Informe “El problema actual de los incendios forestales en

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Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia Informe de la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España
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[ enero 2015 ]
El problema actual
de los incendios forestales en Galicia
Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia ÍNDICE
Presentación................................................................................................................................5
1. Antecedentes. Hechos y medidas relevantes en los últimos 25 años.....7
2. Aspectos determinantes en la situación actual de los incendios
forestales en Galicia.........................................................................................................10
2.1. Factores socioeconómicos que inciden en el riesgo de incendio..........................................11
2.2. Los servicios de extinción de incendios forestales................................................................15
2.3. Inexistencia de ayudas a los propietarios forestales que pierden su patrimonio.................16
2.4. La ausencia de información necesaria para el análisis del problema...................................16
2.5. La disminución de la rentabilidad de los montes maderables...............................................18
2.6. La importancia de las infraestructuras viarias en la prevención...........................................19
3. La comunicación y la colaboración ciudadana. Creencias y prejuicios
frente a la realidad.............................................................................................................21
4. Conclusiones después de 25 años..............................................................................25
5. Medidas a desarrollar y cambios a introducir....................................................28
5.1. Las prioridades en la defensa de los montes.........................................................................28
5.2. El servicio de prevención y defensa contra incendios forestales..........................................30
5.3. Mejoras en la elaboración del Pladiga...................................................................................30
5.4. Las actuaciones de prevención y las responsabilidades.......................................................30
5.5. La capitalización del monte y prevención de incendios.........................................................32
5.6. Ayudas a la restauración de montes quemados....................................................................34
5.7. Las ayudas para prevención y defensa contra incendios forestales
en los montes vecinales................................................................................................................34
5.8. La comunicación.....................................................................................................................36
5.9. Disminución de la impunidad. La labor policial y judicial......................................................36
6. Bibliografía.............................................................................................................................38
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EDITA: Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España, Madrid, 2015
Imagen de la portada: Solpor. Obra del artista orensano Virxilio Fernández que representa la
visión del monte después del incendio forestal.
Fotografías de Ángel Joaquín González Outerelo a excepción la de la página 13 de Cristina
Verde Figueiras y la de la página 35 de José Antonio Vega Hidalgo.
Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia 5
Presentación
El texto que se muestra a continuación recoge una serie de reflexiones sobre los aspectos determinantes que inciden en la situación actual de los incendios forestales en Galicia y constituyen elementos
necesarios para su análisis.
No se trata de un documento de análisis exhaustivo, sino de un informe que presenta el diagnóstico del
problema desde la perspectiva de los propietarios forestales y que trata de contribuir a la construcción
de una política compartida por los principales agentes involucrados y apoyada por la sociedad gallega.
En el informe se formulan propuestas de mejora encaminadas a disminuir el riesgo de incendios forestales y a hacer más eficientes los recursos dedicados al control de los incendios forestales.
La elaboración de este documento viene motivada por la disparidad y falta de objetividad de opiniones
vertidas sobre el problema de los incendios desde distintos estamentos sin considerar la visión de los
dueños de los montes, principales afectados por el problema. Igualmente la Confederación de Organizaciones del Selvicultores de España (COSE) considera necesario abrir un debate profesional que contribuya a formular de forma consensuada las medidas de mejora que exige la dimensión del problema.
El informe fue elaborado para COSE por Francisco Dans del Valle, Cristina Verde Figueiras, Braulio
Molina Martínez y Julio Ruiz Cagigal.
1. Antecedentes. Hechos y medidas relevantes en los últimos 25 años
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Antecedentes.
Hechos y medidas relevantes en los últimos 25 años
Las décadas de los setenta y de los ochenta del pasado siglo pueden ser consideradas como el período más
negro para el monte gallego que sufrió una continuada agresión incendiaria y una desatención institucional
muy graves. Es preciso destacar que sólo en la década de los ochenta el fuego afectó a una superficie de
670.000 ha, lo que indica que el 22% del territorio gallego soportó un incendio. El impacto de los incendios en
estas dos décadas en la estructura y composición del monte gallego fue fortísimo, contribuyendo en aquella
época a disminuir la superficie ocupada por el pino del país y por las frondosas autóctonas y, en algunas
comarcas, a expandir sin control el eucalipto, así como a incrementar la superficie de matorral inculto.
En aquellos años las competencias en materia de incendios estaban dispersas, la responsabilidad de la
extinción del incendio era difusa, no existían servicios especializados, y mucho del personal que trabajaba
en la extinción carecía de formación y era contratado con carácter eventual con la mediación de políticos
y personalidades locales.
Ante la magnitud de la catástrofe, a mediados de los ochenta, distintos grupos sociales promovieron foros
de debate, reaccionó el Parlamento de Galicia y propietarios forestales y comunidades de montes comenzaron a movilizarse, invirtiendo en equipos de prevención y de extinción y se organizaron localmente para
hacer en el verano labores de vigilancia en los montes, actividad que toma cuerpo oficial con la creación
en 1988 de las agrupaciones de defensa forestal (ADF). A pesar de estas y de otras iniciativas de calado
promovidas por algunos alcaldes y grupos de propietarios, los incendios siguieron aumentando año a año.
En esta década se creó el Comité Gallego de Defensa contra los Incendios Forestales.
El desastre mayor llegó en el verano de 1989, año en el que los incendios afectaron a 200.000 ha, provocando una verdadera convulsión en la sociedad gallega. A partir del año 1990 se inició un proceso de
cambio en el ámbito forestal de lo que resulta preciso destacar:
1990 Se crea un servicio específico y comarcalizado de defensa contra incendios forestales. La responsabilidad única de la prevención y defensa fue asumida por la Xunta de Galicia, acabando
con la dispersión de competencias y responsabilidades que se prolongaba desde antes de la
autonomía. La creación de este servicio dio respuesta a una prolongada demanda de los propietarios forestales gallegos, en particular de los integrados en la Asociación Forestal de Galicia,
cuyo equipo de estudios elaboró el plan base en el que se inspiró este servicio.
1990 Se inicia la colaboración con el Ministerio de Defensa en las labores de vigilancia y extinción
de incendios forestales y en su prevención.
1990 Se crea el servicio de avisos de incendios forestales a través del número gratuito 085 que recoge las llamadas de cualquier ciudadano que avisa de un incendio.
1990 Se inician las subvenciones a cuadrillas privadas para prevención y extinción dirigidas a comunidades de montes vecinales en mano común, SATs, cooperativas, asociaciones forestales
legalmente constituidas, agrupaciones de defensa forestal (ADF), comunidades de vecinos, personas físicas y empresas con personalidad jurídica. Entre 1990 y 1995 también se incluían como
beneficiarios de estas ayudas a los municipios y entidades locales menores.
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Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia
1991-1994 Se desarrollan medidas extraordinarias de vigilancia y se aplican fuertes sanciones a las quemas incontroladas. Disminuyen notablemente las quemas sin permiso en épocas de riesgo. Se
dan ayudas generalizadas a particulares y comunidades de montes vecinales para rozas en montes y terrenos forestales. Se incrementan notablemente los medios, humanos y materiales, de
extinción. Se publica el Plan Forestal de Galicia y se produce un aumento muy significativo de las
inversiones en el monte, tanto públicas como privadas. Comienzan a desaparecer los vertederos
de basura situados en áreas forestales, origen en aquella época de un gran número de incendios.
1993 Comienzan a firmarse convenios de colaboración entre la Xunta de Galicia y los municipios
gallegos para la formación de brigadas de prevención y extinción de incendios.
1994-2000 Quinquenio en el que se produce un fuerte incremento de la inversión pública en recursos
humanos y en equipamientos de los servicios de extinción de incendios, también se invierte
en infraestructuras de prevención como depósitos de agua en las áreas forestales. Al mismo
tiempo, las inversiones en repoblación de montes y en tratamientos selvícolas por parte de la
iniciativa privada tienen un fuerte incremento acompañados por las ayudas comunitarias a la
forestación de tierras agrarias.
1995 Modificación del Código Penal endureciendo el delito de incendios forestales.
1998 Creación del Comité Gallego de Coordinación Policial Anti-incendios por acuerdo entre la Delegación del Gobierno y la Xunta de Galicia. Lo preside el delegado del Gobierno y participan los
consejeros de Medio Rural, Justiza e Interior, el director general de Montes y las máximas autoridades de las fuerzas de seguridad del Estado. Está orientado al establecimiento de planes de
disuasión y prevención, a coordinar la investigación que realizan los diferentes cuerpos policiales y al intercambio de información. En un nivel inferior se crea también el Comité Provincial de
Coordinación Policial Anti-incendios para ejecutar las directrices marcadas por los anteriores y
para la coordinación operativa a este nivel. Se reúne bajo la dirección técnica de la Delegación
provincial de Medio Rural y con la misma representación que el anterior a escala provincial.
2000 Comienza la colaboración del Ministerio de Defensa con la Xunta de Galicia en la prevención y
disuasión de incendios mediante el empleo de unidades militares.
2000 Se incorporan representantes de los propietarios forestales a las reuniones del Comité Gallego
de Defensa de los Montes contra los Incendios Forestales. A partir de 2009 los representantes
de los propietarios forestales no vuelven a ser convocados a este Comité.
2000 Comienzan a firmarse los convenios de colaboración entre la Xunta de Galicia y los municipios
gallegos para la realización de trabajos de prevención de incendios forestales.
2001 Se crean las Brigadas de Investigación sobre Incendios Forestales (BIIF) formadas por funcionarios de la Consellería del Medio Rural especializados en este ámbito con la misión principal de
descubrir el origen de los incendios mediante la investigación de las evidencias físicas, de las
actividades humanas y la recogida y análisis de información de testimonios.
2002 Comienzan a funcionar los Grupos Municipales de Intervención Rápida (GRUMIR). Son cuadrillas dependientes de los municipios que se dedican a la atención de emergencias, entre otras
la extinción de incendios forestales. Tienen carácter supramunicipal.
2004 Desaparecen las subvenciones para cuadrillas de prevención y extinción de incendios forestales destinadas a cooperativas, asociaciones forestales legalmente constituidas, agrupaciones
de defensa forestal (ADF), personas físicas y empresas con personalidad jurídica.
1. Antecedentes. Hechos y medidas relevantes en los últimos 25 años
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2005 El Ministerio de Justicia promueve la creación en todas las Fiscalías territoriales de una Fiscalía
Superior encargada específicamente de coordinar la actuación del Ministerio Público en relación con los incendios forestales y de canalizar la comunicación con los órganos administrativos
y las unidades policiales competentes, así como de centralizar la información policial y judicial
sobre esta materia.
2006 Dejan de firmarse convenios de colaboración entre la Xunta de Galicia y los municipios gallegos
para la creación de brigadas de prevención y extinción de incendios.
2007 Se aprueba la Ley de Prevención y Defensa contra Incendios Forestales. Se establecen fajas de
defensa y se involucra a las entidades públicas y privadas en el control del matorral en estas líneas
de defensa. Se produce un notable incremento en el control de la vegetación por parte de las
empresas o instituciones responsables en los bordes de las infraestructuras viarias, ferroviarias,
tendidos eléctricos y gasoductos, etc., evitando que funcionen como corredores del fuego.
2007 El INFOGA es substituido por el PLADIGA (Plan de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia), documento elaborado por la Consellería del Medio Rural y del Mar y aprobado
por el Consello de la Xunta, oído el Consello Forestal de Galicia. Refleja la política y las medidas
para la defensa de los terrenos forestales y de las áreas de influencia forestal, englobando los
planes de prevención, sensibilización, vigilancia, detección, extinción, investigación y desarrollo,
soporte cartográfico, coordinación y formación de los medios y agentes del servicio, así como una
definición clara de objetivos y metas por conseguir, la programación de las medidas y acciones, el
presupuesto y el plan financiero, así como los indicadores de su ejecución.
2007 Comienza a publicarse el Índice de riesgo diario de incendio forestal (IRDI).
2008 Comienza a funcionar la Fiscalía Superior en la Comunidad Autónoma de Galicia.
2008 Desaparecen las subvenciones para cuadrillas de prevención y extinción de incendios forestales a comunidades de montes vecinales en mano común. A partir de este año se subvencionan
sólo trabajos de prevención de incendios y la construcción de depósitos de agua.
2012 Se aprueba la Ley de Montes de Galicia. En ella se reforma la Ley de Prevención y Defensa
contra Incendios Forestales. Se revisan fundamentalmente las exigencias para la localización y
manejo de la red de fajas y líneas de defensa contra incendios forestales.
2012 Se aprueba el Decreto de Control de los Animales Equinos. Norma que trata de erradicar la
existencia del ganado equino de tipo mostrenco, es decir, sin dueño aparente y sin responsabilidad en su manejo y pastoreo. El decreto no contempla otro ganado de pastoreo extensivo de
incidencia en el problema de los incendios como el vacuno y el caprino.
2013 Se retoma la firma de convenios de colaboración entre la Xunta de Galicia y los municipios
gallegos para la formación de brigadas de prevención y extinción de incendios.
2013 Desaparecen los GRUMIR y se crean los Grupos de Emergencia Supramunicipal (GES) que los
sustituyen.
2013 Se crea una orden de ayudas para la renovación de vehículos motobomba de los municipios
incluidos en las zonas rurales designadas por la Comunidad Autónoma de Galicia para su inclusión en el Programa de desarrollo rural sostenible 2010-2014 y que, además, hayan participado
con la consellería con competencia en materia forestal, a través de convenios u otras modalidades de colaboración, en la prevención y defensa contra incendios forestales mediante la
actuación de vehículos motobomba.
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Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia
Aspectos determinantes en la situación actual de los incendios
forestales en Galicia
2
En la actualidad, los incendios forestales en Galicia afectan con gravedad y de forma sistemática
a aproximadamente la mitad del territorio forestal (cerca de 1 millón de ha), en particular la parte
sur y suroeste donde domina la sequía de verano y los montes son menos productivos. En la mitad
septentrional donde domina el clima oceánico con lluvias de verano, los montes son más productivos
y las cifras de incendios son similares a las del norte de España y a las de los países templados con
bosques cultivados en los que se desarrolla una intensa actividad silvícola que presentan una baja
siniestralidad.
Zonas de alto riesgo de
incendios forestales (ZAR) en
Galicia
Fuente y elaboración: Consellería
del Medio Rural y del Mar.
PLADIGA 2013
Ayuntamientos sin
superficie ZAR
Ayuntamientos con
superficie ZAR
Resulta también importante identificar a los responsables del manejo de este enorme territorio, es
decir, las personas, físicas y jurídicas, administraciones públicas y colectivos que deciden el destino
de los recursos del monte, se encargan de planificar y ejecutar las operaciones de defensa (depósitos
de agua, cortafuegos, caminos), de realizar los trabajos preventivos de selvicultura y de conservar el
monte. Estas responsabilidades no son siempre coincidentes con la propiedad. Como se puede apreciar
en el cuadro siguiente, particulares, empresas y asociaciones privadas, bien por ser propietarios o bien
por tener contratos con la propiedad, gestionan aproximadamente 1,4 millones de ha, el 67% del monte
gallego. Las comunidades de montes vecinales gestionan directamente 245.000 ha, el 12% del monte
gallego, mientras que los Servicios de Montes de la Xunta de Galicia administran 400.000 ha, casi el
20% del monte, de las que 350.000 ha son montes vecinales en mano común.
2. Aspectos determinantes en la situación actual de los incendios forestales en Galicia
Particulares, empresas y
asociaciones
Comunidades
montes vecinales
Servicios Forestales de la Consellería
del Medio Rural y del Mar
Entidades públicas
Distribución de la superficie
del monte gallego según el
gestor
Fuente: Asociación Forestal de
Galicia y Consellería del Medio
Rural y del Mar.
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Montes de particulares
ha
Montes vecinales en mano común
ha
Montes públicos
ha
Total gestión
ha
1.388.000
15.000
-
1.403.000
-
268.000
-
268.000
20.000
350.000
37.000
407.000
-
-
8.000
8.000
En este contexto, es muy importante destacar la existencia de un elevado número de empresas que
hacen los trabajos de selvicultura y de explotación forestal y que de forma directa intervienen en la
defensa de los montes y en la prevención de incendios.
En la actualidad, la mayoría de los propietarios forestales y la práctica totalidad de las comunidades
de montes vecinales recurren a la contratación externa de los servicios que necesitan para manejar
el monte. La contratación de servicios externos que realizan los propietarios forestales, privados y
públicos, da empleo estable en Galicia, directo e indirecto, a un colectivo superior a las 15.000 personas formado por cuadrillas propias en el monte, personal técnico y administrativo de las asociaciones profesionales, viveristas, consultoras de ingeniería, empresas de trabajos selvícolas, empresas de
aprovechamientos forestales y transportistas especializados.
2.1. Factores socioeconómicos que inciden en el riesgo de incendio
Los datos históricos ponen de manifiesto que la superficie anual quemada de monte presenta, a partir
del año 1995, una tendencia decreciente acorde con el aumento de los gastos en medios de extinción.
En paralelo mejoró notablemente la eficacia de los servicios de extinción como indica la cifra media de
superficie quemada por incendio forestal, entre las más bajas del territorio nacional.
La cara negativa la ofrecen el número de incendios que, a pesar del cambio de tendencia producido en
el 2007, se mantiene muy alto, siempre por encima de los 4.000 incendios por año, y también el número
de incendios catastróficos (los que afectan a superficies superiores a 25 ha) que se está incrementando
de forma alarmante.
Estas cifras señalan con claridad la dirección de la estrategia que es necesario reactivar y que no es
otra que identificar los problemas de fondo y dedicar a su solución recursos acordes con la gravedad de la situación. El número de incendios forestales en Galicia está directamente vinculado a una
serie de factores socioeconómicos que se combinan con los naturales, bien conocidos y previsibles,
desbordando o colapsando los dispositivos de extinción. Entre los factores socioeconómicos los más
determinantes son los siguientes:
> La selvatización del territorio rural
En un territorio como el gallego, con una enorme capacidad productiva de la vegetación, resulta evidente que la ausencia de manejo de los montes y de las tierras antes cultivadas conduce inexorablemente
Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia
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16.000
200.000,0
Nº de incendios
Superficie total quemada (ha)
175.000,0
12.000
150.000,0
10.000
125.000,0
8.000
100.000,0
6.000
75.000,0
4.000
50.000,0
2.000
25.000,0
0
1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Superficie quemada (ha)
Nº de incendios
14.000
0,0
Años
a la selvatización del territorio. El abandono de cultivos agrícolas y forrajeros va acompañado de la
aparición de grandes superficies continuas de matorral altamente combustibles o de mosaicos de matorrales incultos, en muchas ocasiones al lado de núcleos de población.
Evolución del número de
incendios y de la superficie
quemada en Galicia
(1989-2013).
También incide en el problema la falta de cuidado del monte generado por el envejecimiento de los
propietarios que no encuentran continuidad en los herederos, generalmente ciudadanos ajenos a las
actividades agrarias, muy desvinculados del monte a quien hay que sensibilizar y para quien hay que
reclamar oportunidades de negocio, ofreciendo incentivos atractivos que hagan que pueda invertir en
sus propiedades forestales en proceso de abandono.
Fuente: Consellería del Medio
Rural y del Mar.
> La incidencia de la ganadería extensiva sin tierra
La existencia en los montes de ganado ajeno a la voluntad del propietario forestal constituye una práctica
ilegal de pastoreo aún muy extendida y escasamente perseguida por las autoridades. Realmente, hasta
el año 2012, la Xunta de Galicia no dispuso de normativas para la eliminación de ganado mostrenco en
Galicia, reduciendo la aplicación al ganado equino, olvidando el vacuno y el caprino. El manejo de este ganado sigue siendo uno de los usos más agresivos con los bosques, basado en la quema cíclica del matorral
para obtener pastos, y explica muchos de los incendios producidos en las áreas de montaña de Galicia, en
particular los ocurridos a finales del invierno y principios de la primavera, fuera de la época estival. Esta
actividad no aporta ninguna renta a los propietarios forestales y cuenta aún hoy con ayudas públicas. Una
parte significativa de la actuación incendiaria se da de forma reiterada en los mismos territorios en los que
existe presencia de ganado en régimen de pastoreo extensivo. Comarcas como el Barbanza, las Sierras
del Suído y del Candán, la Sierra de San Mamede, la Sierra de A Queixa, la Sierra del Buio y la Sierra del
Xistral son algunos de los enclaves donde se mantienen estas prácticas.
> La apetencia de espacios donde practicar la caza
La práctica de la caza constituye a veces otro uso muy agresivo con el monte. La desaparición de la cubierta cerrada de matorral favorece el hábitat de especies de caza menor y facilita la actividad cinegética.
2. Aspectos determinantes en la situación actual de los incendios forestales en Galicia
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Ganado mostrenco en el
monte vecinal de Araño
(Rianxo) después del incendio
de 2006.
La caza, siendo una actividad muy popular, es uno de los usos que frecuentemente resultan ajenos a
los intereses de los propietarios forestales. Esto no resulta contradictorio con la explotación cinegética
por parte de la propiedad que podría llegar a ser un nuevo aprovechamiento interesante en los montes
vecinales y que contribuiría a evitar el abandono y aportaría una nueva fuente de rentas a los comuneros.
> Los perímetros de polígonos industriales, de residencias y, con frecuencia, las
áreas periurbanas de ciudades y villas
Se trata de terrenos abandonados por los dueños y por las administraciones que acumulan una alta
densidad de matorral mezclada con toda clase de residuos. Estos terrenos no pueden ser considerados
montes ni áreas forestales. Sin embargo, ocupan buena parte del trabajo de los servicios de extinción
de incendios forestales y computan como tales.
La eliminación de la vegetación de estas áreas se hace mediante quemas incontroladas dando origen a
multitud de fuegos urbanos que en ocasiones se transforman en verdaderos incendios forestales cuando alcanzan montes arbolados próximos. El impacto de estos espacios, por su dispersión y abundancia,
se asemeja cada vez más al de los vertederos incontrolados de hace unas décadas.
> El entorno de las casas, lugares, barrios y urbanizaciones enclavados en áreas
forestales o linderos con el monte
Estos espacios, donde interaccionan el medio rururbano y el forestal, constituyen un creciente problema que eleva el riesgo de incendios y multiplica los casos de negligencias en el manejo del fuego,
agravado por la amenaza de daños a personas y bienes patrimoniales.
El elevado número de núcleos de población hace que este problema tenga un impacto muy fuerte.
Desde la aparición en el 2007 de la Ley de Prevención y Defensa contra Incendios Forestales de Galicia
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Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia
Casas en el medio del monte
vecinal de Mouriscados
(Mondariz).
con su reforma del 2012 se está poniendo remedio al problema, aunque por los resultados obtenidos
parece evidente que se hace necesaria una mayor dedicación de las administraciones, atendiendo en
especial los casos de los vecinos y residentes más viejos o sometidos a circunstancias difíciles que
hacen imposible que acometan trabajos de prevención en estos espacios.
> Las negligencias derivadas del empleo del fuego como herramienta de trabajo
A pesar de las advertencias y de las facilidades existentes para obtener los permisos de quemas controladas, el uso del fuego sin precauciones como medio barato de eliminación de residuos agrícolas
y forestales, de matorrales que rodean casas, cierran caminos e impiden accesos a fincas y fuentes
sigue siendo una práctica habitual en Galicia. Problema especialmente grave en las zonas rurales más
deprimidas y con la población más envejecida.
> El aumento de la presión de visitantes en los bosques privados
Problema de especial importancia en las áreas recreativas y en las rutas de los montes vecinales en
mano común. A mayor número de visitantes mayor riesgo de incendio. Mantener espacios de uso público en montes privados con bajo riesgo de incendios requiere cuidados e inversiones que es necesario
retribuir a la propiedad.
> Los espacios protegidos y la Red Natura de Galicia
Constituye un viejo problema que comenzó a aflorar en paralelo a la creación de espacios protegidos.
Ahora parece aumentarse con la posibilidad de ampliación de la Red Natura y las limitaciones que
introduce su Plan Director. Las exigencias que formula este Plan respecto a la gestión y manejo de los
montes incluidos en la Red Natura, en particular las limitaciones a las cortas de madera, a los tratamientos selvícolas y al control de la vegetación, pueden provocar la emergencia de nuevos conflictos
asociados al fuego.
2. Aspectos determinantes en la situación actual de los incendios forestales en Galicia
15
En los montes de la Red Natura, las autoridades tienen que buscar fórmulas sencillas, justas y de fácil aplicación que permitan a los propietarios forestales manejar los montes incluidos en la Red, evitando el abandono.
No siendo posible la aplicación de estas fórmulas, la sociedad y las autoridades tienen que asumir que las
exigencias a la propiedad, cuando son muy restrictivas, requieren compensaciones económicas.
2.2. Los servicios de extinción de incendios forestales
En la extinción de incendios forestales, es decir en la lucha activa contra
el fuego, intervienen distintas administraciones que cuentan con medios distribuidos por todo el territorio gallego. Es necesario resaltar que
los servicios de extinción de incendios forestales son gratuitos para los
propietarios forestales gallegos.
A la Xunta de Galicia le corresponde por ley coordinar las actuaciones de
las administraciones públicas y de los particulares en las tareas de prevención y lucha contra los incendios forestales y promover mecanismos
de participación social en dichas tareas. Dentro de la estructura de la Consellería del Medio Rural y del Mar se sitúa el Servicio de prevención y defensa contra los incendios forestales (en adelante SPDCIF) que dispone de
una organización descentralizada a través de 19 distritos forestales y que
tiene la máxima responsabilidad en la extinción de incendios forestales.
La Administración local, en particular los municipios, participan en el dispositivo con sus brigadas de prevención y extinción, así como con los vehículos motobomba adquiridos mediante convenio con la Xunta de Galicia.
Brigada del Servicio de
prevención y defensa
contra los incendios
forestales (SPDCIF).
El Ejército del Aire participa activamente con las dotaciones de hidroaviones para la extinción de fuegos desde los años setenta del pasado siglo.
El Ejército de Tierra viene colaborando con la Xunta de Galicia en materia de incendios forestales desde
el año 1990. En los últimos años lleva a cabo una misión de vigilancia y persuasión.
La Consellería del Medio Rural, de forma excepcional, cuenta con los medios contemplados en el Plan
Contra Incendios Forestales Estatal del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
(MAGRAMA) para el apoyo a las comunidades autónomas.
La Guardia Civil realiza labores de vigilancia y prevención y de protección de personas y bienes, tanto a
través del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), como a través del Servicio de Protección
Ciudadana.
Dentro de esta compleja estructura, los propietarios forestales consideramos imprescindible continuar
disponiendo de un servicio específico y comarcalizado de extinción de incendios forestales que asume la responsabilidad de la lucha contra incendios. Reconocemos el alto grado de profesionalidad y
el nivel técnico alcanzado, así como el esfuerzo permanente en la mejora de los medios materiales,
equipamientos, procedimientos operativos y de control y agradecemos la arriesgada labor de los trabajadores que componen este servicio, prestando el máximo apoyo y colaboración. Sin embargo, el
SDPCIF parece afectado por una progresiva burocratización, lo que implica una rigidez creciente en
su cometido y se percibe un cierto desánimo entre sus trabajadores. Lo que comenzó como el punto
cero o punto obligado de partida de la política forestal puede llegar a convertirse en una carga para el
Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia
16
sector. Al mismo tiempo, se percibe una falta de sintonía por parte de los titulares de los montes y de
la población en general con el SPDCIF.
Dada la situación actual, parece necesario abordar y analizar algunos temas relativos a su funcionamiento:
›› La estabilidad laboral de los diferentes trabajadores, funcionarios o externos, que actúan en la
extinción, evitando la conflictividad recurrente.
›› La coordinación de los distintos medios de extinción, especialmente entre los dependientes de
la Consellería del Medio Rural y de los municipios, identificando con claridad sus responsabilidades y competencias. En este sentido es preciso resaltar que el SPDCIF no es un cuerpo de
bomberos urbanos.
›› L a necesidad de optimizar su coste, considerando las ventajas e inconvenientes de la externalización de determinadas tareas y servicios de extinción.
›› El adiestramiento y cualificación permanente porque el control de los incendios forestales requiere profesionales y medios de alta eficiencia.
›› La relación de los servicios con los propietarios forestales y con los agentes privados que
conforman el sector forestal.
2.3. Inexistencia de ayudas a los propietarios
forestales que pierden su patrimonio
Si hay algo que se mantiene invariable a través de los años es la
escasa consideración social e institucional del trabajo y de las inversiones de los propietarios forestales y del valor patrimonial y
ambiental de los bosques gallegos.
La Unión de Selvicultores del Sur de Europa (USSE) y COSE demandaron hace más de diez años ante la Comisión Europea la creación de
un fondo destinado a indemnizar a los propietarios forestales afectados por catástrofes para ayudar a restaurar los montes. Hasta fecha
muy reciente la Unión Europea no habilitó fondos para este tipo de
ayudas, mientras que la Xunta de Galicia no se pronuncia ante esta
demanda sistemáticamente formulada por los selvicultores.
A lo largo de los últimos 25 años, los recursos públicos destinados
a la restauración de montes quemados en Galicia se concentraron
en montes públicos o en montes gestionados por la Administración.
En la actualidad, los propietarios forestales no reciben indemnización o ayuda alguna cuando sus montes y bienes son destruidos por incendios ajenos a su propiedad.
2.4. La ausencia de información necesaria para el análisis del problema
La información relativa a los incendios forestales se publica anualmente a través del informe PLADIGA,
antes INFOGA. Este documento presenta carencias sobre aspectos fundamentales. Entre otras, debemos destacar la falta de datos sobre:
Monte de pino arrasado por
el fuego en el verano de
2006. El entonces presidente
de la Comunidad de montes
de Araño (Rianxo) muestra
el desastre.
2. Aspectos determinantes en la situación actual de los incendios forestales en Galicia
17
Los incendios reiterados
en ciertas zonas provocan
gravísimas pérdidas de
suelo que repercuten en la
rentabilidad del monte.
›› N
úmero de propietarios cuyos bosques sufrieron incendios. Tipo de propiedad afectada, características y situación forestal de los bosques quemados.
›› Responsabilidad de la gestión de los montes en los que se inicia el fuego.
›› Estimación de las pérdidas económicas relacionadas con el valor de los productos forestales
destruidos o la depreciación de la madera quemada.
›› Estimación de los costes de restauración de los bosques quemados y de las pérdidas sufridas
por los propietarios forestales en instalaciones destruidas o en infraestructuras dañadas. Nada
de esto está contabilizado.
›› Estimación de los daños ecológicos, especialmente la pérdida de suelo, el cómputo de las
toneladas de CO2 liberadas con los incendios y el impacto en la biodiversidad.
El PLADIGA no aporta información sobre:
›› El número y distribución geográfica de los recursos humanos dedicados a prevención y extinción.
›› El coste público anual relacionado con la prevención y extinción de incendios: inversiones y
gastos anuales públicos directos, ayudas y subvenciones a municipios y a particulares, gastos
en comunicación.
›› E l coste privado anual relacionado con los incendios forestales e inversiones hechas por los
propietarios forestales.
›› Presupuesto anual propuesto para cubrir los gastos en prevención y extinción de incendios
forestales: personal, vehículos, equipamientos y la financiación prevista.
El PLADIGA tampoco aporta información sobre:
›› El resultado de las investigaciones policiales, el perfil de los detenidos por incendios intencionados y su localización.
›› Los condenados por delito de incendio forestal y las penas y multas correspondientes.
Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia
18
Finalmente, el PLADIGA no establece un diagnóstico sobre los resultados de cada campaña que permita comprender las decisiones y justificar la dedicación de los recursos.
Por todo esto, el documento PLADIGA, en su actual formulación, no puede ser considerado un plan y las
carencias de información que presenta dificultan el análisis del problema y de su evolución.
2.5. La disminución de la rentabilidad de los montes maderables
La caída de rentabilidad de los montes gallegos dedicados a la producción de madera (70% de la
superficie forestal) resulta muy preocupante e incide directamente en la ejecución de los tratamientos
selvícolas que requiere el monte. En los pinares, donde a partir del año 2008 se produjo una fuerte
caída de precios de la madera, en particular del pino para sierra, las rozas, podas y claras, principales
trabajos de prevención de incendios, disminuyeron fuertemente provocando la acumulación de un elevadísimo volumen de biomasa.
60
Pino para sierra
50
Lineal (Pino para sierra)
Eucalipto para pasta
40
Lineal (Eucalipto para pasta)
30
Pino para tablero
Lineal (Pino para tablero)
20
10
0
1990
1995
2000
2005
2010
2013
Años
Por otra parte, los resultados del último inventario forestal indican un fuerte aumento de las existencias
de madera comercial (pinos y eucaliptos) en el monte gallego. Las existencias, medidas en el año 2009,
son de 138,3 millones de metros cúbicos, esto supone un incremento del 44% respecto del volumen
existente en 1997.
El crecimiento anual total en madera en los montes gallegos también experimentó un notable incremento situándose en 10,8 millones de m3/año para las especies comerciales. Considerando que las
cortas anuales de madera comercial son de 6,8 millones de m3 (media de los cinco últimos años según
datos de la industria de la madera), se puede afirmar que en el monte gallego se está cortando actualmente un 40% por debajo de la posibilidad real.
Esta realidad obliga a buscar nuevos usos y utilizaciones a la madera para mantener la salud y la economía de nuestros montes. En esta dirección, cobran una especial importancia:
›› •El uso de la biomasa forestal primaria para fines energéticos.
›› •La promoción de la utilización de la madera en la construcción, en la decoración interior y en
el mobiliario público.
›› •El desarrollo de nuevos usos de la madera, incentivando el I+D en este ámbito.
Precios medios de la madera
gallega en pie 1990-2013.
(€/m3. Precios en € corrientes, sin
considerar inflación)
Fuente y elaboración: Asociación
Forestal de Galicia.
2. Aspectos determinantes en la situación actual de los incendios forestales en Galicia
19
2.6. La importancia de las infraestructuras viarias en la prevención
En todos los países que sufren el problema de los incendios forestales, el riesgo de incendios viene
asociado, entre otros, a las vías de comunicación y de transporte que atraviesan áreas forestales, por
eso el diseño y conservación de estas vías tiene una importancia esencial.
> Los caminos forestales
Es de trascendental importancia que los caminos forestales funcionen realmente como barreras de defensa contra el fuego y como estructuras permanentes de prevención, manteniendo en sus bordes fajas
rozadas y con la vegetación controlada. Se trata de compartimentar el territorio forestal apoyado en
una red de fajas sobre las que se deberán realizar rozas y control de la vegetación de forma estratégica.
La división del territorio por
caminos e infraestructuras y
el control de su vegetación en
sus bordes es un componente
esencial en la prevención de
los incendios.
Encarar este objetivo resulta fundamental y para esto es preciso tener en cuenta:
›› En cada municipio de Galicia existe una media de 150 a 400 km de caminos públicos que recorren los montes y las masas forestales. Para que funcionen como infraestructuras de defensa
es necesario rozar anualmente y por municipio una superficie media de 120 ha con un valor de
50.000 euros, lo que supone aproximadamente una dedicación presupuestaria de 20 millones
de euros por año en toda Galicia.
›› Los caminos públicos que atraviesan las masas forestales dependen de muchas administraciones y no hay ninguna que se haga directamente responsable de su conservación y de garantizar
que puedan funcionar como verdaderas estructuras de defensa contra incendios forestales.
Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia
20
›› No resulta admisible la implantación de gravámenes o tasas al monte a través de ordenanzas
municipales inviables, mientras municipios y administraciones incumplen sistemáticamente su
obligación de hacer los trabajos preventivos y de conservación.
> Las grandes infraestructuras y la prevención
El control de la vegetación en las grandes infraestructuras, autovías, carreteras, vías férreas, tendidos
eléctricos y gasoductos es un enorme trabajo del que son responsables tanto empresas privadas como
diversas administraciones públicas y que se vio notablemente impulsado a partir de la entrada en vigor
de la Ley de Prevención y Defensa contra Incendios Forestales. A pesar de los avances conseguidos,
quedan cosas por mejorar entre las que se pueden destacar:
›› M
uchas de las grandes infraestructuras que recorren áreas boscosas se proyectan y se construyen sin pensar en el control del matorral de sus perímetros. Carreteras y autovías, vías férreas,
tendidos eléctricos, conducciones de gas, etc. deben tener un diseño y deben proyectarse para
facilitar un control mecanizado y barato de la vegetación y así podrán funcionar como infraestructuras de defensa adecuadas.
Las infraestructuras viarias
deben proyectarse para poder
controlar la vegetación de
los márgenes de manera
mecanizada y barata.
›› En lo relativo a los trabajos de control de la vegetación es preciso mantener un alto grado de
exigencia, informando a la opinión pública de las empresas y de las instituciones públicas que
incumplen las normativas y las que fallan en sus obligaciones.
›› La actividad de control e inspección de estos trabajos debe ser más eficaz y más intensa en
aquellas áreas donde las medidas de prevención de incendios forestales son prioritarias.
3. La comunicación y la colaboración ciudadana. Creencias y prejuicios frente a la realidad
3
21
La comunicación y la colaboración ciudadana.
Creencias y prejuicios frente a la realidad
La percepción de la ciudadanía del problema de los incendios, su respuesta y su comportamiento se
ven condicionados por el discurso político que parece anclado en una guerra obsesiva contra el fuego
y también por el tratamiento del problema en los medios de comunicación que reiteradamente mantienen un discurso polémico en las épocas de mayor riesgo.
Todos los expertos coinciden en la necesidad de la toma de conciencia del problema por parte de los
ciudadanos a fin de aumentar la eficacia de las medidas de prevención y para conseguir el rechazo
social de los causantes de los incendios. Este proceso, que avanza de forma muy lenta, se ve comprometido por la escasa consistencia del discurso político ante el problema y por la ausencia de medidas
de fondo que no son otras que la educación y un correcto y fundamentado plan de comunicación.
En primer lugar, es preciso destacar la falta de información de la población sobre las responsabilidades
y competencias en la prevención y extinción de incendios. La profusión de cambios de organismos, de
competencias entre administraciones, las contrataciones por diferentes entidades hacen que en la
actualidad el colectivo de funcionarios dedicado a la extinción de incendios forestales sea opaco y que
la opinión pública no valore ni reconozca la autoridad en esta materia.
Por otra parte, el repaso de las intervenciones en los medios de información de representantes políticos y la revisión del tratamiento del problema en la mayoría de los medios de comunicación, ponen
de manifiesto la disparidad de criterios, la falta de consenso sobre políticas, la débil presencia de profesionales dando cuenta de los incendios o analizando las campañas, y, especialmente, la reiteración
de tópicos en las intervenciones de ciudadanos y periodistas. El resultado es una comunicación que
deja como poso en la opinión pública un sector forestal arcaico y poco profesional, sometido a una
agresión permanente y en el que las autoridades competentes se encuentran atrapadas en una guerra
interminable en la que se llevan enterrados cuantiosos recursos públicos y dedicadas a la búsqueda
infructuosa de unos supuestos conspiradores incendiarios.
En esta línea, parece necesario mencionar y acotar los tópicos frecuentes para comenzar a divulgar una
información correcta que le clarifique a los ciudadanos gallegos la situación.
Las conspiraciones, las tramas y los incendiarios
Revisando los fondos de las hemerotecas, se puede constatar que, dependiendo de la época y de la
instancia autora de la afirmación (partidos políticos, diferentes gobiernos, analistas periodísticos, asociaciones civiles...) se presentaron como responsables inequívocos de los incendios forestales, entre otros,
a los siguientes colectivos:
›› Conspiradores que fletan aviones con aparatos incendiarios.
›› La industria de la madera.
›› Compradores de madera, madereros.
›› Empresarios de la construcción.
›› Tramas políticas de desestabilización.
Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia
22
›› Agentes de los servicios de extinción.
›› Fabricantes de material y de equipos contra el fuego y las empresas que alquilan medios aéreos de extinción (la economía del fuego).
Los datos estadísticos de más de 25 años, las investigaciones policiales, las distintas comisiones de
investigación del Parlamento y, de forma concluyente, los procesos judiciales que se desarrollaron en
los últimos años y los estudios de la Fiscalía Superior de Galicia, tiran por tierra todas estas teorías
basadas en creencias y que enmascararon durante años una realidad mucho más próxima y local. La
evidencia centra el foco de la causalidad de los incendios en costumbres arcaicas en áreas deprimidas,
en las negligencias asociadas al uso del fuego como herramienta de trabajo, las bolsas de ignorancia,
la ausencia de cultura forestal y por supuesto a intereses locales para obtención de beneficio con usos
agrícolas o ganaderos directamente enfrentados al uso forestal del territorio.
Las especies pirófitas, los árboles buenos y malos
Hay una corriente de opinión que incide sistemáticamente en asociar la proliferación de especies pirófitas: pinos y eucaliptos (las especies más abundantes en el monte gallego) con la existencia de los
incendios forestales, estableciendo la consideración de árboles buenos y árboles malos. Sin embargo
la realidad es que:
›› Se confunde el propio término científico, pirófito, que no quiere decir que estas especies ardan
mejor o favorezcan el fuego. El pirofitismo indica la capacidad de ciertas especies vegetales
para defenderse del fuego y para conseguir su regeneración natural en áreas de incidencia del
fuego como es el área de influencia mediterránea.
›› En la zona norte de Galicia, donde se concentran las mayores superficies de eucalipto, los
incendios son prácticamente inexistentes.
›› Los territorios forestales gallegos más afectados en superficie por los incendios son las grandes áreas de matorral sin arbolado.
›› Los pinos y los eucaliptos sostienen en la actualidad toda la economía del sector forestal gallego, suministran la materia prima de la industria de la madera y dan empleo a más de 20.000
personas, especialmente en el medio rural.
›› En España, en las áreas de pinares más extensas del país situadas en los macizos montañosos
de Soria y de Burgos los incendios forestales son prácticamente inexistentes.
›› En los países de nuestro entorno, dentro de los que tienen un clima de influencia mediterránea
y son más afectados por los incendios, la región en la que menos monte arde es Aquitania, en
el suroeste de Francia, donde se concentra la mayor extensión continua de Pinus pinaster (pino
marítimo), más de 1 millón de ha.
El minifundio
Los incendios forestales de mayor superficie, con mayores daños económicos y ambientales y que
sistemáticamente se repiten en las mismas comarcas cada cierto tiempo, se producen en zonas donde
dominan los montes de gran dimensión, con medias superiores a 200 ha por explotación. Se trata de
montes vecinales en mano común situados en la provincia de Ourense, en el sur de Lugo, en el sur de
3. La comunicación y la colaboración ciudadana. Creencias y prejuicios frente a la realidad
23
Pontevedra y en el Barbanza en A Coruña. En contraste, las áreas forestales muy parceladas del norte
y noroeste gallego, así como otras muy productivas donde domina la propiedad del monte de particulares, son las comarcas que presentan el menor número de incendios, los menores daños y en las que las
estadísticas ofrecen los datos de superficie quemada por incendio menores de toda Galicia.
El ciudadano urbanita, al igual que muchos de los políticos gallegos, tienden a asociar minifundismo
con abandono, sin apreciar que la realidad es mucho más compleja y diversa.
Esta realidad tiene sus singularidades, como es el caso de comarcas del sur de Pontevedra o de Ourense donde existe un minifundismo extremo y unas condiciones climáticas muy adversas en el verano,
unido a una mayor intensidad de los espacios urbano-forestal. En el sur de Galicia, un significativo
número de incendios forestales tienen su origen en pequeñas parcelas forestales, frecuentemente
abandonadas o con muy escasos cuidados selvícolas. Estas parcelas, la mayoría con presencia de
pinos, no ofrecen rentabilidad alguna, prueba de eso es el cada vez mayor desconocimiento de la localización y linderos de las parcelas por los actuales propietarios. Este problema, que no fue aún abordado,
merecería un tratamiento específico dado que no parece que los actuales modelos de sociedades de
fomento forestal para la gestión conjunta del monte tuvieran arraigo en estas áreas.
El abandono del monte
El mensaje sistemáticamente repetido es que el monte gallego está abandonado. La ciudadanía percibe
solamente la cara negativa de un espacio que ocupa casi 2 millones de hectáreas de nuestro territorio.
Esta percepción es nada más que una de las caras del monte, la otra cara, siempre marginada, aporta
el 50% de la madera que se produce en España, practica una actividad silvícola de alta calidad, ofrece
empleo a más de 20.000 personas y factura anualmente más de 200 millones de euros que ingresan
más de 100.000 familias gallegas.
Limpiar el monte
Afirmación recurrente que insiste en que la solución de los incendios forestales es “limpiar” el monte y
que deja como mensaje que los responsables del problema son los propietarios forestales por la “falta
de limpieza”. Se trata de un mensaje erróneo y muy alejado de la realidad. En primer lugar por el propio
término, el monte no se limpia sino que se roza, o se controla la vegetación. En términos selvícolas se
habla de control estratégico de la vegetación: conjunto de operaciones selvícolas destinadas a disminuir la carga de biomasa combustible y a dividir el territorio con fajas rozadas.
Por otra parte, la “limpieza” del monte (entendida como eliminación del matorral) es inviable económicamente y, ecológicamente, muy perjudicial si se hace de una forma integral. Los ciudadanos deben
entender que el monte es un espacio naturalizado, donde el matorral y sus ciclos cumplen funciones
muy importantes en los ecosistemas locales. Los propietarios forestales no son los responsables del
problema de los incendios por tener matorral en el monte, sino sus víctimas.
El aprovechamiento de la biomasa con fines energéticos
Muy frecuentemente se relaciona el aprovechamiento energético de los matorrales con la solución de
los incendios, cuando la realidad es que la biomasa forestal como fuente energética está principal-
24
Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia
mente constituida por la fracción leñosa de los árboles que no se utiliza para la transformación en la
industria de la madera convencional.
El empleo de la biomasa forestal se centra en la madera delgada y defectuosa de diferentes especies,
en especial la de coníferas. Se trata de una actividad con todo su potencial por desarrollar que puede
llegar a constituir una muy importante fuente de rentas para los propietarios forestales gallegos y, por
lo tanto, un motivo más para cuidar el monte, bajar el exagerado volumen de biomasa y reducir el riesgo
de incendio forestal.
Los modelos forestales a imitar
En los medios de comunicación se maneja con frecuencia uno de los tópicos más errados, presentando
como el gran paradigma y como modelos a imitar los sistemas forestales de Suecia, Finlandia o Canadá, territorios en los que el riesgo de incendios forestales es mínimo por lluvias de verano y sobre todo
porque los suelos están más húmedos y fríos y la vegetación contiene más agua durante más tiempo
con las mismas precipitaciones. También es necesario considerar la ausencia de población en las áreas
boscosas y el tipo de propiedad, la mayor parte de ella pública o en manos de grandes corporaciones
industriales.
El modelo de referencia debe buscarse en países o regiones similares a Galicia, como puede ser el
sistema de prevención y extinción de incendios existente en los montes de Las Landas, en la región
de Aquitania en el suroeste de Francia. Esta área presenta unos resultados óptimos en los últimos
decenios y tiene unas condiciones estacionales y de vegetación similares a Galicia y una tipología de
la propiedad similar, en la que más del 92% de la superficie forestal es privada.
4. Conclusiones después de 25 años
4
25
Conclusiones después de 25 años
La información histórica y la experiencia acumulada en los últimos veinticinco años permiten formular
las siguientes conclusiones:
›› La superficie total de monte afectada anualmente por el fuego mantiene en los últimos 25 años
una tendencia claramente decreciente. Los datos indican que las medidas encaminadas a mejorar
los sistemas de extinción tuvieron éxito y se desarrollaron actuaciones de prevención acertadas.
16.000
200.000,0
Nº de incendios
Superficie total quemada (ha)
175.000,0
12.000
150.000,0
10.000
125.000,0
8.000
100.000,0
6.000
75.000,0
4.000
50.000,0
2.000
25.000,0
0
1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Superficie quemada (ha)
Nº de incendios
14.000
0,0
Años
Evolución del número de
incendios y de superficie
quemada en Galicia
(1989-2013).
Fuente: Consellería del Medio Rural
y del Mar.
›› E l número de incendios forestales alcanza sus máximos históricos en el periodo comprendido
entre 1995 y 2005 con resultados anuales comprendidos entre 8.000 y 15.000 incendios por
año. A partir del año 2007 comienza a disminuir el número de incendios pero no decrece en
la medida que lo hace la superficie quemada, manteniendo cifras anuales insostenibles. Es
necesario asumir que algunos problemas de fondo permanecen activos y sobre ellos hay que
trabajar con objetivos concretos e intervenir con métodos contrastados y recursos adecuados.
›› A
umentan los incendios de carácter catastrófico, aquellos que afectan a superficies forestales
superiores a 25 ha por incendio.
›› La mayor incidencia de los incendios se produce de forma sistemática en los mismos territorios
y las comarcas con mayor superficie afectada son las mismas a lo largo del tiempo. Las actividades de la ganadería sin tierra aparecen sistemáticamente asociadas al incendio forestal.
›› El presupuesto dedicado a cubrir los gastos de los servicios de extinción es muy elevado y debe
ser controlado y optimizarse.
›› El grado de eficacia de los servicios de extinción es alto como lo demuestran los ratios de rapidez en la llegada al fuego y de superficie quemada por incendio. Sin embargo, la multiplicidad
Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia
26
16.000
Nº de incendios
14.000
Nº de personas detenidas por la Guardia Civil
140
12.000
120
10.000
100
8.000
80
6.000
60
4.000
40
2.000
20
0
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
Nº de personas detenidas por la Guardia Civil
160
Nº de incendios
0
Años
de administraciones que actúan en la extinción puede acarrear problemas de descoordinación
y el sistema parece entrar en contradicción con los principios que inspiraron la creación de los
servicios de extinción a principios de 1990.
›› El servicio de extinción de incendios no tiene una imagen acorde con la relevancia de sus funciones y socialmente aún se cuestiona su trabajo.
›› El sistema de prevención de incendios forestales debe evolucionar y mejorar, involucrando con
más éxito a los agentes del sector y a los ciudadanos.
›› La opinión pública gallega no está bien informada sobre los montes y sobre los incendios forestales; es presa fácil de tópicos que enmascaran la realidad y dificultan la solución de problemas
de fondo. La comunicación sigue siendo una tarea improvisada sin criterios asentados en un
plan con objetivos predeterminados.
›› A pesar de que en los últimos 25 años los sucesivos gobiernos encararon los mismos problemas, los poderes públicos y los representantes políticos aún no tienen una perspectiva común.
La ausencia de una política de Estado clara y consensuada, así como de un discurso compartido
limita la participación de los ciudadanos en la prevención de los incendios y la respuesta social
contra los causantes de los fuegos. Además, contribuye al desánimo de los medios de extinción
y al descrédito del sector.
›› Se siguen concentrando recursos públicos en la restauración de montes gestionados por la
Administración forestal que ya ardieron en múltiples ocasiones en los territorios donde se
concentra el mayor impacto de los incendios.
›› No existen ayudas económicas a los propietarios forestales para la restauración de montes
quemados.
›› Los seguros contra incendios forestales tienen un coste muy elevado y su implantación en
Galicia es muy escasa.
Nº de detenidos por la
Guardia Civil y nº incendios
forestales. 1997-2013.
Fuente: Consellería del Medio
Rural y del Mar y Delegación del
Gobierno en Galicia.
4. Conclusiones después de 25 años
27
›› Reconociendo los avances en materia de investigación policial dedicados a combatir los delitos
de incendio forestal y las medidas judiciales puestas en marcha, los causantes de los incendios
forestales siguen teniendo un alto grado de impunidad. El número de detenidos es aún muy
bajo. Desde el año 1997, el resultado anual queda por debajo de 4 detenidos cada 100 incendios que se corresponde con el año 2007. Los datos sobre el número de condenados, las penas
y multas impuestas no figuran en las estadísticas relacionadas con el fuego.
28
Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia
Medidas a desarrollar y cambios a introducir
5
En Galicia, lo mismo que en otros países con clima semejante y con una alta tasa de ocupación del
territorio de bosques de elevada productividad, los incendios van a tener siempre un componente de
carácter estructural que exige que los Gobiernos dediquen recursos permanentes tanto a la extinción
como a las medidas preventivas y punitivas y ninguna de ellas sustituye a las otras.
Sin ánimo de ser exhaustivos, se indica a continuación una serie de propuestas que pensamos pueden
ser asumidas de forma compartida por los principales agentes, públicos y privados, involucrados y
que estamos seguros pueden contribuir a solucionar el problema y darle un tratamiento acorde con su
dimensión actual.
5.1. Las prioridades en la defensa de los montes
Las prioridades en los sistemas de defensa de los montes deben establecerse identificando las áreas
forestales y los sitios singulares que deben contar con las más rigurosas medidas de defensa. Al mismo
tiempo, es necesario delimitar las áreas de bajo impacto de los incendios, territorios y formaciones
vegetales donde los incendios tienen una menor importancia ecológica y económica.
Extensas áreas de matorral
arden de vez en cuando en los
mismos territorios.
5. Medidas a desarrollar y cambios a introducir
29
Partiendo de unos criterios consensuados y bien comunicados a la sociedad, deben definirse las áreas
de prioridad, aquellas en las que deben centrarse las actuaciones de prevención y concentrarse medios
de extinción. A nuestro entender estas deberían ser establecidas con los siguientes criterios:
›› Los espacios forestales de alto valor ecológico, incluidos los entornos de los lugares donde se
encuentran los árboles singulares.
›› Las áreas forestales de alto valor económico por los recursos forestales, madereros o no madereros, que concentran, es decir los bosques cultivados.
›› Los montes periurbanos, en particular los montes vecinales en mano común.
›› Los montes de gran valor paisajístico o de gran interés turístico.
La defensa de los núcleos de población y otras áreas
Por otra parte, la defensa de núcleos de población y de estructuras industriales, así como de los espacios periurbanos no es competencia del SPDCIF, sino de los bomberos urbanos y de las autoridades
locales. No se puede aceptar que un servicio de extinción de incendios forestales se dedique a otros
cometidos desatendiendo los montes.
El control de los incendios
urbanos no es competencia
del SPDCIF.
La defensa de los montes afectados por el ganado mostrenco
Dado que el pastoreo ilegal se encuentra en la raíz de muchos de los incendios forestales, es necesario
actuar con determinación para conseguir la erradicación del ganado mostrenco. Esta es una responsabilidad de la Xunta de Galicia que no puede continuar negando la asistencia a los propietarios forestales
afectados y debe exigir la obligatoriedad para todos los ganaderos de justificar la posesión de la tierra o
de los derechos de uso.
Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia
30
5.2. El servicio de prevención y defensa contra incendios forestales
El SPDCIF debe mejorar su imagen y la eficacia de su trabajo. Entre otros aspectos, parece recomendable considerar:
›› Los miembros de los equipos de extinción deben asumir como trabajo cotidiano durante todo el
año las tareas selvícolas preventivas, con objetivos concretos de trabajo.
›› Se necesita optimizar la confluencia y coordinación con la estructura de parques de bomberos
comarcales y respetar el principio de mando único.
›› La vuelta a las brigadas municipales de extinción no redunda ni en estabilidad, ni facilita el
principio de mando único. En ellas se aprecia falta de formación y escasa motivación de los
trabajadores en un oficio que requiere vocación y motivación.
›› La mejora de la imagen y del reconocimiento social del SPDCIF debe ser un objetivo de trabajo. En
esta línea, es necesario la realización de campañas locales de acercamiento a la población rural
y urbana: pequeñas exhibiciones de destrezas en actos públicos, charlas en colegios e institutos.
Distribución de material divulgativo de su trabajo y de los riesgos a los que están sometidos.
›› Un cambio de actitud del SPDCIF de cara a la colaboración con los propietarios forestales.
5.3. Mejoras en la elaboración del pladiga
El análisis y el seguimiento anual de los incendios forestales requiere de una nueva formulación del
informe PLADIGA para adaptarse a la estructura de un verdadero plan anual.
En primer lugar, es necesario disponer de datos básicos, ahora inexistentes o sin difusión pública, para
el conocimiento de la situación: número de propietarios y tipo de propiedad afectada, características y
situación forestal de los bosques quemados, y responsabilidad de la gestión de los montes en los que
se inicia el fuego. En este conjunto es igualmente necesario conocer las pérdidas económicas relacionadas con el valor de los productos forestales destruidos o la depreciación de la madera quemada, la
estimación de los costes de restauración de los bosques quemados y de las pérdidas sufridas por los
propietarios forestales en instalaciones destruidas o en infraestructuras dañadas.
El plan debe estimar los daños ecológicos, especialmente la pérdida de suelo, el cómputo de las toneladas de CO2 liberadas con los incendios y el impacto en la biodiversidad.
Se deben incluir las inversiones y gastos públicos directos, las ayudas y subvenciones a municipios y
particulares, gastos en campañas de comunicación, etc. Por su parte, deben estimarse las inversiones y
gastos en prevención hechos por los propietarios forestales para poder presentar un presupuesto anual
real y la financiación prevista.
El PLADIGA debe establecer un diagnóstico anual sobre los resultados de cada campaña que permita
comprender las decisiones y las variaciones de estrategia y la dedicación de los recursos.
5.4. Las actuaciones de prevención y las responsabilidades
En un territorio como el gallego, en el que el crecimiento de la vegetación es muy elevado y en el que
los montes se encuentran distribuidos por toda la geografía y situados a las puertas de las aldeas, villas
5. Medidas a desarrollar y cambios a introducir
31
y ciudades, el sistema de prevención del fuego debe ser una tarea de Estado en la que participen de
forma solidaria y coordinada las administraciones, los agentes del sector y los ciudadanos. La planificación de la prevención debe contar con un alto grado de consenso, formular objetivos claros y medibles
y disponer de una dotación adecuada de recursos de carácter permanente.
En el aspecto operativo, el control de la vegetación en áreas estratégicas, la colaboración ciudadana y
de los propietarios forestales y la dotación y mantenimiento de las infraestructuras de defensa, son los
aspectos determinantes a manejar para alcanzar objetivos a corto plazo.
Por encima de todo, es preciso afirmar que la prevención de incendios forestales es la suma de múltiples esfuerzos de los muchos agentes privados y públicos que tienen que asumir sin regateos sus
responsabilidades.
> El control de la vegetación
Debe concentrarse en áreas estratégicas previamente definidas e identificadas, con una asignación
clara de las competencias públicas y de las responsabilidades privadas en este ámbito y disponer de
un sistema de inspección eficiente. Están por aplicar los planes de prevención de distrito, existentes
desde hace 4-5 años, sobre todo en lo que respecta a las redes primarias y secundarias de fajas de
gestión de biomasa.
La distribución de responsabilidades debería ajustarse a la siguiente pauta:
›› El control de la vegetación en los perímetros de las grandes infraestructuras debe ser hecho por
las empresas o entidades públicas responsables. Se necesita mejorar la eficacia de la inspección de estos trabajos por parte de la Administración forestal competente.
›› Las quemas controladas en grandes áreas de matorral, en particular en las áreas de ganado en
el monte y en las áreas de la práctica de la caza deben ser competencia de la Administración
forestal en colaboración con los agentes privados locales interesados.
›› El control de la vegetación en los bordes de caminos forestales públicos debe ser competencia
de la Administración local, bajo la inspección de la Administración forestal. Los municipios o
diputaciones deben disponer de un presupuesto suficiente para hacerlo.
›› El control de la vegetación en los bordes de caminos forestales privados debe ser competencia
de los propietarios forestales.
›› El control de la vegetación en los montes del entorno de los núcleos rurales resulta un trabajo
complejo. De acuerdo con la Ley de Montes, estos trabajos son responsabilidad de los dueños
de los montes. Sin embargo, considerando la dificultad para contratar estos trabajos y dados
los problemas de abandono y envejecimiento de la población, los municipios y las diputaciones
deberían hacerse cargo de estos trabajos o, por lo menos, prestar apoyo logístico.
›› El control de la vegetación en los montes vecinales en mano común con masas arboladas de
alto valor debe ser competencia de los gestores de los montes, sean las propias comunidades
o la Administración forestal en los montes que gestiona mediante convenio/contrato. Deberían
contemplarse los siguientes trabajos estratégicos: podas, desbroces y eliminación de restos
Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia
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de biomasa vegetal en las áreas recreativas, roza mecanizada del matorral en cortafuegos, en
áreas cortafuegos y en fajas auxiliares de pistas.
›› En montes vecinales con baja capitalización o sin ingresos debería ser la Administración la
responsable de los trabajos de prevención.
> La colaboración de los propietarios forestales
La participación e involucramiento del propietario forestal, particulares y comunidades de montes, en el
sistema gallego de prevención del fuego resulta esencial y merece un tratamiento específico.
En el ámbito local, debe exigirse un mayor contacto y colaboración entre los jefes de distrito, técnicos y agentes forestales del SPDCIF con las asociaciones de propietarios forestales y otras entidades
implicadas en la gestión del monte como pueden ser las mancomunidades de montes vecinales y
agrupaciones. No se entiende como los responsables comarcales de este Servicio no comparten con
los representantes de las organizaciones de propietarios las medidas de prevención, los cambios de los
sistemas de extinción, las actividades policiales y de investigación. Resulta evidente la necesidad de
reuniones de información y de coordinación.
En el ámbito regional, no se explica la ausencia de los representantes de los selvicultores del Comité
Gallego de Defensa contra Incendios Forestales. Tampoco se entiende la ausencia de contactos regulares entre los responsables del SPDCIF con las organizaciones de propietarios forestales para la
planificación de las campañas si exceptuamos la sesión de presentación anual del PLADIGA.
> La colaboración de las empresas de servicios forestales
Al igual que los propietarios forestales, el involucramiento de las empresas de servicios forestales en
la prevención de incendios forestales resulta de capital importancia. Los objetivos deben encaminarse
en un doble sentido. Por un lado, en la formación y cualificación de los trabajadores y empresarios,
tratando de integrar en sus labores los criterios de prevención y las precauciones necesarias por actuar
en un medio de alto riesgo. Por otro, procurando una mejora en la calidad de los trabajos silvícolas y de
la obra civil de forma que los montes incorporen sistemas de defensa adecuados.
> Las infraestructuras de defensa
El mantenimiento, mejora y dotación en depósitos de agua, torres de vigilancia, espacios para medios
aéreos deben continuar siendo gestionados y conservados por la Administración, procurando la necesaria dotación anual de recursos.
5.5. La capitalización del monte y prevención de incendios
Un monte que dispone de planificación, en el que se realizan en su momento los tratamientos selvícolas y con unas adecuadas infraestructuras de defensa es un monte cultivado con bajo riesgo de
incendios. Considerando que el 80% de la superficie forestal es manejada por propietarios privados y
que solamente un 20% es gestionada por la Administración pública, las medidas incentivadoras de la
prevención deberían estar principalmente orientadas a incrementar las rentas de los propietarios de
5. Medidas a desarrollar y cambios a introducir
33
montes de particulares y de las comunidades de montes, ya que no es posible gastar en el monte si no
existe la posibilidad de un retorno económico.
Ante la caída de rentabilidad que sufren los montes, es preciso avanzar en la mejora del tratamiento fiscal
que reciben los montes, promover con decisión, allí donde sea viable, la reorganización de la propiedad
forestal asociada a sistemas de gestión agrupada, diversificar y aumentar los aprovechamientos del monte, buscar nuevos usos para la madera, así como atraer emprendedores al monte.
> Fiscalidad
Reconociendo las mejoras introducidas en la fiscalidad que afecta a las actividades forestales, se puede
seguir avanzando en varios temas que tendrían un impacto muy positivo en el cuidado de los montes:
›› Un tratamiento fiscal específico beneficioso para las sociedades limitadas que cubren las SOFOR.
›› Una tasa del Impuesto de Bienes Inmuebles progresiva, asociada a la gestión sostenible del
monte, reduciendo su cuantía a los montes con planes de gestión y que dispusieran de certificación forestal y gravando a los abandonados.
›› Reducciones en la base del IRPF para las inversiones y gastos en los montes gestionados con
criterios de sostenibilidad.
›› Eliminación del Impuesto sobre Sucesiones con la exigencia de indivisión de las propiedades y
descuentos en el Impuesto de Transmisiones para agrupar parcelas de monte.
> Nuevos aprovechamientos en el monte y facilidades a los emprendedores
El monte gallego necesita evolucionar y ampliar las posibilidades de aprovechamiento, en esta dirección
parece necesario la intervención del Gobierno en actuaciones de fomento, en particular se requiere:
›› Un decidido apoyo institucional a la producción y explotación de la biomasa para utilización energética. La promoción de esta nueva actividad asociada directamente al monte, con posibilidad de implantación en todo el territorio, puede aportar una nueva fuente de rentas que aumente la capacidad
de inversión en selvicultura de los propietarios forestales. En este ámbito, es muy necesario poner
los medios para garantizar que los biocombustibles forestales provengan de biomasa producida en
los montes gallegos y para apoyar actuaciones de I+D+i en nuevos métodos de selvicultura.
›› El fomento del aprovechamiento de los montes para productos no madereros, especialmente en
ciertos montes vecinales de escasa viabilidad para la producción de madera, favoreciendo la entrada
de capital y la habilitación de créditos blandos para usos de la ganadería de carne, porcino y bovino,
de la explotación cinegética, de los frutos forestales y de las setas a través de contratos de alquiler
de tierras y del aprovechamiento de pastos justos para las dos partes: propiedad y emprendedores.
›› Facilidades para atraer inversiones en los montes dedicados a la producción de madera destinada a la industria local
> Nuevos usos de la madera
A pesar de ser un país muy forestal, Galicia se encuentra en niveles muy bajos de consumo de madera y de
derivados de madera. Entre otros motivos, es preciso destacar la ausencia de diseño en madera gallega.
Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia
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Resultaría muy conveniente que la Xunta de Galicia incrementase los recursos destinados al trabajo de
promoción de la madera gallega y centrase esfuerzos en:
›› Fomentar el uso de la madera gallega en la construcción, aprovechando las posibilidades estructurales de la madera laminada y de nuevos tableros como son los tableros laminados.
›› Promover el uso de la madera gallega en la decoración y en el mueble.
›› Introducir con fuerza la utilización de la madera en el mobiliario urbano y elementos públicos:
estacas, cierres de las infraestructuras viarias y de las propiedades, elementos del mobiliario
público decorativos.
5.6. Ayudas a la restauración de montes quemados
Con la finalidad de disminuir las graves pérdidas económicas y ecológicas sufridas por los propietarios
forestales y por las comunidades de montes vecinales y con la voluntad de reparar deudas de la sociedad gallega con este colectivo, la Xunta de Galicia debería:
›› Establecer un procedimiento, con las garantías y salvaguardias necesarias, de ayudas para
restauración de montes quemados por causas ajenas a sus propietarios, utilizando las posibilidades que ofrecen los fondos europeos FEADER, artículo 24º del Reglamento UE nº 1305/2013,
Prevención y reparación de daños causados a los bosques por incendios forestales, por catástrofes naturales y otros acontecimientos catastróficos. La Xunta de Galicia podría establecer la
tasa máxima de reparación de daños y, de acuerdo con el artículo 59º del mismo Reglamento,
el sistema de cofinanciación FEADER.
›› Promover un sistema viable de seguros contra incendios forestales dentro de los seguros públicos agroforestales que pudiese resarcir las pérdidas de los selvicultores. Las actuales pólizas
resultan muy caras y no son asumibles dentro de la economía del monte.
5.7. Las ayudas para prevención y defensa contra incendios forestales en
los montes vecinales
En la parte central y meridional de Galicia, la superficie de monte vecinal es muy extensa, con muchas comunidades de montes involucradas en su gestión y en estas comarcas la amenaza más grave para el monte
vecinal son los incendios forestales. A su vez, un alto porcentaje de la superficie forestal quemada todos los
años es monte vecinal en mano común, lo mismo que la superficie afectada por incendios catastróficos. Por
lo tanto, los incentivos y ayudas para la prevención y defensa contra los incendios forestales en estos montes
deben ser considerados de forma específica y, a nuestro entender, resultan imprescindibles.
> Propuesta de incentivos para adopción de medidas de prevención de incendios
en montes vecinales en mano común
A fin de conseguir la necesaria permanencia y estabilidad de las ayudas, es imprescindible que las bases
reguladoras de los incentivos estén consensuadas, principalmente con las asociaciones que representen
a las comunidades de montes. Por otro lado, los funcionarios encargados de inspeccionar y certificar los
trabajos realizados deben unificar criterios técnicos a la hora de interpretar el cumplimiento de la normativa, siendo conveniente y útil que actúen más como consejeros de las comunidades que como policías.
5. Medidas a desarrollar y cambios a introducir
35
El monte vecinal de Santa
Mariña do Rosal fue
arrasado por un incendio en
el verano de 2013.
Las ayudas o incentivos a la prevención de incendios forestales podrían reformularse según dos modelos:
a) Modelo de convenio de colaboración. El objetivo es disponer de equipos para colaborar en la extinción en montes vecinales, integrados en una mancomunidad o agrupación de montes vecinales. Las
cuadrillas estarían activas ejecutando labores de construcción o mantenimiento de áreas cortafuegos o fajas auxiliares de pistas u otros trabajos (mismo mecanizados), con la condición de que los
trabajos se considerasen en un Plan de prevención de incendios aprobado por el Distrito Forestal.
Los convenios deberían tener una duración mínima de 2 años. Se incluirían en los convenios la
gestión técnica de las acciones, la compra o alquiler de vehículos, herramientas y equipos, costes
de maquinaria subcontratada, gastos de vehículos o maquinaria propia, etc. Las ventajas de este
modelo de convenio de colaboración son, entre otras, las siguientes:
›› Posibilidad de planificación racional de actuaciones y mejor adaptación de las actuaciones a las
características peculiares de cada monte y a sus principales necesidades.
›› Mejora de la calidad de las actuaciones al no estar apremiada por plazos breves de ejecución.
›› Aumento de la profesionalización en la gestión del monte.
›› Mayor estabilidad de las líneas estratégicas a incentivar. Agilización y simplificación en la
tramitación administrativa al reducirse el número de expedientes.
›› Mayor coherencia entre líneas de actuación.
›› P riorización de los incentivos a las comunidades comprometidas con la gestión forestal sostenible de sus montes.
b) Modelo de subvenciones. En este caso deberían establecerse una serie de mejoras respecto al
modelo actual:
Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia
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›› Establecimiento de un sistema de ayudas permanentes en el tiempo bajo criterios claros y no
variables de un año para otro.
›› Fijación de unos períodos anuales de solicitud y de ejecución de trabajos invariable (por ejemplo periodo de solicitud en febrero y periodo de ejecución junio-julio-agosto).
›› Diferenciación entre los recursos destinados a mancomunidades y agrupaciones de los destinados a montes vecinales individuales.
›› Existencia de ayudas para planes de defensa conjuntos de mancomunidades o agrupaciones.
›› Mayor exigencia de que los trabajos solicitados se justifiquen en los planes de defensa contra
incendios, bien sea en los proyectos de ordenación de cada monte, en los planes de defensa
conjuntos o en los planes de distrito.
5.8. La comunicación
Dados los prejuicios arraigados en las últimas décadas en la sociedad gallega y los conceptos erróneos
atribuidos a los incendios forestales, urge desarrollar una política de comunicación que recupere y
defienda los principios básicos de la prevención de incendios y que reconozca el trabajo de los profesionales que gestionan el monte y de las instituciones relacionadas como son los propios servicios de
extinción, las universidades y los centros de investigación.
En particular parece necesario:
›› Formular una política de Estado sobre el control de los incendios forestales que puedan compartir el Gobierno y los responsables políticos e institucionales. Debe eliminarse la continua
disparidad de criterios por parte de los representantes públicos.
›› Trabajar en la educación de los niños, mejorando los contenidos de las materias de la naturaleza y del comportamiento social y realizar una labor específica en formación de los profesores.
›› Desarrollar campañas de divulgación y de prevención del fuego bien orientadas a los diferentes
estamentos ciudadanos, habitantes del medio rural y del urbano, anticipando su realización a
las épocas de riesgo.
›› Mejorar la información sobre los incendios durante la época de riesgo. La información debe ser
manejada y coordinada por responsables de la extinción con capacidad de comunicación y con
preparación para la relación con los medios de comunicación.
5.9. Disminución de la impunidad. La labor policial y judicial
La efectividad de los medios policiales destinados a la identificación y a la detención de los causantes
de fuegos intencionados está lejos de ser la adecuada. Es bien conocido que el trabajo policial en este
ámbito constituye una actividad compleja, en la que el logro de elementos probatorios determinantes
resulta muy difícil. Sin embargo, la existencia de áreas concretas e identificadas (existen datos a escala parroquial) en las que se concentran año tras año un gran número de incendios forestales, es una
circunstancia propia de Galicia que delimita el campo de la investigación y que, teóricamente, facilita
la labor policial. Esto lleva a pensar que quizás no se está actuando con la constancia debida en estas
5. Medidas a desarrollar y cambios a introducir
37
Muchos de los fuegos
en extensas áreas de
matorral se propagan al
monte arbolado y son actos
reincidentes que quedan
impunes.
áreas altamente conflictivas. En todo caso, parece necesario concentrar en estas zonas más medios
dedicados a esta función.
En relación con los procedimientos judiciales, se echa en falta una precisión mayor sobre las indemnizaciones a pagar a los afectados por incendios. En las sentencias consultadas los montantes de las
multas a los causantes de fuegos intencionados no tienen correspondencia con la gravedad de los
daños que provocan. Se necesita por un lado la identificación correcta de los propietarios afectados
por los fuegos para que puedan recibir la compensación por las pérdidas de que son víctimas y por el
otro una valoración más ajustada de los daños provocados por los incendios. Las valoraciones deberían
contemplar:
›› Las pérdidas económicas derivadas de la destrucción de productos madereros y no madereros
existentes en los montes afectados.
›› Los daños a los bienes e infraestructuras existentes en los montes.
›› Los daños ambientales, en especial la pérdida de suelo y biodiversidad.
›› Los costes de la regeneración del arbolado quemado.
Además, se deberían estimar con rigor los gastos derivados de los operativos de extinción movilizados
a causa del fuego intencionado.
Por otra parte, y dada su incidencia en los fuegos, hay que completar la normativa sobre el control
del ganado mostrenco ampliando a todo tipo de ganado y endureciendo las penas a las personas que
siguen ejerciendo una actividad de pastoreo ilegal en terrenos privados.
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Informe | El problema actual de los incendios forestales en Galicia
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Galicia. Verano 2006. Diputación Provincial de A Coruña, A Coruña.
6
Con la financiación de
GOBIERNO
DE ESPAÑA
MINISTERIO
DE AGRICULTURA, ALIMENTACIÓN
Y MEDIO AMBIENTE
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