La enseñanza de Jesús acerca del divorcio, 3ª Parte

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Gracia a Vosotros: Desatando la Verdad de Dios, Un Versículo a la Vez
La enseñanza de Jesús acerca del divorcio, 3ª Parte
Escritura: Mateo 19:7-9
Código: 2338
John MacArthur
Abramos nuestras Biblias en Mateo capítulo 19. Regresamos a la sección acerca de la
enseñanza de Jesús sobre el divorcio. Mateo, capítulo 19 y estamos viendo los primeros 12
versículos. En las últimas dos semanas, nuestro estudio de este gran pasaje se ha
concentrado primordialmente en la creación divina del matrimonio al haber estudiado los
primeros 6 versículos. Y ahora, al concentrarnos en los siguientes 6 versículos, los versículos
7 al 12, vamos a concentrarnos de manera más particular en el tema del divorcio.
Ahora, recuerde que en el versículo 1 dice que aconteció que “cuando Jesús terminó estas
palabras”. Le dijimos que eso significa el término de un discurso. Y el discurso que Él terminó
es ese en el capítulo 18 acerca de la semejanza de un creyente con un niño; un gran discurso.
Y cuando terminó eso, se alejó de Galilea. Y señalamos que eso significaba el final del
ministerio en Galilea, un período de varios años en el cual Él había expresado la realidad de
que Él era el Mesías, en el cual Él había congregado y preparado a Sus discípulos. Y ahora
había llegado al fin y estaba dejando ese lugar. Y dice que Él, al alejarse de ahí, fue a la
región de Judea al otro lado del Jordán conocida como el área más allá llamada Perea.
Entonces, Él entró a Perea y en los capítulos 19 y 20, encontramos el ministerio que Él tuvo
en Perea. Ahora, Él se está moviendo por Perea hacia el sur porque Él se dirige hacia
Jerusalén, donde Él morirá y resucitará. Entonces, estamos moviéndonos hacia el clímax de
la vida del Señor Jesucristo. Y en el ministerio de Perea, encontramos en el versículo 2, que
grandes multitudes le seguían. Marcos 10 como usted recordará, agrega que Él les enseñó y
después Mateo dice que les sanó allí.
Entonces, vemos que el Señor se está moviendo en el mismo tipo de ministerio de enseñanza
y sanidad y demostrando Sus credenciales Mesiánicas de Galilea a Perea, un lugar ahora
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poblado por muchos judíos que también necesitaban estar expuestos a su Mesías.
Ahora, mientras que está en Perea, Él es confrontado por sus archienemigos, los fariseos. Y
encontramos en el versículo 3 el ataque. Y ese fue el primer punto en nuestro bosquejo: el
ataque. El ataque. “Entonces vinieron a Él los fariseos tentándole y diciéndole ‘¿es lícito al
hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?’.”
Ahora, ellos querían confrontar a Jesús con una pregunta que Él realmente no pudiera
responder. Querían atraparlo. Ellos sabían lo que Él creía. Ellos sabían que Él creía que no
era legal o lícito divorciarse por cualquier causa y querían que dijera eso para que perdiera Su
popularidad con el pueblo. También querían que lo dijera para que perdiera Su popularidad
con el gobernante residente, Herodes Antipas, quien ya había decapitado a Juan el Bautista
por decir algo similar a eso, ya que él era alguien que se habían divorciado y vuelto a casar de
manera ilegítima. Entonces, ellos realmente hacen la pregunta en el versículo 3 para colocar a
Jesús en una posición imposible con el pueblo y con el gobernador del área.
Llegamos entonces el versículo 4 y vemos la respuesta. Y ése es nuestro segundo punto
principal en el bosquejo, la respuesta. “Él respondiendo les dijo,” y conforme Él habla,
presenta cuatro razones por las cuales el divorcio no es lícito por ninguna causa. Pero Él
responde la pregunta de tal modo que ellos no pueden hacerlo responsable por ella ya que Él
responde con las Escrituras. Y Él les responde de una manera cáustica, en un sentido,
diciéndoles “¿No habéis leído, sois ignorantes de las Escrituras ustedes que dicen ser los
maestros de la ley que se supone que conocen todos los detalles de la revelación de Dios?
¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el
hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que
no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.”
Digo, ¿no han leído lo que Dios dijo? Y entonces, Jesús presenta Su respuesta en base a
Génesis 1:27 y Génesis 2:24 y dice, simplemente estoy de acuerdo con Dios, lo cual coloca a
los fariseos en una posición imposible. Y también al resto de la gente. Porque si van a discutir
con Él, van a tener que discutir con Dios. Ahora, recordará que le dije que había cuatro
razones que se presentan aquí por la que la respuesta es no. No es lícito divorciarse por toda
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causa. Razón número uno, Dios creó un hombre para una mujer. Razón número dos, Dios
creó un vínculo fuerte indicado por la palabra unidad en el versículo 5. Razón número tres, Él
los hizo una carne, versículos 5. Y después, el versículo 6 dice que una vez que usted es una
carne no pueden dividirlos porque ya no son dos, es una sola carne. Es la tercera razón, la
carne. Y finalmente, el matrimonio es una obra de Dios y entonces, lo que Dios ha unido, que
ningún hombre lo separe o lo divorcie. Entonces, cuatro razones buenas por la que el divorcio
no es lícito por ninguna razón. Y vimos que al decir eso, Jesús realmente reafirmó el estándar
del Antiguo Testamento para el matrimonio. Él afirmó que Dios deseaba que el matrimonio
fuera una relación monograma de por vida entre dos personas.
Y la última vez en cierta manera nosotros rastreamos ese pensamiento, ¿no es cierto?, a lo
largo del Antiguo Testamento y vimos que nunca cambia. Usted llega al final del Antiguo
Testamento, usted llega al libro de Malaquías, el último libro. Y en ese, Dios reitera
exactamente lo que dijo en Génesis. Él dice en Malaquías 2, versículo 16: “Aborrezco el
divorcio.” O el repudio. Entonces, Dios no ha cambiado Su postura desde el principio del
Antiguo Testamento hasta el final del Antiguo Testamento. Él todavía odia el divorcio.
Ahora, alguien podría preguntar en respuesta a las cosas de las que hemos hablado del
Antiguo Testamento, qué es lo que constituye un matrimonio. Cuando decimos ‘lo que Dios ha
unido no lo separe el hombre’, ¿qué es lo que hace un matrimonio? Algunas personas han
tratado de decir ‘bueno, la relación sexual es lo que constituye un matrimonio, lo único que
usted tiene que tener es una relación sexual con alguien y de manera automática usted está
casado porque esa es la esencia de una carne y lo que realmente es el matrimonio.’ Pero eso
no es verdad bíblicamente. Si el sexo constituyera un matrimonio, no habría fornicación
porque dos personas teniendo relaciones que no están casadas no estarían cometiendo
fornicación sino que estarían casándose, si es que el sexo constituyera el matrimonio. Pero
Dios dice que cuando dos personas no casadas cometen un acto de relación sexual juntos, no
es un matrimonio, eso es un pecado. Eso es fornicación.
Además, en Éxodo capítulo 22, versículos 16 y 17 dice “Si un hombre yaciere con una mujer,
él por tanto, debido a que le ha virginidad su dignidad, debe casarse con ella.” Lo cual
significa que simplemente acostarse con ella no produjo un matrimonio. Él debe casarse con
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ella o si el padre se rehúsa a que se case ella con él, entonces él debe pagarle al padre una
suma suficiente como para compensarlo por lo que en algún sentido, él había robado de su
hija; pero no es visto como casado por ese acto sexual, más bien es responsable de casarse
en un tiempo posterior.
Además, el adulterio no disuelve un matrimonio. En Malaquías 2, como le mencioné, dice que
Dios odia el divorcio. Pero también dice algo más en el versículo 14. Dice: “Porque Jehová ha
atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu
compañera, y la mujer de tu pacto.” Y lo que él está diciendo es esto: no importa lo que
hicieron al cometer adulterio y eso es lo que habían hecho. Ustedes la han tratado
impíamente pero ella todavía su esposa. ¿Cómo es eso? Porque ella es la esposa de tu
pacto. No es el acto sexual lo que constituye un matrimonio, es el pacto lo que constituye un
matrimonio. Es cuando dos personas se unen, quienes se prometen un pacto de por vida de
compañerismo. La Biblia afirma que el pacto constituye un matrimonio. El matrimonio es un
acuerdo de pacto para un compañerismo de por vida. Y entonces, cuando una persona tiene
una relación sexual con alguien, eso no constituye un matrimonio. Cuando una persona en un
matrimonio tiene una relación sexual con alguien más, eso no constituye otro matrimonio. Eso
simplemente es un pecado en contra del matrimonio de la persona por pacto. Entonces, es un
pacto obligatorio de un compromiso de por vida de compañerismo lo que constituye un
matrimonio.
Y cuando eso sucede, cuando dos personas hacen ese pacto, sean persona salvas o no, se
unen en una unión ordenada por Dios, creada por Dios, lo cual por lo tanto nunca debe ser
objeto de divorcio. Ésa es la esencia de lo que nuestro Señor está diciendo. Y entonces, esta
es Su respuesta.
Ahora, vayamos al tercer punto en esta mañana y veremos qué tan lejos podemos avanzar en
el argumento. Versículo 7. “Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y
repudiarla?” Lo que me sorprende aquí es que no están interesados en absoluto en el ideal
divino que el Señor acaba de presentar. El Señor acaba de afirmar el matrimonio de por vida.
El Señor dijo ‘Dios odia el divorcio’, en esencia. Desde el principio, Dios nunca tuvo la
intención de que hubiera divorcio. Pero no están interesados en el ideal divino. Sólo están
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interesados en la excepción. Y así es con la gente pecaminosa. No le interesa vivir en
obediencia a la ley, sólo les interesa buscar el hueco. Eso es todo. Y los fariseos son casos
clásicos de personas que están buscando huecos en la ley de Dios. Por un lado, quieren
verse como alguien que guarda la ley de Dios, porque así es como entran al favor de Dios.
Pero por otro lado, quieren entrar encontrar la salida posible.
Y entonces, lo que les interesa es la excepción para acomodar su lujuria y acomodar sus
múltiples divorcios y adulterios. Y ahí están de nuevo mostrando mucha inteligencia porque
buscan colocar a Jesús contra Moisés. Y si pueden hacer eso, esa es simplemente otra
manera mediante la cual puede desacreditar a Jesús con el pueblo, ¿verdad? Porque el
pueblo reverencia a Moisés después de Dios y si pueden colocar a Jesús contra Moisés
habrán logrado algo de manera significativa. Y entonces ellos preguntan por qué Moisés
mandó a dar carta de divorcio y repudiarla; en otras palabras, si dices que todo eso es verdad,
entonces, ¿por qué Moisés mandó el divorcio? Ahora, esa es una pregunta capciosa porque
Moisés no mandó el divorcio pero escogieron sus propias palabras. Veamos lo que Moisés
dijo.
Regrese en su Biblia a Deuteronomio capítulo 24 porque ese es el pasaje que ellos tienen en
mente. Es el único pasaje que se relaciona con Moisés que da una afirmación definida acerca
del divorcio. Deuteronomio, capítulo 24. Ahora, para entender este pasaje, tenemos que
reconocer al principio que algunas versiones no han presentado la interpretación apropiada o
la traducción apropiada del texto. Y entonces, estamos endeudados con la Biblia de las
Américas en español para traducir de manera correcta esto para que tenga sentido.
Permítame leerlo de manera muy cuidadosa para que usted entienda lo que está diciendo
expresando lo que dice el original. Ahora, este es el pasaje en el que ellos se apoyaban, el
pasaje en el cual ellos decían que Moisés mandó el divorcio. Escuche lo que diría expresando
el original. Leyendo los versículos 1 al 4: “Cuando un hombre, una mujer, y se casa con ella y
resulta que ya no haya favor a los ojos de él porque él ha encontrado alguna indecencia en
ella y él le le escribe un certificado de divorcio y lo coloca en la mano de ella, y la despide de
su casa y ella se va de su casa; y se va y se vuelve la esposa de alguien más.” Ahora, vamos
a detenernos aquí.
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Ahora, ¿entiende lo que está pasando aquí? Estos son los primeros dos versículos. Este
hombre se casa con una mujer y resulta que ella no le gusta a él. Ella no puede hallar favor
ante sus ojos “debido a que él encontró en ella alguna indecencia.” Entonces, él escribe a ella
un certificado de divorcio y lo coloca en las manos de ella y la despide de su casa. Y ella se va
de su casa; y ahora, se va porque está legalmente divorciada por ese papel. Y se vuelve la
esposa de otro hombre.
Ahora, en este punto quiero que sepa que no hay ningún comentario editorial en este
incidente. El texto nos dice que el hombre hizo lo que estuvo bien, no dice que la mujer hizo lo
que estuvo bien. El texto no dice que el hombre se equivocó, que la mujer se equivocó. No
dice nada. No dice que Dios le ordenó a él que se divorciara de ella. No dice que él tenía que
divorciarse de ella. Dios no dice que él hizo lo correcto al divorciarse de ella. No hay
simplemente un comentario editorial por parte de Dios o Moisés. Simplemente es una
ilustración de un hombre que se casó con una mujer, vio una indecencia, quiso despedirse de
ella, le escribió un certificado de divorcio y la despidió de la casa y ella se volvió a casar. Eso
es todo, hasta donde hemos llegado en los primeros dos versículos.
Ahora, veamos lo que dice el versículo 3. “Si el segundo marido se vuelve contra ella y le
escribe a ella un certificado de divorcio;” ahora, el marido número dos decide que a él ya no le
gusta ella así como el esposo número uno, entonces que él le escriba una carta de divorcio y
désela en la mano de ella y despídala de su casa. O si el segundo marido muere, quien la
tomó para que fuera esposa de él, entonces el primer marido que la había despedido ya no
puede volverla a tomar como esposa debido a que ha sido contaminada. Ella va al número
dos y el marido número dos no la quiere, entonces se divorcia de ella y la despide. Y después,
el marido número uno, mientras tanto está diciendo ‘bueno, me siento solo, la comida no ha
sido tan buena desde que te fuiste, tengo mucho trabajo aquí en la casa, extraño tu
compañerismo y quiero casarme contigo.’ Y la Biblia dice que él no puede. Él no puede. Ese
es el primer comentario del incidente. Hay un mandato en Deuteronomio 24 pero no se
relaciona con el divorcio, se relaciona con el segundo matrimonio. No se le permite a él
volverse a casar con ella. Inclusive si el marido número dos se muere y ella es viuda, ella no
puede regresar con el marido número uno. ¿Por qué? Porque ella ha sido contaminada y eso
es una abominación delante del Señor y “no traerás pecado sobre la tierra que Jehová tu Dios
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te da como heredad.” Casarse con esa mujer es un pecado. Casarse con esa mujer es un
pecado porque ella está contaminada.
Ahora, los rabinos judíos no interpretaban así este pasaje. Ellos lo interpretaban como un
mandato divorciarse, que el marido número uno, cuando encontró una indecencia en ella, se
divorció de ella porque a él se le había mandado a hacer eso. Y ellos lo interpretaron aquí
como que el mandato era para divorciarse de esa mujer. Y usted se sorprende por eso, ciertas
versiones hacen lo mismo porque dicen esto. “Cuando un hombre ha tomado a una mujer y se
casa con ella y resulta que ella no encontró favor en sus ojos, porque él encontró alguna
indecencia en ella, entonces que él le escriba una carta de divorcio y désela en la mano de
ella y despídela de su casa. Entonces, ellos retomaron esa misma interpretación de la
tradición rabínica pero eso no es lo que el texto dice. No lo voy a decir a la protasis-apodosis
del hebreo para mostrarle pero tiene que confiar en mí en esto. La expresión del texto no tiene
nada que ver con un mandato a divorciarse, dice si un hombre hace esto y hace esto,
entonces él no la puede volver a tomar. El mandato es que él no puede tomarla de regreso no
que él puede, que debe divorciarse de ella.
Por esta era la interpretación del pasaje sobre la cual los fariseos habían basado sus muchos
divorcio. Y entonces le preguntan a Jesús por qué entonces Moisés mandó a dar un
certificado y divorciarla. Y todo esto era una interpretación equivocada de Deuteronomio
capítulo 24. El pasaje no promueve el divorcio, no lo tolera, escuche esto, el pasaje no manda
el divorcio, el pasaje regula las segundas nupcias. Es un pasaje diseñado para regular las
segundas nupcias.
Ahora, simplemente para su información, hay otros lugares en el Antiguo Testamento en
donde el divorcio es mencionado. Deuteronomio 22, versículo 19 y 29, Levítico 21, versículos
7 y 14, hasta este punto, también mencionan al divorcio pero no lo toleran, no lo recomiendan,
no lo mandan. Comentan que existe y este pasaje hace lo mismo. Simplemente reconoce la
existencia del divorcio. No es mandado, ni siquiera es aprobado. Pero en el pasaje,
encontramos que hubo una causa para este divorcio.
Y veámosla y entenderemos el pasaje: “porque él halló en ella alguna inmundicia o alguna
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indecencia.” Permítame decirle lo que es en el hebreo literal: la desnudez de una cosa. Él
encontró en ella la desnudez de una cosa. Ahora, hay todo tipo de posibilidades para esto en
la tradición judía. Los judíos decían que podía ser cualquier cosa. Como le dije la última vez,
cabello suelto, andar por la calle diciendo cosas malas de su suegra, quemar la cena, hablan
con hombres, cualquier cosa; y ellos encontraban que eso era un indecencia y una inmundicia
o la desnudez de una cosa como ellos la interpretaban. Pero si usted quiere saber cómo
interpretar la Biblia, usted no la interpreta por la manera en la que a usted le gusta
interpretarla, usted la interpreta por su contexto. Y si usted simplemente puede retroceder un
poco al capítulo 23, va a encontrar el mismo término que es utilizado; y es muy interesante.
Capítulo 23, versículo 13, aquí hay una regulación, una norma acerca de enfrentar con la
eliminación, la eliminación física: “Tendrás también entre tus armas una estaca; y cuando
estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento. porque
Jehová tu Dios anda en medio de tu campamento, para librarte y para entregar a tus
enemigos delante de ti; por tanto, tu campamento ha de ser santo, para que Él no vea en ti
cosa inmunda, y se vuelva de en pos de ti.” Ahí está el término. Ninguna indecencia, ninguna
inmundicia. Simplemente está diciendo ‘tapa tu excremento’. Eso es lo que está diciendo.
Porque Dios camina en tu campamento junto con otras personas, por cierto.
Parece ser un asunto muy obvio de decencia; y ese es el mismo término que es utilizado en el
24:1. Él había encontrado en ella algo inmundo, algo sucio, algo vil, algo vergonzoso, algo
inapropiado, algo que no era apropiado para una mujer, algo vergonzoso para el marido de
ella. Pero no puede referirse al adulterio. Porque el adulterio, en este punto, resultaba en
¿qué? En muerte. Y habría dicho adulterio. Es algo sucio, algo en vergonzoso, algo vulgar o
algo despreciable, pero no adulterio. Porque Deuteronomio 22 dice claramente que debe
haber muerte por el adulterio en los versículos 22 al 24. Entonces, esto tiene que ser algo
corto de adulterio. Ahora, no sabemos lo que es, pero permítame darle lo que yo creo que es
el entendimiento apropiado.
Si usted supiera en su sociedad que el adulterio terminaba en la muerte, usted podría hacer
muchas cosas pero generalmente se controlaría a sí mismo para quedar corto del adulterio,
¿verdad? Digo, usted realmente no querría morir. Y entonces, aparentemente, lo que pasó fue
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que había personas que estaban entrando en algún tipo de pecado sexual u otro pecado
vergonzoso, habitual, quedándose cortos de cometer adulterio, actos que quedaban cortos de
adulterio, eso parece que es lo que pasó en Deuteronomio 24. Aquí hay una mujer que es
vergonzosa, que es vil y ella queda corta de adulterio para que la pena de muerte no pueda
ser aplicada; pero ella comete estas cosas malas y su marido simplemente se divorcia de ella.
Y usted dirá ‘bueno, ¿sabes una cosa?, Quizás hay una buena razón para eso’. Me acuerdo
cuando era joven en el ministerio, una pareja que estaba divorciada debido a que la mujer dijo
que el marido era vergonzoso en sus hábitos físicos de higiene y nunca lo olvidaré. Puede
suceder y quizás existía esa posibilidad, no lo sé. Pero él se divorció de ella. Pero, ¿sabe lo
que pasó? Ella salió de esa unión y se casó con otro hombre e inmediatamente se volvió
contaminada. Usted preguntará por qué. Porque no hubo base para el divorcio. Y tan pronto
como ella entró en otra relación continua con un hombre, aunque ella tenía un papel en su
mano, ella no era más que una adúltera. Usted dirá que no fue culpa de ella, él se deshizo de
ella. Es correcto, él hizo de ella una adúltera. Y eso es exactamente como el Señor lo expresa
en Mateo capítulo 5 cuando dice que si usted se divorcia de su esposa por algo menos que
adulterio o fornicación, usted hace de ella una adúltera. Ella se vuelve inmunda. Esa es la
razón por la que inclusive si su segundo marido murió, él no podía volverla a tomar de regreso
porque Dios no quiere que él se case con una adúltera contaminada.
Y entonces, el punto de Deuteronomio 24 es que si usted se divorcia de su esposa por
cualquier cosa corta ¿de qué? De adulterio, usted hace que ella ¿qué? Cometa adulterio. Y
quien se casara con ella, comete adulterio. Y entonces, cuando usted se vuelve a casar, ¿qué
hace usted? Comete adulterio y la mujer con la que usted se casa comete adulterio. Usted
literalmente prolifera el adulterio por todos lados. Ella se volvió inmunda, se contaminó porque
ella no tenía base para terminar la primera unión y entonces, la segunda unión era inaceptable
para Dios. Y ella se colocó a sí misma en la misma categoría de la que leemos en Mateo 14
en la última vez, ¿se acuerda usted? Cuando vimos que Agripa se había casado con Herodías
pero la Biblia dice que ella es la esposa de su hermano Felipe porque Dios no reconoce la
disolución de la primera unión. Él no reconoce el matrimonio, por lo tanto, de la segunda unión
legítimamente y como consecuencia, él está viviendo en adulterio. Entonces, Deuteronomio
24 no manda el divorcio. Manda que usted no se vuelva a casar por segunda vez con una
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persona divorciada de manera ilegítima. Es una palabra muy fuerte, amigo mío. Usted no
debe casarse con una persona que está divorciada de manera ilegítima porque usted se está
cazando con alguien que está contaminado, que es inmundo.
Ahora, como puede ver, Dios está protegiendo el matrimonio. Y ahora Él está diciendo que no
se puede divorciar de su esposa por lo que usted quiera o la va a convertir en una adúltera, ‘el
que se case con ella adultera’ y usted mismo también si se casa con una. Entonces, sepa eso
y eso debería ayudarle cuando piensa en deshacerse de su esposa. Porque si usted va a
volverse un adúltero y con quien usted se case va a caer en esa categoría, entonces van a
quedar igual. Como verá, Dios en un sentido está tratando de aislar esa relación de por vida
de un hombre, una mujer, monógama, al hacer que la alternativa sea desastrosa. Y entonces,
este texto no manda el divorcio; manda que usted no se vuelva a casar con una persona
divorciada de manera ilegítima.
Ahora, regresemos a Mateo capítulo 19 y quiero que observe los versículos 8 y 9 nos
moveremos del ataque a la respuesta, al argumento en el versículo 7. Discutieron con Él y
ahora la afirmación, la afirmación en los versículos 8 y 9. La afirmación: “Él les dijo: Por la
dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio
no fue así.” Nunca tuvo la intención de ser así. Eso es lo que significa. No fue un mandato
debido a la dureza de su corazón. Moisés lo permitió, lo toleró. Pero quiero apurarme a añadir
que él no lo toleró por una conducta vergonzosa, por indecencia, ¿verdad? No lo habría
tolerado por nada debajo de eso. Él no lo habría tolerado por quemar la cena, si no hubiera
sido por algo vil. Si puedo usar esa frase, una manera de conducirse extra mental. Si no fue
por eso, por vivir ahí en la orilla del vicio y el adulterio y la lujuria, si no fue un por eso, no
sería por nada menos que eso, ¿verdad? Debido a que usted encontró a alguien más bonita o
porque su esposa le habló al hombre equivocado o porque usted decidió meterse en alguna
otra aventura. No. Si no fue por algo que estuvo en el borde del adulterio, no sería por algo
menos que eso.
Entonces, Moisés lo permitió pero no fue en el pasaje de Deuteronomio 24 que se permitió.
Francamente, queridos amigos, no sabemos en dónde en el Antiguo Testamento Moisés
actualmente lo permitió porque ahí no dice eso. Pero sabemos que debió haber sido permitido
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por una base legítima, de lo contrario no habría sido discutido por una base ilegítima en
Deuteronomio 24. Pero el Antiguo Testamento no nos da un texto en donde dice ‘Yo les
permito divorciarse en base a esto’. Entonces, en cierta manera, tenemos que extraerlo. Y
creo que hay una razón por ello. Creo que Dios evitó elegirlo. Es un permiso, pero en cierta
manera esta tras bambalinas, no es presentado de manera clara no sea que la gente se
apresurara a llegar a ese pasaje para justificarse a sí misma.
Ahora, el punto del Antiguo Testamento es este entonces: el divorcio por algo menos que
adulterio lleva al adulterio. Y claro, cuando había adulterio, Dios enfrentaba con eso con la
muerte. Pero, en Su gracia, y aquí llegamos al versículo 8: en la gracia de Dios, hubo una
transición en el Antiguo Testamento de la muerte al divorcio por el adulterio. Tenemos que
entender eso. Debido a que Dios es un Dios de gracia, Él no siempre implementó la pena de
muerte, ¿verdad? Por ejemplo, ¿acaso David cometió adulterio? Sí, muchas, muchas veces.
¿Murió? No. Dios mostró Gracia. Y muchos otros cometieron adulterio. Salomón, ¿cometió
adulterio? Sólo el cielo podría registrarlo. El punto es este: la gracia de Dios se manifiesta en
el Antiguo Testamento. Y en algún punto a lo largo del proceso, de la historia, Dios en Su
tolerancia, perdonó la vida y permitió el divorcio. Si el matrimonio sólo pudiera ser terminado
por el adulterio mediante la muerte, entonces estoy convencido de que Dios sólo habría
permitido que el matrimonio fuera separado por el divorcio en caso de la adulterio. Y
entonces, sólo cuando usted tuvo dureza de corazón, dureza de corazón.
Como puede ver, el punto es este: cuando hubo un problema irreconciliable, en otras
palabras, usted tiene a un cónyuge en un matrimonio que está en una relación adúltera y no la
va a dejar y no la va a dejar y no hay manera de traerlo de regreso, no hay manera de
restaurarlo. Dios puede mostrar gracia a esa persona adúltera, pero cuando el corazón duro
no es suavizado, Dios permitió el divorcio para que la parte inocente tuviera la libertad de
volverse a casar. Creo que cuando usted tiene un adulterio impenitente, irreconciliable, usted
tiene un corazón duro. Y usted está buscando su adulterio de una manera endurecida de
corazón; entonces, Moisés lo permitió, no lo promovió, no lo recomendó, no lo mandó, pero
permitió el divorcio cuando Dios expresó gracia y no trajo la muerte. Es lo único que podemos
entender de eso, de otra manera no tiene sentido.
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No podemos dar más fácil flexibilidad de lo que la Palabra de Dios da. Una concesión debido
al pecado para hacer que la vida fuera más tolerable para aquel en contra de quien se pecó.
Después, yo creo que Dios no castigaría a la víctima inocente por Él mostró gracia y no mató
al culpable, ¿lo entiende? Porque si Dios matara al culpable, el inocente sería ¿qué? Libre.
Pero sólo porque Dios muestra gracia al culpable no significa que Él tiene que penalizar al
inocente. Moisés permitió el divorcio, pero ese nunca fue, versículo 8, nunca fue el diseño
original de Dios. Ahora, espero que entienda esto porque parece ser algo tan confuso en la
actualidad cuando la Palabra de Dios es más bien clara acerca de esto.
Entonces, Deuteronomio 24 no autoriza el divorcio. Únicamente estipulaba que no hubiera
segundas nupcias. Y por cierto, en caso de que esté confundido acerca de un pasaje, en
Marcos capítulo 10, donde habla de Deuteronomio 24 como mandato, Deuteronomio 24 es un
mandato pero no es un mandato a divorciarse, es un mandato a ¿qué? A no volverse a casar,
entonces no se confunda con eso. Entonces, es una prohibición para las segundas nupcias,
en contra de las segundas nupcias, eso es lo que es Deuteronomio 24.
Pero, ¿cuál es la plataforma del divorcio? ¿Cuál es la justificación del divorcio? Como dije, lo
único que podemos ver como la justificación de divorcio sería el adulterio. Permítame ver si le
puedo ayudar a ver esto. Regrese al Antiguo Testamento por un momento. A Esdras, capítulo
10. Capítulo 10, esto en cierta manera es una porción difícil pero tiene que ser vista. Esdras,
capítulo 10, versículo 3. “Ahora, pues, hagamos pacto con nuestro Dios, que despediremos a
todas las mujeres y los nacidos de ellas.” Ahora, aquí está el pueblo de Dios diciendo ‘vamos
hacer un pacto con Dios y divorciémonos de nuestras esposas.’ “Según el consejo de mi
Señor y de los que temen el mandamiento de nuestro Dios; y hágase conforme a la ley.”
Ahora, la razón por esto es que se habían casado con paganos. Dios les había prohibido que
hicieran eso y habían entrado en matrimonios mixtos. Se habían convertido en adúlteros
espirituales. Abandonaron a Dios, abandonaron los mandamientos de Dios, se habían casado
con estas esposas de adulterio. Entonces, ellos dicen, deshagámonos de estas esposas
porque este asunto te pertenece a ti. “Levántate, porque esta es tu obligación, y nosotros
estaremos contigo; esfuérzate, y pon mano a la obra. Entonces se levantó Esdras y juramentó
a los príncipes de los sacerdotes y de los levitas, y a todo Israel, que harían conforme a esto;
y ellos juraron.”
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Ahora, aquí de hecho hay una promoción del divorcio. Se les dice que deben divorciarse. Y es
muy difícil en este punto interpretar el masaje de manera específica, pero en general, lo que
dice es esto: habían entrado en uniones adúlteras. Bien podría haber sido que se habían
divorciado de sus esposas judías pero más que eso, se habían casado en un adulterio
espiritual en matrimonios mixtos y Dios ve el divorcio como algo legítimo en este caso.
Ahora, permítame profundizar. Lo paganos viven en adulterio. En otras palabras, su adoración
pagana era adúltera. Tenían prostitutas del templo, tanto hombres como mujeres. Y cuando
iban a adorar, por ejemplo, la gente que adoraba a Baal de hecho entraba y se involucraba en
orgías sexuales. Y yo creo que la razón puede ser justificación legítima de divorcio aquí
porque sus cónyuges eran adúlteros paganos e idólatras, ¿muy bien? En esa base, Dios les
está permitiendo que se deshagan de esas esposas o maridos quienes están involucrados en
esa adoración incesante de dioses falsos conectada no sólo con idolatría sino también con
adulterio. Y entonces, usted aquí tiene implícito que debían divorciarse debido a que se
casaron de manera mixta espiritual con ídolos; y la unión física que ellos tenían con las
prostitutas que se involucraban en la adoración idólatra. Ahora, aquí hay una pista, entonces,
del hecho de que hay divorcio legítimo cuando se involucra el adulterio, un texto muy
importante. Permítame llevarlo a otro que es aún más significativo.
Isaías, capítulo 50. Isaías, capítulo 50, versículo 1. Ahora, en este versículo en particular, el
Señor está confrontando a un pueblo desobediente que lo ha dejado. Y Él les está hablando a
ellos como su marido: ‘Israel es mi esposa, Yo soy su marido’, ésa es la idea. Y entonces el
Señor dice: “¿En dónde está el certificado del divorcio de tu madre de quien me divorciado?”
¿Dónde está su certificado de divorcio?, dice Dios. La respuesta, claro, es que no tienen uno.
En otras palabras, Él está diciendo ¿cómo se atreven a unirse a ídolos, cómo se atreven a
cometer adulterio espiritual, cómo se atreven a abandonar a Dios y la adoración del Dios
verdadero? ¿Cómo se atreven a abandonarme a Mí, su marido, oh Israel, cómo se atreven a
hacer eso, donde está su divorcio? ¿Quién que les da el derecho de hacer eso? ¿Me he
divorciado de ustedes? Y la respuesta, claro es que Él no se había divorciado de ellos. Pero
vea Jeremías 3:8. Jeremías 3:8. Y ahora está unos años después de Isaías. Durante 700
años ahora, Dios ha estado llamando a Israel. Durante 700 años, Él les está ha estado
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diciendo detengan sus ídolos, detengan sus ídolos, detengan su adulterio espiritual. Por
setecientos años, Israel ha sido espiritualmente adúltera uniéndose a sí misma a otros
maridos, a otras deidades. Setecientos años de adulterio espiritual incesante con otros dioses.
Y finalmente, después de los setecientos años, capítulo 3 de Jeremías versículo 8: “Y vi
cuando por todas las causas por las que Israel cometió adulterio Yo me divorcié de ella y le di
carta de divorcio.”
Ahora, ¿adivine usted quién se divorcia aquí? ¿Quién lo hace? Dios lo hace. Dios, después de
setecientos años, se divorció de Israel. Eso es lo que dice. Esa es la analogía que usa. Y Él lo
hizo porque ella cometió adulterio. Entonces, si usted quiere saber entonces cuál es la base
del divorcio en el Antiguo Testamento, es adulterio porque esa es la única manera en la que
usted podía disolver un matrimonio; y era a través del adulterio, porque si usted cometía
adulterio, habría muerto. Y eso habría disuelto el matrimonio y liberado al cónyuge. Pero si
Dios mostró gracia y no le quitó la vida a usted, el divorcio se permitió pero sólo cuando hubo
dureza de corazón que no podía ser resuelta nunca, ¿se da cuenta? Y le llevó a Dios
setecientos años llegar a ese lugar.
Entonces, es una gran ilustración de paciencia, ¿no es cierto? Usted no dice ‘mi marido lo
hizo una vez, se acabó.’ Necesita haber un entendimiento de eso. Es por dureza de corazón
continua. Entonces, inclusive Dios se divorció. Es un pasaje tan importante, importante,
porque Dios, amigo mío, no hace cosas que no están bien y Dios no nos da ilustraciones de
Su propia conducta que no podemos seguir, ¿entiende eso? Entonces, por eso me entristece
que la gente venga y dice que no hay justificación alguna para el divorcio. La hay. Pero es un
caso de adulterio prolongado, impenitente, irreconciliables. Esa es la esencia de lo que
inclusive el Señor está indicando.
En Jeremías 31 y 32 “He aquí, vendrán días, dice Jehová haré un nuevo pacto.” ¿Sabe lo que
va a hacer? Él se va a casar nuevamente. ¿Sabe con quién se va a casar? Con su primera
esposa, Israel. Se va a volver a casar con la casa de Israel, en la casa de Jacob. Versículo 32:
“No de acuerdo al pacto que hice con sus padres en los que el día en que Yo los tomé por la
mano y lo saqué de la tierra de Egipto, cuyo pacto mío rompieron, aunque Yo era un marido
para ellos.” Y eso afirma que Dios ya no era su marido. Pero Él se va a volver a casar con
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ellos y restaurará ese pacto y hará un nuevo pacto. Entonces, se permite el divorcio por el
adulterio.
Ahora, alguien podría hacer esta pregunta: ¿por qué el divorcio reemplazó la muerte? Y ya he
sugerido una razón. Razón número uno es porque Dios es un Dios de gracia. La misma razón
quizás por los primeros años de la Iglesia cuando Ananías y Sofía murieron por no dar lo que
le prometieron al Señor. Murieron pero muchas otras personas a lo largo de la historia de la
Iglesia han hecho lo mismo y no han muerto. Dios estaba estableciendo ejemplos en ese
entonces. Y Dios es paciente para con nosotros. Pero también creo que la razón por la que
quizás la muerte no fue implementada fue porque no había nadie que fuera lo suficientemente
puro como para implementarla. Debido a que todos los ejecutores habrían tenido que matarse
a sí mismos primero, porque la nación estaba tan llena de adulterio.
De hecho, ¿se acuerda usted de la mujer que fue sorprendida en adulterio en Juan 8 y todos
estaban ahí con sus piedras?, usted se acuerda de los fariseos que iban a apedrear a esta
mujer. Y la sorprendieron ahí en el acto y el hombre simplemente se detuvo y se fue; la mujer
está ahí y están listos para apedrearla. Y Jesús lo ve en el ojo le dice “el que esté libre de
pecado aviente la primera piedra.” Él pudo haberles estado diciendo ustedes son una multitud
de adúlteros. ¿Cómo se atreven a ser así de hipócritas?
Entonces, como puede ver, el Antiguo Testamento presenta el ideal. Jesús simplemente lo
reafirma, simplemente lo reafirma. De regreso a Mateo 19 ahora. Dios nunca quiso divorcio
por ninguna razón. Pero cuando hubo adulterio, Dios mató al cónyuge. Así de sagrado es el
matrimonio. Él no quería que usted cometiera adulterio, usted podía morir. Pero Dios mostró
gracia y los hombres eran pecaminosos. Y cuando hubo adulterio constante, irreconciliable,
Dios permitió el divorcio. Pero el permiso del Antiguo Testamento sólo fue diseñado para
enfrentar problemas únicos, prácticos en un mundo imperfecto, pecaminoso. Y el adulterio es
lo único que puede disolver el vínculo. Y si no rompe el vínculo por la muerte, lo puede romper
por el divorcio.
Y como dije antes, si el divorcio es una concesión misericordiosa hacia el adúltero, ¿entonces
decimos que debido a que Dios muestra misericordia al culpable, Él culpabiliza al inocente?
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En otras palabras, digamos en el Antiguo Testamento su marido comete adulterio, él está
muerto. No tiene oportunidad de arrepentirse. Si él no es redimido, él está en el infierno por
siempre. ¿Es usted libre de casarse nuevamente? Claro, porque la muerte disuelve el
matrimonio. Si Dios le permite que se divorcie, le permite que esa persona viva para que esa
persona puede tener tiempo de arrepentirse y ser restaurada e inclusive redimida. Pero si
Dios, debido a que Él muestra gracia a esa persona, ¿Él penaliza a esta persona inocente
aquí en una vida de celibato? Difícilmente, porque Dios no tiene que hacer ningún intercambio
de negociación. Él no muestra gracia a uno y hace que alguien más pague el precio. Y
entonces, creemos que cuando hay justificación para el divorcio, por lo tanto debe haber
justificación para segundas nupcias. El propósito del divorcio, después de todo, era
simplemente para mostrarle misericordia al culpable, no para sentenciar al inocente a una vida
de soltería de por vida, de miseria o de soledad.
Entonces, el ideal del matrimonio es el mismo y Jesús lo dice. Y la única razón por la que
Moisés llegó a permitir el divorcio fue porque sus corazones eran tan duros. Ahora, versículo
9. “Y Yo os digo que cualquiera que repudia su mujer salvo por causa de fornicación o
adulterio,” fornicación es el término amplio que incluye al adulterio, aquí moicheia y
porneia son lo mismo, como en Mateo 5 lo vemos ahí. “Y yo os digo que cualquiera que
repudie a su mujer salvo por causa de fornicación y se case con otra, adultera. Y el que se
casa con la repudiada, adultera.” Y Jesús dice lo mismo que dijo en Mateo 5:31 y 32. Lo
mismo en Deuteronomio 24, cuando usted se divorcia por otra causa distinta de adulterio,
usted prolifera más adulterio. Ese versículo no es un versículo nuevo, ese no es un nuevo
pensamiento, esta no es una verdad nueva, eso es Deuteronomio 24 nuevamente. Eso es
Mateo capítulo 5, versículo 32, la misma afirmación se hace de manera exacta aquí. No es
nada nuevo, es el mismo principio antiguo. Como puede ver, en Mateo 5, en el sermón del
monte, los fariseos decían ‘no cometemos adulterio, no como hemos adulterio’. Y Jesús les
dice ‘oh, sí, sí cometen. Ustedes cometen adulterio de dos maneras. Uno, cuando ven una
mujer para codiciarla, lo cometen en su corazón. En segundo lugar, ustedes cometen adulterio
porque se divorcian por razones no bíblicas y cuando hacen esto, ustedes proliferan el
adulterio por todos lados. Entonces, son adúlteros del primer orden.’ Eso es exactamente lo
que Él está diciendo.
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La frase clave: no por fornicación o inmoralidad. Es una palabra usada de manera común para
incluir al adulterio. Por ejemplo, en 1 Corintios 10:8 lo dice de manera clara: “Ni forniquemos,
como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil,” utiliza la misma palabra.
La gente dirá ‘bueno no, sólo estás hablando de fornicación aquí, no adulterio. Es fuera del
matrimonio, no incluye al matrimonio.’ Entonces, van a tener que explicar que las 23,000
personas que fueron matadas por Dios y registradas en 1 Corintios 10 eran solteras. Eso es
torpe. Obviamente, la palabra incluye tanto sexo fuera del matrimonio como sexo que será
constituido como adulterio. Él no sólo se está refiriendo a israelitas solteros o a corintios
solteros. La palabra incluye toda maldad sexual.
Ahora, quizás una palabra de Pablo, 1 Corintios capítulo 7, va a ayudar aquí en nuestro
pensamiento. Primera de Corintios 7:10: “A los casados, yo mando, no digo yo sino el Señor,
que la mujer no deje al marido.” Ahora, aquí Pablo reafirma la misma verdad básica: no deje a
su marido. Pero si ella se va, digamos que usted decidió hacerlo, simplemente empaca y se
va. “Permanezca,” ¿qué? “Sin casarse.” Usted no tiene base alguna para volverse a casar. Si
usted se vuelve a casarse, usted se convierte en una adúltera. O tiene una segunda opción:
reconciliarse con su marido. Y después, él voltea la situación. Ahora, “que el marido no se
divorcie de su esposa.” Entonces, quédese casada. Muy, muy importante porque
regresaremos a 1 Corintios la próxima semana cuando entremos a más cosas.
Entonces, hemos visto que Jesús mantuvo en alto el ideal de Dios. Y el silenció a los fariseos.
De hecho, Él los hizo parecer como adúlteros. Entonces, cuando vinieron a Él, realmente
entraron en una situación difícil. Estaban tratando de desacreditarlo ya antes de que la
conversación siquiera hubiese terminado. Ellos están de pie, una multitud de adúlteros ahí en
público. El divorcio no es la voluntad de Dios por ninguna causa. Nunca es Su voluntad
por ninguna causa, sólo se permite en casos de adulterio prolongado y no arrepentido; de otro
modo, hace que la gente se contamine.
Ahora, permítame llevar esto a una conclusión con un punto clave. La gente siempre pregunta
acerca del derecho de volverse a casar. Y simplemente quiero que sepa que la Biblia afirma
que el volverse a casar está bien. Usted preguntará dónde está eso. Bueno, acompáñeme a
Romanos 7:3. “Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera;
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pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no
será adúltera.” Usted no se puede casar con otro hombre mientras su marido todavía está
vivo. No puede tener dos maridos, eso es bigamia. Pero si su marido muere, ella está libre de
esa ley. Y entonces, ella no es adúltera aunque esté casada con otro hombre. Ahora, ese
versículo dice que el volverse a casar está bien, ¿Verdad? Está bien volverse a casar con
alguien si su marido muriera. Pero lo único que estoy tratando de señalarle es que dice que
las segundas nupcias están bien bajo ciertas circunstancias, una de las cuales es la muerte
de un cónyuge.
Ahora, esto no sólo está ahí, si no también 1 Timoteo, por ejemplo, capítulo 5, versículo 14:
“Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen,” dice Pablo, y esto tiene que ver con
segundas nupcias porque el texto de hecho dice que las mujeres jóvenes, esto es viudas, y el
pasaje entero es acerca de viudas. Y regresa al versículo 4 y ahí comienza, que las mujeres
más jóvenes se vuelvan a casar, críen hijos, gobiernen su casa; y no den al adversario
ninguna ocasión de maledicencia. Entonces, las viudas jóvenes son llamadas a volverse a
casar. Entonces, las segundas nupcias están bien.
Mire 1 Corintios, capítulo 7. Primera de Corintios capítulo 7, versículo 8: “Digo, pues, a los
solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de
continencia, cásense.” Entonces, si usted es una viuda o viudo, usted tiene el derecho de
casarse nuevamente. Entonces, Dios no está en general en contra de las segundas nupcias.
Observe el versículo 39: “La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero
si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor.”
Entonces, en todos esos pasajes, se promueven las segundas nupcias en caso de muerte.
Ahora escuche, si Dios permite las segundas nupcias en donde hay muerte, entonces en
casos de adulterio, si Dios se guía por la naturaleza absoluta de la ley, siempre existirá la
posibilidad de volverse a casar, ¿verdad! Y debido a que Dios permite el divorcio, no significa
que cuando la persona no puede reconciliarse no hay esperanza para ellos más que de
quedarse solteros de por vida. Creo que eso es confundir el punto. Y entonces, creo que Dios
permite las segundas nupcias en caso de un adulterio que ha causado un divorcio.
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Ahora, 1 Corintios 7:27 por un momento: “¿Estás ligado a esposa? No busques liberarte.”
¿Estás liberado de una esposa? ¿Qué significa eso? ¿Estás divorciado? No busques una
esposa. “Pero si te casas, no has pecado.” En otras palabras, si usted ha sido liberado de una
esposa, no dice cómo. Si usted ha sido liberado de una esposa y es justificado y es legítimo y
es según una base bíblica, si usted se casa, usted no ha pecado. Usted no ha pecado. “Si una
virgen se casa, ella no ha pecado.” ¿No es eso es interesante? Eso colocaría a una persona
previamente casada al mismo plano que una virgen. Y entonces creemos, que Dios permite
las segundas nupcias en donde el divorcio se ha llevado a cabo sobre una base bíblica.
Ahora, hemos avanzado a lo largo de la conversación entre Jesús y los fariseos pero lo que
realmente es fascinante acerca del pasaje es la reacción de los discípulos. Y vamos a ver eso
la próxima semana.
Oremos. Padre, sabemos que es fácil buscar la justificación en las Escrituras para nuestra
propia maldad, buscar maneras para evitar el seguir Tu voluntad. Y no buscamos hacer eso.
Sólo queremos entender Tu Verdad. Sólo queremos entender que Tú odias el divorcio. Pero
Tú eres un Dios misericordioso, perdonador, lleno de gracia. Y en casos de adulterio, cuando
no puede haber reconciliación, Tú no has sentenciado a una persona que busca hacer lo
correcto a una vida de abuso o miseria. Pero Tú les has dado una alternativa de gracia de
casarse en el Señor. Pero fuera de eso, Dios, Tú realmente has establecido las reglas de
manera clara: ningún divorcio, ningunas segundas nupcias, de lo contrario todo el mundo se
vuelve adúltero.
Gracias por la palabra clara que viene de Ti y que nunca tratemos de manera impía a la
esposa del pacto de nuestra juventud. Que reafirmemos en nuestros corazones día tras día el
pacto hecho entre los dos y Tú. Y que celebremos con gozo lo que Tú has unido, la gracia de
la vida dulce, dulce, el compañerismo tierno de un hombre y una mujer. Señor, sabemos que
cuando la gente guarda ese pacto y se aman el uno al otro profunda y verdaderamente y Te
mantienen como el enfoque, Tú derramas en esa unión una bendición tan grande que ellos no
podrán recibirla. Pero tan pronto como violan Tus principios, Tú traes Tu disciplina.
Entonces, Padre, queremos santificar el matrimonio y afirmamos que aunque Tú permites el
divorcio y las segundas nupcias en casos extremos, desde el principio nunca fue así. Oramos
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porque Tú elimines el divorcio de nuestra congregación en días venideros, que Tú restaures a
aquellos que están en medio de esto, que Tú traigas de regreso a aquellos que ya lo han
hecho. Te doy gracias por la invitación que recibí esta semana, Señor, a una boda de dos
personas que estaban divorciadas y que ahora están regresando para volverse a casar. No
queremos separar lo que Tú has hecho. Bendice a los matrimonios en esta iglesia. Te damos
gracias porque Tú los has hecho a todos. Llénalos de satisfacción conforme ellos caminan en
obediencia a Ti.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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