Embajadora flotante y or

16 INTERES GENERAL
La Plata, domingo 15
Reconocida en el mundo
La Fragata Libertad, lamentablemente, no cuenta en nuestro
país con el mismo reconocimiento del que goza a nivel internacional. A pesar de ser un velero único en su género, construido
íntegramente en Río Santiago y ganador de importantísimos
premios a nivel mundial, el desconocimiento acerca de la historia y los logros de la “Libertad” por parte de los argentinos es
muy grande.
Alejandro Abraham, sin embargo, cuenta orgulloso a este
medio sus vivencias en la fragata. Cumpliendo sus funciones en
la Escuela Naval, Alejandro recibió en el año 1986 el pase.
Nuevo destino: la Fragata Libertad.
Platense de nacimiento, Alejandro se emociona al recordar
cuando recibió la noticia. “Fue realmente emocionante, relató.
Saber que iba a embarcarme por primera vez en un velero con
tanta historia me puso muy contento pero por sobre todo,
ansioso”expresó.
La Fragata Libertad recorrió los mares del mundo en
muchas ocasiones, aunque nunca se pauta un itinerario igual.
Así, en cada salida, el velero toca diferentes puertos y permite a
sus navegantes sumar experiencias.
Sin embargo, para Alejandro, la primera salida no fue del
todo feliz. Según relató, “superada la emoción de la partida, en
mi primer viaje, la “Libertad” enfiló proa al sur de nuestro
país y cuando estábamos cruzando el Estrecho Magallanes se
desató un temporal que rompió palos y velas. Como yo trabajaba precisamente en los palos, tuve mucha tarea luego en las
reparaciones”.
Otro de los tragos amargos “que felizmente no son
muchos”, explicó, lo pasó en el puerto de Boulogne Sur-Mer,
Francia. Luego de ser agasajada por la gente del lugar, la fragata
se dispuso a zarpar. Para salir del puerto la esperaba un remolcador que, por una mala maniobra, ladeó peligrosamente el
velero.
“Fue un hecho aislado pero lamentable, contó Alejandro.
De un lado del puerto la gente aplaudía mientras que del otro,
los palos laterales de la fragata rompieron una cabina del puerto y lastimaron seriamente a varias personas”.
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LA “LIBERTAD” COMPLETO SU 32º VIAJE
Embajadora flotante y or
La Fragata Libertad arribó a Buenos Aires luego de casi seis meses de travesía. El buqu
L
a mítica Fragata Libertad arribó
el último fin de semana al
puerto de Buenos Aires luego
de completar su trigesimosegundo
viaje de instrucción, que en esta oportunidad se extendió por espacio de
164 días y cumplió con un periplo
que incluyó 14 destinos portuarios de
diez países de América y Europa.
La escalinata que sirvió de
pasarela para que los flamantes
Oficiales y Guardamarinas se reencontraran con sus familiares y amigos, tocó suelo argentino a las 15.36
y luego de la ceremonia de bienvenida brindada por el Director de
Instrucción Naval, contralmirante
Alvaro Vázquez, los egresados
descendieron de la nave y se confundieron en interminables abrazos
con sus seres queridos.
La Fragata Libertad había zarpado
del puerto de Buenos Aires el 26 de
mayo al mando del Capitán de Navío
Jorge Omar Godoy, con 300 tripulantes, entre los que se encontraban
integrantes de las Promociones 127
del Cuerpo de Combate, Escalafón
Naval Comando y Escalafón
Infantería de Marina y 83 del Cuerpo
Profesional y Escalafón Intendencia
de la Escuela Naval Militar.
A las 15.45 los tripulantes comenzaron a descender por la planchada
que los reencontraría con sus familiares y sin dudas los momentos más
emocionantes se vivieron cuando
nueve flamantes padres pudieron
besar por primera vez a sus hijos,
quienes nacieron mientras su progenitores realizaban el deseado viaje de
instrucción.
A su arribo, fue recibida entre el
kilómetro 10 y el kilómetro 5 del
canal de acceso norte al puerto de
Buenos Aires por más de doscientas
embarcaciones de vela y motor, representantes de 44 clubes, guarderías,
marinas y asociaciones de Capital
Federal, Provincia de Buenos Aires y
distintos puntos del interior.
Durante el itinerario que se prolongó por cinco meses y 20 días, el
buque visitó los puertos de Fortaleza
(Brasil), San Juan de Puerto Rico
(Puerto Rico), Savannah, Long Island
y Boston (EE.UU), Halifax (Canadá),
Dublin (Irlanda), Portsmouth
(Inglaterra), Hamburgo (Alemania),
Brest (Francia), Lisboa (Portugal),
Las Palmas, (Islas Canarias-España),
Salvador (Brasil) y Montevideo
(Uruguay).
En este viaje el buque escuela se
hizo acreedor nuevamente a la
“Boston Teapot”, distinción que es
otorgada anualmente por la “Stall
Training Association” a aquel velero
que, tripulado con más del 50 por
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Anecdotario
El fútbol siempre es pasión
El primer viaje realizado por Alejandro Abraham
en la Fragata
Libertad, en el
año 1986, coincidió con la disputa del Mundial
de Fútbol que se
jugó en México y
que
ganara
la
Argentina. Embarcados, la
única posibilidad de seguir el
desarrollo de los partidos era la
radio, por lo que en el velero, los
que descansaban estaban prendidos al auricular.
“Los nervios por el partido
eran muchos, comenta Alejandro.
Justo el día en que nuestra selección le ganaba a la de Inglaterra el
pase a la final de la copa,
estábamos atravesando el Canal
de Panamá luego de zarpar del
puerto de Guayaquil, Perú. En el
canal nos encontramos con un
buque de bandera británica y
según los códigos del mar, cuando dos naves de bandera diferente
se cruzan, se realiza un saludo
con banderas bien desplegadas.
Como por esa época todavía estaba fresco el tema Malvinas y con
la bronca que seguro tenían por el
partido, nos pasaron de largo sin
ningún saludo.
Si no hay algún elemento
extraordinario que modifique el
trabajo regular de a bordo, como
el caso del Mundial, la
vida en cubierta tiene
sus condimentos.
Según
nos
contó Alejandro
“el día de navegación comenzaba
a las seis de la
mañana y se prolongaba hasta los dos
de la tarde. A esa hora y
luego del rancho, el personal
no afectado a guardias o tareas
específicas disponía de su tiempo
libre”.
Cuando la fragata toca puerto,
el personal de franco aprovecha
para conocer el sitio al que arribaron. Para Alejandro, la mayor
sorpresa la dieron los franceses ya
que, según contó, “esperan con
ansiedad la llegada de nuestra
fragata. Es muy conocida y
reconocida en el norte de
Francia”.
Cuando atracó en el puerto de
Boulogne Sur-Mer, “la gente
esperaba en el puerto y aplaudía
el paso del velero en su entrada a
puerto -relató-. Tanto cariño
tienen allí por la “Libertad” que
incluso organizan fiestas de
recepción y despedida. Luego,
para quienes tienen franco,
preparan mini tours y visitas a la
ciudad aunque no como si fueran
una agencia de turismo, sino realmente por cariño” concluyó
Abraham.
La Fragata Libertad es recibida en todo el
mundo con muestras de verdadero afecto
La Fragata Libertad fue construida en los Astilleros Río Santiago y
botada el 30 de mayo de 1956.
Aunque entró en servicio el 10 de
noviembre de 1962, recién el 28 de
mayo de 1963 tuvo lugar su incorporación oficial a la Armada, luego
de la afirmación del Pabellón
Nacional.
1
El 19 de junio del ‘63 inició su
primer viaje de instrucción al
mando del capitán de fragata Don
Horacio Ferrari. El mismo finalizó
el 6 de diciembre de ese mismo
año luego de navegar alrededor de
18.000 millas, visitando los puertos
de Recife, Boston, Hamilton y
Londres, entre otros.
2
La “Libertad” era entonces y
sigue siendo el único veleroescuela construido íntegramente
en Iberoamérica. Los otros seis
existentes, pertenecientes a
Chile, Colombia, Ecuador,
México Uruguay y Venezuela,
fueron botados en astilleros
españoles.
3
La proa de la f
INTERES GENERAL
de noviembre de 1998
orgullo de los argentinos
a. El buque escuela de la Armada, además, volvió a ser galardonado con el “Boston Teapot”
ciento del personal en instrucción,
recorra la máxima distancia solamente a vela en un período de 124
horas de navegación. La Fragata,
además, tiene el honor de ser el
velero que en más oportunidades fue
galardonada con este trofeo.
A lo largo de este viaje la nave
participó en la Regata “América Sail
‘98”, entre los puertos de Savannah y
Long Island y además intervino en
los actos celebratorios del
Bicentenario del “USS Constitution”,
que es el buque de guerra más
antiguo que se encuentra a flote, celebrado en Boston.
Por otra parte, en su visita a
Inglaterra, la Fragata Libertad intervino en la regata de grandes Veleros
“Cutty Sark”, en medio de la cual los
marinos argentinos realizaron una
ceremonia de homenaje al almirante
Guillermo Brown.
La Fragata Libertad, un velero construido íntegramente en Río Santiago que es orgullo nacional
Fragata Libertad se
l La
mostró por primera vez
entre sus iguales en el
año 1964, al participar en
la etapa para grandes
veleros entre Lisboa y
Bermudas, oportunidad
en la que obtuvo el cuarto puesto.
el año 1966 obtuvo el
l En
récord mundial del cruce
del Atlántico a vela,
marca aún no mejorada,
realizando la travesía
desde Cabo Race,
Canadá, hasta cruzar la
línea Dublin-Liverpool,
con un recorrido total de
2.058 millas en un tiempo de 8 días y 12 horas.
1976 participó en la
l En
regata de grandes veleros
entre Bermudas y
Newport y en la revisa
naval internacional de
Nueva York, en ocasión
de celebrase el bicentenario de los Estados
Unidos y conquistó el
“Boston Teapot”. Este
trofeo, réplica en plata de
una pieza de 1782, fue
conquistado también en
los años 1966 y 79.
1970 participó en la
l En
Parada de Tall Ships de
Sidney, para celebrar el
bicentenario del descubrimiento de Australia.
1992 volvió a enconl En
trarse con los demás
La proa de la fragata en medio de un temporal
grandes veleros para celebrar el quinto centenario
del descubrimiento de
América.
17
La necesidad de
una formación
Desde los días de la
Independencia hasta la
creación de la Escuela Naval
Militar, en el año 1872, los
aspirantes y guardamarinas de
la Armada Argentina se formaron en la vida de los buques
y participaron, aún sin la veteranía necesaria, de los combates y expediciones libradas en
distintos escenarios.
A partir de la decisión del
Presidente Domingo Faustino
Sarmiento de crear un instituto
que preparase a los futuros
jefes de la Marina, casi todos
los oficiales que tripulan los
buques de guerra de la Nación
egresan de la escuela de la
Armada.
Con la iniciación de sus
actividades, la Escuela funcionó embarcada en un vapor
de la escuadra, el “Brown”, que
si bien carecía de las condiciones de un verdadero velero,
contaba con palos y velas, al
tope de los cuales realizaban
sus prácticas marineras los
jóvenes cadetes.
Luego, desde 1874, comenzó a prestar servicios de
instrucción la corbeta
“Uruguay”, a bordo de la cual
la primera promoción participó
en la expedición de Santa Cruz.
Los primeros
buques-escuela
En el año 1884 se dotó a la
Escuela de un buque expresamente construido con la finalidad de servir como buqueescuela: la corbeta “La
Argentina”.
Pero la República, cuya
armada crecía constantemente,
decidió adoptar para la institución un velero de instrucción
digno del desarrollo que había
alcanzado la Escuela Naval
Militar. Por ello se proyectó la
construcción de la Fragata
Sarmiento, construida en
Inglaterra, que zarpó de
Liverpool el 14 de julio de 1898
para iniciar en enero de 1899 su
primer viaje de instrucción.
Durante los viajes de la
“Sarmiento”, cursaron estudios
1178 cadetes y se navegaron un
millón cien mil millas es decir,
cuarenta y dos veces la vuelta al
mundo por el Ecuador.
Si bien durante los períodos
de reparaciones de la
“Sarmiento” y luego de su
exclusión para los viajes prolongados desempeñaron el papel de
buque-escuela los Cruceros
Pueyrredón y “La Argentina” y
el transporte Bahía Tethis, la
Armada siguió fiel a la idea de
que los veleros seguían siendo
ideales para la formación de
hombres, por lo que comienza a
considerar seriamente la idea de
reemplazar la “Sarmiento” por
otra embarcación similar.
Nacía así el proyecto que
derivaría en la construcción de
la Fragata Libertad.