JURISPRUDENCIA DE LA CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD EN MATERIA ELECTORAL Expediente 212-89 Asunto: Opinión consultiva Fecha de la opinión: 16 de noviembre de 1989 Temas: a) la prohibición del ciudadano José Efraín Ríos Montt para optar al cargo de Presidente de la República; b) prohibición de la ciudadana Raquel Blandón Sandoval de Cerezo para optar al cargo de Presidente de la República Tesis en la opinión: *Lo que atañe al ciudadano José Efraín Ríos Montt: 1) La decisión del poder constituyente, de excluir la posibilidad de que quienes se hubieren colocado en situación de haber alterado el orden constitucional pudiesen ejercer la Presidencia o Vicepresidencia de la República, y en cuanto a la prohibición impuesta a quienes como consecuencia de tales hechos asuman la jefatura del Gobierno, se entiende que no es en razón solamente de haber ejercido un gobierno de facto, consecuencia de una alteración constitucional, sino que por contexto, porque la misma prohibición se entiende, de conformidad con el artículo 187 constitucional, a la persona que haya desempeñado durante cualquier tiempo el cargo de Presidente de la República por elección popular, o quien lo haya ejercido por más de dos años en sustitución del titular. En esta hipótesis, de no ser suficiente el sentido formal del texto, operaría el principio de interpretación bona fide de la Constitución, por la cual resultaría inadmisible considerar que los constituyentes, expresión de la soberanía, hubiesen querido algo absurdo, como prohibir nueva opción a la Presidencia de la República a quien la haya desempeñado durante cualquier tiempo por elección popular, esto es por legitimidad constitucional y, a cambio, la hubiesen dejado habilitada –la opción de ejercicio- para quienes la detentaron de hecho. 2) En lo que concierne al elemento temporal del precepto: la disposición regula situaciones pro futuro pero que tienen antecedente en hechos ocurridos con anterioridad, como también sucede con otras condicionantes previstas en la misma Constitución; ergo: la expresa prohibición que contiene para que quienes hubiesen desempeñado durante cualquier tiempo el cargo de Presidente de la República por elección popular no podrán desempeñarlo en ningún caso – artículo 187-, o la prohibición de reelección del Presidente –mismo precepto-, que comprende también a quien hubiese sido electo en época anterior a la entrada en vigencia de la Constitución. El poder constituyente que elaboró la actual Constitución varió intencional y claramente la delimitación temporal de la norma al utilizar el tiempo verbal en pretérito perfecto, para que la indicada prohibición se refiera a la alteración del orden constitucional no sólo del presente sino también la del pasado, forma más efectiva para preservar el Estado de Derecho. Así, en el caso no existe un derecho adquirido preconstitucional superior a la norma suprema, que pretenda la no aplicación del precepto que establece las prohibiciones, ya que éstas son expresión del poder constituyente soberano, en la misma forma como ha establecido requisitos e impuesto prohibiciones para el desempeño de otros cargos en el Estado (diputados, por ejemplo). 3) Elegibilidad frente a incompatibilidad: es absoluto que la prohibición contenida en el inciso a) del artículo 186 constitucional es de inelegibilidad y no simplemente de incompatibilidad, por lo que la opción a los cargos de Presidente o Vicepresidente de la República se materializa al aceptar la proclamación y se formaliza al solicitarse la inscripción como candidato y no solamente si se alcanza la mayoría necesaria para optar a ser declarado electo, ya que la dicción optar significa “entrar en la dignidad, empleo u otra cosa a que se tiene derecho”, siendo aquí lo dominante la expresión “tiene derecho”, del que se carece cuando se obra contra legem, sobre todo cuando existe una prohibición de orden supremo, imposible de salvar sin la altercación del orden constitucional. *Lo que atañe a la ciudadana Raquel Blandón Sandoval de Cerezo: 1) Elementos subjetivos del precepto: a) los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad de las personas citadas en el precepto – artículo 186, inciso c), constitucional; b) el Presidente de la República; el Vicepresidente de la República en ejercicio de la Presidencia; el caudillo y los Jefes de un golpe de Estado, revolución armada o movimiento similar que haya alterado el orden constitucional, y quien como consecuencia de los hechos mencionados asumiere la Jefatura de Gobierno. 2) La redacción del inciso e) difiere del de la anterior Constitución -1965-, ya que ésta se refería a los “parientes legales”, sin circunscribirlos a determinados grados en los lazos de consanguinidad y afinidad, con lo cual se entendía que la norma debía atenerse a la definición que la ley ordinaria estableciera. En cambio la redacción actual supone una delimitación del alcance del parentesco inderogable por medios ordinarios, lo que garantiza que la finalidad antidinástica e igualitaria de la disposición logre su máxima protección. Por esta razón, para la interpretación del precepto deben tenerse en cuenta reglas propias de la materia, tales como que la Constitución es finalista, entendiendo con toda lealtad los valores que la misma ha querido preservar y de que sus términos no deben ser eludidos por una apelación indebida a normas inferiores, sobre todo cuando la misma conduzca a conclusiones absurdas. Así, aparte de que la prohibición aludida en el inciso c) del artículo comentado se refiere claramente a los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad y el segundo de afinidad, el vocablo “dentro” involucra con absoluta certeza al cónyuge, no sólo porque el parentesco liga a las personas por su procedencia de un tronco común que se origina por excelencia en el matrimonio, sino porque sería inadmisible que la prohibición alcanzara a los consanguíneos de éste –que no lo sean del otro cónyuge- y que el esposo o esposa, según el caso, quedara simplemente excluido de la prohibición , logrando con ello eludir la finalidad de la misma, que consiste en evitar una transmisión dinástica o nepótica del poder o de que un candidato a un cargo de elección popular pudiera participar en el evento electoral en condiciones de superioridad frente a los otros, con clara vulneración del principio de igualdad que el sistema democrático adopta. 3) Elemento temporal del precepto: en cuanto a los parientes del Presidente de la República, debe entenderse que la prohibición se refiere a la opción que pueda exteriorizarse en la elección que se realice en el período presidencial de este dignatario, pero no en períodos subsiguientes, puesto que para entonces ya no existirían las condiciones que justifican tal impedimento. Respecto de los parientes del caudillo o jefes de un golpe de Estado, revolución armada o movimiento similar o de quien como consecuencia de tales hechos asumiere la Jefatura de Gobierno, también debe entenderse que sería aplicable la prohibición, en el caso de renormalización constitucional, a la elección que se realizara en la época en que aquéllos alteraron el orden constitucional, o éste detentara el poder, pero no más allá, es decir para períodos subsiguientes, porque la prohibición a los parientes no puede tener el carácter de una penalidad o proscripción impuesta a ellos, por actos que les fueron formalmente ajenos. Expediente 280-90 Asunto: apelación de sentencia en amparo Fecha de la sentencia: 19 de octubre de 1990 Argumentos: *La aplicación, en el caso, del artículo 186, inciso a), de la Constitución contraviene el principio de no retroactividad de las leyes, previsto en el artículo 15 constitucional *La prohibición de ese primer precepto citado es para “optar” al cargo de Presidente de la República y no a postularse como candidato, puesto que no existe “prohibición de inelegibilidad” *El artículo 186, inciso a), de la Constitución contradice lo establecido en los artículos 23, apartados 1. b) y c), y 24 de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos (regulan los derechos de ser electo y de tener acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas del país) Tesis en la sentencia: 1) No existe un derecho o una situación preconstitucional ya consumados para que el ciudadano José Efraín Ríos Montt opte al cargo de Presidente de la República porque no se produce una aplicación casuística o retroactiva de la Constitución a su persona, puesto que, dado el carácter normativo de ésta, la prohibición se refiere a la opción que se planteare posteriormente a su vigencia, la cual por la presunción general del conocimiento de las leyes, se le supone enterado desde su inicio, el catorce de enero de mil novecientos ochenta y seis. La prohibición contenida en el citado precepto ha figurado históricamente en el sistema constitucional guatemalteco, aunque en la actual Constitución la prohibición se enfatizó al utilizar el tiempo verbal en pretérito perfecto, para que la alteración del orden constitucional se refiera a la de cualquier orden y no únicamente al presente, seguramente como una forma efectiva de defender el Estado de Derecho. Así, resulta inapropiado oponer una norma general (la del artículo 15 de la Constitución) a la especial contenida en el 186 del mismo texto, puesto que siendo de la misma jerarquía deberá preferirse esa específica. 2) Cita de Emilio Recorder de Casso: “En cuanto a los efectos, ya Duguit indicaba que la inelegibilidad produce el resultado de hacer nula la elección, mientras que, por el contrario, cuando existe la incompatibilidad, la elección es regular y válida, aunque aquel cuya función es incompatible con el mandato legislativo debe optar dentro de un cierto plazo tras su confirmación. En nuestros días Mortati señala que la inelegibilidad quiere decir impedimento jurídico para convertirse en sujeto pasivo de la relación electoral, es decir para ser elegido, y que la incompatibilidad, en cambio, presupone en el elegido la posesión de todos los requisitos necesarios para considerar válida la elección.” Esa cita –señaló el Tribunal- resulta apropiada para establecer la distinción doctrinal y legal que existe entre la opción por incompatibilidad (el titular escoge o decide entre uno u otro cargo) y la inelegibilidad, esto es, cuando se carece de la titularidad jurídica para acceder a un cargo por prohibición categórica al mismo. Se ha pretendido jugar con el concepto “optar”, desglosándolo de la correspondiente acción, con lo cual se desconoce la base de toda conducta humana, que tiene su elemento cualitativo en su esencial intencionalidad, y así con falacia se pretende aislar la acción de su consecuencia. Precisamente porque la acepción más apropiada para el caso de la dicción “optar” es la de “entrar en la dignidad, empleo u otra cosa a que se tiene derecho”, no podría desvincularse el vocablo de esa condición jurídica, por lo que es palmario que cuando existe una prohibición absoluta o categórica para asumir la titularidad, lo que hay es una causa de inelegibilidad. De esa manera, priva una condición objetiva –la prohibición- frente a la subjetiva –la intención de optarcon el objeto de que una interpretación errónea del precepto no conduzca a la distorsión del proceso electoral, que es un acto popular que debe estar revestido de absoluta certeza, seguridad y claridad, dado que es la única vía que la democracia tiene para el ejercicio del poder, es decir, la representación por medio de elecciones legítimas, que precisan que tiene derecho a optar quien no esté comprendido en las expresas prohibiciones de ley. * La prohibición del artículo 186, inciso a), constitucional no contradice los preceptos de la Convención Sobre Derechos Humanos. Esa Convención no tiene preeminencia sobre la Constitución. Expediente 1089-2003 Asunto: apelación de sentencia en amparo Fecha de la sentencia 14 de julio de 2003 Argumentos: la negativa de inscribir a los candidatos a Presidente y Vicepresidente de la República, postulados por el partido político Frente Republicano Guatemalteco contraviene lo establecido en el artículo 15 de la Constitución, puesto que aplicó en forma retroactiva, al caso, la prohibición prevista en el artículo 186, inciso a), de ese mismo cuerpo normativo. Para apoyar el anterior argumento, hizo mérito de las formas normativas que, concernientes a esa prohibición, figuraron en Constituciones de anterior data a la de 1985; éstas –indicó el amparista- siempre dirigieron esa prohibición al orden constitucional de la época y los subsiguientes. Tesis en la sentencia: 1) La definición del vocablo retroactividad indica que se denomina de esa manera a la traslación de la vigencia de una norma jurídica creada en un determinado momento, a un momento anterior al de su creación. Desde ese punto de vista lógico, la operación implica subsumir ciertas situaciones de hecho pretéritas que estaban reguladas por normas vigentes al tiempo de su existencia, al ámbito regulativo de las nuevas normas creadas. 2) Es racionalmente inadmisible que un acto de voluntad pretenda modificar el pasado, como lo es también que el precepto por el cual se instrumenta lógicamente aquel acto regule o influya en situaciones de hecho ya realizadas que en la dinámica existencial han adquirido la condición de irreversibles. Ello conlleva a que no pueda imponerse a los individuos otro conocimiento jurídico que no sea el del Derecho vigente. 3) La denominada Declaración de los Derechos del Estado y sus Habitantes, conocida también como “Ley de Garantías”, promulgada por la Asamblea Constituyente del Estado de Guatemala el cinco de diciembre de mil ochocientos treinta y nueve, estableció en el artículo 11, de la Sección 1ª, que “…toda ley ex post facto o con fuerza retroactiva, es esencialmente tiránica e injusta y debe considerarse nula y de ningún valor; por lo tanto, no debe tenerse por tal ley en ningún tribunal…” 4) La sentencia hizo mérito de la historia del instituto jurídico de la prohibición en Constituciones de anterior data, indicando que el Legislador constituyente siempre la ha previsto con aplicación futura y cuando haya sido alterado el orden constitucional vigente en la época. Expediente 2906-2011 Asunto: apelación de sentencia en amparo Fecha de la sentencia: 8 de agosto de 2011 Argumentos: *La candidata a Presidente de la República, Sandra Julieta Torres Casanova, no está comprendida en la prohibición prevista en el inciso c) del artículo 186 constitucional porque: a) en la fecha en que fue presentada la solicitud de inscripción su estado civil era de soltera; b) no está incluida en los grados de parentesco que prevé la ley, dado que ésta no menciona al o la cónyuge; además, el artículo 190 del Código Civil regula que los cónyuges “no forman grado”. *Es improcedente el señalamiento de “fraude de ley” que pronunció el Director del Registro de Ciudadanos, porque: a) previamente a la determinación de la concurrencia de esa figura, la candidata no fue citada, oída y vencida en proceso legal ante juez o tribunal competente y en preestablecido; además, no se respetó la presunción de inocencia que le asiste como derecho fundamental; b) aquel funcionario se extralimitó de sus funciones, en tanto que la determinación de concurrencia de fraude de ley le corresponde con exclusividad a los tribunales de justicia, en ejercicio de la potestad de juzgar y promover la ejecución de lo juzgado; c) en todo caso, para efectuar el pronunciamiento del fraude de ley, aquel funcionario debió formular consulta previa al Tribunal Supremo Electoral para que se pronunciara al respecto; d) al divorciarse, la candidata no realizó acto por el que pretendiera alcanzar un resultado prohibido o contrario a la ley. *Al caso fue aplicado en forma retroactiva lo dispuesto en el artículo 186, inciso c), constitucional. Tesis en la sentencia: 1) Lo que regula el artículo 186 en el inciso c), como en los otros supuestos allí regulados, es una prohibición por inelegibilidad para poder optar a los cargos de Presidente o Vicepresidente de la República. Esa condición de inelegible conlleva a que el candidato en quien recaiga no puede ser sujeto pasivo de una relación electoral. 2) Enunció estas interpretaciones para lo solución del caso: a) Histórica de la regulación: hizo mérito de la prohibición establecida en forma similar en anteriores textos constitucionales; b) Armónica o sistemática: por la cual definió que lo que regula el artículo 186 en conjunto con otros precepto de la Constitución es la preservación del principio de alternabilidad en el ejercicio del poder para el cargo de Presidente de la República; c) Finalista: que atiende a la hermenéutica de la norma, que comprende el conjunto de principios y valores que el legislador constituyente originario quiso preservar en el texto supremo. De esa manera hizo acopio de lo afirmado en la opinión 212-89, en el sentido de que la prohibición de mérito pretende evitar una transmisión dinástica o nepótica del poder o de que un candidato a un cargo de elección popular pudiera participar en el evento electoral en condiciones de superioridad frente a los otros, con clara vulneración del principio de igualdad que el sistema democrático adopta 3) La prohibición alcanza al cónyuge no sólo porque el parentesco liga a las personas por su procedencia del tronco común que se origina por excelencia en el matrimonio, sino porque seria inadmisible que la prohibición alcanzara a los consanguíneos de éste –que no lo sean del otro cónyuge- y que el esposo o esposa, según el caso, quedara simplemente excluido de la prohibición, logrando con ello eludir la finalidad de la misma. 4) La disolución del vínculo conyugal, por medio del divorcio, no causa efecto en la prohibición, debido a que en su interpretación finalista debe entenderse que ésta opera durante todo el período en el que el cónyuge esté ejerciendo la Presidencia de la República. 5) El hecho de que el Director General del Registro de Ciudadanos haya negado la inscripción impidió la violación a la prohibición y, por ende, evitó la consumación de un fraude a la Constitución. Tesis en el voto razonado concurrente, en relación con la comisión del fraude de ley: Formuló una diferencia entre el aspecto de la “intención” y el “resultado” del acto. En síntesis negó que hubiere ocurrido el fraude de ley invocado, por razón de que la norma transgredida (la constitucional) debía ser clara en su contenido y señalar el elemento temporal para la aplicación de la prohibición (como ocurre con otros supuestos previstos en el artículo 186 constitucional); al no hacerlo así, la decisión de disolver el vínculo conyugal para superar el supuesto de la prohibición puede interpretarse no como la intención de eludirla, sino como una forma de extraerse de esa prohibición –se citó como ejemplo el caso de un ex Presidente del Tribunal Supremo Electoral –inciso g) del artículo 186-, quien renunció a ese cargo, en fecha previa inmediata para tomar posesión del cargo de Vicepresidente de la República) GRACIAS