Teoria de la Guerra Flavio Renato Vegecio Sun Tzu Federico El Grande Nicolás Maquiavelo Napoleón Antoine Henri de Jomini Ferdinand Foch Basil H. Liddell Hart John Frederick Charles Fuller Trevor Dupuy Ciencia versus el Arte de la Guerra Unidad 3 La Voz de los Clásicos Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein 2 Contenido Las 36 Estrategias Chinas (Anónimo) 3 El Arte de la Guerra (Sun Tzu) -Selección 5 De Re Militari Vegecio, Flavio Renato (ca. 383 d.C.-450 d.C.)10 “Del arte de la guerra” Nicolás Maquiavelo (1469-1527) Máximas de Federico El Grande 12 14 Máximas de Napoleón sobre el arte de la guerra 15 Resumen del Arte de la Guerra (1838) Antoine Henri de Jomini (1779 - 1869)20 Ferdinand Foch (1851 – 1929) 25 John Frederick Charles Fuller (1878 – 1966) 30 “Estrategia de la Aproximación Indirecta” Basil H. Liddell Hart (1895-1970) La Comprensión del Combate Trevor Dupuy 39 Ciencia versus el Arte de la Guerra por Milan Vego 40 Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi 32 Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht 3 Las 36 Estrategias Chinas (Anónimo) Compendio de la sabiduría de la antigua china. Escrito a lo largo de años de guerras, golpes de estado, intrigas cortesanas y competencia económica por diferentes personas expertos en táctica militar, comerciantes, filósofos, escritores y gente normal y corriente. Estar al comienzo en una posición de mayor fuerza, pero aun así se puede fracasar. Estrategia 1 Cruzar el mar confundiendo al cielo Aprovechar la tendencia de la gente a ignorar las situaciones obvias y familiares para esconder otros propósitos. Estrategia 2 Sitiar el reino de Wei para salvar el reino de Zhao. No atacar directamente a un enemigo poderoso y unido; emplear una confrontación indirecta. Concentrar fuerzas para golpear en el punto más débil, aprovechar sus fallos. Estrategia 3 Matar con un cuchillo prestado Significa utilizar los recursos ajenos en provecho propio. Estrategia 4 Relajarse mientras el enemigo se agota a sí mismo El sauce se pliega al viento y se mantiene en pie, el robusto roble se quiebra y cae. Estrategia 5 Saquear una casa en llamas Aprovechar las desgracias del enemigo e incluso aumentarlas para restarles fuerza. Estrategia 6 Fingir ir hacia el Este mientras se ataca por el Oeste Crear falsas impresiones para confundir al enemigo. 2. CONFRONTACION Tretas, sigilo y astucia (hacer que el enemigo nos subestime), ataques por sorpresa por retaguardia, infiltración y aprovechamiento de los puntos débiles del contrario. Estrategia 7 Crear algo a partir de nada La mentira repetida puede llegar a aceptarse como verdad. Convertir algo pequeño en enorme, avivar miedos, aumentar los prejuicios o desviar la percepción de los hechos. Estrategia 8 Aparentar tomar un camino cuando se entra a hurtadillas por otro Significa atraer la atención sobre un itinerario y desarrollar rutas alternativas. Estrategia 9 Observar los fuegos que arden al otro lado del río Dejar que los enemigos se destruyan entre ellos. Aprovechar sus contradicciones. Estrategia 10 Ocultar la daga tras una sonrisa Ganar la confianza del contrincante y actuar solamente cuando ha bajado la guardia. Estrategia 11 Sacrificar el ciruelo por el melocotonero Hacer sacrificios parciales, hacer concesiones para conseguir el objetivo principal. Estrategia 12 Aprovechar la oportunidad para robar una cabra Aprovechar las oportunidades que surgen. Sacar ventaja de los errores del enemigo. 3. ATAQUE En estas estrategias, se explica cómo minimizar el desgaste que se sufre en el ataque, ya que es la fase más expuesta del combate y que mayor número de bajas produce. Estrategia 13 Golpear la hierba para asustar la serpiente Atacar un blanco secundario, para asustar al enemigo para que haga públicos secretos. Estrategia 14 Levantar un cadáver de entre los muertos Encontrar utilidad a cosas hasta entonces ignoradas o consideradas inútiles. Estrategia 15 Atraer al tigre fuera de las montañas Sacar al enemigo de su entorno para hacerlo más vulnerable al ataque. Estrategia 16 Deshacerse del enemigo permitiéndole escapar Dejar una escapatoria para que el Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu enemigo no se sienta decidido a luchar hasta la muerte. Una vez que empiece su fuga, se debilitará y será fácil destruirlo. Estrategia 17 Fabricar un ladrillo para obtener jade Engatusar al adversario con algo de poco valor para obtener un beneficio mayor. Estrategia 18 Capturar al cabecilla para prender a los bandidos Una fuerza se deshace cuando se pierde lo que la mantiene unida. 4. CONFUSION En esta situación, las circunstancias y el ambiente es caótico y confuso. Hay que compaginar una serie de intereses y relaciones. Estrategia 19 Robar la leña debajo de la caldera Mermar los recursos del enemigo, minar su moral. Privarlo física y psicológicamente. Estrategia 20 Pescar en aguas turbias Aprovecharse de una situación general de confusión y de caos. Estrategia 21 Desprenderse del caparazón de la cigarra Engañar a alguien simulando. Estrategia 22 Cerrar la puerta para atrapar al ladrón Cercar al enemigo y cerrar todas las vías de escape sólo sí: a) se tienen fuerzas superiores, b) se dispone de una trampa física o psicológica, c) se atrae al enemigo con algún engaño, d) se cierra la trampa en el momento adecuado. Estrategia 23 Aliarse con un Estado lejano para atacar al Estado vecino Para minimizar las dificultades logísticas y consolidar además cada victoria. Estrategia 24 Conseguir un camino seguro para conquistar el reino de Guo Tenemos dos adversarios uno está amenazado por el otro. Si se interviene en ayuda del primero, se amplía la influencia sobre ambos al mismo tiempo. Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo 1. DOMINIO DE LA SUPERIORIDAD 5. GANAR TERRENO Colegio Militar de la Nación 2016 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke Conseguir de la forma que sea lo que otros controlan. Para alcanzarlo, se usan tácticas de reemplazo, de diversión, falsificación y trampa. Estrategia 25 Reemplazar las vigas y los pilares con madera podrida Robar, sabotear, destruir, las bases de sostén del enemigo; sustituirlas por propias. Estrategia 26 Mata al pollo para asustar al mono Usar tácticas para producir miedo, amenazar, asustar o plegar a otros a la sumisión. Estrategia 27 Hacerse el tonto sin dejar de ser listo Hay que esperar, hacerse el tonto y aprovechar la oportunidad. Estrategia 28 Retirar al escalera después de haber subido Atraer al enemigo a una trampa y después cortarle la vía de escape: al codicioso, con promesa de ganancia; al arrogante, con apariencia de debilidad. Sumergir a los aliados en una situación de crisis que les obligue a inventar nuevas soluciones al problema. Estrategia 29 Adornar los árboles con flores falsas Presentar una apariencia poderosa, incluso si las fuerzas reales son mínimas. Estrategia 30 Hacer que el anfitrión y el invitado intercambien sus sitios Aumentar fuerzas hasta estar suficientemente fuerte para vencer al anfitrión. 6. SITUACIONES DESESPERADAS Estrategias pensadas para situaciones de gran debilidad. Son los últimos recursos en caso de emergencia. Invitan a dar golpes bajos, defenderse con fanfarronerías e incluso la autodestructividad. Si falla lo anterior, siempre se puede intentar la última: retirarse. Estrategia 31 Utilizar una mujer para tender una trampa a un hombre Ofrecer al adversario cualquier clase de tentación irresistible. Estrategia 32 Abrir de par en par las puertas de la ciudad vacía Se utiliza cuando se está en situación muy vulnerable. Se afirma no ser más de lo que se es con la esperanza que los demás imaginen que somos mucho más. Estrategia 33 Dejar que el espía siembre la discordia en su propio campo Se aconseja manipular a los agentes enemigos para que sirvan a los objetivos propios. Estrategia 34 Hacerse daño a sí mismo para ganarse la confianza de enemigo La gente tiende a sentir simpatía por los que padecen calamidades. Los generales se auto mutilaban para pasarse al enemigo, ganar confianza y asesinar o desertar con el ejército que el enemigo les confiaba. Estrategia 35 Encadenar juntos a los barcos enemigos Trata de cómo convertir en debilidad la fuerza del enemigo Estrategia 36 Retirarse Retirarse cuando todo falla es la estrategia definitiva. No significa huir definitivamente. No significa la derrota total, significa una media derrota y la rendición, la derrota total. Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein 4 Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht 5 Escrito hace dos quinientos mil años, es uno de los más importantes textos clásicos chinos, en el que, a pesar del tiempo transcurrido, sus consejos siguen siendo útiles hoy día. Considerado el mejor libro de estrategia de todos los tiempos. Inspiró a muchas figuras históricas. Más que una obra de práctica militar, es un tratado sobre cómo aplicar con sabiduría el conocimiento de la naturaleza humana en los momentos de confrontación. Por tanto, más que un libro sobre la guerra, es considerado es una obra para “comprender las raíces de un conflicto y buscar una solución”. El núcleo de la filosofía de Sun Tzu sobre la guerra descansa en estos dos principios: a) Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño. b) El supremo Arte de la Guerra es someter al enemigo sin luchar. 1. Sobre la Evaluación. La guerra hay que valorarla en términos de 5 factores fundamentales que han de ser conocidos por cada general. Aquel que los domina, vence; aquel que no, sale derrotado. a) La Influencia Moral; aquello que hace que el pueblo esté en armonía con su gobernante, de modo que le siga donde sea, sin temer por sus vidas ni a correr cualquier peligro. b) El tiempo (o las variables); el Ying y el Yang, la noche y el día, el frío y el calor, días despejados o lluviosos y el cambio de las estaciones. c) El terreno; implica las distancias, dónde es fácil o difícil desplazarse, y si es campo abierto o lugares estrechos, y esto influencia las posibilidades de supervivencia. d) El mando; que ha de tener como cualidades sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje y disciplina. e) La Doctrina; entendida como la organización del ejército, graduaciones y rangos, la regulación de las rutas de suministros, y la provisión de material militar al ejército. 2. Sobre la Iniciación de las Acciones. Una vez comenzada la batalla, aunque estés ganando, de continuar por mucho tiempo, desanimará a tus tropas y embotará tu espada, tus suministros se agotarán. Entonces, hasta los tuyos se aprovecharán de tu debilidad para sublevarse. Nunca es beneficioso dejar que una operación militar se prolongue por mucho tiempo. Sé rápido como el trueno que retumba, veloz como el relámpago. Así pues, lo más importante en una operación militar es la victoria y no la persistencia. Esta última no es beneficiosa. Un ejército es como el fuego: si no lo apagas, se consumirá por sí mismo. 3. Sobre la Planificación del Asedio. Un maestro en artes marciales deshace los planes de los enemigos, estropea sus relaciones y alianzas, corta los suministros o bloquea su camino, venciendo mediante estas tácticas sin necesidad de luchar. Los que consiguen que se rindan impotentes los ejércitos ajenos sin luchar son los mejores maestros del Arte de la Guerra. Los guerreros superiores atacan mientras los enemigos están proyectando sus planes. Nunca se debe atacar por cólera y con prisas. La regla de la utilización de la fuerza es la siguiente: -si tus fuerzas son diez veces superiores a las del adversario, rodéalo; -si son cinco veces superiores, atácalo; -si son dos veces superiores, divídelo. -Si tus fuerzas son iguales en número, lucha si te es posible. -Si tus fuerzas son inferiores, mantente continuamente en guardia, pues el más pequeño fallo te acarrearía las peores consecuencias. Trata de mantenerte al abrigo y evita en lo posible un enfrentamiento abierto; la prudencia y la firmeza de un pequeño número de personas pueden llegar a cansar y a dominar incluso a numerosos ejércitos. Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni a ti mismo, correrás peligro en cada batalla. 4. Sobre el Orden de Batalla. Hacerte invencible significa conocerte a ti mismo; aguardar para descubrir la vulnerabilidad del adversario significa conocer a los demás. En consecuencia, un ejército victorioso gana primero y entabla la batalla después; un ejército derrotado lucha primero e intenta obtener la victoria después. Esta es la diferencia entre los que tienen estrategia y los que no tienen planes premeditados. Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo El Arte de la Guerra (Sun Tzu) -Selección 5. Sobre la Fuerza. Los expertos son capaces de vencer al enemigo creando una percepción favorable en ellos, así obtener la victoria sin necesidad de ejercer su fuerza. Se refiere a lograr una percepción de fuerza y poder en la oposición. Gobernar sobre muchas personas como si fueran poco es una cuestión de dividirlas en grupos o sectores: es organización. Batallar contra un gran número de tropas como si fueran pocas es una cuestión de demostrar la fuerza, Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación 2016 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke símbolos y señales. En el campo de batalla se refiere a las formaciones y banderas utilizadas para desplegar las tropas y coordinar sus movimientos. Lograr que el ejército sea capaz de combatir contra el adversario sin ser derrotado es una cuestión de emplear métodos ortodoxos o heterodoxos. Si quieres fingir desorden para convencer a tus adversarios y distraerlos, primero tienes que organizar el orden, sólo entonces puedes crear un desorden artificial. Si quieres fingir cobardía para conocer la estrategia de los adversarios, primero tienes que ser extremadamente valiente, porque sólo entonces puedes actuar como tímido de manera artificial. Si quieres fingir debilidad para inducir la arrogancia en tus enemigos, primero has de ser extremadamente fuerte porque sólo entonces puedes pretender ser débil. Cuando un ejército tiene la fuerza del ímpetu (percepción), incluso el tímido se vuelve valiente, cuando pierde la fuerza del ímpetu, incluso el valiente se convierte en tímido. Nada está fijado en las leyes de la guerra: éstas se desarrollan sobre la base del ímpetu. 6. Sobre lo Lleno y lo Vacío. Los que anticipan, se preparan y llegan primero al campo de batalla y esperan al adversario están en posición descansada; los que llegan los últimos al campo de batalla, los que improvisan y entablan la lucha quedan agotados. Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se dejan atraer fuera de su fortaleza. Cuando los adversarios están en posición favorable, debes cansarlos. Cuando están bien alimentados, cortar los suministros. Cuando están descansando, hacer que se pongan en movimiento. Las situaciones militares se basan en la velocidad: llega como el viento, muévete como el relámpago, y los adversarios no podrán vencerte. Cuando estás concentrado formando una sola fuerza, mientras que el enemigo está dividido en diez, tus fuerzas superan a las suyas. La naturaleza de los ejércitos es evitar lo lleno y atacar lo vacío; la victoria viene determinada por el adversario. 7. Sobre el Enfrentamiento Directo e Indirecto. La dificultad de la lucha armada es hacer cercanas las distancias largas y convertir los problemas en ventajas. Mientras que das la apariencia de estar muy lejos, empiezas tu camino y llegas antes que el enemigo. Por lo tanto, haces que su ruta sea larga, atrayéndole con la esperanza de ganar. Cuando emprendes la marcha después que los otros y llegas antes que ellos, conoces la estrategia de hacer que las distancias sean cercanas. Sólo cuando conoces cada detalle de la condición del terreno puedes maniobrar y guerrear. El primero que hace el movimiento es el "invitado", el último es el "anfitrión". El "invitado" lo tiene difícil, el "anfitrión lo tiene fácil". Cerca y lejos significan desplazamiento: el cansancio, el hambre y el frío surgen del desplazamiento. Utilizar el orden para enfrentarse al desorden, utilizar la calma para enfrentarse con los que se agitan, esto es dominar el corazón. No detengas a ningún ejército que esté en camino a su país. Bajo estas circunstancias, un adversario luchará hasta la muerte. Hay que dejarle una salida a un ejército rodeado. Muéstrales una manera de salvar la vida para que no estén dispuestos a luchar hasta la muerte, y así podrás aprovecharte para atacarles. No presiones a un enemigo desesperado. Un animal agotado seguirá luchando, pues esa es la ley de la naturaleza. 8. Sobre las Variables. Los generales que conocen las variables posibles para aprovecharse del terreno sabe cómo manejar las fuerzas armadas. Si los generales no saben cómo adaptarse de manera ventajosa, aunque conozcan la condición del terreno, no pueden aprovecharse de él. El General no debe levantar su campamento en un terreno difícil. Deja que se establezcan relaciones diplomáticas en las fronteras. No permanezcas en un territorio árido ni aislado. Cuando te halles en un terreno escarpados, prepara alguna estrategia y muévete. Cuando te halles en un terreno mortal, lucha. Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein 6 Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo 9. Sobre el Terreno. La configuración del terreno puede ser un apoyo para el ejército; para los jefes militares, el curso de la acción adecuada es calibrar al adversario para asegurar la victoria y calcular los riesgos y las distancias. Salen vencedores los que libran batallas conociendo estos elementos; salen derrotados los que luchan ignorándolos. Éstas son las configuraciones del terreno; los generales que las ignoran salen derrotados: - Cuando el terreno sea accesible, sé el primero en establecer tu posición, elige las alturas soleadas; una posición adecuada para transportar los suministros; así tendrás ventaja en la batalla. - Cuando estés en un terreno difícil de salir, estás limitado. En este terreno, si tu enemigo no está preparado, puedes vencer si sigues adelante, pero si está preparado y sigues adelante, tendrás dificultades para volver de nuevo a él. - En un terreno neutro, incluso si el adversario te ofrece una ventaja, no te aproveches de ella: retírate, induciendo a salir a la mitad de las tropas enemigas, y entonces cae sobre él aprovechándote de esta condición favorable. - En un terreno estrecho, si eres el primero en llegar, debes ocuparlo totalmente y esperar al adversario. Si él llega antes, no lo persigas si bloquea los desfiladeros. Persíguelo sólo si no los bloquea. - En terreno accidentado, si eres el primero en llegar, debes ocupar sus puntos altos y soleados y esperar al adversario. Si éste los ha ocupado antes, retírate y no lo persigas. - En un terreno abierto, la fuerza del ímpetu se encuentra igualada, y es difícil provocarle a combatir de manera desventajosa para él. Estas son las seis maneras de ser derrotado. La compren- sión de estas situaciones es la responsabilidad suprema de los generales y deben ser consideradas. - No calibrar el número de fuerzas. - La ausencia de un sistema claro de recompensas y castigos. Las recompensas no deben utilizarse solas, ni debe confiarse solamente en los castigos. - La insuficiencia de entrenamiento. - La pasión irracional. - La ineficacia de la ley del orden. - El fallo de no seleccionar a los soldados fuertes y resueltos. 10. Sobre las Nueve Clases de Terreno. No combatas en terrenos: de dispersión (disputado por intereses locales), no te detengas en un terreno ligero (ajeno), no ataques en un terreno clave (ocupado por el enemigo), no dejes que tus tropas sean divididas en un terreno de comunicación (accesible). En terrenos de intersección (rodeado por tres territorios rivales), establece comunicaciones; en terrenos difíciles (territorio ajeno con muchas ciudades y pueblos detrás), entra aprovisionado; en terrenos desfavorables (montañoso/rocoso), continúa marchando; en terrenos cercados (de acceso estrecho y salida tortuosa), haz planes; en terrenos mortales (en los que sólo puedes sobrevivir luchando con rapidez), lucha. 11. Sobre el Ataque Mediante el Fuego. En general, el fuego se utiliza para sembrar la confusión en el enemigo y así poder atacarle. Existen cinco clases de ataques mediante el fuego: quemar a las personas, quemar los suministros, quemar el equipo, quemar los almacenes y quemar las armas. El uso del fuego tiene que tener una base, y exige ciertos medios. Existen momentos adecuados para encender fuegos, concretamente cuando el tiempo es seco y ventoso. Normalmente, en ataques mediante el fuego es imprescindible seguir los cambios producidos por éste. Cuando el fuego está dentro del campamento enemigo, prepárate rápidamente desde fuera. Si los soldados se mantienen en calma cuando el fuego se ha declarado, espera y no ataques. Cuando el fuego alcance su punto álgido, síguelo, si puedes; si no, espera. 12. Sobre la Concordia y la Discordia. Lo que posibilita a un gobierno inteligente y a un mando militar sabio vencer a los demás y lograr triunfos extraordinarios es conocer la situación de los adversarios. La información debe obtenerse de personas que conozcan la situación del adversario. Existen cinco clases de espías: el espía nativo, el espía interno, el doble agente, el espía liquidable, y el espía flotante. Cuando están activos todos ellos, nadie conoce sus rutas: a esto se le llama genio organizativo, y se aplica al gobernante. Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Cada ruta debe ser estudiada para que sea la mejor. Hay rutas que no debes usar, ejércitos que no han de ser atacados, ciudades que no deben ser rodeadas, terrenos sobre los que no se debe combatir, y órdenes de gobernantes civiles que no deben ser obedecidas. Si puedes recordar siempre el peligro cuando estás a salvo y el caos en tiempos de orden, permanece atento al peligro y al caos mientras no tengan todavía forma, y evítalos antes de que se presenten; ésta es la mejor estrategia de todas. Los buenos generales: se comprometen hasta la muerte, pero no se aferran a la esperanza de sobrevivir; actúan de acuerdo con los acontecimientos, en forma racional y realista, sin dejarse llevar por las emociones ni estar sujetos a quedar confundidos. Cuando ven una buena oportunidad, son como tigres, en caso contrario cierran sus puertas. Su acción y su no acción son cuestiones de estrategia, y no pueden ser complacidos ni enfadados. 7 2016 [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein 8 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke © Mg Jorge Ariel Vigo Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi 9 © Mg Jorge Ariel Vigo Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación 2016 10 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke De Re Militari Vegecio, Flavio Renato (ca. 383 d.C.-450 d.C.) 1. En todas las guerras y batallas siempre sucede que lo que a ti te favorece resulta perjudicial para el enemigo, y lo que es ventajoso para éste te perjudica. Por lo tanto, nunca debemos ofrecerle la ocasión de imponernos su voluntad, sino que sólo debemos actuar según nuestras convenien-cias. Todas las veces que secundas la acción del adversario con tus yerros te haces daño; y vice-versa: aquél procederá contra sus propios intereses al incurrir en el error de facilitarte las accio-nes que llevarás a cabo en tu provecho. perjudicial al adver-sario tener desertores que muertos. 2. Aquel que en la guerra ejerza mayor vigilancia sobre los aprovisionamientos y trabaje con mas ahínco al objeto de mantener ejercitadas las tropas tendrá que afrontar menos peligros. 10. Conviene más soldados valientes que numerosos. Asimismo, sucede con frecuencia que un lu-gar fuerte por naturaleza o por arte resulta más útil que el valor de los soldados. 3. El soldado nunca debe ser llevado a un combate decisivo sin antes haber actuado en algún en-cuentro con el enemigo. 11. La Naturaleza crea gallardos a un número reducido de hombres; la buena preparación los con-vierte a muchos. 4. Es mejor vencer al enemigo por hambre, con la sorpresa y por el desaliento, que apelando a las suertes de una batalla en la que muy a menudo la victoria depende más bien de la fortuna que del valor. 5. No hay plan mejor que aquel del cual recién se entera el adversario cuando tú ya lo has puesto en práctica. 6. Habitualmente, en la guerra nos proporciona mayor ayuda la ocasión que el valor. 7. Hay que tratar, por ser ventajoso, de provocar las deserciones en las filas enemigas y admitir a sus desertores, siempre que acudan de buena fe, por cuanto le resulta, más 8. Conviene más contar con grandes reservas a retaguardia de los combatientes que mantener des-parramadas a sus tropas. 9. Difícilmente es vencido aquel que puede valorar con exactitud las fuerzas propias y ajenas. 12. El ejército trabajando se fortalece; entregado a la ociosidad se entristece. 13. Nunca lleves las tropas al combate si no ves que tienen confianza en la victoria. 14. Aquel que persigue, inconsideradamente, dispersando sus propias fuerzas, busca la manera de proporcionar al adversario la victoria que se proponía conseguir por su cuenta. 15. Los ataques repentinamente iniciados atemorizan al enemigo; los habitantes carecen de valor. Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein Es el tratado militar romano clásico. Esta es un selección de sus ideas. Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo 17. Aquel que dispone de mas gente y alas gallarda que ataque frontalmente. 18. Aquel que se estima inferior que ataque con su ala derecha a la izquierda del enemigo. 19. Aquel cuya ala izquierda es muy fuerte que ataque a ambas alas del contrario. 20. Aquel que cuenta con tropas aguerridas que ataque a las dos alas del adversario. 21. Aquel que tiene excelentes tropas ligeras que las coloque a vanguardia de la formación, atacando a las dos alas del enemigo. 22. Aquel que debe combatir y estima que dispone de un efectivo inferior al del contrario y menos sólido que ataque con su propia ala derecha a la izquierda de su contrincante y despliegue obli-cuamente el resto a guisa de cuña. 27. En guarnición es el temor del castigo lo que mantiene a los soldados en la senda del deber, mientras que en tiempo de guerra los hace mejores la esperanza de las recompensas. 28. Aconséjate con muchos respecto de las cosas que conviene hacer; en lo que atañe a lo que has decidido llevar efectivamente a cabo sólo confíalo a poquísimos individuos y de toda tu con-fianza; pero preferentemente no lo digas a nadie. 29. Los buenos generales no ofrecen ni aceptan batalla si no se les presenta una ocasión favorable o si no los obliga a hacerlo la necesidad. 30. Es un magnífico plan de guerra el de rendir al enemigo mas por el hambre que por las armas. 31. Que el enemigo ignore cuales son tus disposiciones para la batalla, a fin de que no pueda prepa-rar los remedios para hacerlas fracasar. 23. Aquel que manda a tropas menos numerosas y valientes debe apoyar un ala en una montaña, en una ciudad, en el mar, en un río o en algún otro punto de apoyo. 24. Aquel que confía en la acción de la caballería que busque terreno apto los movimientos de los jinetes y combata especialmente por medio de éstos. Aquel que se proponga, por lo contrario, utilizar los servicios de la infantería, que, combata especialmente con su ayuda, después de bus-carle un paraje apropiado para el caso. Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke 16. Aquel que no prepare con anterioridad las vituallas y las demás cosas necesarias será vencido sin combatir. 11 25. Si algún espía del enemigo ha penetrado furtivamente en el campamento, hay que ordenar, de día, que cada uno vaya a su respectiva tienda; de esta manera dicho espía será descubierto y capturarlo. 26. Si te apercibes que tus intenciones han sido reveladas al enemigo conviene que de inmediato cambies tus proyectos. Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación 2016 12 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke « ... Ni me parece que nos quede otra cosa a deciros que algunas reglas, con las que ya estáis muy fami-liarizados, a saber: 1. Lo que ayuda al enemigo te perjudica a ti, y lo que te ayuda a ti perjudica al enemigo. 2. Aquel que en la guerra se dedique con mas ahínco a cerciorarse de los proyectos del adversario y a ejercitar a su ejército incurrir en menores peligros y podrá alimentar mayores esperanzas en la victoria. 3. Nunca hagas entrar en acción a tus soldados sin antes haber tanteado su ánimo, cerciorándote de que no tienen miedo y si se hallan en buen orden; y solamente acometerás cuanto te convenzas que aquellos esperan vencer. 4. Es mejor vencer al enemigo con el hambre que con el hierro, pues en la victoria interviene mu-cho más la fortuna que la virtud. 5. Ninguna resolución es mejor que la que permanecer oculta al enemigo hasta el momento de la ejecución. 6. En la guerra saber conocer la ocasión y aprovecharla resulta más útil que cualquier otra cosa. propias fuerzas y las del enemigo. 12. Vale mas la virtud de los soldados que el número, y a veces resalta mas útil el terreno que la virtud. 13. Las cosas nuevas y repentinas aterrorizan a los ejércitos, pero las cosas a que están acostumbrados y se hacen pausadamente les inspiran escaso aprecio; por lo tanto, harás entrar en combate mediante escaramuzas a tu ejército con un nuevo enemigo antes de emprender contra éste una jornada decisiva. 14. Aquel que persigue desordenadamente al enemigo derrotado sólo aspira a convertirse de victorioso en perdedor. 15. Aquel que no prepara las vituallas necesarias para vivir es vencido sin combatir. 16. Aquel que confía más en los jinetes que en los infantes, o más en los infantes que en los jinetes, trate de adaptarse al terreno. 17. Cuando quieras cerciorarte de que durante el día algún espía ha penetrado en el interior del campamento, ordena que cada uno vaya a su alojamiento. 18. Cambia de plan cuando te apercibas que el enemigo lo haya previsto. 7. La Naturaleza engendra pocos hombres gallardos: la actividad y el ejercicio produce muchos de ellos. 8. En la guerra la disciplina puede más que el furor., 9. Cuando alguno deserta de las filas enemigas para incorporarse a las tuyas, si es que puede contarse con su fidelidad, siempre muy grande será la adquisición; porque las fuerzas de los adversarios quedan más debilitadas por la pérdida de aquellos que huyen que de los que perecen, a pesar de que la calidad de los escapados resulte sospechosa para los nuevos amigos y odiosa para los antiguos. 10. Vale más, en el acto de prepararse para el combate, mantener a retaguardia del frente bastantes fuerzas que desparramar los soldados para dar a aquél mayor extensión. 11. Difícilmente es vencido aquel que sabe valorar sus Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein “Del arte de la guerra” Nicolás Maquiavelo (1469-1527) Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht 13 19. Aconséjate con muchos acerca de las cosas que debes hacer, pero en lo que atañe a lo que efectivamente harás consulta con pocos. 20. Cuando los soldados se encuentran en las guarniciones se mantienen sujetos con el terror y el castigo, pero en campaña con la esperanza y con el premio. 22. Trata de que tus enemigos permanezca a obscuras sobre la forma que piensas darle a tu orden de combate; asimismo, cualquiera sea la manera que te propongas emplear al respecto procura siempre que las tropas de primera línea puedan encontrar apoyo en las de la segunda, y éstas, a su vez, en las de la tercera. 23. En el combate no emplees jamás una parte del frente de batalla en otra tarea que no sea la que le habías encargado, si es que no quieres provocar el desorden. 24. A los accidentes repentinos se los remedia con dificultad, a los previstos con facilidad. 25. Los hombres, las armas, el dinero y el pan constituyen el nervio de la guerra; pero de estos cuatro, los dos primeros son los mas necesarios, porque los hombres en combinación con las armas hallan el pan y el dinero, mientras que el pan y el dinero no encontrarían a los hombres y a las armas. 26. El rico desarmado es presa del soldado pobre. 27. Acostumbra a tus soldados a despreciar la vida regalada y el vestuario lujoso. Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo 21. Los buenos capitanes nunca buscan la batalla si la necesidad no los obliga o la ocasión no los induce. 2016 14 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke Los éxitos de los ejércitos dependen más de la habilidad del general en jefe que del efectivo de las tropas que los componen. Hay que preparar debidamente todo lo que se precisa, formar un plan y luego desarrollarlo bien. Aquel entre los dos generales que contara con mas recursos imaginativos y tentara más a menudo al enemigo, con el andar del tiempo acabará por salir ganancioso ... Aquel que entrando en campaña sea el primero en reunir sus tropas y en avanzar, obligará siempre al otro a depender de sus movimientos y a mantenerse en la defensiva». La guerra debe ser corta y vivaz. Constituye un axioma de guerra: lo de asegurarse la retaguardia y el flanco envolviendo a los del enemigo. Las mejores batallas son aquellas que el enemigo se ve obligado a aceptar, y esto porque está demostrado que hay que inducir siempre al adversario a hacer lo que no quisiera. Cuando un ejército prusiano dispone de un efectivo inferior al del enemigo no por esto hay que de-sesperar de la victoria. Las disposiciones del general suplirán al número. Nuestro principio estriba en atacar siempre, desechando la defensiva. Una regla antigua de guerra dice que aquel que divida sus fuerzas será batido en detalle. Si queréis dar batalla tratad de reunir todas vuestras tropas; resultaría imposible hallar otro medio mejor para emplearlas útilmente..Nunca hagáis destacamentos cuando tengáis que actuar ofensivamente. Un ejército debe adaptar su orden de combate al terreno que le resulte mas favorable. Un general de ejército nunca tomará bastantes precauciones para dar absoluta seguridad a sus convoyes. La prosperidad de un Estado tiene por base la disciplina de sus ejércitos. Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein Máximas de Federico El Grande Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht 15 MÁXIMA II Al formar un plan de campaña debe preverse lo que el enemigo puede hacer, y apercibirse de todos los medios necesarios para hacerle oposición. Pueden los planes de campaña modificarse hasta el infinito, según las circunstancias, el genio del General, el carácter de las tropas, y la topografía del teatro de la acción. MÁXIMA III El ejército que emprende la conquista de un país tiene sus dos alas o apoyadas en territorios neutrales, o en grandes obstáculos naturales, como son ríos o cadenas de montañas. En algunos casos sucede que una de las alas tiene estos apoyos, y otras veces las dos están descubiertas. En el primer caso, es decir, cuando ambas alas están protegidas, tiene el general solamente que aten- der a su frente para no ser roto. En el segundo caso, cuando una sola de las alas está apoyada, debe descansar en ella. En el tercero, cuando ambas están descubiertas, debe depender de un una formación central, y no permitir que los diferentes cuerpos de su mando se aparten de ella, porque si dificultoso es pelear teniendo dos flancos expuestos, se duplica el inconveniente teniendo cuatro, y triplica teniendo seis lo cual sucede si el ejército se divide en dos o tres diferentes cuerpos. En el primer caso, según dijimos antes, la línea de operaciones puede descansar indiferente- mente sobre la derecha o sobre la izquierda. En el segundo debe dirigirse al ala apoyada. En el tercero debe ser perpendicular al centro de la línea de marcha del ejército. Pero en todos estos casos es necesario en cada distancia de cinco o seis días de marcha, tener un puesto fortificado o una posición atrincheradas sobre la línea de operaciones, para poder reunir pertrechos y pro- visiones de guerra, organizar convoyes, para formar allí un centro de movimiento, y establecer un punto de defensa, a fin de acortar la línea de operaciones del ejército. MÁXIMA IV Cuando emprenden la conquista de un país dos o tres ejércitos, que obran separadamente hasta llegar al punto fijado para su concentración, debe sentarse principio, que la unión de sus diferentes cuerpos no debe efectuarse cerca del enemigo; pues pudiera éste, con la unión de sus fuerzas, no sólo impedir la de las del adversario, sino batir los ejércitos en detalle. MÁXIMA V Deben regirse las guerras por ciertos principios, pues cada una ha de tener un objeto marcado, y llevarse a término según las reglas del arte. Deben emprenderse solamente contando con fuer- zas proporcionadas a los obstáculos que se han de vencer. MÁXIMA VI Al principio de una campaña, es materia de grave consideración si se debe avanzar o no; pero, una vez tomada la ofensiva, hay que sostenerse hasta el último trance. Por diestras que sean las maniobras de una retirada siempre debilitan la moral de un ejército, que pierde las oportunidades de conseguir un feliz éxito, mientras el enemigo las tiene casi seguras. Además, las retiradas siempre cuestan más hombres y materiales que los más sangrientos encuentros, con la sola diferencia de que en una batalla, la pérdida del enemigo es casi igual a la nuestra, mientras que una retirada, la pérdida es solo de nuestra parte. MÁXIMA VII Un ejército debe estar dispuesto todos los días, todas las noches, y todas las horas del día y de la noche, a oponer toda la resistencia de que es capaz. Con este objeto, el soldado debe estar siempre provisto de armas y municiones; la infantería no debe estar sin su artillería, caballería y generales; y las diferentes divisiones del ejército deben estar constantemente en estado de sostener, ser sostenidas y protegerse mutuamente. Las tropas, ya hagan alto, acampen o estén en marcha, deben siempre ocupar posiciones favorables con cuanto se requiera para un campo de batalla; v. g., los flancos deben estar bien cubiertos, y toda la artillería colocada de modo que tenga campo libre para hacer sus descargas con las mayores ventajas. Cuando un ejército marcha en columna debe tener avanzadas y flanquea- dores para examinar bien el terreno que se tiene al frente, a la derecha, a la izquierda, y siempre a tal distancia que pueda el grueso del ejército desplegarse en posición. MÁXIMA VIII Un general en jefe debe preguntarse frecuentemente durante el día: ¿Qué tendría yo que hacer si el ejército enemigo apareciese ahora en mi frente, a mi derecha o a mi izquierda? Si tiene dificultad de responder a estas preguntas, la posición es mala y hay que remediarla. MÁXIMA IX La fuerza de un ejército, como la potencia en mecánica, se estima multiplicando la masa por la velocidad; una marcha rápida aumenta la moral de un ejército y también sus medios de victoria. ¡Sus, pues, adelante! MÁXIMA X Cuando un ejército es inferior en número, en caballería y artillería, es esencial evitar una acción general. La inferioridad en número debe suplirse con la rapidez del movimiento, la falta de artillería con la naturaleza de la maniobra y la inferioridad en la caballería con la buena elección de posición. En tales circunstancias, la moral del ejército hace mucho. MÁXIMA XI Dirigir operaciones con líneas muy distantes las unas de las otras y sin comunicaciones, es cometer un error que siempre con- duce a otro. La Columna destacada tiene sólo órdenes para el primer día. Sus operaciones del día siguiente dependen de lo que pueda suceder al cuerpo principal. Así, esta columna, por esperar órdenes, pierde tiempo en caso de aprieto o tiene que operar de por sí y a la ventura. Téngase como principio que un ejército ha de conservar sus columnas tan unidas, que el enemigo no pueda pasar entre ellas impunemente. Siempre que por particular razón haya que separarse de este principio, los cuerpos destacados deben ser independientes en sus operaciones. Muévanse hacia un punto fijado para su futura unión; avancen sin vacilar y sin esperar nuevas órdenes y tómense las precauciones para que Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo Máximas de Napoleón sobre el arte de la guerra 2016 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke no sean atacados en detalle. MÁXIMA XII Un ejército debe tener solamente una línea de operaciones. Esta debe conservarse con cuidado y nunca abandonarse sino en último extremo. MÁXIMA XIII Las distancias entre los cuerpos de un ejército en marcha serán según las localidades, las circunstancias y el objeto que se propone el General. MÁXIMA XV Lo primero que debe tener presente un general al librar batalla, debe ser la gloria y honor de su ejército: la seguridad y salvación de sus hombres es secundaria; pero esta se encontrará indudablemente en la decisión y valor que resulten de aquella. En una retirada, además del honor del ejército, la pérdida de vidas es mayor que las de dos batallas. Por lo tanto, no desesperemos nunca mientras los valientes no se separen de sus banderas. Así obtendremos y seremos dignos de la victoria MÁXIMA XVI Es máxima aprobada en la guerra no hacer nunca lo que el enemigo quiere que se haga, por lo mismo que lo desea. Un campo de batalla, por lo tanto, que él ha previamente estudiado y reconocido, debe ser evitado, y debe tomarse doble cuidado donde él haya tenido tiempo de fortificarse y atrincherarse. De aquí se deduce, que no debe atacarse de frente una posición que puede flaquearse. MÁXIMA XVII En guerra de marcha y maniobra, si se quie- para asegurar su retaguardia, o en qué punto es atacable. MÁXIMA XXIII Cuando se ocupa una posición que el enemigo amenace rodear, reúnase toda la fuerza inmediatamente y amenácesele con un movimiento ofensivo. Con esta maniobra se le impide que destaque y moleste los flancos, en caso de que se juzgue necesaria una retirada. MÁXIMA XXIV Nunca se pierda de vista esta máxima: establézcanse los acantonamientos en el punto más distante del enemigo y mejor protegidos especialmente cuando es posible una sorpresa. Así habrá tiempo de reunir todas las fueras antes que el adversario ataque. MÁXIMA XXV Cuando dos ejércitos están en orden de batalla y uno tiene que retirarse por un puente, mientras el otro tiene la circunferencia del círculo abierta, todas las ventajas están a favor de éste. Toca entonces al general mostrar intrepidez, dar un golpe decisivo y maniobrar sobre el flanco de su enemigo. La victoria está en sus manos. MÁXIMA XXVI Es contra los verdaderos principios hacer que cuerpos que no tienen comunicación entre sí, obren separadamente contra una fuerza central, cuyas comunicaciones estén cortadas. MÁXIMA XXVII Cuando un ejército se ve obligado a dejar su primitiva posición, las columnas que se retiran deben replegarse a retaguardia lo suficiente para impedir cualquier re evitar una batalla con un enemigo superior, es necesario atrincherarse todas las noches y ocupar una buena posición defensiva. Las posiciones naturales que suelen encontrarse, no bastan para proteger un ejército contra números superiores, sin recurrir al arte. MÁXIMA XVIII Un general de talento común, ocupando una posición y sor- prendido por una fuerza superior, busca su salvación en la retira- da; pero un gran capitán suple todas las faltas con su valor y marcha intrépidamente al ataque. Así desconcierta al adversario, y si este muestra irresolución en sus movimientos, un avisado caudillo aprovechándose de su indecisión, puede aún esperar victoria, o a lo menos emplear un día en maniobras atrincherándose de noche o retroceder a mejor posición. Con esta determinada conducta mantiene el honor de sus armas, primer requisito de toda superioridad militar. MÁXIMA XIX La transición de la defensiva a la ofensiva es una de las operaciones más delicadas de la guerra MÁXIMA XX Debe sentarse como principio, que no ha de abandonarse la línea de operaciones, pero es una de las maniobras más diestras de la guerra el saber cómo cambiarla cuando las circunstancias lo exigen y hacen necesario. Un ejército que cambia diestramente su línea de operaciones, engaña al enemigo que llega a ignorar a dónde debe atender interrupción del enemigo. El mayor desastre que puede suceder es que las columnas sean atacadas en detalle y antes de su unión. MÁXIMA XXVIII No deben destacarse fuerzas la víspera de una batalla, porque las cosas pueden cambiar durante la noche, ya por la retirada del enemigo o ya por la llegada de refuerzos que le hagan reasumir la ofensiva y destruir los arreglos hechos de antemano. MÁXIMA XXIX Cuando resolváis entrar en acción, reunid todas vuestras fuerzas. No economicéis nada. Un solo batallón decide a veces la jornada. MÁXIMA XXX Nada es tan temerario, ni se opone tanto a los principios, como hacer una marcha de flanco delante de un ejército en posición, especialmente cuando éste ocupa una altura, al pie de la cual se debe forzosamente desfilar. MÁXIMA XXXI Cuando determinéis arriesgar una batalla, cuidad de tener todas las probabilidades de éxito, y sobre todo si tenéis que habérosla con un adversario de superior talento, porque si sois batido aún en medio de vuestros almacenes y comunicaciones, ¡ay del vencido! MÁXIMA XXXII El deber de una avanzada no consiste en avanzar o retirarse, sino en maniobrar. Debe componerse de caballería ligera sostenida por una reserva de caballería de línea, y de batallones de infantería sostenidos también por Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein 16 17 artillería. Una avanzada debe componerse de tropas escogidas, y los jefes, oficiales y soldados deben ser escogidos por sus respectivas habilidades y conocimientos. Un cuerpo falto de instrucción es un estorbo para la avanzada. MÁXIMA XXXIII Es contrario a los usos de la guerra, hacer entrar en un desfiladero los parques o baterías de artillería, pues en caso de retira- da, los cañones embarazan los movimientos y caerán en poder del enemigo. Déjense en posición bajo una escolta suficiente, hasta que sea uno dueño de la salida. MÁXIMA XXXIV Siéntese como principio, no dejar nunca intervalo por donde el enemigo pueda penetrar entre cuerpos formados en orden de batalla, a menos que no será para tenderle un lazo. MÁXIMA XXXV Los campamentos de un mismo ejército deben formarse siempre de un modo que se protejan unos a otros. MÁXIMA XXXVI Cuando el ejército del enemigo está cubierto por un río sobre el cual tiene varias cabezas de puente, no ataquéis de frente. Esto dividiría vuestra fuerza y os expondría a ser flanqueado. Aproximaos al río en columnas escalonadas de tal modo, que la columna que va delante sea la única que el enemigo pueda atacar sin ofreceros su flanco. Entre tanto, que vuestras tropas ligeras ocupen la orilla, y cuando hayáis escogido el punto por donde queráis pasar, arrojaos impetuosamente a él para atravesar vuestro puente. Procurad que el punto por donde paséis esté siempre a distancia de la columna que va delante para engañar así al enemigo. MÁXIMA XXXIX En la campaña de 1645, el ejército de Turena fue atacado delante de Filipsburg, por una fuerza muy superior. No había aquí puente sobre el Rin, pero se aprovechó del terreno entre el río y la plaza para sentar su campo. Esto debe servir de lección a los oficiales de ingenieros, no sólo en la construcción de fortalezas, sino de las cabezas de puentes. Debe siempre dejarse un espacio entre la fortaleza y el río, en que un ejército pueda formar y replegarse sin tener que arrojarse a la plaza, y por lo tanto, comprometer su seguridad. Un ejército que se retirase sobre Maguncia, delante la persecución del enemigo, se vería necesariamente comprometido, porque se necesita más de un día para pasar el puente, y porque las líneas de Cassel son demasiado limitadas para permitir que un ejército permanezca allí sin ser rodeado. Deben dejarse unas 200 toesas entre la plaza y el Rin. Es esencial que todas las cabezas de puentes delante de grandes ríos, se construyan bajo este principio, pues de lo contrario serán una ayuda muy ineficaz para proteger el paso de un ejército que se retira. Las cabezas de puentes sirven, según aprendemos en los colegios, solamente para pequeños ríos cuyo paso es comparativa- mente corto. MÁXIMA XL Las fortalezas son igualmente útiles en las guerras ofensivas y defensivas. Es verdad que ellas en sí no detendrán a un ejército; pero son excelentes medios de retardar, entorpecer, debilitar y molestar a un enemigo victorioso. MÁXIMA XLIV Si las circunstancias impiden que se deje una guarnición suficiente para defender una ciudad fortificada que contiene hospital y almacenes, deben emplearse al menos todos los medios de asegurar la ciudad contra un golpe de mano. MÁXIMA XLV Una plaza fortificada puede sólo proteger la guarnición y detener al enemigo por corto tiempo. Pasado Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht 2016 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke este y destruidas las defensas de la plaza, la guarnición debe rendirse. Todas las naciones civilizadas conviene en este punto, y no hay argumento en contra, sino respeto al mayor o menor grado de defensa que un gobernador debe hacer antes de capitular. Al mismo tiempo hay generales, (y Villars entre ellos), que son de opinión que un gobernador nunca debe rendirse, sino que en el último caso debe volar las fortificaciones y aprovecharse de la noche para abrirse paso por entre el ejército sitiador. Si no puede volar las fortificaciones, siempre puede, dicen ellos, retirarse con su guarnición y salvar sus hombres. Los oficiales que han observado esta línea de conducta, han salvado tres cuartas partes de su guarnición. MÁXIMA XLVII La infantería, la caballería y artillería no valen nada aisladas sino unidas, y así deben disponerse siempre en acantonamientos de modo que se auxilien en caso de sorpresa. MAXÍMA L Las cargas de caballería son igualmente útiles al principio, al medio y al fin de la batalla. Deben darse siempre, si es posible, sobre los flancos de la infantería, especialmente cuando está empeñada de frente. MÁXIMA LI Es deber de caballería terminar la victoria e impedir que se repliegue el ejército derrotado. MÁXIMA LIV Colóquese la artillería siempre en las posiciones más ventajosas y lo más lejos posible del frente de la línea de caballería e infantería, sin comprometer la seguridad de la piezas. Las baterías de campaña deben dominar toda la región alrededor del nivel de la plataforma. No deben estar enmascaradas a la derecha y a la izquierda sino tener sus tiros libres en todas direcciones. MÁXIMA LVI Un buen general, un sistema bien organizado, buena disposición y severa disciplina con la ayuda de eficaces posiciones, hacen siempre buenas tropas, independientemente de la causa por la cual se combate. Al mismo tiempo, el amor a la patria, el entusiasmo, el sentimiento del honor nacional y el fanatismo, son poderosos estímulos para los soldados nuevos. MÁXIMA LVII Muy difícil le es a una nación que no tiene establecimientos ni sistema militar, el organizar un ejército. MÁXIMA LVIII La primera cualidad del soldado es la fortaleza en las fatigas y privaciones: el valor es secundario; el trabajo, la pobreza y la escasez son la mejor escuela para el soldado. MÁXIMA LX Tómense todas las medidas posibles para hacer que el soldado se apegue a su bandera. Esto se logra mejor mostrando respeto y consideración al veterano. Su paga debe aumentar a proporción que se aumentan sus años de servicio. Es el colmo de la injusticia no dar a un veterano más paga que a un recluta. MÁXIMA LXI No son las arengas en el momento de la batalla las que infunden valor al soldado. El veterano apenas las escucha, y el recluta las olvida a la primera descarga. Los discursos y arengas son útiles durante la campaña para desvanecer impresiones desfavorables, desmentir falsos informes, mantener vivo el espíritu marcial en el campo, y suministrar materia de conversación y distracción en los vivaques. Téngase esto presente en las órdenes del día que se dan a la imprenta. MÁXIMA LXIII Deben tomarse con desconfianza todos los informes dados por los prisioneros y darles su valor real. Un soldado raras veces ve más allá de su compañía, y un oficial sólo podrá dar informes de la posición y movimientos de la división a que pertenece su regimiento. Por lo tanto el Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein 18 general de un ejército no debe descansar en los informes de los prisioneros, a menos que no estén de acuerdo con los recibidos de las avanzadas respecto a la posición, etc., del enemigo. MÁXIMA LXIV Nada es tan importante en la guerra como la unidad en el mando; así, cuando la guerra es contra una sola potencia debe haber sólo un ejército, operando sobre una sola base y mandado por un solo jefe. MÁXIMA LXV Las mismas consecuencias que han tenido las largas discusiones y consejos de guerra, producirán el mismo efecto en todos los tiempos. Terminarán por adoptar el peor curso, que en la guerra es siempre el más tímido, o si se quiere el más prudente. La ver- dadera sabiduría de un general consiste en un valor arrojado. MÁXIMA LXVI En la guerra sólo el general puede juzgar de ciertas operaciones. De él solo depende el vencer las dificultades con su superior talento y resolución. MÁXIMA LXVII Autorizar a los generales u otros oficiales para rendir las armas en virtud de una capitulación particular bajo otras circunstancias que no sean cuando componen la guarnición de una fortaleza, ofrece una peligrosa latitud. Destruye todo carácter militar en una nación el abrir semejante puerta a los cobardes, a los débiles o a los valientes mal aconsejados. Los grandes extremos requieren una extraordinaria resolución. Mientras más obstinada es la resistencia de un ejército, mayores son las probabilidades de socorro o de éxito. ¡Cuántas aparentes imposibilidades han vencido hombres cuyo solo recurso era la muerte! MÁXIMA LXX La conducta de un general en un país vencido está llena de dificultades. Si es severa, irrita y aumenta el número de sus enemigos; si suave, da origen a esperanzas que sólo hacen más intolerables los abusos y vejaciones inevitables en la guerra. Un general victorioso debe saber usar alternativamente de severidad, justicia y blandura, si quiere apaciguar la sedición o impedirla. MÁXIMA LXXII Un general en jefe no tiene derecho de disculpar sus errores con las órdenes del soberano o de un ministro, cuando estos están lejos de la escena de operaciones y por lo tanto pueden estar mal informados o completamente ignorantes del estado de las cosas. De aquí se sigue que es culpable todo general que emprende la ejecución de un plan que considera defectuoso. Es deber suyo presentar sus razones, insistir sobre un cambio de plan, en fin, presentar su dimisión, antes que hacerse instrumento de la ruina de su ejército. Todo general en jefe que da batalla obedeciendo a órdenes superiores con la seguridad de perderla, es igualmente culpable. En este último caso, el general debe rehusar obedecer, porque la ciega obediencia se debe a un jefe superior presente en el lugar, en el momento de la acción. Estando en posesión del verdadero estado de las cosas, el superior puede dar las explicaciones necesarias a la persona que ejecuta sus órdenes. Pero, suponiendo que un general en jefe recibe una orden urgente de su soberano, mandándole dar batalla con la prevención de rendirse al adversario y dejarse batir ¿estará obligado a obedecer? No. Si el general puede comprender el significado o utilidad de tal orden, debe ejecutarla; si no, debe rehusar obedecerla. MÁXIMA LXXIII La primera cualidad de un general en jefe, es la frialdad en recibir justas impresiones y estimar las cosas y objetos en su valor real. Que no se alucine con las buenas noticias ni se abata con las malas. Las impresiones que recibe sucesiva o simultáneamente en el curso del día deben ocupar en su mente el lugar que merecen, pues en una 19 justa comparación y consideración del peso debido a diferentes impresiones depende el poder razonar y juzgar bien. Es orgánico en algunos hombres verlo todo al través de un prisma muy colorido. Trazan en su mente un cuadro por cada ligera ocasión y dan a cualquiera ocurrencia trivial un interés dramático. Pero cualesquiera que sean los conocimientos, talentos, valor u otras cualidades que posean esos hombres, la naturaleza no los ha formado para el mando de ejércitos ni para la dirección de grandes operaciones militares. MÁXIMA LXXIV Las prominentes cualidades que deben distinguir a un oficial escogido para jefe de estado mayor, son: conocer perfectamente el país; poder dirigir un reconocimiento con habilidad; inspeccionar la transmisión de las órdenes prontamente; redactar lo más complicados movimientos con concisión y sencillez. MÁXIMA LXXVI Los deberes que tiene un buen general de avanzada, son: reconocer con cuidado los desfiladeros y vados de todas clases; proveerse de guías fidedignos; interrogar al cura y al administrador de correos; mantener buenas relaciones con los habitantes; despachar espías; interceptar cartas públicas y particulares; traducir y analizar su contenido; en una palabra, estar en aptitud de responder a todas las preguntas del general en jefe cuando éste llegue con todo el ejército. MÁXIMA LXXVII Los generales en jefe deben guiarse por su propia experiencia o su genio. La táctica, las evoluciones, los deberes y conocimientos de un ingeniero u oficial de artillería, podrán aprenderse en tratados, pero la ciencia de la estrategia, sólo se adquiere con la experiencia y estudiando las campañas de los grandes capitanes. Gustavo Adolfo, Turena y Federico, así como Alejandro, Aníbal y César, tuvieron unos mismos principios, los cuales fue- ron: mantener sus fuerzas unidas, no dejar sin protección ningún lado débil, apoderarse con rapidez de puntos importantes. Tales son los principios que conducen a la victoria y que al par de inspirar terror con la reputación de nuestras armas, mantendrán la fidelidad y ciega obediencia. MÁXIMA LXXVIII Repasad una y mil veces las campañas de Alejandro, Aníbal, César, Gustavo Adolfo, Turena, Eugenio y Federico. Tomadles por modelo. Así sólo llegaréis a ser un gran capitán y a adquirir el secreto del arte de la guerra. Este estudio ilustrará y adelantará vuestro genio y sabréis desechar todas las máximas extrañas a los principios de los grandes capitanes. Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht 2016 20 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke CAPITULO V - LA MORAI, Y LA GUERRA 5.1. LA POLÍTICA MILITAR O FILOSOFÍA DE LA GUERRA Bajo esta denominación se incluyen todos aquellos aspectos que influyen forma decisiva en la ejecución de las operaciones militares. 5.1.1.CONOCIMIENTO DEL ENEMIGO En primer lugar debe tenerse una información lo más amplia posible de los elementos de poder y de todos los medios de guerra del enemigo al que haya de enfrentarse. El segundo aspecto a contemplar es el conocimiento profundo del escenario de la acción, con todos los obstáculos naturales o artificiales que pueden influir en las operaciones. Jomini se queja de lo excesivamente poco desarrollado que en aquella época estaban la geografía y la estadística militar, por lo que propugna que en los Estados Mayores se archiven cuantos documentos de estas materias se disponga. 5.1.2.MANDO DE LOS EJÉRCITOS Considera Jomini que si el Monarca se siente con capacidad para ostentar personalmente el mando, debe hacerlo así porque eso redunda en su propio prestigio y en el bien del país, pero si no es así, la más importante y delicada de sus decisiones será la designación del General en Jefe. Las cualidades más esenciales del General de un Ejército serán: alto carácter o valor moral y sangre fría o valor físico que domine los peligros; el saber ocupa el tercer lugar, pero es un auxiliar poderoso, y a estas cualidades se agregarán las de carácter personal (justo, capaz de apreciar el mérito ajeno, capaz de rodearse de buenos colaboradores). Mucho se ha discutido sobre si el mando debe recaer sobre un general acostumbrado a mandar tropas, u otro procedente de los Estados Mayores o cuerpos facultativos. Teniendo en cuenta que las grandes operaciones contemplan problemas más complejos que los puramente operativos, considera que se puede desempeñar perfectamente el Mando de un Ejército sin haber conducido directamente un Regimiento al combate. No obstante, como es lógico, tiene en cuenta que el ideal lo constituye la conjunción de teoría y práctica para el ejercicio del Mando. Como quiera que la experiencia demuestra que la elección de este Mando no es siempre acertada, considera que debe ser auxiliado por un Estado Mayor que influya íntimamente en las operaciones. 5.1.3. LAS INSTITUCIONES MILITARES Si bien hijo de su tiempo, en el que las situaciones de guerra son una constante en Europa, no por ello trata de exaltar a toda costa los valores e instituciones militares, sino que intenta establecer unas normas que permitan a los países prevenirse contra las contingencias bélicas; así, establece afirmaciones como las siguientes: "Lejos de nosotros, la idea de que un gobierno deba sacrificarlo todo al ejército, porque sería un absurdo, pero debe ser el objeto constante de sus desvelos". "Con la mezquina esperanza de adquirir popularidad en la masa de contribuyentes de quienes reciben su mandato los diputados de una cámara electiva, ¿no podrían, por un equivocado concepto de economía dejar arruinarse las instituciones necesarias paro la organización de un ejército fuerte, numeroso, diestro y bien disciplinado? Asimismo previene a las autoridades sobre los peligros que en las épocas de paz acechan a los ejércitos, aconsejándoles a éstos, se ejerciten en maniobras y trabajos útiles a la defensa del país. Se ocupa también de los ascensos y recompensas poniendo especial énfasis en la antigüedad en tiempos de paz y primando el mérito en los de guerra. Curiosamente está en contra del progreso en la técnica de los armamentos, preconizando que los soberanos se reúnan en congreso para "proscribir estas invenciones de muerte y destrucción". En resumen establece una serie de condiciones esenciales para la perfección de los ejércitos, como son: 1. Tener un buen sistema de reemplazos. 2. Buena organización. 3. Un sistema bien extendido de reservas nacionales. 4. Tropas y oficiales bien instruidos. 5. Una disciplina severa sin bajeza y un espíritu de subordinación y de puntualidad fundada en el convencimiento de los deberes aún más que en las formalidades del servicio. 6. Un buen sistema de recompensas. 7. Una buena instrucción para la artillería e ingenieros. 8. Una buena dotación de armamentos. 9. Un Estado Mayor general bien organizado. 10. Un eficaz sistema de abastecimientos, hospitales y administración. 11. Exaltación del espíritu militar. Todos ellos constituyen un conjunto que de no llevarse a la práctica puede exponer a los ejércitos a la Ineficacia y a la Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein Resumen del Arte de la Guerra (1838) Antoine Henri de Jomini (1779 - 1869) Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht derrota. Estudia este aspecto tan fundamental en dos vertientes: la propiamente militar que afecta a los ejércitos y la de la nación que les sustenta. Con respecto a ésta, dice que: "en vano adoptaría un gobierno los mejores reglamentos para organizar un ejército si no se aplicase también a excitar el espíritu militar en el país". Para fomentar el espíritu militar en los ejércitos establece dos medios fundamentalmente: 1. Dar al ejército la mayor consideración pública y social. 2. Asegurar a aquellos que opten a empleos en la administración del Estado, una preferencia por los servicios prestados en los Ejércitos. Dentro de las medidas de orden interno de las unidades militares, establece una serie de normas encaminadas a crear y elevar el espíritu militar, como son: acostumbrar a los ejércitos en los trabajos y fatigas; evitar la molicieen las guarniciones; recompensar el valor y castigar la cobardía. CAPITULO VII - LA TÁCTICA SUBLIME Y LA BATALLA 7.1.- GENERALIDADES Las batallas, según Jomini, constituyen el choque definitivo de los ejércitos que disputan entre sí las grandes cuestiones de política y estrategia. La estrategia es la que conduce los ejércitos a los puntos decisivos de la zona de operaciones, prepara el éxito de las batallas e influye de antemano en sus resultados. En consecuencia, la táctica sublime es el arte de combinar y dirigir bien las batallas. Los fundamentos de la táctica, para el tratadista, son los mismos que los de la estrategia, consistiendo siempre en dirigir el grueso de las fuerzas contra una sola parte de los enemigos y esto en aquel punto que ofrezca mejores resultados. No obstante el mérito que el autor concede a la estrategia, concluye que "solamente el valor guiado por la táctica, el genio y la fortuna, es el que verdaderamente gana la batalla". Algunos autores consideran a la batalla como la acción principal y decisiva de la guerra, sin embargo Jomini estima que esta afirmación no siempre es exacta toda vez que la historia proporciona ejemplos de ejércitos derrotados como consecuencia de operaciones estratégicas, sin mediar más que una serle de pequeños combates parciales. No obstante, afirma el autor que una batalla victoriosa puede producir los mismos efectos, sin que esté precedida de las grandes combinaciones estratégicas. Los resultados de la batalla dependen, generalmente, de un conjunto de causas de las que no todas son del dominio del arte militar, tales como: 1. El orden de batalla adoptado. 2. El acierto en la elección de los medios de ejecución. 3. La competencia profesional de los mandos. 4. Las causas morales de la guerra. 5. La moral de las tropas. 6. La proporción de las diferentes armas. Considera Jomini que los tipos de batallas que se pueden dar son de tres clases: 1. Defensivas, en las que un Ejército situado en posición ventajosa espera a un enemigo. 2. Ofensivas, que se desarrollan cuando el ejército ataca al enemigo en la posición que ocupa, habiéndole reconocido. 3. Imprevistas, que se dan entre dos ejércitos en marcha. Son las que actualmente se denominan combates de encuentro. 7-2.-POSICIONES Y BATALLAS DEFENSIVAS En 7.2.2 se exponen las finalidades de esta acción, así como los dos grandes sistemas que se pueden adoptar dentro de la batalla defensiva: "inerte o Pasivo" y "Defensa activa con ataques ofensivos". En este capítulo, el autor dicta normas concretas sobre las características que deben reunir las posiciones defensivas así como procedimientos generales de actuación durante la batalla. 7.2.1. -CARACTERÍSTICAS DO. UNA POSICIÓN DEFENSIVA La fuerza de una posición no dependerá solamente de su fortaleza física, sino de ser adecuada al fin que se propone el que la elige y de ofrecer las mayores ventajas posible al arma (infantería, caballería o artillería) que constituye la fuerza principal del ejército, teniendo en cuanta que el obstáculo que ofrezca el terreno deberá dificultar la maniobra del atacante y beneficiar la del defensor. Las condiciones que debe reunir son: 1. Tener salidas fáciles para actuar sobre el enemigo en el momento oportuno. 2. Asegurar el máximo efecto del fuego. 3. Facilidad de ocultación. 4. Dominio de vistas sobre el enemigo. 5. Facilitar la retirada en caso de necesidad. 6. Flancos apoyados en obstáculos. 7. Apoyada en un obstáculo al frente. No obstante, el autor considera que todas estas condiciones no pasan de ser simples paliativos, por cuanto lo principal es que un ejército situado a la defensiva pueda pasar al ataque en cuanto se le presente la ocasión oportuna de hacerlo con ventaja. Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo 5.1.4. LA MORAL DE LOS EJÉRCITOS 21 7.2.2.-CONDUCCIÓN DE LA BATALLA DEFENSIVA En la disyuntiva entre defensiva "inerte" y "Pasiva", Jomlni dice que un ejército que espera inmóvil al enemigo en un punto fijo, al final es derrotado; pero si, después de hacer uso de las ventajas de la defensiva, sabe hacer uso de las que le proporciona la iniciativa en el ataque los resultados pueden ser victoriosos. Si el defensor aguarda en una posición bien escogida, sus movimientos serán libres, verá venir al enemigo; sus tropas y armas adecuadamente distribuidas en el terreno obtendrán el máximo rendimiento de sus fuegos y así a continuación se sorprende al enemigo con una reacción ofensiva, e1 efecto Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación 2016 22 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke moral será contundente sobre el atacante. De lo dicho debe deducirse que: 1. La defensa debo ser una acción transitoria para tomar la ofensiva en el momento oportuno. 2. El general debe tener una idea clara de la situación de conjunto y serenidad de actuación. 3. Confianza en las tropas. 4. La reacción ofensiva debe ser dirigida sobre los puntos decisivos. Dentro de los casos particulares de la defensiva, considera el autor el de las plazas fuertes y el de los campos y líneas atrincheradas. Dejando de lado el primero por no tener vigencia en la actualidad, Jomini considera como base para el éxito de la defensa de los campos atrincherados la existencia y disposición de las reservas. Considera necesaria la existencia de dos niveles de reserva situados entre el centro y las alas del despliegue, con lo que será posible acudir con prontitud a cualquier punto en que se la preciso. Esta disposición debe aumentar la moral de las tropas, toda voz que aún en el caso de que la posición sea perforada, la acertada ubicación de las reservas y su empleo en el momento y lugar oportuno restablecerá la integridad del campo. 7.3.-BATALLA OFENSIVA Se denominan así aquellas en que un ejército ataca a otro en la posición en que este se ha establecido. Las actitudes tanto ofensivas como defensivas no son puras, puesto que un ejército reducido a la defensiva, toma en ocasiones la iniciativa en el ataque. Una batalla ofensiva no puede tener otro objeto que desalojar o arrollar al enemigo, a no ser que de antemano se pueda 7.3.1.-ORDEN DE BATALLA (DESPLIEGUE) Según Jomini, se cuentan por lo menos doce diferentes especies de órdenes de batalla: 1. Paralelo simple 2. Paralelo con un recodo o martillo defensivo u ofensivo 3. Reforzado sobre una o ambas alas 4. Reforzado sobre el centro 5. Oblicuo simple o bien reforzado el ala que ataque 6. Perpendicular sobre una de las dos alas 7. o sobre ambas 8.Concavo 9.Convexo 10. Escalonado sobre una o ambas alas ll)Escalonado sobre el centro 11. Combinando un fuerte ataque sobre el centro y, al mismo tiempo, sobre una de las alas. Advierte, no obstante, el autor que estas posiciones son puramente teóricas y que "un general que se empeñase en establecer su línea de batalla en el campo con la misma simetría que se hace sobre el papel o en una parada, no solo no lo lograría, sino que sería batido". 7.3.2.-LA MANIOBRA OFENSIVA Parte Jominl de lo que él llamaba dos verdades incuestionables: 1. Cuanto más simple sea una maniobra decisiva, más seguro será su éxito. 2. La oportunidad de las decisiones adoptadas en el acto mismo del combate tienen, probablemente, una mayor influencia en su resultado que las tomadas de antemano, a no ser que procedan de movimientos estratégicos anteriores y que, por si mismas, provoque la victoria. La ejecución de la batalla ofensiva se basa en el cumplimiento de las máximas siguientes: 1. El despliegue adoptado debe de tener por objeto desalojar al enemigo de la posición que ocupa y emplea los medios adecuados a este fin. 2. La dirección de esfuerzo debe ir dirigida a destruir una de las alas o bien un ala y el centro al mismo tiempo. También dan buenos resultados las acciones dirigidas a rebasar sus flancos y envolverle. 3. El éxito de la acción será tanto más seguro cuanto mayor sea el secreto logrado hasta el momento de la ejecución. Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein 7.2.3. DEFENSA DE CAMPOS ATRINCHERADOS conseguir ese objetivo a través de movimientos estratégicos. Una vez decidida la actitud ofensiva, es preciso adoptar un orden de batalla (despliegue). Sucede, sin embargo, a veces que, como consecuencia de la falta de información es preciso Iniciar la batalla sin un plan fijo y determinado. En cualquier caso, en tal despliegue enemigo existe un punto cuya posesión conduce a la victoria; contra este punto que llamamos "decisivo", se deben dirigir el esfuerzo del ataque. Este punto decisivo se determina por la composición de: la configuración del terreno, y por la disposición de las fuerzas beligerantes. No se deben dirigir simultáneamente los esfuerzos sobre el centro y ambas alas sin tener una gran superioridad de medios, a no ser que se trate de una maniobra de diversión en alguno de ellos. La esencia del orden oblicuo consiste en destinar al menos la mitad de las fuerzas contra un ala enemiga, reservando el resto fuera de la acción del contrario. El éxito del defensor se logra multiplicando las dificultades del atacante y conservando fuertes reservas fuera de la acción enemiga para su empleo en el momento y lugar oportuno. Las direcciones del esfuerzo deben reunir en sí mismas los efectos de: potencia de fuegos, rapidez y efecto moral. Estas circunstancias serán reflejo de: a. La visión táctica del mando b. La moral de mandos y tropa c. La instrucción d. El terreno Es preciso combinar la potencia con la maniobra, dirigida a rebasar y envolver aquel ala enemiga más próxima a su línea de retirada, porque el temor de verla cortada suele ser suficiente para decidirle a realizarla. La victoria tendrá más probabilidad de lograrse sí se conjugan acciones de frente y flanco, que si se efectúa a una sola de ellas. No obstante debe tenerse en cuenta el peligro que entrañan los movimientos excesivamente aislados o divergentes en presencia de un enemigo importante. A pesar del éxito logrado en el ataque a las primeras organizaciones del enemigo, las fuerzas agresoras habrán quedado un tanto debilitadas y desorganizadas; este es el momento que aprovechará el defensor para contraatacar con sus fuerzas de segunda línea o reserva. La acción simultánea del mayor número posible de tropas de todas las armas en el momento decisivo de la batalla (a excepción de una pequeña reserva de cada una que siempre debe conservarse a mano), será el gran problema a resolver por el marido. No está de más recordar que la coincidencia de un ataque dirigido contra el flanco contribuirá del modo más eficaz al éxito de la acción. 7.3.3.-ENVOLVIMIENTOS Se consideran estas operaciones como un caso particular del combate ofensivo, el cual puede tener éxito en determinadas circunstancias, a tenor de lo que expone el tratadista: "Puede sentarse como principio sólido, que todo movimiento tan divergente que mientras se opero proporciona tiempo y ocasión al enemigo de batir aisladamente la mitad del ejército, es considerado como peligroso. Sin embargo, como el peligro depende del golpe de vista y tino del contrario, y del método con que acostumbra hacer la guerra, su resultado suele ser incierto, porque una operación de este tipo ante jefes de gran valía esta condenada al fracaso, en tanto que frente a mandos mediocres tiene grande posibilidades de éxito", Jomini no da reglas fijas de actuación limitándose a decir que apenas hay otra que la de conservar a mano el grueso de las fuerzas para hacerlas intervenir en el momento oportuno, sin caer en el extremo contrario de concentrarlas demasiado, a fin de poder hacer frente a los acontecimientos imprevistos. 23 ser frecuente el hecho de dos ejércitos que marchan uno al encuentro del otro con intención de atacarse pero ignorando cada uno la idea del contrario. En casos semejantes, viene a resultar una especie de sorpresa recíproca al encontrarse con el enemigo cuando menos lo esperaba; es pues una de las ocasiones que menos se adaptan a las reglas ordinarias y puede decirse que solo vale en ellas "un género de inspiración a manera de numen poético". A falta de dichas reglas generales, expone Jomini que "en estas críticas ocasiones tiene campo en que desplegarse el genio de un general que debe encontrar en sí mismo recursos para sobreponerse a los acontecimientos; y es en ellos donde adquiere fama de gran capitán el que sabe aprovecharlos". 7.3.5.-EL GOLPE DE MANO Se denominan así las "empresas arrojadas" que realiza un grupo reducido de fuerzas para apoderarse de un puesto más o menos fuerte o importante, conteniendo en su ejecución aspectos tanto de la sorpresa como del ataque en fuerza, pues uno u otro medio fie emplean para lograr el éxito de la operación. No pueden someterse a reglas fijas porque el golpe de mano, por su propia esencia es una empresa que se sale de las acciones comunes; sin embargo, "la sagacidad, estratagema, el terror y la audacia, son los elementos que aseguran el éxito de estas empresas". Considera que la historia ofrece múltiples y variados ejemplos de acciones de este tipo, por lo que culmina expresando que "sería muy de desear que algún oficial aplicado se ocupase en reunir en un buen extracto histórico las noticias de los golpes de mano más interesantes; éste haría un señalado servicio no sólo a los generales en jefe, sino a los inferiores que pueden tener que cooperar en tales empresas, en las que la inteligencia de una sola persona puede muchas veces proporcionar el éxito". 7.6.-LA SORPRESA El concepto de sorpresa es para el autor no el hecho de caer "sobre tropas que se hallan dormidas o mal custodiadas" sino el más amplio de sorpresa en los procedimientos de actuación, toda vez que "merece el nombre de tal el ataque combinado sobre una de las alas del ejército de manera que súbitamente se vea rebasada o envuelta". Estima que se ha logrado cuando se consigue situar los gruesos de las fuerzas atacantes, sin ser notados, en el punto que se considera decisivo y sin que el enemigo haya tenido tiempo de tomar sus disposiciones defensivas. En cuanto al momento, no tiene duda en que la hora más favorable para lograrla es el amanecer, y si a esa ventaja se agrega la de un perfecto conocimiento del lugar la victoria debe darse como segura. No considera que una victoria alcanzada por este procedimiento sea vergonzante y finaliza dictando a su vez normas para precaverse contra ellas diciendo que "así como conviene no despreciar jamás la ocasión de sorprender al enemigo, es. de toda necesidad evitar el ser sorprendido tomando para ello todas la precauciones imaginables", si bien estima que esto se logra observando rigurosamente lo que los reglamentos preconizan para conseguirlo. Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht 7.3.4.-EL COMBATE DE ENCUENTRO Comenta el autor que, sin ser el caso general, rio deja de Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación 2016 © Mg Jorge Ariel Vigo [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein 24 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht 25 En cuanto al carácter de la acción, Foch dice que la guerra moderna no puede conocer más argumentos que los que llevan a la destrucción de este ejército: la batalla y el vencimiento por la fuerza. "Buscar los ejércitos enemigos para derrotarles y destruirlos". Por último, la dirección de la guerra se caracterizará por: - Preparación: elaboración de un plan de acción basado en el estudio profundo de la misión asignada, del terreno y de los medios, y copar de su modificado a tenor de las circunstancias del combate. - Masa: es decir, un grueso de fuerzas, el mayor posible, reunido, reservado, disponible para la ejecución del plan. - Impulsión: capacidad para lanzar esta masa sobre el objetivo adecuado en el momento oportuno. LA ENSEÑANZA DE LA GUERRA La primera pregunta que el Mariscal Foch se hace en el primer capítulo de su obra "Los principios de la guerra" es ¿PUEDE SER ENSEÑADA LA GUERRA? Hasta entonces, el axioma existente en el ejército francés era "la guerra no se aprende sino por la guerra", sin embargo, el autor lo refuta aduciendo que esto es insuficiente porque ella no nos prepararía para las primeras acciones; la campaña finalizaría cuando nuestra instrucción empezara y a un coste impagable". Su conclusión es que en el campo de batalla "Se hace lo que se puede para aplicar lo que se sabe. De ahí que, para poder un poco, es preciso saber mucho y bien". El ejemplo se lo proporciona el ejército prusiano que desde principios de siglo formó a sus oficiales en el estudio de la historia y de casos concretos con los excelentes resultados obtenidos en la guerra de 1870. En base a ello, Foch considera que en tiempo de paz el estudio de la historia es el verdadero medio de aprender la guerra. Este estudio no proporcionará una "ciencia de la guerra" o un "dogma cerrado", conjunto de verdades intangibles fuera de las cuales no habría sino herejía, lo que ofrece es un conjunto de "principios" aplicables a toda clase de circunstancias. ¿Qué obtiene el oficial de este estudio? Le proporciona un conocimiento de la profesión, un hábito de reflexionar, de discutir, de decidir. Adquirido este hábito, y colocado ante una situación real, el mando se olvida de lo general y se pregunta ¿DE QUE SE TRATA?, "lo que precisa es reconocer en medio de los casos particulares, la situación tal y como se presenta, rodeada de lo desconocido; es apreciar sanamente lo que se ve, adivinar lo que no se ve, tomar rápidamente una decisión y obrar en seguida vigorosamente y sin vacilar". Este método para formar a los mandos permite que el general, en cada caso particular, pueda tomar si no una decisión genial, si al menos una aceptable que le permita tener posibilidades de alcanzar el objetivo. El sistema facilita el "aprender a pensar" y formar oficiales capaces, instruidos en un único método de trabajo, animado de un idéntico espíritu, obediente a la misma disciplina intelectual capaces de hacer mover y maniobrar la pesada máquina de los ejércitos. PRINCIPIOS DEL ARTE DE LA GUERRA La existencia de principios es reconocida por todos cuantos han sido "alguien" en el arte de la guerra, así Napoleón escribió. "Los principios de la guerra son aquellos que han guiado a los grandes capitanes cuyos altos hechos nos ha transmitido la historia"; para el mariscal Dugeaud "hay pocos principios absolutos, pero los hay", y para Jomini, "las buenas teorías feudales sobre principios verdaderos y justificados por los hechos, son la verdadera escuela de mando". En consecuencia, Foch asegura que "el arte de la guerra, como todos los demás artes, tiene su teoría y sus principios o en caso contrario dejaría de serlo". Para Foch los principios del arte de la guerra son: - Economía de Fuerzas - Libertad de acción - Libre disposición de fuerzas -Seguridad Principios fijos para aplicarlos de una manera variable, según las circunstancias, a cada caso que siempre es particular y exige ser considerado en sí mismo. Pese a que el autor enuncia los cuatro expuestos, posteriormente,en la obra que se está estudiando, no trata del de "libre disposición de fuerzas", por lo que en el análisis que a continuación se realiza se omite el referido principio. Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo Ferdinand Foch (1851 – 1929) EL PRINCIPIO DE LA ECONOMÍA DE FUERZAS Comienza Foch expresando que la guerra moderna conoce un solo argumento: la acción táctica, la que reclama el uso de todas las fuerzas y exige a la vez a la estrategia que la conduzca en la impulsión táctica para llegar al choque. Todo queda referido entonces a una teoría expresada sobre el movimiento Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación 2016 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke y la maniobra. Se apoya Foch en el precepto napoleónico de que "el arte de la guerra consiste en tener siempre más fuerzas que el adversario, con un ejército más débil que el suyo, en el lugar donde se lo ataca o en aquel donde él os ataca . Este principio lo circunscribe Foch al pensamiento de la Revolución Francesa y elogia al general Carnot, que el 5 messidor del año IV (1796) le escribía a Jourdan: "Lo que usted debe hacer es atraer al enemigo a una grande y decisiva batalla en su propio país, sobre la orilla derecha del Rin, y el sitio más propio para usted es, precisamente, el lugar en el que se encuentra actualmente, es decir, entre Dusseldorf y el Sleg o Lhan, donde no puede dejar de ser exterminado si es aferrado oportunamente y presionado en sus espaldas por el General Moreau". En esto está precisamente la guerra de maniobra y de movimiento buscando la batalla. Aprovecha para señalar también la existencia de una idea para darla; la manera de ejecutarla y la reunión de las fuerzas para el empleo de la masa. Afecta de esta manera todo para la batalla principal y sólo un número para las operaciones secundarias a fin de garantizar el éxito total. Foch predica siempre, permanentemente, producir el máximo rendimiento de cualquier tropa, cualesquiera fuesen sus efectivos. Pues bien, en base a situaciones y estudios de esta especie, Foch explica el principio de economía de fuerzas a través de diversas definiciones, como son: "Los que digan que es el arte de no gastar sus fuerzas, de no dispersar sus esfuerzos, solo dirán una parte do la verdad; más se acercarán a ella los que la definan como el arte de saber gastar, gastar útilmente y de un modo provechoso, de sacar todo el partido posible de los recursos de que se dispone". "Es el arte de emplear todos los recursos en un momento dado sobre un punto; de aplicar en él todas sus tropas y, para que la cosa sea posible, hacerlos siempre comunicar entre ellos en vez de separarlos y afectarlos a un destino fijo e Invariable: luego de obtenido un resultado, hacerlos de nuevo converger y obrar contra un nuevo objetivo u único. De acuerdo con estas definiciones, considera Foch que "Hay muy buenos generales, pero quieren ver demasiadas cosas, quieren verlo todo, conservarlo todo, defenderlo todo, los almacenes, las líneas de operaciones, la retaguardia, tal posición que es buena, luego otra que lo es igualmente; por este procedimiento llegan a los cordones en la defensiva; al ataque por varias direcciones, o más bien a varios ataques, en la ofensiva; en uno, como en otro caso, a la dispersión, impidiendo mandar, combinar una batalla, dar un buen golpe; quedando en la impotencia". En consecuencia, considera el tratadista que todas las decisiones deben estar inspiradas en un principio absoluto y es el de que, para vencer las masas del adversario, es preciso disponer libremente de las propias, porque alcanzado el objetivo principal, los accesorios quedarán satisfechos. Para ello es preciso consagrar todos los medios para lograr el objetivo principal y, para contrarrestar las acciones enemigas que, seguramente tratarán de impedirlo, será preciso protegerse con destacamentos tan débiles como sea posible. Afectar el máximo de tropas a la acción principal y el mínimo a las secundarlas destinadas a garantizar la primera, ese es el principio de economía de fuerzas, porque como se ha dicho anteriormente, "conseguido el objetivo principal, los accesorios quedarán siempre satisfechos", siempre que las fuerzas "mínimas" encargadas de esta segunda misión sean capaces de contener al enemigo, en una posición adecuadamente elegida. PRINCIPIO DE LA LIBERTAD DE ACCIÓN Foch considera a este principio como disciplina intelectual e inicia su estudio con un pasaje de una carta de Napoleón, que decía: "Yo he quedado poco satisfecho. Usted ha recibido la orden de trasladarse a Cairo y no ha hecho nada. Todos los acontecimientos que pueden sobrevenir no deben jamás impedir obedecer a un militar; el talento, en la guerra, consiste en salvar las dificultades que pueden hacer difícil una operación y no dejar de ejecutar ésta". Como se vio al tratar el principio de economía de fuerzas, el punto de partida de la guerra, a principios del presente siglo, era el juego de masas, tendiendo a una acción común en la cual va a tomar parte el mayor número posible de fuerzas. Esta acción común se refleja fundamentalmente en la disciplina, que en opinión de Foch constituye la fuerza principal de los ejércitos. Para el tratadista, las fuerzas armadas están organizadas y mandadas para, en primer lugar, obedecer, y, por tanto, sólo el generalísimo hace arte, estrategia en el sentido completo de la palabra; los demás no hacen más que táctica. "El generalísimo es el único compositor y director de orquesta, los demás no son sino partes de ella". Distingue Foch dos tipos de disciplina: - Intelectual, que mues.tra e impone a todos los subordinados el resultado buscado por el superior, e - Inteligente y activa, o más bien "iniciativa", que es la manifestación de la voluntad personal obrando acorde con la finalidad perseguida por el superior. En conclusión, la disciplina consiste en penetrar profundamente en el pensamiento del mando y adoptar todas las medidas humanamente practicables para el cumplimiento de la misión, y para ellos, f'3a primera condición para obedecer es la de ver, comprender la orden que se ha recibido y nada más". PRINCIPIO DE SEGURIDAD Está destinado a salvar el riesgo de ser sorprendidos por el enemigo, caso de una concentración según lo expuesto en el principio de economía de fuerzas, o a permitir la libre distribución de las fuerzas a la llegada al campo de batalla. La seguridad, condición necesaria para la aplicación de dichos principios, puede ser de las siguientes clases: - Seguridad Material. "Que hace posible evitar los golpes del enemigo cuando uno no desea o no puede devolver el golpe; es el medio para "sentirse seguro" en medio del peligro, para poder hacer alto y marchar protegido". - Seguridad Táctica: "Que permite seguir cumpliendo una orden pese a las circunstancias adversas producidas por la guerra, a pesar de lo desconocido y de las medidas tomadas por el enemigo, salvaguardando nuestra libertad de acción". "Lo desconocido -escribió Foch- constituye la condición de guerra dominante". La penetración en lo desconocido y la Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein 26 obtención de la mayor cantidad de informaciones eran, por lo tanto, el primer elemento de seguridad. Como antes de cualquier batalla el grueso de las tropas era inevitablemente distribuido en forma dispersa, el deber de obtener esta información recaía en la vanguardia y de su éxito dependía la libertad de acción del ejército. La función triple de ésta era: "l. Informar y, por tanto hacer reconocimientos hasta el momento de que la fuerza principal entra en acción" "2. Cubrir la concentración del grueso y preparar su entrada al campo de batalla" "3. Definir el adversario al que se Intenta atacar. Es cierto que al recalcar la importancia de la avanzada Foch no contempló la situación creada en la guerra de 1914 a 1918 cuando, sobre frentes inmóviles los dos ejércitos tuvieron que mantener una guardia permanente a fin de que en los intervalos entre los grandes encuentros toda su actividad quedara reducida a un servicio de seguridad. Pero su interés en la seguridad era esencialmente justo en vista de los errores de la campaña de 1870 y del giro que la próxima guerra había de tomar. Es interesante hacer notar que aunque Foch previno a sus discípulos contra la sorpresa por parte del enemigo, él no desarrolló en igual grado el principio de la sorpresa ofensiva. Lo mencionó, sin embargo, como el mayor elemento de éxito en la batalla, y toda su teoría de la batalla -expuesta en los últimos tres capítulos de "Principies"- estaba enfocada en la necesidad de llegar a una acción ofensiva. VALORACIÓN DE CONJUNTO DE LOS PRINCIPIOS ENUNCIADOS POR FOCH Los principios de Foch resuelven los problemas de la conducción a nivel táctico, pero no resuelven los problemas fundamentales que aquejaban a Francia en los cuadros superiores. Eran de carácter muy general y abstracto, en contra de lo que era su idea: una doctrina nacional francesa, idea que recogió del siguiente pensamiento de Von Der Goltz: "Aquel que escribe sobre la estrategia y sobre la táctica, debería atenerse a no enseñar más que una estrategia y una táctica nacionales, únicas susceptibles de ser provechosas a la nación para la cual escribe" Los problemas que en la conducción aquejan a Francia en sus cuadros superiores están referidos: -A la flojedad de su filosofía de la naturaleza de la guerra que se resiente en la doctrina 27 - A la elección de la estrategia más adecuada que desnaturaliza al Planeamiento Superior. - A la debilidad de su estrategia general, ordenadora, que pusiese su acento en la dirección de la crisis fundamental. - A una estrategia política que no resiste los embates de las crisis que debió soportar. Por ello perdió Francia: - La guerra de 1870 - Fracasó en su planeamiento en la I Guerra Mundial - Fue derrotada en Mayo de 1940 (II Guerra Mundial) - Perdió Indochina - Se retiró de Argelia Su error, en general, está en lo filosófico y no en los principios de la conducción. LA BATALLA La guerra moderna, para llegar a su fin, imponer su voluntad al adversario, sólo reconoce un medio que es la destrucción de las fuerzas organizadas del enemigo. Esta destrucción la lleva a cabo a través de la batalla, la cual procura la derrota del adversario, desorganiza el mando, la disciplina, los vínculos tácticos y las tropas consideradas como fuerzas. La culmina con la persecución en la cual el vencedor, explotando la imperiosidad moral que le proporciona la victoria deshace y destruye a tropas desmoralizadas, es decir, fuerzas que ya no lo son. DISYUNTIVA OFENSIVA-DEFENSIVA Dice Foch que en primer lugar es preciso establecer que para llenar plenamente el doble objeto de ser el fin racional de las operaciones estratégicas y el medio eficaz de la táctica, la batalla no puede ser puramente defensiva. Es cierto que esta forma permite contener al enemigo en su marcha y le impide alcanzar un objetivo inmediato. Pero estos resultados son exclusivamente negativos; nunca proporcionan la destrucción del enemigo ni la conquista del terreno que aquel ocupa, signos evidentes de la victoria; por lo tanto es impotente para alcanzarla. Semejante batalla, puramente defensiva, aún bien llevada, no hace un vencedor y un vencido, constituye, simplemente, una partida en tablas que hay que volver a empezar. De ahí la consecuencia de que la forma ofensiva ya sea inmediata o bien suceda a la defensiva es la única que puede dar resultados y por lo tanto debe ser adoptada "siempre", cuando menos al final. "Toda batalla defensiva deberá, pues, finalizar por una acción ofensiva, una respuesta, un contraataque victorioso o si no, no habrá resultado". Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht MORAL Y MANDO Frente a las teorías imperantes durante la segunda mitad del siglo XIX, las cuales consideraban que, a igualdad de factores morales, supuestos a ambos Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación 2016 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke bandos, la victoria dependía de los medios materiales, Foch antepone dichos factores como determinantes de la victoria. Fue en este campo, en su trato de la moral, donde FOCH había de dejar grabado fuertemente su personalidad y sentar las bases de sus hechos notables. Su fórmula "Victoria-voluntad" es la expresión del fundamento espiritual de Foch. Al respecto escribe: "La voluntad de vencer: ésa es la primera condición de la victoria y, por lo tanto, la primera obligación del soldado, pero también puede llegar a ser un propósito supremo que si es menester, el comandante debe impartir en el alma del soldado". En una época materialista, cuando todas las miras eran des lumbradas por las hazañas de la tecnología, Foch, recalcó la importancia del factor moral en la guerra y recordó de ese modo a su auditorio que, por estupendos que fueran los cambios forjados en nuestras vidas por el progreso científico, no podían ellos modificar las leyes del corazón humano. En la guerra, como en toda otra fase del sistema social, es el hombre quien sigue siendo el primero y último actor. Su interés en el aspecto moral de la guerra, le hizo descuidarse de la necesidad de contar también con superioridad en el material, corno en su día hizo su maestro Clausewitz, dándose la paradoja de convertirse en abogado de la ofensiva por sus principios de la guerra, cuando sus enseñanzas morales son mucho más aptas para la defensiva por fortalecer los poderes de resistencia y sufrimiento. Otro concepto firmemente asentado en las ideas de Foch es el de la importancia capital del mando. Había un apreciable orgullo intelectual en la atrevida afirmación de Foch: "Las batallas son ganadas o perdidas por los generales, no por la tropa". Pero ella contenía al mismo tiempo, el franco reconocimiento de la responsabilidad. "Los grandes resultados obtenidos en la guerra son debidos al comandante. La historia está, por lo tanto, en lo cierto al hacer responsables de las victorias a los generales -en cuyo caso se honran- y de las derrotas -en cuyo caso se deshonran-. Sin un comandante, ninguna batalla y ninguna victoria es posible". Esta era conclusión segura de una enseñanza inspirada por la decisión de remediar las fallas del alto mando francés en 1870. El peso inexorable de los acontecimientos había de llevar pronto a Foch a una posición de mayor humanidad. BATALLA PARALELA Y BATALLA DE MANIOBRA En la batalla paralela el combate se traba por todas partes y en ella el general en jefe espera de una circunstancia favorable o de una inspiración feliz, que generalmente no se presentan, la designación de las circunstancias particulares de la batalla, a menos que no deje esos detalles en manos de sus subordinados y éstos en los suyos respectivos, de suerte que, en definitiva, son los soldados quienes ganan la batalla, una batalla anónima. Aún cuando es evidente que ciertas causas extrañas a nuestra voluntad, entre las cuales hay que contar el azar y las iniciativas felices, regulan y fijan a veces los acontecimientos, es incontestable, sin que se pueda en modo alguno contar con ellas, y mucho menos basar en ellas nuestra conducta. Analicemos esta batalla paralela ¿Qué vernos en ella? Se traba el combate por todas partes; una vez iniciado se le sostiene, las fuerzas se gastan, se las renueva, se las reemplaza, se las aumenta. Como efecto es un desgaste constante, sucesivo, contra el cual se lucha hasta que el resultado surja de una o varias acciones afortunadas de los combatientes, jefes de poca graduación o tropas, de todos modos de una magnitud de segundo orden, porque este no podrá nunca poner en movimiento sino una parte de sus medios. El conjunto es además una yuxtaposición de combates más o menos semejantes, que parcelan el mando, especializando por adelantado los medios de acción y en el cual el desenlace debe salir de una suma o de un excedente de resultados dichosos, que escapan de todos modos a la intervención del mando superior. El punto flaco de la batalla paralela es el que el ataque se desarrolla por todas partes con fuerza igual, traduciéndose en una presión uniforme, en presencia de un defensor que ofrece una resistencia igualmente uniforme, pero superior en valor, puesto que dispone de ventajas particulares, abrigos, fuegos, etc., que el asaltante no posee en igual grado. Más si, por una visión cualquiera de nuestro espíritu, entrevemos una grieta en el edificio por un punto de insuficiente resistencia, o si por una combinación particular de fuerzas podemos unir a la acción regular y metódica de las olas el efecto de un golpe de ariete, capaz de quebrantar el edifico en un punto, el equilibrio se rompe, la masa se precipita en el acto por la brecha abierta y arrastra todo el obstáculo. Busquemos esta grieta, este punto de insuficiente resistencia o produzcámoslo organizando para ello nuestro golpe de ariete sobre un punto de la línea enemiga y llegaremos al mismo resultado. Esta es la batalla do maniobra. La defensa, vencida en un punto se desmorona por todas partes. Una vez abierta brecha en la resistencia, el conjunto se viene abajo. La mecánica, lo mismo que la psicología, nos conduce, pues, a la batalla-maniobra. Una da como medio la aplicación en un punto de fuerzas superiores. La otra, la aparición de un peligro, de un ataque que no se puede parar. Tanto por un camino corno por otro venimos a parar al ataque decisivo. Este es necesario, porque sin él no hay nada hecho y rio podemos contar sino sobre el azar. Si el ataque triunfa, el resultado está obtenido, así pues, es suficiente. Teóricamente para ser el más fuerte en un punto dado que hay que aplicar simultáneamente todas las fuerzas en este punto y de una manera imprevista. Para orientar el ataque y guardarlo contra las acometidas, del enemigo e impedir que este realice la misma maniobra, será preciso proseguir, sostener numerosos combates cada uno de ellos con fin determinado. Pero queda establecido que el ataque decisivo es la piedra angular de la batalla y que todas las demás acciones que la ésta comporta no deben ser encaminadas, consideradas, organizadas y previstas sino en la medida en que preparan, facilitan, y garantizan el desarrollo del ataque decisivo caracterizado por la masa, la sorpresa, la rapidez, para el cual, por consiguiente, hay que reservar el máximum de fuerzas posibles y de tropas maniobreras. De aquí la economía de las fuerzas, es decir, su distribución su empleo en la batalla. La diferencia entre la batalla-maniobra y la batalla paralela no consiste solamente en la diferencia de los desenlaces: preparado, querido, buscado por la una por ataque decisivo; esperado por la otra de una acción feliz que surja en uno o en varios puntos indeterminados del frente; sino también en una diferencia radical de dirección, de ejecución y de econo- Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein 28 mía de las fuerzas. En la batalla paralela, la táctica se deja ir a la idea de vencer la resistencia adversa por un desgaste lento y progresivo de los medios del enemigo; a este efecto mantiene por todas partes el combate, lo alimenta. A este papel de mantenimiento están consagradas las reservas. Estas son, pues, almacenes de fuerzas en donde se toman para reemplazar el desgaste que se produce, se desarrolla y exige ser reparado. El arte consiste en tener aún reservas cuando el adversarlo ha gastado las suyas y poder decir la última palabra en esta lucha en que el desgaste es el único argumento que cuenta. Pero entonces estas reservas no tienen plaza asignada de antemano, debe haberlas por todas partes a fin de emplearlas a medida de las necesidades, es decir, continuar la acción sobre todo el frente. Estas reservas se funden y se deshacen en este combate en donde se espera siempre una circunstancia favorable sin saber ni cómo ni donde se la puede encontrar; y en donde no tienen otro efecto sino el impedir que se extinga la lucha. En la batalla-maniobra la reserva es la masa preparada, organizada, reservada, cuidadosamente entretenida, para ejecutar el único acto de la batalla del cual se espera un resultado, el ataque decisivo; es la reserva economizada con la más absoluta parsimonia para que el instrumento sea tan fuerte y el golpe tan violento como se pueda. Lanzada a lo último, sin ninguna idea de economía, con el propósito bien firme de tomar a viva fuerza un punto escogido, determinado. Para ello lanzada en bloque es una acción que exceda en violencia y en energía a todos los combates de la batalla con los caracteres propios de la sorpresa: masa y velocidad. Objetivo único, acto propio en el cual participan todas las fuerzas, sea para prepararlo, sea para ejecutarlo. Así se realiza la convergencia de todos los esfuerzos; así se aplica su resultado sobre el objetivo dado al ataque decisivo, argumento supremo; puro desarrollo del principio de la economía de las fuerzas que, en vez de especializar los créditos, de dividir los recursos de una manera fija e invariable, los hace comunicar entre sí para emplearlos en una misma dirección: la del resultado perseguido en el momento dado. LAS ARMAS "Las armas -escribió- tienen un mayor alcance: son más mortíferas y esto obliga a las fuerzas a tomar sus disposiciones para atacar desde una mayor distancia y provistas de mejor protección". De la manera corno en 1914 se realizaron las operaciones por parte de lo.s franceses, puede llegarse a la conclusión de que Foch no previo la forma peculiar de la guerra de trincheras. A pesar de eso insistió, en un relato posterior, que con el poder de las armas de fuego en incesante aumento, "la necesidad de disponer de protección aumentaba día a día". La Infantería debe, por lo tanto, "utilizar todo fuego de enfilada practicable y mantenerlo durante el mayor tiempo posible". El mejoramiento en la técnica de la artillería también lo llevó a percibir el papel importante del fuego artillero en la preparación del ataque. Durante el curso de tales preparativos, los elementos de avance deben mantener las condiciones de seguridad para la planificación del ataque decisivo mediante un doble empleo de la información y la protección. Esto implicaría algunos combates, y en dicho caso la artillería resultaría eficaz por su mayor alcance y movilidad, y sus medios de llegar a la sorpresa. "Abrir para la infantería en todo el frente un camino que esté llamado a permitir llevar a cabo 29 actos decisivos, apoyándola en esos ataques, en estos actos decisivos"; esa es la táctica de la artillería en preparación para el combate. Al analizar el papel asignando por Foch a la infantería, no es sino justo señalar que además de su breve y enfática referencia a la protección, hace recalcar la importancia de la potencia de fuego. "El fuego se ha convertido en el asunto decisivo". Advirtió a las tropas más ardientes de que sufrirían muchas bajas "siempre que su ofensiva parcial no fuera preparada mediante fuego ofensivo", y aseguró que una superioridad en la potencia de fuego pasaría a a ser el factor principal sobre el cual dependería la eficacia de una fuerza. Así todo, también en esto Foch no pudo alcanzar a percibir el verdadero alcance que dicha superioridad debe lograr si la Infantería atacante llega a dominar el fuego debilitado de las armas automáticas de los defensores. La infantería, durante toda la etapa preparatoria debe avanzar hasta situarse entre las 600 y las 800 yardas del enemigo, haciendo uso de todo refugio posible y zonas protegidas contra fuego de enfilada y adoptando formaciones tales que permitan el mejor empleo de esas protecciones. Pero cuando llega el momento de ejecución y el ataque decisivo, las formaciones deben, hacer el mejor uso posible de los dos medios de acción: la potencia de fuego y el poder ofensivo. "La apreciación del fuego a que se puede estar expuesto, pasa entonces a ser una cuestión de carácter secundario". En consecuencia, la infantería en dos filas, con una segunda línea notablemente fuerte, debe "marchar y marchar en forma rápida, precedida por una granizada de balas". Por sí sola la más poderosa potencia de fuego no podría asegurarse la decisión. "Marchan directamente hacía la meta, dirigiéndose cada uno hacia su propio objetivo, acelerando su andar a medida que se van acercando, precedidos por un fuego violento, y empleando también la bayoneta para cerrarse sobre el enemigo para ser los primeros en atacar la posición enemiga, para lanzarse en medio de las filas enemigas y terminar el encuentro mediante armas blancas y uri coraje y voluntad superiores. La artillería contribuye con todo su poder en lograr ese resultado, siguiendo, apoyando y protegiendo el ataque". En su novela "Verdún", Jules Romníns puso esta frase en boca de un hombre de la infantería, como comentario irrisorio y mordaz del militar común experimentado en las realidades del combate moderno y en las lucubraciones de sus generales en su aspecto más fantástico. En total, este pasaje, a pesar de las frecuentes referencias de la artillería y de su acompañamiento, es una prueba característica de su subestimación acerca del papel de las armas de fuego modernas en particular, y del material considerado de forma general. Pero en toda la Primera Guerra Mundial, el ataque final de la infantería persistió como factor decisivo. Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht 2016 30 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke GENERALATO SUS ENFERMEDADES Y SU CURA Un estudio del factor personal en el Comando Generalato "Por lo que el arte puede superar la de los generales - un arte que se ocupa no de la materia muerta, sino con los seres vivos, que están sujetos a todas las impresiones del momento, como el miedo, la precipitación, el cansancio en definitiva, a todos los la pasión humana y la emoción. El general no sólo tiene que contar con cantidades desconocidas, tales como el tiempo, el clima, los accidentes de todo tipo, pero que antes que él que busca molestar y frustrar sus planes y trabajos en todos los sentidos, y al mismo tiempo, este hombre, a quien todas las miradas se dirigen, se siente en su mente el peso de la responsabilidad no sólo para la vida y el honor de cientos de miles, sino también para el bienestar y la existencia de su país. " A. von Boguslawski En el verano de 1921 yo estaba almorzando en el restaurante de la calle con el Jefe Adjunto del Estado Mayor francés cuando me contó la siguiente historia: En la batalla de Waterloo, el coronel Clement, un comandante de infantería, luchó con la valentía más notoria, pero lamentablemente recibió un disparo en la cabeza. Napoleón, al enterarse de su galantería y la desgracia, dio instrucciones para que fuera llevado a una granja donde Larrey el cirujano general estaba operando. Una mirada convenció a Larrey que su caso era desesperado, por lo que toma una sierra le quitó la parte superior de su cráneo y coloca el cerebro en la mesa. Justo cuando terminó, se precipitó en un ayudante de campo, gritando - "¿Está el general Clement aquí?" Clemente, al oírle, se sentó y exclamó: "¡No! pero el coronel Clemente si!. "Oh, mon général 'gritó el ayudante de campo, abrazándolo,' el Emperador estaba abrumado cuando nos enteramos de su valentía, y lo ha promovido en el campo de batalla para el rango de General. Clement se frotó los ojos, bajó de la mesa, golpeó la parte superior de su cráneo en la cabeza y estaba a punto de salir de la granja, cuando Larrey le gritó: "¡Mon général - su cerebro!" A lo que el francés valiente, aumentando su velocidad, le gritó: "Ahora soy un general ya no voy a necesitarlo!" En este modesto estudio mi objetivo es demostrar que, aunque Clement estaba equivocado acerca de su cerebro, sin su valor no puede haber verdadero generalato. "La Guerra con liderazgo impersonal es destructora del alma, un brutal negocio, provocador sólo de la animosidad de la tropa y de la mala ejecución de acciones. Nuestros oficiales superiores deben volver a compartir el peligro y el sacrificio de sus hombres, por elevado que sea su rango, al igual que los marinos lo hacen. Que solía ser el estilo británico, pero, por desgracia, se registró un descenso grave de la misma en la última guerra." GENERALATO EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL La cita que encabeza este estudio se ha tomado de un libro interesante y muy humano ‘Una Mirada a Gallipoli’, por el teniente coronel Head, DSO, al cual, más tarde, voy a citar otra vez. La propuesta formulada en la que vale la pena pensar más, especialmente hoy en día, cuando nuestro ejército se enfrenta a dificultades comunes, por los cambios radicales, por reaccionarios y revolucionarias influencias, y por los problemas que si no se resuelven correctamente puede significar un desastre. La presión de la política internacional está generando el calor de las guerras del futuro: el de la insolvencia nacional - la desintegración social y la decadencia militar, y por encima de ellos, el avance de la industrialización está obligando a la mecanización a la delantera, mientras que la propia civilización occidental es cada día más inestable y emocional. Hoy en día, nosotros, los soldados somos como los hombres en un cuarto oscuro a tientas, a ciegas, sin ver la manija de la puerta, ni el picaporte de la ventana. Nada se ve claramente. Sabemos que "la guerra para terminar todas las guerras" es un mito, de que Europa está en crisis y Asia está de parto. Sabemos que las guerras vendrán, como siempre, han tenido lugar cuando estas condiciones prevalecieron, y sin embargo se nos pide hacer ladrillos sin paja y con muy poco barro. Así, ocurre que en las palabras de Isaías: "Estamos a tientas de la pared como los ciegos, y andamos a tientas, como si no Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein John Frederick Charles Fuller, (1878 – 1966) tuviéramos los ojos: Tropezamos a mediodía como de noche, estamos en lugares desolados como muertos" Es porque muchos hombres están moralmente muertos que los tiempos son tan sombríos, con un espíritu de derrotismo en el extranjero, y como una niebla que magnifica cada dificultad. Lo del mundo de hoy carece de la valentía, del valor del liderazgo y del sacrificio de los que mandan. Esto, creo que entonces, es la esencia de la cita anterior: ni una nación ni un ejército es un artefacto mecánico, sino un ser vivo, construido de carne y hueso y no de hierro y acero. El valor es su fuerza motriz, ya que, si la historia humana para su consulta, inmediatamente descubrió que en el pasado todas las cosas que valen la pena comenzaron su vida por algún hombre, o mujer, al atreverse a hacer lo que otros temían a intentar. El miedo siempre ha terminado en fracaso, y el miedo no es una emoción personal solamente, sino también el producto de un entorno de un hombre, el resultado de un sistema tanto como la reacción de un peligro. Hoy en día, en el ejército nos enfrentamos a los problemas de la motorización y de la mecanización, así como la marina de guerra de setenta y tantos años atrás. Algunos piensan que estos cambios buenos algunos y malos otros, pero sus posibles virtudes y los vicios son problemas insignificantes si perdemos de vista el problema mayor que es la siguiente: cuanto más mecánica se imponga en las armas con que luchamos, menos mecánica debe haber en el espíritu que las controla. En algún momento antes del estallido de la I Guerra Mundial, inconscientemente, por lo que me parece a mí, el arte de ser soldado cayó en una ranura y se materializó. No por aumentar el poder de armas solamente, sino por los mismos factores que en la industria han dado lugar a una separación, y, en consecuencia, a una pérdida de simpatía, entre el empleador y el empleado, también, muy invisible, estado en la labor de todos los ejércitos modernos desde 1870. Se crearon ejércitos, de tamaño cada vez mayor, con su complejidad concomitante en el control, lo que más que cualquier otro factores crearon este cambio tanto en las organizaciones industriales y militares. La gestión o más bien el comando, se convirtió en metódica, más deshumanizada; cada uno, el trabajador, o el soldado, creció convirtiéndose en un engranaje en una máquina sin alma inmensa que fue desespiritualizado, el glamur de trabajo, y de la guerra, desapareciendo de delante de sus ojos, hasta el trabajo, o la lucha, se convirtió en una rutina aburrida. Una vez el soldado había visto a los que obedecía, a los que podían enviarlo a una muerte instantánea, que los había vis- 31 to de pie junto a él en las filas, o no mucho más atrás en las filas, enfrentando a la muerte con él. Él había visto morir Wolfe en las alturas de Abraham, Moore en La Coruña y Wellington reunir a sus plazas en Quatre Bras y Waterloo. Entonces, en la última guerra, que él no los vio; una y otra vez, tal vez, se enteró de ellos de lejos, como directores generales sentados en sillones, en châteaux y en las oficinas. Con frecuencia, no sabía sus nombres. Para él no eran más que fantasmas que podrían atemorizar, pero que rara vez se materializaban, por lo que degeneró en batallas de subalternos lideradas por los conflictos, así como en la fabricación, había degenerado el trabajo de capataz de control. El brillo y el glamur se fueron, el factor personal se había ido, el hombre se quedó sin un maestro, sin un verdadero maestro - el general en carne y hueso, que podía ver, que oír, que podría observar, que se podía sentir, que podría jurar y maldecir, alabar y aplaudir, y sobre todo, que arriesgó su vida con sus hombres, y no sólo emitió órdenes de mecánica a algunas millas desde la sede de un bien oculto cuartel y a kilómetros en la parte trasera. El coronel Head habla con la fuerza y la comprensión sobre este tema. Del coronel Doughty Wylie, de fama en Gallipoli, dice: "Lo mataron, y fue premiado a título póstumo con la Cruz Victoria, y con razón, porque su acción fue excepcional, pero no como un ejemplo de liderazgo, no en su éxito, pero en su manejo de la situación, fue normal y no excepcional! Se podría preguntar por qué merecía la Cruz Victoria más que cualquier otro de sus hombres? Su trabajo era liderar, el de ellos seguirlo.... Esta fue nuestra vieja práctica, incluso en los asedios toma de la Guerra de la Independencia, los generales a cargo de las operaciones se abrieron paso en las fortalezas con sus tropas. Apartarse de esta práctica ha dado lugar a espasmos indebidamente prolongados de la lucha inútil, con grandes e innecesarias pérdidas de preciosas vidas, y generando una separación en el espíritu y la simpatía de los generales y el personal del resto del ejército. Un sentido de la igualdad de sacrificios es un cemento esencial en una fuerza de combate. ' En Francia, como en Gallipoli, y en todas las batallas en todos los teatros de la I Guerra Mundial, una plaga cayó sobre el generalato. El coronel Lee cita como ejemplo el desembarco en la bahía de Suvla. El que en general en jefe dio a conocer su plan, 'No hay obligación de descansar en él para supervisar el trabajo de sus subordinados, repartir las tareas que requieren la descarga a aquellos que habían demostrado su capacidad especial para ellos o para ver que sus planes se ejecutan de acuerdo con su diseño e intención! No, su parte se ha hecho, y ahora ser malo sólo para esperar en reclusión digna en la isla de Imbros de noticias del resultado de sus complejos planes y órdenes! Tonos de Wellington, Wolseley y Roberts, cómo, mirando hacia abajo desde las alturas del Olimpo, deben haber deseado que pudieran interponerse para ejercer su autoridad e iliuminar la situación con el espíritu libre de la guerra! Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht 2016 32 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke Liddell Hart, fundamenta sus teorías sobre el hecho de que en ninguna parte hay más necesidad de estudiar historia que en el Ejército, dado que: a) A diferencia de la mayoría de las otras profesiones, la militar tiene muy pocas oportunidades de llevar a la práctica sus conocimientos. En consecuencia la mayoría de sus experiencias se desarrollan necesariamente en el terreno de lo ficticio. b) Aun partiendo del supuesto hipotético, de que se haya tenido la oportunidad de alguna experiencia real, ésta, por amplia que sea, no puede cubrir toda la gama de conocimientos dimanantes de los distintos tipos de guerras, según tiempos y circunstancias. c) La historia es la única que puede poner a disposición de la milicia ese conjunto de experiencias que necesita y que no puede adquirir por sí misma. Una vez vista la importancia que para el militar profesional tiene el estudio de la Historia y basándose precisamente en ese estudio, considera el tratadista británico que, más acertada que la máxima romana "Si deseas la paz prepárate para la guerra", es esta otra señalada por él: "Sí quieres la paz comprende la guerra", Apoyándose en esta comprensión dicta una serie de normas elementales de actuación: 1. Estudie la guerra y aprenda de su historia. 2. Manténgase fuerte si es posible. 3. Tenga paciencia ilimitada. 4. Nunca arrincone a su enemigo y ayúdele a salvarse. 5. "Póngase dentro de sus zapatos" para ver las cosas a través de sus ojos. 6. Evite aceptar como reales dos fatales ideas: la de la victoria y la de que la guerra no puede ser limitada. Comenta Liddell Hart que la guerra ha de ser estudiada como ciencia y que la responsabilidad de no habar sido tratada como una rama del conocimiento científico incumbe tanto a los hombres de ciencia como a los hombres de guerra. Por la naturaleza de su profesión, dice, los soldados son prácticos y no investigadores desinteresados y, añade, los historiadores generalmente, han desdeñado la guerra y, con pocas excepciones, han dejado el campo a merced de cronistas militares» afanados en glorificar hazañas más que en descubrir hechos. Análisis de los precursores de su pensamiento Hart orienta su investigación hacia dos movimientos de ideas, a su juicio imperantes, así como hacia sus principales creadores y seguidores. Pasemos, púas, en este apartado, a analizar el juicio que mereció, para el tratadista británico, alguno de ellos. - MAURICIO DE SAJONIA. Hart lo considera como el supremo artista de la guerra destacando entre sus características: a) La movilidad; por medio de ella, veía la posibilidad de ganar las guerras sin necesidad de llegar a combatir. b) La de no desencadenar el ataque en tanto en cuanto no se esté en condiciones de superioridad sobre el enemigo, tratando para ello, previamente» de perturbar el equilibrio físico y mental del adversario, con el fin de dislocar su plan y la articulación de sus fuerzas. c) La explotación del éxito, hecho inhabitual en su época. - BOURCET. Liddell Hart lo considera como "el organizador de la dispersión" y señala que una de sus más valiosas contribuciones a la teoría de la guerra fue que "un plan debe de tener varías ramas". En efecto, Liddell Hart es partidario como Bourcet de que, tras un análisis profundo de las posibles soluciones a los distintos obstáculos a vencer, hay que escoger aquella solución que parezca más ventajosa, acompañándola de determinadas acciones secundarias, cuyo objetivo no es otro que el de inducir a error al adversario respecto al lugar y momento de desencadenar la acción principal. Si estas maniobras iniciales no tienen éxito se debe desechar la solución inicial sustituyéndola por otra que resulte más eficaz. - GUIBERT Este joven noble francés, supo reunir las corrientes innovadoras imperantes, desde el punto de vista militar, en una teoría propia que desarrolló en su obra "Ensayo General de Táctica" y que lo convirtió, siendo aún muy joven, en una celebridad. Ferviente admirador de Federico de Prusia, estaba convencido como éste, de que los soldados ciudadanos son en realidad los mejores, pero, como en aquella época, la mayoría de los soldados no eran ciudadanos sino mercenarios extranjeros, no había otra solución que disciplinarlos y adiestrarlos con rigidez. Otro tema, también tratado en su obra, es el de la necesidad de una guerra de movimiento. En su opinión los ejércitos de su tiempo eran excesivamente grandes, se le daba dema- Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein “Estrategia de la Aproximación Indirecta” Basil H. Liddell Hart (18951970) siada importancia a la Artillería, y eran muy numerosas las fortificaciones y depósitos. Para él, un buen General se sentiría abrumado por un fuerza operativa de más de 70.000 hombres; la Artillería solamente debía ser considerada como auxiliar, no como un Arma en toda la extensión de la palabra y los ejércitos deberían vivir conforme con las exigencias de los países que ocupaban, es decir, las tropas deben ser frugales, tener pocas necesidades, llevar trenes de bagajes cortos, y soportar las penurias y privaciones sin quejas. El arte de la fortificación, según Guibert, había sido sobrestimado grandemente desde los días de Vauban. Con la abolición de los grandes depósitos, cuya defensa constituía una de las funciones de las fortalezas, estas pasarían a ser menos necesarias. Para acelerar el movimiento, Guibert contaba con la reciente creación de la División a cargo del Mariscal Broglie y del Duque de Choiseul. Discrepaba de Federico II de Prusia en el sentido de liberar el orden de marcha de su dependencia del orden de batalla. Para él, cada División constituye una columna; de esta forma, el Ejército se desplaza más rápidamente y cubre un Teatro de Operaciones mayor. Para combatir se concentran las columnas de acuerdo con la situación táctica del momento; con olio se consigue una mayor flexibilidad en la maniobra, una mayor adaptación al terreno y a las circunstancias y es más susceptible de ser mandada una vez establecido el contacto. Guibert influyó poderosamente en el pensamiento do Liddell Hart, hasta el punto de que éste le consideraba "el profeta de la movilidad". - NAPOLEÓN Liddell Hart, desplaza hacia los teóricos del siglo XVIII, fundamentalmente Bourcet y Guibert gran parte del mérito que se venía atribuyendo a Napoleón. En efecto, en opinión del tratadista, del primero aprendió el principio de la dispersión intencionada para inducir al enemigo a dispersar a su vez su concentración y proceder entonces a la reunión de las fuerzas propias. De Guibert adquirió la idea del valor supremo de la movilidad y de la fluidez de las fuerzas, así como la potencia inherente a la organización de un Ejército en Divisiones autónomas. En su criterio, en un principio, tuvo el mérito de llevar magistralmente a la práctica estas ideas, sin cuyo concurso no hubiesen pasado de puras teorías. Sin embargo, a partir de 1806, aunque siguió explotando la movilidad, puso el fundamento de sus victorias en la masa, a costa de una adecuada economía de fuerzas. Reconoce en Napoleón, a un hombre de guerra dinámico pero incapaz de desarrollar una clara filosofía de la guerra por sus innegables deficiencias como pensador. Por eso le critica el no saber ampliar las reformas que heredó y no introducir nuevos armamentos y equipos que compensase la disminución incesante de material humano. - JOMINI Liddell Hart, comparte la teoría del tratadista suizo, cuando señala que las operaciones deben estar en proporción al fin 33 propuesto, o bien, cuando afirma que: hay que saber poner un límite a sus propios éxitos, y establecer una armonía entre las propias empresas y la condición respectiva de las naciones y ejércitos vecinos". Vimos al analizar este tratadista, que para Jomini el principio fundamental de la guerra consistía en: "Llevar por medio de combinaciones estratégicas la masa de fuerzas de un Ejercito sucesivamente a los puntos decisivos del Teatro de la guerra y en la medida de lo posible, sobre las comunicaciones del enemigo; en maniobrar de tal modo que se empeñe esta masa únicamente frente a fracciones del Ejército enemigo y en dirigir, con maniobras tácticas^ la masa de las propias fuerzas sobre el punto decisivo del campo de batalla". A este respecto opina que si bien esta definición contiene una profunda verdad, adolece a su juicio de los siguientes defectos: a) Pone el énfasis sobre la masa en vez de sobre la sorpresa. b) Empleando el adverbio "sucesivamente", se pierde de vista la idea vital de la concentración fluida sustituyéndola por una masa concentrada que se enfrenta a un enemigo concentrado. c) Destaca que un punto se considera decisivo cuando por sus características, permite obtener allí una decisión y esto sólo es posible cuando es un punto débil en relación con las fuerzas que se oponen a él. Para HART, el verdadero arte de la guerra consiste en crear aquella debilidad y para ello la distracción de una forma o de otra, es el instrumento más efectivo y la movilidad su principal resorte. El principal error de Jomini, a juicio de Hart, es que dirige una mirada hacia un sólo objetivo, cuando en opinión de esto, ninguna teoría de la guerra puede ser adecuada si no reconoce el argumento de Bourcet de quo cada plan debe tener distintas ramificaciones (varios objetivos). Jomini para Liddell Hart, puede ser resumido como el abogado de la seguridad ante todo". Su enseñanza mostraba a los soldados lo que debían evitar pero no enseñaba como tener éxito. Era un monumento de solidez y sigue siendo un monumento al elemento que faltaba: el de la sorpresa Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht - CLAUSEWITZ Liddell Hart le define como "el profeta, no de Napoleón, sino de sí mismo; el Mahdi de las masas y de la mutua matanza”, porque, en su opinión, él fue el origen de la doctrina de la guerra total, de la teoría acerca de la lucha hasta el fin, que empezando con el argumento de que "la guerra es sólo la continuación de la política por otros medios", terminó haciendo de la política la esclava de la estrategia. Le crítica los siguientes aspectos: a) su definición de estrategia. Clausewitz definía la estrategia como "el arte de emplear los combates como medio para lograr los objetivos de la Guerra", Para el tratadista prusiano, la estrategia establece el plan de guerra, determina las distintas Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación 2016 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke campañas que la componen y regula las batallas que han de librarse en cada una. Esta teoría en opinión de HART, adolece de los siguientes defectos: • La estrategia se inmiscuye en la esfera de la política toda vez que el plan de guerra debe ser necesariamente responsabilidad del gobierno y no de los conductores do las operaciones. • Trajo consigo grandes problemas, toda vez que, al no coincidir normalmente en una misma persona el mando militar y el político (casos de Federico de Prusia y Napoleón), por una parto alentó a los militaros a emitir la absurda pretensión de que la política debía subordinarse a la dirección de las operaciones y por otra, particularmente en los países democráticos, los políticos tendieron a rebasar el límite mal definido, entre política y estrategia y a interferir cerca del mando militar en el empleo que éste hacía de sus medios. b) El objetivo perseguido. Para Clausewitz no era otro que la destrucción de las fuerzas enemigas. Los discípulos interpretaron mal las doctrinas del maestro, confundieron el fin con los medios, y llegaron a la conclusión de que en la guerra todas las consideraciones deberían subordinarse al objetivo principal de librar la batalla decisiva. Para Liddell Hart, la estrategia no tiene necesariamente el simple objetivo de procurar la destrucción del poder militar del enemigo. c) Su constante contradicción. Piensa Liddell Hart que es extraño que, Clausewitz no se apercibiese de que estaba en contradicción consigo mismo. Por una parte, afirma Clausewitz que, "Sí la guerra es una continuación de la política debe ser necesariamente conducida buscando siempre un beneficio para la posguerra" ya que un estado que gasta su fuerza hasta el límite del agotamiento provoca la bancarrota de su propia política. Por otra parte, afirma Hart, fue asimismo Clausewitz quién desarrolló la idea de que la destrucción de las fuerzas armadas del enemigo es el único objetivo de la estrategia. En varios capítulos de su obra "DE LA GUERRA", aparecen frases significativas como esta: "Hay un solo medio para terminar la guerra y es luchar”, poro sin embargo, la rotundidad de su afirmación de que oí objetivo del combate no es otro que "la destrucción o derrota del adversario" se ve dulcificada al exponer que la destrucción no implica su eliminación física sino la "disminución de sus fuerzas proporcionalmente mayores que las propias”. d) No admitir un principio de moderación en la guerra. Ante la afirmación de Clausewitz de que introducir en la filosofía de la guerra un principio de moderación sería absurdo y que la guerra es un acto de violencia llevado a sus límites extremos, Liddell Hart le replica diciendo que este principio es adecuado únicamente para una multitud enloquecida por el odio; es la negación del estadista y de la estrategia inteligente que trata do servir los fines do la política. e) La nefasta influencia de su doctrina. Bajo la gran influencia de Clausewitz, en opinión de Liddell Hart, los Jefes militares europeos descuidaron el desarrollo de la superioridad latente que ofrecía la creciente invención mecánica. "Sólo con repugnancia, dice, aceptarían las nuevas armas que les inspiró el progreso civil, causando una inmensa demora entre la aparición de las invenciones y su adopción por los ejércitos. Ese retraso provocó la innecesaria masacre de millones". Con todo concluye Liddell Hart, "si la responsabilidad ma- yor recae sobre Clausewitz, quienes aceptaron sus teorías sin examen, en una época en que las nuevas armas se multiplicaban, son más dignos de censura". Sin embargo, está de acuerdo con la importancia que Clausewitz da al factor moral cuando afirma que el espíritu humano es infinitamente más importante que las líneas o los ángulos, y con el apreciar, mucho mejor que JOMINI, la importancia de lo sorpresa y el efecto moral de lo inesperado. - MOLTKE Moltke, definió la estrategia como "la adaptación práctica de los medios puestos a disposición del general pura lograr el objetivo propuesto". Liddell Hart ve mucho mejor esta definición puesto que de ella so desprende que: a) Queda definida la responsabilidad del Mando Militar ante e1 gobierno que le emplea; responsabilidad que estriba en la obligación de usar de la manera más conveniente a los intereses de la alta política de la guerra, las fuerzas que se le han confiado dentro de un Teatro de Operaciones que se 1e ha asignado. Si el mando militar considera insuficientes estos medios para el fin propuesto, puede hacerlo observar y si no se admite su opinión puede dejar el mando, pero nunca entra dentro de sus atribuciones el dictar al gobierno la proporción de fuerzas que se han de poner a su disposición. b) El Gobierno que formula la política de guerra, tiene derecho a intervenir en la estrategia de una campaña: • Sustituyendo el Mando. • Modificando los objetivos de acuerdo con las necesidades de la política de la guerra. • Indicando al Marido Militar, la naturaleza de 1a misión encomendada. • Pero nunca debe intervenir en el manejo que hace el general de los medios puestos a su disposición. -FOCH Perteneciente a la escuela francesa Ferdinand Foch vive a caballo entre los siglos XIX y XX, ocupando altos cargos en la milicia de su país. Su doctrina militar naco de la Clausewitz y de la experiencia de la guerra franco-prusiana, siendo sus principales características las siguientes: • Preconiza que la ofensiva es la única forma de combate resolutiva. • Supremacía de los factores morales; en su opinión la voluntad de vencer es la primera condición para la victoria. • Gran importancia de la potencia de fuego como principal elemento para preparar y apoyar el ataque. En consecuencia preponderancia de la Artillería. • Rechaza la idea imperante de que, la guerra sólo puede ser enseñada en el campo de batalla cuando afirma "En la guerra se hace lo que se puede para aplicar lo que se sabe" • Aunque admite la existencia de Principios de la Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein 34 Guerra de carácter permanentes en su opinión estos son elementos válidos en tanto en cuanto se pueden aplicar a un hecho concreto, de ahí la importancia que da al sentido común en el izando. En su criterio estos principios son: 1. Economía de fuerzas. 2. Libertad de Acción. 3. Seguridad en su doble aspecto: a. Material para poder eludir los efectos de la acción del enemigo cuando no se desea o no se puede devolver el golpe. b. Táctica para poder seguir cumpliendo una orden pese a las circunstancias adversas. No le duelen prendas a Liddell Hart, a la hora de enjuiciar a Foch, como podemos ver en el siguiente párrafo: Después de la guerra franco-prusiana, explica Liddell Hart al mundo militar guiado por apariencias superficiales quedó rendido ante el ejército victorioso y sus métodos, y vio como Clausewitz fue considerado como un verdadero profeta y como al final ninguna nación lo aceptó más ciegamente que los franceses. En este ambiente Foch fue nombrado profesor de la Escuela de Estado Mayor francesa en 1895. Advirtiendo la insuficiencia de sus propios conocimientos, decidió leer a Clausewitz y comenta duramente Hart: "Sólo un espíritu ya desarrollado por años de estudios y reflexión puede disolver a Clausewitz en partículas digeribles. El poder de crítica y un amplio conocimiento de la historia son necesarios para producir los jugos que contrarresten la fermentación clausewitziana. Ambas cosas faltaban a Foch". Con su superficial interpretación Foch se convirtió en el amplificador de las notas más extremas de Clausewitz, sin discriminación. Igualmente, dé la misma manera que su maestro, subestimó los factores materiales y fue una paradoja como pudo convertirse en abogado de la ofensiva, pues sus enseñanzas morales fueron más aptas para la defensiva, fortaleciendo los poderes de resistencia y sufrimiento. La influencia de Foch se volvió preponderante cuando fue nombrado Director de la EEM. "Adoctrinados por la teoría de las masas escribe Liddell Hart, los discípulos de Foch lle- 35 garon a creer que sólo tenían que atacar con ardor suficiente para estar seguros de su victoria". Discípulo preferido de Foch, el Coronel Grandmaison, proclamó la nueva doctrina de la ofensiva a ultranza, aunque solo pudiera alcanzarse al precio de un sangriento sacrificio. Una vez reformada la doctrina oficial, el próximo paso dado por Grandmaison fue estar presto para el sacrificio humano. A este fin, retornó más atrás de Napoleón, al modelo prusiano de Federico y aspiró a una disciplina de los músculos y no del espíritu, sacrificando la iniciativa con el fin de desarrollar, por incesante repetición en el soldado, los reflejos de la obediencia. Cuando en 1914 escribo Liddell Hart, las balas probaron que podían sobreponerse a la voluntad de vencer del más resuelto de los jefes franceses, éstos comprendieron la lección de que la voluntad es impotente sin una ventaja preparatoria moral y material. Las concentraciones de masas eran inútiles ante el progreso mecánico que1 hacía de un hombre sentado detrás de una ametralladora superior a 100 ó 1000 de los que avanzaban con bayoneta. Y continúa Hart: "Al final cuanto mayor era el número de filas atacantes, mayor era el número de muertos. Este fue oí precio pagado por la locura de Imitar a Folard en el siglo XX tratando de revivir la teoría de la Falange". Concluye Liddell Hart este estudio sobre las teorías de las doctrinas de guerra remachando la idea de que la filosofía de Clausewitz y su influencia en el pensamiento europeo, ayudó a provocar la I GM. Su dicho de que "la guerra es la continuación de la política por otros medios" se volvió un estribillo que impulsó a proseguir una política belicosa. Y así, escribe Hart: "En los diferentes países, los estadistas, con su ignorancia de la guerra, cedieron ante las razones militares, que por, paradoja, no tenían su base en la razón... La fórmula de la guerra hasta el final fue incesantemente} recitada por sus consejeros militares y a cada repetición del sagrado nombre de Clausewitz los estadistas inclinaban la cabeza... Jamás sin duda una teoría ejerció tan fatal hechizo". NECESIDAD DE UN NUEVO SISTEMA TÁCTICO Liddell Hart, convencido de que los manuales de instrucción del Ejército, anteriores estaban superados y que los folletos de instrucción del Ministerio de la Guerra, editados durante la 1ra GM, enfocaban el problema desde el punto de vista de la lucha de trincheras se puso con voluntad firme a idear un nuevo sistema táctico aprovechando las condiciones de mayor movilidad ofrecidas por el carro y el avión. El éxito de este sistema, basado fundamentalmente en la ofensiva, dependía de tres acciones básicas: fijar, maniobrar y explotar. En la primera se paralizaría la libertad de acción del contrario, Por la maniobra se dislocaría el dispositivo enemigo al amenazarle en diferentes direcciones simultáneamente. La explotación es la etapa vital, y de ahí la necesidad de la mecanización que facilitaría el movimiento campo a Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht 2016 36 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke través liberando de la esclavitud de las carreteras. SUPERIORIDAD NECESARIA Critica al criterio oficial vigente, según el cual el atacante necesita una superioridad de tres a uno para tener éxito, toda vez que en su opinión este cálculo debe efectuarse en términos de "unidades de fuerza" siendo éstas el resultado dé la potencia de fuego multiplicada por la movilidad de la artillería, carros y aviación empleada y no por el número de hombres. Aunque la cantidad siga contando, es más aportante la calidad, Para Liddell Hart, los métodos de ataque usados hasta esos momentos, habían fracasado por falta de continuidad en el esfuerzo y de rapidez para anticiparse a la reacción del defensor. La solución sería su teoría, sobre el ataque conocida con el nombre de "torrente de expansión" Consiste dicha teoría en que cada escalón de mando desde sección hacia arriba debe mover sus reservas en pos de cualquier unidad subordinada, que marche en vanguardia impulsando de este modo su progresión. Con esto la explotación se convierte en un proceso semiautomático y en una progresión por la línea de menor resistencia, MÉTODO DE DEFENSA Sin embargo, ante la posibilidad de una nueva guerras y a la vista de que ni británicos ni franceses habían desarrollado la cantidad de fuerzas mecanizadas ni la potencia aérea de apoyo necesaria para un ataque con éxito a las fuerzas alemanas y considerando que la defensa estática ya no bastaba contra las acciones de las fuerzas acorazadas, pensó en una acción defensiva, preferentemente móvil, basada fundamentalmente en los medios mecanizados, Los conceptos de fijar y maniobrar, serían tan aplicables a la defensa como lo eran para el ataque y con el procedimiento de embudo que se estrecha, mejoro el sistema de defensa en profundidad. Según, este método, se conseguía atrapar al atacante por una disposición con sagacidad por parte de la defensa, combinando la sorpresa táctica con fuegos y contraataques de flanco, PARALELISMO ENTRE FULLER Y LIDDELL HART Incompleto quedarla el análisis que estamos realizando sobre el pensamiento de Liddell Hart, si no hiciésemos referencia a otro de los grandes pensadores británicos del siglo XX, contemporáneo de Liddell Hart, el Mayor General J. F.C. Fuller. Razones de tipo didáctico, en especial la mayor trascendencia de su pensamiento, aconsejaron la elección de Liddell Hart para el estudio del pensamiento estratégico en las democracias occidentales tras la Primera Guerra Mundial, sin que ello signifique una devaluación de las ideas de Fuller, siendo ambos los tratadistas más importantes, en dicho ámbito y sin duda alguna, de este siglo. Existe un evidente paralelismo entre el pensamiento de Fuller y Liddell Hart en las líneas maestras, si bien, también son significativas las diferencias,, Y este paralelismo es el que vamos a. usar para, por comparación con el de Liddell Hart, mostrar de forma, más breve algunos rasgos del pensamiento de Fuller, Fuller, un militar práctico, como lo demostró con su experiencia en la Primera Guerra Mundial, fue ente todo un Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein MÉTODO DE ATAQUE visionario romántico, aunque Liddell Hart tal vez lo superaba en eso particular. Por su parte, Liddell Hart no fue un militar profesional, quedando reducida su experiencia a un corto periodo en el frente hasta ser herido y abandonar el Ejército. Fue ante todo un periodista que, debido más a su personalidad e intelecto que a su limitada experiencia militar, se convirtió en una autoridad en la materia, ejerciendo una gran influencia tanto dentro como fuera del Ejército. Antes de 1914, Gran Bretaña no contó con ningún teórico de primera categoría, sin embargo después de 1918, la traumática experiencia, de la Primera Guerra Mundial produjo estos dos teóricos militares: Fuller y Liddell Hart. Ambos representan la reacción ante el desastre que supuso la Gran Guerra reflejando el parecer, globalmente compartido, de los oficiales más jóvenes, de que era preciso rectificar todo lo que había salido mal y hacerlo antes de que los sorprendiera la próxima guerra. La amistad entre ambos se inició en 1920, cuando Liddell Hart comenzó a enviarle a Fuller copias de sus primeros escrito. Considerando que Fuller ya tenía el grado de Coronel y que habla rehusado un ascenso a Brigadier General, la sinceridad con que trataba al joven Capitán, dice mucho a su favor. Sin dejar de animarlo, Fuller le hizo una recomendación a Liddell Hart que habría de señalar el camino que ambos iban a seguir durante los 40 años siguientes: la necesidad de abandonar el plano táctico que tanto había preocupado a los anteriores escritores militares británicos. Fuller y Liddell Hart fueron los primeros en introducir la técnica de estudiar la guerra por si sola, como un fenómeno social. Su correspondencia es con toda probabilidad, el mayor intercambio de ideas llevado a cabo en la historia bélica., (¡Qué no se podría dar por una correspondencia similar entra Jomini y Clausewítz!); Se intercambiaban los manuscritos de sus libros, de forma que cada uno leyese los del otro e hiciera sus comentarios oí respecto. Ambos creían firmemente que la Primera Guerra Mundial había sido un suceso catastrófico en la historia mundial y que se había conducido ineptamente. Insistían en que ya existían Las herramientas que podrían transformar la naturaleza de la guerra y evitar otra repetición de lo sucedido de 1914-18; bastaba con que los militares mostrasen la sagacidad necesaria para emplearlas, Los dos compartían la opinión de que la estrategia podía restablecerse como un arte con solo aprovechar las armas desarrolladas por los avances mecánicos, eléctricos y químicos de la Revolución Industrial. Una vez logrado lo anterior, la guerra podría utilizarse para alcanzar objetivos racionales bien definidos, y sería posible restringir la tendencia hacia la destrucción desenfrenada. Un aumento de la potencia de las armas reduciría la necesidad de contar con ejércitos grandes y acrecentaría el profesionalismo, esforzándose en aplicar los frutos de la razón para reducir las atrocidades de la guerra moderna. Debido a que ambos eran de carácter fuerte y agresivo, la naturaleza de sus relaciones pronto cambió drásticamente. En 1927 Liddell Hart había ya superado a Fuller en prestigio e influencia política. Este cambio en sus relacionas produjo tensiones que dieron paso a disputas, principalmente por sus discrepancias políticas, dada la posición próxima al Fascismo, que mantuvo Fuller durante los años 30’ hasta el comienzo de la 2da Guerra Mundial. De 1937 a 1942 quedo totalmente rota la amistad que había existido entre los dos la cual no fue restablecida hasta que volvieron a coincidir sus ideas fundamentales partiendo del desprecio que ambos sintieron por la estrategia aliada en la Segunda Guerra Mundial. La relación entre estrategia, táctica, y tecnología es un elemento de gran importancia en los escritos de Fuller y Liddell Hart. Ambos trataron de predecir el futuro, argumentando que la estrategia y la táctica de los ejércitos futuros deberían basarse en la potencia de las armas. En la guerra moderna lo que realmente es de valor, insistían ellos no es la cantidad de hombres, sino la cantidad y la eficacia de sus armas, sean éstas mecanizadas, químicas o aéreas. Fuller y Liddell Hart no fueron socios, sino colaboradores que se dedicaron a realizar sus ideales de la forma que cada uno consideraba, la más adecuada. Ambos fueron soldados de infantería, y la idea de movilidad fue fundamental en su concepción teórica sobre las guerras futuras. Estas requerirían infantes ligeramente equipados, más flexibles, móviles y, sobre todo, pensadores que pudieran reaccionar y rápidamente explotar situaciones cambiantes, Los infantes del futuro tendrían que ser muy distintos da las masas de infantería, pesadas, recargadas y por lo general inmóviles - tanto en su forma de pensar como en reaccionar- que combatieron en la Gran Guerra. En la búsqueda de esa movilidad, la contribución más lioportan.te.de ambos fue en el campo de la mecanización. Fuller en la evolución de la táctica original de carros., desempeño un papel crucial, fue^ él quien concibió el plan para lanzar el ataque de carros contra Cambrai en 1917, el primer gran ataque en masa de una unidad de carros de la historia. Es más, la composición y calidad de su "Plan 1919" un plan para lanzar un ataque de carros decisivo y con ello ganar la guerra en ese año- hace del mismo un documento del cual cualquier soldado se habría sentido orgulloso si hubiese podido firmarlo con su nombre, marcando, de alguna manera, el apogeo de la carrera militar de Fuller, Antes del advenimiento de las fuerzas mecanizadas, el envolvimiento era difícil de lograr debido a que el gran número de tropas participantes dificultaba al mando y control y el abastecimiento, especialmente en los estrechos espacios de Europa Occidental, Los grandes envolvimientos, realizados a pie, tenían una fatal consecuencia: cuando las tropas llegaban al campo de batalla la mayor parte de las veces estaban exhaustas. La mecanización era la solución, porque los vehículos blindados permitían que las tropas combatieran y avanzaran a través del campo cíe batalla. Las anteriores mejores introducidas en los medios de transporte militar, corno fueron los ferrocarriles, sólo había acrecentado la movilidad estratégica, pero no la táctica. En éste nivel hasta la aparición de la mecanización, las tropas seguían teniendo tenían que moverse a pie en el campo cíe batalla, También para Liddell Hart la utilización del elemento mecanizado, junto con el avión, es la base de la eficacia de los métodos de combate y del perfeccionamiento de un Ejército. Ya de corresponsal militar del "Dally-Telegraph11, se dispuso, juntamente con su amigo Fuller como hemos dicho, a librar la batalla por de la guerra mecanizada, No obstante la coincidencia de ambos pensadores en los principales aspectos, sostenían algunas diferencias de detalle en el campo táctico. Así Fuller pensaba que solamente con el carro de combate sería posible dominar el campo de batalla y la infantería sólo se utilizaría para conserva.!: el terreno conquistado por los carros; era partidario da un ejército en el que solamente hubiese carros, no creía en los ataques nocturnos, en la bondad del envolvimiento vertical con paracaidistas, ni en el transporte de tropas por avión y sobre todo 37 abogaba, en cuanto a la aplicación de la fuerza blindada, por la "penetración táctica profunda" hacia la retaguardia del ejército enemigo, mejor que contra sus comunicaciones lejos de dicha retaguardia» Liddell Hart, sin embargo, opinaba que era necesaria una Infantería móvil para cooperar con el carro de combate, como "infantería móvil acorazada" y por tanto era partidario de un ejército móvil en el que todas las armas que apoyasen a loa carros irían sobre vehículos blindados para acompañarlos. También daba gran importancia a los ataques nocturnos, a. los transportes de tropas por avión y a la actuación de paracaidistas. Propugnaba el empleo de la fuerza blindada en una "penetración estratégica profunda" hacia las comunicaciones, lejos de la retaguardia, en un avance tan rápido y amplío corno fuera posible. Por todo estos proponía la creación de una unidad completamente mecanizada, sobre la baso de una agrupación de carros y otra de Infantería Mecanizada, actuando en cooperación, en la proporción de dos batallones de carros por tres de infantería mecanizada, Incluiría artillería autopropulsada coordinada en su actuación con la acción de la aviación; con ello se dominaría la próxima guerra, (que sería la 2da Guerra Mundial). Sin, embargo, en Gran Bretaña estas teorías de Hart chocaron una y otra vez con las ideas de los mandos militares que criticaban con todas sus fuerzas el ataque en profundidad contra la retaguardia enemiga, por considerar que una acción tan lejana no serviría, de nada y que los carros estarían mejor empleados, en apoyar a la infantería para atravesar alambradas y ametralladoras. Semejante trato tuvieron las teorías de Fuller pese a ser mucho más limitadas que las de Hart en su ámbito de aplicación táctico-estratégico, llevándole a dimitir del mando que ostentaba por el rechazo de sus superiores a ideas de empleo, No ocurrió así en Alemania, donde fue tal el entusiasmo e impaciencia de Guderian por las nuevas ideas, que no esperó a que el Ministerio de la Guerra de Berlín distribuyese las traducciones oficiales, sino que, con su propio dinero, pagaba a un profesor local para que le tradujese los artículos tan pronto como se publicaban. Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht 2016 38 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke Primero: Ajustar el objetivo a los medios disponibles. La determinación del objetivo deberá ir precedida de un cálculo y consideración sumamente detallados. Es una locura tratar de conse-guir más de lo que en efecto se puede absorber; y la sabiduría militar comienza con el sentido de lo que es posible realizar. Por lo tanto, es preciso aprender a hacer frente a los hechos sin perder por ello la fe; fe que será sumamente necesaria -la fe que puede conseguir lo que parece ser im-posible- cuando comience la acción. La confianza es como la carga de una batería: es preciso evitar que se agote en un esfuerzo vano y recordar que servirá de muy poco la propia confianza personal si las celdas de vuestra batería, es decir, las tropas de las cuales se depende, se hallan agotadas. Segundo: Mantener vuestro objetivo constantemente en la mente, cuando adaptéis vuestro plan a las circunstancias. Es preciso darse cuenta de que hay muchas maneras de lograr un obje-tivo, pero tomad en consideración que cada objetivo debe estar relacionado con la meta defini-tiva. Al considerar posibles objetivos, calculad su probabilidad de logro con relación a la conse-cución de la meta final, pues es malo perderse por una desviación, pero es mucho peor llegar a un callejón sin salida. Tercero: Escoger la línea de acción más inesperada. Tratad de poneros en el lugar del enemigo y pensad cual es el curso que menos probabilidades tiene de prever o anticipar. Cuarto: Aprovechar la línea de menor resistencia, siempre y cuando ella os conduzca a cual-quier objetivo que pueda contribuir al logro del objeto definitivo. (En táctica esta máxima es aplicable al empleo de vuestras reservas; y en estrategia, a la explotación de cualquier éxito táctico). Quinto: Tomar una dirección operativa que ofrezca objetivos alternativos. De esta forma colo-caréis a vuestro enemigo en un dilema, con lo cual se aumentan las probabilidades de ganar por lo me nos un objetivo –el que menos defiende- y puede permitirnos ganar el uno después del otro. Los objetivos alternativos os proporcionarán la oportunidad de ganar uno de ellos mientras que teniendo un solo objetivo y, a menos de que el enemigo sea muy inferior, significa la certeza de no lograrlo una vez que el enemigo esté seguro acerca del objeto que perseguía. Con frecuencia se comete el error de confundir una única dirección operatíva, lo que por lo general es juicioso, con un objetivo único, que habitualmente es ineficaz (si esta máxima es principalmente aplicable a la estrategia, debiera también ser aplicada a la táctica en la medida de lo posible y forma, en efecto, la base de la táctica de infiltración). Sexto: Asegurar que tanto el plan como las disposiciones sean flexibles, es decir, adaptables a las circunstancias. Vuestro plan deberá prever y proporcionar las medidas a tomar en caso de éxito o de fracaso, o de éxito parcial, que es lo que con más frecuencia ocurre en guerra. Vues-tros dispositivos deberán permitir la adaptación o la explotación de la situación en el más corto tiempo posible. AXIOMAS NEGATIVOS Séptimo: No se deben lanzar todas las fuerzas en un solo golpe mientras el enemigo está en guardia o en condiciones de eludir o resistir dicho golpe. La experiencia de la historia demues-tra que, con excepción, de un ataque contra un enemigo muy inferior, no es, posible asestar un golpe efectivo antes de haber paralizado la capacidad de resistencia o de evasión del oponente. Por lo tanto ningún conductor de tropas deberá lanzar un ataque a fondo contra un enemigo que ocupe una posición defensiva hasta comprobar que se ha producido tal paralización, la cual se logra por medio de la desorganización y desmoralización del enemigo. Octavo: No debe repetirse un ataque en la misma forma o en la misma dirección si ha fraca-sado con anterioridad. Un mero refuerzo no constituye cambio suficiente, puesto que es proba-ble que el enemigo haya también consolidado sus posiciones en el intervalo. Es aún más proba-ble que el éxito que consiguió al rechazar vuestro ataque lo haya vigorizado moralmente. Todas estas máximas descansan en una verdad innegable y es que para obtener el éxito, es pre-ciso resolver dos problemas principales: el de la dislocación y el de la explotación. El uno prece-de y el otro sigue al ataque propiamente dicho. Es imposible asestar un golpe efectivo al enemi-go sin haber creado antes la oportunidad; también es imposible lograr que el efecto sea decisivo si no se aprovecha la segunda oportunidad que surge antes de que él pueda recuperarse. CONSIDERACIONES La importancia de estos dos problemas nunca ha sido debidamente reconocida, hecho éste que explica en gran parte la falta de decisión en la guerra. La instrucción de los ejércitos está principalmente dedicada a perfeccionar su eficiencia en la detallada ejecución del ataque. Esta concentración de esfuerzos en procedimientos tácticos tiende a oscurecer el factor psicológico. Crea un culto a la fuerza, en vez del culto a la sorpresa. Crea conductores que sienten tan gran-de preocupación por no cometer ningún error y obrar de acuerdo con los reglamentos, que se olvidan de la necesidad de obligar al enemigo a cometer errores. El resultado es que sus planes fracasan. En la guerra la balanza varía si se obliga al enemigo a cometer fallas. De vez en cuando un conductor deja de hacer lo prescripto y halla en lo inesperado la clave de una decisión, a menos que la fortuna le sea desfavorable. La suerte nunca puede estar divor-ciada de la guerra, puesto que la guerra es parte de la vida. De ahí viene que lo inesperado no puede garantizar el éxito, pero sí garantiza la mejor oportunidad de obtener tal éxito. Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein AXIOMAS POSITIVOS Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht 39 La Comprensión del Combate Trevor Dupuy 1. La acción ofensiva es esencial para el resultado positivo del combate 2. La fuerza defensiva es mayor que la fuerza ofensiva 3. La actitud defensiva es necesaria cuando no es posible atacar con éxito 4. El ataque de flanco o por la retaguardia tiene más probabilidades de éxito que el ataque frontal 5. La iniciativa permite la aplicación de una potencia de combate predominante 6. Las posibilidades de éxito del defensor son directamente proporcionales a la solidez de su fortificación 7. tes Un atacante, si está dispuesto a pagar el precio, puede siempre romper las defensas más fuer- 8. La defensa requiere profundidad y reservas para tener éxito 9. La superior potencia de combate vence siempre 10. La sorpresa aumenta sustancialmente la potencia de combate 11. El fuego mata, desorganiza, neutraliza y causa dispersión Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo El coronel 'I'revor Dupuy ha producido un listado de características operativas acerca del combate, aunque no deban tomarse como "las verdades eternas de la gue-rra" deben tomarse en cuenta para planear, ejecutar o analizar una acción bélica. 12. Las acciones en combate son siempre más lentas, menos productivas y menos eficientes de lo previsto 13. El combate es demasiado complejo para contenerse en un simple y único aforismo Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación 2016 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke 40 “La guerra es un arte y como tal no es susceptible de ser explicada por una fórmula rìgida”. General George S. Patton Las personas, por lo general, no se sienten cómodas con la incertidumbre; es por ello que existe una constante búsqueda en la vida – incluyendo a los militares – por deducir diversos principios o conjuntos de reglas y hacer que las cosas sean más controlables y predecibles. Desde la antigüedad que los militares se han visto enfrascados en una búsqueda incesante de la certeza en la conducción de la guerra 1 . Han batallado por saber con precisión todos los elementos claves de la situación que atañen a la fuerza enemiga y sus intenciones, y las reacciones a sus propias acciones. La Guerra como Ciencia La idea de que la conducción de la guerra es una ciencia es casi tan antigua como la guerra misma. En los tiempos antiguos, los teóricos militares comenzaron a investigar ciertos principios y reglas que guiaban la conducción de la guerra. Durante la época del Renacimiento, el arte, la música, la filosofía, el gobierno, la ciencia y la guerra sufrieron una transformación gradual, pero profunda 2 . En esa era, los europeos redescubrieron los tratados militares escritos por los teóricos militares antiguos, en especial los de Jenofonte (430354 A.de C.), Julio Cesar (100-44 A. de C.) y Vegecio Renato (Siglo IV D. de C.) El legado clásico se convirtió en los cimientos y fuente intelectual de referencia histórica para el pensamiento militar que perduró hasta fines del siglo XVIII 3 . La revolución científica de fines de los siglos XVII y XVIII fue el resultado de nuevas ideas y avances en la física, química, astronomía, biología y medicina. Debido a grandes pensadores como Newton Sébastien Le Prestre de Vau- Isaac (1643-1727), el ban (1633-1707) discurso científico tomó un rol preponderante en cuanto al reordenamiento de la sociedad dentro de la civilización occidental. Se dio una asociación más estrecha con la tecnología 4 . La primera revolución tecno-científica en la guerra europea se explicó en torno a una metáfora del mecanismo de relojería, la que se convirtió en símbolo de orden, regularidad y capacidad predecible. El concepto del reloj fue emulado por los militares europeos según lo ejemplificó Federico el Grande (1712-1786) 5 . Además, los bombardeos y las fortificaciones comenzaron a ser guiados, cada vez más, por principios geométricos y por los grandes avances en balística. El profesional más influyente en las técnicas de atacar y construir fortalezas fue el Mariscal francés Sébastien Le Prestre de Vauban (1633-1707). Utilizó sus conocimientos de geometría, arquitectura y artillería para desarrollar la ciencia de las fortificaciones 6 . En sus 30 años de actividad profesional, Vauban personalmente diseñó una cantidad de fortificaciones y levantó cerca de 50 sitios – todos ellos en forma exitosa 7 . El austriaco nacido en Italia, mariscal de campo Raimondo Montecúccoli (1609-1680), fue uno de los profesionales y teóricos más influyentes de fines del siglo XVII; uno de los primeros en tratar de explicar la guerra “científicamente” 8 . Montecúccoli observó que al igual que todas las ciencias, la ciencia de la guerra apunta a transformar las experiencias en reglas universales y fundamentales. El mariscal francés Jacques-Francois de Chatenet, Marqués de Puységur (1656-1743), fue un distinguido soldado que emprendió un tratamiento sistemático de la guerra. Creía que la experiencia no era la única aproximación para comprender la guerra. La intención de Puységur fue transformar la guerra en un conjunto de reglas y principios, como ya se había hecho para los sitios, asedios o bloqueos 9 . Al igual que Montecúccoli, observó que la guerra era la más importante de todas las ciencias y artes. Además sostenía que la guerra durante su vida careció de un estudio teórico sistemático, con la gente confiando sólo en la tradición y las experiencias personales. De acuerdo a su punto de vista, la guerra de campaña necesitaba hacerse tan científica como la práctica del sitio lo había sido para Vauban. Por ende, se debía poner énfasis en el estudio de la geometría y geografía, así como de sus aplicaciones al arte de la guerra 10 . Los escritos del teórico militar y soldado francés, Jean-Charles de Folard (1669-1752) fueron textos precursores del “pensamiento militar ilustrado”. Folard se fascinó con la Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein Ciencia versus el Arte de la Guerra por Milan Vego Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo La Era de la Ilustración, 17501800 La revolución científica del siglo XVII y el comienzo de la ciencia de Newton en particular, condujo a difundir la creencia entre los intelectuales europeos de que la mente humana es capaz de dominar todas las realidades. Otra influencia durante la Ilustración fue el neoclasicismo francés, que enseñó que cada arte está gobernado por Maurice de Saxe (1696ciertos principios y reglas 1750) universales e inmutables 14 . Los oficiales militares, en su mayoría de rangos nobiliarios, se vieron influidos por las tendencias filosóficas, intelectuales y culturales de fines del siglo XVIII. Ellos concluyeron que la guerra, como otras ciencias, tenía que ser estudiada en forma sistemática para que, luego, se pudiera crear una teoría clara y universal de ella. De aquí que, la profesión militar debe estudiarse teóricamente y no sólo utilizando las experiencias de combate. Este nuevo énfasis en el estudio de la guerra dio como resultado un importante aumento de publicaciones relacionadas con la teoría militar. Las ideas que dominaron el pensamiento militar durante la Ilustración fueron rudimentarias en lo que respecta de la apreciación de los aspectos políticos de la guerra, en especial, en Prusia bajo el reinado de Federico el Grande (17121786); se inicia la toma de consciencia del rol que cumplen los factores sicológicos en el combate; y la aplicación sin precedentes de principios seudocientíficos para el estudio de la guerra 15 . Los teóricos militares más importantes de la Ilustración fueron el Conde Turpin de Crissé (1709-1799), Paul Gideon Joly de Maizeroy (1719-1780), Federico el Grande, Pierre-Joseph de Bourcet (1700-1780), Jacques Antoine Hippolyte, Comte de Guibert (1743-1790), Henry E. Lloyd (1720-1783) y Dietrich Heinrich Freiherr von Bülow (1757-1807). A fines de la era de la Ilustración, la teoría militar estuvo dominada por la conocida escuela geométrica o matemática. Sus partidarios creían firmemente en que el verdadero arte de la guerra no estaba en combatir sangrientas batallas, sino en conducir maniobras diestras para vencer al enemigo mediante marchas y movimientos calculados 16 . Lo ideal no era derrotar al enemigo mediante una lucha sangrienta, sino superarlo diestramente. La estrategia se basaba en fundamentos matemáticos abstractos. Se requería que el comandante fuera como un jugador de ajedrez capaz de dominar todas las combinaciones, mientras que el ejército en el campo representaba las figuras de un tablero. El rendimiento personal y creativo en el campo de batalla no jugaba un gran rol. Las acciones de los grandes capitanes se explicaban por su apego a las reglas del arte de la guerra 17 . El general y teórico galés, Henry E. Lloyd fue uno de los más fuertes defensores del enfoque científico para estudiar la guerra. Comparó al ejército con un aparato mecánico, el cual, “como todas las otras máquinas”, se compone de varias partes. Su perfección depende primero de sus partes, y segundo, de la manera en la cual estas partes están dispuestas. Escribió que la guerra es un brazo de los mecanismos newtonianos. Lloyd creía que el conocimiento exacto del país, como también de la ciencia de posición, campos y marchas eran disciplinas esenciales que debían ser dominadas por un general 18 . A diferencia de otros representantes de la escuela geométrica, Lloyd fue uno de los primeros pensadores que destacó la necesidad de poner atención a la moral de las tropas. Esto se puso de manifiesto en su discusión de las pasiones humanas como factores motivadores que incluían el temor, el honor, la vergüenza y el deseo de riquezas. Escribió que el más poderoso de todos es el amor por la libertad y la religión 19 . El oficial prusiano, Freiherr von Bülow, uno de los teóricos más influyentes de la Ilustración, escribió el libro “Espíritu del Nuevo Sistema de la Guerra (1799)”. Este oficial Ciencia versus el Arte de la Guerra reforzó el enfoque científico de Lloyd o la ciencia geométrica de la estrategia 20 . De acuerdo a su punto de vista, la conducción moderna de la guerra estaba basada en líneas de operación y el advenimiento de las armas de fuego 21 . Bülow proporcionó una teoría matemáticamente precisa. Creía firmemente en que sus teorías podían ofrecer la clave para la victoria, permitiendo la precisión científica del resultado antes que los ejércitos se enfrentaran en batalla. Sostenía haber descubierto los secretos matemáticos de la estrategia y establecerlos como una ciencia. De acuerdo al punto de vista de Bülow, “Desde ahora en adelante, no habrá necesidad de crudas consideraciones y de ensayos peligrosos de batallas para planificar y decidir el sino de una campaña. Si el atacante dependía de una base de operaciones defectuosa, el defensor lo podía forzar a retroceder sin recurrir a la batalla”. La batalla se hacía innecesaria por la perfección científica de la estrategia: “la Guerra ya no será más un arte, sino una ciencia. El arte en sí mismo será una ciencia, o se perderá en ella” 22 . A diferencia de Lloyd y algunos otros teóricos de la época de la Ilustración, quienes además de las partes científicas de la guerra dejaron espacio para la creatividad de un genio, Bülow afirmaba que “el círculo de acción de un genio militar será, al final, tan estrecho que un hombre de talentos ya no estará dispuesto a dedicarse a este ingrato Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Grecia y Roma clásica. Examinó la guerra desde una perspectiva científica para descubrir los principios universales que guiaban su conducción. También abordó las dimensiones sicológicas en el combate. Sus escritos influyeron en muchos teóricos militares y profesionales de la era de la Ilustración, como Maurice de Saxe, Federico el Grande y Napoleón Bonaparte I (1769-1821) 11 . Saxe (1696-1750) fue uno de los generales más exitosos de la era de la mosquetería. Escribió las famosas Meditaciones sobre el Arte de la Guerra (1757). En el prefacio, planteaba que la “guerra es una ciencia tan oscura e imperfecta que la costumbre y el prejuicio confirmados por la ignorancia son sus únicos fundamentos y apoyo; todas las otras ciencias se basan sobre principios fijos. . . en tanto que ésta sigue estando desamparada” 12 . Para entender la guerra, Saxe sostenía que sin el conocimiento de la esencia humana, uno depende del favor de la fortuna, que a veces es inconsistente 13 . 41 2016 42 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke quehacer” 23 . Los puntos de vista de los defensores de la escuela geométrica probaron ser falsos con la llegada de la guerra decisiva según fue practicada por los revolucionarios franceses y Napoleón I. Sin embargo, los defensores de las ideas militares de la era de la Ilustración no perdieron influencia. Sus ideas fueron en gran medida adoptadas, aunque de forma modificada, por Antoine-Henri Jomini (1779-1869) y el Archiduque austriaco Carlos (1771-1847). De hecho, la gran mayoría de los teóricos militares del siglo XIX basaron sus ideas en las teorías desarrolladas durante la Ilustración 24 . El general francés nacido en Suiza, Jomini, evitó la tendencia a desarrollar sistemas geométricos de la guerra cada vez más complejos, sin embargo, sus teorías las construyó sobre fundamentos formulados en la Ilustración. Esto, a su vez, lo llevó a tomar un enfoque fundamentalmente reduccionista y predictivo 25 . Jomini escribió que “la guerra en su conjunto no es una ciencia, sino un arte, y la estrategia en particular puede regularse mediante leyes fijas que se asemejan a aquellas de la ciencia positiva, pero esto no es cierto si la guerra es vista como un todo” 26 . Además, sostenía que las tácticas son la única parte de la guerra que puede estar sujeta a reglas fijas 27 . Jomini buscó identificar principios universales centrales para el arte de la guerra y trató de discernirlos mediante su estudio de las campañas conducidas por Federico el Grande. En su Ciencia versus el Arte de la Guerraobra original y de gran influencia, titulada: Resumen del Arte de la Guerra (1838), Jomini escribió que existen algunos principios fundamentales de la guerra que no pueden desviarse sin generar peligro, en tanto que su aplicación siempre ha estado coronada con el éxito 28 . Él proporciona una lista de cuatro máximas que hicieron un principio dominante; incluso principios aparentemente simples estaban compuestos de un conjunto de principios subordinados. Aunque revisó su sistema de principios, nunca se apartó significativamente de las ideas que desarrolló al estudiar las campañas de Federico el Grande mediante el prisma de Lloyd y Bülow 29 . A pesar de su obvia obsesión por los principios de la guerra, Jomini reconoció la importancia de los factores morales en ella. De acuerdo a su visión, estos factores impedían una determinación teórica de la táctica. Creía firmemente que a pesar de los cambios tecnológicos, “la estrategia por sí sola permanecerá inmutable, con los principios iguales a como existían en la época de Scipios y César, Federico y Napoleón, puesto que son independientes de la naturaleza de las armas y la organización de las tropas” 30 . El Archiduque Carlos, el hijo del Emperador Leopoldo II, fue considerado, también, uno de los mejores generales de la monarquía de los Habsburgo y de Europa Continental. El Archiduque fue, así mismo, uno de los reconocidos teóricos militares de su era y su obra se basó en las ideas de fines de la Ilustración. En su libro Principios del Arte Superior de la Guerra (1806), postuló que “los principios de la ciencia de la guerra son pocos e inmutables. Sólo su aplicación no es nunca la misma. Cada cambio en las condiciones de los ejércitos, en sus armas, fortaleza y posiciones, y cada nuevo invento, involucra una aplicación diferente de estas reglas” 31 . En sus Principios de Estrategia (1814), el Archiduque Carlos también adoptó casi enteramente la teoría general de la guerra de Bülow y su concepto geométrico de las operacio- Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein Era Pos-militar de la Ilustración nes, pero con menos énfasis en los aspectos matemáticos 32 . La visión de que la conducción de la guerra es en gran medida una ciencia y no un arte no se limitó a los i n t é r p re t e s de las teorías de Jomini y sus seguidores. Uno de los teóricos militares líderes del siglo XX, el Archiduque Carlos (1771-1847) general británico J.F.C. Fuller (1878-1966), también fue un firme creyente en que la conducción de la guerra es en gran medida una ciencia. Él se vio muy influido por las teorías de Lloyd. En su libro Fundamentos de la Ciencia de la Guerra, Fuller escribió que los métodos científicos corresponden a un enfoque de sentido común respecto a cómo saber la verdad sobre el pasado y cómo podemos aplicar esta verdad en las condiciones que nos rodean ahora y que, probablemente, existirán durante la próxima guerra 33 . Fuller afirmaba que la guerra es una ciencia tanto como cualquier otra actividad humana, porque se basa en hechos y que la guerra debe convertirse en ciencia antes que pueda practicarse correctamente como un arte 34 Los teóricos marxista-leninistas creían que la guerra se basada esencialmente en principios científicos. La predilección de Vladimir Lenin (1870-1924) por los principios de la dialéctica materialista del objetivismo, regularidades en la naturaleza de la sociedad y las posibilidades delconocimiento, influyeron fuertemente en el desarrollo de la teoría militar soviética posterior a 1917. Los puntos de vista filosóficos de Lenin eran compatibles con los métodos científicos más objetivos de los asuntos militares y llevaron al desarrollo de la previsión militar. Es por ello que, en las fuerzas militares soviéticas, casi todo aspecto de los asuntos militares estaba influido por las ideas ideológicas de Lenin 35 . La principal razón de aquello y de las creencias similares, fue una fe ilimitada en el valor e impacto extraordinario del material en la conducción de la guerra. Federico Engels (1820-1895), uno de los primeros e influyentes teóricos militares marxista, creía que todas las grandes revoluciones en la guerra no eran el resultado de grandes maestros de la guerra, sino de invenciones en mejores armas y cambios en el material. Para él, el poder militar se basaba en las armas y el equipamiento militar cuya calidad dependía de la condición del desarrollo de lo que él y otros marxistas llamaron “fuerza de producción” 36 . La obsesión soviética con el Marxismo-Leninismo científico y su preocupación concomitante por la historia, las leyes, los principios, las normas y las reglas y su atención por los al- Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht goritmos y fórmulas “objetivas”, todo redujo artificialmente la dinámica del campo de batalla a un proceso estéril más parecido a cálculos que a un combate humano 37 . Teorías Modernas 43 40 . Los partidarios del diseño reconocen que la guerra es un sistema complejo y adaptable en lugar de ser un sistema cerrado. Esto, a su vez, hace que anticipar y evaluar el efecto de las propias acciones físicas sobre el comportamiento del enemigo, sea un desafío importante 41 . Tradicionalmente, el enfoque occidental para conducir la guerra se ha visto influido por la búsqueda newtoniana de identificar las leyes universales que rigen el combate, por medio de las cuales todos los problemas pueden resolverse y los resultados del combate predecirse. De aquí que, se hayan hecho grandes esfuerzos por cuantificar todo en la guerra. Desde mediados de la década de 1990, el enfoque de sistemas (o sistémico) respecto a la guerra ha surgido gradualmente como la escuela dominante del pensamiento en las fuerzas militares de EE.UU., de la mayoría de las otras fuerzas militares occidentales y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Esto se vió reflejado por la amplia aceptación en EE.UU. y la OTAN y en algunas otras fuerzas militares de las afirmaciones hechas por defensores de la Network Centric Warfare (NCW) y efectos asociados y el diseño operacional sistémico (SOD Systemic operational design), lo cual mutó al diseño operacional y finalmente al diseño. Desde su apogeo a principios de los años 2000, la influencia de los partidarios de NCW/NCO ha disminuido enormemente. El Mando de las Fuerzas Conjuntas de EE.UU. oficialmente abandonó los elementos más mecánicos del EBAO (Effects based approach to operations) en el verano de 2008. Sin embargo, algunos aspectos teóricos del EBAO se retuvieron en los documentos principales de la doctrina conjunta y aún los usa la OTAN, aunque de forma modificada. Una característica común del NCW/EBO (Effects based operations)/SOD es que se basan en tecnologías nuevas y, en gran parte, no probadas. Fueron adoptadas sin el ensayo apropiado y no fueron respaldadas por pruebas empíricas. Reflejan una visión neo-newtoniana más que una visión clausewitziana de la naturaleza de la guerra. Los partidarios de la guerra basada en estos efectos, adoptaron lo que se llamó el análisis sistémico de sistemas (SoSA) para evaluar situaciones y, luego, identificar los centros de gravedad. El SOD se basa tanto en la teoría general de sistemas como en la teoría de la complejidad 38 . El diseño en sí mismo se define como una “metodología repetible del razonamiento que ayuda a los comandantes a entender cómo cambiar un sistema complejo y adaptable” 39 . Su propósito declarado es llenar un vacío a partir de la situación que existe al comienzo de una operación – es decir, el sistema observado – con la situación cuando las operaciones terminan – es decir, el sistema deseado. El diseño utiliza algunos aspectos teóricos del SOD y el EBO, pero supuestamente no confía en ningún concepto para lograr su propósito principal Desde el advenimiento de la era moderna, ha habido numerosos intentos por aplicar algunos elementos del análisis cuantitativo al entendimiento de los fundamentos de la victoria. Este es especialmente el caso con aquellos que ven la conducción de la guerra como una ciencia. Se ha sostenido que el uso de diversos métodos cuantificables es más “objetivo” que el uso del juicio y experiencia del comandante. Sin embargo, esto no es cierto porque, entre otras cosas, la decisión sobre qué medir es altamente subjetiva. Carl von Clausewitz (1780-1831) advertía que los llamados factores matemáticos nunca pueden encontrar una base firme en los cálculos militares. De acuerdo a su punto de vista, la guerra se asemeja mucho más a un juego de naipes 42 . Los rusos confiaron desde fines del siglo XIX en diversas soluciones matemáticas para predecir militarmente los problemas. La propensión rusa de usar estos métodos matemáticos fue el resultado de más de 75 años de estudio, auto-crítica y perfeccionamiento 43 . Los rusos dedujeron múltiples modelos de combate para optimizar los cursos de acción y predecir porcentajes relativos de avance en el campo de batalla. Estas mediciones se basaron en los resultados de las operaciones mayores y de las batallas en la Gran Guerra Patria (1941-1945). Los soviéticos consideraron sus metodologías dialéctica y científicamente sólidas y, además, coherentes con las enseñanzas marxista-leninistas. A principios de la década de 1960, la matemática del conflicto armado se categorizó como una rama de la investigación operacional soviética, sumándose a una ciencia social que racionalmente organizaba la actividad humana dirigida por el objetivo 44 . La investigación de las operaciones soviéticas trató de convertir ciertos aspectos tácticos y técnicos de la ciencia militar en índices objetivos medibles de tal forma que se pudieran tomar y sustentar las decisiones. Los soviéticos pusieron especial énfasis en el llamado método de la correlación de las fuerzas como herramienta para que los comandantes tácticos y operacionales tomaran decisiones sólidas. Este método tiene que ver con las comparaciones directas o numéricas de las fuerzas, cuantificación de elementos del campo de batalla seleccionados, y expresiones o ecuaciones matemáticas relacionadas con esos elementos, de tal forma de apoyar la toma de decisión 45 . Sin embargo, los soviéticos no dependieron solamente de métodos cuantitativos, tales como la correlación de fuerza y medios, también, tomaron en cuenta el uso de la sorpresa y la decepción por parte del enemigo 46 . Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo Cuantificar lo no cuantificable 2016 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke En el occidente, se usaron varios métodos matemáticos conocidos como investigación operacional (de su sigla en inglés OR) para aumentar la eficacia de ciertas armas y desarrollar tácticas en su empleo. Los orígenes de la OR se encuentran en la I Guerra Mundial. En 1914, el matemático británico F. W. Lanchester ideó la llamada ley de N al cuadrado o ley cuadrática, la cual cuantificaba la relación entre victoria y superioridad numérica 47 . La OR se usó en el Reino Unido a fines de la década de los años treinta para encontrar una solución al problema, aparentemente imposible, de defenderse con éxito en contra de los ataques aéreos enemigos sobre las Islas Británicas. En la II Guerra Mundial, la OR fue generalmente usada en las escasas estaciones de radar y al idear las técnicas de investigación óptima y el tamaño de los convoyes en la guerra antisubmarina (ASW). La OR también redujo la tasa de pérdida de convoyes cuando los analistas se dieron cuenta que convoyes más grandes podían viajar más seguros 48 . EE.UU. siguió el liderazgo británico y utilizó la OR para aumentar enormemente la eficacia de la guerra de minas, la ASW y los ataques aéreos. El análisis de sistemas (ahora conocido como análisis de políticas) es otro método cuantificable utilizado en el sector público y adoptado por las fuerzas militares. Este método se relaciona con la distribución de recursos y apunta a maximizar el valor de los objetivos alcanzados menos el valor de los recursos usados. En los negocios, esto se reduce a maximizar las ganancias 49 . Al usar los métodos matemáticos, los analistas sistemáticamente ponen énfasis en los aspectos cuantificables de la guerra, los que eran susceptibles a ser integrados en modelos matemáticos y cálculos de entrada y salida. Cualquier cosa que no podía ser cuantificada era, por lo tanto, excluida. Dichos elementos de la personalidad del comandante como intuición, coraje y fuerza de voluntad eran devaluados 50 . Uno de los más férreos defensores del análisis de sistemas, en las fuerzas militares de EE.UU., fue el Ministro de Defensa, Sr. Robert McNamara. Durante su cargo (1961-1968), uso extensamente el análisis de sistema para tomar decisiones claves pertenecientes a los requerimientos de la fuerza, diseño y adquisición de armas. McNamara es, quizás, más conocido por usar métodos cuantificables no sólo para evaluar el progreso de la guerra en Vietnam del Sur, sino en cuanto a tomar decisiones basadas en estos métodos – es decir, tratando de conducir la guerra como una ciencia más que como un arte. El pentágono aplicó el llamado “recuento de muertos” como medida principal para determinar lo que EE.UU. debía hacer para gana en Vietnam mientras se exponía a las tropas estadounidenses al menor riesgo 51 . Sin embargo, esas métricas resultaron ser insensatas. Los indicadores estadísticos que apuntaban al éxito de EE.UU. fueron frecuentemente errados y engañosos. Los modelos sobre los cuales los administradores de la guerra se basaban eran igual de falsos. Atrapados en la mentalidad de que la guerra era un problema puramente técnico, los altos funcionarios de EE.UU. no pudieron captar la clara determinación de sus oponentes y la extensión del éxito de su estrategia política 52 . El énfasis del Pentágono en las prácticas comerciales ha llevado a tener, desde la década de los años 1990, una confianza extensa en varias “métricas” para evaluar el progreso en el logro de los objetivos en el campo de batalla. Estos métodos de cuantificación en esencia han reemplazado el juicio, la intuición y la independencia de ejecución del comandante 53 . El uso de la métrica es altamente subjetivo, debido a que las altas autoridades arbitrariamente seleccionan qué aspectos de la situación debería contabilizarse y evaluarse. Pero aunque la métrica se determine correctamente, es difícil evaluar a menudo los elementos ocultos de la situación. Los partidarios del enfoque de sistemas para conducir la guerra, también, confían en algunos métodos cuantificables para evaluar el potencial del combate de las fuerzas adversarias y el porcentaje de avance de los propios objetivos. Por ejemplo, los partidarios de la guerra basada en los efectos expandieron el uso de varias métricas en comparación con su uso en el Proceso tradicional de Toma de Decisiones Militares. Los principales métodos cuantificables utilizados en el EBO son las llamadas medidas de mérito. Éstas, a su vez, están divididas en medidas de efectividad y medidas de rendimiento. La Guerra como un Arte La visión respecto a que la conducción de la guerra, es en gran medida un arte, no es enteramente nueva. Muchos teóricos militares durante el período de la Ilustración, principalmente Saxe y Lloyd, se dieron cuenta de la gran importancia de los factores sicológicos en la guerra. Sin embargo, nunca fueron un paso más allá y la vieron tan compleja, llena de incertidumbres, caos, sin capacidad de predecirla e, incluso, irracional. Los cambios más sobresalientes en la teoría militar que llevaron a una visión más perfeccionada de la guerra, ocurrieron en la Alemania de fines del siglo XVIII y principios del XIX. Las principales tendencias culturales en Alemania fueron el romanticismo, nacionalismo y el idealismo. El romanticismo alemán desafió los fundamentos de la visión mundial de la Ilustración que dominó Francia. Se opuso al imperialismo cultural y político francés. Llevó al despertar del sentimiento nacional alemán. Los pensadores alemanes de la “contra Ilustración” creyeron que los conceptos de conocimiento y realidad eran fundamentalmente Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein 44 falsos o, al menos, exagerados. Para ellos, el mundo no era simple, sino que altamente complejo, compuesto por innumerables elementos y hechos únicos, y siempre en un estado de fluctuación. No estaban tan entusiasmados con la ciencia de Newton 54 . Los románticos alemanes se centraron cada vez más en la complejidad inherente de la naturaleza. Ellos sostuvieron que esta complejidad no podía explicarse mediante el modelo científico newtoniano. Los románticos alemanes tomaron un enfoque histórico respecto a su entendimiento de la realidad. Toda comprensión fue vista como el resultado subjetivo de la dinámica del propio tiempo y lugar. Éstas y otras ideas similares llevaron a los intelectuales alemanes a creer que la realidad no se ajustaba a leyes o principios universales 55 . Las nuevas tendencias culturales que comenzaron como una reacción a la Ilustración también tuvieron gran influencia en los teóricos y profesionales militares alemanes, en especial Georg Heinrich von Berenhorst (1733-1814), Johann Gerhard von Scharnhorst (1755-1813) y Clausewitz. El primer trabajo que desafió las ideas prevalecientes de la Ilustración militar fue el libro de tres volúmenes de Berenhorst sobre Reflexiones sobre el Arte de la Guerra: Su Progreso, Contradicciones y Certezas (1796-1799). Berenhorst observó que los antiguos griegos y romanos llevaron el arte de la guerra al pináculo de la perfección. Para él, ellos fueron más “artistas” que cualquier otro 56 . Escribió que durante la Ilustración, el arte de la guerra, como el resto de las ciencias y artes, fomentó el conocimiento y apoyó el talento innato. De acuerdo a su punto de vista, el arte de la guerra no se basa en leyes inmutables, sino más bien se asocia a modificaciones desconocidas e incontrolables del espíritu humano. La fuerza moral anima a las tropas; por lo tanto, ella es un factor importante en la conducción de la guerra 57 . Berenhorst creía que la guerra, en contraste con las matemáticas o la astronomía, no podía formularse como una ciencia. Consideraba que las diversas reglas y principios derivados de las experiencias eran artificiales y dogmáticos y que, a menudo, se aplicaban en forma indiscriminada a una situación cambiante 58 . Scharnhorst observaba que los sistemas para conducir las operaciones que estaban de moda en su época, era artificiales y desproporcionados. El arte de la guerra era una ciencia práctica y su significado sólo podía basarse en el estudio de la realidad. Si ese vínculo se rompe, entonces el arte de la guerra nos lleva al campo de las abstracciones 59 . En su ensayo titulado, “El Uso de la Historia Militar, las causas de sus deficiencias” (1806), Scharnhorst escribió que los grandes generales de la historia estudiaron los principios del arte de la guerra. Algunas ramas de este arte son, incluso, susceptibles de la formulación matemática, pero otras dependen de las circunstancias y no pueden estudiarse mecánicamente. Esta es la razón por la cual sólo el estudio sin genialidad, nunca hará a un gran general 60 . Clausewitz fue el primer teórico quien presentó en forma sistemática una filosofía de la guerra en todos los aspectos. Influido por las ideas de los románticos alemanes, vio el mundo de forma diferente a los pensadores militares de la época de la Ilustración. También influyeron en él, el pragma- 45 tismo y enfoque relativista de Scharnhorst. Consideró la guerra como un fenómeno complejo e impredecible. Clausewitz creía solo en grandes generalidades, ninguna de las cuales se mantenían consistentemente verdaderas en la confusión y fricción de un combate real 61 . Sostenía que un sistema no podía dar cuenta de las “infinitas complejidades involucradas” en una guerra y, por lo tanto, daba como resultado una construcción teórica que tiene poca semejanza con la práctica real de la guerra 62 . Es por ello que consideraba que cualquier intento por transformar los fenómenos complejos de la guerra en un simple sistema de principios universales era un ejercicio inútil 63 . Clausewitz creía que la guerra pertenece al dominio de la vida social; no es ni una ciencia ni un arte. No es una ciencia porque es una cuestión de acción, y no es un arte porque no se ejerce sobre un material humano inanimado o pasivo, sino sobre una fuerza viva y que reacciona 64 . Clausewitz escribió que el “arte de la guerra”, siempre debe dejar un margen para la incertidumbre en las cosas mayores y en las menores. Mientras mayor es la brecha entre la incertidumbre, por una parte, y el coraje y autoconfianza, por el otro, mayor es el margen que se puede dejar para los accidentes” 65 . El factor humano es lo que en gran medida determina lo que se llama la “naturaleza” de la guerra – aquellas cualidades constantes, universales e inherentes que caracterizan cualquier guerra en toda época. La naturaleza de la guerra es inmutable independiente de los motivos cambiantes y formas de la guerra o de los avances tecnológicos 66 . El comportamiento humano es una parte principal de la naturaleza de la guerra. La mayor contribución de Clausewitz para que entendiéramos la guerra fue su análisis sobre la importancia del factor humano y el elemento sicológico en particular, en la conducción de la guerra. Escribió que la guerra está conformada por la naturaleza humana, las complejidades del comportamiento humano y las limitaciones de las condiciones humanas y físicas. Los aspectos materiales y sicológicos de una guerra forman un todo orgánico, intrincadamente unidos 67 . También, postuló que la guerra no es la acción de una fuerza viva sobre una masa inerte, sino la colisión de dos fuerzas vivas que interactúan 68 . La victoria no consiste sólo en la conquista del campo de batalla, sino en la destrucción de la parte física y moral de las fuerzas combatientes 69 . Las principales características sicológicas de cualquier Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht 2016 Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke guerra son el odio, la hostilidad, la violencia, la incertidumbre (o la confusión de la guerra), la fricción, el temor, el peligro, la irracionalidad, la oportunidad y la suerte 70 . Para Clausewitz, una guerra era una trinidad compuesta, en parte por la violencia primordial, el odio y la enemistad – una fuerza natural ciega 71 . Clausewitz observó que el peligro es “una parte de la fricción de la guerra y sin las concepciones exactas del peligro uno no puede entender la guerra” 72 . Además, la guerra es “el reino del esfuerzo y sufrimiento físico” 73 . Está llena de casualidades y probabilidades, dentro de las cuales, el espíritu creativo está libre para vagabundear 74 . Clausewitz escribió que en ninguna parte como en la guerra los accidentes tenían tal libertad para manifestarse. No sólo su naturaleza objetiva, sino también la subjetiva hacen de la guerra un riesgo 75 . Clausewitz observó que “la gran incertidumbre de todos los hechos presenta una dificultad peculiar en la guerra, debido a que todas las acciones se dan en algo casi parecido a las tinieblas, lo que además de la niebla o la luz de la luna, le da a los objetos un tamaño exagerado y una visión grotesca” 76 . Señaló que la única situación que un comandante puede conocer completamente es la propia. El conocimiento que el comandante tiene de la situación del enemigo se basa a menudo en una información no confiable. Su evaluación, por lo tanto, puede ser errónea y puede conducirlo a asumir que el enemigo tiene la iniciativa cuando, en realidad, el mismo podría tenerla. Dicha apreciación equivocada es probable que conduzca tanto a la acción inoportuna como una inacción inoportuna 77 . Clausewitz sostenía que la fricción es sólo el concepto que generalmente se ajusta a la diferencia entre una guerra real y una guerra en el papel 78 . Postulaba que esta “tremenda fricción, que no puede, como en la mecánica, reducirse a algunos puntos, está en todas partes en contacto con la casualidad y provoca efectos que no pueden medirse, sólo porque son en gran parte provocados por la casualidad. La fricción es la fuerza que hace lo aparentemente fácil en algo tan difícil” 79 . La fricción abarca incertidumbres, errores, accidentes, imprevistos y dificultades técnicas, y sus efectos sobre nuestras propias decisiones, acciones y moral 80 . Helmuth von Moltke, el viejo, declaraba que la operación de los ejércitos se basa esencialmente en la ciencia, en tanto que el arte gana fama cuando las voluntades de los comandantes adversarios se enfrentan 81 . Para él, el método científico era un anatema. Sostenía que nada en la guerra era cierto. Por lo tanto, en la guerra como en el arte “no existen reglas generales”; en donde el talento no puede ser reemplazado por los preceptos. Y dada la incertidumbre de la guerra, Moltke concluyó que la estrategia no podía ser más que un sistema de arbitrios” 82 . Creó un ambiente que cultivaba la creatividad, la improvisación, inventiva y una mentalidad abierta 83 . Durante el período del Mariscal de Campo Moltke, el viejo, como jefe del Gran Estado Mayor General Prusiano/Alemán (1857-1888), las enseñanzas de Clausewitz sobre la guerra fueron ampliamente compartidas por los teóricos y profesionales prusianos/alemanes. Los alemanes creían que ningún campo de la actividad humana, condicionado, como lo era, por su entorno histórico y dominado por una multitud de actos, podría alguna vez reducirse en un sistema formal de reglas y principios. Esta premisa cultural fue introducida por Clausewitz 84 . Los alemanes consideraron el combate de guerra más un arte que una ciencia. Creían que nadie podía controlar los hechos en una guerra. Cualquier guerra está llena de ambigüedades, confusión y caos. En una guerra, lo absoluto no puede lograrse, como tampoco se puede dominar la incertidumbre. Siempre debe dejarse un margen para la incertidumbre. Moltke explicaba que en la guerra, “todo era incertidumbre; nada estaba exento de peligro y sólo con dificultad uno podía lograr grandes resultados por otra vía. Ningún cálculo de espacio y tiempo garantizaban la victoria en este reino de casualidades, errores y desilusiones. La incertidumbre y el peligro del fracaso acompañaban cada paso hacia el objetivo”. Los alemanes aceptaron la confusión de la batalla como una fuente inagotable de potenciales oportunidades y construyeron una filosofía de mando y control, conocida como el mando de la misión (Auftragstaktik), en el cual ese potencial podía materializarse mediante la toma de decisiones descentralizada 85 . Durante los años que transcurrieron entre las dos grandes guerras (1919-1939), los alemanes consideraron la guerra una actividad libre y creativa, un arte. Se crea una gran demanda por la personalidad humana. Al mismo tiempo, la guerra se funda en principios científicos. Las nuevas armas dictan formas siempre cambiantes; su aparición debe anticiparse y su influencia evaluarse. Después, deben ponerse en servicio rápidamente. Las situaciones de combate son diversas; ellas cambian a menudo y repentinamente, y rara vez, se pueden anticipar. Los elementos incalculables tienen una influencia decisiva, en particular cuando nuestra propia voluntad se enfrenta a la voluntad independiente del enemigo. La fricción y los errores son de ocurrencia diaria 86 . Los puntos de vista de Clausewitz sobre la verdadera naturaleza de la guerra siguen siendo válidos hoy. El elemento humano es el único aspecto más crítico de la guerra. La naturaleza humana poco ha cambiado a pesar de los grandes cambios en las tecnologías militares. La guerra es una actividad demasiado compleja e impredecible para ser dominada por máquinas o explicada y manejada por teorías seudocientíficas. Sólo el cerebro humano es completamente capaz de reaccionar de una forma oportuna y apropiada a cambios repentinos y no anticipados de una situación, además de contrarrestar las acciones y reacciones enemigas. El enemigo tiene su propia voluntad. Puede reaccionar de forma impredecible o irracional. El tiempo y alcance de la irracionalidad no pueden predecirse o medirse. Las decisiones irracionales de cada parte en el combate pueden tener consecuencias significativas Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein 46 Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. - Bertolt Brecht 47 tanto en las acciones como en el resultado de una guerra. La irracionalidad percibida es, con frecuencia, la reflexión de los propios valores culturales al evaluar las acciones y reacciones enemigas. Un comandante enemigo es un producto de una sociedad, tradición y cultura diferentes. De ahí que, pueda tomar decisiones que sean consideradas irracionales aunque ellas sean completamente concordantes con sus propios valores sociales y su cultura militar. Los estados sicológicos de individuos o grupos y sus posibles reacciones bajo tensión no pueden conocerse enteramente. Esto es, incluso, más cierto cuando se lidia con fuerzas enemigas. La cuestión de si la conducción de la guerra es en gran medida una ciencia o un arte en ningún caso se ha resuelto. Esto se debe principalmente a la tendencia inherente del hombre a buscar la certeza en todos los ámbitos de la vida social, incluyendo la guerra. Otro factor es la influencia de las teorías científicas de Newton y la casi fe ciega en el poder de las tecnologías avanzadas. Sin embargo, los numerosos intentos por hacer de la conducción de la guerra, en gran medida o exclusivamente, una ciencia, han fallado en forma repetida. La guerra es demasiado compleja, caótica e impredecible para ser conducida, utilizando métodos científicos, no importa cuán avanzados sean estos. Ello no quiere decir que se subestime o ignore la importancia de la ciencia en los asuntos militares. La ciencia y la tecnología fueron y seguirán siendo los principales factores en el carácter siempre cambiante de la guerra. La historia está repleta de ejemplos en donde la ciencia y la tecnología han marcado la diferencia entre alcanzar la victoria o sufrir la derrota. Los métodos científicos deberían usarse profusamente para explicar los fenómenos de la guerra en general y todos sus aspectos. Las sólidas teorías de la guerra se basan en el uso de métodos científicos. Diversos modelos comerciales pueden ser exitosos al aplicarlos en el manejo de la organización militar, planificación de la fuerza y diseño de armas. Los métodos cuantificables pueden ser útiles al evaluar y aumentar el uso de plataformas individuales y sus armas/sensores y sus tácticas. Sin embargo, la utilidad de dichos métodos disminuye progresivamente cuando se aplican en los niveles operacionales y estratégicos de la guerra donde los elementos intangibles juegan un rol mayor en el curso y resultado de la guerra. En resumen, existe una enorme diferencia entre usar la ciencia y tecnología para aumentar el potencial del combate de las propias fuerzas y aplicar los métodos científicos en la conducción de la guerra. Nuestro conocimiento y entendimiento de la guerra es una ciencia, pero la conducción de ella misma es en gran medida un arte. Esto no cambiará en el futuro, independiente de los avances científicos y tecnológicos. Como en el pasado, el carácter de la guerra cambiará, incluso en forma asombrosa, pero la naturaleza de la guerra según Clausewitz la explicara, no cambiará. La guerra sería relativamente simple, predecible y controlable, excepto por sus intangibles – el factor humano y sus elementos sicológicos. Milan Vego Resolver las dificultades consiste en pensar en ellas antes que se presenten. Sun Wu Tzu Colegio Militar de la Nación Todo lo que la maldad necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Edmund Burke Uso Exclusivo Docente Colegio Militar de la Nación - © Mg Jorge Ariel Vigo Conclusión 2016 48 1 Antoine Bousquet, The Scientific Way of Warfare: Order and Chaos on the Battlefields of Modernity (New York: Columbia University Press, 2009), 9-10. 53 Dieter Stockfisch, “Im Spannungsfeld zwischen Technologiefortschritt und Fuehrungsverstaendniss. Aufragstaktik”, Mainerforum 12 (Diciembre 1996), 13. 27 Citado en Gat, 115. 54 Gat, 144. Ancients on the Military Thought of the Seventeenth and 28 Singh. 55 Galhoun, 27 29 Calhoun, 27. 56 Citado en Gat, 154. Eighteenth Century”, The Journal of Military History 62, Nº3, (Julio, 1998), 488. 30 Citado en Gat, 115-116. 57 Ibid., 155. 3 Azar Gat, A History of Military Thought from the 31 Ibid., 101. 58 Ibid., 156. 32 Ibid., 104. Enlightenment to the Cold War (Oxford: Oxford University Press, 2001), 9. 33 Citado en Singh. 59 Reinhard Hoehn, Scharnhorts Vermaechtnis (Bonn: Athenaum Verlag, 1952), 73. 34 Anthony John Trythall, “Boney” Fuller: Soldier, Strategist, and Writer, 1878-1966 (New Brunswick, NJ: Rutgers University Press, 1977), 115. 60 Gat, 168. 63 Ibid., 27. 8 Thomas M. Barker, The Military Intellectual and Battle: 35 James K. Womack, Soviet Correlation of Forces and Means: Quantifying Modern Operations (Fort Leavenworth, KS: School of Advanced Military Studies, U.S. Army Command and General Staff College, 1990), 13-14. Raimondo Montecúccoli and the Thirty Years’ War (New York: State University of New York Press, 1975), 5. 36 Herfried Muenkler, Ueber den Krieg Stationen der Kregsgeschichte im Spiegel ihrer Theoretischen Reflexion 9 Robert S. Quimby, The Background of Napoleonic Warfare: The Theory of Military Tactics in Eighteenth-Century France (New York, AMS Press, 1968), 16. (Weilerswist: Velbrueck Wissenschaft, 2002), 128129. 4 Citado en Bousquet, 15. 5 Ibid., 38. 6 Neill, 507. 7 Ibid., 506. 10 Citado en Gat, 37-38. 11 Eugene Miakinkow, “A Russian Way of War? Westernization of Russian Military Thought, 17571800” (MA thesis, Waterloo, Ontario, 2009), 19. 12 Citado en J.F.C. Fuller, The Foundations of the Science of War (Londres: Hutchinson & Co. 1926), 24. 13 Ibid., 294. 14 Citado en Gat, 31. 15 Miakinkow, 29 16 Guenther Blumentritt, Die Gedanklichen Grundlagen des Alten O.K.H. in O.v.Natzmer, Die Gedanklichen Grundlagen des OKH und deren Auswirkungen auf seine Organisation. Ein Schlusswort zur Gesamtarbeitt “OKH”, Diciembre 1949, ZA/1 1935 p-041KK, Freiburg, i.Br, Bundesarchiv-Miliaterarchiv, 10. 37 William P. Baxter, The Soviet Way of Warfare (Londres: Brassey’s Defence Publishers, 1986), 242. 38 Citado en William g. Cummings, Operational Design Doctrine: Hamstrung or Footloose in the Contemporary Operating Environment (Toronto: Canadian Forces College, 30 de Abril, 2007,), 74. 39 U.S. Joint Forces Command, Joint Doctrine Series, Pamphlet 10, Design in Military Operations. A primer for Joint Warfighters (Norfolk, VA: Joint Warfighting Center, 20 Septiembre, 2010), 3. 40 Ibid. 41 Justin Kelly y David Kilcullen, “Chaos Versus Predictability: A Critique of Effects Based Operations”, Australian Army Journal 2, Nº1, (Invierno 2004), 90. 42 Carl von Clausewitz, On War, ed. y trand. Michael Howard y Peter Paret (New York: Knopf, 1993), 97. 17 Reinhard Hoehn, Scharnhorts Vermaechtnis (Bonn: Athenaum Veerlag, 1952), 67. 43 Womack, 84. 18 Citado en Armstrong Starkey, War in the Age of Enlightenment, 1700-1789 (Westport, CT: Praeger, 2003), 57. 45 Ibid., 32. 19 Ibid., 58 20 Mark T. Calhoun, “Clausewitz and Jomini: Contrasting Intellectual Frameworks in Military Theory”, Army History, Nº80 (Verano, 2011), 25. 21 Gat, 81 22 Ibid., 84. 23 Ibid. 24 Ibid., 142. 25 Calhoun, 27 44 Ibid., 2.14 46 Ibid., 81. 47 Citado en M.Kirby y R. Capey, “The Air Defense of Great Britain, 1920-1940: An Operational Research Perspective”, The Journal of the Operational Research Society 48, Nº6 (Junio 1997), 558. 48 Bousquet, 141. 49 Ibid., 149-150. 50 Ibid., 151. 51 Robert McNamara with Brian Vandemark, In Retrospect: The Tragedy and Lessons of Vietnam (New York: Random House, 1995), 237-238. 52 Bousquet, 157. Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego. Gandhi 61 Calhoun, 25. 62 Ibid., 28. 64 Tryhall, 116-117. 65 Clausewitz, 97. 66 Michael Sheehan, “The Changing Character of War”, en The Globalization of World Politics: An Introduction to International Relations, ed. John Baylis, Steve Smith, and Patricia Owens, 216, 4th ed. (Oxford: Oxford University Press, 2007). 67 Clausewitz, 216. 68 Ibid., 86. 69 Citado en Beatrice Heuse, Reading Clausewitz (London: Random House, 2002), 81. 70 Sheehan, 216. 71 Citado en Ian Roxborough, “Clausewit and theSociology of War”, The British Journal of Sociology 45, Nº4 (Diciembre 1994), 625. 72 Clausewitz, 133. 73 Ibid., 116. 74 Citado en Roxborough, 625. 75 Clausewitz, 96. 76 Citado en Heuser, 89 77 Clausewitz, 95. 78 Citado en Heuser, 88. 79 Clausewitz, 139-140. 80 Peter Paret, “Clausewitz”, en Makers of Modern Strategy: From Machiavelli to the Nuclear Age, ed. Peter Paret, Gordon Craig, y Felix Gilbert, 202 (Princeton, NJ: Princeton University Press, 1986). 81 Daniel Hughes, Moltke on the Art of War: Selected Writings (Novato, CA: Presidio Press, 1993), 172. 82 Gabriel Serbu, “The Dangers of Anti-Intellectualism in Contemporary Western Armies”, Infantry (Noviembre/Diciembre 2010), 45. 83 Ibid., 47. 84 Gat, 332. 85 Hughes, 175. 86 Bruce Condell y David T. Zabecki, eds., On the German Art of War: “Truppenfuehrung” (Boulder, CO:Lynne Rienner, 2001), 17. [email protected] - Facebook: Teoría Pensamiento Militar No sé que armas se utilizarán en la 3º guerra mundial, solo se que en la 4º se volverá a los palos y las piedras. Albert Einstein 2 Donald E. Neil, “Ancestral Voices: The Influence of the Marchad separados, Atacad juntos. Helmuth von Moltke 26 Citado en Gurbachan Singh, “The Science of War”, disponible en www.mindef.gov.sg/content / imindef/publications/pointer/journals/2007/v33n1/ feature7.print.html?Status=1.