvió el curso de dos ríos,
haciendo que pasasen a través de los establos del
rey. Una vez limpios, el rey se enteró de que Euristeo
le había mandado este trabajo, por lo cual decidió
no pagarle. Por su parte, Euristeo al enterarse de
que había convenido un salario antes de la
realización, no le aceptó tampoco este trabajo.
7) El toro de Creta.
En este trabajo tenía que llevar vivo al toro de
Creta. El origen de este toro es de origen marino. Se
supone que surgió del mar un día en que Minos había
prometido a Poseidón sacrificar lo primero que
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emergiese. Pero tal era la belleza del toro, que
Minos se quedó con él y en su lugar sacrificó otro de
sus rebaños. En venganza, Poseidón volvió furioso al
animal, sembrando el terror en Creta. Incluso
lanzaba fuego por la nariz.
Hércules fue a Creta y dominó fácilmente al toro.
Volvió a Grecia a lomos del toro.
8) Robar las yeguas de Diomedes.
En Tracia el rey Diomedes poseía unas yeguas a las
que había acostumbrado a comer carne humana.
Eran tan vigorosas que habían de estar atadas con
cadenas de metal. Hércules debía llevárselas a
Euristeo.
Hércules dio de comer a las yeguas al mismo
Diomedes, y saciadas, se dejaron conducir sin
ninguna dificultad.
De camino durante este trabajo, Hércules liberó a
Alcestis de los Infiernos, devolviéndola al mundo
más bella aún que antes.
9) Apoderarse del cinturón de Hipólita.
A petición de Admete, hija de Euristeo, el trabajo
siguiente consistía en conseguir el cinturón de la
reina de las Amazonas, Hipólita, que el propio Ares
había regalado a la reina.
Hércules se dirigió al país de las Amazonas donde
Hipólita le recibe, enamorándose de él. Él le pidió el
cinturón y ella, pensando que así podría gozar de su
amor, se lo prometió. Hera, que no podía consentir
que Hércules fuese feliz, tomó forma de amazona e
incitó a las compañeras contra Hércules, diciendo
que quería raptar a la reina. Las guerreras
cargaron contra él y Hércules capturó a Melanipa,
capitana del ejército. Hizo así un intercambio de la
amazona por el cinturón, y su libertad.
Durante este episodio, Hércules realizó otra
hazaña, la LIBERACIÓN DE HESÍONE: para apaciguar la
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cólera de Poseidón, el oráculo le dijo a Laomedonte
(rey de Troya) que debía sacrificar al monstruo
marino que sacudía a la región, a su propia hija,
Hesíone. Así, Hesíone fue atada a una roca junto al
mar. Hércules llegó a la región y ofreció a
Laomedonte matar al monstruo a cambio de sus
caballos. Mató al monstruo y una vez liberada
Hesíone, Laomedonte se negó a pagar lo pactado.
Algunos años más tarde, Hércules se vengó
organizando una expedición guerrera, en el curso
de la cual se tomó Troya.
10) Captura de los bueyes de Gerión.
En este trabajo debía capturar a los bueyes del
gigante Gerión. Los bueyes eran vigilados por el
Gigante Euritión y por el monstruoso perro Orto.
Tambien Gerión era temible; se trataba de un gigante
de tres cabezas, tres troncos, seis brazos y seis
piernas.
Hércules, de camino a Eritia, tuvo que luchar en
primer lugar con Anteo, hijo de Gea, que poseía la
virtud de recuperar sus fuerzas cada vez que
tocaba con el pie a su madre. Dándose cuenta
Hércules, rodeó a su enemigo con los brazos y le
ahogó manteniéndole siempre en vilo.
Más tarde, al cruzar el océano, el sol era tan
fuerte que Hércules sin poder resistirlo, lanzó una
de sus flechas al mismo Helio, que sorprendido de la
osadía y admirado por su valentía, le prometió lo
que quisiera. Hércules le pidió la gran copa de oro en
la que el sol se embarcaba todas las noches, para
cruzar el océano hasta Eritia. Helio aceptó. Una vez
embarcado, el héroe hubo de amenazar al Océano
con sus flechas, que trataba de sacudirle cuando en
cuando. Océano tuvo miedo y la travesía fue
tranquila hasta llegar a su destino.
A su llegada se encontró con Orto, al que abatió con
un golpe de maza. Después apareció Euritión, que
corrió la misma suerte.
Cogió los bueyes y
emprendió el camino de regreso, y cuando Gerión le
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dio alcance, lo mató con sus flechas.
Durante
el
regreso,
abatió
a
numerosos
monstruos marinos, y por ello construyeron entre
el peñón de Gibraltar y el de Ceuta, las Columnas de
Hércules, en recuerdo de sus proezas.
Durante su paso por el Lacio, Caco le robó unas
cuantas reses mientras Hércules dormía. El ladrón,
percatándose de que no podía llevárselos todos, y
tambien de que Hércules se daría cuenta del camino
que había tomado siguiendo las huellas, tirando del
rabo de las reses que robó, las llevó hacia atrás
sobre sus huellas anteriores y las escondió en su
cueva. Cuando Hércules despertó, vio que le
faltaban bueyes, mas no logró entender qué camino
habían tomado. Sin haber resuelto el misterio,
decidió partir con las que le quedaban. Cuando
echaron a andar, los bueyes prisioneros, llamaron a
sus compañeros y al oirlos, Hércules entendió el
engaño. Fue hasta la cueva, dio muerte a Caco y se
marchó con la manada al completo.
Más tarde, Hera mandó unos tábanos terribles que
dispersaron a los bueyes. Reunió a todos los que
pudo, mas perdió una parte.
Finalmente llegó ante Euristeo, que sacrificó los
bueyes a Hera.
11) Las manzanas de oro de las Hespérides.
Este trabajo consistía en coger unas manzanas de
oro que Gea había regalado a Hera en su unión con
Zeus. Estaban plantadas en un jardín custodiado
por un dragón y las Hespérides (tres ninfas)
El mayor problema residía en encontrar el jardín.
Tras dar muchas vueltas, se encontró cierto día con
Prometeo, al cual seguía devorándole el águila el
hígado constantemente. Le liberó de su tormento
matando al águila con una flecha. A cambio, éste le
reveló el lugar donde estaba situado el jardín.
Además le aconsejó que no cogiera las manzanas
con sus manos, sino que encomendara la misión a
Atlas, que estaría cerca del lugar. Hércules fue
donde le había indicado y encontró a Atlas, que se
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encontraba sosteniendo el cielo (castigo al que le
había sometido Zeus muchos años antes). Le ofreció
sostenerle el cielo durante el tiempo que tardara
en coger las manzanas. Atlas accedió y a su regreso,
dejando las manzanas a sus pies, le dijo que no
seguiría con su castigo. Hércules simuló acceder,
pero le pidió que sostuviese por un momento el
mundo mientras se colocaba una almohada para
estar más cómodo. Atlas cayó en el engaño y
Hércules se fue con las manzanas.
Entregó las manzanas a Euristeo y éste al no saber
qué hacer con ellas, se las devolvió a Hércules, quien
a su vez se las entregó a Atenea. La diosa volvió a
colocarlas en el jardín, pues era el lugar que
correspondía a tal preciada fruta.
12) Arrastrar a Cerbero fuera del Hades.
La última de las pruebas consistía en hacerle traer
desde el Hades a su perro guardián, Cerbero. Era un
perro de aspecto monstruoso y de tres cabezas, con
cola de dragón y serpientes venenosas en su cuerpo.
Hércules consiguió la ayuda de Hermes, que
además de mensajero de los dioses,era conductor
de almas al Hades. Él le guió hasta el inicio del Hades.
Al verlo llegar a su reino, los muertos sintieron
miedo y huyeron; sólo aguardaron Medusa y
Meleagro. Hércules desenvainó la espada para heir
a Medusa, pero Hermes le indicó que era sólo una
sombra vana. Tensó el arco para herir a Meleagro,
pero éste se acercó y le relató su muerte de forma
conmovedora. Le contó que su vida dependía de un
tizón mágico que su madre tenía oculto. Debido a
ciertas circunstancias, dio muerte justa a su tío, y su
madre, Altea, indignada por el asesinato de su
hermano, tomó el tizón y lo echó al fuego. Cuando se
consumió, la vida de Meleagro expiró. Hércules,
conmovido, prometió a Meleagro que se casaría con
su hermana Deyanira.
Finalmente Hércules se encontró con Hades y le
pidió permiso de llevarse a Cerbero. Éste aceptó con
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la condición de que había de dominar al animal
únicamente con sus manos y su coraza de piel de
león. Hércules accedió y agarrando por el cuello a
Cerbero, consiguió dominarle. Llevó su presa ante
Euristeo, que al ver al monstruoso ser,
aterrorizado se escondió de nuevo en el ánfora.
Hércules devolvió a Cerbero a Hades, ya que nada
podía hacer con él.
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