EN FUNCIÓN DEL REINO DE DIOS IGLESIA CRISTIANA CASA JOSUÉ 1 ¡TESTIFICA! Tito Massis 21 de agosto de 2011 Hechos 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hemos venido desarrollando los temas de las prédicas en tres áreas específicas: 1. De Dios al hombre 2. Del hombre a Dios 3. Del hombre al prójimo Estas tres áreas las podemos comparar con una mesa de tres patas; con una que falte no se podrá sostener en pié. EL ETERNO AMOR DE DIOS Dios os amó primero y por Su gracia recibimos salvación, nos despertó a su amor y el resultado de ser recipiendarios de ese maravilloso amor que nos despierta hacia Él. En la medida que me dejo amar es en la medida que le puedo corresponder con el mismo amor recibido de Él. Es por ese amor que empiezo a tener conciencia de mi prójimo y de mí mismo. El mayor amor a mi prójimo es mostrarle a Cristo como Salvador de sus vidas, para que de la misma manera que fui despertado al amor de Dios, ellos también lo sean. DESDE EL PRINCIPIO Dios ha buscado al hombre desde la caída y le da la promesa de que vendría un Salvador: Génesis 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. El pacto con Abraham: Dios le llamó, le prometió descendencia y se la dio. Génesis 17:7 Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Por medio de esa descendencia Dios formó a Su pueblo en medio del cautiverio en Egipto, levantó a Moisés como libertador, lo llevó al desierto para presentarse a Su pueblo Levítico 26:12 y andaré entre vosotros, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo, le proveyó las tablas de la Ley, y decidió habitar en medio de ellos en el Tabernáculo, instituyó el sacerdocio Aarónico, la celebración de las fiestas, les instruyó en relación a los sacrificios y ofrendas para cubrir los pecados, les dio territorio para asentarse, les habló por medio de los profetas y prometió que verían la promesa hecha en Génesis 3:15. Cristo profetizado a Su pueblo: Miqueas 5:2 Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel. EN FUNCIÓN DEL REINO DE DIOS IGLESIA CRISTIANA CASA JOSUÉ 2 QUIENES DAN TESTIMONIO DE CRISTO LOS ÁNGELES, Lucas 2:11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. JUAN EL BAUTISTA, Juan 1:29b He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. EL PADRE, Juan 5:37a También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. LAS ESCRITURAS, Juan 5:39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; LAS OBRAS, Juan 10:25 Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; EL ESPÍRITU SANTO, Juan 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. EL MINISTERIO DE JESÚS Lucas 4:18-19 Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Cuando Jesucristo vino a Su pueblo escogido, ellos le rechazaron y no lo recibieron como el Cordero de Dios anunciado por Juan el Bautista, que sí tiene el poder para quitar los pecados. La tan esperada liberación por parte del pueblo de Israel, estuvo entre ellos manifestándose con prodigios y milagros y sólo unos pocos le aceptaron. Gracias a ello es que la salvación alcanzó a los gentiles entre los cuales estábamos nosotros Romanos 1:16, 11:11, y se nos concedió el privilegio de testificar de Jesucristo como Señor y Salvador del mundo. SOMOS TESTIGOS Hechos 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Testificar de Jesucristo no solo es una responsabilidad de todo creyente, sino un privilegio. El hombre y la mujer que mueren sin haber aceptado el precio por su salvación, irremediablemente, según las Sagradas Escrituras, va a una eternidad sin Dios. Hoy es el tiempo de levantarnos y testificar de lo que Cristo ha hecho y sigue haciendo en nuestras vidas, para que otros vean y así crean. EN FUNCIÓN DEL REINO DE DIOS IGLESIA CRISTIANA CASA JOSUÉ 3 PORQUÉ TESTIFICAR Somos salvos por gracia Recibimos al espíritu santo Nuestros nombres están inscritos en el libro de la vida Se nos ha dado la armadura de Dios Somos embajadores del reino de Dios Porque el evangelio es poder de Dios Porque es un mandato Por amor CÓMO TESTIFICAR Con nuestro testimonio, 2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Por lo que hemos… o Visto = sus maravillas o Oído = su palabra o Sentido = su presencia ¿A QUIÉN TESTIFICAR? Marcos 16:15-18 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. TESTIMONIO DE PABLO Hechos 22:4-16 Perseguía yo este Camino hasta la muerte, prendiendo y entregando en cárceles a hombres y mujeres; 5 como el sumo sacerdote también me es testigo, y todos los ancianos, de quienes también recibí cartas para los hermanos, y fui a Damasco para traer presos a Jerusalén también a los que estuviesen allí, para que fuesen castigados. 6 Pero aconteció que yendo yo, al llegar cerca de Damasco, como a mediodía, de repente me rodeó mucha luz del cielo; 7 y caí al suelo, y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 8 Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues. 9 Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; pero no entendieron la voz del que hablaba conmigo. 10 Y dije: ¿Qué haré, Señor? Y el Señor me dijo: Levántate, y ve a Damasco, y allí EN FUNCIÓN DEL REINO DE DIOS IGLESIA CRISTIANA CASA JOSUÉ 4 se te dirá todo lo que está ordenado que hagas. 11 Y como yo no veía a causa de la gloria de la luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, llegué a Damasco. 12 Entonces uno llamado Ananías, varón piadoso según la ley, que tenía buen testimonio de todos los judíos que allí moraban, 13 vino a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré. 14 Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca. 15 Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído. 16 Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.