archivo word - Departamento de Ecología, Genetica y Evolución

Anuncio
CARACTERIZACIÓN DE LAS UNIDADES AMBIENTALES TERRESTRES DE
LA RESERVA NATURAL ESTRICTA OTAMENDI
Introducción
La Reserva Natural Otamendi ocupa una superficie de 3000 ha y está ubicada
en el nordeste de la Provincia de Buenos Aires, Argentina (34° 10’ Sur, 58° 53’
Oeste). Fue creada en 1990 con el fin de proteger las últimas muestras de los
ambientes naturales cercanos a Buenos Aires: Selvas Ribereñas del Paraná de
las Palmas, bajos asociados al Delta del Paraná, barrancas naturales con
bosques de Tala y zonas altas con pastizales pampeanos y amparar especies
amenazadas como el Ciervo de los Pantanos, el Lobito de Río y el Federal.
La Reserva está localizada en la provincia geológica Chaco-pampeana dentro
del ambiente conocido como "Pampa Ondulada". El rasgo morfológico más
importante de esta provincia es la presencia de una "Terraza Alta" y una
"Terraza Baja", las cuales están separadas por un importante desnivel, el cual
constituye un paleoacantilado. En el área de la reserva, en la “Terraza Alta” se
desarrolla el Pastizal-chilcal y pertenece a una zona muy degradada por la
utilización en otros tiempos para agricultura, ganadería y urbanización. En la
“Terraza Baja” predominan, entre otras formaciones herbáceas, los pastizales
salinos de Distichlis spicata, mientras que en la barranca predominan el
Bosque de Tala (en las partes menos degradadas) y el Ligustral (en las partes
más degradadas).
El clima es templado-húmedo. Las precipitaciones oscilan entre 900 y 1000
mm, registrándose los mínimos valores en otoño e invierno. La temperatura
media anual es de 16° C; las temperaturas medias del mes más cálido (enero)
y del mes más frío (julio) son de 23.4° C y 10° C, respectivamente (Serie 19591979, INTA).
Hasta su creación en 1990, la reserva estuvo sujeta a una intensa actividad
ganadera siendo los incendios una práctica de manejo frecuente para la
obtención de rebrotes tiernos de vegetación.
Una descripción más detallada de la flora, fauna y características ambientales
de la Reserva puede verse en el Anexo 1 y 2.
ANEXO I. DESCRIPCIÓN DE LA RESERVA NATURAL OTAMENDI
Ubicación
La Reserva Natural Otamendi se encuentra en la localidad de Ing. Rómulo Otamendi,
partido de Campana, provincia de Buenos Aires, entre las coordenadas de 34° 10’
Sy58° 48’ W (Virdo 1993), abarcando una superficie de 3.000 hectáreas limitada por la
ruta N° 9, el río Luján, el río Paraná de las Palmas y propiedades privadas (Virdo
1993). La Reserva fue creada en 1990 en terrenos pertenecientes al Ingeniero Rómulo
Otamendi (1852-1934) quién los recibió en recompensa por su ayuda a delimitar el
trazado de los ferrocarriles en la Argentina. Entre los objetivos de su creación se
destacan proteger una de las últimas muestras de los ambientes naturales cercanos a
Buenos Aires: Selvas Ribereñas del Paraná de las Palmas, bajos asociados al Delta
del Paraná, barrancas naturales con bosques de Tala y zonas altas con pastizales
pampeanos. Asimismo, se amparan especies amenazadas como el Ciervo de los
Pantanos, el Lobito de Río y el Federal.
Geología, relieve y Suelos
La Reserva está localizadas en la provincia geológica Chacopampeana dentro del
ambiente conocido como "Pampa Ondulada". El rasgo morfológico más importante de
esta provincia es la presencia de una "Terraza Alta" y una "Terraza Baja", las cuales
están separadas por un importante desnivel, el cual constituye un paleoacantilado.
Geológicamente en la terraza alta afloran loess y limos del pampeano de origen eólico
acumulados en el Pleistoceno y en la terraza baja se acumularon depósitos arenosos,
limoarcillosos y limoarenosos provocados por agentes morfogénicos marinos y
fluviales en el holoceno.
Dentro de la Reserva se encuentran dos zonas bien diferenciadas entre sí. La Terraza
de la Pampa Ondulada, conformada por la acumulación de sedimentos arrastrados
por el viento. Sus suelos de textura franca a franca-limosa y ricos en materia orgánica.
El relieve presenta suaves ondulaciones, con una napa freática profunda y excelente
drenaje. En la barranca predominan suelos poco desarrollados que sufren el efecto
erosivo de las aguas pluviales. Luego de la barranca, se extiende una extensa llanura
aluvial o bajíos ribereños, originada por los sedimentos arrastrados por el río Paraná.
Dichos sedimentos, de origen fluvial y producto de la acción del viento y al no estar
consolidados y encontrarse a muy poca profundidad, son propensos a ser arrastrados
por las continuas crecientes. Los suelos de la llanura aluvial tienen mal drenaje y son
salinos y salinos-alcalinos (Chichizola 1993, Virdo 1993, APN 1994).
Hidrografía
Toda el área de la Reserva presenta riesgo de anegabilidad debido a los desbordes
fluviales (ríos Paraná de las Palmas y Luján) y la presencia de una napa casi
superficial que produce una permeabilidad lenta, lo cual favorece la acumulación
pluvial (Virdo 1993). También son importantes las crecidas del Río de la Plata por
efecto de las sudestadas. En el ambiente de los bajíos ribereños hay numerosas
lagunas, entre las cuales se destacan la Grande, de aproximadamente 28 ha y la del
Pescado, de menor tamaño que la anterior (Chichizola 1993). Hay otras más
pequeñas, algunas estables y otras estacionales. Todas están cubiertas parcialmente
por vegetación palustre.
Clima
El clima de la zona de la Reserva es de tipo templado-húmedo, debido al efecto
moderador del Río de la Plata (Chichizola 1993). Predominan los vientos del sudoeste,
que alternan con los provenientes del sudeste. Estos últimos se presentan con
frecuencia e intensidad variables, lo que influye en el aumento o disminución del
caudal de los ríos y arroyos de la región. Según datos del INTA, las temperaturas
medias anuales se ubican en los 16°C; en enero (el mes más cálido) son de 23,4°C y
en julio (el más frío) en 10°C. Las precipitaciones se distribuyen en forma homogénea
a lo largo de todo el año, pero se intensifican al principio del otoño para disminuir en
invierno. La precipitación media anual es de 1000 mm. Según los balances hídricos de
que se dispone, en los meses más cálidos y lluviosos (de octubre a marzo) el agua
perdida por evaporación supera al agua caída. A pesar de esto, el déficit hídrico de la
Reserva es bajo, porque queda disponible, además de lo almacenado en el suelo, el
aporte de los ríos.
Ecoregiones
Desde el punto de vista ecoregional, la Reserva pertenece a las eco-regiones Delta e
Islas del Paraná, con sectores de la Pampa -pastizal de la Pampa Ondulada- y del
espinal -talares-. La eco-región Delta e Islas del Paraná corresponde a los valles de
inundación de los trayectos medios e inferiores de los río Paraná y Paraguay, e
incluye al Delta del Paraná. Se trata de un paisaje de islas bajas e inundables (Revista
Vida Silvestre N° 75 , Bs. As, 2001).
Comunidades vegetales y Unidades Ambientales
Comunidades Vegetales
En la Reserva se diferencian tres grandes tipos de comunidades vegetales:
herbáceas, boscosas y acuáticas, cuya distribución espacial está fuertemente con las
condiciones de humedad, salinidad y relieve del suelo (Chichizola 1993).
1.- Comunidades herbáceas
Las principales comunidades son:
1) los pajonales de Schoenoplectus californicus, ubicados en zonas donde la
napa freática aflora hasta 30 cm de la superficie del suelo
2) los pajonal de Scirpus giganteus localizados en las partes bajas con agua
estancada que aflora a la superficie entre 5 y 30 cm de altura
3) los pajonales de Scirpus americanus se encuentran tanto en suelos saturados
como en suelos inundables
4) los espatillales de Spartina densiflora, ubicados en suelos bajos, salobres,
arcillosos y anegados que durante en los meses de verano suelen estar
prácticamente secos.
5) los hunquillares de Juncus acutus, ubicados se zonas húmedas inundables por
tanto por lluvias como por desborde de los arroyos.
6) Los cortaderales de Cortaderia selloana ubicados a lo largo de los bordes de
loa arroyos, canales, vías de ferrocarril y terraplenes de los caminos.
7) los cardasales de Eryngium cabrerae ubicados en los sectores más altos de la
Terraza Baja inundables periódicamente por efecto de las lluvias.
8) los pastizales de Distichlis spicata, ubicados en las zonas más altas de la
Terraza Baja sin anegamiento permanente ni inundaciones periódicas y
altamente salinas.
9) los pastizales de Sporobolus pyramidatus y Xanthium cavanillesii, ubicados en
el albardón del río Luján y en áreas muy modificadas por el pastoreo.
2.- Comunidades boscosas
Las principales comunidades boscosas son:
1) los seibales de Eritrina crista-galii, ubicados en suelos pantanosos a
continuación del albardón del río Paraná de las Palmas.
2) los sausales de Salix humboldtiana , ubicados en el albardón del río Paraná de
las Palmas.
3) los talares de Celtis tala, ubicados en la barranca que separa la terraza Alta de
la terraza Baja.
3.- Comunidades acuáticas
Esta comunidad está bien representada en las lagunas “”Grande” y “Pescado”,
cubriéndolas parcialmente o bordeándolas. Las especies dominantes de esta
comunidad son Azolla filiculoides y Pistia stratiotes
Unidades Ambientales
Más recientemente Haene et al. (2003) identificaron 6 Unidades Ambientales basadas
en el agrupamiento de las comunidades vegetales. Las Unidades son: Bosques
Ribereño (ocupando el 3.35% de la superficie de la Reserva), Pajonales inundables
(62.64%), Ambientes de aguas abiertas (4,57%), Pastizales salinos (22,64%), Bosque
de tala (0,78%) y Pastizal-Chilcal de la pampa ondulada (5.98%). Los Bosques
ribereños se ubican en los albardones costeros del río Paraná de las Palmas,
tratándose de formaciones silvestres originarias denominadas “monte blanco”.
Actualmente quedan pocos parches de esta formación con especies arbóreas como el
canelón (Myrsine sp.) y mataojo (Pouteria salicifolia), y bosquecillos de sauce criollo
(Salix humboldtiana), aliso de río (Tessaria integrifolia), y seibo (Erythrina crista-galli).
A estos bosques se le suman especies exóticas con alta representación en la
comunidad, como el ligustro (Ligustrum lucidum), fresno americano (Fraxinus
pensylvannyca), arces (Acer negundo) y diferentes especies de sauce (Salix sp.). Los
Pajonales inundables se componen de hierbas robustas con predominio de totora
(Thypha sp.), paja cortadera (Scirpus giganteus), junco (Schoenoplectus californicus) y
espadaña (Zizaniopsis bonariensis). Las aguas abiertas corresponden a espejos de
agua sin vegetación arraigada en el fondo, como las dos lagunas de la reserva:
Grande y El Pescado. Los Pastizales salinos son formaciones de herbáceas con
predominio de gramíneas, que se encuentran en la terraza baja, en suelos arcillosos y
salinos. La unidad esta compuesta por cinco comunidades vegetales: Espartillar (de
esparto –Spartina densiflora-), Pastizal de pelo de chancho (Distichlis spicata), Pastizal
de Sporobolus pyramidatus y abrojo (Xanthium cavanillesii), Cortaderal (Cortaderia
selloana), y Pajonal de serruchetas (Eryngium sp.). El bosque de tala es una formación
con predominio, originariamente, de tala (Celtis tala), especie típica del espinal del
norte bonaerense y se ubica en la barranca de la RNO, al igual que en otros sitios de
la barranca de los ríos Paraná y de La Plata. Posee dos comunidades principales, el
Talar, con especies como el tala, el ombú (Phytolaca dioica) y el chal-chal (Allophylus
edulis), mas algunas exóticas como la mora (Morus sp.), el paraíso (Melia azedarach),
y el Ligustral, (Ligustrum lucidum), que ocupa parte de la barranca más degradada y
está compuesto mayormente por Ligustro y Arce. Por ultimo, el Pastizal-chilcal se
ubica en la terraza alta y pertenece a una zona muy degradada por la utilización en
otros tiempos para agricultura, ganadería y urbanización. Este pastizal está
compuesto por flechillas (Stipa tenuis y S. neesiana), Eryngium sp., chilcas (Baccharis
spp.), y algunas especies invasoras como el paraíso, arce, ligustro y cardencha
(Dypsacus fullorum).
Fauna
El área está habitada por una importante cantidad de especies de aves, mamíferos y
reptiles. Los mamíferos silvestres son en su mayoría tímidos y muy esquivos y muchos
de ellos tienen hábitos nocturnos, factor que impide verlos con facilidad. Lo que sí es
fácilmente observable son las evidencias de su presencia, tales como huellas y
excrementos (Chebez y Krapovickas 1994).
En la zona habitan tres especies de marsupiales, entre las que se encuentra la
comadreja overa (Didelphis albiventris), que con sus 70 a 90 cm de largo total es el
más grande del país. También está presente la comadreja colorada (Lutreolina
crassicaudata), distinguible de la anterior por su menor tamaño y por su pelaje
normalmente anaranjado o rojizo (Parera 2002) y la comadrejita ágil, Gracilinanus
agilis (Chebez y Krapovickas1994).
Los quirópteros, orden al que pertenecen los murciélagos, son mamíferos voladores
cuyas alas están conformadas por membranas y que, en su mayoría, tienen hábitos
nocturnos. En la Reserva están presentes varias especies de estos animales, entre los
cuales se hallan los molosos o “murciélagos cola de ratón”, como el moloso común
(Tadarida brasiliensis) y el moloso castaño (Molossus molossus). El murciélago orejas
de ratón (Myiotis levis) también es una especie frecuente.
La fauna de roedores es un importante componente faunistico de la Reserva. Entre las
especies más importantes podemos mencionar al ratón de campo (Akodon azarae), el
isleño (Deltamys kempi), endémico de la cuenca del Plata, el hocicudo común
(Oxymycterus rufus) y la rata nutria colorada (Holochilus brasiliensis) y el cuis (Cavia
aperea) y el coipo (Myocastor coypus), mal llamado nutria, ya que no pertenece a la
familia de los mustélidos como las verdaderas nutrias o el lobito de río (Lontra
longicaudis). El coipo constituye un importante recurso para el hombre, que lo persigue
severamente por su carne y su cuero. Otro roedor importante es el carpincho
(Hydrochaeris hydrochaeris), que llega a medir hasta 1,30 m de largo y a pesar
aproximadamente 70 kg. Son animales gregarios que, en zonas como el Iberá, se
reúnen en grupos de hasta 50 individuos, situación que provoca grandes mortandades
debido al hacinamiento y a la falta de recursos. Como el coipo, es una especie muy
perseguida por su carne y su cuero (Parera 2002).
El gato montés (Oncifelis geoffroyi), es único felino silvestre que habita la Reserva. Es
un gato de pelaje con fondo gris u ocráceo y manchas negras diseminadas por el
dorso y los flancos En la Reserva, como en toda la región pampeana y del delta, es
común ver ejemplares melánicos (negros), rasgo que se debe a una mutación
genética. Hay registros de naturalistas y pobladores que habitaron la zona en el siglo
XIX que atestiguan la presencia del mayor felino americano, el yaguareté, actualmente
confinado a pequeñas porciones de territorio en el norte y nordeste del país (Chebez y
Krapovickas 1994; Parera 2002).
En la Reserva habita el ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus), el
mayorciervo sudamericano con un 1,20 m de altura hasta la cruz. De cuerpo fuerte y
macizo, los adultos llegan a pesar hasta 125 kg y los machos poseen una robusta
cornamenta de unos 60 cm de alto. Habita en las inmediaciones de las propiedades
privadas, más precisamente en el borde de las plantaciones de salicáceas exóticas y
el pajonal de inundación. Se lo puede observar sólo alamanecer, ya que luego se
esconde en dicho bosque implantado. El otro cérvido autóctono de la región
pampeana, el ciervo o venado de las pampas (Ozotoceros bezoarticus), se encuentra
actualmente extinguido en la Reserva, a causa de la caza y la introducción de ganado
doméstico (Parera 2002).
Entre de los anfibios y reptiles presentes en el área se hallan la rana criolla
(Leptodactylus ocellatus), la tortuga pintada (Trachemys dorbignyi) y algunas especies
de culebras.
En cuanto a las aves, se registraron aproximadamente 240 especies. Fue éste, junto
con la necesidad de proteger al amenazado ciervo de los pantanos, uno de los
principales motivos por el cual se creó el área protegida (Krapovickas et al. 1994).
Además, la Reserva fue declarada Área Importante para la Conservación de las Aves
(AICA), debido a que alberga poblaciones de especies amenazadas y casi
amenazadas, como por ejemplo el espartillero enano (Spartonoica maluroides), el
burrito negruzco (Porzana spiloptera) y la pajonalera de pico recto (Limnoctites
rectirostris). Esta especie merece una mención especial, ya que en la provincia de
Buenos Aires sólo habita en la Reserva Otamendi. Suele vivir oculta y prefiere los
ambientes asociados aserruchetas. Se distingue de la pajonalera pico curvo
(Limnoctites curvirostris) por el pico recto y la coloración del plumaje (López-Lanús
1999). En la selva ribereña habita la pava de monte común (Penelope obscura), que
encuentra aquí el límite sur de su distribución (APN 1994). El federal (Amblyramphus
holosericeus), con su capuchón anaranjado rojizo hasta el pecho y el resto del plumaje
negro (Narosky, e Yzurieta, 1993), es otra de las especies que causa admiración en
los visitantes.
Yacimientos antropológicos y paleontológicos
La Reserva conserva restos de antiguas poblaciones prehispánicas correspondientes
a grupos cazadores-pescadores que ubicaban sus asentamientos temporarios en
túmulos -elevaciones naturales con aportes artificiales- de las zonas bajas del área,
expuestas a anegamientos. El uso económico de este ambiente está ligado a los
recursos acuáticos, prueba de ello es el instrumental recurrente de arpones y puntas
confeccionadas en hueso que utilizaron dichas poblaciones. Los restos de fauna
hallados en Río Luján señalan un aprovechamiento intensivo de un pez -el armado- y
de un mamífero roedor -el coipo o "nutria"-, que junto a los indicadores y las muestras
de cerámica asociadas a este contexto permiten ubicar cronológicamente a estas
ocupaciones entre los años 1000 antes de Cristo y 1500 después de Cristo.
En las cercanías de la Laguna Grande se han hallado enterratorios indígenas con
restos de cerámica, armas y utensilios junto a cráneos de especies que habitaban
entonces la zona como el Yaguareté. También se han hallado en las márgenes del
Río Luján, restos fósiles de Gliptodontes, especie de armadillo gigante que habitó la
llanura pampeana hace 200 mil años.
En la zona alta de la Reserva, sobre la barranca, se encuentran restos de un
asentamiento histórico de los finales del período colonial. Los estudios que se están
realizando, el análisis de las lozas y cerámicas del sitio, indican un contexto de clase
económica alta, probablemente el establecimiento de Juan de Melo o sus
descendientes, familias Urien, Cheves o Martínez, en una zona para entonces de gran
importancia económica por la instalación del Puerto de Tajíber (www.lahueya.com.ar)
Problemas de Conservación
Dentro de la Reserva existen diversos problemas de conservación que afectan la flora
y fauna de una forma considerable. Algunos asentamientos humanos situados en los
límites de la reserva realizan sueltas de ganado vacuno para pastorear, lo cual
perjudica tanto a la flora como a la fauna. Estas acciones destruyen la vegetación
nativa, pudiendo acelerar procesos como la erosión, o transmitir enfermedades
parasitarias del ganado a las especies silvestres. Otro de los grandes problemas
ambientales con los que se enfrenta la reserva es la propagación de especies
exóticas. Distintos tipos de plantas afectan los ambientes naturales. El bosque de la
barranca, por ejemplo, se ve invadido por especies foráneas como la Mora y el
Ligustro, los cuales prosperan y desplazan a especies autóctonas como el Tala y el
Espinillo. Así se crean los "bosques silenciosos" que no son utilizados por la fauna
nativa. Debido a éste problema se creó un vivero de especies nativas, las cuales
serán utilizadas para repoblar las distintas áreas de la reserva que se encuentren
gravemente invadidas por las ya mencionadas especies exóticas. También la Reserva
se ve afectada por la caza y pesca furtiva, la cual se combate con una estricta
vigilancia y campañas educativas por parte de los guardaparques. Tenemos que tener
en cuenta que esta área se vio muy afectada por parte de la actividad humana
(ganadería, caza, pesca) lo cual llevó a la desaparición de especies como el Venado
de las Pampas, el Puma, el Yaguareté y la Vizcacha. Esto afecta notablemente el
funcionamiento ecológico del sitio ya que algunas plantas como la Chilca, crecen
exuberantemente por falta de herbívoros (www.lahueya.com.ar).
Bibliografía
APN 1994.. Reserva Natural Estricta Otamendi: Información.
Parques Nacionales - General,Folleto Institucional.
Administración de
Chebez, J.C. y Krapovickas, S. 1994. Reserva Natural Otamendi: Lista Sistemática de
Mamíferos, Administración de Parques Nacionales, Bs. As.
Chichizola, S.1993. Las comunidades vegetales de la Reserva Natural Estricta
Otamendi en Parodiana, Revista de la Asociación Parodiana, Cefybo & Conicet.
Fundación Vida Silvestre Argentina; Eco-regiones de la Argentina: Delta e Islas del
Paraná en Revista Vida Silvestre N° 75, Bs As, 2001.
Haene, E., De Francesco, V., Ostrosky, C. y A Di Giacomo. 2003. La Reserva
Natural Otamendi. Descripción general. En: Haene, E. y J. Pereira. 2003.
Fauna de Otamendi. Inventario de los animales vertebrados de la Reserva
Natural Otamendi, Campana, Buenos Aires, Argentina. Temas de naturaleza y
Conservación 3: 1-192. Aves Argentinas/AOP, Buenos Aires.
Krapovickas, S., Di Giácomo, A., Babarskas, M. y Di Giácomo, A. 1994. Reserva
Natural Otamendi: Lista Sistemática de Aves, Administración de Parques Nacionales,
Bs. As.
López-Lanús, B., Di Giácomo, A. y Babarskas, M. 1999. Estudios sobre la Ecología y
Comportamientos de la Pajonalera Pico Recto (Limnoctites rectirostris) en la Reserva
Otamendi, Buenos Aires, Argentina. Cotinga (12), Journal of the Neoropical Bird Club.
Narosky, T. e Yzurieta, D 1993. Guía para la Identificación de las Aves de Argentina y
Uruguay; 4ta. edición, Asociación Ornitológica del Plata,Vázquez Mazzini Editores, Bs.
As.
Parera, A. 2002. Los mamíferos de la Argentina y la región austral de Sudamérica.
Editorial El Ateneo, Bs. As.
Virdo, N.1993. Lineamientos básicos para la formulación de su plan de manejo y una
propuesta de gestión. Reserva Natural Estricta Ingeniero Rómulo Otamendi, Tesis Departamento de Geografía-UBA.
ANEXO 2: UNIDADES AMBIENTALES
Descargar