Mariano José de Larra: bicentenario del gran mito romántico español

Anuncio
•
esfera
cultural
•
MARIANO JOSÉ DE LARRA:
BICENTENARIO
DEL GRAN MITO
ROMÁNTICO
ESPAÑOL
ESULTA curioso que el aniversario de Poe esté trayendo a las estanterías españolas más reediciones
de sus obras que las que se puedan encontrar de Mariano José de Larra, pero él ya lo tuvo claro:
“Escribir como escribimos en Madrid es realizar un monólogo desesperante y triste para uno solo. Escribir
en Madrid es llorar, es buscar voz sin encontrarla, como en una pesadilla abrumadora y violenta”. Sus
palabras eran premonitorias, para ser leído en Madrid, en España, seguramente es mejor haber nacido en
cualquier otro lugar.
La editorial Linkgua publicó en 2008 un librito de 82 páginas con una selección de sus artículos; en
ese mismo año Alianza Editorial puso a la venta un volumen de 296 páginas con una amplia selección de
sus artículos de prensa; menos de la mitad de tamaño tenía la Antología de textos publicada por
Edelvives. Quien ha hecho un mayor esfuerzo ha sido RBA, publicando sus artículos completos en un volumen de 880 páginas. Escasísimas ediciones para la celebración de un bicentenario. Los demás libros que
se pueden encontrar en las librerías son los que se encuentran desde hace tiempo como material de lectura para los estudiantes (en Espasa Calpe, Anaya, Edebé o Punto de Lectura).
R
Aunque Mariano
José de Larra fue
uno de los
periodistas
mejores pagados
de su tiempo, su
valor no fue
reconocido hasta
que lo
redescubrió la
Generación del 98.
MIguel Ángel de RuS
Hace 200 años nacía Mariano José de Larra en una España
en guerra contra las tropas napoleónicas. Tras una breve
pero brillante carrera como periodista, el primer escritor
dandi español se levantaba la tapa de los sesos y se
convertía en leyenda, aunque para ello tendrían que pasar
siete décadas de olvido. Ahora se celebran los dos siglos
de su nacimiento con escasas ediciones, pocos actos, pero
una notable influencia en la literatura y el periodismo de
nuestro país.
SEGÚN Jesús Miranda
de Larra, hijo del tataranieto del gran periodista español del siglo XIX,
“Larra no se mató por una
mujer, sólo fue la gota que
colmó el vaso”. Aquel suicidio
convirtió al periodista, nacido
el 24 de marzo de 1809, en
un mito.
Aunque Mariano José de
Larra fue uno de los periodistas mejor pagados de su tiempo, su talento no fue reconocido hasta que lo redescubrió la
S
Generación del 98 –cuando
Baroja, Azorín y Unamuno llevaron una corona de flores a
su tumba–. Como sostiene Jesús Miranda de Larra “sus
contemporáneos no captaron
su mensaje porque estaban
habituados al costumbrismo
de Mesonero Romanos o Estébanez Calderón. Cuando retrataba al castellano viejo y zafio, estaba pidiendo un cambio
en las costumbres, pero no
podía denunciarlo directamente porque entonces le censu-
Su obra más allá de lo periodístico baja en interés. Se le recuerda por
‘Macías: drama histórico’ y ‘el doncel de don enrique el doliente’
raban. Usó la sutileza, la ironía
y el sarcasmo”.
Este desprecio del pueblo
español por sus textos nunca
fue bien llevado por el autor,
quien dejó escrito: “Mi vida
está condenada a decir lo que
otros no quieren leer”. Sirva
como ejemplo para comprender hasta qué punto no fue
valorado en su tiempo, ni como periodista ni como escritor, que Antonio Alcalá Galiano no lo incluyó en la Historia
de la literatura española del
siglo XIX, libro en el que, junto
a la obra de algunos autores
que aún se recuerdan, se recoge la obra de otros autores
que han quedado completamente olvidados.
Época terrible
Mariano José de Larra vivió
una época terrible: la España
recién salida de la Guerra de
la Independencia contra el invasor francés y heredera de la
dictadura de Fernando VII. Fue
llevado a Francia por su fami-
Su mejor época coincidió con la muerte de Fernando VII, en la que
firmaba sus artículos con el seudónimo de Fígaro
Escritura
62 PÚBLICA
Un aniversario casi sin reediciones
lia con cuatro años ya que su
padre, que fue médico de la
corte de José Bonaparte (más
conocido por Pepe Botella), se
vio obligado a huir de España
al final de la guerra contra las
tropas napoleónicas. A su
vuelta a la patria, el periodista
y escritor forma sus armas
dialécticas en la tertulia El
Parnasillo, cuyo nombre permanece hoy en un bar heredero del primigenio de la calle
Príncipe, y se convierte en un
dandi en el más puro sentido
del término; elegante hasta el
extremo, siempre impecable
con su levita, no dudando en
actuar como un rebelde o incluso un luchador callejero.
Curiosamente, su mejor
época como autor coincidió
con la muerte de Fernando
VII, en la que bajo el seudónimo de Fígaro firmó artículos
como Vuelva usted mañana,
El castellano viejo, Entre qué
gentes estamos, En este país
y El casarse pronto y mal. Sin
embargo, su obra más allá de
lo periodístico baja en interés.
Se le recuerda por Macías:
drama histórico y El doncel
de don Enrique el Doliente.
Esta forma de ser, escritor
y periodista cosmopolita que
conlleva algo del “malditismo” romántico, en tierra de
realistas castizos, no sólo
atrae al 98 o a Ramón Gómez
de la Serna, sino que lleva a
Francisco Umbral, uno de los
prosistas y de los dandis españoles más destacados del
siglo XX a escribir Larra, anatomía de un dandy, donde
afirma sobre la situación de
Larra en 1836, año en que
acabaría con su vida: “El regreso de Europa le ha confinado en un Madrid que es un
impuro caserío. Larra está llegando a la más peligrosa etapa de su vida, de cualquier vida: a la indiferencia. (...) Éste
es el Larra de los últimos
tiempos. El escritor que ha de
matarse, entre otras cosas,
para no seguir escribiendo. El
hecho de dejar de escribir en
vida habría supuesto otra forma de suicidio no menos dramática. Sólo se suicida el que
ya está muerto por dentro”.
Escritura
PÚBLICA 63
•
esfera
cultural
•
BIBLIOGRAFÍA
Actos
públicos en
recuerdo
de Larra
URANTE 2009 hay
diversos actos en
conmemoración del
nacimiento de
Mariano José de
Larra, muchos de los
cuales contarán con
la activa participación
del Ateneo de Madrid,
quien afirma al presentar los actos:
“Larra es el referente
simbólico indiscutible
de lo que el Ateneo
representa y ha querido representar en el
ámbito de la cultura”.
Habrá un congreso
nacional, conferencias, mesas redondas
y una exposición que
rendirá homenaje a
Larra en Ávila, donde
fue elegido diputado.
El día 24 de marzo
hubo actos en todos
los centros Cervantes
del mundo. Habrá
además un congreso
en homenaje a Larra
que tendrá lugar del
25 al 29 de mayo, en
el que se espera la
participación de cuatrocientas personas, y
que versará sobre Los
medios de comunicación al servicio de la
sociedad en el siglo
XXI. Y para otoño se
prevé un acto titulado
Una noche con Larra
en el Museo
Romántico de Madrid.
D
Escritura
64 PÚBLICA
l Larra. Anatomía de un dandy, de Francisco Umbral (Visor Libros). Una obra
de arte escrita por el penúltimo dandi
español y el más grande columnista del
siglo XX. Un estudio de cómo se entremezclan personalidad, época y obra.
l
l
Larra. Biografía de un hombre desesperado, de Jesús Miranda de Larra
(Aguilar). Su descendiente mantiene la
tesis de que ni su literatura, ni su inteligencia, ni sus esperanzas, fueron capaces de salvarlo del vacío que le produce la España de su tiempo.
l Artículos de Larra, edición de Angela
Vallvey (451 editores), con textos de
Pedro Ugarte, Pablo d’Ors y Eduardo Vilas, entre otros. Se propone una modernización de sus textos, desde el punto
de vista actual, y con situaciones actuales.
Junto a la tumba de Larra, de Ernesto
Giménez Caballero (Salvat Ediciones).
En apenas 150 páginas, el autor repasa
la influencia literaria de Larra en la España posterior y profetiza el renacer de
España.
Dos liberales o lo que es entenderse:
hablando con Larra, de Leonardo Romero y Santos Sanz Villanueva (Mágnum
Nostrum), libro que pretende profundizar en la vigencia de los asuntos tratados por Larra.
l
Avanzado de su tiempo
Larra implanta el periodismo
satírico en España. Con sólo
diecinueve años publica un
folleto mensual llamado El
duende satírico del día, en la
línea de la revista inglesa The
Spectator. Mariano José de
Larra creó escuela con su tertulia del Café del Príncipe,
donde se reunía con el revolucionario José de Espronceda,
Rivas y Larra, de Azorín (Espasa Calpe).
Documentos de la época y fabulaciones
del autor se entremezclan recreando vida
y muerte del autor decimonónico. Versión académica, noventayochista muy recomendable.
l
con Ventura de la Vega,
Bretón de los Herreros,
Mesonero Romanos y
con Martínez de la Rosa, entre otros; estas
tertulias de escritores
eran nuevas en una España más adicta a la
tertulia de sacristía o
de casino. Eran reuniones que recordaban a
las que celebraban los
escritores y artistas en
los cafés de París o Viena. Fue uno de los primeros intelectuales europeos en oponerse
públicamente a la pena
de muerte. También
creó escuela con sus artículos de opinión, que poblaron
la prensa ilustrada y la prensa política española de la segunda mitad del XIX y del XX.
Sus descripciones del castellano viejo o del burocrático
“vuelva usted mañana” siguen siendo, casi doscientos
años después, textos de rabiosa actualidad. Y se adelanta a los escritores del XIX, co-
menzando por Oscar Wilde y
volviendo una vez más a Francisco Umbral, al convertir su
vida en su mejor obra literaria.
¿Era España el país adecuado para un hombre adelantado a su tiempo o el lugar
que le llevó a matarse? El
maestro Francisco Umbral
dejó clara su visión: “Larra invoca a los grandes escritores
europeos que viven arropados por el mejor público cultural de Occidente. ¿Quiere
decirse que a Larra lo mata literal y literariamente la angostura de España? (…) Imaginemos a Larra afincado
definitivamente en París, en
comercio intelectual con los
grandes de su momento. Su
existencia se habría prolongado, quizá no se hubiese
suicidado nunca”.
Curiosamente, la semilla
de Mariano José quedó sembrada en suelo castizo y su
hijo Luis Mariano de Larra fue
un afamado autor de libretos
de zarzuela como El barberillo de Lavapiés.
n
Descargar