UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE MÉXICO ISSN 123456789 Revista semestral Volumen 4, no. 1 ¿Habló, hablaba o ha hablado Zaratustra? Vanessa María Bautista Magallón De la cultura ilustrada a la cultura estética: la belleza como vía hacia la auténtica libertad en Friedrich Schiller José Roberto Ávila Rangel El rito del intercambio en el pueblo chontal. Aspectos filosóficos Editson García Vázquez La cultura se dice de muchas maneras Rainier Ávila Mier La filosofía en El Sueño de Sor Juana Inés de la Cruz Joel Patricio Rangel Moisés Ben-Maimónides en el pensamiento de Tomás de Aquino: Un acercamiento introductorio desde la Suma Teológica Rubén Betancourt García Febrero 2016 UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Vol. 4 no. 1 Inserciones Vol. 4 no. 1 PRESENTACIÓN La revista Inserciones ha surgido como una necesidad del pensamiento humano por explicitar el esfuerzo realizado por profesores y estudiantes al manifestar los contenidos filosóficos que se desprenden de la investigación dentro de las aulas. El perfil literario está orientado esencialmente a que los alumnos tengan un lugar o espacio para publicar sus investigaciones con ayuda de sus profesores. Inserciones depende de la Facultad de Filosofía y está vinculada a la revista Efemérides de la Universidad Pontificia de México. La temática de cada volumen depende de los intereses de los alumnos así como de los acontecimientos históricos que se presentan en el quehacer intelectual. Generalmente, se presenta como una miscelánea, sin ninguna línea temática en concreto. En este cuarto número se recogen las aportaciones de cinco alumnos y un profesor de la Facultad. En el primer artículo ¿Habló, hablaba o ha hablado Zaratustra? de la doctoranda Vanessa María Bautista M., abordando la problemática que surge al momento de traducir un texto; la referencia a manera de ejemplo es un texto nietzscheano, aquí la maestra Bautista clarifica lo que se llama traducción literal y traducción contextual, recuperando el sentido hermenéutico de la toma de sentido. Después del análisis de los términos y significados del texto, se llega a la conclusión de que para obtener la comprensión significativa de un texto a través de la traducción, es necesario tener en cuenta: la traducción literal, la traducción contextual y el análisis filo(lógico)sófico, concepto que la maestra denomina triada-unitaria-significativa. 3 Presentación Rubén Betancourt En la aportación de José Roberto Ávila R., De la cultura ilustrada a la cultura estética: la belleza como vía hacia la auténtica libertad en Friedrid Schiller, su importancia radica en que este pensador filósofo y humanista Schiller, consagra gran parte de su obra al tema de la libertad concibiendo al hombre como un ser llamado al ennoblecimiento de sí mismo; sin embargo este cometido no deja de estar muy lejos de su realización en la cultura contemporánea. No obstante, el inicio del asombro del hombre por medio del arte es lo que lo concretiza y ubica dentro de la cultura; manifestando así su racionalidad. En concreto, el autor señala que la plenitud, la felicidad y la libertad, solamente se pueden alcanzar cuando hay armonía entre sensibilidad y razón y en la parte más radical, entre cuerpo y espíritu. En la investigación realizada por Editson García Vázquez sobre El rito del intercambio en el pueblo chontal. Aspectos filosóficos, se reflexiona sobre algo más cercano a la cultura mexicana; su planteamiento es que la sabiduría indígena es una realidad tan importante que puede dar lecciones de vida a la cultura de nuestro tiempo. La finalidad de este artículo es dar a conocer la tradición de este pueblo y su filosofía implícita. Dicha tradición chontal fue la que recogieron los misioneros, pues la sensibilidad de su espíritu fue conquistada por medio de la danza y del arte para convertirlos al cristianismo. El Sr. Rainier Ávila del último año de Licenciatura Civil, aporta una reflexión sobre La cultura se dice de muchas maneras, señala que el vocablo cultura se utiliza para designar realidades diversas, recuperar su sentido auténtico es su cometido principal. La finalidad de este artículo estriba en dar pautas para la comprensión del fenómeno cultural por el que la cultura atraviesa, específicamente en términos de religión y globalización. A la conclusión que llega Rainier Ávila M., es que el término clásico de cultura, tanto en sus dimensiones objetiva como subjetiva, sigue siendo actualmente valido; sin embargo, la diversificación 4 Inserciones Vol. 4 no. 1 de su significado se debe a las variantes propias de la realidad del hombre y a los factores externos como el medio circundante y el fenómeno globalizador, que se han vuelto en condiciones impositivas y e imparciales. A los cuatro artículos precedentes le sigue la investigación elaborada por Joel Patricio Rangel sobre La filosofía en «El Sueño» de Sor Juan Inés de la Cruz; en el desarrollo del escrito se manifiesta la importancia de Sor Juana como una de las figuras más representativas de las letras hispanas. Se afirma, de parte del autor, que fue una mujer que se adelantó a su tiempo, superando las fronteras impuestas socialmente sobre las mujeres en esa época. El objeto de estudio del artículo discurre sobre el poema El Sueño donde se enlazan en los versos tendencias platónicas, aristotélicas, neoplatónicas, tomistas, además de situaciones y personajes de ciencia, fantasía y realidad. Como una prueba de la grandeza especulativa menciona Joel Patricio Rangel, que Sor Juana llega a concluir que el intelecto es incapaz de entender la totalidad del universo, pues no es capaz de descifrar los misterios de lo que hay en la tierra. En el artículo sobre la relación del pensamiento filosófico de Maimónides en Tomás de Aquino, el autor, tiene la finalidad de valorar el pensamiento del filósofo judío que es la referencia obligada para la comprensión de la articulación entre Biblia y filosofía. El Aquinate a pesar de los perjuicios que bajo sospecha eran tenidos los filósofos árabes y judíos, recurre a aquellas verdades que lograron elaborar para afianzar la verdad cristiana. Aquí se exponen los datos biográficos de Maimónides, se realiza un análisis de la obra principal del filósofo judío Guía de Perplejos. Además, el autor no solo transcribe los elementos sistemáticos de la obra, sino elabora un comentario a los lugares de la Suma Teológica donde Tomás de Aquino cita a Maimónides. 5 Presentación Rubén Betancourt Espero que el esfuerzo de profesores y alumnos plasmado en este cuarto volumen de la revista Inserciones, pueda llegar a construir puentes de diálogo con todos aquellos que buscan con sinceridad la verdad. Agradezco de manera particular al Dr. Diego Muñoz Ortiz que, como Decano de la Facultad de Filosofía, sigue apoyando y promoviendo que todos los miembros de la Facultad formen su juicio crítico por medio de la escritura. Dr. Rubén Betancourt García 6 Vol. 4 no. 1 Inserciones ¿Habló, hablaba o ha hablado Zaratustra? Vanessa María Bautista Magallón 1 Si bien es cierto que traducir un texto de su idioma original al propio sea considerado una faena compleja, también es cierto que ésta, es una labor ineludible para lograr una exégesis precisa y fiable. El ceñirse lo más posible a la idea primigenia del autor y transmitirla sin errores al lector, se hace necesario en cualquier traducción. Y a pesar de lo incompatibles que los términos traducción literal y traducción contextual2 puedan parecer, ambas formas de traducción no están confrontadas, sino que van de la mano, obteniendo a su vez un tercer grado de comprensión, una tríadaunitaria-significativa dentro de un pleno análisis filosófico, con el fin de alcanzar una óptima redacción-versión-comprensión para el lector. No es solamente traducir y reemplazar sin más unas palabras por otras, ya que el traducir literalmente palabra por palabra sería trabajo inútil y vano, pues cada palabra a pesar de tener un significado propio, debe ir generalmente unida con otras 1 Estudiante del Doctorado en Filosofía por la Universidad Pontificia de México. [regresar] 2 N.B. Entiendo por traducción literal, aquella que traduce y sustituye en un texto, palabra por palabra de un idioma a otro sin tomar en cuenta el sentido del texto, aunque mantenga el contenido y la estructura original del mismo. Por su parte, entiendo a la traducción contextual, aquella que teniendo en cuenta la intencionalidad del autor y el contexto en general, traduce la idea original del mismo y la adapta a su propio idioma, considerando cómo el lector podría comprender mejor al autor, sin perder la esencia del texto. [regresar]. 7 Vanessa Ma.Bautista Magallón ¿Habló, hablaba o ha hablado Zaratustra? más y considerarse dentro de un contexto, para tener sentido. De igual forma, la traducción contextual sería en extremo libre, si se desconocen los significados y definiciones de cada palabra. Para dar un ejemplo de la necesidad de tener en consideración ambas formas de traducción, adentrémonos en un párrafo correspondiente al Prólogo de 1821 de la obra Grundlinien der Philosophie des Rechts3 de Georg Wilhelm Hegel: « Wenn die Philosophie ihr Grau in Grau malt, dann ist eine Gestalt des Lebens alt geworden, und mit Grau in Grau läßt sie sich nicht verjüngen, sondern nur erkennen; die Eule der Minerva 4 beginnt erst mit der einbrechenden Dämmerung ihren Flug» . A manera de ejercicio hermenéutico, extraigamos del párrafo citado, la palabra Dämmerung. Partiendo de lo más simple, es decir, del uso de la traducción literal, se buscará dicha palabra directamente en el diccionario alemán-español, obteniendo los siguientes significados: Crepúsculo o Alba5. Ahora bien, la palabra Dämmerung como sustantivo, deriva del verbo dämmern, con el cual - visiblemente - está íntimamente relacionado. El verbo dämmern, puede significar tanto (el acto de) amanecer, alborear o hacerse de día, como (el acto de) atardecer, anochecer, obscurecer, hacerse de noche. Utilizado como verbo impersonal (por tratarse de un fenómeno de la naturaleza) la expresión ‘Es dämmert’, puede traducirse como: amanece o 3 Georg Wilhelm HEGEL, Grundlinien der Philosophie des Rechts, Vorrede, Philosophische Bibliothek, Meiner Verlag, Hamburg 1995, 17. [regresar]. 4 ‘Cuando la filosofía pinta su gris sobre gris, entonces una forma de vida ha envejecido, y con gris sobre gris ésta no se deja rejuvenecer, sino sólo reconocer; la lechuza de Minerva primeramente comienza sola su vuelo con la irrupción/inicio del crepúsculo/amanecer’. [regresar]. 5 Diccionario Océano Compact, Español-Alemán / Alemán-Español, Océano, 637. [regresar]. 8 Vol. 4 no. 1 Inserciones anochece6 o inclusive raya el día o empieza a anochecer7 según el contexto en que dicha locución se use. Por su parte, la expresión ‘Jemand dämmert es’8 se traduce como que alguien empieza a ver claro algo, sale de la penumbra y logra vislumbrar o entender algo; a semejanza también de la siguiente expresión ‘Es dämmert mir’ que se traduce como: empiezo a darme cuenta, se (me) trasluce9 (aquello que no comprendía); mientras que, en dirección opuesta, la expresión ‘vor sich in dämmert’ puede traducirse como estar medio dormido, adormecido; o por ejemplo el adverbio dämmerlich que resalta la cualidad de que está (aún) un poco obscuro o entreclaro, la penumbra, la luz crepuscular. De esta forma, es posible comprobar, que si este verbo tiene dos significados en direcciones opuestas (amanecer, anochecer) pero que se reúnen dialécticamente, permitiendo un tercer significado de acuerdo al contexto, lo hará también el sustantivo Dämmerung, indicando ya sea el crepúsculo, o el alba, o quizás ese preciso momento de luz crepuscular, es decir, el entreclaro de la penumbra. De la traducción literal, es necesario ahora pasar a la traducción contextual, al argumento del autor en su texto, para comprender su intención y traducirlo lo más fielmente posible. En Philosophie des Rechts, la intención de Hegel parece ser la de señalar exactamente ese punto en que el crepúsculo y la aurora se tocan, el momento en que un período ha terminado (el ocaso 6 Idem. [regresar]. Neues Spanisch-Deutsches und Deutsch-Spanisches Wörterbuch, Louis Tolhausen, Verlag von Bernhard Tauchnitz, Leipzig 1908, 159. [regresar]. 8 Larousse Kompaktwörterbuch Spanisch-Deutsch / Deutsch-Spanisch, Larousse, 119. [regresar]. 9 Handwörterbuch Deutsch-Spanisch, Prof. Enrique Álvarez Prada, Langenscheidt, 125. [regresar]. 7 9 ¿Habló, hablaba o ha hablado Zaratustra? Vanessa Ma.Bautista Magallón propiamente dicho) y uno nuevo está iniciando (el despunte del alba). De esta forma Hegel quiere resaltar esa demarcación que toma el camino del verdadero filósofo: « […] de modo que no hay contradicción, el tiempo de parto de un período nuevo coincide exactamente –como límite común – con el envejecimiento de una época, que ahora va al ocaso. La Dämmerung es ambas cosas: en ella se da el vuelo nocturno de la lechuza (el ave de la sabiduría) y el ’canto del gallo […] El filósofo está situado en ese cruce de los tiempos, de modo que comprende el pasado, no en un momento puntual indiferente, sino en un presente en el que toda la profundidad de los tiempos 10 se halla a la vista» . Del análisis de los significados del verbo dämmern, es ahora posible comprender los diferentes sentidos y matices y la amplitud del sustantivo Dämmerung; incluso la traducción que se hace de esta palabra por ocaso, como sucede en la obra de Richard Wagner, ‘Die Götterdämmerung’ o ‘El ocaso de los dioses’, aporta un nuevo matiz. Retomando al verbo en general, es posible comprender ahora su gran importancia. Ya incluso durante el aprendizaje de la lengua alemana como lengua extranjera, se comparte un dicho que va indicando ese camino a seguir al realizar traducciones de texto de este idioma a otro: ‘Das Verb ist der König’11. Es decir, que para la compleja gramática alemana, el verbo tiene la mayor relevancia, ya que gran parte de los demás elementos de la oración - sustantivo, complementos directo, indirecto y circunstancial, preposiciones y adverbios de frecuencia – se rigen por él. El verbo en el idioma alemán - al igual que en muchas otras lenguas - nos indica la acción (qué se hace) el número de personas que llevan a cabo dicha acción (singular o plural) el 10 Georg Wilhelm HEGEL en Historia de la Filosofía Moderna. La era de la crítica. Félix DUQUE, Madrid 1998, Akal, 328. [regresar]. 11 Esta expresión se traduce como: El Verbo es el rey. [regresar]. 10 Vol. 4 no. 1 Inserciones tiempo en que se realiza la acción12 (pasado, presente y futuro) - e indica a su vez si hay desplazamiento (verbos direccionales) de permanencia (verbos locativos) o si hay un cambio de estado13. Incluso se ha llegado a mencionar que, las lenguas de origen indoeuropeo como lo son el alemán, el holandés, el danés, el noruego y el inglés, son mayormente verbales; mientras que las lenguas romance con lo son el español, el italiano, el francés, destacan más al sujeto-sustantivo. Y pese a que la lengua alemana tiene un sistema verbal de tiempo muy preciso (que no muy amplio como ya se mencionó) esta precisión no basta si no se tiene en cuenta el contexto, como ya lo vimos con la Dämmerung. Existe otro caso, por demás fascinante, que nos puede mostrar el impacto que las traducciones de un idioma a otro ejercen en el lector y la cultura del mismo. «En 1814, el inglés W. Henry escribió el libro Elements of Experimental, y en Japón dicha obra se recibió en alemán, mientras que en China, se utilizó la versión en inglés. La traducción al japonés se publicó en ese país entre 1837 y 1847, mientras que en China su publicación en el idioma local ocurrió en 1871. La naturaleza de las connotaciones lingüísticas entre las lenguas china y japonesa estableció una diferencia en la traducción y un impacto en el manejo del texto. 12 El sistema verbal temporal alemán presenta algunas diferencias fundamentales respecto al español, destacando la siguiente: el sistema verbal- temporal alemán es mucho más fácil que el español, pues tiene sólo seis tiempos. Dos de ellos presentan formas verbales simples, los cuatro restantes presentan formas compuesta; mientras que el español dispone de un total de 17 paradigmas temporales, 5 de ellos simples y 12 compuestos. En cuanto a la distribución de los tiempos, el sistema verbal alemán es, por lo tanto, menos rico y matizado que el español. Roberto y Brigitte CORCOL, Programm. Alemán para hispanohablantes, Herder, Barcelona 1994, 27. [regresar]. 13 Ejemplos de verbos que indican cambio de estado: einschlafen: quedarse dormido, es decir, pasar de la vigilia al sueño; verblühen: marchitarse una flor; florece y muere. [regresar]. 11 ¿Habló, hablaba o ha hablado Zaratustra? Vanessa Ma.Bautista Magallón En Japón se adoptó la modalidad de una traducción literal a través del alemán, mientras que en China se siguió la modalidad del uso de paráfrasis14 o traducción libre, es decir, dar interpretaciones más amplias de las palabras que redundan en mejorar el significado de éstas en la traducción. Esto último hizo que en Japón, los estudiantes sufrieran un aislamiento nacional en torno a la química, causada por el poco contacto de este país con la lengua alemana y por la espinosa traducción literal de los ‘Elements de Henry’. En cambio, en China la traducción del texto fue realizada por misioneros arropados con el bagaje de la cultura occidental, lo cual condujo a que, a través del uso de paráfrasis en la traducción, los escolares chinos pudieran entender con más detalle los conocimientos de la química»15. Teniendo ya en mente la importancia de ambos tipos de traducción, es por demás necesario adentrarse en materia filo – lógica, analizando, traduciendo - del alemán al español – y profundizando de manera filo - sófica, el título de la obra del filósofo alemán Friedrich Wilhelm Nietzsche: ‘Así habló Zaratustra.’16, obra escrita entre los años 1883 y 1885, y la cual ha sido considerada como su obra maestra. Si seguimos el criterio de la traducción literal-contextual citado al principio de este artículo, podremos dar una traducción más amplia y matizada del título de esta obra y así vincular 14 Paráfrasis: Desarrollo o amplificación explicativos de un texto. Texto que expresa con palabras semejantes una idea semejante. Traducción en verso que sigue más o menos libremente del original. Diccionario abreviado del español actual. Manuel Seco, Aguilar, 1322. [regresar]. 15 Alberto CAMACHO RÍOS, Socioepistemología y prácticas sociales, Educación Matemática, Santillan Vol. 18, Núm 1, abril, México 2006, 133160. [regresar]. 16 Friedrich Wilhelm NIETZSCHE, Así habló Zaratustra, Edimat Libros, Madrid. [regresar]. 12 Vol. 4 no. 1 Inserciones filosóficamente con el lector, la idea original de Nietzsche de titularlo de dicha forma. El título completo en alemán reza así: ‘Also sprach Zarathustra. Ein Buch für alle und keinen’. Se traduce aquí la primera parte del título: ‘Also’ es un adverbio, que significa así, de este modo; ‘sprach’ es un verbo, conjugado en tercera persona del singular, cuyo tiempo es el pretérito simple17, y cuyo infinitivo ‘sprechen’, significa hablar, por lo que la traducción literal sería: habló; ‘Zaratustra’ (conocido como Zoroastro también) es un nombre, de un profeta persa de los siglos VII-VI a.C., cuya filosofía tuvo una influencia notable en el judaísmo, en la doctrina cristiana, así como en el maniqueísmo. Así pues, esta primera oración traducida al español queda: Así (de este modo) habló Zaratustra. Se analiza ahora el subtítulo. ‘Ein’ es un artículo indeterminado que indica algo que se señala por primera vez y que significa un/uno; ‘Buch’ sustantivo de género neutro que significa Libro; ‘für’ es un preposición que indica (entre muchas cosas) finalidad y que significa aquí: para; ‘alle’ es un pronombre determinante plural que designa a personas y que significa todos; ‘und’ es una conjunción que significa y; ‘keinen’ es un artículo, en caso acusativo y que se emplea para negar sustantivos, significando ninguno; de esta forma, el subtítulo se traduce por: Un libro para todos y para ninguno. En algunas versiones traducen esta última palabra por nadie, quedando como: Un libro para todos y para nadie, traducción que aun siendo correcta, deja espacio para un matiz importante, pues la diferencia en nuestro idioma entre nadie y ninguno sí existe, y señala dos conceptos diferentes. Nadie es excluyente y no precisa de referente previo; mientras que ninguno hace alusión a un sustantivo empleado anteriormente. Pero eso toca analizarlo en la traducción contextual. Así pues, finalmente, la traducción literal del título queda de esta forma: ‘Así (de esta 17 N.B. El pretérito simple en alemán es el tiempo narrativo. [regresar]. 13 ¿Habló, hablaba o ha hablado Zaratustra? Vanessa Ma.Bautista Magallón forma) habló Zaratrustra. Un libro para todos y para ninguno’. El título ha sido traducido ya literalmente. Pero sabemos que una traducción literal, es una traducción inacabada. ¿Qué hay pues detrás de estas palabras emanadas de la mente del filósofo (y primeramente filólogo) de Röcken? Este punto demanda una exégesis más amplia y profunda. En la oración: ‘Also sprach Zaratustra’, el tiempo verbal es el pretérito simple. Pero en alemán este tiempo verbal no coincide cien por ciento con el español, pues corresponde en nuestro idioma tanto al imperfecto (copretérito) como al pretérito (pretérito perfecto simple) y a veces al antepresente (pretérito perfecto compuesto), por lo que para la traducción de un tiempo u otro, se tendrá que recurrir al contexto18. De esta forma, sprach, pretérito simple en alemán del verbo sprechen (hablar) se puede traducir al español por habló, hablaba o incluso ha hablado. El pretérito simple en alemán (das Präteritum) es el tiempo narrativo, se considera más literario y ‘elegante’ que el pretérito perfecto19. Ahora bien, el uso del pretérito simple en el 18 Wolfram KLATT, Alemán, Fácil y esencial, Larousse 2004, 269. [regresar]. El pretérito simple se utiliza con más frecuencia en alemán en el lenguaje escrito que en el oral; se considera más literario y elegante que el pretérito perfecto. Por ello, incluso en el lenguaje escrito, una carta a un amigo, redactada en estilo muy coloquial, contendrá a priori muchos más pretéritos perfectos que pasados simples. Por norma general, el pretérito simple se utiliza sobre todo para la narración histórica, la novela y los reportajes periodísticos. Los cuentos de los hermanos Grimm, por ejemplo, están redactados enteramente en pasado simple. Pero atención, las excepciones son numerosas. Por lo tanto, probablemente se encontrará con ejemplos que parezcan contradecir estas reglas. En los artículos de prensa, por ejemplo, la primera frase suele estar en pretérito perfecto y el resto en pasado simple. Por otro lado, sobre todo en el lenguaje oral, se observan diferencias regionales en el uso del pasado simple: en Austria, Suiza y el sur de Alemania prácticamente se ignora, mientras que en Alemania central se usa conforme a las reglas enunciadas anteriormente. En el norte de Alemania su uso es más 19 14 Vol. 4 no. 1 Inserciones idioma alemán es más común en la lengua escrita – en función del estilo - que en la lengua hablada, pues aquella implica un nivel lingüístico más elevado, mientras que el pretérito perfecto corresponde más bien al plano de la lengua hablada o coloquial.20 Por su parte, en la lengua alemana, el pretérito perfecto (Perfekt) ha sustituido casi en su totalidad al pretérito simple (Präteritum), salvo en los verbos modales, así como en los verbos sein y haben. De hecho, los hablantes de muchas zonas de Alemania relacionan al pretérito simple (Präteritum) únicamente con la lengua literaria21. Ahora bien, a mi parecer, en la traducción del título completo de Así habló Zaratustra, la palabra ninguno está más de acuerdo con la intencionalidad de Nietzsche que la palabra nadie. El plan de Nietzsche es hablarle a un colectivo, un colectivo que desde la experiencia del Zaratustra, es sordo al mensaje crítico. Ninguno de ellos, de todos a los que ha dirigido Nietzsche su mensaje, a través de la boca de Zaratustra, a todos los que ha escrito su libro Nietzsche, a través de su pluma, es posible que ninguno quiera oír: “Ustedes miran hacia arriba cuando quieren elevarse; yo miro hacia abajo porque estoy en las alturas…22 Ahí están todos a los que les ha hablado, pero ninguno de ellos asume el mensaje, ni quiere escucharlo, ni le interesa entenderlo. En el pensamiento nietzscheano, la crítica a la cultura moderna desde el mensaje de Zaratustra está abierto para todo el que quiera oírlo. El título nos indica desde ya la propósito de Nietzsche de querer hacer llegar a todos (los que quieran oír) la frecuente, e incluso sistemático en los dialectos. Paul Coggle, Heiner Schenke; Método Integral de Alemán, Larousse, 2009, 252. [regresar]. 20 Programm, Grammatik, Alemán para hispanohablantes, Herder, 93. [regresar]. 21 Friedrich Wilhelm Nietzsche, Así habló Zaratustra, Edimat Libros, Madrid, 80. [regresar]. 22 Íbidem, 157. [regresar]. 15 ¿Habló, hablaba o ha hablado Zaratustra? Vanessa Ma.Bautista Magallón profundidad de sus palabras. El mensaje de Nietzsche a través de su Zaratrustra, no está acabado (es decir, habló o ha hablado, en un momento preciso, en un tiempo remoto) como si fuera un mensaje violentamente cerrado y terminado, sino que es un mensaje constante, reiterativo, vigente, presto para ser escuchado y leído por todos (o por ninguno) de ellos a quienes les fue compartido. Resaltar la vigencia de su mensaje, a través de una figura como Zaratustra. Así ‘hablaba’ Zaratustra, es un mensaje vigente, a pesar de referirse a un pasado lejano, pues es un pasado reiterativo, constante, que tiene impacto en ese tiempo, y en el de ahora. Así habló Zaratustra es el libro de un hombre inconforme con la cultura de su tiempo y crítico de la misma, ofreciendo por ello, esta propuesta ético filosófica para profetizar la llegada de un nuevo hombre. Está dirigido para todos y para ninguno de ellos. Quien lea esta obra y logre despertar y ser tocado por el mensaje de Nieztsche, puesto en boca del profeta, ha logrado despertar a una nueva forma de vida, de comportamiento. “Que cuando llegue ese mediodía sea esta su última voluntad: Los dioses han muerto; ahora queremos que viva el Superhombre” 23 En suma, para obtener la comprensión significativa de un texto a través de la traducción, es necesario tener en cuenta, la traducción literal, la traducción contextual y el análisis filo (lógico) sófico, concepto que he denominado: tríada-unitariasignificativa. Ya recae en la libertad de cada uno de nosotros el escuchar. Él es el profeta. El libro es para todos... o para ninguno. Quien tenga oídos que oiga, pues finalmente, así nos habla Zaratustra. 23 Íbidem, 99. [regresar]. 16 Vol. 4 no. 1 Inserciones De la cultura ilustrada a la cultura estética: la belleza como vía hacia la auténtica libertad en Friedrich Schiller José Roberto Ávila Rangel III año de Bachillerato Filosófico Shiller es un literato, pensador, filósofo, humanista y, ante todo, un optimista sobre el ser humano. Para empezar, su optimismo se manifiesta en el hecho de que toda su obra la consagra al tema de la libertad y concibe al hombre como un ser que está llamado a lo sublime y a un ennoblecimiento de sí mismo. A pesar de ese optimismo característico, Schiller no caerá en la ingenuidad de pensar que ese estado –sublime- se alcanza simplemente por una bondad natural24, puesto que todo indica que también hay cabida para la degradación moral y la época que en la que vivió así lo patentizaba. Schiller no puede negar, sin caer en falsa ilusión, el hecho de que el ideal del ennoblecimiento del hombre, aún se encuentra muy lejos de su consolidación. Es así que la primera parte de Cartas sobre la educación estética del hombre, es lo que llamaríamos en términos contemporáneos, un auténtico 24 En su Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres y en el Emilio, Rousseau caracterizará a un hombre como un ser “bueno por naturaleza” y que es “corrompido” por la sociedad. Cf. Jean Jacóbus Rousseau, Emilio o De la educación, Trad. Luis Aguirre Prado, EDAF, Madrid 1969, 23. [regresar]. 17 De la cultura ilustrada a la cultura estética José R. Ávila Rangel diagnóstico25 de su época, misma que se encontraba especialmente convulsionada por la Revolución Francesa y marcada por una gran confianza en la razón como la gran “liberadora” del hombre (Ilustración). Tanto los ideales que impulsaron la Revolución Francesa, así como los principios ilustrados, no parecían llevar al hombre al ideal moral planteado. Para Schiller, por lo tanto, había que buscar el origen de la falla y encontrar principios racionalmente verdaderos, moralmente correctos26. Realizará, entonces, ese diagnóstico de la cultura ilustrada o, como el mismo lo llamara, su «pintura de la época presente»27. El punto de partida es el arte. Esto no es de extrañar, si consideramos que Schiller era un literato y poeta, un hombre que escribía para y sobre el teatro, y para quien una de las mayores preocupaciones era la dignidad del arte frente a utilitarismos que sólo la denigraban. Lo que se puede decir al respecto es que él creía que su época no parecía pronunciarse en favor del arte, un arte entendido más allá de toda necesidad material, regida únicamente por la necesidad del espíritu28. En total desconsideración del arte, el filósofo y el hombre de mundo, dirigían su mirada hacia la política, que es en donde había una mayor efervescencia y en donde parecía decidirse el destino de la humanidad. Así -continúa Schiller- el hombre, debido a su inteligencia, no sólo se encuentra determinado por las necesidades físicas, o a un estado de naturaleza que imprime leyes, a su vez, naturales, sino que accede al mundo moral, en donde no sólo hay 25 Cf. Jaime FEIJÓO, «Estudio introductorio» en Friedrich SCHILLER, Kallias. Cartas sobre la educación estética del hombre, Trad. Jaime Feijóo, Anthropos, Madrid 1990, LI. [regresar]. 26 Cf. Ibidem, LI-LII. [regresar]. 27 F. SCHILLER, Cartas sobre la educación estética del hombre, 161. [regresar]. 28 Cf. F. SCHILLER, Cartas sobre la educación estética del hombre, 117. [regresar]. 18 Vol. 4 no. 1 Inserciones necesidades o leyes físicas, sino que se abre el espacio de la libertad y el derecho de elección. Así, el hombre parte de un Estado natural para acceder a un Estado moral, en el cual la única ley es adecuarse a las leyes: « […] el hombre físico es real, y el moral tan sólo supuesto»29. El inconveniente es que la sociedad moral se formará en la idea y la sociedad física no puede detenerse en el tiempo. Para que la sociedad se perpetúe requiere un apoyo que la independice del Estado natural, un apoyo que no encontrará ni en el carácter natural del hombre (ser egoísta y violento30), pero tampoco en su carácter moral (porque es libre y nunca se manifiesta como fenómeno). La solución posible es separar del carácter físico la arbitrariedad y del carácter moral la libertad, de modo que el primero concuerde con las leyes y el segundo dependa un poco más de las impresiones31. Schiller, sin embargo, no renegará totalmente de los principios de la ilustración, de hecho, su misma postura tiene mucho de ilustrado32. En esta línea, no sugiere un “retorno a la naturaleza” (al estilo rousseauniano), sino el dar una nueva forma a la razón, una forma que incluya tanto el carácter físico, como el carácter moral33. Se debe resaltar el hecho de que Schiller 29 Ibidem, 124-125. [regresar]. Cf. José Rafael HERNÁNDEZ, «Estudio introductorio» en Thomas HOBBES, Tratado sobre el ciudadano. Leviatán. Vida de Thomas Hobbes de Malmesbury escrita por él mismo, Biblioteca de grandes pensadores (colecc.), Gredos, Madrid 2012, XXXIV. [regresar]. 31 Cf. F. SCHILLER, Cartas sobre la educación estética del hombre, 127. [regresar]. 32 Cf. Faustino ONCINA, «Schiller y la ilustración» en Faustino ONCINAManuel Ramos (eds.), Ilustración y modernidad en Friedrich Schiller en el bicentenario de su muerte, [EPUB], Universitat de València, Valencia 2006, 100. [regresar]. 33 Cf. J. FEIJÓO, «Estudio introductorio» en F. SCHILLER, Kallias. Cartas sobre la educación estética del hombre, LI. [regresar]. 30 19 De la cultura ilustrada a la cultura estética José R. Ávila Rangel introducirá este tercer “estado” que se encuentra entre el físico y el moral. En el fenómeno de la revolución se habían dado dos extremos denigrantes: el salvajismo (dominio de los sentimientos sobre los principios) y al barbarismo (dominio de los principios sobre los sentimientos)34. No obstante, el ser humano está llamado a la auténtica libertad, es decir, aquella en donde se salvaguarde la unidad moral, sin menoscabo de la variedad de la naturaleza35. La Ilustración y la revolución buscaban la libertad, sin embargo, no la ha conseguido porque sus medios no han sido concordes a estos principios36. Según Schiller, la cultura está lejos de procurar la tan ansiada libertad. Al parecer, lo que se había presentado como la fórmula de la elevación, ahora se revela como un espejismo, que lleva al hombre a una moral materialista. Quedará así dibujado el «drama de nuestro tiempo»37, pues la cultura ha dividido lo que debería ser totalidad. Para sustentar lo anterior, comparará su época y cultura con la de los antiguos griegos38. En ellos, a pesar de tener en alta estima la educación y el refinamiento, no se había suscitado una división entre la sensibilidad y el espíritu, entre la filosofía y el arte, o entre la fantasía y la razón. En cambio, en la modernidad, la división impera. 34 Cf. F. SCHILLER, Cartas sobre la educación estética del hombre, 135. [regresar]. 35 Cf. Ibidem. [regresar]. Cf. U. Wergin, Einzelnes und Allgemeines, 152 en: J. FEIJÓO, «Estudio introductorio» en F. SCHILLER, Kallias. Cartas sobre la educación estética del hombre, LIV. [regresar]. 37 F. SCHILLER, Cartas sobre la educación estética del hombre, 137. [regresar]. 38 Cf. Manuel MALDONADO, «Und das Schöne blüht nur im Gesang. Poesía y reflexión estética de Schiller» en Brigitte E. Jirku-Julio Rodríguez G. (eds.), El pensamiento filosófico de Friedrich Schiller, [EPUB], Universitat de València, Valencia 2009, 263. [regresar]. 36 20 Vol. 4 no. 1 Inserciones El filósofo-poeta no cree que el desarrollo aislado de las facultades humanas haga necesario el sacrificio de la totalidad; asimismo, considera que el único camino posible será restablecer la armonía que la cultura ha destruido, a través de una cultura más elevada39, sólo que dicha elevación moral, no proviene únicamente de la libertad en el uso de la razón, como sería para Kant40, en cambio, para Schiller, el camino a la libertad se vislumbra en otra instancia: en la belleza41. La ilustración del entendimiento no basta. Para que haya un cambio, dicha ilustración debe reflejarse en el carácter42. Schiller introduce así lo que postulará como el medio para la auténtica elevación moral del hombre: la educación de la sensibilidad a través del arte. El problema de la cultura ilustrada es que no ha llevado sus ideales al desarrollo del carácter humano, es decir, a la praxis. En su segunda carta introduce la tesis central de su pensamiento: «[…] para resolver en la experiencia este problema político hay que tomar por la vía estética, porque es a través de la belleza como se llega a la libertad»43. La caracterización que se hizo de la época y cultura ilustradas, no ha tenido otro fin que dar el salto del desánimo y la resignación, hacia el camino de la esperanza, el cual se encontrará en la utopía estética44 que Schiller desarrolla y en la cual 39 Cf. F. SCHILLER, Cartas sobre la educación estética del hombre, 159. [regresar]. 40 Cf. Emmanuel KANT, « ¿Qué es la ilustración?» en E. Kant, Filosofía de la historia, Trad. Eugenio Ímaz, Popular (colecc.), núm. 147, Fondo de Cultura Económica, México1979, 28. [regresar]. 41 Cf. F. SCHILLER, Cartas sobre la educación estética del hombre, 121. [regresar]. 42 Cf. Ibidem, 169-170. [regresar]. 43 Ibidem, 121. [regresar]. 44 Cf. Klaus L. BERGHAHN, «La revolución estética del citoyen Schiller» en Brigitte E. Jirku-Julio Rodríguez G. (eds.), El pensamiento filosófico de Friedrich Schiller, [EPUB], Universitat de València, Valencia 2009, 78. [regresar]. 21 De la cultura ilustrada a la cultura estética José R. Ávila Rangel se encuentra la propuesta más original de su pensamiento filosófico. En efecto, la única manera de resolver el problema de su época es por la vía estética, la vía de la belleza. Ahora bien, es aquí en donde el pensador alemán desarrollará, siguiendo a Fichte y a Kant, su doctrina sobre la armonización del hombre a través de la belleza. Es menester dar respuesta a algunos aspectos para argumentar dicha armonización, empezando por lo que ha de entender por ‘belleza’ o ‘lo bello’; asimismo, sobre el hecho de que la belleza armonice el ser corpóreo-espiritual del ser humano. Schiller parte, además, del presupuesto fichteano de la identidad trascendental de la conciencia, en la cual el hombre es todo lo que es porque es un Yo, absolutamente distinto a lo externo (No-Yo)45. Sin embargo, para él, el principio trascendental será otro distinto, no la identidad del yo (Yo puro), sino de la humanidad en cuanto carácter sensible-racional, lo cual estaría, de hecho, en contraposición con Fichte, para quien la determinación negativa del Yo, es la naturaleza46. En Schiller, la naturaleza no contradice al yo, porque es una de sus dimensiones47. Esta doble exigencia implica un problema filosófico, mismo que Schiller intentará resolver en las Cartas. Después de introducir estos términos y realizar las distinciones anteriores, es necesario explicar cómo es que ambas tendencias, sensible y 45 Cf. Johann Gottlieb FICHTE, Algunas lecciones sobre el destino del sabio, Trad. Faustino Oncina Coves y Manuel Ramos Valera, Fundamentos (colecc.), núm. 204, Istmo, Madrid 2002, 41. [regresar]. 46 Cf. J. FEIJÓO, «Estudio introductorio» en F. Schiller, Kallias. Cartas sobre la educación estética del hombre, LIX. [regresar]. 47 «El concepto de estado viene determinado, no por la naturaleza, opuesta a la persona o al yo, como en el modelo fichteano, sino por el tiempo». Ibidem, LXI. [regresar]. 22 Vol. 4 no. 1 Inserciones racional, se concretan en la vida humana. Aquí es en donde retoma un concepto que ya había atisbado anteriormente: el impulso48. Schiller considera que la razón encuentra y expone la ley, la cual debe ser ejecutada por la voluntad y el sentimiento. Lo anterior sólo se consigue cuando la verdad se convierte primero en una fuerza y crea un impulso que la representa en el reino de lo fenoménico, « […] porque los impulsos son las fuerzas motrices del mundo sensible»49. Habrá un impulso para cada una de las fuerzas descritas: sensible y formal. El impulso sensible, es aquello por lo que el hombre se determina empíricamente50, pues en la medida en que es “algo”, el hombre es sensible51. Mientras no se determine por la sensibilidad, el hombre permanece en un estado de indeterminabilidad y de ahí, la necesidad de este impulso, exigido por la razón. El impulso formal proporciona libertad, porque, frente a la multiplicidad y los cambios de estado, se mueve hacia la unidad suprimiendo el tiempo, la variación, pretendiendo que lo real sea necesario y eterno52, y que lo eterno y necesario sea real53. Ambos impulsos no implican contradicción, porque se dirigen a diferentes objetos (puro o de la experiencia). 48 F. SCHILLER, Cartas sobre la educación estética del hombre, 167. [regresar]. 49 Ibidem. [regresar]. Fichte distinguirá entre el “Yo puro”, no determinado, y el “Yo empírico”, determinado. Cf. J. G. FICHTE, Algunas lecciones sobre el destino del sabio, 49. [regresar]. 51 Cf. Ibidem, 47. [regresar]. 52 Cf. J. G. FICHTE, Algunas lecciones sobre el destino del sabio, 48. [regresar]. 53 Cf. F. SCHILLER, Cartas sobre la educación estética del hombre, 207. [regresar]. 50 23 De la cultura ilustrada a la cultura estética José R. Ávila Rangel Ahora bien, la subordinación de los impulsos parece ser, sin embargo, algo necesario, pero no una subordinación “a secas”, sino una subordinación recíproca54: « […] ambos principios están subordinados y coordinados a la vez, es decir, sometidos a un principio de acción recíproca55; no hay materia sin forma, ni forma sin materia»56. El principio de reciprocidad es utilizado por Schiller, como un recurso para explicar que los impulsos se limitan el uno al otro, pero también, de la misma manera, posibilitan mutuamente su acción. Se es plenamente hombre cuando se satisfacen ambos impulsos de manera armónica. Lo que sintetizará a los dos impulsos, no puede ser otra cosa que un impulso, aunque el objeto al que este se dirija, debe incluir a los objetos anteriores (puro y experiencial). El impulso buscado es para Schiller el impulso de juego. El juego, al ser la síntesis del impulso sensible y el impulso formal, refiere a las dos naturalezas del hombre y la síntesis se realizará cuando las exigencias de ambos impulsos (variación y permanencia) sean colmadas, al mismo tiempo que limitadas: «el impulso de juego, en el que ambos actúan unidos, coaccionará entonces al ánimo, moral y físicamente. Ya que suprime toda arbitrariedad, suprimirá también toda coacción, y liberará al hombre tanto física como moralmente»57. Schiller distingue a la vida como el objeto del impulso sensible. Vida es: « […] todo ser material y toda presencia 54 Los aspectos fundamentales que Schiller adopta de Fichte son: la perspectiva trascendental, el principio de acción recíproca y la teoría de los impulsos, aunque las últimas dos, en realidad las toma como punto de partida, para desarrollar una formulación original. Cf. J. FEIJÓO, «Estudio introductorio» en F. SCHILLER, Kallias. Cartas sobre la educación estética del hombre, LX. [regresar]. 55 Cf. Johann Gottlieb FICHTE, Doctrina de la ciencia: nova methodo, Natan, Valencia 1987, 40. [regresar]. 56 F. SCHILLER, Cartas sobre la educación estética del hombre, 211. [regresar]. 57 Ibidem. [regresar]. 24 Vol. 4 no. 1 Inserciones sensible inmediata»58; el objeto del impulso formal será la Forma, misma que significa: « […] todas las cualidades formales de las cosas y todas las relaciones de las mismas con el pensamiento»59. La síntesis entre la vida y la Forma, será entonces el objeto del impulso de juego y se denominará: Forma viva: « […] un concepto que sirve para designar todas las cualidades estéticas de los fenómenos y, en una palabra, aquello que denominamos belleza en su más amplia acepción»60. La Forma viva es, en resumidas cuentas, la belleza. Lo bello surge, entonces, de la acción recíproca de los impulsos. El máximo ideal será buscar la alianza y equilibrio más perfectos. Ahora bien, en la realidad nunca se consolidará dicho equilibrio, lo más que se alcanzará en el ámbito de la experiencia es una oscilación. En un sentido ideal, la belleza sólo puede ser indivisible y única; sin embargo, en sentido experiencial, tendrá un carácter doble (debido a la oscilación mencionada)61. Hay una distinción importante entre la belleza considerada en sentido ideal y la belleza considerada en sentido experiencial. La primera muestra tanto una propiedad relajante, como enérgica; en el caso de la segunda hay una belleza relajante y otra enérgica62. En consecuencia, para Schiller: «Ambas limitaciones opuestas […] son superadas mediante la belleza, que restablece la armonía en el hombre tenso y la energía en el hombre distendido63 58 F. SCHILLER, Cartas sobre la educación estética del hombre, 231. [regresar]. 59 Ibidem. [regresar]. Ibidem. [regresar]. 61 Cf. Ibidem, 245. [regresar]. 62 Cf. Ibidem, 247. [regresar]. 63 Kant hace una diferenciación similar entre emociones de la especie enérgica y emociones de la energía deprimente. Cf. Immanuel KANT, Crítica del juicio, Trad. Manuel G. Morente, Filósofos españoles y extranjeros (colecc.), Librería General Victoriano Suárez, Madrid 1958, § 29, 293-294; Luis ARGUDÍN, La espiral y el tiempo: Juicio, genio y juego 60 25 De la cultura ilustrada a la cultura estética José R. Ávila Rangel […]». La tensión generada, ya sea por la acción unilateral de la sensibilidad o de la razón, requiere que la belleza relajante intervenga64. Ya se han explicado los dos tipos de belleza que se dan en la experiencia: enérgica y relajante. Tanto la una, como la otra, afecta de diferente manera el ánimo o el carácter humano. Ahora introducirá otros conceptos que se encuentran relacionados con los anteriores. Primeramente, se denominará infintud vacía a aquél estado del espíritu humano previo a toda determinación de los sentidos, en un estado de carencia de determinaciones o determinabilidad, ilimitada65. Posteriormente, cuando la sensibilidad se ve impresionada, haciéndose una determinación específica y, por ende, real, entonces se convierte en fuerza activa pues recibe un contenido y adquiere un límite66. Schiller introduce aquí el principio de oposición de las determinaciones67, a través del cual dará una respuesta a la cuestión sobre cómo poder conservar la determinación sensible, la cual le aporta contenido y realidad, y a la vez ser suprimida, para dar paso a una determinabilidad ilimitada. La única manera de lograrlo es oponiéndole otra determinación. Es necesaria una disposición intermedia68, en la cual sensibilidad y razón actúan en simultaneidad y anulan así su poder de determinación, dando lugar a una negación69. La belleza, entonces, en cuanto es tercera en Kant y Schiller, Espiral (colecc.), Universidad Nacional Autónoma de México-Escuela Nacional de Artes Plásticas, México 2008, 121. [regresar]. 64 F. SCHILLER, Cartas sobre la educación estética del hombre, 255. [regresar]. 65 Cf. J. G. FICHTE, Doctrina de la ciencia: nova methodo, 19. [regresar]. 66 Recordemos que para Fichte, hay un Yo-Puro (absoluto e indeterminado), que viene a ser limitado por un No-Yo (lo otro). Cf. J. G. Fichte, Algunas lecciones sobre el destino del sabio, 45-47; J. G. FICHTE, Doctrina de la ciencia: nova methodo, 19. [regresar]. 67 Cf. F. SCHILLER, Cartas sobre la educación estética del hombre, 283. [regresar]. 68 Cf. Ibidem. [regresar]. 69 Cf. J. G. FICHTE, Doctrina de la ciencia: nova methodo, 23-24. [regresar]. 26 Vol. 4 no. 1 Inserciones instancia entre la sensibilidad y el espíritu, entre el impulso sensible y el formal, entre el cuerpo y la mente, no implica que unirá a la materia con la forma, sino que brindará las condiciones para que ambas fuerzas se manifiesten libre y recíprocamente. Es necesario establecer una relación entre esta conceptualización y la que se había hecho con respecto de la belleza enérgica y la belleza relajante. Como se vio, la belleza enérgica tensiona al ánimo; la belleza relajante recordemos que tiene como función, por el contrario, distenderlo. Luego, el paso de la determinabilidad a la determinación y viceversa se da, en la experiencia, por la acción del doble carácter de la belleza. Así, la belleza relajante, al actuar sobre la tensión excesiva, generada por la unilateralidad de las sensaciones (impulso sensible) o de las leyes (impulso formal), distenderá al ánimo, permitiendo que, de hecho, se dé aquél estado de determinación, en el cual no imperará exclusivamente, o la sensibilidad, o la razón. Pero, como ya se ha revisado, es necesario conservar cierta cota de tensión, de tal suerte que los impulsos se limiten el uno al otro, dándose la reciprocidad buscada. La belleza enérgica fungirá como esa fuerza tensionante. La disposición estética del ánimo, nos previene del agotamiento que se origina cuando alguna de las fuerzas, sensible o racional, actúan en nuestro ánimo unilateralmente. La actividad y la pasividad se equilibran; presentamos apertura tanto a lo serio, como a lo lúdico, hacia lo abstracto y hacia lo intuitivo. Aquí vemos cómo es que, finalmente, la armonización se actualiza en una Forma viviente. No cabe, sin embargo, un efecto estético puro, porque el hombre está sujeto a sus fuerzas naturales70. El hombre se eleva a la disposición estética del ánimo de manera especial mediante el arte. 70 Cf. F. SCHILLER, Cartas sobre la educación estética del hombre, 297. [regresar]. 27 De la cultura ilustrada a la cultura estética José R. Ávila Rangel La libertad interior del hombre del ánimo estético71, le permite relacionarse de las cosas de una manera distinta. Schiller introduce el concepto de apariencia para referir a la nueva manera de relacionarse con las cosas. La apariencia72 a la que se hace referencia no es ninguna otra que la estética73. Sobre este concepto, explica Argudín: […] cuando el hombre ha llegado a la etapa de poder diferenciar entre forma y materia, apariencia y objeto, ha adquirido un cierto grado de libertad frente al mundo y esta liberación es inherentemente estética e indirectamente moral. Al sentir placer ante lo que ve, y no únicamente mediante la posesión del objeto, el hombre ha dado ya un paso hacia atrás desde el cual contemplar el mundo; se ha desprendido del peso de la realidad de los objetos y se ha encontrado en una nueva relación, más libre, con la apariencia de las cosas. Los sentidos de la vista y el oído (en su sustitución de tacto, el gusto y el olfato que se funden con el objeto) se convierten en los principales vehículos del arte, 74 debido a que alejan al objeto más allá de nuestro alcance . La contemplación como la relación liberal del hombre y el mundo, es el término que mejor define la acción del hombre estético. El hombre rumbo al estado estético75, empieza a exigir algo más que materia, goza más y de distinto modo, ennobleciendo su placer; en definitiva, juega. El libre impulso de juego convierte a la belleza en sí misma en su afán. 71 Cf. Frederick BEISER, Schiller as Philosopher: a Re-examination, Clarendon Press-Oxford University Press, Nueva York 2008, 156. [regresar]. 72 Cf. L. ARGUDÍN, La espiral y el tiempo: Juicio, genio y juego en Kant y Schiller, 130. [regresar]. 73 Concepto desarrollado previamente en Kallias. Cf. Friedrich SCHILLER, Kallias: Cartas a Gottfried Körner en Kallias. Cartas sobre la educación estética del hombre, Trad. Jaime Feijóo, Anthropos, Madrid 1990, 43-87. [regresar]. 74 L. ARGUDÍN, La espiral y el tiempo: Juicio, genio y juego en Kant y Schiller, 130. [regresar]. 75 Para Schiller habrá entonces tres estadios: el físico (dominan las sensaciones); el moral (dominio de las leyes) y el estético (síntesis de los anteriores). [regresar]. 28 Vol. 4 no. 1 Inserciones Para Schiller, concluyendo, la plenitud y la felicidad, luego, la libertad, únicamente se pueden alcanzar cuando hay armonía, entendiendo ésta como unidad entre sensibilidad y razón, pues la naturaleza humana conlleva ambos aspectos: cuerpo y espíritu. Para él, la educación del entendimiento (ilustración) no bastaba, había que formar a la persona total, educar el carácter para hacerlo verdaderamente humano, porque, como él afirma en las Cartas sobre la educación estética del hombre: “el camino hacia el intelecto lo abre el corazón”. Schiller vio claramente que la necesidad más apremiante de la época era la educación de la sensibilidad, la cual se llevaría a cabo a través del arte. 29 El rito del intercambio en el pueblo chontal Editson García Vázquez El rito del intercambio en el pueblo chontal. Aspectos filosóficos. Editson García Vázquez I año de Bachillerato Filosófico Introducción La sabiduría indígena es una realidad muy importante, pues en ella se encuentra una serie de lecciones de vida, transmitidas muchas veces por los ancianos de cada comunidad, a quienes se les puede llamar sabios, pues la experiencia que han tenido a lo largo de su vida es muy vasta; tienen un acervo cultural muy marcado, la mayor parte no escrito ni codificado, pero sí en su mente y en sus experiencias que los eleva hasta la divinidad. Oaxaca, estado que se encuentra geográficamente en la parte sur de México, y que formó parte de la así llamada cultura mesoamericana, fue en época prehispánica y virreinal cuna de grandes culturas como la mixteca y la zapoteca. Éstas predominaron y se convirtieron en grandes estados, a los que los otros pueblos pagaban tributos. Allí habitaron también diversas culturas, entre ellos los chontales, quienes no lograron ser grandes como los ya mencionados, por lo que igualmente fueron sometidos. Esta investigación se enfocará en la cultura chontal de la costa, en concreto de un pueblo llamado San Pedro Huamelula, en el que se realiza un rito muy particular en el cerro más alto del pueblo, para pedir por las cosechas, la salud, y evitar las enfermedades, etc. Aunque en la actualidad, el rito está mezclado con el cristianismo, se abordará la importancia que éste tiene entre los chontales, pues con mucha devoción, cada año lo practican. 30 Vol. 4 no. 1 Inserciones Cabe mencionar que investigar sobre las raíces de los chontales de Oaxaca es un verdadero enigma, pues los investigadores no han llegado a una conclusión final sobre su origen. Sin embargo, tenemos algunas fuentes en la que se puede investigar y que proporcionan una visión más amplia de esta cultura llena de sabiduría. El fin de esta artículo es dar a conocer al lector una tradición que se viene realizando a través de la historia y que la que está implícita una filosofía, pues el hombre busca siempre aprender y sabe que no está sólo, necesita de un ser superior que le ayude en su caminar; ese es el motivo por el cual los chontales suben al cerro más alto de su localidad para entrar en una comunión más íntima con sus dioses. 1. Orígenes históricos y cosmogonía del pueblo chontal 1.1. Orígenes Desde tiempos prehispánicos a este pueblo se le conoce con el nombre de chontales. Chontal proviene del náhuatl chontalli, que significa “extranjero” o “extraño”. En la literatura antropológica se ha usado la denominación “tequistlatecos”, para diferenciarlos de los chontales de Tabasco. Ellos se llaman a sí mismos ʿslijuala xanuc’. Aunque no se tiene certeza, su autodenominación en español, al parecer, significa “habitante de las montañas”.76 De acuerdo con la ubicación geográfica, se ha distinguido a los chontales de Oaxaca, entre los habitantes de las laderas de la Sierra Madre del Sur con el sobrenombre de “chontales de los Altos” o “tequistlatecos”, y los que habitan la Costa del Pacífico 76 Cf. Jaime ZÁRATE ESCAMILLA, Huamelula, pueblo danzante, CDI, México 2007, p. 22. [regresar]. 31 El rito del intercambio en el pueblo chontal Editson García Vázquez Sur en el Istmo de Tehuantepec, como “chontales de la Costa”. Claro está que dicha separación geográfica se corresponde también a las diferencias lingüísticas y en cuanto a tradiciones que existen entre los dos grupos. Los chontales habitaron un lugar en donde la cultura zapoteca predominada; debido a esto se vio en la necesidad de adoptar las costumbres y tradiciones zapotecas, sin olvidar su origen, pues mezclaron lo zapoteco con lo chontal. Además esto fue uno de los motivos por lo cual se dividieron, pero no perdieron comunicación alguna, hasta en la actualidad. El pueblo chontal de San Pedro Huamelula, según los historiadores, fue fundado cerca del año 300 d.C. Fue conquistado por Pedro de Alvarado el 16 de abril de 1522. Huamelula es una palabra nahual que significa “sementera”, es decir “semilla o semillero” y huautli quiere decir bledos; juntas las dos palabras dirían “semillero de bledos”.77 ¿Qué son los bledos? Son las semillas del amaranto, con las que se hacen los dulces comúnmente llamados en México “alegrías”, y que servían de alimento a los dioses de los indígenas; hasta hoy no se ha encontrado ningún dato que indique el origen de estas plantas que dan la mencionada semilla en el lugar. Por tradición oral, se sabe que Huamelula fue un pueblo chontal de mucha importancia, sus límites eran bastante amplios, pues abarcaba muchos pueblos lejanos. 1.2. Cosmogonía y religión El panteón chontal consta de 18 deidades masculinas y 3 femeninas. Los mitos de la creación chontales hablan de un Gran Espíritu que creó el Sol, la Luna, las estrellas, el aire, el agua y el fuego. La Tierra, según la concepción chontal, era una bola de humo que ardió durante mucho tiempo. El Gran Espíritu intentó 77 Cf. Jaime ZÁRATE ESCAMILLA, Huamelula, pueblo danzante, p. 5. [regresar]. 32 Vol. 4 no. 1 Inserciones tres veces hacer llover, pero no pudo, entonces encargó a las montañas que mandara la lluvia, ellas sí pudieron. Llovió muy fuerte y el fuego que había en la Tierra se apagó. Luego, el Sol y el aire secaron el suelo y nacieron las plantas, los animales y los hombres.78 Los hombres vivían en cuevas, cultivaban la tierra y comían maíz, fruta y carne de animales que cazaban en el campo. Un cocodrilo se tragó a un hombre y se lo llevó a la tierra de los dioses de la lluvia. Éste vio cómo surgían las nubes, los relámpagos y los truenos y después lo regresaron a la tierra, ordenándole que de lo había visto no dijera ni una palabra. Mientras guardó el secreto, no hubo sequía ni malas cosechas, pero cuando lo contó se perdieron los favores que los dioses de la lluvia les habían dado a los hombres. La religión de los chontales es la católica, mezclada con ciertos elementos de sus antiguas creencias, es por eso que conservan el rito del intercambio, ritual que hacían sus antepasados, como una relación entre Dios y el hombre. Sin duda alguna, el referente espacial más importante en el discurso de los actuales indígenas chontales, sobre todo cuando se refieren a la fundación de sus pueblos, son los templos católicos.79 Los brujos tienen poderes negativos y pueden predecir la muerte o la pueden provocar por medio de acciones que otros no pueden hacer. Los magos desarrollan poderes mayores que los de los brujos; se dice que poseen el don de la invisibilidad y que entran en tratos con el diablo, pero que si no cumplen sus promesas, se vuelven locos. Las fiestas de las comunidades chontales son una mezcla de elementos indígenas tradicionales y católicos. 78 Cf. Ibidem, p. 28. [regresar]. Andrés, OSEGUERA, Chontales de Oaxaca, pueblos indígenas del México contemporáneo, CDI, México 2004, p. 12. [regresar]. 79 33 El rito del intercambio en el pueblo chontal 1.3. Editson García Vázquez Mito del dios Fane Kantsini Las cuevas son sagradas, de ellas nació Fane Kantsini, héroe de la tradición oral que venció al demonio, al tigre y a 25 soldados. Los chontales afirman que Fane Kantsini tiene como origen una cueva. Se cuenta que los zapotecos tenían rodeados a los chontales en las montañas y que los querían eliminar, pero que una anciana huyó hacia el cercano pueblo viejo y se escondió en una cueva de la montaña, ahí encontró un gran huevo. La anciana se llevó el huevo a su casa para ver qué nacía de él. Un día el huevo gritó, se quebró y nació un niño, la anciana lo cuidó para que no muriera. El niño creció rápidamente, pronto comenzó a hablar y dijo que se llamaba Fane Kantsini. Era listo y valiente. Dijo a la gente que la defendería, que no tenía más de qué preocuparse80. El primer día que el niño fue a la batalla y extrajo las fibras de las raíces de un maguey, se hizo un arco que no fallaba; además, ponía veneno en sus flechas. Fane Kantsini luchó tres días y tres noches. Pasados los tres días, la gente fue a las trincheras y no encontraron un solo zapoteco con vida. Así acabó la guerra. Los chontales hicieron una gran fiesta para celebrar su victoria, desde entonces este dios gobernó a los dos pueblos chontales (los de la sierra y la costa) desde el cerro más alto, pues ahí se veía todo y los chontales le rendían culto. 2. El rito del intercambio en los Chontales 2.1 El rito Desde tiempos inmemoriales hasta la actualidad, las raíces de Huamelula están asidas fuertemente como lazos irrompibles de ixtle que los antiguos sabios han legado a su viejo y hermoso 80 Cf. Andrés OSEGUERA, Chontales de Oaxaca, pueblos indígenas del México contemporáneo, CDI, México 2004, 10. [regresar]. 34 Vol. 4 no. 1 Inserciones pueblo a través de rituales sagrados, con la única intención de que sus herederos sigan paso a paso la herencia ancestral para la buena conducción de todos sus pueblos por el camino correcto que lleva a la gloria.81 La ceremonia más importante que los chontales realizan es en el cerro más alto del pueblo. Es un ritual que fue heredado por los antiguos, como una manera de agradecer y al mismo tiempo pedir por las buenas cosechas, maíz, frijol, sandias, pepinos, también para que no haya enfermedades, desastres naturales, conflictos en la comunidad y en los núcleos familiares. Este acontecimiento encierra toda una sabiduría, pues es una manera de estar cerca de lo divino, mezclar lo natural con lo sobrenatural. El rito empieza a las cero horas, las personas que conforman el nuevo cabildo municipal se dirigen al templo de san Pedro apóstol con flores de corpus (propias de la región) y veintisiete velas que son ofrendadas a las imágenes de los santos colocados dentro del templo. Después acuden a la capilla de San Sebastián, que está ubicado al lado sur de la población. Nueve velas son encendidas dentro de esta capilla y las flores frescas son depositadas en los altares frente a las imágenes de San Sebastián, se les encienden nueve velas para cada uno; todas las velas que son ofrecidas son labradas con cera virgen. Al llegar a la cumbre el rito se divide en dos momentos. En el primero se dirigen al Dios del cielo y en el segundo al dios malo (Satán) o sus dioses antiguos, le llaman Satán porque ahora ya es un pueblo cristianizado. Llevan consigo veintisiete velas y nueve kilos de flor de copal, para “La Mesa”82 el lugar donde se 81 82 Narración oral del Sr. Manuel Zarate Ortega. [regresar]. Así se llama al lugar exacto donde se lleva a cabo el rito. [regresar]. 35 El rito del intercambio en el pueblo chontal Editson García Vázquez efectúa el ritual más importante, pues allí culminan estos ofrecimientos. El copal es uno de los elementos de mayor significado para los rituales sagrados y sirve para la purificación. Llevan un kilogramo adicional, separado especialmente para el “amigo” (Satán). En este último lugar del rito, es en donde hacen todas sus peticiones, en el primer momento piden por las cosechas y los buenos frutos, en el segundo piden que todo los malo que les podía llegar a pasar que satán les los lleve a otro lado, he ahí el motivo por el que el rito se divide en dos partes. Lugar del intercambio Como hemos mencionado anteriormente, este ritual tiene lugar en el cerro más alto del pueblo de Huamelula, es un lugar muy significativo, pues las alturas para los indígenas es símbolo de divinidad. Los que asisten al rito, toman el camino por el lado oriente de la población, al principio caminan por un sendero transitable, donde cotidianamente los habitantes del pueblo hacen el recorrido que los lleva a sus terrenos de siembra. El tramo bueno del sendero los acerca al lugar, pero más adelante se pierde la senda, entonces se internan en los cerros entre piedras filosas, arroyos, árboles caídos; el ascenso es dificultoso, ahí es el camino de los años pasados, de aquellos ancianos que pasaron por esos lugares llenos de historia y de leyendas, el cual los va adentrando al rito. 2.2 Participantes del rito Dado que este rito es importante, la autoridad municipal tiene el compromiso de organizar y asistir al ritual, también participan algunas personas ancianas, hombres sabios con experiencia, de la comunidad. Estas personas significan el enlace para el acercamiento entre los dioses, demonios y las personas, ellos llevan a cabo acertadamente con grandes cánones, los 36 Vol. 4 no. 1 Inserciones elementos que ligan a la madre tierra, al cielo con los dioses y los dioses con los hombres, ellos son también los que guía el camino hacia el cerro. 2.3 Aspectos filosóficos De este rito de intercambio, podemos deducir como ideas filosóficas que el hombre necesita de un aprendizaje, busca una armonía con el cosmos, la naturaleza, busca un sentido de identidad. El hombre chontal está en un constante aprendizaje y parte de esto es ser agradecido, por eso sube a la cumbre del cerro para pactar un trato con un ser superior a él, pues sabe que él solo no puede realizarlo todo y sólo con la ayuda de la divinidad logrará realizar buenos actos en su vida de manera individual y a nivel comunitario. El chontal busca una armonía con el cosmos, pues este rito dice relación directa con la naturaleza; esto demuestra que busca el orden de las cosas y así entra en armonía con todo lo que le rodea. Al mismo tiempo busca un sentido de identidad dentro de toda la naturaleza y se descubre el ser más inteligente de todo lo creado, por ende, tiene el mando de lo creado y lo utiliza para su beneficio. Conclusión En todos los pueblos indígenas, sin excepción alguna, encontramos una sabiduría que enriquece el espíritu del hombre, pues en sus costumbres y tradiciones están plasmadas toda una historia y una experiencia que evocan y resuenan de una u otra manera en la vida de cada individuo. Al concluir este trabajo de investigación, se puede notar que la cultura chontal es un pueblo religioso con 37 El rito del intercambio en el pueblo chontal Editson García Vázquez muchas tradiciones, los dominicos, cuando evangelizaron, utilizaron las danzas y demás artes para convertirlos al cristianismo, pues eran herramientas que los chontales ya practicaban, los misioneros se enfatizaron en ese aspecto. El rito de intercambio que los chontales realizan, tiene implícito un aspecto filosófico que trasciende su realidad a un momento en el que entabla una relación con la divinidad. El hombre chontal está en un continuo aprendizaje en unión con la naturaleza; aprende de todo lo que le rodea. Hablar de este pueblo, es hablar de un gran campo de investigación, que varios ya han explorado. Es interesante todo lo que esta cultura ofrece. Es necesario indagar desde las fuentes principales, los ancianos de la comunidad de Huamelula, para poder comprender de manera más clara todo el significado filosófico que este rito encierra. 38 Vol. 4 no. 1 Inserciones La cultura se dice de muchas maneras Rainier Ávila Mier III año de Bachillerato Filosófico La cultura se dice de muchas maneras; tantas, que el vocablo se utiliza para designar realidades muy diversas entre sí. Decimos, por ejemplo, que en Francia hay una gran cultura de quesos, que Octavio Paz fue un hombre de gran cultura, que la cultura Maya desapareció completamente por motivos desconocidos, en fin, la lista pudiera seguir y seguir83. Pero lo importante, es que resalta a la vista, que la época contemporánea le ha dado tantos usos al término de Cultura inflando su significado, y cabe preguntarnos entonces, por su significado fundamental84. Se puede decir, que entre más se ha estudiado el término y entre mayor alcance tiene su estudio, más confuso y complicado se ha vuelto comprenderlo. Ante esta situación, una clave importante es regresar a los orígenes y a los sentidos principales de la palabra cultura. Cultura, proviene del latín colere, que quiere decir cultivar; y este significado podemos interpretarlo de dos maneras: en un sentido directo, entendiendo la cultura como un cultivo que requiere cierto cuidado; o en un sentido figurado, como la creación y realización de valores, normas y bienes 83 Cf. Alejandro LLANO, Cultura y Pasión, EUNSA, Pamplona 2007, 13. [regresar]. 84 Cf. Mario RAMÍREZ, Filosofía Culturalista, Secretaría de Cultura de Michoacán, México 2005, 17. [regresar]. 39 La cultura se dice de muchas maneras Rainier Ávila Mier materiales e inmateriales, por el ser humano (sentido objetivo), o como el cultivo del hombre propiamente dicho (sentido subjetivo)85. La intención de este ensayo, lejos de dar una definición propia de cultura, aunque se esbocen algunos rasgos de ella, pretende echar luz sobre el fenómeno cultural por el que la cultura atraviesa, específicamente en términos de religión y globalización. Es necesario cuestionarnos si la cultura tiene un verdadero alcance transcultural, multicultural o pluricultural, que vaya de acuerdo a la realidad contemporánea. Así como el papel que juega la filosofía en el recto caminar de la cultura, o si, por el contrario, es la cultura la que determina a la filosofía. Ante una problemática que se ha discutido desde que Edward B. Tylor definió la cultura como ese conjunto totalizante de todo lo creado por el hombre en tanto miembro de la sociedad, donde todo era cultura y nada en específico a la vez, es menester, que como ya muchos pensadores lo han hecho, establecer un método que nos ayude a aclarar el rompecabezas conceptual del término cultura. La propuesta de Alejandro Llano, filósofo español nacido en Madrid, es partir del método dialéctico, de modo que nos permita encontrar el hilo conductor en la búsqueda de un factor común que se encuentre en todos los sentidos posibles y los ya antes mencionados de la cultura. Cuando hablamos de un factor común, es necesario aclarar que no se hace referencia a las concepciones formalistaunificadoras de la cultura, sino que por factor común entiéndanse un fundamento de la cultura. Para ello, la clave que nos llevará a entender sus diversos sentidos es el fundamento antropológico, puesto que la cultura tiene que ver principalmente con la perfección humana de la persona, y más que con la perfección, con el proceso de perfeccionamiento y realización humana. La 85 Cf. David SOBREVILLA, Filosofía de la cultura, Trotta, Madrid 1998, 15. [regresar]. 40 Vol. 4 no. 1 Inserciones cultura es un avance del hombre hacia sí mismo, un crecimiento de lo humano en el hombre86. En general, la antropología filosófica cree considerable y razonable hacer del hombre su objeto de estudio, ayudada de ciencias auxiliares como lo son la morfología, la psicología y la lingüística; y tiene además una doble pretensión: ser la ciencia por encima de las otras ciencias auxiliares o ciencias parciales que sólo abordan algunos aspectos del hombre, y enlazarse con todas ellas87; y en segundo lugar, por lo tanto, abarcar en una sola ciencia todos los aspectos del hombre tanto anímicos como corporales88. Incluso, en este punto, se podría decir de manera más específica, que la cultura tiene un fundamento antropológico cristiano. Entiéndase esto por la condición humana misma, que es tal, que permite ser realizada cada vez con mayor plenitud, donde cada individuo tiene ante sí el cometido de llegar a ser culto, a ser imagen y semejanza plena de su creador. Y es que, en materia de religión, la palabra culto se refiere precisamente a la veneración de Dios y, en general, a lo divino. Por tanto, la persona debe enfocarse en cultivar (cultura) y adornar el espíritu con conocimientos, ciencia y el ejercicio de las virtudes. Y aquí se pudiesen agregar las cuatro dimensiones de la cultura, a saber, el 86 Cf. A. LLANO, Cultura y Pasión, 14. [regresar]. Esto conforme a la visión de Gehlen como antropólogo, pero tanto él como otros pensadores vieron la necesidad de recurrir a la filosofía para lograr una Teoría general de la Cultura y, en otro aspecto, sintetizar los resultados parciales de todas las ciencias particulares en una antropología filosófica. [regresar]. 88 Cf. Arnold GEHLEN, Antropología filosófica, del encuentro y descubrimiento del hombre por sí mismo, Paidós, Barcelona 1993, 61. [regresar]. 87 41 La cultura se dice de muchas maneras Rainier Ávila Mier mito, la religión, el arte y la ciencia, como medios de cultivo del hombre89. En tal cultivo, el hombre no está sólo, puesto que más allá de cuidar de sí mismo, también debe cuidar (cultivar) a quienes le rodean y el mundo que habita, y del mismo modo, éste es cultivado por los otros. A todo este conjunto, que en la interpersonalidad genera un sistema de cultivo, de ideas y de convicciones, es a lo que Alejandro Llano llama “cultura”, como aquello que permite al hombre vivir sin que su vida transcurra sin sentido90. La cultura consiste también en una realidad y proyecto, con dimensiones espacio-temporales definidas, que permiten la configuración no sólo individual, sino global. Se trata de generar un conjunto armónico (entre individuos y en relación con el mundo que habitamos) de conocimientos, virtudes, técnicas y articulaciones, que tienen como resultado la vinculación de la tradición con el progreso91. Y por esta razón, es necesario hablar también de una teoría integral del hombre que tenga contacto tanto con la tradición filosófica como con las ciencias contemporáneas; que considere al hombre morfológicamente, en su especialización orgánica, sus adaptaciones naturales y su constitución específica, ajustándolo en una teoría armónica92. Concibiendo al mundo como resultado de la actividad del hombre, tanto física como intelectual, puesto que sus aspectos externos e internos pueden razonarse bajo una sola condición, bajo las propiedades biológicas 89 Cf. A. LLANO, Cultura y Pasión, 15. [regresar]. Cf. Ibidem, 16. [regresar]. 91 Cf. Ibidem, 19. [regresar]. 92 Cf. A. GEHLEN, Antropología filosófica, del encuentro […] del hombre por sí mismo, 62. [regresar]. 90 42 Vol. 4 no. 1 Inserciones y actividades culturales. Así, se dice que el hombre vive en un estado de inmediatez93 con el mundo, generando posibilidades para crecer, para moverse y para desarrollarse, por medio de la acción continua94. La línea de diálogo que hasta ahora se ha esbozado desde la antropología, tratando de entender el papel del hombre en la cultura, nos lleva a la siguiente cuestión: ver la relación que juega el hombre, y por tanto la cultura, en el mundo, y más específicamente, en el fenómeno de la globalización. Tratemos de ver cómo este fenómeno afecta a la cultura, y cómo, posiblemente por su causa, es que el término de cultura se dice de muchas maneras. Si damos un vistazo rápido a lo que es la globalización, se puede percibir que es un fenómeno grandioso que une y aproxima a cualquier hombre sobre la tierra, nos acerca unos a otros de un modo que era impensable apenas algunas décadas atrás. Es el fenómeno resultado de las revoluciones científicas, artísticas, religiosas y tecnológicas del último siglo. Hoy por hoy es posible encontrar lo que sea y saber sobre cualquier tema con tan sólo un “click”, gracias al internet y, claro, a la televisión. Pero este vistazo es en efecto tan rápido, que no se logra ver lo esencial del fenómeno ni la dimensión de sus consecuencias. Es increíble la rapidez y la facilidad con la que actualmente podemos transmitir información, hacer intercambios intercontinentales en segundos, reduciendo la escala planetaria a espacios virtuales. Sin duda que, a este ritmo, la renovación del hombre en los terrenos cultural y educativo, necesita una fuerte 93 Gehlen señala que lo que percibimos como un estado “inmediato” en realidad es un producto de nuestra propia actividad. La Cultura es mediación, la “apertura al mundo” del hombre es siempre mediada. [regresar]. 94 Cf. Ibidem, 66-67. [regresar]. 43 La cultura se dice de muchas maneras Rainier Ávila Mier atención y enfoque de la filosofía para que no se desvirtúe ni se desvíe de sus líneas. Una de las más notorias paradojas de la globalización, a saber, es que es escasamente global. La interpenetración de las culturas (transculturalismo, multiculturalismo o pluriculturalismo), y el notable acceso a la información, sólo afectan a menos del 20% de la población mundial; mientras que el otro 80% está completamente fuera del fenómeno, atrapados en la historia y el abandono, al grado, que se dice que el 65% de las personas en el mundo nunca han hecho una llamada telefónica95. Tal parece, que estamos ante una globalización monocéntrica, de unos cuántos, y que aparte, está erradicando las culturas locales (o mejor dicho, en sentido estricto, las culturas periféricas o marginadas), queriendo abarcarlo todo bajo los mismos términos “universales” y sustituyendo la cultura por un ambiente cosmopolita de burguesía y aeropuertos internacionales; con tales estatutos, Llano no teme en afirmar con severidad, que la globalización en lugar de cultivar al hombre está realizando una función desculturizadora96. En consecuencia, la globalización es un abuso y una contradicción, en un tiempo donde la información vuela por el espacio, hay tantos que carecen de acceso a ella. Tales condiciones de posibilidad afectan los niveles de educación y por ende el cultivo apropiado del hombre. Sin embargo, si vemos aún más de cerca este fenómeno, podemos darnos cuenta de una última consecuencia; y es que, al parecer, los países menos desarrollados están tomando la vanguardia posicionándose por delante de los países dominantes y más poderosos. ¿Por qué ocurre esto? La respuesta está en ese 20 por ciento con de la población globalifílica, la cual se está rezagando en el limbo de la información y la tecnología, ya no piensan, todo les está dado; 95 96 Cf. A. LLANO, Cultura y Pasión, 120. [regresar]. Cf. Ibidem, 123. [regresar]. 44 Vol. 4 no. 1 Inserciones mientras que aquellos que hacen omisión al fenómeno globalizante, invierten su tiempo aún en la literatura, el arte, la ciencia, la religión, en pocas palabras, en el cultivo de las dimensiones culturales. Aparentemente, la pretensión kantiana de una visión suprema de la Naturaleza en un estado cosmopolita universal97 en cuyo seno se desarrollen todas las disposiciones originarias de la especie humana, ha sido malinterpretada por el hombre actual, pues éste ha modificado su tendencia natural de vivir en el culto, olvidándose de su pertenencia a la especie humana y su participación en el plan natural, actuando egoísta e individualmente98. Una vez entendido el problema y los síntomas de la globalización, se debe rescatar el ideal que ésta propone; pues la posible gran oportunidad que la globalización abre, es la posibilidad de intercambiar y difundir conocimientos en una sociedad en la que el saber sea la verdadera riqueza de las naciones. Es decir, una postura negativa que ha tomado la globalización es la meramente económica, de dominio, territorio y propiedad; pero si se torna la mirada al lado positivo de la globalización, el intercambio y el mercado estarían dominados por la cultura, para lo cual es necesario encontrar a este fenómeno su dimensión y dignidad humana99. 97 El estado cosmopolita es sugerido por Kant como aquél en el que se desenvolverá el hombre más allá de lo instintivo, en todo su potencial y de acuerdo a fines autodeterminados. La Naturaleza dio al hombre la facultad de la razón pero está en el hombre la realización y ejercicio libre de dicha facultad, y cuando lo hace nos encontramos ya en el terreno de la cultura. [regresar]. 98 Cf. Immanuel KANT, Ideas para una historia universal en clave cosmopolita y otros escritos sobre Filosofía de la Historia, Tecnos, Madrid 1994, 23. [regresar]. 99 Cf. A. LLANO, Cultura y Pasión, 120. [regresar]. 45 La cultura se dice de muchas maneras Rainier Ávila Mier En conclusión, el término clásico de cultura, tanto en sus dimensiones objetiva como subjetiva, sigue siendo actualmente válido. Sin embargo, la diversificación de su significado se debe a dos variables propias de la realidad del hombre, a saber, en primer lugar, que la condición propiamente humana, no se ha logrado alcanzar aún las pretensiones de universalidad que su dignidad merece, generando distintos puntos de vista y subjetivando la cultura a sus mínimos; en segundo lugar, los factores externos al hombre, el medio circundante y el fenómeno globalizador, se han vuelto, más allá de benéficos, una condición impositiva e imparcial, que ni siquiera es válida para todos. Ahora, la antropología también ha ido variando y se ha modificado su enfoque del hombre través del tiempo, más conserva su objeto de estudio que es el hombre mismo, y ésta se ha ido adaptando al mismo tiempo a las necesidades y al pensamiento de su época; sin embargo, el reto para antropología filosófica moderna consiste en hacer una teoría que integre tanto los elementos internos como externos del hombre, así como la tradición filosófica y la ciencia, sin limitarse al estudio de aspectos específicos. Para lo cual, es necesario equiparar los fenómenos sociales y las actitudes del hombre actual con las ya deliberadas en otras épocas, de modo que podemos darnos cuenta que en realidad se trata de una transformación del mismo fenómeno cultural del hombre, pero con otras características. La antropología cristiana, además de ofrecer su conocimiento milenario, pretende que la cultura alcance las demandas de universalidad que la globalización propone, pero con un enfoque virtuoso y racional, que como bien expresaba Kant, el hombre puede y debe adaptarse a su naturaleza pero no para estancarse en ella, sino para modificarla y dominarla; y a esto, agrega el enfoque cristiano, sigue la trascendencia, por medio de la religión, a la plenitud y configuración con el Ser Supremo, del cual somos imagen y semejanza. 46 Vol. 4 no. 1 Inserciones La cultura se dice de muchas maneras, pero su fundamento es el mismo: el hombre. Éste tiene la tarea de cultivar y dejarse cultivar, así como de expresar con plenitud las dimensiones de la cultura, el arte, el mito, la religión y la ciencia. Es menester globalizar estas cuatro dimensiones y hacerlas asequibles a todo ser humano, llamado así por la dignidad que le es propia. De manera, que la información no se quede en un plano irrelevante y superfluo, sino que tenga trascendencia y un alcance verdaderamente transcultural, haciendo emerger la cultura como la comprensión profunda del significado de la realidad. 47 La filosofía en El Sueño de Sor Juana Inés de la Cruz Joel Patricio Rangel La filosofía en El Sueño de Sor Juana Inés de la Cruz Joel Patricio Rangel II año Bachillerato Canónico Introducción Sor Juana Inés de la Cruz fue una de las figuras más representativas de las letras hispanas, una mujer que se adelantó a su tiempo, logrando superar las fronteras impuestas socialmente en tiempos del Virreinato a las mujeres. Sin duda alguna la controversia que causó durante su vida es razón suficiente para adentrarse en la vida y la obra de esta admirable mujer. Una de las escritoras más importantes que ha tenido México desde aquella época. Ingresar al espacio del Virreinato, es entrometerse a un espacio que para muchos resulta desconocido, sin embargo, a partir de los poemas de Sor Juana, se puede entender la realidad de la época, la crisis o el resplandor de la Nueva España, su oscurantismo o su aurora vital se reflejan en el diseño del poema El Sueño y en sus alcances intelectuales como un concentrado del saber de la época y de su temple anímico. A grosso modo en estas páginas se busca hacer una breve aserción de que, dentro de El sueño escrito por la llamada «Décima Musa», enlazadas en los versos se encuentran tendencias platónicas, aristotélicas, neoplatónicas, tomistas, además de situaciones y personajes que se han mencionado en fábulas y mitos, logrando de una manera muy fina engarzar filosofía y ciencia, fantasía y realidad, el mito y el λόγος*. Utilizando el método doxográfico se analizarán fragmentos del poema a partir de algunos textos, principalmente de las Obras Completas de Sor Juana Inés de la Cruz. 48 Vol. 4 no. 1 Inserciones En este trabajo se muestran varios versos en donde Sor Juana trata un tema filosófico, se plantea la labor de probar si el hombre es capaz de conocer la realidad y lo creado, valiéndose de su inteligencia, expresándolo como una aventura personal, como lo es en un sueño, mirando las cosas desde otro punto de vista, mientras el cuerpo duerme el alma se libera de su «cárcel» al modo platónico y se aventura en la búsqueda del conocimiento. En el poema no se reflexiona sobre problemas concretos de la Nueva España, pero sí aborda uno de los problemas universales de la filosofía: qué y cómo los humanos podemos conocer y es precisamente desde las consideraciones estrictamente filosóficas, principalmente las contenidas en El sueño, que el pensamiento de Sor Juana, reúne todos los requisitos para ser considerado como tal. Para entender este poema el primer antecedente que ha marcado a gran parte de estudiosos, es sin duda la Aprobación del Padre Diego Calleja, un jesuita madrileño, confidente epistolar de Sor Juana y primer biógrafo suyo, que realiza en la publicación póstuma de las obras de Sor Juana en España, en la que aporta dos notas, primero la comparación que hace de la poetisa con Luis de Góngora y dice que incluso lo supera, porque Sor Juana se ocupa de temas que el poeta no se hubiera atrevido a abordar; Calleja lo expresa de la siguiente manera: suelta de tasar los consonantes a cierto número de versos, como el que arbitró el príncipe numen de don Luis de Góngora en sus Soledades, a cuya imitación, sin duda, se animó en este Sueño la madre Juana; y si no tan sublime, ninguno que lo entienda bien negará que vuelan ambos por una esfera misma. Don Luis escogió materias que supo balancear, pues hay unas más que otras capaces de que en ellas vuele la pluma con desahogo. De esta calidad fueron cuantas tomó don Luis para componer sus Soledades; pero las más que para su Sueño la madre Juana Inés escogió son materias por su naturaleza tan áridas, que haberlas hecho florecer tanto discrepa maravillosa 49 La filosofía en El Sueño de Sor Juana Inés de la Cruz Joel Patricio Rangel fecundidad en el cultivo100. Calleja alaba el tan minucioso fondo que causa admiración por la forma en la que Sor Juana escribe destrezas con tan valiente gallardía, acerca de la airosa inspiración poética de los principios, medios y fines por los que las especies sensibles pasan desde el sentido externo al común, al entendimiento agente, a ser intelección, y otras cosas de este linaje. Segundo, da un significado del poema de la manera siguiente: «Siendo de noche me dormí, soñé que de una vez quería comprender todas las cosas de que el universo se compone; no pude, ni aún divisas por sus categorías, ni a un solo individuo, desengañada, amaneció y desperté». A este modo se reducen las grandes erudiciones, sutilezas y elegancias del poema, que será difícil de entender a los que confunden hondura con obscuridad; pero los que saben los puntos de las facultades, historias y fábulas, entienden que la poetisa escribió con claridad dejando ver la grandeza de su tan sutil espíritu101. La filosofía en «El sueño» de Sor Juana Inés de La Cruz Sor Juana Inés de la Cruz, San Miguel Nepantla, 12 de noviembre de 1651 - Cd. de México, 17 de abril de 1695, fue una religiosa y escritora novohispana, exponente del Siglo de Oro de la literatura en español; entre sus poemas se hallan tantos matices como se es posible: romances filosóficos y amorosos, glosas de sentido filosófico-moral, histórico-mitológico, satírico-burlesco, entre otros muchos. El poema de Sor Juana, El sueño, consiste en un viaje, pretendiendo reflexionar si es posible obtener el conocimiento absoluto del universo, se dice que éste viaje ha fracasado, por eso 100 Cf. Diego CALLEJA, Aprobación a las Obras y Fama póstuma de la Madre sor Juana Inés de la Cruz [1700]. En: Antonio ALATORRE. Sor Juana a través de los siglos (1668-1910). Tomo I. El colegio Nacional / El colegio de México / UNAM [PDF], en http://elclaustro.edu.mx/dec/sjm/dos_sonetos/images/elsueno.html (01.12.2015) pp.245-246. [regresar]. 101 Cf. Ibidem. [regresar]. 50 Vol. 4 no. 1 Inserciones «desengañada» la autora despierta. En efecto se ha coincidido en que el poema relata un «fracaso», narra un fracaso intelectual, es el relato de una visión espiritual que termina en una no-visión. Es un viaje de conocimiento cosmológico. En términos filosóficos se puede comparar a Sor Juana con los antiguos pensadores griegos que han sido denominados como los físicos o filósofos de la naturaleza, quienes trataban de encontrar la sustancia constitutiva del universo, pero si sólo se mira al poema en esta línea es cerrarse a las demás opciones que este poema puede ofrecer. En la primera parte del poema, Sor Juana deja ver que se trata de la caída de la noche en donde todo se vuelve tenebroso, pues es en la noche donde la mayoría de los seres descansan, se impone el silencio, el reposo absoluto; en la segunda etapa encontramos que es este descanso lo que propicia el sueño, el sueño del alma; y tercero, comienzan aparecer los rayos de luz y el que sueña se incorpora. Es evidente que los primeros versos del poema se refieren al fenómeno astral de la noche, en donde queda la cuestión de si es posible hallar en ellos, desde el punto de vista meramente natural, alguna otra cosa102; los versos son los siguientes: Piramidal, funesta, de la tierra nacida sombra, al Cielo encaminaba de vanos obeliscos punta altiva, escalar pretendiendo las Estrellas; si bien sus luces bellas 102 Cf. Alejandro SORIANO VALLES, El primero sueño de Sor Juana Inés de la Cruz. Bases Tomistas [PDF], UNAM, México 2000, en https://books.google.com.mx/books?id=pZPEHS_QorIC&pg=PA253&dq= el+primero+sue%C3%B1o+de+sor+juana+ines+dela+cruz+bases+tomist as+alejandro+soriano+valles&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjd4oLPs77JAh XJJCYKHVfiAfMQ6AEIGjAA#v=onepage&q=el%20primero%20sue%C3 %B1o%20de%20sor%20juana%20ines%20dela%20cruz%20bases%20t omistas%20alejandro%20soriano%20valles&f=false (02.12.2015) pp. 24. [regresar]. 51 La filosofía en El Sueño de Sor Juana Inés de la Cruz Joel Patricio Rangel –exentas siempre, siempre rutilantesla tenebrosa guerra que con negros vapores le intimaba la pavorosa sombra fugitiva burlaban tan distantes, que su atezado ceño al superior convexo aun no llegaba del orbe de la Diosa que tres veces hermosa con tres hermosos rostros ser ostenta, quedando sólo dueño del aire que empañaba con el aliento denso que exhalaba; y en la quietud contenta de imperio silencioso, sumisas sólo voces consentía de las nocturnas aves, tan obscuras, tan graves, 103 que aun el silencio no se interrumpía . Se trata de la descripción «física» del anochecer, la sombra «nacida» de la tierra aparenta ser el efecto de la obscuridad producida por el movimiento del sol, que al iluminar el hemisferio opuesto, deja sumido a éste en tinieblas que se proyectan hacia la luna104. Al leer el poema de Sor Juana se nota que hay una influencia del platonismo y del neoplatonismo en algunos versos, la poetisa los ha puesto de tal manera que armonizan y se complementan entre sí. Encontramos en dos líneas del poema, ideas de Plotino: «[…] Porque no hay belleza más verdadera que la que se ve en el que posee la sabiduría, […] porque si no es esta 103 Sor Juana Inés DE LA CRUZ, «El sueño», en Obras completas, Editorial Porrúa, México 2002, pp. 183. [regresar]. 104 Cf. A. SORIANO VALLES, El primero sueño de Sor Juana Inés de la Cruz. Bases Tomistas [PDF], 91. [regresar]. 52 Vol. 4 no. 1 Inserciones belleza la que os mueve y la que os hace decir que ese ser es bello […]»105. Plotino habla de un movimiento, entendiendo el movimiento como una transformación, pues bien en el poema El sueño Sor Juana escribe refiriéndose al alma: «La cual, en tanto, toda convertida a su inmaterial ser y esencia bella […]»106. En estos dos versos se expresa que el alma perdida en el mundo experimenta una conversión, con la que recobra su naturaleza inmaterial y a la vez su esencia bella, belleza que pertenece al mundo de lo inteligible o de lo inmaterial y concierne sólo al plano del pensamiento. Sor Juana refiere en varias ocasiones la idea de transformación previamente a la transformación del alma en su esencia bella. Como se ha dicho en el párrafo anterior, la poetisa muestra otras transformaciones como consecuencia de una afrenta a la que se ha respondido con un castigo; se apoya en la Metamorfosis de Ovidio y refiere el mito de la transformación de las tres hijas de Minias en repugnantes murciélagos, por no obedecer los ritos que se debían dar al dios Baco107 y las refiere en los siguientes versos: Y aquellas que a su casa campo vieron volver, sus telas hierba, a la deidad de Baco inobedientes –ya no historias contando diferentes, en forma sí afrentosa transformadas--, segunda forman niebla, ser vistas aun temiendo en la tiniebla, aves sin pluma aladas: aquellas tres oficiosas, digo, 105 PLOTINO, «Sobre la belleza inteligible», Enéada V, Traducción del griego por José Antonio Miges, en http://laescalerasophia.com.ar/biblioteca/Eneada_5.pdf (17.10.2015) pp. 46. [regresar]. 106 S. J. I. DE LA CRUZ, «El sueño», en Obras completas, 189. [regresar]. 107 Cf. OVIDIO, Metamorfosis [PDF], en http://www.edu.mec.gub.uy/biblioteca_digital/libros/o/Ovidio%20%20Metamorfosis.pdf (24.10.2015) pp. 91-92. [regresar]. 53 La filosofía en El Sueño de Sor Juana Inés de la Cruz Joel Patricio Rangel atrevidas hermanas, que el tremendo castigo de desnudas les dio pardas membranas alas tan mal dispuestas 108 que escarnio son aun de las más funestas […] . Siguiendo el juego de la duplicación muy común en la época de Sor Juana y teniendo en cuenta otro pasaje de Ovidio, en donde se transforma en pez a Alcione, quien antes y por celos, había convertido ella misma en peces a una pareja de personas sólo por el delito de amarse109; dice así el poema de Sor Juana: […] y los dormidos, siempre mudos, peces, en los lechos lamosos de sus obscuros senos cavernosos, mudos eran dos veces; y entre ellos, la engañosa encantadora Alcione, a los que antes en peces transformó, simples amantes, 110 transformada también, vengaba ahora . El valor filosófico de la transformación física que se expresan en estos versos es referente al cambio substancial, es decir, a una metamorfosis en donde el cambio se da más allá de la forma, una metamorfosis, es el cambio substancial de un sujeto a otro sujeto, por el que uno se transforma en otro. Esto a diferencia de la transformación que se da en el alma, mencionada al principio, en la cual sucede un cambio, pero este cambio es accidental porque permanece el mismo sujeto y el cambio sólo se da en alguna de sus categorías o predicamentos. Sor Juana Escribe: 108 S. J. I. DE LA CRUZ, «El sueño», en Obras completas, 184. [regresar]. Cf. OVIDIO, Metamorfosis [PDF], en http://www.edu.mec.gub.uy/biblioteca_digital/libros/o/Ovidio%20%20Metamorfosis.pdf (24.10.2015) pp. 80. [regresar]. 110 S. J. I. DE LA CRUZ, «El sueño», en Obras completas, 185. [regresar]. 109 54 Vol. 4 no. 1 Inserciones El alma, pues, suspensa del exterior gobierno –en que ocupada en material empleo, o bien o mal da el día por gastado--, solamente dispensa remota, si del todo separada no, a los de muerte temporal opresos lánguidos miembros, sosegados huesos, los gajes del calor vegetativo, el cuerpo siendo, en sosegada calma, un cadáver con alma, 111 muerto a la vida y a la muerte vivo […] . Al referirse que el alma está suspendida, se entiende que el alma está levantada o colgada en el aire, describiendo la acción de la facultad vegetativa del alma, que es la que conserva la vida, el alma como causa del vivir no puede dejar esta función primaria, por ello «dispensa» a los « lánguidos miembros», «sosegados huesos», «el calor vegetativo» indispensable para la supervivencia incluso durante el dormir112. Aquí tenemos un elemento platónico acerca del alma y del cuerpo, el alma está unida al cuerpo pero se puede separar de él, por lo menos y de forma parcial durante el sueño, el mundo palpable nos da una visión, una opinión; mientras que el mundo inteligible que el alma puede alcanzar durante el sueño, nos da la visión de la ciencia, el conocimiento; el mundo material que vemos con los ojos del cuerpo sólo es un reflejo del mundo de las ideas que contemplamos con la inteligencia. El sueño que describe Sor Juana es de la siguiente manera: […] así ella, sosegada, iba copiando las imágenes todas de las cosas, y el pincel invisible iba formando 111 S. J. I. DE LA CRUZ, «El sueño», en Obras completas, 187. [regresar]. Cf. A. SORIANO VALLES, El primero sueño de Sor Juana Inés de la Cruz. Bases Tomistas [PDF], 48. [regresar]. 112 55 La filosofía en El Sueño de Sor Juana Inés de la Cruz Joel Patricio Rangel de mentales, sin luz, siempre vistosas colores, las figuras no solo ya de todas las criaturas sublunares, más aún también de aquéllas que intelectuales claras son estrellas y en el modo posible que concebirse puede lo invisible, en sí, mañosa, la representaba 113 y al alma las mostraba . En este pasaje, se presenta una idea platónica muy notable: la «Mimesis» que se entiende como la copia del mundo de las ideas; la autora abarca con sus letras no sólo el mundo visible sino también el invisible: el de los pensamientos, no sólo percibido por los ojos del cuerpo sino también lo que vislumbra la inteligencia. Afianzando lo que Platón opinaba de las ideas, que éstas eran mejores que las cosas, pues las ideas son inmutables, es decir, no cambian y cualquier cosa que sea inmutable tiene un grado mayor de perfección. Aquí se puede hacer una conexión con alguno de los textos de la Biblia, obviamente Sor Juana conocía bien este texto fundamental del cristianismo, en la Segunda Carta de San Pablo a los Corintios, se enuncia «[…] ya que tenemos la mirada puesta en lo invisible, no en lo visible, porque lo visible es pasajero, pero lo que no se ve es para siempre»114. En este vínculo que hace Sor Juana entre las «copias de las imágenes de todas las cosas» (lo visible) y lo que «el pincel invisible iba formando» (lo invisible), es donde se adopta la forma del sueño, dice Octavio Paz que no es el poema del conocimiento como un vano sueño sino el poema del acto de conocer, no en el sentido vulgar de la palabra sueño, ni en el de ilusión irrealizable, sino en el de viaje espiritual. Épica del 113 S. J. I. DE LA CRUZ, «El sueño», en Obras completas, 188. [regresar]. Luis Alonso SCHÖKEL, «Segunda Carta a los Corintios C. 4 V. 17-18» en La Biblia de nuestro pueblo, Buena Prensa, Bilbao 2013, pp. 1845. [regresar]. 114 56 Vol. 4 no. 1 Inserciones acto de conocer, el poema es también la confesión de las dudas y las luchas del entendimiento. Es una confesión que termina en un acto de fe: no en el saber sino en el afán de saber115. No sólo capta las figuras sublunares, sino también capta las figuras que están por encima de nosotros a las que se refiere como «estrellas»; tal vez en este intento, Sor Juana quería mostrar realidades de tipo metafísicas como los son las esencias, los conceptos o en algún modo, los ángeles, según se quiera ver. En este punto se puede entender que el hombre, de acuerdo al poema de Sor Juana, puede acceder a una alteración del entendimiento sólo si accede a su ser inmaterial; con lo que se puede suponer está estableciendo que el hombre tiene un origen espiritual. Juzgando también, que en el intelecto se halla lo que concebimos como alma, si se sigue la proposición de que lo semejante sólo puede ser conocido por lo semejante, para así poder entender qué es lo que el alma contempla y que considera como «estrellas», así se puede deducir que para contemplar las estrellas intelectuales, el alma tiene que ser también una estrella intelectual. Otro elemento importante que es mencionado en el poema es la participación que tiene el alma en el Ser, «[…] aquella contemplaba, participada de alto Ser, centella que con similitud en sí gozaba[…]»116. La participación y la semejanza son términos filosóficos de importancia en la Cuestión 4 Artículo 3 de la Suma Teológica de Tomás de Aquino en donde se enuncia: «¿Puede o no puede alguna criatura ser semejante a Dios? […] Como quiera 115 Cf. Octavio PAZ, Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe, 2 FCE, México 1994 , pp. 455-456. [regresar]. 116 S. J. I. DE LA CRUZ, «El sueño», en Obras completas, 189. [regresar]. 57 La filosofía en El Sueño de Sor Juana Inés de la Cruz Joel Patricio Rangel que la semejanza responde a la correspondencia o comunicación en la forma […]»117. Aquí se reconoce que Sor Juana está convencida de que el alma participa del Ser, habla de una unión con lo divino, se refiere al alma como una centella, una chispa divina, pero sólo con similitud. Aquino explica que hay una semejanza en aquellas cosas en la misma forma pero no por la misma razón, poniendo como ejemplo a las cosas que son generadas por la fuerza del sol, pero no porque reciban la forma del sol por la semejanza de especie, sino por la semejanza en el género y si hay algún agente que no pertenezca a ningún género la semejanza será aún más remota y no se participará del agente por razón de la misma especie o del mismo género, sino por una cierta analogía, como el ser es común a todos. De este modo todas las cosas que proceden de Dios, se asemejan a Él en cuanto seres como principio absoluto de todo ser118. A la mitad del poema Sor Juana trae a sus versos de forma más explícita elementos aristotélicos, tales como lo son las Diez Categorías, que el filósofo entiende como los conceptos que se les dan y se predican de las cosas: el sujeto, cantidad, cualidad, relación, hábito, tiempo, ubicación, situación, agente y pasión y que sólo existen en la mente, pues han sido separados de la materia mediante la abstracción, dejando sólo el concepto; se dice concepto a las imágenes que se forman de los objetos, pero que son originales en sí mismos. En estas líneas hace alusión también a lo que se conoce como el problema de los universales, que implica pasar de las cosas compuestas de Materia y Forma, luego las sustancias separadas hasta llegar a los compuestos simples, la poetisa lo escribe así: 117 4 Cf. Tomás DE AQUINO, S. Th I., Parte I [PDF], BAC, Madrid 2001 , en http://biblioteca.campusdominicano.org/1.pdf (21.11.2015), pp. 125-126. [regresar]. 118 Cf. Ibidem, 126. [regresar]. 58 Vol. 4 no. 1 Inserciones […] dos veces cinco son Categorías: reducción metafísica que enseña (los entes concibiendo generales en sólo unas mentales fantasías donde la materia se desdeña el discurso abstraído) ciencia a formar de los universales, reparando, advertido, con el arte el defecto de no poder con un intuitivo conocer acto todo lo criado, sino que, haciendo escala, de un concepto 119 en otro va ascendiendo grado a grado […] En este rasgo la poetisa plasma sus alcances y expresa que su entendimiento quiere seguir el método inductivo, pues su entendimiento quería seguir el método de ínfimo grado del ser inanimado que es menos favorecido, y pasar a la más noble jerarquía de conocimiento primogénito aunque grosero120. A partir de estas estrofas El sueño acoge una tendencia nueva, el propio entendimiento trata de superar la capacidad propia, pero no lo logra; a propósito de estos versos Alejandro Soriano se pregunta en dónde reside el fracaso del alma, precisa que el entendimiento humano no es deficiente sino que posee su propia perfección humana y ésta tiene límites, con lo que El Sueño se convierte en un poema sobre los límites del saber humano121. Pues si a un objeto solo –repetía tímido el pensamiento— huye el conocimiento y cobarde el discurso se desvía; 119 S. J. I. DE LA CRUZ, «El sueño», en Obras completas, 194. [regresar]. Cf. Ibidem, 195. [regresar]. 121 Cf. A. SORIANO VALLES, El primero sueño de Sor Juana Inés de la Cruz. Bases Tomistas [PDF], 91. [regresar]. 120 59 La filosofía en El Sueño de Sor Juana Inés de la Cruz Joel Patricio Rangel si a especia segregada –como de las demás independiente, como sin relación considerada— 122 da las espaldas al entendimiento […] . Súbitamente hay algo que sucede dentro del poema, el alma se agita y se atreve a andar hacia adelante; el ánimo se vuelve osado, atrevido y no frena su deseo de experimentar más, no hay castigo que baste para hacerle rendirse123. El ánimo se vuelve un «[…] ejemplar pernicioso que alas engendra a repetido vuelo […]»124 sobre aquello que es mejor callar, el ejemplar pernicioso se vuelve nocivo y su mayor mal es ser noticia125. Con estos versos, Sor Juana sostiene que el exceso insolente del conocimiento es nocivo, pues lleva al naufragio del intelecto, puesto que hay realidades que no se pueden abarcar sólo por el entendimiento y lo reitera de la siguiente manera: «No siempre suben seguros vuelos del ingenio osados, que buscan trono en el fuego y hallan sepulcro en el llanto»126. Refiriéndose a que el saber es nocivo, cuando se intenta saberlo todo sin tener un orden; el intelecto se va en curiosidades y se deja fuera lo que realmente es necesario. Ante el fracaso del alma al intentar una intuición universal, ésta recurre al método deductivo y alude excesivamente al conocimiento que posee la humanidad. Se mantiene el ansia de conocimiento, aunque se reconoce la escasa capacidad humana para comprender lo que hay en la tierra. En la parte final del poema el cuerpo del individuo que duerme comienza a despertarse, a paso lento pero muy firme; el sueño comienza a revolverse con la realidad, el cerebro se desocupa, los fantasmas huyen, sale el sol de oro sobre el azul 122 S. J. I. DE LA CRUZ, «El sueño», en Obras completas, 197. [regresar]. Cf. S. J. I. DE LA CRUZ, «El sueño», en Obras completas, 198. [regresar]. 124 Ibidem. [regresar]. 125 Cf. Ibidem, 199. [regresar]. 126 S. J. I. DE LA CRUZ, «Finjamos que soy feliz», en Obras completas, 5. [regresar]. 123 60 Vol. 4 no. 1 Inserciones zafiro, quedando a la luz más cierta el Mundo iluminado, y yo despierta127. Desde el inicio del poema se percibe al alma como protagonista, un personaje sin sexo, pero esta última palabra «despierta», hace referencia a que es una mujer la que ha dicho todo esto, así el poema también es una defensa del derecho que tenía la mujer a la intelectualidad, el derecho que Sor Juana defendió para ella y para todas las mujeres. Conclusiones El sueño es una composición poética de gran complejidad en la forma y contenido, es la obra magna de Sor Juana Inés de la Cruz de tipo filosófico-científico. En él se notan varios elementos de Platón y Aristóteles. Desarrolla el poema al lado de la realidad, con algunos elementos metafísicos; a pesar de haber sido escrito por una religiosa de la Orden de San Jerónimo, es curioso que Dios no aparece en el poema o por lo menos no mencionado como lo es en el cristianismo sino sólo como el «Ser»128. Para Sor Juana es entre el alma y el entendimiento donde se mueve el conocimiento y éste conocimiento gira dentro de la razón y el entendimiento, en el poema se reconoce que el alma se puede separar momentáneamente del cuerpo, dando la oportunidad para que se ocupe la razón, sin embargo este atrevimiento lleva al fracaso, fracaso que no llega a ser explicado por la poetisa, sólo lo atribuye al despertar del cuerpo durmiente y este acto en vez de lograr la libertad del alma sólo la lleva a la catástrofe. 127 Cf. S. J. I. DE LA CRUZ, «El sueño», en Obras completas, 199-201. [regresar]. 128 S. J. I. DE LA CRUZ, «El sueño», en Obras completas, 189. [regresar]. 61 La filosofía en El Sueño de Sor Juana Inés de la Cruz Joel Patricio Rangel En el poema, Sor Juana llega a concluir que el intelecto humano es incapaz de entender la totalidad del universo, pues no es capaz de descifrar los misterios de lo que hay en la tierra y el universo representa algo muy superior que, analógicamente ni siquiera los poderosos seres mitológicos como Atlante o Alcides pudieron dominar. Su alcance y profundidad han trascendido fronteras, porque trata de un problema universal: la posibilidad y los límites del conocimiento. Es fácil para muchos, cuando se desconoce la obra y los alcances que Sor Juana tuvo en su entendimiento, opinar que el poema El sueño hace alusión a la famosa frase de Descartes «primero pienso, luego existo» y que fue escrito siguiendo esta línea cartesiana; pero si se pone un poco de atención, en la obra titulada Respuesta a Sor Filotea de la Cruz del año 1691, mediante la cual la poetisa se defiende de las acusaciones hechas en su contra por el obispo Manuel Fernández de Santa Cruz, existe dentro del texto una aclaración muy peculiar, donde Sor Juana explica que el título del poema no lo ha dado ella, sino quienes lo han leído y así lo escribe: «Demás, que yo nunca he escrito cosa alguna por mi voluntad, sino por ruegos y preceptos ajenos; de tal manera, que no me acuerdo haber escrito por mi gusto sino es un papelillo que llaman El Sueño»129. 129 S. J. I. DE LA CRUZ, «Respuesta a Sor Filotea de la Cruz», en Obras completas, 845. [regresar]. 62 Vol. 4 no. 1 Inserciones Moisés Ben-Maimónides en el pensamiento de Tomás de Aquino: Un acercamiento introductorio desde la Suma Teológica Rubén Betancourt García Profesor tiempo completo UPM Introducción La presente reflexión tiene la finalidad de valorar el pensamiento del filósofo judío que gozó de tanta fama dentro de la filosofía hebrea, importancia que reconoce Tomás de Aquino al citarlo130 como una autoridad, llamándolo: Rabí Moisés. En efecto, en la obra de Maimónides se verifica que, gracias a la revelación divina, el pueblo hebreo conoció y poseyó un conjunto de verdades teológicas, metafísicas, morales y político-sociales, que constituyen una «filosofía» y una «ciencia», muy superiores, en cuanto a verdad y pureza de doctrina, a muchas de las ciencias y sistemas filosóficos de las antiguas naciones y civilizaciones, sin excluir las de Grecia y Roma. Maimónides, es para el pensamiento judío, lo que Tomás de Aquino es para los cristianos-católicos: puntos obligados de referencia para la especulación filosófica. Es reconocida por todos 130 Tomás de Aquino lo cita15 veces a lo largo de la Suma Teológica. [regresar]. 63 Moisés Ben-Maimónides en Tomás de Aquino Rubén Betancourt sus biógrafos la obra La Guía de Descarriados131, como la más original y donde se centran los puntos fundamentales del pensamiento de Maimónides. El Aquinate a pesar del prejuicio circundante en los hombres de ciencia de su tiempo, de acudir a «filósofos extraños», entendiendo por éstos a judíos y musulmanes, recurre al pensamiento de Rabí Moisés en aquellas verdades que emanan de su pensamiento para afianzar la verdad católica. Una vez más, se pone de manifiesto la sinceridad intelectual del Doctor Común, al reconocer las semillas de verdad encontradas fuera de la Iglesia. Es en la Suma Teológica132 donde se plasma el uso que hace Tomás de Aquino de la filosofía de Maimónides como se verificará a lo largo de estas páginas. El pueblo hebreo frente del panteísmo indio, del dualismo irónico, del ateísmo búdico y sínico, y del politeísmo egipcio y greco-romano, afirma la existencia de un Dios único, personal, vivo, eterno, trascendente, distinto y superior al mundo, inteligente, libre, omnipotente, infinitamente santo, justo y misericordioso para con el hombre.133 El dios del brahmanismo saca al hombre de su propia sustancia, o, mejor dicho, el mundo y los seres son fenómenos y evoluciones de la substancia divina. El dios de Zoroastro y de la Filosofía griega, o sustituye el dualismo a la unidad, o degenera en naturalismo, y, en todo caso, o apenas vislumbra, o desconoce por completo y niega la creación ex nihilo. Sólo el pueblo hebreo, iluminado por Dios, sabe y afirma que el mundo y los seres que lo constituyen fueron producidos y 131 Traducción de José Suárez Lorenzo, editada en Madrid por la Editora Compañía Ibero-Americana, sin año de publicación, 331 páginas. [regresar]. 132 Se utilizará aquí la edición elaborada por la Orden de Predicadores en la B.A.C., edición bilingüe llamada Suma Teológica de Tomás de Aquino” t I, Madrid 2005. [regresar]. 133 Cf. D. BERBEDETTE, Historia de la Filosofía, traducción francesa por Salvador Abascal, Tradición, México 1976, t I, 10-28. [regresar]. 64 Vol. 4 no. 1 Inserciones sacados de la nada en cuanto a toda su sustancia, mediante la acción omnipotente, libre e infinita de Dios134. Este artículo está dividido en cinco partes. En un primer momento se expondrá con brevedad, los datos biográficos de Maimónides; luego, se realizará un análisis de la Guía de Perplejos, considerando los elementos más importantes de la filosofía de Maimónides y sus aportaciones en relación con la doctrina judía o hebrea. Como punto intermedio en referencia al Aquinate, se enumeran algunos artículos de fe atribuidos a Maimónides. Después, se realiza un análisis de la Suma Teológica, transcribiendo textualmente el párrafo al que hace referencia a Rabí Moisés. Y por último, se elabora una relación entre Maimónides y Tomás de Aquino con sus diferencias y concordancias. 1. Biografía de Maimónides y contextualización histórica El juez rabínico Rabí Maimón Hadayán, padre de Maimónides, pertenecía a una familia aristocrática por descender en línea directa del rey David, quién tenía un excelente dominio en el Talmud así como gran erudición en la ciencia de la época, principalmente en la Astronomía. Poco se sabe sobre la madre de Maimónides, dice una leyenda que Rabí Maimón había rehusado tomar esposa y decía: «Mi alma sólo siente deseos de la Torá»135, pasaron años y cierto día estando en su huerto mientras dormía escuchó una voz que le decía que él dará un hijo que escribirá la segunda ley e iluminará los ojos de todo Israel. Se le presentó 134 Cf. Concha AGUILERA (comp), Historia del Pensamiento, Desarrollo de la Filosofía Patrística, t II, La Escolástica. Editorial Sarpe. Madrid 1988, 183. [regresar]. 135 Cf. J. AVIGDOR, Maimónides: su vida y obra, ensayo biográfico. México, 13-17. [regresar]. 65 Moisés Ben-Maimónides en Tomás de Aquino Rubén Betancourt Elías, el tisbita y dijo: «Maimón ve a Córdoba y toma por esposa a la hija del carnicero»136. La madre de Maimónides, no alcanzó a criar a su hijo Moisés pues tuvo complicación en el parto y murió137. El 30 de marzo de 1135 nace en la Aljama de Córdoba Moshé Ben Maimón, el sefaradí, conocido entre los musulmanes como Abu Imram Musa ben Maimun Ibn Abdalá.138 En occidente se le seguirá conociendo como Maimónides, el médico Judío. De la familia de Maimónides se sabe que su padre era matemático y talmudista famoso en los círculos de Córdoba y Toledo. Su hermano David se desempeñaba como comerciante en joyas y su hermana Shulamit era una excelente calígrafa, que fue de gran ayuda para la redacción de sus escritos. En 1148 el sur de España es conquistado por los Almohades, una secta fanática del Corán que obliga a emigrar a los judíos y cristianos a menos que se conviertan a la fe Mahoma o decidan morir por sus creencias. Entre los que emigran al lado de la familia de Maimónides están el gramático y exégeta José Dimhí y Yehuda Ibn Tibbon, jefe de una gran casa de traductores. Llegando a Almería en 1151 y después a Fez (Marruecos).139 Debido a la gran atención por parte del Rabí Maimón a su hijo, Maimónides, no sólo se limitó al estudio judaico sino que dominó en su corta edad las matemáticas, astronomía, filosofía y física. Creció y se educó hasta llegar a los trece años, en un ambiente de tranquilidad y bienestar. Después de 1148 comienza su exilio, situación que se prolongó por once años. El exilio acrecentó las fuerzas espirituales 136 Ibídem, 17. [regresar]. Ibídem, 18. [regresar]. 138 Ibídem, 19-20. [regresar]. 139 Cf. T. ALEXANDER, E. ROMERO, Erase una vez... Maimónides. Cuentos tradicionales hebreos. Antología, ediciones El Almendro, CórdobaMadrid 1990, 47-56. [regresar]. 137 66 Vol. 4 no. 1 Inserciones creadoras de Maimónides y desde ese momento inician sus primeras obras: Un Comentario al Talmud babilónico en árabe y un Manual en hebreo para el Talmud hierosolimitano. Publicó un tratado sobre la esencia del año bisiesto que fue establecido para absorber la diferencia que existe entre el año solar de 365 días y los doce meses lunares que suman 354 días.140 Debido a la opresión de la época tuvo que partir a la Ciudad de Fez para continuar bajo tutela del famoso Rabí Yehuda Hacohen, Ibn Shushan, guía espiritual de la comunidad judía de Fez. Debido a que se recrudecen las persecuciones contra los judíos por los Cruzados, Maimónides, se traslada de Eretz Israel a Egipto, particularmente en Fostat, en el año de 1166, pero aquí padece lo más duros golpes, su padre muere y su hermano, David, naufraga; y como consecuencia cae enfermo postrado en el lecho durante un año. Por lo que tiene que elegir una profesión para poder subsistir, eligiendo así la Medicina, que estudió y conoció a fondo durante su enfermedad. Con mano maestra traza una analogía entre las enfermedades físicas del hombre y las enfermedades espirituales. Maimónides contrajo matrimonio dos veces, de su segundo matrimonio nació un hijo llamado Abraham, que llegó a ser erudito quién fue Príncipe y dirigente Espiritual del Judaísmo Egipcio. Maimónides se convirtió en el médico de la Corte Real en 1187. Su gran desarrollo intelectual y humanístico se desarrolló grandemente a partir de esta época. La vida creadora y prolífica consagrada a la sabiduría y al pueblo judío, se terminó a la temprana edad de 60 años, el 2 de Tevet del año 4965 (13 de diciembre de 1204). Sus restos fueron trasladados a Tiberiades en la Tierra de Israel.141 Su utilización de un método alegórico, aplicable a la interpretación bíblica, que minimizaba el antropomorfismo, fue condenada durante varios 140 Ibídem, 16. [regresar]. Cf. J. AVIGDOR, Maimónides: su vida y obra, ensayo biográfico, 65-91. [regresar]. 141 67 Moisés Ben-Maimónides en Tomás de Aquino Rubén Betancourt siglos por muchos rabinos ortodoxos; pero las cuestiones conflictivas de su pensamiento han perdido relevancia en la época moderna. La fama de Maimónides como médico igualaba a la que gozó como filósofo y autoridad en la ley judía. También escribió sobre astronomía, lógica y matemáticas. 2. La Guía de Perplejos de Maimónides Su principal escrito filosófico, Moré Nebujim (Guía de perplejos) fue redactado originariamente en árabe, en 1200, y traducido al hebreo bajo su supervisión. Es una obra de gran envergadura, donde se abordan los principales problemas metafísicos, antropológicos y morales, siempre al servicio de la Teología. La Guía ejerció gran influencia en Occidente: Tomás de Aquino la apreciaba y cita al Rabí Moisés con respeto y con cierta frecuencia. Guía de perplejos era un libro destinado a aquellos judíos que, habiéndose formado en los saberes profanos, encuentran dificultades para armonizar su fe con la ciencia y se hallan perplejos no sabiendo qué preferir: si una fe ciega e irracional, o una razón fría y desesperanzada.142 El título original de su libro y en los de aquellas traducciones más fieles que la española descarriados o la francesa égarés, como son las latinas perplexorum (que así la cita Tomás de Aquino), neutrorum, dubitantium, la francesa indécis, la alemana Unschlüssigen. Recogiéndolas todas, se encuentra que no se trata de los descarriados, extraviados o errados, esto es, de los que han emprendido decidida, resueltamente, un camino falso, sino de los errantes de un lado para otro, o de los que, por estar inseguros o inciertos del camino a emprender, se hallan 142 Cf. http://www.luventicus.org/articulos/03A002/maimonides.html.3001-2013. [regresar]. 68 Vol. 4 no. 1 Inserciones fluctuantes, dudosos, perplejos, indecisos, irresolutos, y a quienes la prolongación de este estado llega a poner inquietos, temerosos y finalmente oprimidos de ánimo y dolidos de corazón, conturbados o contristados.143 La Guía de los descarriados empieza, con una serie de cincuenta capítulos en que se despliega la interpretación alegórica de aquellos términos y pasajes de la Sagrada Escritura que, teniendo una significación primitiva corpórea, se refieren a Dios. La interpretación se hace con toda una verdadera técnica, rigurosa, fina, de aire de ciencia filológica moderna. Hay, si no la formulación de principios generales, sí la aplicación constante de ciertos métodos144. En unos casos, se muestra la existencia de dos términos, aparentemente sinónimos, el uno exclusivo para la significación corpórea y nunca referido a Dios. El que se refiere a éste es siempre el falso sinónimo, cuya significación es exclusivamente incorpórea. En otros casos, se prueba que el término es homónimo y, que sólo en la significación incorpórea se refiere a Dios. Primero se aducen frases en las cuales es la única posible la significación primitiva y corpórea del término. Luego, frases en que la única posible es una significación figurada e incorpórea del mismo término y que no se refieren a Dios. De esta suerte, al aducir en tercer lugar frases referentes a Dios y mostrar que la significación todavía del mismo término en ellas es esta segunda y no la primera, no cabe la réplica de que el dar en ellas al término una significación figurada e incorpórea se debe exclusivamente a la idea preconcebida de la incorporeidad de Dios, propiamente no fundada por los términos de la Sagrada Escritura. Entre varias significaciones figuradas, efectivas en distintas frases no referentes a Dios y posibles por ende en una 143 Esta referencia la hace José Gaos, en su libro “La filosofía de Maimónides”, utilice la edición digital que presenta la fundación Miguel de Cervantes, en la página de Internet que lleva ese mismo nombre. [regresar]. 144 Cf. C. AGUILERA (comp), Historia del Pensamiento, 181-183. [regresar]. 69 Moisés Ben-Maimónides en Tomás de Aquino Rubén Betancourt misma referente a él, decide en cada caso el contexto -al cual y al tema hay que atender en todos-. Otros métodos y principios responden más a peculiaridades de las lenguas semíticas o a convicciones personales de Maimónides. Esta técnica de interpretación alegórica se aplica sin más excepción importante que el término de creación y los pasajes en que figura referente a Dios. El resultado de la indicada cincuentena de capítulos es doble. Por lo pronto, mostrar el sentido en que la Sagrada Escritura predica de Dios la corporeidad o le atribuye órganos corporales. La predicación de la corporeidad equivale a la predicación de la existencia. Pero al ir interpretando alegóricamente términos y pasajes de la Escritura y mostrar el sentido en que ésta predica de Dios la corporeidad o le atribuye órganos, el resultado es, por consecuencia, ir tocando y planteando toda la serie de problemas filosóficos conexos con la significación figurada e incorpórea de los términos, empezando por la cuestión de la esencia y de los atributos divinos. Su resolución requiere todo un sistema filosófico. Maimónides lo tiene en la filosofía aristotélica. Ésta se incorpora a su obra tan orgánicamente como engendrada en la inicial interpretación alegórica de la Sagrada Escritura. Y así es como Maimónides la hace suya. 2.1. Conciliar la Biblia y la filosofía La Guía de perplejos, en la que intentó conciliar la Biblia y la filosofía, la revelación y la razón, está dedicada a quienes rechazan tanto la irreligiosidad como la fe ciega y que, al hallar en los libros sagrados cosas opuestas o aparentemente imposibles, no se atreven a admitirlas por no ir contra la razón, ni a rechazarlas por no menospreciar la fe, y quedan sumergidos en una dolorosa perplejidad. A estos perplejos se dirige Maimónides, con la intención de utilizar todas las armas dialécticas que proporcionan la filosofía musulmana y hebrea, para defender la fe tradicional. 70 Vol. 4 no. 1 Inserciones El resultado fundamental de la filosofía musulmana desde Al-Kindí a Averroes fue haber elaborado el principio de la necesidad del ser, principio cuya consecuencia inmediata es la eternidad del mundo. Es cierto que hubo contra él la reacción de los Mutakallimun, de los Asharíes y de Algazel; mas esta reacción, que partía de la ortodoxia religiosa, era extraña a la filosofía, incluso era contraria a la filosofía. Parecía como si la defensa de la novedad del mundo y de la creación sólo podía hacerse en nombre de la fe y renunciando a las ventajas que la filosofía había ofrecido para entender la verdad revelada. La originalidad de Maimónides, que desde el principio defiende la contingencia del mundo y de la creación, reside en el hecho de que no renuncia al procedimiento demostrativo ni a los resultados de la filosofía de la necesidad. Dado que la existencia de Dios y las demás verdades fundamentales sólo pueden demostrarse rigurosamente mediante los procedimientos de esta filosofía y basándose en el principio que ella sostiene, se puede utilizar este principio para establecer las verdades fundamentales, sometiendo luego a análisis el principio mismo145. En otras palabras, Maimónides admite como hipótesis provisional el principio de «necesidad del ser» para poder demostrar ciertas verdades fundamentales; dejando para más adelante la discusión del corolario fundamental del principio sobre la «eternidad del mundo». Partiendo de esta base, Maimónides va a demostrar la existencia de Dios y sus atributos fundamentales, unidad e incorporeidad: sus demostraciones siguen muy de cerca las de Avicena. Suponiendo que algo exista, necesariamente ha de existir un Ser necesario. Ya que lo que existe, aunque sólo como posible, es necesario con relación a su causa; y esta causa es precisamente el Ser necesario.146 Maimónides no cree, como Averroes, que Dios sólo conoce las cosas universales y necesarias. 145 146 Cf. Guía, I, 71. [regresar]. Cf. Ibídem, II, 1. [regresar]. 71 Moisés Ben-Maimónides en Tomás de Aquino Rubén Betancourt Dios conoce todas las cosas, incluso las particulares; pero las conoce gracias a un único e inmutable acto de sabiduría. La multiplicidad de las cosas conocidas no implica multiplicidad de la sabiduría divina, que sigue siendo única porque no depende de las cosas, que, en cambio, dependen de ella.147 Una vez establecida la existencia de Dios, Maimónides considerará el problema del mundo. El argumento más firme que Avicena presentó en favor de la eternidad del mundo era aquel de que el mundo, antes de ser creado, era posible; toda posibilidad implica un substrato material; por consiguiente, antes de la creación subsistía la materia del mundo. Pero ninguna materia existe sin forma; luego antes de la creación subsistían la materia y la forma del mundo, es decir, el mundo mismo en toda su realidad. A este argumento y otros semejantes, Maimónides responde diciendo que es imposible razonar sobre la condición en que se hallaba, cuando empezaba a nacer, una cosa que ahora está acabada y perfecta. No podemos remontar de la existencia actual de una cosa a su existencia potencial; por ello, los argumentos que se basan en este procedimiento son viciosos y carecen de fuerza demostrativa. Pero aunque la tesis de la eternidad del mundo no puede demostrarse, la tesis opuesta, de la creación, es al menos posible; pero Maimónides cree que más que posible es cierta, y nos dice por qué. La razón es, básicamente, el reconocimiento de la libertad del acto creador, libertad que rompe la necesidad absoluta del mundo, del que derivaría su eternidad. Negando la necesidad del ser, Maimónides quiere llegar a negar la eternidad del mundo; y llega a negar la necesidad, al reconocer en determinado momento del proceso de creación la libertad de elección en Dios, una decisión contingente, es decir, que no viene rígidamente determinada por la exigencia de garantizar el orden necesario del todo148. 147 148 Ibídem, III, 20, 21. [regresar]. Ibídem, II, 19. [regresar]. 72 Vol. 4 no. 1 Inserciones De este modo, partiendo de la hipótesis de la eternidad para ascender hasta Dios con una demostración necesaria, Maimónides ha llegado a negar la propia hipótesis y a inutilizar, en el terreno filosófico, la necesidad del mundo, que era el resultado fundamental de la especulación árabe de su época. 2.2. La antropología Su antropología, al igual que la metafísica de Maimónides está dominada por la necesidad de dejar a salvo la libertad creadora de Dios, sin negar por ello el orden del mundo ni hacer de la realidad un milagro continuo, su antropología está dominada por la necesidad de dejar a salvo la libertad del hombre, tanto en el campo del conocimiento como en el moral. La filosofía musulmana atribuyó constantemente a la formulación de la doctrina del «entendimiento agente», separado y divino, toda la iniciativa del conocer humano. 149 Hasta aquí nada nuevo: no hace sino reproducir la doctrina de Avicena. Pero Maimónides añade que para que el «entendimiento» pueda actualizar el intelecto hílico, es preciso que disponga de una materia preparada para recibir su expansión. Según que el alma racional esté o no convenientemente dispuesta, recibirá o no la influencia del Entendimiento agente, y se actualizará o no; para que una de estas posibilidades se lleve a cabo no es precisa la intervención del Entendimiento agente, que es siempre el mismo, sino la intervención del hombre. De este modo, Maimónides quita al entendimiento agente la iniciativa del conocer y la devuelve al hombre, según la preparación que tenga su alma racional, «el hombre recibirá en mayor o menor medida la acción del Entendimiento agente y alcanzará más o menos perfección; pues su perfección consiste en llegar a ser intelecto en 149 Ibídem, I, 50-52. [regresar]. 73 Moisés Ben-Maimónides en Tomás de Aquino Rubén Betancourt acto y en conocer, de todo lo que existe, lo que le es dado conocer»150. La mayoría de los hombres sólo reciben del «entendimiento agente» la luz necesaria para alcanzar la perfección individual; otros reciben una acción más abundante, que les estimula a escribir obras y a comunicar a los demás hombres su propia iluminación151. Quien recibe la emanación del «entendimiento agente» en el alma racional es un sabio, que se dedica a la especulación. El que, además, la recibe en la facultad imaginativa, es un profeta. La profecía es la mayor perfección que puede alcanzar el hombre, porque la influencia del «entendimiento agente» sólo en las almas mejor dispuestas se extiende más allá de la razón, hasta la facultad imaginativa.152 Maimónides deduce de su teoría acerca del intelecto, la inmortalidad. La inmortalidad no es propia de todos los hombres, sino que está reservada a los elegidos, que la Biblia llama «almas de los justos».153 Pero no se trata de una inmortalidad individual. Maimónides admite el principio aristotélico de que la diversidad de los individuos de una misma especie es debida a la materia. Este principio no es válido para las inteligencias separadas; son distintas únicamente por la relación causal, por la cual una es causa y otra efecto. Pero las almas humanas se diferencian entre sí sólo por los cuerpos: .cuando el cuerpo está corrompido, la diferencia entre los individuos desaparece, pues sólo queda el puro intelecto.154 De ese modo, la inmortalidad del hombre no consiste sino en ser partícipe de la eternidad del Entendimiento separado. Según Maimónides, el hombre no es inmortal por ser hombre, sino como parte del «entendimiento agente»; y la intensidad de su 150 Ibídem, III, 27. [regresar]. Ibídem, III, 17, 18. [regresar]. 152 Ibídem, II, 36, 37. [regresar]. 153 Ibídem, II, 27; I, 70. [regresar]. 154 Ibídem, I, 74. [regresar]. 151 74 Vol. 4 no. 1 Inserciones inmortalidad es consecuencia de la de su participación en este intelecto, es decir, de su elevación espiritual. 2.3. Contribución filosófica ¿Cuál es la significación histórica y actual de esta filosofía? Los perplejos serían, según Maimónides, pocos. En efecto, si la fe en la palabra de la Sagrada Escritura es general a la comunidad judía, la convicción de la verdad de la filosofía es privativa de aquellos escasos miembros de ella que han adquirido conocimiento de la filosofía. Más a estos pocos los han hecho posibles cuantos han colaborado con sus vidas a la confluencia de la cultura grecorromana con las culturas orientales en la vida medieval. De esta confluencia son meros sucesos particulares la repetida confrontación de helenismo y judaísmo desde la primera que tuvo lugar en Alejandría. Y la recepción de la filosofía aristotélica por árabes, judíos y cristianos. Los pocos perplejos a quienes se dirige Maimónides, con otros pocos árabes y cristianos, se presentan, pues, como la incorporación más plena y rigurosa de la vida superpuesta que conviven todos -se presentan, en suma, como el hombre de la Edad Media. La Guía de los descarriados es un argumento a favor de la unidad de este evo como unidad de triple vida, árabe, judía y cristiana, engendrada por la común superposición a la vida antigua clásica y oriental. Pero el hombre moderno es histórica prolongación del hombre de la Edad Media, que aún pervive en su fondo. Nuestra vida es segunda potencia de la superpuesta vida medieval. En este sentido, los pocos de Maimónides bien pudiéramos ser aún nosotros mismos. Más de uno de nosotros se habrá sentido, se sentirá aun, acaso, conturbado por perplejo entre una fe y una convicción comparables a aquellas entre las cuales fluctuaban los contristados de Maimónides. 75 Moisés Ben-Maimónides en Tomás de Aquino Rubén Betancourt Quizá muchos de nosotros estemos en este instante, más que perplejos, descarriados, por haber abandonado toda fe y convicción como aquellas de las cuales siquiera una no necesitaban abandonar los perplejos de Maimónides. En fin, es posible que alguno de nosotros haya dejado de estar perplejo, no por haberse descarriado, sino por haber vislumbrado la superación de su perplejidad y hasta de su descarrío en una obra de conciliación e interpretación de su propia vida que imite en esto el ejemplo remoto de Maimónides. 3. Extractos de la Guía de Perplejos 1. «En suma, todos los antiguos mutacallamis, tanto entre los griegos hechos cristianos, como entre los musulmanes, no se preocupan de establecer sus tesis sobre aquello que es manifiesto del ser; sino que consideran qué es lo que debiera ser, para que pueda servir de prueba a la verdad de su opinión o, por lo menos, para no impugnarla. Una vez establecido ese ser imaginario, declaran que el ser es de esa manera; y emprendieron la labor de argumentación tendente a confirmar esas hipótesis, que habían de suministrarles los argumentos para la confirmación de sus doctrinas o ponerse al abrigo de los ataques».155 2. «Necesariamente, pues, tendrás que desembocar en una idea negativa; porque al afirmar que El “conoce” una sola ciencia, mediante la cual -invariable y no múltiple- sabe todas las cosas múltiples y variables, constantemente renovadas, sin que Le sobrevenga una nueva cognición, y que Su conocimiento de una cosa antes de que ella exista y una vez existenciada y después de haber cesado de existir, es una misma e inmutable, ciertamente aseveraste que El posee una intelección que no es como la nuestra. Está claro, por tanto, que has elaborado negaciones».156 155 156 Ibídem, I, 71. [regresar]. Ibídem, I, 60. [regresar]. 76 Vol. 4 no. 1 Inserciones 3. « [...] tú sabes, respecto a estas cosas separadas, quiero decir que no son cuerpos ni fuerza en un cuerpo, sino inteligencias, que no admiten multiplicidad en modo alguno, sino que unas son causa de la existencia de las otras, y la diferencia entre ellas estriba únicamente en que la una es causa y la otra efecto. De consiguiente, lo que sobrevive de Zayd no es causa ni efecto de lo que sobrevive de Umar, por lo cual el conjunto es uno en número, como dejó expuesto Abû Bakr al-Sâ'ig -Avempace- y otros que se lanzaron a tratar estas cosas abstrusas».157 4. «Procura no estudiar las obras de Aristóteles si no es acompañadas de sus comentadores: bien Alejandro de Afrodisias, o Temistio o Averroes. Los escritos del maestro de Aristóteles, Platón, son parábolas y de difícil comprensión, y no son necesarios, pues la obra de Aristóteles es suficiente; tampoco es necesario ocuparse de los libros de sus predecesores pues su intelecto (el de Aristóteles) es el grado supremo de intelecto humano, salvo los que han recibido la inspiración divina...En cuanto a la Lógica, no hace falta estudiar más que las obras de alFarabí. Todas sus obras son excelentes... Lo mismo que las de Ibn Bajia....Aunque los libros de Avicena dan lugar a objeciones y no son tan buenos como los de al-Farabí, son útiles y merecen ser estudiados con empeño».158 5. «Solamente aprehendemos de Él «que es», pero no «lo que es»; en consecuencia, resulta inadmisible se dé en Él un atributo afirmativo, porque no tiene «ser» fuera de su quididad de tal suerte que el atributo pueda indicar una de las dos cosas, a fortiori Su esencia no puede ser «compuesta» de manera que el atributo exprese ambos extremos, y menos aún habrá en Él 157 158 Ibídem, I, 74. [regresar]. De la carta dirigida a Ibn Tibbon, Sirat, 184. [regresar]. 77 Moisés Ben-Maimónides en Tomás de Aquino Rubén Betancourt accidentes evidenciados por el mismo. En conclusión, no puede darse en Él absolutamente ningún atributo positivo».159 6. «(...) nuestro conocimiento o nuestro poder no difieren del Suyo cuantitativamente, o en que uno sea mayor y más fuerte y el otro menor y más débil, u otros aspectos semejantes, dado que dichos conceptos son idénticos en especie y una misma definición los abarca. Igualmente toda relación sólo es viable entre dos cosas específicamente idénticas, como asimismo se explica en las ciencias físicas. Ahora bien, todo lo atribuible a Dios ¡exaltado sea! se distingue de nuestros atributos en todos los aspectos, de suerte que es inviable una misma definición para unos y otros, como igualmente, según explicaré, el término existencia únicamente puede aplicarse en sentido equívoco a la de Él y a la de los demás seres».160 7. «Sabido es que la existencia es un accidente que sobreviene a lo existenciado, por lo cual resulta algo añadido a la quiddidad de lo que existe. Esto es evidente y necesario en todo cuanto tiene una causa de su existir, porque su existencia es algo añadido a su ser. Ahora bien, lo exento de causa en su existencia.......cuya existencia es su auténtica esencia, y viceversa, no es una esencia a la que sobrevenga el hecho de existir, de manera que esto sea algo accesorio, porque es siempre de «existencia necesaria» y nada innovado ni accidental se da en El, que le sobrevenga».161 159 Guía I, 58. [regresar]. Ibídem, I, 35. [regresar]. 161 Ibídem, I, 57. [regresar]. 160 78 Vol. 4 no. 1 Inserciones 4. Trece artículos de la fe de Maimónides Estos son los trece principios de fe compilados por Maimónides (RAMBAM), que todo judío debe cumplir. Según todas las interpretaciones del judaísmo.162 1. Yo creo con fe completa, que el Creador (bendito su nombre), es creador y conductor de todas sus creaciones, y El solo hizo, hace y hará todas las cosas. 2. Yo creo con fe completa, que el Creador (bendito su nombre), es uno y no hay unidad como esta. Y El solo es nuestro D-os, fue, es y será. 3. Yo creo con fe completa, que el creador (bendito su nombre), no tiene cuerpo, y las leyes de los cuerpos no lo afectan, y no tiene ninguna comparación con nada. 4. Yo creo con fe completa, que el creador (bendito su nombre), es primero y último. 5. Yo creo con fe completa, que el creador (bendito su nombre), a Él solo se puede rezar, y no se puede rezar a ninguna otra cosa. 6. Yo creo con fe completa, que todas las palabras de los profetas son verdad. 7. Yo creo con fe completa, que la profecía de Moshe Rabenu (Que este en paz), es verdadera, y que él es el superior de todos los profetas, los anteriores y los posteriores a él. 8. Yo creo con fe completa, que toda la Torá que esta e nuestras manos ahora, es la que le fue entregada a Moshe Rabenu (Que este en paz). 9. Yo creo con fe completa, que esta Torá, no será cambiada, y no va a haber otra Torá del Creador (bendito su nombre). 10. Yo creo con fe completa, que el creador (bendito su nombre), sabe todos los actos de las personas y todos sus pensamientos, como está escrito “El moldeo cada corazón El que entiende todos sus actos”. 162 Cf. http://www.geocities.com/CapitolHill/Lobby/2679/maimonid.htm.3001-2013. [regresar]. 79 Moisés Ben-Maimónides en Tomás de Aquino Rubén Betancourt 11. Yo creo con fe completa, que el creador (bendito su nombre), recompensa a quienes cuidan sus mandamientos (Mitzvot, las 613, no solo los 10 mandamientos) y castiga a quienes los transgreden. 12. Yo creo con fe completa, en la venida del redentor, y aunque se demore, de todas formas, espero cada día que llegue. 13. Yo creo con fe completa, que habrá vida en los muertos cuando el creador (bendito su nombre) lo decida, y su nombre será enaltecido por siempre. 5. TEXTOS DE LA SUMA TEOLOGICA DONDE TOMÁS MENCIONA O CITA A MAIMONIDES 1. S. Th. I. q. 13 a. 2. «Unos han dicho que todos estos nombres (de Dios), aunque pronunciados afirmativamente de Dios, han sido excogitados, más bien para eliminar de El alguna cosa, que para atribuírsela. Así aseguran que, cuando decimos Dios es viviente, significamos solamente por esta expresión que Dios no existe a la manera de las cosas inanimadas; y lo mismo podemos decir de los demás nombres. Esta es la opinión del RABINO MOISÉS. Otros pretenden que estos nombres han sido atribuidos a Dios, para significar relación respecto a las criaturas. Así, cuando decimos Dios es bueno, esto significa según ellos que Dios es la causa de la bondad en la cosas; y así de los demás». 2. S. Th. I. q. 50 a. 3. «Pero porque esto parecía contradecir los documentos de la Sagrada Escritura, el RABÍ MOISÉS, judío, queriendo llegar a un acuerdo, sostuvo que los ángeles, en cuanto que son llamados sustancias inmateriales, se multiplican según el número de los cuerpos celestes, tal como decía Aristóteles. Pero añadió que en la Sagrada Escritura se llama también ángeles a los hombres 80 Vol. 4 no. 1 Inserciones mensajeros de lo divino, y también a todas las perfecciones de las cosas naturales que desvelan la omnipotencia de Dios. Pero que se llamen ángeles a las perfecciones de los seres irracionales es algo». 3. S. Th. I. q. 66 a. l ad 5. «Pero RABÍ MOISÉS, que en otras cosas concuerda con Platón, dice que por fuego se indican las tinieblas, porque en su propia esfera, y según su estimación, el fuego no luce. Pero esto parece más inadecuado que lo anterior, porque en la Sagrada Escritura el espíritu del Señor no suele indicar más que el Espíritu Santo. Y se dice que se desliza sobre las aguas, pero no corporalmente, sino como la voluntad del artista ante la materia que quiere moldear». 4. S. Th. I. q.68 a. l ad 1. «Siguiendo otra explicación, y que Agustín apunta, el cielo del primer día es también el mismo cielo sideral, y por firmamento del segundo día hay que entender el espacio aéreo en el que se condensan las nubes y que, equívocamente, también es llamado cielo. Por eso, para señalar dicho equívoco, se insiste: Al firmamento Dios lo llamó cielo, tal como anteriormente había dicho: A la luz la llamó día (porque día equivale también a veinticuatro horas). La misma observación puede hacerse de otros textos, como indica RABÍ MOISÉS». 5. S. Th. I-II q. 69 a. l ad 5. «Según Agustín, por tierra, de la que se hablaba antes, se entiende la materia prima. Ahora se entiende el mismo elemento de la tierra. O puede decirse, según Basilio, que antes se llamaba a la tierra por su naturaleza, y ahora se la llama por su principal propiedad, la aridez. Por eso se dice: A la parte árida la llamó tierra. O puede decirse, según RABÍ MOISÉS, que siempre que 81 Moisés Ben-Maimónides en Tomás de Aquino Rubén Betancourt se dice llamó, se indica un nombre equívoco. Por eso, antes se ha dicho que llamó a la luz día, porque también se llama día al espacio de veinticuatro horas, al decir: El día primero se hizo la tarde y la mañana. Igualmente, se dice que al firmamento, esto es, al aire, lo llamó cielo, porque también se llama cielo a lo primero que fue creado. Igualmente aquí se dice que seca, esto es, aquella parte libre de aguas, la llamó tierra, en cuanto que se distingue del mar, aun cuando con el nombre tierra en general se indica tanto la parte cubierta de agua como la libre de aguas». 6. S. Th. I-II q. 74 a. 3 ad 3. «En cambio, en la obra del segundo día no se dice: Vio Dios que era bueno, porque la obra de diversificación entonces comenzaba y en el tercer día se completó, de ahí que se diga en el tercer día, pero referido también al segundo. O porque la diversificación que se indica en el segundo día se refiere a aquellas cosas que no eran evidentes al pueblo, de ahí que en la Escritura no se haga uso de la expresión de complacencia. O también fue debido a que por firmamento se entiende el aire nubiloso, que no pertenece a las partes perennes del universo, o a las fundamentales del mundo. Estas son las tres razones dadas por RABÍ MOISÉS». 7. S. Th. I-II q. 22 a. 2 ad 5. «Porque la criatura racional domina sus actos por el libre albedrío, según se dijo (ad 4; q.19 a. 10), está sometida a la providencia divina de un modo especial; en el sentido que se le imputa algo como culpa o mérito y se le retribuye algo como pena o premio. Y en este sentido dice el Apóstol que Dios no se ocupa de los bueyes; y no que, por ser criaturas irracionales, queden excluidas de la providencia divina, como sostenía el RABÍ MOISÉS». 82 Vol. 4 no. 1 Inserciones 8 . S. Th. I-II q. 101 ad 4. «Dice RABÍ MOISÉS que los preceptos ceremoniales son aquellos cuya razón no es manifiesta. Pero muchos que miran al culto divino tienen su razón bien manifiesta, como la observancia del sábado y la celebración de la Pascua, de los Tabernáculos y otros muchos, cuya razón está declarada en la ley. Luego los preceptos ceremoniales no son los que tienen por objeto el culto de Dios». 9. S. Th. I-II q. 101 a. 3 ad 3. «La ley antigua en muchas cosas disminuyó el culto corporal, por cuanto estableció que no en todo lugar ni por cualesquiera personas se ofreciesen sacrificios, y muchas cosas de este género decretó para la disminución del culto exterior, como el mismo RABÍ MOISÉS DE EGIPTO dice. Sin embargo, era preciso no reducir tanto el culto corporal de Dios que los hombres se entregaran al culto de los demonios». 10. S. Th. I-II q. 105 a. 2 ad 12. «La razón literal de aquel precepto, dice RABÍ MOISÉS es que con frecuencia el matador era de la ciudad más cercana. La inmolación de la vaca se hacía para explorar el homicidio oculto. Esto se lograba por tres vías: la una, que los ancianos citados debía jurar que nada habían omitido en la guarda de los caminos; otra, que el dueño de la vaca, para evitar el daño que de la muerte del animal se seguía, se interesaría por que el criminal fuera hallado antes que la vaca fuese inmolada; la tercera, que el sitio en que el animal era degollado quedaba inculto. Para evitar estos daños, las gentes de la ciudad fácilmente descubrirían al criminal si lo conociesen, y sería muy extraño que no se obtuviesen algunas noticias o indicio sobre el crimen». 83 Moisés Ben-Maimónides en Tomás de Aquino Rubén Betancourt 11. S. Th. I-II q. 102 a. 4 ad 2, 5. «Ni convenía que aquel lugar fuera designado para la edificación del templo antes del tiempo predicho, por tres razones que aduce RABÍ MOISÉS. La primera, para que los gentiles no se apropiasen el lugar; la segunda, para que no lo destruyesen; y la tercera, para que no lo pretendiesen en heredad todas las tribus y nacieran de aquí pleitos y contiendas. Por esto tampoco fue edificado el templo hasta que tuvieron rey que reprimiera estas contiendas. En los tiempos anteriores tenían para el culto de Dios un tabernáculo transportable por diversos lugares, lo que indicaba que no existía un lugar determinado para el culto divino. Tal es la razón literal de la diversidad entre el tabernáculo y el templo». 12. S. Th. I-II q. 102 a. 3 ad 4, 1. «De las tórtolas son preferibles las mayores a las pequeñas; al contrario que en las palomas; por eso dice RABÍ MOISÉS que se manda ofrecer las tórtolas y los pichones porque a Dios se debe ofrecer lo mejor de todo». 13. S. Th. I-II q. 102 a. 5 ad 4. «Esta impureza del contacto se extiende también a las cosas inanimadas, pues todo lo que tocaba una cosa impura quedaba también impuro. En esto la ley atenuó la superstición gentílica, que no sólo por contacto decía que se contraía la impureza, sino también por la palabra o la mirada, según dice RABÍ MOISÉS, hablando de la mujer en la menstruación. Por aquí se venía a significar místicamente lo que dice la Sabiduría (14,9): Igualmente son a Dios aborrecibles el impío y su impiedad». 14. S. Th. I-II q. 102 a. 6 ad 1. «También prohibía comer la grasa, ya porque los gentiles la comían en honor de sus dioses, ya porque se quemaba en honor 84 Vol. 4 no. 1 Inserciones de Dios, ya también porque la sangre y la grasa son indigestas, según arguye RABÍ MOISÉS». 15. S. Th. I-II q. 102 a. 3 ad 6. «El modo especial de matar los animales inmolados lo determina la ley para excluir otros modos de inmolación usados por los idólatras. O también, según dice RABÍ MOISÉS: la ley eligió aquel modo de muerte que menos hace sufrir a los animales, excluyendo con esto la dureza con los que ofrecen y el deterioro de los animales muertos». Conclusión. Tomás de Aquino y Maimónides: ¿Conciliación o distanciamiento? En cuanto a Guía de los indecisos, no es un tratado de metafísica pura, sino una verdadera Suma de teología escolástica judía, según dice E. Gilson163. La obra se dirigía, en efecto, a los espíritus ya instruidos en la filosofía y en las ciencias, pero inciertos y vacilantes todavía en cuanto a la manera de conciliar las conclusiones científicas y filosóficas con el sentido literal de la Escritura. De ahí su título de Guía de los indecisos, o de los perplejos, y no de los descarriados, como se ha traducido a veces. Su inspiración, igual que la de las filosofías árabes -cuyas huellas sigue Maimónides-, es a la vez neoplatónica y aristotélica; pero, acentuando un movimiento que se dibuja ya en Ibn Daud, hace pasar decididamente a Aristóteles al primer plano. Ello explica la influencia indiscutible que ejerció sobre los filósofos cristianos del siglo siguiente, y especialmente sobre Tomás de Aquino. Si Maimónides no hubiera enseñado una doctrina del 163 Etienne GILSON, La Filosofía en la Edad Media, desde los orígenes patrióticos hasta el fin del siglo XIV. Versión española de Arsenio Palacios, Gredos, Madrid 1982, 348-351. [regresar]. 85 Moisés Ben-Maimónides en Tomás de Aquino Rubén Betancourt alma fuertemente influenciada por la de Averroes, y que lo condujo a una especial concepción de la inmortalidad, podríamos decir que su filosofía concuerda en todos los puntos verdaderamente importantes con Tomás de Aquino. En efecto, según el doctor judío, la ciencia de la Ley y la filosofía son conocimientos de naturaleza distinta, pero que deben necesariamente conciliarse: el objeto propio de la filosofía es la confirmación racional de la Ley. Así, la especulación filosófica demostrará que las pruebas aristotélicas en favor de la eternidad del mundo no son concluyentes; que, además, la creación del mundo no es imposible desde el punto de vista de la razón y que, por consiguiente, a falta de una prueba decisiva en un sentido o en otro, es conveniente aceptar la doctrina mosaica de la creación en el tiempo. Compuesto de un cuerpo y un alma, que es forma del cuerpo, el hombre está dotado de cinco facultades; nutritiva, sensitiva, imaginativa, apetitiva e intelectiva. Personalmente, no posee en propiedad más que el entendimiento pasivo, y se encuentra bajo la influencia del Intelecto agente (décima Inteligencia emanada de la Inteligencia de la esfera lunar), que constituye en él un intelecto adquirido. De este modo, cada hombre adquiere una especie de capital intelectual, variable según el grado de sus méritos, y que se reúne con el intelecto agente después de la muerte. Por tanto, de cada uno de nosotros depende el salvar lo más posible de sí mismo, enriqueciendo su entendimiento por el ejercicio de la filosofía. Maimónides prueba la existencia de Dios por la necesidad de admitir un primer motor para dar cuenta de la existencia del movimiento, por la existencia de un ser necesario y por la existencia de una causa primera. Así, pues, la existencia de Dios se encuentra establecida, tanto si el mundo ha sido creado ex nihilo en el tiempo, como si ha existido desde toda la eternidad. Es exactamente la actitud que adoptará Tomás de Aquino frente al mismo problema. 86 Vol. 4 no. 1 Inserciones Por el contrario, Maimónides niega absolutamente al hombre el derecho de afirmar de Dios atributos que no sean negativos. Sabemos de Dios que existe; no sabemos lo que es, y el único recurso que nos queda, si queremos hablar de Él, es acumular los, atributos negativos que, negando de Dios toda imperfección, nos darán a conocer, por lo menos, lo que Él no es. Subyace a esta doctrina la preocupación eminentemente judaica de eliminar cuanto pudiera parecer un ataque, aun aparente, a la rigurosa y total unidad de Dios, Si la esencia ,de Dios se nos escapa, los efectos de su acción en el mundo están, por el contrario, manifiestos a los ojos de todos. Dios es, evidentemente, causa final del mundo, así como su causa eficiente. Su providencia se extiende al conjunto de las cosas hasta en los menores detalles, y el mal que puede haber en el mundo se explica, ya por la limitación inherente al estado de criatura, ya por los desórdenes de la criatura misma, que es autora responsable de sus propios males. Por grande que sea la penetración, e incluso la profundidad del pensamiento de Maimónides, la Guía cíe los indecisos no puede compararse a las grandes Sumas cristianas del siglo siguiente y mucho menos a Tomás de Aquino. No las iguala ni por la multiplicidad de los problemas tratados ni por la potencia sistemática con que las ordena el Aquinate. No por ello ha sido menos considerable su influencia en el pensamiento cristiano de la Edad Media Teólogo judío, Maimónides compartía con los teólogos cristianos la fe en el Antiguo Testamento; por eso tuvo que resolver antes que éstos el problema de poner dicha fe de acuerdo con la filosofía de Aristóteles; los teólogos cristianos se aprovecharon de la experiencia de Maimónides, incluso en aquellos casos en que no le siguieron. Lo que muchos de ellos retendrán de él es, desde luego, el hecho de que, en muchos puntos, la sola filosofía es incapaz de alcanzar las verdades contenidas en la Revelación. 87 Moisés Ben-Maimónides en Tomás de Aquino Rubén Betancourt Tomás de Aquino admitirá esa tesis para la creación del mundo en su tiempo, y Duns Escoto y numerosos sucesores suyos del siglo XIV la admitirán hasta para el monoteísmo. Con frecuencia oiremos repetir, apoyándose expresamente en Maimónides, que sabemos que el Señor Dios es único solamente porque Él lo dijo a Israel, no porque nosotros podamos demostrarlo. Se adivina la distancia que separará, desde entonces, a la teología de la filosofía; la influencia de Maimónides no será ajena a esa distancia. Por otra parte, sí comparamos el siglo XII judío con el siglo XII cristiano, veremos inmediatamente cuánto debe la superioridad del pensamiento judío a su íntimo trato con la filosofía árabe. En Avicena y, sobre todo, en Averroes, encontraron los filósofos judíos todo un material técnico de conceptos y de síntesis parciales, tomados de los griegos, y que no tenían más que utilizar. 88 Vol. 4 no. 1 Inserciones General Guadalupe Victoria #98, C.P.14000 Tlalpan, México D.F. Tel: 5573 0600 www.pontificia.edu.mx 89