TAUROMAQUIA José Mata, cuarenta años Foto: Martín Texto: Manuel Durán y Juan Miguel Sánchez Vigil Las Ventas, 27 de septiembre de 1970 P ase de rodillas, de recibo junto a las tablas, a un victorino. Fue el 27 de septiembre de 1970, durante la segunda de las tres corridas seguidas que en otros tantos domingos toreó José Mata en Las Ventas. Al día siguiente lo haría en solitario con seis toros del Conde de la Maza. Hasta el 18 de julio de la temporada de 1971 toreó diez tardes en el coso venteño. El 25 de ese mismo mes, una semana después de su última comparecencia en Madrid, se presentó en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) para inaugurar su plaza de toros. Fue allí donde Cascabel, de Luis Frías, le hirió de tal consideración que dos días después falleció en el Sanatorio de Toreros de la capital. Se cumplen cuarenta años de aquel trágico día en el que un torero herido fue trasladado en ambulancia, primero a Valdepeñas y luego a Madrid, para ser operado con urgencia. Pero el destino... En aquellas duras co- 30 rridas, fuera de San Isidro y en la primera plaza del mundo, José Mata luchó durante diez tardes para abrirse paso. El pase de castigo por bajo a este victorino lo atestigua. Un detalle de torería y de decisión, sabiendo que con ese tipo de toro, en Madrid, se puede llegar a ser grande en el mundo de la tauromaquia. Y se produjo la paradoja, porque precisamente por su buen hacer fue llamado para sustituir al diestro Juan Asenjo Calero, en la inauguración de la plaza manchega. Y allí esperaba Cascabel. José Mata García, apodado en una sola novillada de sus inicios El Canario, nació en Garafía (isla de La Palma) en 1939. La alternativa la tomó en agosto de 1965 de manos de El Cordobés en Benidorm y la confirmó en octubre de ese año con Andrés Vázquez como padrino. Con esta imagen del fotógrafo Martín, recordamos a un torero de arte y valor, en ese orden, aunque pareciera para muchos aficionados lo contrario.