La Parábola del Rico y Lázaro. Miraremos finalmente la parábola del rico y Lázaro registrada en Lucas 16:1931. Aunque no pudiéramos interpretar cada detalle de esta parábola literalmente, podemos y debemos preguntar cuál es el punto principal de la historia. A medida que se vuelve más claro del contexto, que el punto principal es el contraste entre la porción después de la muerte de los Fariseos incrédulos (representados por el rico) y la de los publicanos y pecadores que creían en Jesús (representados por Lázaro). Aunque en la tierra el rico disfrutó del lujo y Lázaro sufrió pobreza, después de la muerte el rico está en tormento, mientras que Lázaro es consolado. Es completamente obvio, que si después de la muerte las personas simplemente caen a un estado de inconsciencia o inexistencia, esta parábola perdería todo el punto. No obstante, uno podría responder que la parábola describe las condiciones en que estarán aquellos después que haya ocurrido la resurrección del cuerpo, en vista de que el rico es dicho que tiene lengua, y Lázaro es descrito como teniendo dedos. Contra esta interpretación las siguientes objeciones pueden ser registradas: (1) En los versículos 27 y 28 el rico se refiere a sus cinco hermanos que aún están vivos en la tierra y a quienes desea advertir; esta situación no sería posible si la resurrección general hubiera ocurrido y el estado final hubiera sido introducido. (2) El versículo 31 implica que la resurrección de los muertos aún no ha ocurrido en el tiempo descrito por la parábola: “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos”. Por tanto, la diversificada existencia continua del rico y Lázaro descrita simbólicamente en esta parábola, debe ser una reflexión de las condiciones durante el estado intermedio. Como tal, la parábola confirma lo que hemos aprendido de los otros pasajes del Nuevo Testamento, a saber, que los creyentes inmediatamente después de la muerte van a estar con Cristo para disfrutar la felicidad provisional en Su presencia (provisional porque sus cuerpos aún no han sido resucitados), mientras que los incrédulos en la muerte van de una vez a un lugar provisional de castigo. La interpretación de la Torre del Vigía de esta parábola es tan claramente absurda que no requiere comentario adicional. Dicen en su explicación: El hombre rico representa a la clase extremadamente egoísta de clérigos de la cristiandad que ahora están alejados de Dios y muertos en cuanto a su favor y atormentados por la verdad que se proclama. Lázaro representa al resto del “cuerpo de Cristo”. Estos, al ser liberados de la moderna Babilonia desde 1919, reciben el favor de Dios, descrito por la “posición del seno de Abraham”, y son consolados a través de su Palabra. [Sea Dios Veraz, Pág. 79. El lector es también referido a Lo Que Ha Hecho la Religión Por la Humanidad, 1951, Págs. 246-56 y 310-12, para una discusión mas completa de esta parábola] Por medio de esta interpretación, la cual adula su propio ego, los Testigos simplemente han tapado sus oídos a lo que Cristo les está diciendo a ellos aquí. Los Adventistas del Séptimo Día, mientras admiten que la parábola describe las condiciones alegóricas antes de la resurrección (Preguntas Sobre la Doctrina, Pág. 560), insisten que “la historia del rico y Lázaro no prueba en ninguna forma la conciencia de la muerte ...” (Ibíd, Pág. 558). Continúan afirmando que, aunque Cristo sabía perfectamente que no hay conciencia después de la muerte, simplemente enfrentó a los Fariseos sobre su propio terreno en la parábola, colocando Su propia enseñanza dentro del armazón de sus errores para revelar la falta de sentido de su posición (Ibíd, Pág. 564. Este entendimiento de la parábola está basado en una cita del libro de la Sra. White, Christ’s Object Lesson, encontrado en la página 263 de este último). No obstante, esta interpretación implica que Jesús trazó desde esta parábola una descripción detallada de las condiciones del estado intermedio, la historia sería completamente sin punto si los creyentes no existieran con bendiciones conscientes y si los incrédulos no sufrieran tormento 1 Anotaciones El Hades, El Lugar Intermedio de la Muerte 2 Anotaciones consciente inmediatamente después de la muerte. ¿Cómo podría Jesús haber usado esta parábola como un vehículo de revelación divina si la principal lección la cual estaba destinada a transmitir estaba basada en un concepto equivocado acerca de la vida futura? En conexión con la parábola ya discutida, es llamada la atención del lector a 2 Pedro 2:9, el cual enseña claramente que el impío soportará dolor consciente durante el estado intermedio: Biblia de las Américas “El Señor, entonces, sabe rescatar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos bajo castigo para el día del juicio”. Versión Moderna “Sabe el Señor librar de la tentación a los piadosos, y guardar a los injustos, sufriendo castigo, para el día del juicio”. Dios Habla Hoy “Asi pues, el Señor sabe librar de la prueba a los que viven entregados a él, y sabe tener a los malos bajo castigo para el día del juicio”. Nuevo Testamento, Nueva Versión Internacional “Si esto es así, entonces Dios sabe como rescatar de las pruebas a las personas piadosas y reservar a los impíos para el día del juicio mientras continúa castigándolos”. La última parte del pasaje se lee como sigue en el Griego: “adikous de eis heemeran kriseoos kolazomenous teerein”. Pedro ha estado exponiendo la severidad de los juicios divinos sobre los ángeles que pecaron, sobre el mundo antiguo, y sobre Sodoma y Gomorra. El v.9 es una declaración resumida la cual sirve a su vez, para introducir una descripción adicional de la terrible impiedad de los falsos maestros acerca de los cuales ha estado escribiendo. Los impíos mencionados en el pasaje, en otras palabras, son ciertamente inclusivos de los seres humanos que son injustos. El mismo Dios que libera al piadoso de la tentación, dice Pedro, sabe cómo guardar a los hombres injustos (y a los ángeles) bajo castigo hasta el día del juicio. Kolasomenous es un participio presente pasivo de kolazo, castigar. Dios sabe cómo guardar a estos injustos kolasomenous, dice Pedro; literalmente, guardarlos siendo castigados, hasta el día del juicio. El tiempo presente del participio implica que este castigo es un castigo continuo. Las palabras eis heemeran kriseoos nos dice que lo que es descrito aquí no es el castigo final de los impíos, sino un castigo que precede al día del juicio. Además, no puede ser sostenido que el castigo del que se habla aquí es uno que es administrado solamente durante esta vida en vista de que las palabras “para el día del juicio” claramente extiende este castigo hasta ese día. Aprendemos de este pasaje, por tanto, que las almas de los injustos no estarán inconscientes después de la muerte, sino que sufrirán un castigo continuo aún antes de que sus cuerpos sean resucitados al tiempo del juicio final. El hermano Reeves, comentando sobre este pasaje, dice: “para ser castigados”. En el texto Griego la palabra es participio, significando “siendo castigados”. No es infinitivo. Por eso son mejores las versiones que dicen “bajo castigo” o “sufriendo castigo” (Versiones Biblia de las Américas, Latino-Americana; Hispano-Americana; Versión Moderna, etc.). “en el día del juicio”. Esta versión deja la impresión de que los injustos ahora son guardados y que en el día del juicio serán castigados. Pero Pedro dice que ellos ahora sufren castigo y que son guardados asi hasta (Versión Latino-Americana) el día del juicio, o con referencia (“para” varias versiones) a aquel día. El texto griego dice EIS, que significa no “en” sino “para” o “hasta”. En el día del juicio los tales serán echados al infierno El Hades, El Lugar Intermedio de la Muerte (Juan 5:28-29; 2 Tes. 1:6-10). Esto será en la segunda venida de Cristo (Heb. 9:28; Hch. 17:31). Es interesante ver cómo la versión de los Testigos de Jehová (Ver. Nuevo Mundo) traduce este versículo, dado que ellos niegan la existencia del alma del pecado (aparte del cuerpo), del castigo de los malos en el Hades, y de la existencia del infierno eterno. Su versión es excelente en gran parte, pero en esos pasajes que tan obviamente contradicen su doctrina falsa, los Testigos “arreglan” el texto Griego. Dice 2:9, “Jehová sabe librar de la prueba a personas de devoción piadosa, pero reservar a personas injustas para el día juicio para ser cortadas”. El texto griego ¡no dice cortadas; dice castigadas! Esta misma versión, en Hechos 4:21, traduce la palabra griega (KOLADZO) “castigar” y no “cortar”. (Es que en Hechos 4:21 se trata de castigo ahora en esta vida). Además, el texto Griego no dice “para ser castigados” (o, “para ser cortados”, según los Testigos), sino “siendo castigados”. Dice Pedro que Dios está reservando a los injustos bajo castigo hasta el día del juicio. Pero los Testigos no pueden decir que Dios está reservando a los injustos bajo “cortamiento” hasta el día del juicio, porque aún así tendrían que negar su doctrina. Todo esto prueba la deshonestidad de los Testigos con referencia al uso del texto griego de las Escrituras. Cuando traducir bien no les parece dañar su doctrina, traducen correctamente; cuando no, manipulan y arreglan el caso. Este versículo enseña que, aunque Dios permite la llegada de falsos maestros a la iglesia, los justos (si son fieles) no serán afectados por ellos, y que Dios castigará debidamente a los tales. [Notas Sobre 2 Pedro, Pág. 21-22]. Concluimos que la posición de los Adventistas del Séptimo Día y los Testigos de Jehová sobre la condición del hombre entre la muerte y la resurrección no está en armonía con la Biblia, y por tanto, debe ser abandonada por ambos grupos. 3 Anotaciones