VIVIR LA ALEGRIA DE LA MISERICORDIA CLAVES ESPIRITUALES

Anuncio
VIVIR LA ALEGRIA DE LA MISERICORDIA
CLAVES ESPIRITUALES
1. EL ELOGIO DE LA MISERICORDIA
• Dios acoge la fragilidad humana: misericordia entrañable. Rom 5,8
Los límites se transforman en puerta: sentir dolor por la miseria del otro.
Humildad para acoger la misericordia y profundidad en la mirada.
El filtro para contemplar la obra de Dios es la misericordia.
“Misericordia es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando
mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida; es la vía que
une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados a pesar del
límite de nuestro pecado” MV 2
•
Convicción pastoral y fundamento teológico:
el Amor no se detiene ante los limites.
Misioneros de la misericordia en una cultura de la fuerza, de la
reivindicación violenta, del deseo ilimitado.
2. LA PUERTA DE NUESTROS LIMITES
• La fragilidad de los vínculos humanos. Solo el que reconoce su miseria
puede acoger la misericordia.
• Claves para vivir la misericordia.
Acoger a Dios que mira desde abajo. En su abajamiento se revela su
grandeza: la misericordia.
• Pasar de la miseria a la misericordia: humildad y consuelo. Is 40, 1-3
“¿Cómo podría abandonarte Efraim, soltarte Israel? Se conmueven mis entrañas. No
volveré a destruir a Efraím… porque yo soy Dios y no hombre, santo en medio de
vosotros y no me dejo llevar por la ira” Os 11,8
“Compartimos la misericordia en el sufrimiento y también podemos compartir el
consuelo recibido” 2 Cor 1,7
Felices los misericordiosos. Jesucristo encarna y personifica la
misericordia DM 2. “No he venido a buscar a los justos sino a los pecadores”
La misericordia es la actitud de inclinarse ante el hombre y devolverle la verdad sobre si
mismo” DM 7
•
3. LA PUERTA SANTA DEL PERDON
• Experimentar el perdón – ser alcanzado por la gracia.
• Conversión: la alegría de ser encontrado.
“El sacramento de la reconciliación, que parte de una mirada a la condición existencial
propia y concreta ayuda de modo singular a esa apertura del corazón que permite dirigir
la mirada a dios para que entre en la vida. La certeza de que el está cerca y en su
misericordia espera al hombre, también al que está en pecado, para sanar sus
enfermedades con la gracia del sacramento de la reconciliación, es siempre una luz de
esperanza para el mundo. Discurso a la Penitencia Apostólica 9 marzo 2015
Reflexión compartida. 1ª parte:
1. ¿qué es para ti la misericordia?
2. ¿Para qué un año jubilar de la misericordia?
3. ¿qué puede aportar a JMV?
4. ¿se puede ser cristiano sin ser misericordioso?
5. ¿cómo podemos ayudar a los jóvenes a vivir la misericordia?
Textos: MV. 13. Queremos vivir este Año Jubilar a la luz de la palabra del Señor: Misericordiosos como
el Padre. El evangelista refiere la enseñanza de Jesús: « Sed misericordiosos, como el Padre vuestro es
misericordioso » (Lc 6,36). Es un programa de vida tan comprometedor como rico de alegría y de paz. El
imperativo de Jesús se dirige a cuantos escuchan su voz (cfr Lc 6,27). Para ser capaces de misericordia,
entonces, debemos en primer lugar colocarnos a la escucha de la Palabra de Dios. Esto significa recuperar
el valor del silencio para meditar la Palabra que se nos dirige. De este modo es posible contemplar la
misericordia de Dios y asumirla como propio estilo de vida.
14. La peregrinación es un signo peculiar en el Año Santo, porque es imagen del camino que cada
persona realiza en su existencia. La vida es una peregrinación y el ser humano es viator, un peregrino que
recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada. También para llegar a la Puerta Santa en Roma y en
cualquier otro lugar, cada uno deberá realizar, de acuerdo con las propias fuerzas, una peregrinación. Esto
será un signo del hecho que también la misericordia es una meta por alcanzar y que requiere compromiso
y sacrificio. La peregrinación, entonces, sea estímulo para la conversión: atravesando la Puerta Santa nos
dejaremos abrazar por la misericordia de Dios y nos comprometeremos a ser misericordiosos con los
demás como el Padre lo es con nosotros.
El Señor Jesús indica las etapas de la peregrinación mediante la cual es posible alcanzar esta meta: « No
juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y
se os dará: una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos.
Porque seréis medidos con la medida que midáis » (Lc 6,37-38). Dice, ante todo, no juzgar y
no condenar. Si no se quiere incurrir en el juicio de Dios, nadie puede convertirse en el juez del propio
hermano. Los hombres ciertamente con sus juicios se detienen en la superficie, mientras el Padre mira el
interior. ¡Cuánto mal hacen las palabras cuando están motivadas por sentimientos de celos y envidia!
Hablar mal del propio hermano en su ausencia equivale a exponerlo al descrédito, a comprometer su
reputación y a dejarlo a merced del chisme. No juzgar y no condenar significa, en positivo, saber percibir
lo que de bueno hay en cada persona y no permitir que deba sufrir por nuestro juicio parcial y por nuestra
presunción de saberlo todo. Sin embargo, esto no es todavía suficiente para manifestar la misericordia.
Jesús pide también perdonar y dar. Ser instrumentos del perdón, porque hemos sido los primeros en
haberlo recibido de Dios. Ser generosos con todos sabiendo que también Dios dispensa sobre nosotros su
benevolencia con magnanimidad.
EG 3. Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo
su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de
intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él,
porque «nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor»[1]. Al que arriesga, el Señor no lo
defrauda, y cuando alguien da un pequeño paso hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con
los brazos abiertos. Éste es el momento para decirle a Jesucristo: «Señor, me he dejado engañar, de mil
maneras escapé de tu amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza contigo. Te necesito.
Rescátame de nuevo, Señor, acéptame una vez más entre tus brazos redentores». ¡Nos hace tanto bien
volver a Él cuando nos hemos perdido! Insisto una vez más: Dios no se cansa nunca de perdonar, somos
nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia. Aquel que nos invitó a perdonar «setenta
veces siete» (Mt 18,22) nos da ejemplo: Él perdona setenta veces siete. Nos vuelve a cargar sobre sus
hombros una y otra vez. Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor infinito e
inquebrantable. Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos
desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría. No huyamos de la resurrección de Jesús, nunca
nos declaremos muertos, pase lo que pase. ¡Que nada pueda más que su vida que nos lanza hacia
adelante!
ANUNCIAR LA ALEGRIA DE LA MISERICORDIA
CLAVES PASTORALES
1. LA IGLESIA, PUERTA DE MISERICORDIA
“Felices los que puedan ver todo lo que vosotros estáis viendo. Os
digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros
estáis viendo y no lo vieron y oír lo que estáis oyendo y no lo
oyeron” Lc 10,23.
ACTITUD PASTORAL MISERICORDIOSA
CERCANIA Y ACOGIDA. MV 46
CON OBRAS MÁS QUE CON PALABRAS
¿PUEDE EXISTIR UN CRISTIANO QUE NO SEA
MISERICORDIOSO?
2. LA PUERTA DE LOS POBRES.
DIMENSION SOCIAL DEL EVANGELIO
HABITAR LAS PERIFERIAS. IR A LA OTRA
ORILLA. Mc 4,35
CONVERSION A LOS POBRES. IGLESIA DE LOS
POBRES.
“Jesús se identifica con los pobres, en el más
humilde encontramos a Jesús mismo y en Jesús
encontramos a Dios” DCE 15.
ESCUCHAR EL CLAMOR DE LOS POBRES EG 192
LA MISERICORDIA SOCIAL COMO RESPUESTA.
LOS POBRES EN EL CORAZÓN DE CRISTO Y EN
EL CORAZON DE LA IGLESIA
PASTORAL DEL ENCUENTRO. LA LOGICA DEL
DON.
DADLES VOSOTROS DE COMER. INCLUIR.
EL EVANGELIO DE LA MISERICORDIA.
PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO. Lc 10,25.
OBRAS DE MISERICORDIA. PRACTICAR LA
MISERICORDIA ante la pobreza física, cultural,
social y espiritual.
3. PUERTA SANTA DE LA CARIDAD
PRIMACIA DE LA CARIDAD. Mt 25 “En cada uno de
estos más pequeños está presente Cristo mismo, su carne
se hace de nuevo visibles, como cuerpo martirizado,
llagado, flagelado, destruido, en fuga para que nosotros los
reconozcamos y los asistamos con cuidado. No olvidemos
las palabras de San Juan de la Cruz, en el ocaso de
nuestras vidas seremos juzgado en el amor” MV 15.
CLAVES VICENCIANAS: PERDONPROVIDENCIA- COMPASION-INSTRUMENTOS
DE CARIDAD
LA CARIDAD ES SIEMPRE NUEVA.
LA LOGICA DEL DON. AMAR COMO CRISTO
AMA.
ACTITUDES: AMOR POBRE, CERCANO,
PERSONAL, CONCRETO, CREYENTE,
COMUNITARIO, ACTIVO Y CONTEMPLATIVO.
“Nada de pastoral de ventanilla, salir al mundo”
FORMACIÓN DEL CORAZÓN
NUEVA IMAGINACIÓN DE LA CARIDAD.
RETOS-OPORTUNIDADES-PROPUESTAS.
2. MARIA “VUELVE A NOSOTROS ESOS TUS OJOS
MISERICORDIOSOS”
María, primer testigo de la misericordia.
Reflexión compartida.
1. Una pastoral desde la misericordia ¿cómo podemos ser testigos del
perdón y la misericordia de Dios en la pastoral?
2. Conversión a los pobres. Actualización de la parábola del buen
samaritano. ¿cómo vivo la cercanía a los pobres y la acogida del pecador?
3. La caridad como expresión de la misericordia ¿Quiénes son hoy los
pequeños que reclaman misericordia?
4. La mirada misericordia de María. ¿Cómo puede ayudarnos la Virgen
María a dar un testimonio de comunión, de fe y de amor a los pobres?
Descargar