INT-1250 DESARROLLO INDUSTRIAL E INESTABILIDAD

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INT-1250
DESARROLLO INDUSTRIAL E INESTABILIDAD MACROECONOMICA.
LA EXPERIENCIA ARGENTINA RECIENTE.
Bernardo K o s a c o f f . V Setiembre 1988.
La industrialización de la Argentina tiene sus
orígenes en forma contemporánea con la integración a
la división internacional del trabajo del exitoso
modelo agroexportador que comenzó hacia fines del •
siglo pasado, en el que se conforma un incipiente y
adelantado
sector
industrial
en
el
escenario
latinoamericano. La ruptura de este modelo a partir
de la crisis de los años 30 da inicio a la profundización del desarrollo industrial, ahora bajo las
condiciones
de un
típico
modelo
sustitutivo
de
importaciones.
Este estilo de industrialización se
extiende hasta fines de los años 70, cuando se
instrumenta la versión de economia abierta de la
escuela monetarista, que recrea un escenario con
reglas de juego muy distintas, en el cual se modifica
el lento pero progresivo sendero madurativo de la
industria argentina.
Asimismo, durante las dos últimas décadas el
contexto macroeconômico se ha caracterizado por su
inestabilidad.
El
fuerte
y
continuo
proceso
inflacionario, las rastricciones del sector externo,
el déficit estructural de las cuentas fiscales, la
fragilidad y cortoplacismo del mercado financiero,
etc., son algunas de sus manifestaciones.
El objetivo del presente trabajo es analizar los
aspectos más salientes del desarrollo
industrial
argentino de los últimos quince años en un contexto
caracterizado por la inestabilidad macroeconômica.
En su primera sección se presenta una visión de los
principales rasgos del sector industrial anterior a
1976.
Posteriormente, se analizan los principales
elementos de la política económica en el periodo
1976-83, poniendo especial énfasis en la etapa 197831, en la cual se instrumenta la política basada en
el enfoque monetario del balance de pagos.
En la
tercera sección, se estudian los efectos de esta
oolitica
sobre
la estructura
industrial.
Las
Area de Desarrollo Industrial de la Oficina
de la CEPAL en Buenos Aires. Se agradecen
los
comentarios de Jorge Katz, Daniel Heymann, Daniel
Azpiazu, Francisco Gatto y Mariana Fuchs.
1
condiciones
macroeconômicas
durante el
gobierno
democrático son analizadas en la cuarta sección,
señalando las restricciones que impone, entre otros
elementos, el endeudamiento externo, la inflación, el
deterioro fiscal y la desarticulación del proceso de
acumulación y del mercado financiero. Por último, se
analizan algunos de los rasgos actuales del sector
industrial en un replanteo del modelo de industrialización vigente en la Argentina.
1. La industria antes de 1976.
La
etapa
del
proceso
de
industrialización
argentino que se inicia con posterioridad a la crisis
de los añcs 30 y se extiende hasta la asunción del
gobierno militar en 1976, se ha caracterizado por el
desarrollo de industrias sustitutivas de imporraciones, dirigidas básicamente al mercado interno y que
se desenvolvieron en un fuerte esquema prcreccionista, basado en restricciones cambiarlas y niveles
arancelarios muy elevados.
En este proceso, el
Estado
jugó un papel
fundamental,
tanto en la
transferencia de ingresos hacia el sector industrial
-subsidios,
créditos promocionales,
previsión
de
servicios- como en su rol de regulador de conflictos
sociales y arbitro de las pujas redistributivas.-•/
Este
desarrollo
industrial
"protegido"
fue
conformando
una
estructura
industrial
altamente
diversificada
y oligopolizada.
Las
empresas
extranjeras, con mayor énfasis a partir de fines de
la década del 50, jugaron un rol central en este
proceso llegando a participar en un tercio de la
^ Ver,
entre
otros,
Brodersohn
M.
(ed.)
Estrategias de industrialización para la Argentina,
Instituto Di Telia, Buenos Aires, 1973; Dorfman A.
Evolución de la industria argentina, Ed. Losada,
1942; Ferrer A. La economía argentina. Fondo de
Cultura Económica, 1979; Diaz Alejandro C. Essavs on
the Economic History of the Argentine Republic, Yale
University, Press , 1970; Altimir O., Santamaría H. y
Sourrouille J.V.
"Los
instrumentos de
promoción
industrial
en
la
posguerra",
IDES,
Desarro lio
Eccnómico, 19 66; CEPAL, El desarrollo económico en la
Argentina,
Santiago
de Chile,
1957; Mallon
R.,
Sourrouille
J.V.
La política
económica
en una
sociedad conflictiva, Amorrortu, Buenos Aires, 197 5.
producción industrial, desarrollando
en los mercados industriales más
dinámicos.
sus actividades
concentrados y
El crecimiento de la participación del sector
industrial en la economia del pais fue la caracreristica
central
del
desenvoIv imiento
de
esta
actividad, cuyo comportamiento tuvo una tendencia
errática, proveniente en casi todos los casos de las
restricciones en el balance de pagos. Frente a esras
limitaciones
externas,
el sector
industrial
se
encontraba limitado en su crecimiento, atento a su
dependencia de las importaciones de insumes, bienes
de capital y tecnologias y, por otro lado, a su
escasa participación en las exportaciones -dada su
falta de comperitividad internacional-.
Luego de casi treinta años de comportamiento
cíclico, en la década comprendida entre 1964 y 1973
la industria registró un crecimiento continuo y con
un dinamismo mayor que el resto de las actividades
económicas; acompañado por un crecimiento de la
ocupación, los salarios y la productividad. Asimismo,
este último periodo se caracterizó por una caída de
los precios relativos del secror industrial -asociado
a la evolución de la productividad-, por el aumento
significativo de las exportaciones industriales y por
el incremenro del tamaño medio de los estableeimientos manufactureros.
Las industrias metalmecán^cas,
química y petroquímicas fueron las actividades más
dinámicas.
Ce esta forma, la profundización del
proceso de sustitución de importaciones -ccn la
participación
decisiva
de tecnologias
y
firmas
extranjeras- iniciada hacia fines de la década del
50, produjo un profundo cambio estructural en el
sector industrial.
La diversificación de actividades, la incorporación de empresas capital-intensivas,
el incremento de las exportaciones de manufacturas no
tradicionales y la explotación de franjas del mercadc
interno con demandas atrasadas, fueron algunos de los
elementos claves que permitieron
que el
sector
industrial fuese el motor del desarrollo de la
economia en este último periodo.^/
^ Ver Sourrouille, J. El impacto de las empresas
transnaclonales sobre el empleo v los ingreses: el
caso de Argentina, O.I.T. Ginebra, Abril de 1976.
Ver Sourrouille J.V., Lucangeli J. "Apiintes
sobre la histeria reciente de la industrialización
argentina", Revista Teehint Uro. 219. Bs. As, 1930.
sin embargo, hacia mediados de los años setenta
se verifica
una
desaceleración
del
crecimiento
industrial que conduce a una fuerte polémica sobre el
agotamiento del modelo de industrialización seguido.
Las limitaciones del balance de pagos y la persistencia de la inflación seguian presentes en la economia
nacional,
mientras
l3s actividades
industriales
continuaban en su esquema protegido.
En el periodo
73/75, se intenra dar un nuevo impulso a la actividad
industrial, basado en una acelerada modificación de
la distribución del ingreso a favor de los sectores
asalariados, que tuvo su correlato en un crecimiento
de la producción de los bienes de consumo no durables
asociados a las demandas de estos sectores de la
población.
Esta
última
experiencia
encuentra
rápidamente sus limitaciones y finaliza en marzo de
1976, con la asunción del gobierno militar, luego de
una profunda crisis económica iniciada a mediados de
1975, que se tradujo en un desorden en el que se
descontrolaron
algu^nas
de
las
más
importantes
variables económicas.^/
En un trabajo recienre, J.Katz
ha señalado
algunos
rasgos
estructurales
de
la
actividad
manufacturera, relacicnadcs con el tamaño de las
planras, el grado da diversificación, el nivel de
subcontratación y la capacidad tecnológica
local
dentro de un escenario industrial orientado hacia un
reducido mercado interno.
En relación al tamaño,
destaca lo reducido de las plantas locales, que
suelen ser por lo menos diez veces menores que las
equivalentes a nivel internacional.
Ello implica la
producción de "series chicas", con menor automatización y una organización de la producción en forma
discontinua, es decir con una excesiva fragmentación
en talleres y con la existencia de excesivos tiempos
muertos.
Tal organización de la producción produce
un fuerte impacto negativo sobre la productividad de
la mano de obra.
Esta situación se agrava por el
segundo rasgo estructural señalado, que es el alto
grado de apertura del "mix" de producción.
Con
^ Ver Canitrot A. "La experiencia populista de
redistribución
de
ingresos",
IDES,
Desarro lio
Económico (Tro. 59, Buenos Aires, 1975.
Ver Katz, J. "Estrategia industrial y ventajas
comparativas
dinámicas",
Cuaderno Nro.l de
la
Fundación
Dr.
Eucer.io A.
Blanco,
Buenos
Aires,
agosto de 1983.
frecuencia, las firmas fabrican una gran cantidad de
modelos y tamaños de un producto dado, lo que, en un
mercado reducido y con escasa inserción internacional
como el argentino, hace que la escala de producción
sea aún más reducida.
El
tercer
elemento hace
al alto grado de
integración vertical con que operan las industrias.
La escasa división social del trabajo industrial, que
se refleja en la ausencia en el medio local de una
red de subcontratistas especializados y el atraso en
términos
de
normalización
y estandarización
ha
conducido a las firmas a un excesivo autoaprovisionamiento de partes e insumos, afectando de esta forma
también a las economias de escala y de especialización,
duplicando
los esfuerzos
globales de la
economia.
Por últim.o el autor destaca el cariz "localista"
de la capacidad tecnológica nacional, en un proceso
de aprendizaje y adaptación al medio local, que
determina la existencia de un paquete tecnológico muy
idiosincrásico.
Este aprendizaje involucra a la
ingeniería de diseño de productos, de procesos, de
organización y métodos de la producción y está dado
en un "proceso madurativo secuencial" que inplica un
tiempo relativamente largo, que se desarrolla por lo
m.enos en el transcurso de 2 0 años de funcionamiento
de la planta industrial.
El sendero tecnológico de
cada firma está influido por su historia técnica, la
situación del mercado en que opera, el desarrollo de
las variables macroeconômicas y la nueva información
técnica internacional.^/ Este conjunto de elementos,
sumado a la respuesta dada por los empresarios, da
por
resultado
comportamiento s tecnológicos
no
homogéneos, caracterizados por su distinto ritmo de
maduración.
A nivel sectorial, se destaca por una
parte, a las firm.as metalmecánicas que incorporan
cempranamenne la ingeniería de diseño de productos,
continuando varios años después con la ingeniería de
procesos y en una tercera etapa con la ingeniería de
' Esta
linea
de
pensamiento
abandona
el
paradigm.a neoclásico conve.ncional en el que se supone
la existencia de perfecta información, libre acceso a
la tecnología, funcionamiento de los mercados, etc. y
remite al carácter endógeno del fenómeno tecnológico
y
la
consideración
del
funcionamiento
de
las
instituciones y de la organización de Los mercados.
Se compatibiliza en autores como Dosi G.; Nelson R.;
Rosenberg N; 'i-írnter S. ; Freeman C., etc.
organización
y métodos;
esta
última
involucra
estudios
de
tiempo
y movimiento,
estudios de
racionalización
o reordenamiento
de métodos de
trabajo, normalización y estandarización de partes,
etc..
Por otra parte, están las llamadas industrias
de proceso continuo -acero, petroquímico, cemento,
etc.- en las cuales los departamentos de ingeniería
de procesos, de asistencia técnica a la producción y
de ingeniería de proyectos son el instrumento clave
para programar, diseñar y construir las sucesivas
expansiones de la planta;
los departamentos
de
ingeniería de producto pasan a segundo plano, pues
pierden
importancia
relativa
frente a la mayor
homogeneidad de los productos elaborados y su mayor
universalidad y estandarización.
Estos rasgos estructurales de las actividades
industriales se combinan con las restricciones de
balance de pagos que caracterizan el funcionamiento
de la economía argentina.
La particular posición
negativa
en
el comercio
internacional
de las
producciones manufactureras restringe las posibilidades de crecimiento sostenido del sector industrial;
a ella se suma el grado de ineficiencia provocado por
la protección exagerada.
Ambos factores determinan
los permanentes comporranientos cíclicos del secror
industrial.
En el período 1953-1978 la industria
manufacturera presenta cinco ciclos de contracción y
posterior expansión del prcducro. Zsre movimiento de
"stop-go"
corresponde
a máximos
cíclicos y a
contracciones asociadas con shocks macroeconômicos
producidos por políticas estabilizadoras.
Asimismo,
en
este
periodo
se verifican
cuatro
fases de
desaceleración de la producción, es decir períodos en
los cuales no se verifica una caída del volumen de
producción pero disminuyen las tasas de crecimiento.
Tres de esas fases se registran en el exitoso período
intercensal 1963/1974, lo cual denora las linitaciones que traban un crecimiento permanente de las
actividades manufactureras.^/
Estos comportamientos cíclicos, con restricciones
de balance de pagos y con la persistencia de fuertes
ritmos
inflacionarios,
cuestionan
el estilo de
desarrollo industrial seguido hasta la década de los
años setenta.
® Ver ííeymann,
D. Las
fluctuaciones
de la
industria manufacturera ar":ent:ina, 1950-78. Cuadernos
de la CEPAL, 19 30.
El camino elegido a partir de los años sesenta
tenia dos direcciones centrales.
Por un lado, la
expansión de las franjas atrasadas del
mercado
interno con la activa presencia de empresas multinacionales.
Por el otro, una política de incentivos a
la exportación de manufacturas, que creara nuevos
mercados y mejorara la cuenta corriente del balance
de pagos; además, los incentivos provocarían una
transformación gradual de la estructura industrial en
un marco de crecimiento.
Las manufacturas no
tradicionales aumentaron su participación en las
exportaciones: 3% en 1960; 6% en 1965; 14% en 1970 y
24% en 1975
, y en cifras absolutas llegaron a
cerca de los mil millones de dólares.
Este crecimiento responde a causas múltiples, que incluyen
variables tan distintas como la abundancia relativa
de factores (tanto de recursos naturales como de mano
de obra
calificada),
aspectos
institucionales
(subsidios,
preferencias
comerciales
regionales,
acuerdos
gubernamentales),
estrategias
de
las
corporaciones
multinacionales,
ventajas
derivadas
del conocimiento tecnológico, etc..^®/
2. Los cambios operados en el período 1976/83.
La política económica iniciada en abril de 1976
cambió profundamente las orientaciones con las que se
desenvolvían
hasta
ese momenro
las
actividades
industriales.
Basado en una filosofía de tiotal
confianza en ios mecanismos asignadores de recursos
del mercado y en el papel subsidiario del Estado, se
estableció un programa de liberalización de los
mercados y posterior apertura externa, que proponía
la eliminación
del
conjunto
de
regulaciones,
subsidios y privilegios; se procuraba asi modernizar
e incrementar la eficiencia de la economía.-^/
^ Ver CEPAL, "El sector externo: indicadores y
análisis de sus fluctuaciones. El caso argentino".
Estudios e informes de la CEPAL Nro.l4. 198 2.
Ver Katz, J. y Ablin, E. "Tecnología y
exportaciones industriales: un análisis microeconóraico". Revista de Desarrollo Economico, ííro.ôS, Vol.17,
abril-julio 1977.
Ver Canitrot, A., La política de apertura
económica í 1976-81') v sus efectos sobre el empleo vu
los salarios. ün estudio macroeconômico. Provecto
La vinculación con el exterior fue un aspecto
central de estas políticas, que se instrumentaron a
través de las distintas reformas arancelarias en
cuanto
a la apertura
comercial,
y la reforma
financiera
en
relación a la
liberalización
al
movimiento internacional de capitales.
Esta última
reforma también introdujo un cambia sustantivo en
relación
al
f inanciamiento
de
las
actividades
industriales: se liberó del control oficial a la tasa
de interés, que se caracterizó -sobre todo al final
de la gestión del Ministro Martinez de Hoz- por sus
altos valores reales positivos; al mismo tiempo, no
se generó un mercado de capitales de largo plazo que
atendiera a la inversión, sino uno de corto plazo
caracterizado por su esencia
especulativa
y de
redistribución regresiva de riquezas.
En un esquema politico fundado en el autoritarismo, se dictó un conjunto de leyes inspiradas en
concepciones liberales, sobre capital
extranjero,
tecnologia, promoción industrial y exportaciones. La
política económica desarrollada hasta 1981 tuvo entre
sus objetivos
permanentes
la
lucha
contra
la
inflación
e instrumentó
distintas
políticas
que
relegaban el proceso de acumulación de mediano plazo
y la distribución m.ás equitativa del ingreso.
En relación a la política industrial, se puede
señalar dos subperíodos que tienen su corte hacia
fines de 1973.
El primero de ellos, se caracteriza
por la recuperación de la producción de bienes de
consumo
durable y de capital,
asociados
a la
creciente inversión y a la redistribución regresiva
de los ingreses.
En este periodo de "sinceramiento"
de la economia, se comienza con la reducción de ' los
PNUD/OIT, abril de 198 3. Schvarzer, J. Martínez de
Hoz: La lógica política de la oolítica econcnica.
CISEA, Buenos Aires, enero de 1933. Sourrouille,
J.V., Kosacoff, B. y Lucangeli, J. Transnacionalizacion V colítica económica en la Argentina, Centro
Editor de América Latina. Buenos Aires 1935; Damiil,
M. , Eanelli, J.M., Frenkel, R y Rozenwurcel, G. Las
relaciones financieras en 1:í economía
argentina,
Ediciones del
IDES
Nro.15,
Buenos Aires,
19S8;
Rodríguez C. "El plan argentino de estabilización del
20 de diciembre", CEMA, Docunento »je trabajo ;-Iro.5,
Buenos Aires, 1979.
aranceles de importación.^^/
A pesar de su fuerte
baja -en promedio descienden 40 puntos, del 90 al
50%- en estos tres primeros años no aumenta significativamente la competencia externa.
Este fenómeno
sólo tiene su explicación en los incrementos de
competitividad
durante
la
última
década,
que
determinaron la existencia de una fuerte redundancia
en las tarifas y en el mantenimiento de un tipo de
cambio elevado.
Por otro lado, la sanción, en 1977,
de la reforma financiera, libera la tasa de interés y
crea
un mecanismo
tocalm^ente distinto para la
asignación de los créditos. ^-^Z
La segunda etapa se inicia hacia fines de 1978 al
instrumentarse la versión de economia abierta de la
escuela monetarista (enfoque monetario del balance de
pagos).
La aplicación de esta política tenia como
objetivo igualar la tasa inflacionaria interna con la
externa, ajustándose
esta última
a la tasa de
devaluación del tipo de cambio.
Este último se
determinaba con un cronograma que fijaba un ritmo de
devaluación continuamente decreciente en el tiempo,
en un contexto de creciente apertura de la economia
al exterior (tanto en el mercado de capital como en
el de bienes) ; ello suponía la convergencia de las
tasas de interés y de inflación internas con las
internacionales.
En este esquema de política
monetaria pasiva, se suponía un periodo de transición
determinado por la distinta velocidad de ajuste en
les precios de los productos según se ccm.ercien o nc
en el mercado internacional.
Una vez que se lograra
la convergencia quedaria establecido un nuevo esquema
de precios relativos de la economia.
A su vez, en
combinación con la politica arancelaria, la asignación de recursos favoreceria el incremento de la
productividad global, desaparecerían
los seccores
Ver Berlinsky J. Protección arancelaria de
actividades seleccionadas de la industria manufacturera argentina. Ministerio de Economía, Buenos Aires,
1977; Nogués J. "Protección nominal y efectiva:
impacto de las reformas arancelarias durante 197677", Ensayos
Económicos Nro.8,
B.C.R.A.,
Buenos
Aires, 1978.
Desde la crisis de 1930 hasta esta fecha el
sistema financiero argentino se caracrerizó por la
regulación del Banco Central de líneas de redescuento
para el otorgamiento de créditos, con tasas de
interés altamence negativas, teniendo las empresas
industriales una posición privilegiada en su asignación.
menos eficientes y se desarrollarían las actividades
con ventajas comparativas a escala internacional.
Sin embargo, la "convergencia" no se logró.
En
los bienes transables con el exterior el ajuste fue
lento e imperfecto, mientras que en los bienes no
transables los mecanismos previstos no tuvieron los
efectos esperados.
La evolución de la tasa de
interés
interna
fue altamente afectada
por una
sobretasa creciente motivada por la incertidumbre y
los elevados costos de la intermediación financiera.
Por su parte, el tipo de cambio que estaba prefijado
con una previsión inflacionaria menor se caracterizaba por una permanente subvaluación de las divisas.
Esta sobrevaloración del peso en conjunción con
las
rebajas
arancelarias
afectó
fuertemente la
balanza comercial y permitió la entrada masiva de
productos importados.
A su vez, la entrada de
capitales externos, en su casi totalidad de corto
plazo y provenientes de un mercado financiero de alta
liquidez y elevadas tasas de interés, compensaba el
déficit de la cuenta corriente, con un incremento
significarivo del endeudamiento con el exterior.
Estos
movimientos
-que afectaban
seriamente el
balance de pagos- preanunciaban una devaluación del
tipo de cambio, en un mercado de capirales de alta
liquidez, atento al muy corto plazo de colocación de
los depósitos; a ello se sumaba un clima de cambio de
autoridades políticas y económicas.
En consecuencia
las primas de riesgo por la colocación de capitales
externas
se
elevaron
considerablemente,
con el
consiguiente aumento de las tasas de interés.
En este contexro, el sector industrial sufrió la
crisis más profunda de su his-oria por la superposición de varios factores negativos.
Entre ellos
sobresale la contracción de los mercados, por los
bajos niveles de demanda de producros industriales
locales,
tanto
interna
por
la competencia
de
productos importados, como externa por el fuerte
atraso del tipo de cambio. A su vez
de interés que superaban largamente toda
de rentabilidad productiva y su constante crecimiento
llevó a las empresas a niveles de endeudamiento que
en muchos casos solían superar el valor de sus
acr ivos .
1 /I
Los fuertes cambios de precios relativos de là
época, que favorecían a las actividades de ser'/icios
y de producción de bienes no transables con el
10
Esta crisis en el sector real arrastró a varias
instituciones financieras de primera linea, debido al
aumento
del
grado de
incobrabilidad
de muchos
deudores.
Además se acrecentó la toma de
posiciones en activos externos por parte del público.
Este periodo de política económica se cerró con una
profunda crisis de los sectores productivos, un
fuerte atraso cambiarlo, un elevadisimo nivel de
endeudamiento de las empresas, tasas de interés
altamente positivas, un alto deterioro de las cuentas
externas que incluye un endeudamiento externo sin
precedentes, un ritmo inflacionario persistente y las
expectativas centradas en un cambio de política
económica que incluyera una devaluación del tipo de
cambio.
Con el cambio de autoridades militares de marzo
de 1981 se inicia un proceso caracterizado por la
adopción de medidas de corto plazo tendientes a
solucionar los problemas más urgentes de los sectores
productivos.
No obstante, también en este periodo
continúa el estancamiento del sector industrial, en
un contexto de permanentes devaluaciones de la moneda
y persistencia de tasas de interés positivas.
Los
empresarios centraron sus reclamos en la necesidad de
solucionar sus críticos problemas de endeudamiento.
Hacia mediados de 1982 se establece un sistema de
financiamiento de mediano plazo de las finrias basado
en tasas de interés reguladas, que asociadas al
creciente ritmo inflacionario, provocó una verdadera
"licuación de los pasivos" de las firmas y un fuerte
alivio a las instituciones financieras.
Asimismo,
con la implantación de seguros de cambio el Estado se
hizo cargo de la mayor parte de la deuda externa del
sector privado.
A través de estos dos mecanismos se
exrerior motivó el pago de fuertes tasas de inrerés
reales
a
los
sectores
industriales
de
bienes
transables -que sufrieron profundos atrasos relativos
de sus precios-.
^^ Ver
Feldman,
E.
"La
crisis
financiera
argentina: 1980/82. Algunos comentarios". Revista de
Desarrollo
Económico,
Instituto
de
Desarrollo
Económico y Social (IDES) N'91, octubre-diciembre de
1983 .
11
socializaron las pérdidas del sector empresarial.^^/
La revalorización del tipo de cambio y las
restricciones a las importaciones resultantes del
abultado
endeudamiento
externo
-cuyos pagos
de
intereses superaban toda previsión optimista del
saldo de la balanza comercial-, generaron nuevamente
condiciones de protección al sector industrial.
El
coeficiente de importaciones de la economia argentina
volvió a niveles próximos a los anteriores a la
política de apertura.
3, Efectos sobre la estructura industrial.
A partir de 1980, la aplicación de la política
antiinflacionaria con un fuerte atraso cambiarlo, la
reducción acelerada de las tarifas arancelarias, el
alza de las tasas de interés real y la posterior
contracción
generalizada
de
la demanda
interna
provocaron una crisis sin precedentes.
El abaratamiento de los productos importados y el encarecimiento de los que tenían posibilidad de ser exportados
afectaron a los bienes transables internacionalmente
y difundieron sus efectos negativos a los sectores
productores de bienes intermedios y de capital.
Además, la elevación de las tasas de interés, el
contexto
recesivo y el atraso de
los precios
relativos del sector
industrial,
llevaron a un
creciente endeudamiento de las firmas, con una fuerte
disminución de la rentabilidad de sus operaciones,
que en muchos casos debieron ser paralizadas.^"^/
Si bien la crisis afectó al conjunto de la
industria, las ramas más afectadas fueron las más
expuestas a la competencia internacional.
Entre el
año 1976 y 1932, la producción de textiles, ropa y
calzado disminuvó en 35%, la de madera y muebles en
Ver
económico en
Aires, 1937.
Easualdo,
Argentina,
E. Deuda externa v ooder
Ed. ííueva América, Buenos
Ver Kosacof B. El proceso de industrialización en la Argentina en el periodo 1976-1983. CEPAL,
Buenos Aires, Documento de Trabajo Nro. 13, 1984 y
Azpiazu D., Khavisse M. La estructura de los mercados
V la des industrialización en la Argentina, IPAL/CET,
Buenos Aires, 1933.
12
40% y
la de productos
metálicos,
maquinarias
eléctricas y material de transporte en 3 0%.^®/ En
cambio,
otras ramas industriales
dispusieron
de
distintos mecanismos para evitar esta competencia:
presión de los sectores empresariales para continuar
protegidos (azúcar, siderurgia), reglamentos legales
sobre
normas
de
fabricación
(cocinas a gas) ,
fabricaciones a medida e insumes muy idiosincrásicos
de fabricación nacional (sectores metalmecánicos y
químico) , costo
de
transporte
que brinda
una
protección natural (cemento), el manejo de redes de
comercialización
y distribución
(cigarrillos,
golosinas, automotriz).
Uno de los aspectos más negativos fue el profundo
atraso de los procesos de inversión, tanto en el
destinado a la apertura de nuevas plantas, como el
referido
al
incremento
del
stock de capital,
mantenimiento
y reposición.
Hasta
1977, la
confianza empresaria en el nuevo equipo económico se
manifestó por el reequipamiento de muchos establecimientos fabriles. Asimismo, la subvaluacicn del tipo
de cambio indujo un crecimiento de la importación de
bienes de capital. Sin embargo, complementariamente
comenzó
un
proceso
de
disminución
y
abandono
constante de los procesos de inversión, que se
refleja en 19S1-1982 en una abrupta caída de la
inversión bruta interna fija en equipo durable de
producción.
El proceso de declinación global en los
planes de inversión fue de tal magnitud que determino
una caída en el srock de capital del sector industrial, ya que las inversiones fueron menores a la
depreciación.^^/
A pesar de esta caída, en algunos
sectores industriales se han verificado cambios de
importancia, que no llegan a m.cdificar este panorama;
muchas
de es-as excepciones
están
asociadas
al
^^ Ver datos de las Cuentas ^íacionales del
Banco Central; Katz J. y colaboradores Desarrollo v
crisis de la capacidad tecnoloaica larinoamericana.
SI caso de la industria T?.e~alraecánica, IDES, Buenos
Aires 1986; Azpiazu D., Basualdo E., Nochteff H. La
revolución tecnológica v las políticas hegemônicas.
El complejo electrónico en la Argentina, Editorial
Legasa, Buenos Aires, 1933; Herrera A. Reestructuración madurativa v empleo: el caso de la industria de
telecomunicaciones, OIT/FNUD, Buenos Aires, 198 6.
^^ Ver datos del Banco Central en Guerberoff S.
Crecimiento y restricción externa. El caso argentine
en los años 90, Mimeo, 1938.
distinto
comportamiento
antes señalado y a la
implementación de proyectos
en el marco de la
promoción
industrial,
continuación
de
planes
anteriores a 1976.
Los proyectos más significativos
fueron en las áreas de papel, petroquímica, textil,
siderurgia y cemento.
En relación al sistema financiero hay varios
hechos que vale la pena subrayar: 1) el mercado
financiero fue de muy corto plazo y casi no existieron créditos de largo plazo; 2) las tasas de interés
fueron altamente variables:
por ejemplo,
en el
tercer trimestre de 1979 la tasa activa real fue del
21% anual negativa, pasando al 44% positiva en el
trimestre siguiente; 3) los precios relativos del
sector industrial fueron muy fluctuantes, llegándose
a modificaciones superiores al 30% anual, con sus
implicancias sobre los niveles reales de las tasas de
interés; 4) existían fuertes diferencias en las tasas
de interés en función de la solvencia de las firmas,
llegándose a pagar más del 2 0% anual de recargo como
prima de riesgo; 5) el crédito externo en el periodo
1977/30 tuvo tasas de interés reales negativas frente
a los altos costos de los préstamos locales.
El
acceso a los créditos externos dependia del tamaño y
nacionalidad de las empresas.
Estas características, a las que debe adicionarse
la evolución de los indices financieros de las firmas
(de liquidez, de velocidad de roración del capital,
de proporción de acrivos inmovilizados, de plazos de
cobranzas,
ere.) determinaron
comportamientos
de
difícil sistematización y variada Indole.
A estos
elementos se debe agregar el acierto o error y hasta
el azar en la toma de decisiones financieras, por
parte de los empresarios, que ha sido un factor clave
en la suerte final de cada empresa.
Los datos de
balance
de
las grandes
firmas
confirman
estos
comentarios; según estos registros, en 1931 las tasas
reales de interés oscilaron desde el cero hasta el
60% anual. A su vez, este cosro financiero comparado
con la facturación de las firmas indica porcentajes,
que para algunas empresas esrá en torno del 100% de
sus ventas.
La intervención del Estado tiene una influencia
decisiva en varios planes. En primer lugar, a través
Ver Schvarzer J. El endeudamienro externo
como pivote de la escecuiacicn financiera, CISEA,
Buenos Aires, 198 2.
14
de la política de promoción industrial, fundamentalmente a partir de los primeros años de la década del
70, favoreció la creación o consolidación de una
docena de firmas que se ubican entre las de mayor
facturación en la industria argentina.
Estas firmas
se especializan en la producción de aluminio, papel,
siderurgia, cemento y productos petroquímicos.
En
segundo lugar, el fuerte poder de compra del Estado
ha sido un factor decisivo en los resultados de
muchas empresas; por ejemplo, 20 de las 100 mayores
firmas según facturación, tienen al sector público
como su principal demandante.
Entre las actividades
que más se destacan figuran los fabricantes de equipo
telefónico, petroleras, energéticas, de construcción
pesada, nucleares e industrias metalmecánicas.
En
tercer
lugar,
la política de privatización
de
actividades estatales, permitió el rápido crecimiento
de algunas firmas privadas, en especial en los
sectores petrolero, energético y de comunicaciones.
Esta combinación de factores -recesión, situación
financiera e intervención del Estado- agregada a la
mayor vinculación internacional de la Argentina y al
atraso
cambiarlo
-como producto
de
la política
antiinflacionaria- creó expectativas
empresariales
inciertas y provocó fuertes cambios en el corto plazo
de
la
posición
económica
y financiera
de
las
empresas. Esra situación, con efectos de difícil
sistematización, tuvo diversa repercusión sobre las
firmas y respuestas empresariales muy distintas. Una
de la manif est-aciones más relevantes fue un proceso
de fusiones y adquisiciones, que en general no
significó la ampliación de la capacidad instalada,
sino la modificación de la propiedad de los activos
existentes asociada, en muchos casos, a un proceso de
concentración de los mercados.
Entre las 100 empresas de mayor facturación se
identificaron 15 cambios de propiedad del capital.
Una de ellas fue la venta de una terminal automorriz
extranjera a otra firma extranjera; tres casos fueron
compras de firmas nacionales por filiales de empresas
nacionales (un frigorífico, una firma del área de
combustibles y una empresa cementera); en cambio, 4
firmas internacionales transfirieron su capital a
accionis"cas locales (una firma automotriz, otra de
^^ Ver Schvarzer J. "Estrategia industrial y
grandes empresas. El caso argentino", IDES, Cesarro11o Económico Nro.71, Buenos Aires, 1978.
15
comunicaciones, otra textil y una de aluminio);
mientras que en las seis firmas restantes se producen
cambios de la propiedad entre residentes locales.
Dentro de este mismo centenar de empresas lideres
se produce la fusión de 6 empresas que fueron
absorbidas por otras firmas.
Estos casos reflejan
con suma claridad el proceso de concentración de la
producción de tres sectores significativos de la
estructura industrial: 1) dos firmas siderúrgicas
fueron absorbidas por una tercera, en un contexto de
reestructuración del sector caracterizado por la
fuerte concentración de la producción de "no planos"
y de incremento de la producción de tubos sin
costura; 2) tres empresas productoras de cigarrillos
fueron compradas por otras dos, las cuales son las
únicas
firmas que dominan en la actualidad
la
totalidad de ese mercado y 3) dos fábricas de
automotores se consolidaron en un mercado en el que
ya habían cerrado tres fábricas, con lo cual los
productores quedaron reducidos a sólo 5 empresas, en
un mercado de fuerte disminución de las unidades
producidas e incrementos muy sustanciales en los
conrenidos importados.
Por otra parte, se observa, siempre denrro de
las 100 firmas de mayor facturación, la presencia de
12 de ellas de capital local, que se caracterizan por
la compra de empresas, de muy diversas actividades
que inclusive exceden la producción manufacturera, en
un proceso de foriPiación de conglomerados.
Se han
observado
algunos
patrones comunes
entre
estos
denominados
grupos
económicos
22^/. 3q¡-j empresas
locales creadas en la década del cincuenta; en muchas
de ellas, parte de las actividades principales están
asociadas a la demanda del sector público; integraron
vertical y horizontalmente su producción m.anufacturera; en la década del 70 comenzaron un fuerte proceso
de diversificación hacia otras actividades; realizaron alguna inversión significativa en el sector
financiero; inviertieron en el exterior; formaron
alguna
empresa
conjunta
con
firmas
extranjeras;
poseen una fuerte solidez financiera; han reclutado
Ver Azpiazu, D., Basualdo E. y Khavisse M.
El nuevo ooder económico en la Argentina, Ed. Legasa,
Buenos Aires, 1986; Katz, J. y Kosacoff, 3.
"Multinationals from Argentine" en Sanjaya Lall The
new multinationals
- The soread of chird world
enterpreses. John Viiley/IRI4 series on
multinationals, 1983.
16
recursos humanos de alta calificación y desarrollaron
una alta capacidad gerencial.
La política monetarista creó aparentemente un
conjunto de condiciones altamente favorable para las
empresas transnacionales.
En primer lugar, sancionó
un conjunto de leyes que las favorecia, respecto a la
situación precedente -sobre Inversiones Extranjeras,
Transferencia de Tecnologia, Promoción Industrial y
la Reforma Financiera, en particular en los aspectos
relacionados a la apertura al exterior del mercado de
capitales-. En segundo lugar, se adscribió totalmente
a los principios
ideológicos
liberales
creyendo
plenamente en las leyes del mercado como el mejor
asignador de recursos de la economia,
lo cual
favorece preferentemente a las firmas con posiciones
oligopólicas, que es una de las características de
las empresas de capital extranjero.
En tercer lugar
fue una experiencia de política económica prolongada,
creando de esta forma condiciones de continuidad y
estabilidad en el mediano plazo.
Sin embargo, a pesar de estas condiciones, las
empresas transnacionales no se han expandido durante
este periodo en la industria argentina. No se ha
registrado la entrada de casi ninguna nueva firma
extranjera de importancia y las inversiones, tanto en
ampliación como modernización
de
las
firmas ya
radicadas han sido de una pequeña significación.
La
verificación de este proceso resalta la autonomia de
las decisiones de inversión de las empresas transnacionales respecto a la política económica que se
aplica. La consolidación de la estructura industrial
argentinà
con
la ocupación
de
los
principales
mercados, su agotamiento y la escasa participación en
el comercio
internacional,
en el marco de una
política
que no privilegió
la producción y el
crecimiento,
son condiciones
que determinan
la
inexistencia de mercados con altas tasas de retorno,
sin las cuales las motivaciones de inversiones en el
aparato productivo quedan desestimuladas.^
Considerando los indicadores industriales, las
empresas
transnacionales
han vivido
también el
proceso de desindustrialización.
El conjunto de
estas firmas, entre los años 1973 y 1981, han tenido
Ver Sourrouille J.V., Kosacoff, B., Gatto F.
Inversiones extranjeras en América Latina. Política
económica, decisiones de inversión y comportamiento
económico de las filiales, BID/IÍ-ÍTAL, 1984.
17
una tasa
anual negativa de crecimiento de la
producción del -2,6%, que ha sido más acentuada que
el promedio industrial, poniendo fin a más de dos
décadas de crecimiento continuo y mucho más acelerado
que el resto de las firmas.
Este comportamiento ha
incidido en la participación del capital extranjero
en la industria que ha descendido del 31.2% en 1973
al 28.3% en 1981
/.
En este periodo se ha
verificado el cese de actividades de una decena de
las firmas transnacionales más importantes del pais,
destacándose
la desaparición
de cuatro
firmas
automotrices y dos siderúrgicas en el marco de los
procesos de reestructuración
de estos
sectores.
Asimismo,
se verificaron
la nacionalización
de
algunas firmas y el cierre de plantas de empresas
transnacionales,
estimándose que en conjunto
se
afectó la producción de algo más de un centenar de
establecimientos de firmas de capital extranjero, que
ocupaban a más de 50.000 personas, y representaban
aproximadamente el 24% del empleo y el 17% de la
producción
del
total
de
empresas
industriales
transnacionales radicadas en el pais.
En forma muy global se puede evaluar la pérdida
de importancia relativa del capital extranjero en las
actividades industriales durante el periodo monetarista, como producto del desarrollo de un reducido
número de grandes empresas de capital nacional que
han liderado
el desarrollo
de algunos
mercados
oligopólicos, con alto peso en el sector industrial,
especialmenre dedicados a la fabricación de bienes
intermedios (siderurgia, aluminio, papel, petroquímico y cemento) frente a una actitud relativamente
pasiva de las firm.as internacionales, siendo ésta,
posiblemente, la transformación más importante del
sector industrial durante el periodo.
Estos cambios
determinaron la pérdida de importancia de actividades
como la industria metalmecánica -más asociada al
sendero madurarivo y a la utilización de ingeniería y
mano de obra calificada- y, la mayor preponderancia
de industrias de gran escala, de procesos continuos,
intensivas en el uso de capital y de escasa generación de empleo.
En la actualidad, las acrividades
manufactureras en la Argentina siguen caracterizándose por la fuerre presencia de capital extranjero, con
una mayor concentración de sus mercados y con una
Ver Kosacoff, B. y Azpiazu, D. CEPAL, Oficina
de Buenos ?^ires. Las emnresas transnacionales en la
Araent:ina, Documento de Trabajo Nro.l6, Buenos Aires,
1985 .
18
mayor articulación de las firmas- grandes de capital
nacional y extranjero en el liderazgo del proceso de
acumulación.
Los efectos de esta política iniciada en 1976 han
concluido en lo que se ha dado por denominar la
"desindustrialización"
de la economia
argentina.
Algunos indicadores son suficientes para medir la
profundidad de este fenómeno. Entre 1975 y 1982: el
producto industrial cayó en más del 2 0%, ubicándose a
niveles similares a los de quince años atrás; la
participación de la industria en el producto bruto
interno disminuyó del 28% al 22%, asociado a una
mayor terciarización de la economia con menores
niveles de productividad; cerraron alrededor del 20%
de los establecimientos fabriles de mayor tamaño; se
produjo un incremento considerable de la productividad de la mano de obra, pero más asociado a la
"racionalización" de su uso que a un cambio tecnológico; el nivel de inversión en equipo durable de
producción disminuyó en los últimos cinco años a una
tasa superior al 5% anual; la participación de los
asalariados en los ingresos cayó del 49% en 1975 al
32.5% en 1982.
4.
Las condiciones
democrático.
económicas
durante
el
gobierno
Durante la gestión del actual gobierno democrático, el cuadro macroeconômico está caracterizado por
la inestabilidad.
La persistencia del largo proceso
inflacionario -que se inició con mayor intensidad a
mediados de 1975-; el fuerte endeudamiento externo
del pais
y
la desarticulación
del proceso
de
acumulación
como resultados del
fracaso de las
políticas
instrumentadas
en el última
gobierno
militar; la agudización
de los desajustes fiscales,
etc., son algunos de los elementos que evidencian la
profunda crisis economica -tanto en los aspecros
monetarios como reales- que afecta al desempeño de
cor~o plazo, como al sendero de crecimiento de Largo
plazo de la economia.
de
A partir de 1982 no sólo se interrumpe el flujo
nuevos fondos externos, sino que se inicia una
Ver Heymann, D. "Tres ensayos sobre inflación
y políticas de estabilización. Estudios e Informes de
la CEPAL Mro. 6 4.; M. Damill, eü al, op.cit.
19
enorme traslación de ingresos al exterior que sólo
cubren una parte de los intereses de la deuda, que es
asumida por el sector público y que genera el
perverso vinculo
entre deuda
externa y déficit
fiscal . La
economia se ve obligada
a generar
permanentes superávits en su balanza comercial, que
deben ser adquiridos por el gobierno, cuyas formas de
financiamiento están fuertemente deterioradas.
El endeudamiento externo se caracterizó por la
inexistencia de contrapartidas ciertas en términos de
nuevas inversiones, reestructuraciones y mejora de
competitividad de la economia. Por el contrario se
diluyó fundamentalmente en huida de capitales al
exterior y la transnacionalización del ahorro; el
incremento del gasto del gobierno -en el que se
destaca el equipamiento militar- y el incremento del
consumo -viajes al exterior, compra de bienes finales
importados, etc.Asimismo, las elevadas tasas de
interés internacionales,
la brutal caída de los
precios de exportación de los productos agricolasmás del 50% entre 1981 y 1986- asociado a la guerra
de subsidios entre EE.UU. y la C.E.E., la ausencia de
nuevos préstamos que no estén relacionados con el
refinanciamiento de los intereses; las crecientes
prácticas proteccionistas de los paises desarrollados, etc., generaron un contexto internacional por
demás adverso.
Estos dos marcos determinaron que la capacidad de
generación de divisas se fundamente en la reducción
de las importaciones más que en el crecimiento de las
exportaciones y por otro lado, en la caida de los
procesos de inversión que compensaba la transferencia
de recursos al exterior frente a una mayor inflexibilidad de la reducción de los niveles de consumo. Por
otra parte, el proceso continuo de renegociación
de
la deuda externa genera una permanente incertidumbre
y una
ingerencia
en el desenvolvimiento
de la
política económica que se instrumenta con restricciones muy fuertes para pensar en los programas de
crecimiento, frente a desequilibrios en los cuales
los
acreedores
externos
no aceptan asociar el
problema del endeudamiento con las restricciones del
comercio internacional y la necesidad de superar las
falencias estructurales de la economía.
Uno de los aspectos centrales que diferencia a la
economía argentina en los 80 en comparación a las
décadas anteriores es el deterioro de las cuencas del
gobierno.
En efecto, 1) la caida de los precios
internacionales del sector agropecuario determinaron
20
la disminución de sus impuestos de exportación
;
2) el sistema previsional argentino -que es de
carácter público pasa de una situación
superavitaria
a un déficit estructural, 3) el sistema impositivo
redujo su recaudación en términos reales. Además
tendió a una mayor regresividad en la medida de su
escaso poder de tasar a las ganancias y al patrimonio
y tener que recaudar impuestos indirectos y al
consumo y a través del regresivo impuesto inflacionario y la generalización de desgravamientos impositivos -en particular a las grandes empresas- y 4) la
estatización de la deuda externa con los consiguientes pagos de sus servicios a través de las arcas
fiscales.
La necesidad de financiar el déficit
fiscal no puede hacerse como hasta 1982 con el ahorro
externo y las fuentes de financiamiento interno no
sólo tienen las restricciones arriba señaladas sino
que se enfrentan con la desarticulación del mercado
financiero.
Este mercado está caracterizado por su desmonetización -la relación M^ con el PBI disminuyó del 9% en
1980 a valores cercanos al 3%- y la inexistencia de
un mercado de capitales de largo plazo en los cuales
se pueden colocar los bonos del gobierno.
Estos
deben ser vendidos en el mercado a muy corto plazo,
con escasos monros de colocación y a tasas de interés
reales fuerteiT^ente positivas, en términos internacionales.
En forma complementaria, el Parlamento no ha
logrado acuerdos del manejo del Presupuesto que
permita una reasignación de los gastes y un replanteo
da la estructura de ingresos. Como producto de ello,
la discusión de gastos e ingresos vive una permanente
presión de los grupos de interés en un contexto de
discusiones
parcializadas
entre
los
distintos
interesados y cada uno de ellos con los distintos
fragmentos del aparato gubernamental, y la resultante
de ello está siendo una pérdida del objetivo de
equidad de la sociedad argentina y una inadecuada
Este inadecuado mecanismo de tributación es
aplicado frente a la dificultad institucional de
implementar
impuestos más progresivos
al
sector
agropecuario.
En agosto de 1988, en función de los
incrementos de precios internacionales como producto
de la sequía en EE.UU., se creó un doble mercado de
cambio,
en el cual
se generó un mecanismo de
restablecimiento de las rerenciones.
21
asignación de recursos
sin análisis
reales, tanto anterior como ex-post.^^/
de
efectos
En este plano es que se verifica que el gobierno
democrático no logra romper la tendencia iniciada
hace poco más de una década de deterioro de la
atención a los sectores sociales -viviendas, educación, salud, infraestructura fisica y de transporte,
ser^/icios sanitarios, etc.- y que afectan el piso de
bienestar que en el pasado destacó a la Argentina en
el contexto latinoamericano.
Esta situación social se ve agravada con la
pérdida de dinamismo de la economia, en la cual el
estancamiento de la producción está asociado con las
dificultades de generar o c u p a c i ó n . E s t e hecho se
verifica en los incrementos de las tasas de desocupación
Y con la pérdida de expectativas de la
población en lograr una movilidad social ascendente
que anteriormente caracterizó a la sociedad.
Sin embargo, el estancamiento de la producción es
complementario a profundos cambios en la producción
de bienes y servicios de la economia argentina, que
están
determinando
una creciente
heterogeneidad
estructural de la economia, que aún no está suficientemente estudiada y abre un conjunto de interrogantes
muy fuertes sobre el sendero evolutivo del pais. Hay
evidencias
empíricas,
en el terreno
del
actual
productor agropecuario pampeano, en el grupo líder de
las empresas industriales, en la producción energética, en algunas áreas de servicios, etc., que la
organización de la producción de hoy en día ha ganado
terreno en eficiencia, en comparación a quince años
atrás.
El caso particular del sector industrial se
retomará más adelante.
Al momento de la asunción, las autoridades tenían
una visión más ootimista sobre el desenvolvimiento de
En la actualidad existen una gran variedad
de mecanismos regulatorios y de intervención del
Estado, en los que no están claros la consecución de
sus objetivos ante la ausencia de su evaluación y
cuantificación de las transferencias y costos y
beneficios sociales.
Ver Beccaria L., Yoguel G. "Apuntes sobre la
evolución del empleo industrial en el periodo 197384",
IDES,
Desarrollo
Económico
Nro.108,
Buenos
Aires, 1988.
22
la economia en un contexto de reclamos de recomposición de ingresos y de reactivación de la economia.
Este optimismo se basaba en una parte, en una
subestimación
de la profundidad de la crisis, y por
otra
parte
en la previsión de un
tratamiento
preferencial en la negociación de la deuda externa
-que
los
hechos
desmintieron-,
la perspectiva
alentadora de la exportación de granos -la caida de
precios internacionales y el cierre de mercados no
estaban considerados- y de las posibilidades de
aprovechamiento de las nuevas fuentes energéticascampo en el cual las rigideces fueron muy grandes-.
En
los
lineamientos
de una
Estrategia
de
Crecimiento Económico 1985/89 de la Secretaria de
Planificación,
se
plantearon
los objetivos de
recuperar la capacidad de crecimiento dentro de un
marco de mayor equidad, en el cual se recomendaba un
"ajuste positivo"
y se postulaba
reorientar la
economia a partir de la expansión simultánea de la
inversión y las exportaciones. Asimismo, se explicitaba la necesidad de la estabilidad y el crecimiento
com metas diferentes pero complementarias.
Es en el
plano de la estabilización en el cual las autoridades
ponen su mayor esfuerzo y el llamado "Plan Austral"
de junio de 1985 es el hito más importante.
En un
contexto de tasas inflacionarias del orden del 30%
mensual, un déficit fiscal del 15% del PBI y la
desmonetización de la economia, la política económica
combina medidas
fiscales y
monetarias con un
congelamiento de precios y salarios y un sistema de
conversión de los contratos de deuda que estaba
combinado con la reforma monetaria
Con un fuerte
apoyo de la población, se logra en primera instancia
el detenimiento de la espiral inflacionaria con un
saneamiento del déficit fiscal y en un segundo
momento, una cierta reactivación de la economía. Sin
embargo, hacia mediados de 1987 se desarticula y sus
problemas no han tenido aún una explicación clara,
2 5 Ver Heymann, D. op.cit•; Machinea J.L. y
Fanelli, Stoaoinq Hyperinflation: the case of the
Austral Plan in Argentina, 1935-87. Fundación Ortega
y Gasset, Toledo, 1987; Guerberoff S. "Flexibilidad
de precios, variaciones de stocks e incertidumbre",
IDES. Desarrollo Económico Nro. 106, Buenos Aires,
1987;
Dornbusch
R. y Simonsen M.H.
"Inflation
stabilization with incomes policy support: a review
of the experience in Argentina, Brazil and Israel",
National Bureau of Economic Research, Working Paper
Nr.2153, 1987.
23
pero los mismos se encuentran tanto en la lentitud de
las reformas estructurales como en el "aflojamiento"
de la política fiscal y monetaria y en la desarticulación de las cuentas externas.
5. Las actividades industriales.
En el plano de las actividades industriales, el
pais no contó con un programa articulado y explicitado de política industrial.
Inclusive, prácticamente
no han existido políticas sectoriales, mientras que
la única excepción que ha sido el área informática
tampoco tuvo la ejecución pensada.
Existen cuatro
planos que merecen ser comentados y que ubican
algunos de los problemas centrales de la industrialización argentina hoy en día.
Ellos son: el proceso
de inversiones, la promoción industrial, la apertura
de la economia y la exportación de manufacturas.^
En relación al proceso de inversiones se observa
en los últimos años un conjunto de fuerzas contrapuestas, cuya resultante es el incremento de la
heterogeneidad
estructural
al
interior de
las
actividades industriales, pero que aún no ha sido
estudiado y evaluado en forma profunda.
Existen por
una parte un conjunto de indicadores que evidencian
una ruptura y un deterioro en el flujo de incorporaciones
de
maquinarias
y equipos
en el
sector
industrial. En este sentido, la relación entre las
inversiones y el PBI que en la década pasada estaba
en valores cercanos al 23% disminuyó al 14%.
Asimismo, la vigencia de altas tasas de interés
reales
positivas
en contraposición
a su signo
negativo del pasado desvió recursos hacia colocacioAlgunos de los principales argumentos acá
desarrollados se presentan en Katz J. y Kosacoff B.
El
sector
manufacturero
argentino:
maduración,
retroceso v prospectiva, Mimeo,
1988 y Katz J.
Desarrollo industrial v cambios en la organización y
división social del trabajo en el sector manufacturero argentino, mimeo, 1988.
^^ La caida del coeficiente de inversión afectó
tanto a la inversión del sector privado como a la del
secror público.
En esta última se verifica una alta
correlación entre su nivel y su impacto inductor
sobre la inversión en el sector industrial.
24
nes fuera de la industria.
El fuerte incremento de
la transnacionalización del ahorro; la inexistencia
de un mercado de capitales de largo plazo; la
persistencia de la inestabilidad, la incertidumbre y
la inflación, etc., crearon adicionalmente condiciones sumamente adversas para el proceso de inversiones .
Sin embargo, en sentido
opuesto existió un
conjunto de factores que indujo a la formación de
capital en numerosas firmas y sectores. Como veremos
más adelante el conjunto de sistemas promocionales a
la inversión industrial fue una fuente de subsidios
muy fuerte, a la que se adicionaron otros mecanismos
como la capitalización de la deuda externa. Asimismo,
la sobrevaloración de la moneda durante el periodo
1978-81 determinó una importante incorporación de
máquinas y equipo de origen importado. Las lineas
crediticias del Banco Nacional de Desarrollo para la
compra de bienes de capital y los créditos preferenciales
de
organismos
internacionales y de los
gobiernos de España e Italia también favorecieron en
los últimos años la introducción de nuevo equipamiento.
En igual sentido y a pesar de los efectos
negativos de la tasa de interés positiva antes
mencionados, la vigencia de la misma -asociada su vez
a otros factores-, tuvo un impacco muy importante
sobre la organización del trabajo industrial.
El
fuerte peso financiero del manejo ineficiente de
excesivos stocks, de procesos discontinuos asociados
a tiempos muertos, de falta de organización en los
sistemas de compras, etc., determinaron la gradual
incorporación al 'lay out' de producción de tecnologias de automatización
que abarcan el control de
procesos, el manejo de inventarios, la mejora de los
sistemas de control de calidad, etc. Esta incipiente
difusión de nuevas tecnologias está teniendo impacco
muy fuertes sobre la organización de la producción y
en conjunción con la racionalización del empleo se
verifican fuertes incrementos de la productividad asi
como cambios significativos en las relaciones obreroempresariales.
Complementariamente,
también
han
madurado
algunos proyectos de uso
intensivo
de
ingeniería atento al bajo costo relativo de la misma
en el medio local. Todo este conjunto de equipamientos e incorporaciones tecnológicas han pasado por una
evaluación mucho más rigurosa y esta asignación de
recursos está asociada a una m.ayor productividad del
25
capital,
insumes.
en comparación
con
las grandes plantas
de
La continuidad de los sistemas de Promoción
Industrial, tanto a nivel nacional, como en el
Territorio Nacional
de Tierra
del Fuego y los
regímenes
provinciales de San Luis, La Rioja,
Catamarca y San Juan han tenido un impacto importante
en la localización de las actividades industriales.
Sus objetivos y su instrumentación han sido una
fuente de polémicas, que incluyó al ámbito parlamentario, en el cual en setiembre de 1988 se acaba de
aprobar una nueva legislación.
En el régimen a nivel nacional, sus efectos
económicos se concentraron fundamentalmente en el
subsidio para la puesta en marcha de alrededor de 50
proyectos de grandes plantas productoras de bienes
intermedios, intensivas en el uso de capital, que
tuvieran su justificación hacia principios de los
años 70, en la profundización del modelo sustitutivo
El régimen de Tierra del Fuego, se potencializó
hacia fines de los 70 y su principal motivación para
los inversores está dada por la libre importación de
insumos asociada a una alta protección al producto
final.
Ello incentivó la instalación de un conjunto
de empresas -entre las que se destacan las productoras de
artículos
electrónicos
de consumoque
realizan < tareas de escasa
integración
e ínfima
participación de la ingeniería local.
Por último,
los regímenes provinciales generaron la instalación
de empresas dedicadas en la mayoría de los casos a la
fase final de procesos productivos fragmentados de
forma de maximizar las desgravaciones impositivas.
Las principales criticas que se realizan a estos
sistemas promocionales apuntan a la escasa selección
de las actividades dentro de un modelo de industrialización coherente; los elevados costos fiscales; la
ausencia de una evaluación 'ex post' de los mecanismos; el carácter discriminatorio de los otorgamientos; la falta de competitividad en la organización de
los mercados y la inexistente fiscalización de las
actividades que tienen incentivos no sólo asociados a
la formación de capital sino que también abarcan a la
32^ Ver Azpiazu D., Basualdo E. y Nochteff H. El
impacto de las nuevas tecnologías electrónicas sobre
el proceso de trabajo v el enoleo. Análisis de casos.
Proyecto
Gobierno
Argentino/PNUD/OIT
ARG/87/003,
Documento de trabajo 16, Buenos Aires, 1983.
26
operatoria de las firmas.
En forma contrapuesta,
estos mecanismos generaron una incipiente descentralización de la localización de las actividades hacia
espacios de menor desarrollo relativo y permitieron
la instalación y reestructuración de muchas firmas
que de otra manera no se hubiese efectuado.
Considerando ahora el tema de la apertura, su
inadecuada
utilización
en el periodo
1978-81,caracterizada por objetivos más antiinflacionarios
que industrialistas y más incentivadores de importaciones que de exportaciones-, tiene en la memoria de
los empresarios un -justo- mal recuerdo, pero a su
vez impide actualmente una reconsideración de la
factibilidad de la vigencia de un modelo autónomo.
Las resistencias a las modificaciones arancelarias
son manifestaciones ejemplificadas de esta situación.
Los actuales intentos de acuerdos preferenciales con
Brasil,
España e Italia y las discusiones muy
embrionarias
aún
con
Japón
y Alemania,
abren
posibilidades interesantes de acuerdos bilaterales de
apertura
negociada
y gradualista
que permitan
desenvolverse a las actividades en una atmósfera más
competitiva y sin las restricciones que imponen las
estrecheces del mercado doméstico. De esta forma son
sustitutos adecuados a una apertura generalizada que
cree en el libre mercado como regulador.
Hasta ahora sólo se disponen de las primeras
evidencias todavia muy preliminares, de los efectos
de la integración en la industria de bienes de
capital con el Brasil.
A pesar de su muy escaso
impacto macroeconômico, las señales que brinda la
buena performance de un centenar de pequeñas y
medianas empresas nacionales, reflejan las posibilidades competitivas de firmas metalmecánicas productoras de series cortas y a pedido, caracterizados por
sus fuertes contenidos de ingeniería y mano de obra
calificada.
Sin duda que los inminentes acuerdos en
el sector alimenticio y el automotriz, y más aún la
posible integración de un "mercado común" tendrán un
^^ Ver, entre otros, D. Azpiazu, La promoción a
la inversión industrial en la Argentina. Documento
de trabajo Nro. 27. CEPAL, Buenos Aires 1988 y F.
Gatto,
G.
Gutman
y G.
Yoguel
Reestructuración
industrial en la Argentina v sus efectos regionales.
1973-1984 • PRIDRE-CFI/CEPAL, Buenos Aires, Documento
Nro.14, 1938; Roiter M. La industrialización reciente
de Tierra del Fuego, PRIDRE-CFI/CEPAL, Documento de
trabajo Nro.13, 1987.
27
impacto mucho mayor.
Igualmente importantes pueden
ser los acuerdos con los paises europeos mencionados,
que en la actualidad se encuentran centrados, en su
parte industrial, en la posibilidad de adquisición en
condiciones preferenciales de equipamiento y en la
factibilidad de acuerdos empresariales, que abarcan
desde "Joint-ventures" hasta aprovechamiento conjunto
de oportunidades comerciales.^^/
La política económica ha puesto mucho énfasis en
la necesidad de incrementar las exportaciones de
manufacturas.
El discurso oficial, el mantenimiento
de un tipo de cambio elevado, la articulación de una
gama de amplios y generosos incentivos a la exportación apuntalan la posibilidad de una mayor orientación exportadora. Sin embargo, los resultados no han
sido muy alentadores.
El nivel actual de las
exportaciones industriales es similar a la década
pasada, reflejando su escasa orientación exportadora
y a su vez la mayor especialización hacia la
exportación de bienes int Gimledios -en detrimento de
las actividades
metalmecánicastiene
grandes
limitaciones.
En efecto, estos productos se colocan
como "commodities" en el mercado internacional, en el
cual el pais es "tomador de precios" que sólo cubren
en muchos casos los costos variables de producción.
Estas exportaciones "anticiclicas" de productos de
escaso valor agregado, evidencia la desarticulación
del aparato productivo, en la medida que no se
continuaron los encadenamientos hacia la utilización
de estos
insumos por
industrias
que
incorporen
ingeniería y valor a g r e g a d o . A s i m i s m o ,
las
políticas comerciales no están vinculadas con los
^^ Ver al respecto B. Kosacoff- R. Bisang Los
acuerdos de integración de Argentina y Brasil en el
sector de bienes de capital. CEPAL, Buenos Aires,
1987; F. Porta, El acuerdo de integración ArgentinaBrasil en el sector de bienes de capital: carácner v
evolución reciente, CEI, Buenos Aires, 1988 y J.C.
Del Bello, Perspectivas de relaciones
económicas
entre Argentina e Italia a la luz del tratado de
asociación particular, CEI, Buenos Aires, 1988.
^^ A titulo de ejemplo el desarrollo de la
industria de especialidades químicas utilizando los
insumos petroquímicos,
el área metalmecánica
en
relación a los insumos siderúrgicos y aluminio, la
industria del zapato industrializando el cuero, etc..
28
instrumentos de política industrial
y se centran
más en la transferencia de ingresos que en los
necesarios cambios en la oferta que modifiquen la
competitividad de la industria argentina, por lo cual
sus efectos son menos directos y socialmente más
costosos.
En la actualidad el sector industrial ha perdido
su capacidad de generar empleo y ser el motor del
crecimiento
de
la
economia.
Las
actividades
manufactureras se han estancado en su conjunto, pero
con una heterogeneidad creciente a su interior, con
una diferenciación entre las firmas y en la organización de los mercados.
En este contexto se observa
un grupo de empresas -conformados por los Grupos
Económicos Nacionales, las empresas trasnacionales y
empresas medianas de fuerte dinamismo tecnológicoque están extendidas a lo largo de la mayoría de los
mercados y que hoy en día poseen una organización
productiva más avanzada que en el pasado.
La
racionalización de sus procesos productivos,
su
conocimiento
del
escenario
internacional,
su
desarrollo gerencial, la incorporación de tecnología
de automatización, sus equipos de ingeniería, su
capacidad financiera, etc., son características de
estas empresas.
Aún no ha sido evaluado el peso
macroeconômico de estas firmas, ni el grado de
difusión en el escenario local, como tampoco su
estrategia de mediano plazo en el área productiva y
tecnológica.
La viabilidad
de un proceso de
crecimiento
sostenido y equitativo de la economía argentina está
condicionada por la modalidad que asuma su proceso de
^^ En relación a los sistemas de promoción
industrial antes mencionados, en éstos no existe casi
ningún incentivo para el desarrollo de industrias
orientadas a la exportación, ya que los principales
beneficios están asociados a ventajas fiscales e
impositivas que no están involucradas en las exportaciones.
Ver al respecto, D. Azpiazu, B. Kosacoff,
"Exportaciones e industrialización en la Argentina
entre 1973-36", Revista de la CEPAL Nro.36, 1988;
INDECCEPAL,
Exportaciones
Industriales.
Perfil v
coraportamien to de
las empresas
exportadoras
de
manufacturas, Estudio Nro.5, Buenos Aires, 1987; D.
Azpiazu, R. Bisang y B. Kosacoff Desarrollo industrial V exportación de manufacturas. Documento de
trabajo Nro.22, CEPAL, Buenos Aires, 1985.
29
industrialización.
En este área la existencia de
distorsiones y externalidades invalida al mercado
para dar las mejores señales en la asignación de
recursos. La definición de un conjunto articulado de
políticas explicitas microeconómicas, sectoriales y
macro -evaluando a su vez el escenario internacional
y que involucren al Estado, al Parlamento, a los
empresarios y trabajadores-, es un requerimiento
básico para avanzar en la reconversión y modernización del aparato industrial.
Para ello es condición
necesaria un replanteo de la 'ingeniería institucional' del sector público, que permita un mejor control
de gestión y la profesionalización de sus cuadros
con el fin de instrumentar en forma adecuada una
política industrial de mediano y largo plazo.
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