ASPECTOS MiGICOS PARANOIDES por LEóN EN LA S ANSI EDADES y DEPRESIVAS 1 GRINBERG Vivencia mágica de la interpretación. De las consideraciones expuestas en la primera parte de este trabajo acerca de la connotación mágica de los distintos elementos que intervienen en la situación analítica, se desprende la valoración fundamental y específicamente mágica otorgada al instrumento técnico principal del análisis: la interpretación. Son perfectamente conocidas por todos los analistas las reacciones de los pacientes frente a algunas interpretaciones que les provocan la sensación de un acto mágico en todo el sentido literal del término. Desde el momento que constituye la llave de acceso al inconsciente, fuente de todo lo mágico, no es de extrañar que incida en tal forma en el psiquismo del analizado, quien -por otra parte- ya va predispuesto inconscientemente a enfrentarse, desde el comienzo, con la magia del analista. Sin embargo, se me ocurre que sería útil poder precisar en qué reside la calidad mágica atribuída a la interpretación, porque nos facilitaría incluso una mayor accesibilidad al concepto -hasta ahora no claramente deliniitado- de lo que consideramos magia. Por otra parte, creo conveniente poner de nuevo el acento en que no sólo el paciente, sino también el analista vivencia la interpretación como algo mágico. Es como si se le hubiera conferido un don especial, un sortilegio, por medio del cual logra abrirse camino hacia lo desconocido, explorándolo y transformándolo en conocido. Sin embargo, habría algo más que eso, ya que todo investigador o explorador puede experimentar emociones similares ante cada nuevo descubrimiento, sin que por eso lo vivencie en forma especialmente mágica 2. Para el analista, como para el analizado en otro plano, el análisis es una sucesión ininterrumpida de revelaciones, pero que surgen al conjuro de su captación y comprensión del material inconsciente del paciente, su asimilación y su correspondiente formulación; es decir, todo lo que 1 La primera parte de este trabajo fué publicada en el número anterior de la Revista de Psicoanálisis. 2 Creo, con todo, que tanto en el descubrimiento como en la invención, como en todo proceso en el que prime un sentimiento de revelación o de creación, existe una cierta proporción de vivencia mágica. Y, sin que esto excluya o se oponga a que, en otro plano, haya descubrimientos desilusionantes que implican una limitación de la omnipotencia, como lo señala E. RoDRIGUÉ en El contexto del descubrimiento (comunicación presentada ante la Asoe, Psic. Arg., diciembre 1954): "El descubrir que algo es tal cosa, implica que todo lo demás no lo es." LEÓN GRINBERG 16 integra una interpretación. Es innegable que, en ocasiones, viva dichas revelaciones como la sucesión inimaginable de los objetos dispares que el mago o ilusionista logra extraer de su sombrero de copa. Es por eso, que estoy muy de acuerdo con T. Reik 3, cuando señala que la esencia del proceso analítico reside en una serie de shocks o sorpresas que se van experimentando a medida que se descubren los procesos inconscientes. Y si el factor sorpresa es importante cuando se da en el paciente, no lo es menos en lo que se refiere al psicoanalista. De modo que éste debe tender a utilizar su intuición, dejándose "sorprender" por sus captaciones interiores. En el mismo artículo, Reik estudia los efectos de la interpretación desde los puntos de vista tópico, económico y dinámico. En relación al primero, sostiene que el efecto será tanto mayor cuanto más profundo sea el nivel psíquico alcanzado; en lo que respecta al segundo, la interpretación actúa como el chiste, es decir, determinando un ahorro de energía al eliminar las contracargas (ideas y afectos) intermediarias entre lo reprimido y lo consciente. Pero me quiero referir especialmente al factor dinámico cuyo erecto se debería, como afirma Reik, a que cuando se adquiere insight se produce simultáneamente la coincidencia de una parte de la realidad psíquica con una parte de la realidad material. Según él, esta coincidencia tiene para el paciente el valor de una confirmación de su creencia en la omnipotencia del pensamiento. Creo que algo similar ocurre en el analista, quien al descubrir la coincidencia de la realidad psíquica interna (contenida en el material inconsciente del paciente), con la realidad material de la situación transferencial, detectada con su propia realidad vivencial contratransfereneial, lo experimenta como un acontecer mágico del cual se siente el agente provocador catalítico. Y se acentúa aún más su convicción inconsciente de estar utilizando un procedimiento de indudable poder mágico cuando, una vez formulada la interpretación observa consecuencias y modificaciones en el material, en la conducta o en los síntomas del enfermo; efectos que, por el solo hecho de haberse producido bajo el influjo de sus palabras, bastarían para dar base a S11 creencia. Magia en las ansiedades paranoides. Quisiera referirme aquí a distintas manifestaciones de la ansiedad paranoide, conectadas directa o indirectamente con un tipo específico de manejo mágico contenido en la vivencia persecutoria. Es común observar en el comienzo de un análisis, aunque puede exteriorizarse en cualquier período del mismo, expresiones paranoides de esta índole. El paciente expresa, de un modo u otro, su temor de que el analista se "introduzca" dentro suyo y se apodere de sus contenidos para aprovecharse, de alguna manera, con el uso ulterior de los mismos. De ahí que tienda a rechazar con vehemencia ciertas interpretaciones para negar defensivamente el proceso subyacente que tuvo lugar hasta la formulación de aquéllas. Es decir, que el analista para conocer la situación 3 T. REIK: New Ways in Psycho-Analytic Technique (Nuevos aspectos de la técnica psicoanalítíca.), Int. J. Psycho-Anal., 1933, 14, 321. 17 ASPECTOS MÁGICOS EN LAS ANSIEDADES interna del analizado, tuvo que "meterse" dentro de él y apropiarse temporariamente de sus ideas y afectos a fin de interpretarlos. Se trataría, pues, de un miedo específico a la dominación mágica por parte del analista, que se evidenciaría por la interpretación. Cuando no se tiene en cuenta suficientemente este tipo de angustia persecutoria, puede caerse en el error de buscar la causa de la reacción paranoide en otro lugar, cuando en realidad el factor provocador específico ha sido la misma interpretación y, a veces, independientemente de su contenido. M. Klein 4, ha señalado que el temor de que los malos objetos se introduzcan dentro de uno puede ser la consecuencia del propio impulso de penetrar en otras personas; vale decir, de llevar a cabo la identificación proyectiva. Creo que esto es lo que ocurre exactamente en el caso del temor paranoide específico descrito, y que el analista después de señalar lo que está en la superficie (miedo a dominación mágica) deberá completar su interpretación mostrándole al paciente su deseo (subyacente al temor paranoide) de meterse dentro del analista para manejar sus cosas y dominarlo mágicamente. Pienso además que, en algunas oportunidades, el analista puede responder, ante su temor de una excesiva identificación proyectiva por parte del paciente, con una actitud paranoide que determinará una contrarresistencia que afectará indudablemente su labor. Aunque racionalmente comprenda y justifique el deseo del analizado de colocar sus partes en él, utilizándolo como reservorio dinámico de sus conflictos, otra parte suya, inconsciente, temerá sentirse invadido y anulado, y perder aún transitoriamente sus aspectos personales expropiados -mágicamentecomo consecuencia de la identificación proyectiva. Un ejemplo clínico ilustrará esto último: Una paciente llegó a su primera sesión con quince minutos de atraso y se acostó en el diván quedándose inmóvil y sin articular palabra. Al cabo de unos minutos, expresó que vivenciaba la sesión como sus exámenes orales, ante los cuales reaccionaba 'con mucha nerviosidad y angustia, y que por otra parte asoció con su noche de bodas en que también sintió mucho miedo, pero que logró disimular de tal modo que su suegro le dijo que parecía una estatua. Le señalé entonces que ella estaba reproduciendo conmigo la experiencia del examen oral y de la noche de bodas, y que temía que yo la desflorara para meterme dentro de ella e investigara sus cosas. Que también aquí se había comportado como una estatua con su rigidez e inmovilidad inicial, con el propósito -no sólo de disimular su ansiedadsino de defenderse de la posibilidad material de que la penetrara. Aunque percibía que la interpretación de su angustia paranoide era correcta, me parecía que tenía fallas sin poder precisar bien por qué. Se me ocurrió entonces que lo que yo le había señalado estaba muy cercano a su consciencia y que debía profundizar en los motivos de su exagerado temor a que me interiorizara de sus cosas. Por otra parte me .había llamado la atención su actitud inicial de rigidez, y me sorprendí a mí mismo con la fantasía de estar analizando un cadáver. En seguida tuve 4 M. KLEIN: Sobre algunos mecanismos esquieoide«, loe. cit. LEÓN GRINBERG 18 una ocurrencia cuya expresion surgió en forma humorística: "Seguramente me quiere encajar a mí el muerto", y que me dió la pauta de mi propia reacción paranoide ante su deseo de proyectar en mí sus objetos. Le señalé, entonces, guiándome por esta vivencia contratransfereneial, que con su conducta inicial de silencio e inmovilidad habría querido significarme algo más que la simple representación de estatua, y que quizás expresó de este modo algún sentimiento suyo relacionado con la muerte. Su reacción inmediata fué la de ponerse a llorar y referirme que su hermana mayor se había suicidado, debido a una desilusión amorosa, cuando ella era pequeña, y que se sentía responsable de su muerte porque debido a su demora no la pudo evitar. Había alcanzado a ver los preparativos del suicidio (ya que lo había intentado otras veces), e impresionada por los mismos, salió y quedó aguardando afuera durante un rato largo (quizás quince minutos) hasta que se le ocurrió correr en busca de su padre. Cuando él llegó ya era tarde. Mi vivencia había sido que la paciente con su "actitud cadavérica" no sólo intentaba evidenciar uno de sus conflictos más serios, en relación con el objeto interno muerto que aun llevaba adentro, sino que procuraba -ademáslibrarse de él por medio de la identificación proyectiva. A partir de aquel momento, inicial de su análisis, yo sería quien debería cargar con él. Esto motivó mi reacción defensiva, pues debí haber percibido inconscientemente cierta intencionalidad mágica en ella de querer imitar un cadáver con su actitud,' determinando automáticamente, por una especie de "magia imitativa" 5, la proyección de dicho objeto interno dentro de mí. Considero, pues, que ésta fué la razón esencial de mi interpretación con respecto a su ansiedad paranoide, porque en esta forma encubría o negaba mi propio temor inconsciente a sentirme invadido por un objeto muerto. El tomar consciencia de mi reacción me permitió luego comprender mejor la raíz más profunda de la paranoia de la enferma. y darme cuenta, entonces, de que su inmovilidad constituía de por sí un gesto 6 o actitud mágica 7, con la cual pretendía no sólo inmovilizar al 5 PR. GREENACRE, en Trauma, Growth ana Persona lit y (The International Psyeho-Analytical Library, nQ 46, 1953), considera que uno de los factores determinantes del Acting Out reside en la tendencia a dramatizar basada en la magia imitativa predominante en los primeros años de vida. Estos pacientes suponen inconscientemente que hacer una cosa en forma imitativa o dramática -hacerla parecer verdaderaequivale realmente a hacerla verdadera. Esto se relaciona con el querer evitar o producir algo por medio de la actitud mágica. '6 Para F. BERGLER(The probleni of 'í maqic qestures ", Psyquiatric Quarterly, XIX, 295-310, 1945), los gestos mágicos no constituyen síntomas per se. Representan parte de una personalidad integrada y se encuentran en cada nivel genético de desarrollo libidinoso-agresivo. Los clasifica en cuatro grupos: Tipo 1, es el resultado de un sentimiento inconsciente de culpa debido a la agresión interna. Tipo Ir, expresa la dramatización del pensamiento inconsciente (le voy a demostrar a mi mal padre o a mi mala madre cómo quisiera ser tratado). Tipo IrI, es una ironía inconsciente dirigida contra los padres; (su fórmula sería: les mostraré con mi conducta cómo no querría ser tratado); tiene cierto paralelismo con el mecanismo de "identi· f'icación con el agresor" de A. Freud. Tipo IV, está determinado por la extremada frialdad del trato de la madre hacia el hijo. 7 S. LANGER(Philosophy in a New Key, 1942, Ed. Penguin Books-U.S.A.), 19 ASPECTOS MÁGICOS EN LAS ANSIEDADES objeto perseguidor que llevaba en su interior, sino además identificarse con él, en su condición de muerto, mientras proyectaba en mí su miedo persecutorio. A continuación presentaré una sesión donde se podrá apreciar un claro ejemplo de magia paranoide en un paciente asmático: "Sigo molesto por las secreciones bronquiales. Esta mañana me costaba expulsarlas, a pesar de los accesos de tos." (Mientras dice esto habla con una tonalidad de voz baja y se lo hago notar agregándole que también le había aparecido la fatiga.) "Sí, es cierto, y me extraña porque casi. nunca me aparece estando aquí. .. " (Queda callado.) (Se lo relaciono con el temor y la desconfianza que había experimentado hacia mí en las sesiones pasadas, y que por ese motivo hoy habría llegado tarde, hablaba en forma recelosa y tenía fatiga.) "Algo de eso debe haber, porque en la sesión de ayer lo noté a usted muy raro, distinto de lo habitual, como si estuviera alejado; me pareció que estaría preocupado. Y hoy también pensé que le pasaría algo; tuve la impresión de que me hablaba en forma entrecortada, con cierta dificultad. .. (pausa). Cuando logro expectorar bien y librarme de las secreciones, experimento un gran alivio; lo mismo me sucede cuando defeco bien, es como si limpiara, a la vez, por arriba y por abajo, y entonces me siento mejor ... " (desaparece su disnea). (Le hago ver, de acuerdo a sus asociaciones, la similitud existente entre su obstrucción respiratoria y su obstrucción intestinal y que, por lo tanto, habría también una equivalencia entre su materia fecal y su secreción bronquial. Y que él me había atribuído su propia dificultad al señalarme que yo hablaba en forma entrecortada, correspondiendo a su respiración o evacuación entrecortada, por el obstáculo de la secreción o del excremento.) " ... No sé por qué se me ocurre ahora que el excremento debe tener la significación de un pene por sus características y por su forma especialmente (lo dice en tono angustiado). Me repugna haberlo pensado así. .. Recuerdo ahora haber estado soñando toda la noche y tuve también una pesadilla: estaba discutiendo con mi padre en una sala grande; lo veía vestido con un chaleco de mangas largas, marrón igual al mío; de repente perdí el control, le dije 'hijo de puta' y empecé a apretarle la: garganta como para estrangularlo. Sentí muy real la sensación de apretarle el cuello y observar cómo se ahogaba. Desperté angustiado y con fatiza.' , (Le interpreto que repitió conmigo la misma situación del sueño; porque me había atribuído la dificultad para hablar, equivalente a la dificultad respiratoria, así como en el sueño estrangulaba a su padre mientras él se despertaba con fatiga. Es decir, que había "inc1uído" dentro de mí distingue entre acción y gesto. Una acción toma la característica de gesto cuando es empleada para demostrar algo y no sólo para aliviar tensión. El gesto tiende a abreviar la acción original que imita; y también es más deliberado. LEÓN GRINBERG 20 su parte" ahogada" y a merced del objeto agresor, procurando invertir, de este modo, su relación con el mismo; por eso se había aliviado de su fatiga al sentir de que me la había adjudicado.) " ... Los otros sueños que tuve son tan distintos y a la vez tan extraños. .. En el primero poseía a una chica joven pero que no tenía caracteres femeninos; es decir, que la veía sin nada de busto. En el momento en que eyaculaba, sentí que proyectaba el semen contra la pared, produciendo una mancha ... ¿ Ve ~ como su sombra, que la veo proyectada ahora sobre esta pared. No sé a quién representará esta muchacha; estuve por decir muchacho, porque quizá tenía mucho más de varón que de mujer. Pero me molesta toda manifestación de homosexualidad entre hombres; la tolero entre mujeres; pero así y todo, sólo podría justificarla en circunstancias muy especiales; al fin y al cabo es una enfermedad." (Le aclaro que, posiblemente, creería encontrarse ahora en las circunstancias especiales a las que se había referido. Que había colocado en mí su parte masculina, activa, reteniendo el aspecto femenino tal como aparecía en el sueño. Que por eso mi sombra correspondía a la mancha del semen, como lo había señalado, y que en el instante de referirse a ella había realizado un movimiento instintivo de defensa alejándose eIJ, el diván. Que, a través del sueño, expresaba su entrega homosexual para apaciguarme en el aspecto de figura agresora que, en otro plano, había depositado también en mí. Pero que, por otra parte, deseaba expulsar mi pene perseguidor, reincorporado, como se había visto en la homologación que había hecho del pene con el excremento.) " ... Estaba pensando en el segundo sueño, quizás para alejarme de lo que usted me acaba de decir porque no me convence mucho; será porque no me agrada representar este papel femenino. Pero siento necesidad de contarle el último sueño antes de que termine la hora. Me impresionó mucho. Tenía que ver con mi madre; quizá porque dentro de poco se cumple otro aniversario de su muerte. El lugar podría ser como una clínica grande o un hospicio, pero lo veía tan lúgubre que más bien parecía un cementerio. Veía a mi mamá usando una especie de camisón largo y la cabeza cubierta por un capuchón. Sólo sus manos aparecían descubiertas. Ella pasaba muy lentamente a mi lado y me sentí profundamente conmovido; entonces tomé una de sus manos y se las estreché muy fuerte. Creo que ella debía tener lepra o algo así. .. Por supuesto 'que el sueño está relacionado con su muerte; el camisón debe representar la mortaja; y la lepra, la muerte misma, lo irremediable, lo que lleva a la separación. . .. El hospicio es un lugar de reclusión... es un sitio de donde no se vuelve. .. como el cementerio. . . No sé qué me pasa. .. me siento mareado. .. Es una sensación como si me deslizara para abajo ... " (Se calla y compruebo que está muy pálido.) "Me siento muy angustiado y no sé por qué .. , es como un vacío. .. ¡, Es la hora ya ~" (Se sienta en el borde del diván, intenta pararse, pero repite de que se siente mareado . y se vuelve a sentar.) (Le relaciono el contenido del sueño con la situación transferencial, indicándole que el único contacto material que tenía conmigo era el de 21 ASPECTOS MÁGICOS EN LAS ANSIEDADES estrecharme la mano en el momento del saludo; y que, durante el resto de la sesión no me veía como no veía nada de su madre, salvo sus manos, en el sueño. Pero que, en esta oportunidad la sesión le representaba como un hospicio -porque venía a tratar sus dificultades mentales- o bien un cementerio; es decir, que percibía el enorme peligro de no poder recuperar sus aspectos depositados en mí; yeso le angustiaba mucho porque temía que, en este momento, yo -como su madre muertano pudiera reintegrarle lo suyo, lo vivo, lo sano, y quedara loco [hospicio] o muerto [cementerio], o vacío de sus cosas, lo que determinaba su sensación de mareo y angustia.) El haberle podido interpretar al finalizar la sesión sus reiteradas identificaciones proyectivas, como -muy especialmente- su angustia paranoide de no poder recuperar tanto sus partes buenas como los aspectos positivos de los objetos proyectados en mí, determinó un aumento evidente de su insight y en un progreso en la evolución de su análisis. Pero, quisiera insistir sobre la calidad mágica de su ansiedad paranoide. Para ello traeré -de nuevo- a colación, la afirmación de M. Klein de que, como consecuencia de la identificación proyectiva, puede surgir el angustiante temor de no poder recuperar jamás las partes proyectadas del yo, por haber quedado enterradas en el objeto. Mi paciente pasó precisamente por este tipo de angustia, como resultado de su vivencia mágica de haber perdido sus aspectos yoicos por haber quedado "enterrados en un objeto loco o muerto ", reeditado en la transferencia. La razón de ser de la calidad mágica de su angustia, fué por haberlo vivido como una realidad: de ahí su sensación de mareo, vacío y ansiedad experimentada en el momento de tener que abandonar la sesión. Considero que episodios similares, aunque no tan intensos y evidentes, ocurren con cierta frecuencia al terminar las sesiones, dando muestra los pacientes de estados de inquietud, angustia, mareo o, a veces, hasta de fenómenos de despersonalización, como expresión de su reacción paranoide, ante la supuesta pérdida -valorada mágicamentede lo proyectado sobre el analista. En ocasiones, la angustia mágico-paranoide puede manifestarse por la situación contraria; es decir, por el temor de reintroyectar los aspectos negativos proyectados en el analista, y que se experimenta como si éste intentara "forzarlos" de nuevo dentro de ellos, devolviéndoselos, antes de que hagan abandono de la sesión 8. Es entonces que se les ocurre, por ejemplo, irse antes de finalizar la hora, o bien, utilizar distintas técnicas 8 D. LIBERMAN en un reciente trabajo (Identificación proyectiva y Conflicto matrimonial, presentado ante la Asociación Psicoanalítiea Argentina en octubre de 1955), se refiere a las vivencias que sufre el analizado en el momento de abandonar la sesión como consecuencia de la identificación proyectiva, En la pág. 17 señala: " ... Entonces a la salida, de ocurrir la reintroyecci6n que hace fracasar el aislamiento entre el análisis y la realidad, el paciente incorpora nuevamente las partes agresivas de sí mismo que ha estado introduciendo en el analista durante la sesión. Pero además de eso incorpora al objeto depositario de esa agresión. Entonces tiene la sensación de que el analista lo maneja, influye sobre él negativamente fuera de la sesión y lo interfiere en reparar en su vida de relación lo que ha estado destruyendo en la sesión." LEÓN GRINBERG 22 para impedir que el analista siga interpretando y salvarse así de la reintroyección, etc. Magia en las ansiedades depresivas. En un trabajo de análisis aplicado, Melanie Klein 9, se refiere al contenido de la ópera de Ravel llamada "La palabra mágica". El libreto se refiere a las peripecias de un niño que no quiere estudiar y ante la imposición de su madre le saca la lengua; ésta lo pone en penitencia amenazándole además con suprimirle la torta a la hora del té. Frente a esa frustración oral el niño se rebela, rompe todo lo que tiene a su alcance y ataca al gato y a otros animales. Acto seguido, todos los objetos animados e inanimados que él atacó lo persiguen y acosan por todos lados. La pesadilla cesa en el momento en que una ardilla del' jardín cae y el niño instintivamente saca un pañuelo y le ata la pata lastimada del animal. A continuación murmura: mamá. La palabra "mamá" es la palabra mágica. Á. su conjuro todos los animales y entes inanimados vuelven a recuperar sus formas anteriores. M. Klein interpreta este material en relación a las angustias provocadas por el ataque sádico del niño a su madre y la superación de dicha angustia mediante la simpatía y la piedad. El niño ha aprendido a amar y cree en el amor. Colette (autora del libreto) con su profunda captación psicológica da lugar a que la conversión en la actitud del niño se opere cuando después de curar a la ardilla, pronuncia la palabra mágica redentora, a la vez que reparadora. Considero que, para el inconsciente, dicha palabra sigue conservando su valoración mágica durante el resto de la existencia, y es pronunciada en muchas situaciones de angustia o dolor extremo, buscando inconscientemente su efecto mágico protector. Como ejemplo de la valoración mágica adjudicada a un objeto, citaré el caso de una paciente 10 que, angustiada por haber revivido en la transferencia su culpabilidad por la separación de sus padres, sintió la necesidad de entregar a la analista el anillo, obsequio de su padre, como un intento de restitución mágica del padre, a través de dicho objeto. En relación al sentimiento mágico-depresivo quisiera referirme al material de un analizado, en el que se pudo apreciar la culpabilidad intensa que le despertaban sus fantasías sádicas reprimidas, valoradas mágicamente; y que se evidenciaron en la situación transferencial, después de haber permanecido encubiertas por ansiedades paranoides manifiestas. Era un paciente obsesivo, con una estructura paranoica subyacente, que solía" atormentarme" con sus continuas quejas acerca de su estado. Todas sus sesiones las comenzaba infaliblemente con una retahila de lamentaciones acerca de su amargada existencia. Nada le salía bien; el destino se había ensañado con él deparándole una serie ininterrumpida de desgra9 M. KLEIN: Situaciones de angustia infantiles reflejadas en el trabajo artistico y en el i'1np~~lsocreador (Contributions to Psycho-Analysis-Hogarth Press, 1921-1945), London, 1948. 10 Ejemplo facilitado por G. Tronquoy en una comunicación personal. 23 ASPECTOS MÁGICOS EN LAS ANSIEDADES cias, y sin haberle gratificado con ninguna compensación. Profesionalmente, a pesar de su reconocida capacidad, había fracasado en sus aspiraciones; mientras otros, menos capaces, habían escalado las posiciones, para él vedadas. Al emprender cualquier actividad, ya sabía por anticipado que sobrevendría algún factor atentatorio contra su éxito. Y justificaba sobradamente su profundo escepticismo en relación a todo, incluyendo el mismo análisis porque su experiencia le había enseñado que sólo le estaba reservado lo negativo y perjudicial. Ni siquiera había tenido suerte al nacer varón. (Tenía tres hermanas, siendo el único varón de su familia, pues su padre había muerto siendo él pequeño.) Sostenía que las mujeres conseguían todo con más facilidad, y tenían innegables ventajas en distintos aspectos de la vida por su sola condición femenina; y sentía que siempre habían aprovechado de él, de sus debilidades y de su buen corazón. Si bien nunca me hacía reproches directos, tampoco perdía oportunidad de demostrarme que no mejoraba y que, a menudo, salía de las sesiones en peores condiciones que antes de llegar a ellas. Sus acusaciones, por lo general, eran sutiles, y procuraba dejarme convencido, lográndolo a veces, de la responsabilidad que me correspondía por su situación. De todos modos cuando reconocía en mí un cierto empeño en querer modificar su estado, no lo consideraba como producto de un interés genuino y humano por él, sino que me guiaba tan sólo mi orgullo profesional. Porque, al fin de cuentas, ¿ por qué habría de preocuparme por él más allá de lo estrictamente profesional Y Era evidente que con su conducta intentaba atormentarme -de ahí mi vivencia contratransferencialen la misma forma en que él se sentía atormentado por sus objetos persecutorios. If'ero había algo más que la repetición activa sádica de su posición pasivo-masoquista ante dichos objetos. Parecía que su gran temor consistía en que yo me convirtiera realmente en el agente máximo de todas sus penurias, y asumiera condensadamente los roles de sus distintos y múltiples perseguidores, personificados o no. Por eso tenía especial interés en mostrarme la multiplicidad de sus perseguidores que estaban repartidos y distribuí dos por todos lados. En todo caso yo me. convertiría en uno más que agregaría a su ya numerosa lista (el destino, la gente, los colegas, sus familiares, ete.). Tiempo después surgió la razón profunda de su actitud. En una sesión relató el siguiente sueño: "Veía salir de un aguj ero de la pared una hilera de hormigas que atravesaban las habitaciones de mi casa, llenas de libros, y me sentía extrañado porque se trataba de hormigas negras de jardín, y no de las que se comen los interiores. Pensé echarles un hormiguicida: y entonces les eché D.D.T. Me impresionó el efecto que les producía: era una agonía lenta con parálisis de varias horas y ellas estaban cargadas con sus huevos y linfas". Asoció luego que de chico le intere.saban mucho las abejas, pero que se indignó violentamente cuando se enteró de que mataban a los zánganos, que le representaban la matanza de los hombres y que por eso les tomó antipatía. También recordó cómo admiraba la organización ejemplar de la colectividad de las hormigas hasta que se enteró de que, entre ellas existen pulgones esclavizados, gue~ LEÓN GRINBERG 24 rras entre distintas colonias, etc. Las asociaciones inmediatas en esta sesión y en las siguientes se relacionaron con los refinamientos empleados en las torturas desde la antigüedad, las masacres de los campos de concentración, historias siniestras de criminales perversos, descuartizadores, etc. Cuando le señalé que todo esto correspondía a sus propias fantasías sádicas y destructivas contra sus objetos (madre y hermanas representadas por las abejas y hormigas) y que, por otra parte, tendía a reproducir en la transferencia su actividad "atormentadora" aunque disimulada por sus constantes quejas, hubo un cambio en toda su actitud. A las pocas sesiones se sintió sumamente angustiado a raíz de haberle postergado una hora y me preguntó -con evidentes muestras de preocupación- si me había ocurrido algo. Nunca lo había visto tan demostrativo en su reacción emocional ya que, por lo general, tenía un fuerte bloqueo afectivo. Temió inconscientemente haberme dañado, por la influencia mágica de su conducta. Al saludarme, lo hizo en una forma más prolongada que de costumbre y excepcionalmente cordiaL Me refirió entonces que mientras estaba en la sala de espera, se había extrañado porque le pareció que los distintos muebles y objetos eran nuevos y flamantes, aunque tenían la misma apariencia de todos los días. Respondía por una parte a su necesidad de negar su temor de que mis cosas estuvieran destruidas por su culpa; y por otra, a su deseo de repararlas. Pudo comprender, entonces, el verdadero significado de su papel de víctima. Tendía, con ello,' no sólo a evitar la retaliación de sus objetos dañados y ahora perseguidores, sino que, fundamentalmente, procuraba encubrir su convencimiento inconsciente de haber sido el victimario en sus fantasías y el temor de llegar a serlo -por efecto mágico de los mismos- en la realidad. Otro ejemplo de vivencia mágica depresiva puede desprenderse de un episodio ocurrido con una paciente 11 que había acudido al análisis por el temor de repetir el destino de su madre, muerta a raíz de un aborto. Vivía enormemente angustiada por supersticiones y creencias mágicas de toda índole, y con una convicción profundamente arraigada en la omnipotencia de sus "presentimientos". Todo lo cual se justificaba dado que había vivido, inconscientemente, la muerte de su madre como motivada pór el cumplimiento "mágico" de una fantasía suya. Cuando este tipo de fantasías agresivas llega a coincidir con circunstancias trágicas reales, da lugar a que se desarrolle poderosamente lo que denominaría una personalidad "mágico-depresiva" con un fuerte incremento del sentimiento de culpabilidad 12. 11 L. GRINBERG: PsicoanáLisis de una meLancoLía ansiosa. Elaboración tardía de un duelo. (Trabajo leido en la Asociación Psicoanal. Argentina en marzo de 1952. Rev. de Psicoanálisis, tomo IX, nv 1, 30-54.) 12 MARIELANGER, en su libro Maternidad y Sexo (Editorial Nova, Buenos Aires, pág. 121) se refiere a este aspecto cuando dice: "Las consecuencias psicológicas de su hostilidad infantil (hacia la madre) serán más graves en el futuro para la niña si cualquier circunstancia trágica le hizo caer en la eficacia y omnipotencia de su odio... La enferma acudió al análisis, no por su esterilidad, sino por una grave crisis de melancolía." 25 ASPECTOS MÁGICOS EN LAS ANSIEDADES I El episodio mencionado ocurrió durante el curso de una sesión en que me reprochaba insistentemente haberle solucionado su esterilidad, exponiéndola -a través de su embarazo- a los graves peligros que eso le involucraba. En un momento dado se interrumpió y después de unos instantes de silencio me preguntó, en forma vehemente, por qué me quedaba callado, exigiéndome que le dijera algo, que le hablara. Y al no obtener respuesta de mi parte, se produjo entonces una reacción verdaderamente dramática: nunca se había atrevido a darse vuelta en el diván a pesar de su deseo expresado en reiteradas oportunidades; pero, en ese instante, presa de intensa angustia, se incorporó y se dirigió a mí gritando: "Doctor, ¡,qué le pasa t ' Su rostro revelaba un pánico enorme que me impresionó vivamente. Me confesó luego que había tenido la sensación de que yo estaba muerto y que le había surgido dicha vivencia poco después de haberme maldecido "in mente" por la gran hostilidad que había experimentado hacia mí. Considero, para terminar, que -hasta cierto punto- nuestra actividad puede encuadrarse dentro del rótulo de este capítulo. Es evidente que, ciertas interpretaciones pueden originar en el analista, una vivencia mágico-depresiva cuando provoca con ellas un transitorio empeoramiento que le despierta culpa; o bien alivia un estado de ansiedad aguda denotando su efecto reparador. No hace mucho, pude experimentar en forma particularmente intensa, un sentimiento de "magia interpretativa reparadora": fué una de esas sesiones en que uno se siente especialmente "dotado" y en la que se produjo, como consecuencia, un cambio radical en la actitud del analizado y la desaparición completa e inmediata de unos cólicos intestinales que durante varios días le habían aquejado. Entre los distintos factores inconscientes que nos impulsaron a la elección de profesión existía el evidente anhelo de reparar nuestros objetos, representados en la actualidad por los pacientes. La sublimación de nuestras tendencias agresivas, un encauzamiento equilibrado de nuestro sentimiento de culpa y, sobre todo, el estímulo adecuado de nuestro deseo reparador, entre otras cosas, es lo que nos permite dedicarnos a nuestra tarea sin mayores perturbaciones. Ésta será tanto más exitosa cuanto mayor sea la estabilidad alcanzada en nuestra contratransferencia sublimada. Y cuando comprobamos la eficacia terapéutica de nuestra intervención, aunque lo justifiquemos racionalmente como debida al bagaje y aplicación de nuestros conocimientos científicos, en otro plano, lo viviremos -por lo menos en parte- como efecto de nuestra "magia reparadora". RESUMEN En esta segunda parte del trabajo, se pasa revista a la vivencia mágica de la interpretación, llave de acceso al inconsciente -fuente de todo lo mágico-, y a los contenidos mágicos de las ansiedades paranoides y depresivas experimentadas tanto por el analizado como por el analista. Se describen las ansiedades persecutorias que surgen al término de la sesión, por el sentimiento de despojo y 26 LEÓN GRINBERG pérdida, valorados mágieamente, de los aspectos propios proyectados en el anali~ta; o bien, por el temor a la reintroyección "forzada" (por el analista) de los mismos. Se finaliza la exposición con el análisis de los aspectos mágico-depresivos tanto en su contenido destructivo como en el reparador. SUMMARY Magical aspects in paranoid and depressive Anxieties In this second part of the papel', the writer reviews the magical experience of interpretation, the key giving access to the unconscious -the source of all that is magieal -, and to the magical contents of the paranoid and depressive anxieties felt by both analyzed and analyst. He describes the persecutory anxieties arising at the end of the session, through the feeling of despoilment and loss, magicaHy evaluated, of one's own aspects projected onto the analyst, 01' else through the feal' of the "forced" (by the analyst) reintrojection of the same, The exposition closes with the analysis of the magic-depressive aspects in both their destructive and their reparative contento RÉSUMÉ Aspects magiques dans les anxiétés paranoides et dépressives Dans la seconde partie du travail, on passe en revue l'expérience 'magique de l'interprétation, clef d'aeees a l'inconscient - source de toute magie - et les contenus magiques des anxiétés paranoídes et dépressives vécus autant par l'analysé que par l'analyste. On décrit les anxiétés de persécution qui surgissent a la: fin de la séance a cause du sentiment de dépouillement et de perte, évalués magiquement, des propres aspects projetés dans l'analyste; on ·bien a cause de la crainte de la réintrojection "forcée" (par l'analyste) de ces mémes aspects, On termine l'exposition par l'analyse des aspects magiques-dépressifs, autant dans leur contenu destructif que réparateur ZUSAMMENFASSUNG Magische Aspekte der paranoiden und depressivM~ .Angste In diesem zweiten Teil del' Arbeit wird Einsicht genommen in das magische Erlebnis del' Interpretation, Schlüssel für den Zugang zum Unbewussten -Quelle alles Magischen-, und in die magisehen Inhalte del' paranoiden und depressiven Angste, die sowohl del' Analysand wie auch del' Analytiker erlebt. Es werden die Verfolgungsángste beschrieben, die am Ende del' Sitzung entstehen, sei es infolge des Gefühls des magisch gewerteten Beraubtwerdens und Verlustes del' eigenen, in den Analytiker proizierten Aspekte, sei es infolge del' Furcht VOl'del' (vom Analytiker) "erzwungenen" Wiederintrojektion derselben. Die Darstellung schliesst mit del' Analyse del' magische-depressiven Aspekte sowohl in ihrem zerstorerisehen wie auch in ihrem wiedergutmachenden Inhalt.