Oropesa del Mar, Festival Internacional de Música

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El miércoles (día 11) en el recinto ORFIM (Oropesa del Mar, Festival Internacional de
Música) a las 22.30h.
Las mejores Cuatro Estaciones de Vivaldi
La crítica internacional considera la interpretación de la Drottningholm Chamber
Orchestra como la mejor versión lograda hasta hoy de las Cuatro Estaciones de Vivaldi
(www.orfim.com). Entradas en el 902 405 902.
Procedentes de la ciudad sueca de Drottningholm, la orquesta barroca interpreta, con
instrumentos originales, la mejor versión que hasta hoy en día se ha hecho de una
partitura tan popular y emblemática como las Cuatro Estaciones de Vivaldi, según la
crítica internacional con mayor prestigio en el mundo musical. Nils Eric Sparf,
concertino y director, es el lider del grupo que ha mostrado su maestría en los mejores
escenarios del mundo y el miércoles día 11 de agosto lo hará, por primera vez en la
Costa de Azahar, en el Recinto Orfim del Festival Internacional de Música de Oropesa
del Mar, a las 22.30h.
Tras la primera semana de funcionamiento, el ORFIM (Oropesa del Mar, Festival
Internacional de Música) cuenta con un balance altamente positivo en el que las más de
5.000 personas que han disfrutado hasta el momento de su programación han mostrado
su alto grado de satisfacción, como ocurrió en el reciente éxito de la cantante Ute
Lemper con su grupo, que hizo las delicias del público con una actuación de más de
noventa minutos, ininterrumpidamente, poniéndolo en pie y cediendo a su petición de
bises.
El nivel artístico alcanzado por el ORFIM cumple sus expectativas, dejando evidencia
de su talla como el más destacado festival internacional de música en su género del
verano de la Comunidad Valenciana.
The Drottningholm Baroque
Ensemble, DBE, fue fundado en
1971. La ambición de los seis
músicos que formaron el conjunto era
tocar música de los siglos XVII y
XVIII con instrumentos de la época.
Hoy el ensemble ha crecido hasta
llegar a ser una orquesta de viento,
metal y percusión de gran calidad.
DBE celebró sus 30 años como
entidad en 2001 con sus propias
series de conciertos en el “Nybrokajen 11” de Estocolmo. El concertino y
director artístico es Nils-Erik Sparf, que además es el director de la Uppsala
Kammarsolister y también actúa como solista con la Drottningholm y con otras
orquestas.
El sonido chispeante y la asombrosa técnica de la que hace gala este grupo le ha
llevado a ser conocido mundialmente y a ser invitado a los mejores festivales del ámbito
internacional, incluyendo Japón, Hong Kong, Singapur, Tailandia, Australia, Estados
Unidos, España, China, Alemania, Francia y el Reino Unido. Distinguidos músicos y
directores han colaborado con la Drottningholm Baroque Ensemble. Se han realizado
conciertos junto al Coro de Eric Ericsson y al Bach Choir. Cabe destacar las
colaboraciones con las orquestas de los directores Christopher Hogwood, Andrew
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Parrott, Lars Ulrik Mortensen Sigiswald Kuijken y Emmanuel Haim, y de solistas de la
talla de Anne Sofie von Otter, Malena Ernman y Emma Kirkby.
Numerosas grabaciones para la radio y la televisión nos sugieren el gran prestigio del
ensamble en el panorama de la música internacional. Han realizado varias grabaciones
para BIS, Caprice, CBS, Emi, Erato, MUSICA SVECIAE, Propirus y RCA. Su
grabación de “Las Cuatro Estaciones” de Vivaldi ha sido aclamada por la crítica como
una de las mejores grabaciones de todos los tiempos por la prestigiosa revista alemana
“Audio”.
Una parte muy importante del trabajo de la Drottnignholm es apreciar las tradiciones y
la búsqueda a niveles tanto nacionales como internacionales, y al mismo tiempo buscar
nuevos contextos y nuevas áreas para encontrar diferentes audiencias. Su búsqueda
consiste en encontrar obras aún inexploradas, lo que les ha llevado a numerosas
premieres de compositores suecos del siglo XVIII.
Notas al programa (José Luis García del Busto)
Francesco GEMINIANI (1687-1762):
Concerto grosso en Si bemol mayor, op. 3, nº 5
El compositor y violinista italiano Francesco Geminiani, nacido en Lucca -como
Boccherini años después- y fallecido en Dublín, tras carrera europea con estancias en
Holanda, en París y, sobre todo, en Londres, no tuvo malos maestros: Alessandro
Scarlatti en Nápoles y Arcangelo Corelli en Roma. La dedicación a la música
instrumental de Geminiani estuvo, desde luego, muy condicionada por el modelo de
Corelli y, en especial, por los magistrales Concerti grossi op. 6 del que pasó a la historia
como pionero en este género.
Geminiani publicó tres colecciones de Concerti grossi, de seis conciertos cada
una de ellas. Fueron las op. 2, op. 3 y op. 7. La central es que tenemos representada en
el concierto de hoy con este Concerto grosso en Si bemol mayor, penúltimo de la
colección op. 3 que sería publicada en 1732 o 1733. Como característica instrumental se
apunta la ausencia de violas en el tutti orquestal, aunque el instrumento forma parte del
concertino; en cuanto a la forma, son cuatro movimientos con la típica alternancia lento
(Adagio) – rápido (Allegro). Todo es sencillo, bello y atractivo en esta música tan
propia de la plenitud del Barroco.
Antonio VIVALDI (1678-1741):
Las 4 estaciones, op. 8, núms. 1- 4
Estamos ante una de las músicas más universalmente difundidas y gustadas de
todos los tiempos. No hay duda de que ello es merecido, pero no deja de ofrecer
motivos de reflexión el hecho, por cuanto la calidad y la belleza incuestionables de estas
páginas vivaldianas son las mismas, ni más ni menos, que las que encierran muchos
otros de sus conciertos que no han alcanzado, en absoluto, una popularidad ni siquiera
comparable. De hecho, Las cuatro estaciones son los cuatro primeros Conciertos de la
colección op. 8 titulada genéricamente Il cimento dell'armonia e dell'invenzione,
publicada en Amsterdam en 1725 por Michael-Charles Le Cene, sucesor de Roger, con
la siguiente portada: "Il Cimento dell'Armonia e dell'Invenzione, Conciertos a 4 y a 5
dedicados al Ilmo. Sr. el Señor Venceslao Conde de Marzin, de D. Antonio Vivaldi,
Maestro en Italia del Ilmo. Sr. conde antes mencionado, Maestro de Conciertos del pío
Hospicio de la Piedad en Venecia y Maestro de la Capilla de Cámara de su alteza
serenísima el señor príncipe Felipe Langravio de Hassia Darmistath. Obra octava". Está
constituida por un total de doce obras maestras perfectamente equiparables, ocho de las
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cuales quedan, sin embargo, como "aplastadas" por el incontenible fulgor de Las
estaciones.
Seguramente, a este inusitado éxito ha colaborado el descriptivismo de estas
páginas para cuya composición se basó Antonio Vivaldi en cuatro sencillos sonetos que
se refieren a cada una de las estaciones del año: en la partitura, los versos se van
colocando junto a las notas encargadas de evocar sus contenidos, para asegurar que los
intérpretes tengan bien presente lo que están expresando en cada momento. Pero, si bien
este seguimiento "argumental" puede resultar ilustrativo y grato, no cabe duda de que la
música se debe bastar a sí misma. Música descriptiva ha habido a lo largo de toda la
historia, antes y después de Vivaldi, y la ha habido de todas las categorías, desde
abominable hasta excelsa y, para dejar huella, nunca ha sido razón su mayor o menor
acierto a la hora de "describir", sino simplemente su valor como pura música: el hecho
descriptivo solo posee carácter adjetivo, no sustancial.
Las cuatro estaciones de Vivaldi pertenecen, sin lugar a dudas, a esa categoría
de música excelsa, perfecta y bellísima, y su carácter descriptivo no es sino un plus que
puede constituir un acicate para el oyente, aunque no añada ningún valor sustancial al
que posee su mera escritura musical. Son cuatro conciertos para violín principal y grupo
de cuerda, escritos en las tonalidades de Mi mayor, Sol menor, Fa mayor y Fa menor,
caracterizados por el elevado virtuosismo de su escritura instrumental, por la gracia de
su inspiración melódica, por su expresividad cálida y gozosa..., melancólica en
momentos. Hasta el propio Vivaldi era consciente del acierto de su inspiración melódica
en estas obras, a juzgar por las veces en que empleó varios de sus temas en otras obras
de carácter vocal y teatral. Son cuatro obras de irresistible hermosura y que, bajo su
aspecto de delicia musical de fácil e inmediata comunicatividad, esconden una enorme
ciencia compositiva.
Parte I
Francesco GEMINIANI (1680–1762)
Concerto grosso en Si b M, op. 3 nº 5
Adagio – Allegro – Adagio – Allegro
Antonio VIVALDI (1678 – 1741)
La Primavera (de Le Quattro Stagioni op. 8)
Allegro – Largo – Allegro
L’ Estate (de Le Quattro Stagioni op. 8)
Allegro non molto – Adagio – Presto
Parte II
Antonio VIVALDI (1678 – 1741)
L’Autunno (de Le Quattro Stagioni op. 8)
Allegro – Adagio – Allegro
L’Inverno (de Le Quattro Stagioni op. 8)
Allegro non molto – Largo – Allegro
www.orfim.com
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