ASPECTOS MiGICOS EN PARANOIDES LA S ANSI EDADES

Anuncio
ASPECTOS
MiGICOS
PARANOIDES
por LEóN
EN LA S ANSI EDADES
y
DEPRESIVAS
1
GRINBERG
Vivencia mágica de la interpretación.
De las consideraciones expuestas en la primera parte de este trabajo
acerca de la connotación mágica de los distintos elementos que intervienen
en la situación analítica, se desprende la valoración fundamental y específicamente mágica otorgada al instrumento técnico principal del análisis:
la interpretación.
Son perfectamente conocidas por todos los analistas las reacciones de
los pacientes frente a algunas interpretaciones que les provocan la sensación de un acto mágico en todo el sentido literal del término. Desde el
momento que constituye la llave de acceso al inconsciente, fuente de todo
lo mágico, no es de extrañar que incida en tal forma en el psiquismo del
analizado, quien -por otra parte- ya va predispuesto inconscientemente
a enfrentarse, desde el comienzo, con la magia del analista.
Sin embargo, se me ocurre que sería útil poder precisar en qué reside
la calidad mágica atribuída a la interpretación, porque nos facilitaría
incluso una mayor accesibilidad al concepto -hasta ahora no claramente
deliniitado- de lo que consideramos magia. Por otra parte, creo conveniente poner de nuevo el acento en que no sólo el paciente, sino también
el analista vivencia la interpretación como algo mágico. Es como si se le
hubiera conferido un don especial, un sortilegio, por medio del cual logra
abrirse camino hacia lo desconocido, explorándolo y transformándolo en
conocido. Sin embargo, habría algo más que eso, ya que todo investigador
o explorador puede experimentar emociones similares ante cada nuevo
descubrimiento, sin que por eso lo vivencie en forma especialmente mágica 2. Para el analista, como para el analizado en otro plano, el análisis
es una sucesión ininterrumpida de revelaciones, pero que surgen al conjuro de su captación y comprensión del material inconsciente del paciente,
su asimilación y su correspondiente formulación; es decir, todo lo que
1 La primera parte de este trabajo fué publicada en el número anterior de la
Revista de Psicoanálisis.
2 Creo, con todo, que tanto en el descubrimiento como en la invención, como en
todo proceso en el que prime un sentimiento de revelación o de creación, existe una
cierta proporción de vivencia mágica. Y, sin que esto excluya o se oponga a que, en
otro plano, haya descubrimientos desilusionantes que implican una limitación de la
omnipotencia, como lo señala E. RoDRIGUÉ en El contexto del descubrimiento (comunicación presentada ante la Asoe, Psic. Arg., diciembre 1954): "El descubrir que algo
es tal cosa, implica que todo lo demás no lo es."
LEÓN
GRINBERG
16
integra una interpretación. Es innegable que, en ocasiones, viva dichas
revelaciones como la sucesión inimaginable de los objetos dispares que el
mago o ilusionista logra extraer de su sombrero de copa.
Es por eso, que estoy muy de acuerdo con T. Reik 3, cuando señala
que la esencia del proceso analítico reside en una serie de shocks o sorpresas que se van experimentando a medida que se descubren los procesos
inconscientes. Y si el factor sorpresa es importante cuando se da en el
paciente, no lo es menos en lo que se refiere al psicoanalista. De modo que
éste debe tender a utilizar su intuición, dejándose "sorprender" por sus
captaciones interiores. En el mismo artículo, Reik estudia los efectos de
la interpretación desde los puntos de vista tópico, económico y dinámico.
En relación al primero, sostiene que el efecto será tanto mayor cuanto
más profundo sea el nivel psíquico alcanzado; en lo que respecta al
segundo, la interpretación actúa como el chiste, es decir, determinando
un ahorro de energía al eliminar las contracargas (ideas y afectos) intermediarias entre lo reprimido y lo consciente. Pero me quiero referir especialmente al factor dinámico cuyo erecto se debería, como afirma Reik,
a que cuando se adquiere insight se produce simultáneamente la coincidencia de una parte de la realidad psíquica con una parte de la realidad
material. Según él, esta coincidencia tiene para el paciente el valor de
una confirmación de su creencia en la omnipotencia del pensamiento.
Creo que algo similar ocurre en el analista, quien al descubrir la coincidencia de la realidad psíquica interna (contenida en el material inconsciente del paciente), con la realidad material de la situación transferencial, detectada con su propia realidad vivencial contratransfereneial, lo
experimenta como un acontecer mágico del cual se siente el agente provocador catalítico. Y se acentúa aún más su convicción inconsciente de
estar utilizando un procedimiento de indudable poder mágico cuando,
una vez formulada la interpretación observa consecuencias y modificaciones en el material, en la conducta o en los síntomas del enfermo; efectos
que, por el solo hecho de haberse producido bajo el influjo de sus palabras,
bastarían para dar base a S11 creencia.
Magia en las ansiedades paranoides.
Quisiera referirme aquí a distintas manifestaciones de la ansiedad
paranoide, conectadas directa o indirectamente con un tipo específico de
manejo mágico contenido en la vivencia persecutoria.
Es común observar en el comienzo de un análisis, aunque puede exteriorizarse en cualquier período del mismo, expresiones paranoides de esta
índole. El paciente expresa, de un modo u otro, su temor de que el
analista se "introduzca" dentro suyo y se apodere de sus contenidos
para aprovecharse, de alguna manera, con el uso ulterior de los mismos.
De ahí que tienda a rechazar con vehemencia ciertas interpretaciones para
negar defensivamente el proceso subyacente que tuvo lugar hasta la formulación de aquéllas. Es decir, que el analista para conocer la situación
3 T. REIK: New Ways in Psycho-Analytic
Technique (Nuevos aspectos de la
técnica psicoanalítíca.), Int. J. Psycho-Anal., 1933, 14, 321.
17
ASPECTOS
MÁGICOS
EN
LAS ANSIEDADES
interna del analizado, tuvo que "meterse" dentro de él y apropiarse temporariamente de sus ideas y afectos a fin de interpretarlos. Se trataría,
pues, de un miedo específico a la dominación mágica por parte del analista, que se evidenciaría por la interpretación.
Cuando no se tiene en
cuenta suficientemente este tipo de angustia persecutoria, puede caerse en
el error de buscar la causa de la reacción paranoide en otro lugar, cuando
en realidad el factor provocador específico ha sido la misma interpretación
y, a veces, independientemente de su contenido.
M. Klein 4, ha señalado que el temor de que los malos objetos se introduzcan dentro de uno puede ser la consecuencia del propio impulso de
penetrar en otras personas; vale decir, de llevar a cabo la identificación
proyectiva. Creo que esto es lo que ocurre exactamente en el caso del
temor paranoide específico descrito, y que el analista después de señalar
lo que está en la superficie (miedo a dominación mágica) deberá completar su interpretación mostrándole al paciente su deseo (subyacente al
temor paranoide) de meterse dentro del analista para manejar sus cosas
y dominarlo mágicamente.
Pienso además que, en algunas oportunidades, el analista puede responder, ante su temor de una excesiva identificación proyectiva por parte
del paciente, con una actitud paranoide que determinará una contrarresistencia que afectará indudablemente su labor. Aunque racionalmente
comprenda y justifique el deseo del analizado de colocar sus partes en
él, utilizándolo como reservorio dinámico de sus conflictos, otra parte
suya, inconsciente, temerá sentirse invadido y anulado, y perder aún transitoriamente sus aspectos personales expropiados -mágicamentecomo
consecuencia de la identificación proyectiva.
Un ejemplo clínico ilustrará esto último: Una paciente llegó a su
primera sesión con quince minutos de atraso y se acostó en el diván
quedándose inmóvil y sin articular palabra. Al cabo de unos minutos,
expresó que vivenciaba la sesión como sus exámenes orales, ante los cuales
reaccionaba 'con mucha nerviosidad y angustia, y que por otra parte
asoció con su noche de bodas en que también sintió mucho miedo, pero
que logró disimular de tal modo que su suegro le dijo que parecía una
estatua. Le señalé entonces que ella estaba reproduciendo conmigo la
experiencia del examen oral y de la noche de bodas, y que temía que yo
la desflorara para meterme dentro de ella e investigara sus cosas. Que
también aquí se había comportado como una estatua con su rigidez e
inmovilidad inicial, con el propósito -no sólo de disimular su ansiedadsino de defenderse de la posibilidad material de que la penetrara.
Aunque percibía que la interpretación de su angustia paranoide era
correcta, me parecía que tenía fallas sin poder precisar bien por qué. Se
me ocurrió entonces que lo que yo le había señalado estaba muy cercano
a su consciencia y que debía profundizar en los motivos de su exagerado
temor a que me interiorizara de sus cosas. Por otra parte me .había
llamado la atención su actitud inicial de rigidez, y me sorprendí a mí
mismo con la fantasía de estar analizando un cadáver. En seguida tuve
4
M.
KLEIN:
Sobre algunos mecanismos
esquieoide«, loe. cit.
LEÓN GRINBERG
18
una ocurrencia cuya expresion surgió en forma humorística: "Seguramente me quiere encajar a mí el muerto", y que me dió la pauta de mi
propia reacción paranoide ante su deseo de proyectar en mí sus objetos.
Le señalé, entonces, guiándome por esta vivencia contratransfereneial,
que con su conducta inicial de silencio e inmovilidad habría querido significarme algo más que la simple representación de estatua, y que quizás
expresó de este modo algún sentimiento suyo relacionado con la muerte.
Su reacción inmediata fué la de ponerse a llorar y referirme que su
hermana mayor se había suicidado, debido a una desilusión amorosa,
cuando ella era pequeña, y que se sentía responsable de su muerte porque
debido a su demora no la pudo evitar. Había alcanzado a ver los preparativos del suicidio (ya que lo había intentado otras veces), e impresionada por los mismos, salió y quedó aguardando afuera durante un rato
largo (quizás quince minutos) hasta que se le ocurrió correr en busca
de su padre. Cuando él llegó ya era tarde.
Mi vivencia había sido que la paciente con su "actitud cadavérica"
no sólo intentaba evidenciar uno de sus conflictos más serios, en relación
con el objeto interno muerto que aun llevaba adentro, sino que procuraba
-ademáslibrarse de él por medio de la identificación proyectiva. A
partir de aquel momento, inicial de su análisis, yo sería quien debería
cargar con él. Esto motivó mi reacción defensiva, pues debí haber percibido inconscientemente cierta intencionalidad mágica en ella de querer
imitar un cadáver con su actitud,' determinando automáticamente, por
una especie de "magia imitativa" 5, la proyección de dicho objeto interno
dentro de mí. Considero, pues, que ésta fué la razón esencial de mi interpretación con respecto a su ansiedad paranoide, porque en esta forma
encubría o negaba mi propio temor inconsciente a sentirme invadido por
un objeto muerto. El tomar consciencia de mi reacción me permitió luego
comprender mejor la raíz más profunda de la paranoia de la enferma.
y darme cuenta, entonces, de que su inmovilidad constituía de por sí un
gesto 6 o actitud mágica 7, con la cual pretendía no sólo inmovilizar al
5 PR. GREENACRE,
en Trauma, Growth ana Persona lit y (The International Psyeho-Analytical Library, nQ 46, 1953), considera que uno de los factores determinantes
del Acting Out reside en la tendencia a dramatizar basada en la magia imitativa predominante en los primeros años de vida. Estos pacientes suponen inconscientemente
que hacer una cosa en forma imitativa o dramática -hacerla
parecer verdaderaequivale realmente a hacerla verdadera. Esto se relaciona con el querer evitar o producir algo por medio de la actitud mágica.
'6
Para F. BERGLER(The probleni of 'í maqic qestures ", Psyquiatric Quarterly,
XIX, 295-310, 1945), los gestos mágicos no constituyen síntomas per se. Representan parte de una personalidad integrada y se encuentran en cada nivel genético
de desarrollo libidinoso-agresivo. Los clasifica en cuatro grupos: Tipo 1, es el resultado de un sentimiento inconsciente de culpa debido a la agresión interna. Tipo Ir,
expresa la dramatización del pensamiento inconsciente (le voy a demostrar a mi mal
padre o a mi mala madre cómo quisiera ser tratado). Tipo IrI, es una ironía inconsciente dirigida contra los padres; (su fórmula sería: les mostraré con mi conducta
cómo no querría ser tratado); tiene cierto paralelismo con el mecanismo de "identi·
f'icación con el agresor" de A. Freud. Tipo IV, está determinado por la extremada
frialdad del trato de la madre hacia el hijo.
7 S. LANGER(Philosophy
in a New Key, 1942, Ed. Penguin Books-U.S.A.),
19
ASPECTOS
MÁGICOS EN LAS ANSIEDADES
objeto perseguidor que llevaba en su interior, sino además identificarse
con él, en su condición de muerto, mientras proyectaba en mí su miedo
persecutorio.
A continuación presentaré una sesión donde se podrá apreciar un
claro ejemplo de magia paranoide en un paciente asmático:
"Sigo molesto por las secreciones bronquiales. Esta mañana me costaba expulsarlas, a pesar de los accesos de tos." (Mientras dice esto habla
con una tonalidad de voz baja y se lo hago notar agregándole que también
le había aparecido la fatiga.) "Sí, es cierto, y me extraña porque casi.
nunca me aparece estando aquí. .. " (Queda callado.)
(Se lo relaciono con el temor y la desconfianza que había experimentado hacia mí en las sesiones pasadas, y que por ese motivo hoy habría
llegado tarde, hablaba en forma recelosa y tenía fatiga.)
"Algo de eso debe haber, porque en la sesión de ayer lo noté a usted
muy raro, distinto de lo habitual, como si estuviera alejado; me pareció
que estaría preocupado. Y hoy también pensé que le pasaría algo; tuve
la impresión de que me hablaba en forma entrecortada, con cierta dificultad. .. (pausa). Cuando logro expectorar bien y librarme de las secreciones, experimento un gran alivio; lo mismo me sucede cuando defeco
bien, es como si limpiara, a la vez, por arriba y por abajo, y entonces
me siento mejor ... " (desaparece su disnea).
(Le hago ver, de acuerdo a sus asociaciones, la similitud existente
entre su obstrucción respiratoria y su obstrucción intestinal y que, por
lo tanto, habría también una equivalencia entre su materia fecal y su
secreción bronquial. Y que él me había atribuído su propia dificultad al
señalarme que yo hablaba en forma entrecortada, correspondiendo a su
respiración o evacuación entrecortada, por el obstáculo de la secreción o
del excremento.)
" ... No sé por qué se me ocurre ahora que el excremento debe tener
la significación de un pene por sus características y por su forma especialmente (lo dice en tono angustiado). Me repugna haberlo pensado
así. .. Recuerdo ahora haber estado soñando toda la noche y tuve también una pesadilla: estaba discutiendo con mi padre en una sala grande;
lo veía vestido con un chaleco de mangas largas, marrón igual al mío; de
repente perdí el control, le dije 'hijo de puta' y empecé a apretarle la:
garganta como para estrangularlo. Sentí muy real la sensación de apretarle el cuello y observar cómo se ahogaba. Desperté angustiado y con
fatiza.' ,
(Le interpreto que repitió conmigo la misma situación del sueño; porque me había atribuído la dificultad para hablar, equivalente a la dificultad respiratoria, así como en el sueño estrangulaba a su padre mientras
él se despertaba con fatiga. Es decir, que había "inc1uído" dentro de mí
distingue entre acción y gesto. Una acción toma la característica de gesto cuando es
empleada para demostrar algo y no sólo para aliviar tensión. El gesto tiende a abreviar la acción original que imita; y también es más deliberado.
LEÓN GRINBERG
20
su parte" ahogada" y a merced del objeto agresor, procurando invertir,
de este modo, su relación con el mismo; por eso se había aliviado de su
fatiga al sentir de que me la había adjudicado.)
" ... Los otros sueños que tuve son tan distintos y a la vez tan extraños. .. En el primero poseía a una chica joven pero que no tenía caracteres femeninos; es decir, que la veía sin nada de busto. En el momento
en que eyaculaba, sentí que proyectaba el semen contra la pared, produciendo una mancha ... ¿ Ve ~ como su sombra, que la veo proyectada ahora
sobre esta pared. No sé a quién representará esta muchacha; estuve por
decir muchacho, porque quizá tenía mucho más de varón que de mujer.
Pero me molesta toda manifestación de homosexualidad entre hombres;
la tolero entre mujeres; pero así y todo, sólo podría justificarla en circunstancias muy especiales; al fin y al cabo es una enfermedad."
(Le aclaro que, posiblemente, creería encontrarse ahora en las circunstancias especiales a las que se había referido. Que había colocado en mí su
parte masculina, activa, reteniendo el aspecto femenino tal como aparecía
en el sueño. Que por eso mi sombra correspondía a la mancha del semen,
como lo había señalado, y que en el instante de referirse a ella había
realizado un movimiento instintivo de defensa alejándose eIJ, el diván.
Que, a través del sueño, expresaba su entrega homosexual para apaciguarme en el aspecto de figura agresora que, en otro plano, había depositado
también en mí. Pero que, por otra parte, deseaba expulsar mi pene perseguidor, reincorporado, como se había visto en la homologación que había
hecho del pene con el excremento.)
" ... Estaba pensando en el segundo sueño, quizás para alejarme de lo
que usted me acaba de decir porque no me convence mucho; será porque
no me agrada representar este papel femenino. Pero siento necesidad de
contarle el último sueño antes de que termine la hora. Me impresionó
mucho. Tenía que ver con mi madre; quizá porque dentro de poco se
cumple otro aniversario de su muerte. El lugar podría ser como una
clínica grande o un hospicio, pero lo veía tan lúgubre que más bien
parecía un cementerio. Veía a mi mamá usando una especie de camisón
largo y la cabeza cubierta por un capuchón. Sólo sus manos aparecían
descubiertas. Ella pasaba muy lentamente a mi lado y me sentí profundamente conmovido; entonces tomé una de sus manos y se las estreché
muy fuerte. Creo que ella debía tener lepra o algo así. .. Por supuesto
'que el sueño está relacionado con su muerte; el camisón debe representar
la mortaja; y la lepra, la muerte misma, lo irremediable, lo que lleva a la
separación. . .. El hospicio es un lugar de reclusión...
es un sitio de
donde no se vuelve. .. como el cementerio. . . No sé qué me pasa. .. me
siento mareado. .. Es una sensación como si me deslizara para abajo ... "
(Se calla y compruebo que está muy pálido.) "Me siento muy angustiado
y no sé por qué .. , es como un vacío. .. ¡, Es la hora ya ~" (Se sienta en
el borde del diván, intenta pararse, pero repite de que se siente mareado .
y se vuelve a sentar.)
(Le relaciono el contenido del sueño con la situación transferencial,
indicándole que el único contacto material que tenía conmigo era el de
21
ASPECTOS
MÁGICOS EN LAS ANSIEDADES
estrecharme la mano en el momento del saludo; y que, durante el resto
de la sesión no me veía como no veía nada de su madre, salvo sus manos,
en el sueño. Pero que, en esta oportunidad la sesión le representaba como
un hospicio -porque venía a tratar sus dificultades mentales- o bien un
cementerio; es decir, que percibía el enorme peligro de no poder recuperar
sus aspectos depositados en mí; yeso le angustiaba mucho porque temía
que, en este momento, yo -como su madre muertano pudiera reintegrarle lo suyo, lo vivo, lo sano, y quedara loco [hospicio] o muerto [cementerio], o vacío de sus cosas, lo que determinaba su sensación de mareo
y angustia.)
El haberle podido interpretar al finalizar la sesión sus reiteradas
identificaciones proyectivas, como -muy especialmente- su angustia paranoide de no poder recuperar tanto sus partes buenas como los aspectos
positivos de los objetos proyectados en mí, determinó un aumento evidente
de su insight y en un progreso en la evolución de su análisis. Pero,
quisiera insistir sobre la calidad mágica de su ansiedad paranoide. Para
ello traeré -de nuevo- a colación, la afirmación de M. Klein de que,
como consecuencia de la identificación proyectiva, puede surgir el angustiante temor de no poder recuperar jamás las partes proyectadas del yo,
por haber quedado enterradas en el objeto. Mi paciente pasó precisamente
por este tipo de angustia, como resultado de su vivencia mágica de haber
perdido sus aspectos yoicos por haber quedado "enterrados en un objeto
loco o muerto ", reeditado en la transferencia.
La razón de ser de la
calidad mágica de su angustia, fué por haberlo vivido como una realidad:
de ahí su sensación de mareo, vacío y ansiedad experimentada en el
momento de tener que abandonar la sesión.
Considero que episodios similares, aunque no tan intensos y evidentes,
ocurren con cierta frecuencia al terminar las sesiones, dando muestra los
pacientes de estados de inquietud, angustia, mareo o, a veces, hasta de
fenómenos de despersonalización, como expresión de su reacción paranoide,
ante la supuesta pérdida -valorada
mágicamentede lo proyectado
sobre el analista.
En ocasiones, la angustia mágico-paranoide puede manifestarse por la
situación contraria; es decir, por el temor de reintroyectar los aspectos
negativos proyectados en el analista, y que se experimenta como si éste
intentara "forzarlos"
de nuevo dentro de ellos, devolviéndoselos, antes
de que hagan abandono de la sesión 8. Es entonces que se les ocurre, por
ejemplo, irse antes de finalizar la hora, o bien, utilizar distintas técnicas
8 D. LIBERMAN en un reciente trabajo
(Identificación
proyectiva y Conflicto
matrimonial, presentado ante la Asociación Psicoanalítiea Argentina en octubre de
1955), se refiere a las vivencias que sufre el analizado en el momento de abandonar la
sesión como consecuencia de la identificación proyectiva, En la pág. 17 señala:
" ... Entonces a la salida, de ocurrir la reintroyecci6n que hace fracasar el aislamiento
entre el análisis y la realidad, el paciente incorpora nuevamente las partes agresivas
de sí mismo que ha estado introduciendo en el analista durante la sesión. Pero además de eso incorpora al objeto depositario de esa agresión. Entonces tiene la sensación
de que el analista lo maneja, influye sobre él negativamente fuera de la sesión y lo
interfiere en reparar en su vida de relación lo que ha estado destruyendo en la sesión."
LEÓN GRINBERG
22
para impedir que el analista siga interpretando y salvarse así de la reintroyección, etc.
Magia en las ansiedades depresivas.
En un trabajo de análisis aplicado, Melanie Klein 9, se refiere al contenido de la ópera de Ravel llamada "La palabra mágica". El libreto
se refiere a las peripecias de un niño que no quiere estudiar y ante la
imposición de su madre le saca la lengua; ésta lo pone en penitencia
amenazándole además con suprimirle la torta a la hora del té. Frente a
esa frustración oral el niño se rebela, rompe todo lo que tiene a su alcance
y ataca al gato y a otros animales. Acto seguido, todos los objetos animados e inanimados que él atacó lo persiguen y acosan por todos lados.
La pesadilla cesa en el momento en que una ardilla del' jardín cae y el
niño instintivamente saca un pañuelo y le ata la pata lastimada del
animal. A continuación murmura: mamá.
La palabra "mamá" es la palabra mágica. Á. su conjuro todos los
animales y entes inanimados vuelven a recuperar sus formas anteriores.
M. Klein interpreta este material en relación a las angustias provocadas
por el ataque sádico del niño a su madre y la superación de dicha angustia
mediante la simpatía y la piedad. El niño ha aprendido a amar y cree
en el amor. Colette (autora del libreto) con su profunda captación psicológica da lugar a que la conversión en la actitud del niño se opere cuando
después de curar a la ardilla, pronuncia la palabra mágica redentora,
a la vez que reparadora.
Considero que, para el inconsciente, dicha palabra sigue conservando
su valoración mágica durante el resto de la existencia, y es pronunciada
en muchas situaciones de angustia o dolor extremo, buscando inconscientemente su efecto mágico protector.
Como ejemplo de la valoración mágica adjudicada a un objeto, citaré
el caso de una paciente 10 que, angustiada por haber revivido en la transferencia su culpabilidad por la separación de sus padres, sintió la necesidad de entregar a la analista el anillo, obsequio de su padre, como un
intento de restitución mágica del padre, a través de dicho objeto.
En relación al sentimiento mágico-depresivo quisiera referirme al material de un analizado, en el que se pudo apreciar la culpabilidad intensa
que le despertaban sus fantasías sádicas reprimidas, valoradas mágicamente; y que se evidenciaron en la situación transferencial, después de
haber permanecido encubiertas por ansiedades paranoides manifiestas.
Era un paciente obsesivo, con una estructura paranoica subyacente,
que solía" atormentarme" con sus continuas quejas acerca de su estado.
Todas sus sesiones las comenzaba infaliblemente con una retahila de lamentaciones acerca de su amargada existencia. Nada le salía bien; el destino
se había ensañado con él deparándole una serie ininterrumpida de desgra9 M. KLEIN: Situaciones de angustia infantiles
reflejadas en el trabajo artistico
y en el i'1np~~lsocreador (Contributions to Psycho-Analysis-Hogarth Press, 1921-1945),
London, 1948.
10 Ejemplo facilitado por G. Tronquoy en una comunicación personal.
23
ASPECTOS
MÁGICOS
EN
LAS ANSIEDADES
cias, y sin haberle gratificado con ninguna compensación. Profesionalmente, a pesar de su reconocida capacidad, había fracasado en sus aspiraciones; mientras otros, menos capaces, habían escalado las posiciones, para
él vedadas. Al emprender cualquier actividad, ya sabía por anticipado
que sobrevendría algún factor atentatorio contra su éxito. Y justificaba
sobradamente su profundo escepticismo en relación a todo, incluyendo el
mismo análisis porque su experiencia le había enseñado que sólo le estaba
reservado lo negativo y perjudicial. Ni siquiera había tenido suerte al
nacer varón. (Tenía tres hermanas, siendo el único varón de su familia,
pues su padre había muerto siendo él pequeño.) Sostenía que las mujeres
conseguían todo con más facilidad, y tenían innegables ventajas en distintos aspectos de la vida por su sola condición femenina; y sentía que
siempre habían aprovechado de él, de sus debilidades y de su buen
corazón.
Si bien nunca me hacía reproches directos, tampoco perdía oportunidad de demostrarme que no mejoraba y que, a menudo, salía de las
sesiones en peores condiciones que antes de llegar a ellas. Sus acusaciones,
por lo general, eran sutiles, y procuraba dejarme convencido, lográndolo
a veces, de la responsabilidad que me correspondía por su situación. De
todos modos cuando reconocía en mí un cierto empeño en querer modificar
su estado, no lo consideraba como producto de un interés genuino y
humano por él, sino que me guiaba tan sólo mi orgullo profesional. Porque, al fin de cuentas, ¿ por qué habría de preocuparme por él más allá
de lo estrictamente profesional Y
Era evidente que con su conducta intentaba atormentarme -de ahí
mi vivencia contratransferencialen la misma forma en que él se sentía
atormentado por sus objetos persecutorios. If'ero había algo más que la
repetición activa sádica de su posición pasivo-masoquista ante dichos objetos. Parecía que su gran temor consistía en que yo me convirtiera realmente en el agente máximo de todas sus penurias, y asumiera condensadamente los roles de sus distintos y múltiples perseguidores, personificados
o no. Por eso tenía especial interés en mostrarme la multiplicidad de sus
perseguidores que estaban repartidos y distribuí dos por todos lados. En
todo caso yo me. convertiría en uno más que agregaría a su ya numerosa
lista (el destino, la gente, los colegas, sus familiares, ete.).
Tiempo después surgió la razón profunda de su actitud. En una
sesión relató el siguiente sueño: "Veía salir de un aguj ero de la pared
una hilera de hormigas que atravesaban las habitaciones de mi casa, llenas
de libros, y me sentía extrañado porque se trataba de hormigas negras de
jardín, y no de las que se comen los interiores. Pensé echarles un hormiguicida: y entonces les eché D.D.T. Me impresionó el efecto que les producía: era una agonía lenta con parálisis de varias horas y ellas estaban
cargadas con sus huevos y linfas". Asoció luego que de chico le intere.saban mucho las abejas, pero que se indignó violentamente cuando se
enteró de que mataban a los zánganos, que le representaban la matanza
de los hombres y que por eso les tomó antipatía. También recordó cómo
admiraba la organización ejemplar de la colectividad de las hormigas
hasta que se enteró de que, entre ellas existen pulgones esclavizados, gue~
LEÓN
GRINBERG
24
rras entre distintas colonias, etc. Las asociaciones inmediatas en esta sesión y en las siguientes se relacionaron con los refinamientos empleados
en las torturas desde la antigüedad, las masacres de los campos de concentración, historias siniestras de criminales perversos, descuartizadores, etc.
Cuando le señalé que todo esto correspondía a sus propias fantasías
sádicas y destructivas contra sus objetos (madre y hermanas representadas por las abejas y hormigas) y que, por otra parte, tendía a reproducir en la transferencia su actividad "atormentadora" aunque disimulada por sus constantes quejas, hubo un cambio en toda su actitud.
A las pocas sesiones se sintió sumamente angustiado a raíz de haberle
postergado una hora y me preguntó -con evidentes muestras de preocupación- si me había ocurrido algo. Nunca lo había visto tan demostrativo en su reacción emocional ya que, por lo general, tenía un fuerte
bloqueo afectivo. Temió inconscientemente haberme dañado, por la
influencia mágica de su conducta. Al saludarme, lo hizo en una forma
más prolongada que de costumbre y excepcionalmente cordiaL Me refirió
entonces que mientras estaba en la sala de espera, se había extrañado
porque le pareció que los distintos muebles y objetos eran nuevos y flamantes, aunque tenían la misma apariencia de todos los días.
Respondía por una parte a su necesidad de negar su temor de que
mis cosas estuvieran destruidas por su culpa; y por otra, a su deseo de
repararlas. Pudo comprender, entonces, el verdadero significado de su
papel de víctima. Tendía, con ello,' no sólo a evitar la retaliación de sus
objetos dañados y ahora perseguidores, sino que, fundamentalmente, procuraba encubrir su convencimiento inconsciente de haber sido el victimario en sus fantasías y el temor de llegar a serlo -por efecto mágico de
los mismos- en la realidad.
Otro ejemplo de vivencia mágica depresiva puede desprenderse de un
episodio ocurrido con una paciente 11 que había acudido al análisis por el
temor de repetir el destino de su madre, muerta a raíz de un aborto. Vivía
enormemente angustiada por supersticiones y creencias mágicas de toda
índole, y con una convicción profundamente arraigada en la omnipotencia de sus "presentimientos". Todo lo cual se justificaba dado que había
vivido, inconscientemente, la muerte de su madre como motivada pór el
cumplimiento "mágico" de una fantasía suya.
Cuando este tipo de fantasías agresivas llega a coincidir con circunstancias trágicas reales, da lugar a que se desarrolle poderosamente lo que
denominaría una personalidad "mágico-depresiva" con un fuerte incremento del sentimiento de culpabilidad 12.
11 L. GRINBERG: PsicoanáLisis de una meLancoLía ansiosa. Elaboración
tardía de
un duelo. (Trabajo leido en la Asociación Psicoanal. Argentina en marzo de 1952.
Rev. de Psicoanálisis, tomo IX, nv 1, 30-54.)
12 MARIELANGER,
en su libro Maternidad y Sexo (Editorial Nova, Buenos Aires,
pág. 121) se refiere a este aspecto cuando dice: "Las consecuencias psicológicas
de su hostilidad infantil (hacia la madre) serán más graves en el futuro para la
niña si cualquier circunstancia trágica le hizo caer en la eficacia y omnipotencia de
su odio... La enferma acudió al análisis, no por su esterilidad, sino por una grave
crisis de melancolía."
25
ASPECTOS
MÁGICOS
EN
LAS ANSIEDADES
I
El episodio mencionado ocurrió durante el curso de una sesión en
que me reprochaba insistentemente haberle solucionado su esterilidad,
exponiéndola -a través de su embarazo- a los graves peligros que eso
le involucraba. En un momento dado se interrumpió y después de unos
instantes de silencio me preguntó, en forma vehemente, por qué me quedaba callado, exigiéndome que le dijera algo, que le hablara. Y al no
obtener respuesta de mi parte, se produjo entonces una reacción verdaderamente dramática: nunca se había atrevido a darse vuelta en el diván
a pesar de su deseo expresado en reiteradas oportunidades; pero, en ese
instante, presa de intensa angustia, se incorporó y se dirigió a mí gritando: "Doctor, ¡,qué le pasa t ' Su rostro revelaba un pánico enorme que
me impresionó vivamente. Me confesó luego que había tenido la sensación de que yo estaba muerto y que le había surgido dicha vivencia poco
después de haberme maldecido "in mente" por la gran hostilidad que
había experimentado hacia mí.
Considero, para terminar, que -hasta cierto punto- nuestra actividad puede encuadrarse dentro del rótulo de este capítulo.
Es evidente que, ciertas interpretaciones pueden originar en el analista,
una vivencia mágico-depresiva cuando provoca con ellas un transitorio
empeoramiento que le despierta culpa; o bien alivia un estado de ansiedad
aguda denotando su efecto reparador. No hace mucho, pude experimentar
en forma particularmente intensa, un sentimiento de "magia interpretativa reparadora": fué una de esas sesiones en que uno se siente especialmente "dotado" y en la que se produjo, como consecuencia, un cambio
radical en la actitud del analizado y la desaparición completa e inmediata de unos cólicos intestinales que durante varios días le habían
aquejado.
Entre los distintos factores inconscientes que nos impulsaron a la
elección de profesión existía el evidente anhelo de reparar nuestros objetos, representados en la actualidad por los pacientes. La sublimación de
nuestras tendencias agresivas, un encauzamiento equilibrado de nuestro
sentimiento de culpa y, sobre todo, el estímulo adecuado de nuestro deseo
reparador, entre otras cosas, es lo que nos permite dedicarnos a nuestra
tarea sin mayores perturbaciones. Ésta será tanto más exitosa cuanto
mayor sea la estabilidad alcanzada en nuestra contratransferencia sublimada. Y cuando comprobamos la eficacia terapéutica de nuestra intervención, aunque lo justifiquemos racionalmente como debida al bagaje
y aplicación de nuestros conocimientos científicos, en otro plano, lo viviremos -por lo menos en parte- como efecto de nuestra "magia reparadora".
RESUMEN
En esta segunda parte del trabajo, se pasa revista a la vivencia mágica de la
interpretación, llave de acceso al inconsciente -fuente de todo lo mágico-, y a los
contenidos mágicos de las ansiedades paranoides y depresivas experimentadas
tanto por el analizado como por el analista. Se describen las ansiedades persecutorias que surgen al término de la sesión, por el sentimiento de despojo y
26
LEÓN GRINBERG
pérdida, valorados mágieamente, de los aspectos propios proyectados en el anali~ta; o bien, por el temor a la reintroyección "forzada" (por el analista) de los
mismos.
Se finaliza la exposición con el análisis de los aspectos mágico-depresivos
tanto en su contenido destructivo como en el reparador.
SUMMARY
Magical aspects in paranoid and depressive Anxieties
In this second part of the papel', the writer reviews the magical experience
of interpretation, the key giving access to the unconscious -the source of all
that is magieal -, and to the magical contents of the paranoid and depressive
anxieties felt by both analyzed and analyst. He describes the persecutory
anxieties arising at the end of the session, through the feeling of despoilment
and loss, magicaHy evaluated, of one's own aspects projected onto the analyst,
01' else through the feal' of the "forced"
(by the analyst) reintrojection of the
same,
The exposition closes with the analysis of the magic-depressive aspects in
both their destructive and their reparative contento
RÉSUMÉ
Aspects magiques dans les anxiétés paranoides
et dépressives
Dans la seconde partie du travail, on passe en revue l'expérience 'magique
de l'interprétation, clef d'aeees a l'inconscient - source de toute magie - et
les contenus magiques des anxiétés paranoídes et dépressives vécus autant par
l'analysé que par l'analyste. On décrit les anxiétés de persécution qui surgissent
a la: fin de la séance a cause du sentiment de dépouillement et de perte, évalués
magiquement, des propres aspects projetés dans l'analyste; on ·bien a cause de
la crainte de la réintrojection "forcée" (par l'analyste) de ces mémes aspects,
On termine l'exposition par l'analyse des aspects magiques-dépressifs, autant
dans leur contenu destructif que réparateur
ZUSAMMENFASSUNG
Magische Aspekte der paranoiden und depressivM~ .Angste
In diesem zweiten Teil del' Arbeit wird Einsicht genommen in das magische
Erlebnis del' Interpretation, Schlüssel für den Zugang zum Unbewussten -Quelle
alles Magischen-, und in die magisehen Inhalte del' paranoiden und depressiven Angste, die sowohl del' Analysand wie auch del' Analytiker erlebt.
Es werden die Verfolgungsángste beschrieben, die am Ende del' Sitzung entstehen, sei es infolge des Gefühls des magisch gewerteten Beraubtwerdens und
Verlustes del' eigenen, in den Analytiker proizierten Aspekte, sei es infolge del'
Furcht VOl'del' (vom Analytiker) "erzwungenen" Wiederintrojektion derselben.
Die Darstellung schliesst mit del' Analyse del' magische-depressiven Aspekte
sowohl in ihrem zerstorerisehen wie auch in ihrem wiedergutmachenden Inhalt.
Descargar