La Ceremonia

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La Ceremonia
De La Pascua
Cristiana
Publicado por
La Iglesia de Dios Eterna
Este folleto no es para la venta. Es gratuito como un servicio educacional, provisto para todos los
miembros de las Iglesias de Dios, así como para todo aquél que lo solicite.
La Ceremonia
De La Pascua
Cristiana
Pero en el mes primero, a los catorce días del mes,
será la Pascua de YHWH.
~ Números 28:16 ~
La ceremonia de la Pascua cristiana es la más solemne y más significativa de las
Festividades Santas de Dios. Esta ceremonia sagrada, conmemora la muerte de nuestro Señor
Jesucristo, la cual hizo posible el plan de Dios de salvación. Cuando nosotros guardamos la
Pascua, mostramos que aceptamos Su sacrificio y renovamos nuestro pacto con Dios.
Es tan importante este servicio, que las personas que pierden la oportunidad de celebrar la
Pascua debido a enfermedad o a que están de viaje, son instruidos por el Todo Poderoso, que en
el segundo mes a la misma hora debe celebrarse la ceremonia. Dios habló a Moisés diciendo:
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Habla a los Israelitas y diles: Si alguien de ustedes o
de sus descendientes (generaciones) está inmundo por causa de un muerto, o anda lejos de
viaje, puede, sin embargo, celebrar la Pascua al SEÑOR. La celebrarán a los catorce días
del segundo mes, al atardecer; la comerán con pan sin levadura y hierbas amargas. Nada
dejarán de ella hasta la mañana, ni quebrarán hueso de ella; conforme a todos los estatutos
de la Pascua la celebrarán. Pero si alguien que está limpio y no anda de viaje, deja de
celebrar la Pascua, esa persona será eliminada de entre su pueblo, porque no presentó la
ofrenda del SEÑOR a su tiempo señalado. Ese hombre llevará su pecado (Números 9:913).
Dios ordenó que los antiguos israelitas debían guardar la Pascua para siempre (Éxodo
12:24). En la actualidad, cada una de las razas de la tierra puede ser aceptada como hijos de
Abraham, y a la Iglesia se le refiere como el Israel espiritual (Gálatas 3:29). El apóstol Pablo
confirmó esta increíble verdad cuando escribió: “...Porque no todos los que descienden de Israel
son israelitas” (Romanos 9:6).
Por esta razón, es una obligación que la Pascua del Nuevo Pacto sea observada por todos
los cristianos. Y como Jesús dijo:
Entonces Jesús les dijo: En verdad les digo, que si no comen la carne del Hijo del Hombre
y beben Su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come Mi carne y bebe Mi sangre,
tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día final (Juan 6:53-54)
En nuestros días, los cristianos comen Su carne y beben Su sangre, al simbólicamente
tomar el pan y el vino. Ya que la Pascua conmemora la terrible tortura y muerte de nuestro
creador y salvador. Por lo tanto, debe haber una reverencia muy profunda asociada con esta
ceremonia.
Tomando la Pascua Dignamente
La Pascua no es un tiempo para tomarse a la ligera, o para estar bromeando, o tener un
compañerismo normal como los otros días festivos. Esto no quiere decir que no podemos sonreír
o saludarse los unos a los otros. Sin embargo, debe haber un sentido de regocijo en el triunfo de
lo que nuestro salvador, ha hecho por nosotros, y no tiene nada de malo comunicar esto. Por otro
lado, la Pascua es una ceremonia solemne, y el apóstol Pablo nos advierte:
De manera que, cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor
indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor (1 Corintios 11:27).
El participar de la Pascua “indignamente”, puede ser entendido de muchas maneras.
Definitivamente significa tomarla de una manera inapropiada, tal como tomarla a la ligera y no
tomarla de corazón.
El tomar la Pascua indignamente, también puede incluir tomar los símbolos en un tiempo
equivocado. La Pascua cristiana debe ser celebrada al iniciar el día 14 de Aviv o Nissan, después
de ocultarse el sol (Éxodo 12:6).
El utilizar los símbolos equivocadamente, también puede calificar como tomar la Pascua
indignamente. Por ejemplo, el pan tiene que ser sin levadura. Dios ordenó que el día 14, tiene
que ser un día de limpiar y sacar toda levadura de la casa. El pan que va a ser comido en la noche
de la Pascua, tiene que ser sin levadura (Éxodo 12:8).
La bebida para la ceremonia de esta noche, tiene que ser vino, no jugo de uva. La palabra
griega para vino es “oinos”. Esta palabra siempre se refiere a bebidas fermentadas. El buen
samaritano derramó vino (oinos), a las heridas del hombre que estaba tirado sobre el camino
(Lucas 10:34). La palabra oinos requiere que haya alcohol presente para que sea antiséptico. Ya
que las uvas se fermentan casi inmediatamente, y la cosecha de las uvas es en el verano en Judea,
cualquier fruto de viñedo usado en la primavera durante la ceremonia de la Pascua, solamente
puede ser vino, nunca jugo de uva.
Lo más importante durante la Pascua, es nuestra actitud personal con la cual llegamos
ante Cristo y tomamos los símbolos. Por consiguiente, cada cristiano debe pasar tiempo
examinándose a sí mismo, antes de ser partícipe de esta vital ceremonia. Por esta razón, Pablo
sigue explicando la manera de observar la Pascua cristiana. Él declara:
Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa.
Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe
juicio para sí (1Coríntios 11:28-29).
Es importante darnos cuenta, mientras que nos examinamos a nosotros mísmos, que
ninguno de nosotros es digno del sacrificio de Cristo. Si nosotros no discernimos el cuerpo de
Cristo, y entendemos que Él fue inmisericordemente golpeado por nuestra sanación, entonces,
tomamos la Pascua indignamente. Debemos discernir el cuerpo quebrantado y la sangre de
Jesucristo, la cuál fue derramada para el perdón de nuestros pecados.
No debemos de participar de Su Pascua en una actitud de rebelión, enojo, resentimiento u
hostilidad hacia Dios o hacia el hombre. No debemos tomar los símbolos del sacrificio de Cristo,
mientras conscientemente seguimos practicando el pecado.
Este servicio es único, en que solamente los miembros bautizados de la Iglesia de Dios
deben participar en el. Este procedimiento se remonta hasta el tiempo del éxodo, en el cual Dios
ordenó:
Y el Eterno dijo a Moisés y a Aarón: Esta es la ordenanza de la Pascua: Ningún extraño
comerá de ella: Más todo siervo humano comprado por dinero, comerá de ella después
que lo hubieres circuncidado. El extranjero y el asalariado no comerán de ella (Éxodo
12:43-45).
A los antiguos israelitas se les ordenó no comer de la Pascua a menos que estuvieran
circuncidados. En la actualidad, el rito correspondiente es el bautismo. Nuestro arrepentimiento
hacia Dios y la inmersión en agua, es una muestra de nuestro deseo de hacer morir nuestro
antiguo yo. Esto llega a ser la circuncisión del corazón. Aquéllos que han sido por lo tanto
circuncidados, pueden participar de la Pascua.
Los miembros no bautizados son bienvenidos a presenciar la ceremonia. También los
padres pueden sentirse libres de incluir a sus hijos como observadores.
Éxodo 12:26, nos recuerda que tenemos que celebrar el rito de la Pascua en presencia de
nuestros hijos, para que ellos puedan preguntar que significa todo esto. Como sea, sólo miembros
bautizados deben participar del lavamiento de pies, comer el pan consagrado y beber el vino.
Es el deseo de la Iglesia de Dios Eterna, que los cristianos se reúnan en unanimidad para
celebrar la Pascua, siempre que sea posible. Cuando no sea posible el reunirse con alguna de las
Iglesias de Dios para los servicios, nosotros proveemos este servicio completo, para que tales
personas puedan guardar esta ceremonia en casa.
Por lo tanto, este folleto contiene las instrucciones relacionadas a como guardar la Pascua
apropiadamente. Hemos provisto el formato tradicional y las Escrituras recomendadas para ser
leídas durante los servicios. En caso de que los miembros no se sientan cómodos dirigiendo los
servicios completamente, también podemos proveer el servicio grabado.
Nosotros ofrecemos esto, entendiendo que los miembros pueden utilizar este
completamente o en parte, conforme a su propia discreción. La Iglesia también ofrece cassets
grabados de sermones para los otros Días Santos. Si usted quisiera alguno de estos, por favor,
póngase en contacto con nuestra oficina o vaya al sitio de la red cuyas direcciones se encuentran
al final de este folleto.
Preparándose para la Pascua
La preparación es la parte más importante de cualquier proyecto. Esto es de vital
importancia para la ceremonia de la Pascua de Dios, para asegurarse que las cosas sean hechas
“con decencia y con orden” (1 Corintios 14:40). Por lo tanto, debe saber cuántas personas
planean asistir, y que materiales se van a necesitar.
Algunas cosas van a tener que comprarse. Si usted intenta utilizar el servicio grabado,
una grabadora de mediana calidad es recomendable. También sugerimos imprimir un número
adecuado de copias del himno que va a ser cantado esa noche. Hay una copia de la letra del
himno al final de este folleto y la música del mismo está al final del casset, el himno se titula:
“Misericordioso Dios”.
Palanganas para el servicio del lavamiento de pies, tienen que ser adquiridas con
anterioridad. La experiencia nos lleva a recomendar, que se tenga una o dos de reserva, por si
llegaran a necesitarse de última hora. También es recomendable, si estas ya han sido utilizadas y
almacenadas, revisarlas antes de que empiecen los servicios por si tienen alguna rajadura. Los
participantes, pueden fácilmente suplir sus propias toallas.
El Vino
Cuando se vaya a comprar el vino para la Pascua, hay muchas cosas que tienen que ser
consideradas. La Iglesia tradicionalmente ha recomendado un vino rojo de buena calidad del tipo
burgundy. Históricamente, la Iglesia ha utilizado vino no fortificado con un porcentaje de
alcohol entre el 10 y el 13 % por volumen. Los vinos que tienen un porcentaje de alcohol de
entre el 19 al 20 %, están fortificados con brandy y no deben de ser utilizados.
El vino tiene que ser servido en pequeños vasos, la noche del servicio, de acuerdo con el
número de participantes que usted espera. Si usted espera un número considerable de asistentes,
sería mejor que fuera a alguna tienda “cristiana”, y comprara alguna charola para vino como las
que se utilizan en los servicios de la Iglesia. Estas no son muy caras, y añaden una apariencia
profesional al servicio, y puede ser rehusada cada año.
Después que el servicio ha concluido, cualquier cantidad de vino consagrado que haya
sobrado, debe ser derramado a la tierra, así como lo fue la sangre de nuestro salvador, Jesucristo.
Los vasos que se utilizaron, también tienen que ser lavados lo más pronto posible.
El Pan sin Levadura
Una cantidad suficiente de pan sin levadura debe ser provisto para la ceremonia. Ya sea
el hecho en casa, o el que venden en las tiendas comerciales son aceptables. Asegúrese que el
que haya comprado, sea completamente sin levadura. Todo esto es más sencillo si simplemente
compra Kosher Matzos.
Asegúrese de no poner mucho pan sin levadura o matzos juntos y lleguen estos a
provocar confusión cuando este sea partido durante la ceremonia. Además, cualquier pan sin
levadura o matzo consagrado que haya sobrado y cualquier morona de este, tiene que ser
recolectado y quemado durante la noche después de los servicios, de acuerdo con el
mandamiento de Dios con respecto al cordero (Éxodo 12:10).
Preparando El Salón
El salón, donde la Pascua y el lavamiento de pies se van a llevar a cabo, debe ser
apropiadamente preparado, para esta celebración.
Cristo envió a Sus discípulos a preparar el salón para Su última Pascua. Lucas escribe:
Llegó el día de la Fiesta de los Panes sin Levadura en que debía sacrificarse el cordero de
la Pascua. Entonces Jesús envió a Pedro y a Juan, diciéndoles: Vayan y preparen la
Pascua para nosotros, para que la comamos. Ellos fueron y encontraron todo tal como El
les había dicho; y prepararon la Pascua. (Lucas 22:7-8, 13).
Los salones para la ceremonia de la Pascua, deben estar completamente sin levadura. El
salón o los cuartos que van a ser utilizados para los servicios, deben también estar limpios y en
orden. Tradicionalmente, la mesa que se utiliza para los servicios del pan y del vino, se cubre con
un mantel blanco. Servilletas blancas también se usan para cubrir las charolas de los matzos y el
vino que se va a consagrar.
Es importante tener espacio suficiente para el servicio del lavamiento de pies. Es mucho
mejor, si este es un cuarto separado del que se utiliza para la reunión en general. Las mujeres
deben estar separadas cuando sea la hora del lavamiento de pies. Si las posibilidades no permiten
tener dos cuartos separados, el lavamiento se puede llevar a cabo en dos partes, la primera para
las mujeres y la otra para los hombres. Cuando no haya otros dos cuartos disponibles, aparte del
salón principal, la solución es llevar a los hombres al cuarto disponible, mientras que las mujeres
realizan el lavamiento de pies en el salón principal. Este arreglo permite que la ceremonia fluya
de tal manera, que no haya interrupciones significativas y desvíe el significado de la ceremonia.
También hay ocasiones cuando los miembros, están tan lejanos los unos de los otros, que
las personas se encuentren en una circunstancia tal, que se ven forzadas a celebrar la ceremonia
completamente solas. En tal caso, ha sido históricamente considerado apropiado, para la persona
sola, pasar más tiempo en leer el relato del lavamiento de pies que se encuentra en Juan 13.
Usando El Servicio Grabado
Si usted desea usar el servicio grabado de la ceremonia, le recomendamos que lo oiga
completamente con anterioridad, para asegurar la calidad de este y que usted se familiarice con el
formato del servicio que se va a llevar a cabo.
Reverentemente y respetuosamente, guíe al grupo al cuarto donde se van a llevar a cabo
los servicios. Pase las copias del himno que se va a cantar para cada miembro conforme vayan
entrando.
Cada porción de los servicios está grabada como una sección separada. Usted se dará
cuenta, conforme escucha la grabación que cada parte de los servicios es una unidad, y la
grabación va a seguir lo escrito que le hemos provisto en la sección de este folleto “Conduciendo
Su Propio Servicio”.
Después de haber escuchado la grabación para asegurarse de la calidad, prepárese usted
mismo con el formato de los servicios, y ajuste el nivel del volumen. Finalmente, regrese la
grabación al principio en preparación para los servicios de esa noche. Recuerde que el sonido
tiene que estar ligeramente más alto, cuando el cuarto esté con los miembros, que cuando el
cuarto está vacío. Además, tenga presente que nos hemos tomado la libertad de modificar el
servicio tradicional, con la introducción de un himno opcional al principio de la grabación.
Empezando El Servicio De La Pascua
En la noche de la Pascua, después de que todos estén sentados y que se ha ocultado el sol,
simplemente empiece la grabación. Recuerde regresar grabación al principio que usted haya
escogido, habiendo revisado el volumen de su grabadora después de haber escuchado la
grabación por completo.
El Lavamiento De Pies
Una vez que se ha empezado, la grabación irá a través de la introducción a la Pascua, y
después, hablará del lavamiento de pies. En el punto cuando el orador dice: “El anfitrión ahora
los dirigirá al servicio del lavamiento de pies”, pare la grabación. En este punto, el anfitrión
dirigirá a los invitados a sus respectivos lugares para el lavamiento de pies de manera respetuosa
y ordenada.
El Pan
Después que usted se haya lavado las manos, y que todos hayan regresado de sus
respectivos lugares de lavamiento y estén sentados, empiece la grabación otra vez. El orador de
la grabación, procederá a explicar el simbolismo del pan.
Cuando el orador diga: “El anfitrión orará ahora por el pan,” apague la grabadora. En este
momento descubra la charola del pan y pida que todos inclinen sus cabezas y pidan a Dios por la
bendición sobre el pan.
Después de la oración, parta el pan en piezas medianas a la vista de todos los presentes.
Después de esto, pase la charola a cada persona. Cada uno debe tomar solamente una pieza de
pan y pasar la charola a la siguiente persona. Recuerde que solamente los miembros bautizados
deben tomar esta pieza de pan. Cuando todos hayan tomado una pieza de pan ázimo, la charola
se regresa, y ya todos sentados quietamente, se empieza la grabación otra vez.
El Vino
El orador ahora procederá a explicar el simbolismo y significado del vino. Cuando el
orador diga: “El anfitrión ahora orará sobre el vino,” ponga la grabación en pausa otra vez. El
anfitrión debe entonces descubrir la charola que contiene el vino. El anfitrión le pedirá a los
presentes que inclinen su cabeza mientras que ora sobre el vino. Después de la oración, el
anfitrión debe pasar la charola con el vino, para que cada persona tome una copa con el vino.
Recuerde que solamente los miembros bautizados toman la copa.
La Lectura de la Escritura y el Himno Final
Después de que la charola ya ha sido regresada, y que todos ya estén sentados, empiece la
grabación de nuevo. El orador, entonces va a leer las Escrituras que Cristo habló a los discípulos
después de la cena. Después que la lectura haya terminado, les pedirá a todos que se pongan de
pie y que se cante un himno final. Pare la grabación aquí, y pídales a todos que se pongan de pie.
Inicie la grabación nuevamente. El anfitrión guiará a la audiencia a cantar el Salmo 51.
La Oración de Clausura
Después que haya concluido el himno, pare la grabación. El anfitrión debe entonces
concluir con una oración. Finalmente, despida a la audiencia.
Conduciendo Su Propio Servicio:
Para aquéllos que desean dirigir el servicio de la Pascua personalmente, estamos
proveyendo la ceremonia tradicional siguiente. Por favor, lea toda la ceremonia, haga notas y
prepárese de ante mano, para que el servicio sea presentado de una manera digna y profesional
que glorifique a Dios (1 Corintios 10:31).
El servicio tradicionalmente empieza sin oración, pero incluye las oraciones sobre el
pan, el vino y con una oración de clausura después del himno final. Hay música especial el
inicio de la grabación que tal vez usted quiera utilizar. Generalmente los servicios se empiezan
con comentarios que unen la Pascua con eventos actuales. El director de los servicios, puede
leer entonces lo que se encuentra ya provisto. Al final de cada sección, hay instrucciones a
seguir en el lavamiento de pies y la oración sobre los ázimos o pan sin levadura o matzos y
sobre el vino. Las Escrituras tradicionales se leen, y se concluye con un himno.
El Principio de lo Escrito para la Pascua
Mientras que sigamos en este mundo, muchas de las cosas de Dios son “agridulces”.
Primero, está la parte amarga de esta celebración. Nos reunimos en esta ocasión una vez al año
para conmemorar y reflexionar en el sufrimiento y muerte de nuestro salvador, Jesucristo.
Conforme lo hacemos, reforzamos nuestro compromiso y pacto con Dios.
Pero al mismo tiempo, la parte dulce de la celebración de la Pascua. Con esta celebración
nos damos cuenta profundamente del increíble triunfo de Jesucristo. Su victoria trae con ella,
nuestra increíble y trascendental esperanza de estar en el reino y formar parte de la familia de
Dios por toda la eternidad.
Además de todo esto, todos nosotros los que celebramos la Pascua esta noche, nos
unimos y formamos parte de una larga cadena de fieles a Dios a través de los siglos. Nosotros
somos parte de todos aquéllos que vieron y confiaron en la sangre de nuestro salvador. Nosotros,
junto con todos aquéllos fieles, también vemos a Jesucristo para limpiarnos de nuestro pecado,
que nos de Su perdón y nos permita la entrada a la familia de Dios.
Cristo Explicó que Debemos Comer y Beber de Él
Los judíos que seguían a Cristo presenciaron que Él hacia milagros. Ellos lo vieron crear
alimentos suficientes para alimentar a 5,000, y lo que entendían los judíos de esa época, era que
cuando llegara el Mesías, Él produciría “maná escondido” (Apocalipsis 2:17). Ellos se
preguntaban, “¿Podría éste Jesús ser el Mesías?”. Ellos querían una prueba en la forma de maná
escondido.
Jesús entonces explicó esta profunda verdad: ¡Él era el pan del cielo! Conforme comemos
este pan, tenemos que entender y creer las palabras que Él dijo:
Juan 6:27 -- Trabajen, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece
para vida eterna, el cual el Hijo del Hombre les dará, porque a Él es a quien el Padre,
Dios, ha marcado con Su sello.
Juan 6:33 - 35 -- Porque el pan de Dios es el que baja del cielo, y da vida al mundo.
Señor, danos siempre este pan, Le dijeron. Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que
viene a Mí no tendrá hambre, y el que cree en Mí nunca tendrá sed.
Juan 6:37-39 -- Todo lo que el Padre Me da, vendrá a Mí; y al que viene a Mí, de ningún
modo lo echaré fuera. Porque he descendido del cielo, no para hacer Mi voluntad, sino la
voluntad del que Me envió. Y ésta es la voluntad del que Me envió: que de todo lo que Él
Me ha dado Yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final.
Juan 6:44 -- Nadie puede venir a Mí si no lo trae el Padre que Me envió, y Yo lo
resucitaré en el día final.
Juan 6:48-50 -- Yo soy el pan de la vida. Los padres (antepasados) de ustedes comieron el
maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que
coma de él, no muera.
Juan 6:51 -- Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguien come de este pan,
vivirá para siempre; y el pan que Yo también daré por la vida del mundo es Mi carne.
Juan 6:52-57 -- Los Judíos, por tanto, discutían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede Este
darnos a comer Su carne? Entonces Jesús les dijo: En verdad les digo, que si no comen la
carne del Hijo del Hombre y beben Su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come Mi
carne y bebe Mi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día final. Porque Mi
carne es verdadera comida, y Mi sangre es verdadera bebida. El que come Mi carne y
bebe Mi sangre, permanece en Mí y Yo en él. Como el Padre que vive Me envió, y Yo
vivo por el Padre, asimismo el que Me come, él también vivirá por Mí.
Juan 6:58 -- Este es el pan que descendió del cielo; no como el que los padres
(antepasados) de ustedes comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.
Cristo Instituyó la Pascua del Nuevo Pacto
En la última Pascua con Sus discípulos, Jesús esperó hasta el tiempo exacto. Este fue en
la noche del día 14 de Abib o Nissán, y Cristo instituyó la Pascua del Nuevo Pacto. Lucas dice:
Lucas 22:14-16 -- Cuando llegó la hora, Jesús se sentó a la mesa, y con Él los apóstoles, y
les dijo: Intensamente he deseado comer esta Pascua con ustedes antes de padecer; porque
les digo que nunca más volveré a comerla hasta que se cumpla en el reino de Dios.
Paradójicamente, la misma noche que Cristo iba a dar Su vida en sacrificio por toda la
humanidad, hubo una contienda entre Sus seguidores con respecto a su posición y categoría.
Lucas 22:24 -- Surgió también entre ellos una discusión, sobre cuál de ellos debía ser
considerado como el mayor.
Por lo tanto, antes de Su muerte, Jesús enseñó a Sus discípulos de entonces y a los
actuales, la importancia de la humildad.
Lucas 22:25-27 -- Y Jesús les dijo: Los reyes de los Gentiles se enseñorean de ellos; y los
que tienen autoridad sobre ellos son llamados bienhechores. Pero no es así con ustedes;
antes, el mayor entre ustedes hágase como el menor, y el que dirige como el que sirve.
Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No lo es el que se
sienta a la mesa? Sin embargo, entre ustedes Yo soy como el que sirve.
La Ceremonia del Lavamiento de Pies
El gran Dios dió entonces un ejemplo de lo que Él quería decir en Sus enseñanzas acerca
de servir. Él lavó los pies de Sus discípulos
Juan 13:1-17 -- Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que Su hora había llegado
para pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los Suyos que estaban en el mundo,
los amó hasta el fin. Y durante la cena, como ya el diablo había puesto en el corazón de
Judas Iscariote, hijo de Simón, el que Lo entregara, Jesús, sabiendo que el Padre había
puesto todas las cosas en Sus manos, y que de Dios había salido y a Dios volvía, se
levantó de la cena y se quitó el manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego echó agua
en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que
tenía ceñida. Cuando llegó a Simón Pedro, éste Le dijo: Señor, ¿Tú me vas a lavar a mí
los pies? Jesús le respondió: Ahora tú no comprendes lo que Yo hago, pero lo entenderás
después. ¡Jamás me lavarás los pies! Le dijo Pedro. Si no te lavo, no tienes parte conmigo,
le respondió Jesús. Simón Pedro Le dijo: Señor, entonces no sólo los pies, sino también
las manos y la cabeza. Jesús le dijo: El que se ha bañado no necesita lavarse, excepto los
pies, pues está todo limpio; y ustedes están limpios, pero no todos. Porque sabía quién Lo
iba a entregar; por eso dijo: No todos están limpios. Entonces, cuando acabó de lavarles
los pies, tomó Su manto, y sentándose a la mesa otra vez, les dijo: ¿Saben lo que les he
hecho? Ustedes Me llaman Maestro y Señor; y tienen razón, porque Lo soy. Pues si Yo, el
Señor y el Maestro, les lavé los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros.
Porque les he dado ejemplo, para que como Yo les he hecho, también ustedes lo hagan.
En verdad les digo, que un siervo no es mayor que su señor, ni un enviado es mayor que
el que lo envió. Si saben esto, serán felices si lo practican.
Jesús dijo que nosotros no somos mayores que Él, y ya que Él estuvo dispuesto a lavar
los pies de Sus discípulos, nosotros debemos lavar los pies los unos a los otros. Debemos de
hacer esto, entendiendo que ésto que hacemos, en este único día del año, es un símbolo que nos
recuerda como debemos de actuar el uno con el otro el resto del año.
1 Juan 3:14-16 -- Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos
a los hermanos. El que no ama permanece en muerte. Todo el que aborrece a su hermano
es un asesino, y ustedes saben que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él. En
esto conocemos el amor: en que Él puso Su vida por nosotros. También nosotros debemos
poner nuestras vidas por los hermanos.
Pablo también describe la actitud de Cristo, humilde como la de un siervo:
Filipenses 2:5-8 -- Haya, pues, en ustedes esta actitud (esta manera de pensar) que hubo
también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser
igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que Se despojó a sí mismo tomando forma de
siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se
humilló Él mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
En este momento, el líder debe dirigir a los miembros presentes a lavar los pies de los
unos a los otros en sus respectivos lugares asignados y hacerlo de una manera ordenada.
El Pan
Pablo fue enseñado personalmente por Jesucristo en el desierto árabe. Allí, Cristo le dió
instrucciones para el servicio de la Pascua cristiana. Pablo explica lo que Cristo le dijo que
hiciera:
1 Corintios 11:23-24 -- Porque yo recibí del Señor lo mismo que les he enseñado: que el
Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió
y dijo: Esto es Mi cuerpo que es para ustedes; hagan esto en memoria de Mí.
Tenemos que ser partícipes del pan como el símbolo del cuerpo de Cristo. Cristo explicó
este simbolismo y Juan dejó esto para nosotros:
Juan 6:48-51 -- Yo soy el pan de la vida. Los padres (antepasados) de ustedes comieron el
maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que
coma de él, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguien come de este
pan, vivirá para siempre; y el pan que Yo también daré por la vida del mundo es Mi carne.
Jesucristo era el Dios todo poderoso que habitaba en el cielo en majestad y en gloria.
Como segundo al mando en todo el universo, Cristo era el Dios que dijo: “nada es imposible”
(Lucas 1: 37).
Este mismo Dios bajó a la tierra. Se hizo carne para que pudiéramos llegar a ser espíritu.
Él se hizo hombre para que pudiéramos llegar a ser Dios.
Cristo llegó a ser carne y por lo tanto, participó de nuestra naturaleza, experimentando
todas las tentaciones que los humanos tenemos (Hebreos 4: 15). Él sintió el dolor exactamente
como nosotros lo sentimos, pero dispuesto a dar Su vida por nosotros. Es importante recordar
que el comer de Su carne y beber de Su sangre, están directamente asociados con Su dádiva de
vida eterna.
El hecho de que todos participemos de Su cuerpo nos hace un sólo cuerpo. Todos somos
una sola familia. Pablo escribió:
1 Corintios 10:16-17 -- La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la participación en
la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la participación en el cuerpo de Cristo?
Puesto que el pan es uno, nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo; porque todos
participamos de aquel mismo pan.
Cuando participamos de Su cuerpo, Su cuerpo llega a ser parte de nosotros, y llegamos a
ser parte de Su cuerpo, Su Iglesia (Colosenses 1:18). Nosotros no llegamos a ser parte del cuerpo
de Cristo sólo por pertenecer a una organización. Llegamos a ser parte del organismo espiritual
el cual es el cuerpo de Cristo, al participar del pan de vida, Jesucristo.
Cuando participamos del cuerpo de Cristo, Él vive en nosotros a través del Espíritu Santo
que mora en nosotros. Esto nos hace parte del cuerpo de Cristo. Nada en la tierra puede
separarnos de Él. Él es una parte viviente de nosotros.
La pequeña pieza de pan sin levadura que comemos, simboliza Su cuerpo. El pan que
partimos es sin levadura, y esto representa la naturaleza sin pecado del cuerpo de Cristo, el cual
fue quebrantado por nuestros pecados.
Jesucristo fue golpeado hasta que la carne fue arrancada de Él. Estos horribles golpes no
fueron por algo que Él haya hecho. Este violento castigo le fue dado por lo que nosotros
merecíamos. El apóstol Pedro nos recuerda el terrible sufrimiento que Cristo tuvo que pasar por
nosotros, y de como tenemos que seguir Su ejemplo:
1 Pedro 2:20-24 -- Pues ¿qué mérito hay, si cuando ustedes pecan y son tratados con
severidad lo soportan con paciencia? Pero si cuando hacen lo bueno sufren por ello y lo
soportan con paciencia, esto halla gracia con Dios. Porque para este propósito han sido
llamados, pues también Cristo sufrió por ustedes, dejándoles ejemplo para que sigan Sus
pasos, EL CUAL NO COMETIO PECADO, NI ENGAÑO ALGUNO SE HALLO EN
SU BOCA; y quien cuando Lo ultrajaban, no respondía ultrajando. Cuando padecía, no
amenazaba, sino que se encomendaba a Aquél que juzga con justicia. El mismo llevó
(cargó) nuestros pecados en Su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y
vivamos a la justicia, porque por Sus heridas fueron ustedes sanados.
El apóstol Pedro aclara que los golpes que le dieron a Cristo, era solamente una parte de
Su total y perfecto sacrificio. Él sufrió un gran dolor y una gran agonía en la carne, para que
nosotros pudiéramos estar libres del sufrimiento físico que cae sobre nosotros como
consecuencia de nuestros pecados.
Su sufrimiento también fue un ejemplo para cada uno de nosotros. Porque Él sufrió por
todas las personas, nosotros tenemos que estar dispuestos a sufrir los unos por los otros.
También, su disposición para soportar tal sufrimiento, mostró Su infinito compromiso para con
cada uno de nosotros. Cuando nosotros comemos estos panes ázimos, nos debe recordar
personalmente Su increíble compromiso. El comer de estos matzos, también nos debe recordar la
gran deuda que tenemos con Él, y al tomar los matzos, abiertamente reafirmamos nuestra
devoción y lealtad a Él.
El sufrimiento de Cristo en Su cuerpo por nuestros pecados, fue planeado desde antes de
la creación del mundo. Isaías profetizó:
Isaías 53:1-6 -- ¿Quién ha creído a nuestro mensaje? ¿A quién se ha revelado el brazo del
SEÑOR? Creció delante de Él como renuevo tierno, Como raíz de tierra seca. No tiene
aspecto hermoso ni majestad Para que Lo miremos, Ni apariencia para que Lo deseemos.
Fue despreciado y desechado de los hombres, Varón de dolores y experimentado en
aflicción; Y como uno de quien los hombres esconden el rostro, Fue despreciado, y no Lo
estimamos. Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades, Y cargó con nuestros dolores.
Con todo, nosotros Lo tuvimos por azotado, Por herido de Dios y afligido. Pero El fue
herido (traspasado) por nuestras transgresiones, Molido por nuestras iniquidades. El
castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, Y por Sus heridas (llagas) hemos sido sanados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, Nos apartamos cada cual por su camino;
Pero el SEÑOR hizo que cayera sobre Él La iniquidad de todos nosotros.
Todo esto fue hecho por nosotros y aún la humanidad no valúa lo que Dios sacrificó.
Pocos son los que toman el tiempo para pensar y tomar conciencia de esto. En todo esto, Cristo
no se quejó. Él simplemente permitió el sufrimiento infringido por las manos de hombres
crueles.
Isaías 53:7 -- Fue oprimido y afligido, Pero no abrió Su boca. Como cordero que es
llevado al matadero, Y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda, Él no
abrió Su boca.
Isaías detalla la inimaginable magnitud del sufrimiento de Cristo. Este gran profeta dejó
escrito las palabras de Dios cuando dijo:
Isaías 52:13-14 -- Oigan esto: Mi siervo prosperará, Será enaltecido, levantado y en gran
manera exaltado. De la manera que muchos se asombraron de ti, pueblo Mío, Así fue
desfigurada Su apariencia más que la de cualquier hombre, Y Su aspecto más que el de
los hijos de los hombres.
Cristo sufrió un increíble dolor por nuestra causa, para que pudiéramos ser sanados. Él
fue tentado de todas las maneras en que nosotros somos tentados. Él sintió tanta angustia como
cualquier mujer tiene al nacimiento de su hijo. Él sufrió más que cualquier otro que haya sido
torturado. Él experimentó más sufrimiento que una persona con cáncer. Él aceptó este castigo
siendo completamente inocente de cualquier pecado. Cristo tomó el castigo por nosotros. Él
experimentó el castigo por nuestras malas acciones.
Su cuerpo fue quebrantado por nosotros, por lo tanto, nosotros partimos este pan, y
somos partícipes de el. Lo hacemos así con el entendimiento, el compromiso que Él hizo por
nosotros. Tomamos de este pan comprometiéndonos con Él con gran agradecimiento.
En este punto, el líder debe orar por el pan, pidiendo la bendición de Dios sobre este símbolo
del cuerpo de Cristo, el cual fue quebrantado por nosotros. La oración tiene que incluir el hecho
que Cristo sufrió por nosotros, por lo tanto, nosotros tenemos que estar dispuestos a sufrir por
la justicia. También tenemos que agradecerle a Dios por todo Su amor y misericordia hacia
nosotros. Debemos pedirle a Dios que nos de Su actitud de servicio y sacrificio por otros.
En este momento, el anfitrión o líder debe quitar la servilleta blanca de la charola de pan. Él
debe partir el pan en presencia de todos los invitados.
Finalmente, pase la charola con el pan partido, hasta que todos los miembros hayan tomado
una pieza de matzo.
El Vino
Marcos nos dice que el vino que bebemos es un símbolo de la sangre de Cristo. Vayamos
a:
Marcos 14:23-25 -- Y tomando una copa, después de dar gracias, se la dio a ellos, y
todos bebieron de ella. Y les dijo: Esto es Mi sangre del nuevo pacto, que es derramada
por muchos. En verdad les digo, que ya no beberé más del fruto de la vid hasta aquel día
cuando lo beba nuevo en el reino de Dios.
La sangre de Cristo nos limpia del pecado, haciendo para nosotros posible que tengamos
vida eterna. El autor de Hebreos nos dice:
Hebreos 9:11-15 -- Pero cuando Cristo apareció como Sumo Sacerdote de los bienes
futuros, a través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir,
no de esta creación, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, no por medio de la
sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de Su propia sangre, obteniendo
redención eterna. Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de
la novilla, rociadas sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la
carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, quien por el Espíritu eterno Él mismo se ofreció
sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios
vivo? Por eso Cristo es el mediador de un nuevo pacto (testamento), a fin de que habiendo
tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones que se cometieron bajo el
primer pacto (testamento), los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia
eterna.
Pablo nos dice que es la sangre de Cristo la que literalmente nos redime.
Efesios 1:7 -- En Él tenemos redención mediante Su sangre, el perdón de nuestros
pecados según las riquezas de Su gracia
El derramamiento de la sangre del cordero de Dios resultó en la muerte de Su carne. Es la
sangre de Cristo la que nos justifica. Es una ofrenda de paz hacia Dios el Padre.
Colosenses 1:20-22 -- y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo
hecho la paz por medio de la sangre de Su cruz, por medio de Él, repito, ya sean las que
están en la tierra o las que están en los cielos. Y aunque ustedes antes estaban alejados y
eran de ánimo hostil, ocupados en malas obras, sin embargo, ahora Dios los ha
reconciliado en Cristo en Su cuerpo de carne, mediante Su muerte, a fin de presentarlos
santos, sin mancha e irreprensibles delante de Él.
Cada uno de nosotros tiene que beber el vino con un agradecimiento reverencial. Es una
renovación de la aceptación de la sangre de Jesucristo, que fue derramada para remisión de
nuestros pecados. No hay otra salvación que esta la cuál se encuentra en este sacrificio.
En este momento, el anfitrión debe descubrir el vino. Debe orar sobre el vino,
agradeciendo a Dios por habernos dado a Su hijo para morir por nosotros, para que
pudiéramos ser reconciliados. Agradezca a Dios por la disposición de Cristo de someterse a la
voluntad de Su padre en este increíble sacrificio por nosotros.
En este momento, pase el vino a los miembros. Cada uno debe tomar el vino en profunda
reverencia. Después que los vasos sean devueltos, cúbralos, así como la charola de los ázimos
con sus servilletas blancas.
La Conclusión de la Pascua
Después de haber cenado, Cristo habló a Sus discípulos. Estas son las últimas palabras de
nuestro salvador en esa Pascua final. Estas son algunas de las palabras más hermosas y
significativas que se hayan escrito. El apóstol Juan nos dice:
Juan 13:33-35 -- Hijitos, estaré con ustedes un poco más de tiempo. Me buscarán, y como
dije a los Judíos, ahora también les digo a ustedes: 'adonde Yo voy, ustedes no pueden ir.
Un mandamiento nuevo les doy: 'que se amen los unos a los otros;' que como Yo los he
amado, así también se amen los unos a los otros. En esto conocerán todos que son Mis
discípulos, si se tienen amor los unos a los otros.
Juan 14:1-4 -- No se turbe su corazón; crean en Dios, crean también en Mí. En la casa de
Mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, se lo hubiera dicho; porque voy a preparar
un lugar para ustedes. Y si me voy y les preparo un lugar, vendré otra vez y los tomaré
adonde Yo voy; para que donde Yo esté, allí estén ustedes también. Y conocen el camino
adonde voy.
Juan 14:5-8 -- Señor, si no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino? Le
dijo Tomás. Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino
por Mí. Si ustedes Me hubieran conocido, también hubieran conocido a Mi Padre; desde
ahora Lo conocen y Lo han visto. Señor, muéstranos al Padre y nos basta, Le dijo Felipe.
Juan 14:9-21 -- Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo he estado con ustedes, y todavía no Me
conoces, Felipe? El que Me ha visto a Mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: 'Muéstranos
al Padre'? ¿No crees que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mí? Las palabras que Yo les
digo, no las hablo por Mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en Mí es el que hace
las obras. Créanme que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mí; y si no, crean por las obras
mismas. En verdad les digo: el que cree en Mí, las obras que Yo hago, él las hará
también; y aun mayores que éstas hará, porque Yo voy al Padre. Y todo lo que pidan en
Mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si Me piden algo en Mi
nombre, Yo lo haré. Si ustedes Me aman, guardarán Mis mandamientos. Entonces Yo
rogaré al Padre, y El les dará otro Consolador (Intercesor) para que esté con ustedes para
siempre; es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni Lo
ve ni Lo conoce, pero ustedes sí Lo conocen porque mora con ustedes y estará en ustedes.
No los dejaré huérfanos; vendré a ustedes. Un poco más de tiempo y el mundo no Me
verá más, pero ustedes Me verán; porque Yo vivo, ustedes también vivirán. En ese día
conocerán que Yo estoy en Mi Padre, y ustedes en Mí y Yo en ustedes. El que tiene Mis
mandamientos y los guarda, ése es el que Me ama; y el que Me ama será amado por Mi
Padre; y Yo lo amaré y Me manifestaré a él.
Juan 14:22-24 -- Judas (no el Iscariote) Le dijo: Señor, ¿y qué ha pasado que Te vas a
manifestar a nosotros y no al mundo? Jesús le respondió: Si alguien Me ama, guardará Mi
palabra; y Mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. El que no Me
ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que ustedes oyen no es Mía, sino del Padre que
Me envió.
Juan 14:25-27 -- Estas cosas les he dicho estando con ustedes. Pero el Consolador
(Intercesor), el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en Mi nombre, El les enseñará
todas las cosas, y les recordará todo lo que les he dicho. La paz les dejo, Mi paz les doy;
no se la doy a ustedes como el mundo la da. No se turbe su corazón ni tenga miedo.
Juan 14:28-31 -- Oyeron que les dije: 'Me voy, y vendré a ustedes.' Si Me amaran, se
regocijarían, porque voy al Padre, ya que el Padre es mayor que Yo. Y se lo he dicho
ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean. No hablaré mucho más con
ustedes, porque viene el príncipe (gobernante) de este mundo, y él no tiene nada en Mí;
pero para que el mundo sepa que Yo amo al Padre, y como el Padre Me mandó, así hago.
Levántense, vámonos de aquí.
Juan 15:1-8 -- Yo soy la vid verdadera, y Mi Padre es el labrador. Todo sarmiento que en
Mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto. Ustedes ya
están limpios por la palabra que les he hablado. Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así
tampoco ustedes si no permanecen en Mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que
permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden
hacer. Si alguien no permanece en Mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los
recogen, los echan al fuego y se queman. Si permanecen en Mí, y Mis palabras
permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y les será hecho. En esto es glorificado Mi
Padre, en que den mucho fruto, y así prueben que son Mis discípulos.
Juan 15:9-14 -- Como el Padre Me ha amado, así también Yo los he amado; permanezcan
en Mi amor. Si guardan Mis mandamientos, permanecerán en Mi amor, así como Yo he
guardado los mandamientos de Mi Padre y permanezco en Su amor. Estas cosas les he
hablado, para que Mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea perfecto. Este es Mi
mandamiento: que se amen los unos a los otros, así como Yo los he amado. Nadie tiene
un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos. Ustedes son Mis amigos si
hacen lo que Yo les mando.
Juan 15:15-16 -- Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor;
pero los he llamado amigos, porque les he dado a conocer todo lo que he oído de Mi
Padre. Ustedes no me escogieron a Mí, sino que Yo los escogí a ustedes, y los designé
para que vayan y den fruto, y que su fruto permanezca; para que todo lo que pidan al
Padre en Mi nombre se lo conceda.
Juan 15:17-25 -- Esto les mando: que se amen los unos a los otros. Si el mundo los odia,
sepan que Me ha odiado a Mí antes que a ustedes. Si ustedes fueran del mundo, el mundo
amaría lo suyo; pero como no son del mundo, sino que Yo los escogí de entre el mundo,
por eso el mundo los odia. Acuérdense de la palabra que Yo les dije: 'Un siervo no es
mayor que su señor.' Si Me persiguieron a Mí, también los perseguirán a ustedes; si
guardaron Mi palabra, también guardarán la de ustedes. Pero todo eso les harán por causa
de Mi nombre, porque no conocen a Aquél que Me envió. Si Yo no hubiera venido y no
les hubiera hablado, no tendrían pecado (culpa), pero ahora no tienen excusa por su
pecado. El que Me odia a Mí, odia también a Mi Padre. Si Yo no hubiera hecho entre
ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado (culpa); pero ahora las han
visto, y Me han odiado a Mí y también a Mi Padre. Pero ellos han hecho esto para que se
cumpla la palabra que está escrita en su Ley: 'ME ODIARON SIN CAUSA.
Juan 15:26-27 -- Cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, es decir, el
Espíritu de verdad que procede del Padre, Él dará testimonio de Mí, y ustedes también
darán testimonio, porque han estado junto a Mí desde el principio.
Juan 16:1-4 -- Estas cosas les he dicho para que no tengan tropiezo (no sean
escandalizados). Los expulsarán de las sinagogas; pero viene la hora cuando cualquiera
que los mate pensará que así rinde un servicio a Dios. Y harán estas cosas porque no han
conocido ni al Padre ni a Mí. Pero les he dicho estas cosas para que cuando llegue la hora,
se acuerden de que ya les había hablado de ellas. Y no les dije estas cosas al principio,
porque Yo estaba con ustedes.
Juan 16:5-11 -- Pero ahora voy al que Me envió, y ninguno de ustedes Me pregunta:
'¿Adónde vas?' Pero porque les he dicho estas cosas, la tristeza ha llenado su corazón.
Pero Yo les digo la verdad: les conviene que Yo me vaya; porque si no me voy, el
Consolador (Intercesor) no vendrá a ustedes; pero si me voy, se Lo enviaré. Y cuando Él
venga, convencerá (culpará) al mundo de pecado, de justicia y de juicio; de pecado,
porque no creen en Mí; de justicia, porque Yo voy al Padre y ustedes no Me verán más; y
de juicio, porque el príncipe de este mundo ha sido juzgado.
Juan 16:12-15 -- Aún tengo muchas cosas que decirles, pero ahora no las pueden soportar.
Pero cuando Él, el Espíritu de verdad venga, los guiará a toda la verdad, porque no
hablará por Su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y les hará saber lo que
habrá de venir. Él Me glorificará, porque tomará de lo Mío y se lo hará saber a ustedes.
Todo lo que tiene el Padre es Mío; por eso dije que Él toma de lo Mío y se lo hará saber a
ustedes.
Juan 16: 16-28 -- Un poco más , y ya no Me verán; y de nuevo un poco, y Me verán.
Entonces algunos de Sus discípulos se decían unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: 'Un
poco más, y no Me verán, y de nuevo un poco, y Me verán' y 'Porque Yo voy al Padre'?
Por eso decían:¿Qué es esto que dice: 'Un poco'? No sabemos de qué habla. Jesús sabía
que querían preguntarle, y les dijo: ¿Están discutiendo entre ustedes sobre esto, porque
dije: 'Un poco más, y no Me verán, y de nuevo un poco, y Me verán'? En verdad les digo,
que llorarán y se lamentarán, pero el mundo se alegrará; ustedes estarán tristes, pero su
tristeza se convertirá en alegría. Cuando la mujer está para dar a luz, tiene aflicción,
porque ha llegado su hora; pero cuando da a luz al niño, ya no se acuerda de la angustia,
por la alegría de que un niño haya nacido en el mundo. Por tanto, ahora ustedes tienen
también aflicción; pero Yo los veré otra vez, y su corazón se alegrará, y nadie les quitará
su gozo. En aquel día no Me preguntarán nada. En verdad les digo, que si piden algo al
Padre en Mi nombre, Él se lo dará. Hasta ahora nada han pedido en Mi nombre; pidan y
recibirán, para que su gozo sea completo. Estas cosas les he hablado en lenguaje figurado
(en proverbios); viene el tiempo cuando no les hablaré más en lenguaje figurado, sino que
les hablaré del Padre claramente. En ese día pedirán en Mi nombre, y no les digo que Yo
rogaré al Padre por ustedes, pues el Padre mismo los ama, porque ustedes Me han amado
y han creído que Yo salí del Padre. Salí del Padre y he venido al mundo; de nuevo, dejo el
mundo y voy al Padre.
Juan 16:29-33 -- Sus discípulos Le dijeron: Ahora hablas claramente y no usas lenguaje
figurado (un proverbio). Ahora entendemos que Tú sabes todas las cosas, y no necesitas
que nadie Te pregunte; por esto creemos que Tú viniste de Dios. Jesús les respondió:
¿Ahora creen? Miren, la hora viene, y ya ha llegado, en que serán esparcidos, cada uno
por su lado, y Me dejarán solo; y sin embargo no estoy solo, porque el Padre está
conmigo. Estas cosas les he hablado para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen
tribulación; pero confíen, Yo he vencido al mundo.
Juan 17:1-5 -- Estas cosas habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha
llegado; glorifica a Tu Hijo, para que el Hijo Te glorifique a Ti, por cuanto Le diste
autoridad sobre todo ser humano, para que Él dé vida eterna a todos los que Le has dado.
Y ésta es la vida eterna: que Te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a
quien has enviado. Yo Te glorifiqué en la tierra, habiendo terminado la obra que Me diste
que hiciera. Y ahora, glorifícame Tú, Padre, junto a Ti, con la gloria que tenía contigo
antes que el mundo existiera.
Juan 17:6-14 He manifestado Tu nombre a los hombres que del mundo Me diste; eran
Tuyos y Me los diste, y han guardado Tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que
Me has dado viene de Ti; porque Yo les he dado las palabras que Me diste; y las
recibieron, y entendieron que en verdad salí de Ti, y creyeron que Tú Me enviaste. Yo
ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que Me has dado; porque son Tuyos;
y todo lo Mío es Tuyo, y lo Tuyo, Mío; y he sido glorificado en ellos. Ya no estoy en el
mundo, pero ellos sí están en el mundo, y Yo voy a Ti. Padre santo, guárdalos en Tu
nombre, el nombre que Me has dado, para que sean uno, así como Nosotros somos uno .
Cuando Yo estaba con ellos, los guardaba en Tu nombre, el nombre que Me diste; y los
guardé y ninguno se perdió, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se
cumpliera. Pero ahora voy a Ti; y hablo esto en el mundo para que tengan Mi gozo
completo en sí mismos. Yo les he dado Tu palabra y el mundo los ha odiado, porque no
son del mundo, como tampoco Yo soy del mundo.
Juan 17:15-19 No Te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del (poder
del) maligno (del mal). Ellos no son del mundo, como tampoco Yo soy del mundo.
Santifícalos en la verdad; Tu palabra es verdad. Como Tú Me enviaste al mundo, Yo
también los he enviado al mundo. Y por ellos Yo Me santifico, para que ellos también
sean santificados en la verdad.
Juan 17:20-24 Pero no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en Mí
por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como Tú, oh Padre, estás en Mí y Yo en
Ti, que también ellos estén en Nosotros, para que el mundo crea que Tú Me enviaste. La
gloria que Me diste les he dado, para que sean uno, así como Nosotros somos uno: Yo en
ellos, y Tú en Mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que
Tú Me enviaste, y que los amaste tal como Me has amado a Mí. Padre, quiero que los que
Me has dado, estén también conmigo donde Yo estoy, para que vean Mi gloria, la gloria
que Me has dado; porque Me has amado desde antes de la fundación del mundo.
Juan 17:25-26 -- Oh Padre justo, aunque el mundo no Te ha conocido, Yo Te he
conocido, y éstos han conocido que Tú Me enviaste. Yo les he dado a conocer Tu
nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que Me amaste esté en ellos y Yo en
ellos.
El Himno
Después de la cena, Cristo guió a los discípulos para cantar un himno antes de salir para
el monte de los Olivos. Marcos dejó escrito lo siguiente:
Después de cantar un himno, salieron para el Monte de los Olivos (Marcos 14: 26).
Siguiendo el ejemplo de Cristo, nosotros por lo tanto, concluiremos este servicio
poniéndonos de pie y cantando un himno.
El anfitrión debe pedir que todos se pongan de pie para cantar un himno. El líder debe
sentirse libre de usar la música grabada para acompañar este servicio de la Pascua, o en otro
caso, la música que él provea.
Diosamó tanto al mundo
Despedida
Ya que los miembros están de pie, el anfitrión debe hacer la oración de clausura, y después
sosegadamente despedirlos y terminar los servicios.
Diosamó tanto al mundo
Ann Tannert
Dios amó tanto al mundo, que envió a su único Hijo.
Para que todo aquel que cree en él, tenga vida para siempre.
Dios amó tanto al mundo, que ha dado el pan de vida.
Que participa todo aquel de su vida se sostiene siempre.
Dios amó tanto al mundo, que nos acerco a la Vid.
Para que todo aquel que permanece en él, ése da fruto para siempre.
Dios amó tanto al mundo, el He glorificado a su Hijo.
Para que todo aquel que en él crea será uno para siempre.
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