sumario EUROPEAN JOURNAL OF obstetrics & GYNECOLOGY AND REPRODUCTIVE BIOLOGY European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology (Ed. Española) 2002; 2: 17-21 Líquido amniótico teñido con meconio en el trabajo del parto: estudio aleatorio de amnioinfusión profiláctica Alberto Puertas, M. Paz Carrillo, Luis Moltó, Margarita Álvarez, Salvador Sedeño, José A. Miranda Departamento de Obstetricia y Ginecología, Hospital Virgen de las Nieves, Avda. de las Fuerzas Armadas s/n, 18014 Granada, España. Resumen Objetivos: Investigar el efecto de la amnioinfusión en mujeres con líquido amniótico teñido con meconio sobre el porcentaje de cesáreas y la morbilidad neonatal. Diseño del estudio: Estudio aleatorio y controlado. Un total de 200 mujeres con líquido amniótico teñido con meconio se asignaron para recibir amnioinfusión (grupo de amnioinfusión) por un catéter de dos vías o para no recibir amnioinfusión (grupo control). Se insertó el catéter y el resto de los tratamientos fueron similares en los dos grupos. Resultados: La amnioinfusión redujo el porcentaje de cesáreas por sufrimiento fetal (RR 0,23, 95% IC 0,07-0,79) y aumentó el pH medio al nacer (7,24 ± 0,1 frente a 7,21 ± 0,1, p<0,05). También redujo la frecuencia de deceleraciones variables de la frecuencia cardíaca fetal (RR 0,74, 95% IC 0,59-0,92) y de meconio por debajo de las cuerdas vocales en los recién nacidos (RR 0,37, 95% IC 0,19-0,69). Conclusiones: La amnioinfusión mejora el resultado neonatal y reduce la frecuencia de cesáreas. ©2001 Elservier Science Ireland Ltd. Reservados todos los derechos. Palabras clave: Amnioinfusión; Meconio; Trabajo del parto; Parto; Cesárea Introducción Se detecta meconio en el líquido amniótico en el 22% de todos los partos [1] y esto se asocia con aumento de la morbilidad y mortalidad perinatal, de cesáreas por sufrimiento fetal, de puntuaciones Apgar bajas, de acidosis neonatal y del síndrome de aspiración de meconio [2,3]. Esto último afecta al 22% de los partos de recién nacidos en los cuales el líquido amniótico contiene meconio [4]. La succión faríngea y la aspiración traqueal [5] mejoran el resultado del tratamiento neonatal, pero no eliminan el síndrome de aspiración de meconio [6], puesto que esto a veces ocurre antes del parto. La amnioinfusión profiláctica puede reducir el porcentaje de cesáreas y de síndrome de aspiración de meconio [7]. Se piensa que esta intervención reduce la compresión del cordón umbilical, y diluye el meconio, de forma que si se aspira el líquido amniótico, la cantidad de meconio aspirada es menor. Diseñamos este estudio para investigar la hipótesis de que la amnioinfusión de las mujeres con tinción con meco- nio moderada o importante del líquido amniótico reduciría el porcentaje de cesáreas y mejoraría el estado ácido-básico neonatal [7]. Los datos publicados recientemente [8,9] indican que la infusión amniótica es un procedimiento seguro. Pacientes y métodos Estudiamos a mujeres ingresadas en el Departamento de Maternidad del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, del sur de España, por rotura de membranas y con cantidades de meconio en el líquido amniótico moderadas o importantes (evaluación subjetiva). Se excluyeron las mujeres con tinción leve del líquido amniótico. El estudio fue aprobado por el Comité de Ética de nuestro hospital y todas las pacientes dieron su consentimiento por escrito. Otros criterios de inclusión fueron gestación no complicada, gestación a término, ausencia de cicatriz uterina, dilatación cervical menor de 6 cm, un solo feto y presentación Puertas A, Carrillo MP, Moltó L, Álvarez M, Sedeño S, Miranda JA. Meconium-stained amniotic fluid in labor: a randomized trial of prophylactic amniofusion. European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology 2001; 99: 33-37 (usen esta cita al referirse al artículo). 18 A. Puertas, et al. / European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology (Ed. Española) 2002; 2: 17-21 cefálica, ningún signo de alteración de la frecuencia cardíaca fetal (sufrimiento fetal) [10], ausencia de hemorragias vaginales y ningún indicio de enfermedad infecciosa transmisible de forma vertical. Durante el período de estudio de 24 meses, 206 mujeres cumplieron los criterios de inclusión y se distribuyeron aleatoriamente para recibir amnioinfusión (n=103) o no (grupo control, n=103) de acuerdo con una lista de números generados aleatoriamente en un sobre sellado asignado a cada mujer. Los números pares recibieron infusión y los impares no. En el grupo de amnioinfusión se hizo una exploración manual para evaluar el cérvix, para determinar la puntuación Bishop y la presentación, y para recoger 10 ml de líquido amniótico por vía vaginal. Inicialmente, se hizo una monitorización externa de la frecuencia cardíaca fetal y de la presión uterina; cuando las condiciones del cérvix lo permitían, se situó un electrodo en el cuero cabelludo del feto para detectar la frecuencia cardíaca y se insertó un catéter de dos vías para medir la presión intrauterina (Koala HP p/n M1333-A). En este momento se calculó por primera vez el índice de líquido amniótico (ILA) con el método de los cuatro cuadrantes de Phelan et al. [11] y se comenzó la amnioinfusión con solución salina al 0,9% a temperatura ambiente, por medio de una bomba de infusión preparada para perfundir 600 ml/h durante la primera hora y 180 ml/h después, hasta la dilatación total o hasta el aumento de la presión uterina basal a 20 mm Hg. Después de la primera hora de amnioinfusión, se calculó de nuevo el ILA. Inmediatamente después del parto, el tocoginecólogo y el pediatra realizaron una exploración de la faringe y tráquea y se midió el estado ácido-básico neonatal en la arteria umbilical. El personal pediátrico, que desconocía el grupo al que había sido asignada la paciente, registró la presencia o ausencia de más de una traza de meconio por debajo de las cuerdas vocales en todos los neonatos mediante la observación directa con un laringoscopio. El tratamiento de las mujeres y los fetos del grupo control fue idéntico, excepto que no se hizo amnioinfusión, incluso en casos en que se detectaron deceleraciones variables. En ambos grupos, la frecuencia cardíaca fetal se monitorizó de forma continua y se midió la presión intrauterina con un catéter de dos vías. Los tipos de frecuencia cardíaca fetal se clasificaron de acuerdo con el criterio de Cabanniss [10]. No se tuvieron en cuenta en el análisis estadístico los cambios en la frecuencia cardíaca durante el período de expulsión. Se indicó el parto quirúrgico por sufrimiento fetal cuando el pH fetal de sangre del cuero cabelludo era menor de 7,2 o cuando la frecuencia cardíaca fetal indicaba sufrimiento [10] y las condiciones del cuello hacían imposible medir el pH. Se evaluó el porcentaje de meconio en cada muestra. Se introdujo una muestra de 10 ml en un tubo de cristal y se centrifugó a 2.500 rpm durante 10 minutos; después, se midió el nivel de meconio en la escala de 10 mm en el exterior del tubo. Para calcular el tamaño de la muestra se consideró que la amnioinfusión originaría un descenso del 12% del porcentaje de cesáreas motivadas por sufrimiento fetal (17% frente al 4%) [12]. Fueron necesarios, al menos, 103 participantes de cada rama del estudio para conseguir un error a de 0,05 y un error b de 0,10. Los datos se analizaron usando el paquete informático Statigrafic (versión 7.0). Utilizamos el test de la T de Student para comparar las variables continuas y el test de χ2 con corrección de Yates o el test exacto de Fisher para las variables cualitativas o discretas. Los resultados se expresaron como riesgos relativos (RR) con intervalos de confianza del 95%. Las diferencias se consideraron significativas con un valor de p<0,05. Resultados Los resultados y las características demográficas relacionadas con el trabajo del parto y el parto que podrían haber afectado a los resultados del estudio se muestran en las Tablas 1 y 2. No hubo diferencias entre los grupos en la concentración de meconio. La cantidad de líquido perfundido, las razones para detener la amnioinfusión y los cambios en el ILA de cada grupo se muestran en la Tabla 3. Ninguna de las 17 mujeres en las cuales se detuvo la amnioinfusión, por hipertonía uteri- Tabla 1 Datos demográficosa Características Grupo de Grupo de amnioinfusión control P (n=103) (n=103) Edad (años) 28 ± 5 28 ± 5 0,426 Días de gestación 281 ± 8 280 ± 8 0,671 Primíparas 72 (69,9%) 63 (61,2%) 0,240 Concentración de meconio (%) 16,8 ± 10,7 16,5 ± 8,9 0,863 a Los valores se expresan como medias ± desviación estándar o n (%). Tabla 2 Características del partoa Características Grupo de Grupo de amnioinfusión control Puntuación Bishop 7,1 ± 2,9 7,3 ± 2,6 0,654 Primera fase (min) 223 ± 153 225 ± 145 0,924 Segunda fase (min) 29 ± 20 33 ± 32 0,296 Inducción 59 (57,3%) 57 (55,3%) 0,888 RPM, inducción del parto 41 (39,8%) 38 (36,9%) 0,774 Anestesia epidural 69 (66,9%) 69 (66,9%) 0,558 b a Los valores se expresan como medias ± desviación estándar o n (%). b RPM: rotura prematura de membranas. P A. Puertas, et al. / European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology (Ed. Española) 2002; 2: 17-21 Tabla 3 Características de la amnioinfusióna Características Suero salino (ml) Discusión Grupo de Grupo de amnioinfusión control P 780 ± 513 Razones para terminar la amnioinfusión Dilatación completa 59 (57,3%) ILA > 15 12 (11,6%) Hipertonía uterina 17 (16,5%) Cesárea 12 (11,6) Otras 3 (2,9%) ILAb inicial 8,2 ± 2,8 8,8 ± 3,6 <0,187 ILA a los 60 minutos 11,5 ± 3,2 7,7 ± 3,8 <0,001 Cambios en el ILA 3,6 ± 2,9 -1,3 ± 2,0 <0,001 a Los valores se expresan como medias ± desviación estándar o n (%). b ILA: índice de líquido amniótico. na, necesitó intervenciones para reducir la presión (perfusión intravenosa o β-adrenérgicos ni drenaje intrauterino por medio del catéter de dos vías). En todas, el tono uterino volvió al estado normal espontáneamente y no se observaron alteraciones en la frecuencia fetal. En la Tabla 4 se muestran los métodos e indicaciones para el parto. El resultado neonatal se muestra en la Tabla 5. Los cambios de la frecuencia cardíaca fetal se resumen en la Tabla 6 y la morbilidad y mortalidad fetal en la Tabla 7. Tabla 4 Tipo de partoa Tipo Grupo de Grupo de amnioinfusión control Espontáneo 72 (70%) Instrumental 19 (18%) Cesárea P RR (95% IC) 51 (50%) 0,004 1,41 (1,1-1,8) 28 (27%) 0,18 0,68 (0,41-1,1) 12 (12%) 24 (23%) 0,043 0,5 (0,26-0,95) Cesárea, SFb 3 (2,9%) 13 (13%) 0,019 0,23 (0,07-0,79) Instrumental, SFb 6 (5,8%) 8 (7,9) 0,78 0,75 (0,27-2,1) a Los valores se expresan como medias ± desviación estándar o n (%). SF: sufrimiento fetal. b Tabla 5 Resultados neonatalesa Características Grupo de Grupo de amnioinfusión control 3396 ± 453 3352 ± 439 0,478 Puntuación Apgar (1 min, <7) 7 (6,8%) 7 (6,8%) 1,0 Puntuación Apgar (5 min, <7) 0 1 (0,97%) 1,0 33 (32%) 28 (27,2%) 0,541 7,24 ± 0,1 7,21 ± 0,1 0,023 Peso al nacer (g) P Complicaciones del cordón umbilical pH de la arteria umbilical a 19 Los valores se expresan como medias ± desviación estándar o n (%). Nuestro tamaño de la muestra fue adecuado para investigar la hipótesis y los dos grupos estuvieron equilibrados en otras características, como ILA inicial y concentración de meconio en el líquido amniótico. Calculamos el "meconiocrito" por centrifugación a 2.500 rpm durante 10 minutos en vez de usar 1.000 rpm como hicieron Trimmer y Gilstrap [13]. Esto podría haber producido una mayor compacidad del meconio, de forma que nuestros datos no son totalmente comparables con la clasificación de Trimmer y Gilstrap. Nuestro procedimiento de amnioinfusión aumentó el ILA; por el contrario, en los controles descendió este índice. Este descenso uniforme del ILA ha sido publicado por varios autores [14,15]. Hay varias causas que pueden explicar el porcentaje elevado de alteraciones de la frecuencia cardíaca fetal (Tabla 6). Una de ellas es que el período de observación se compuso de la fase activa completa del trabajo de parto y, además, hubo frecuentes alteraciones en el cordón umbilical (en el 32% de los fetos se vio un bucle en la nuca y en el 27,2%, un verdadero nudo). La mayor incidencia de frecuencia cardíaca fetal con patrones patológicos en el grupo control, incluso aunque el ILA al comienzo del trabajo del parto estuviera dentro del intervalo normal de las gestaciones a término (8,8 ± 3,6), probablemente se debió a la pérdida uniforme de líquido amniótico durante el trabajo del parto. A la vista de las similitudes en cuanto a características clínicas entre los grupos de amnioinfusión y control, particularmente en el ILA inicial y en la concentración de meconio en el líquido amniótico, atribuimos los cambios de la frecuencia cardíaca fetal a la amnioinfusión. Otros autores han descrito frecuencias más bajas de deceleraciones variables en el grupo de amnioinfusión [7,14,16]. Sin embargo, la frecuencia más baja de deceleraciones tardías que de deceleraciones variables tardías merece mayor atención. El primer tipo de deceleraciones está relacionado con la hipoxia fetal, mientras que esta relación no se ha demostrado claramente en el último, aunque este tipo de anomalía en la frecuencia cardíaca fetal claramente sugiere un peor pronóstico que las deceleraciones variables típicas. Nuestros resultados son similares a los de un estudio anterior, en el cual comprobamos que cuando el ILA era menor de 10 y el líquido amniótico estaba claro, la amnioinfusión todavía reducía la frecuencia de deceleraciones variables, tardías y variables atípicas [14]. Por tanto, concluimos que la amnioinfusión desciende la frecuencia de alteraciones de la frecuencia cardíaca fetal, incluidas aquellas suficientemente graves como para someter al feto a una vigilancia extrema o incluso para que sea necesario interrumpir la gestación. La amnioinfusión aumentó la frecuencia de partos vaginales espontáneos y redujo la frecuencia de cesáreas, parti- 20 A. Puertas, et al. / European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology (Ed. Española) 2002; 2: 17-21 Tabla 6 Tipo y frecuencia de las deceleraciones de la frecuencia cardíaca fetala Deceleración Grupo de amnioinfusión Grupo de control P RR (95% IC) Tardía 3 (2,9%) 10 (9,7%) Prolongada 6 (5,8%) 7 (6,8%) 0,085 0,30 (0,09-1,06) 1,0 0,86 (0,30-2,46) Variable 54 (52,4%) 73 (70,9%) 0,009 0,74 (0,59-0,92) Variable tardía 13 (12,6%) 35 (33,9%) <0,001 0,37 (0,21-0,66) Variable atípica 9 (8,7%) 18 (17,5%) 0,098 0,5 (0,24-1,06) a Los valores son n (%). Tabla 7 Morbilidad materna y neonatala Deceleración Grupo de amnioinfusión Grupo de control Infección fetal 4 (3,8%) 4 (3,8%) 0,718 1 (0,26-3,89) Fiebre puerperal 4 (3,8%) 1 (0,9%) 0,365 4 (0,45-35,18) Temperatura máxima 36,7 ± 0,4 36,7 ± 0,3 0,889 – Reanimación (>1º) 15 (14,6%) 17 (16,5%) 0,847 0,88 (0,47-1,67) pH arterial (<7,20) 18 (17,5%) 31 (30,1%) 0,049 0,58 (0,35-0,97) Ingreso neonatal (días) 1,7 ± 1,9 2,3 ± 3,3 0,094 – Ingreso materno (días) 3,9 ± 5,8 3,7 ± 1,9 0,241 – 1,0 0,74 (0,17-3,27) 0,001 0,37 (0,19-0,69) SAM b Meconio por debajo de las cuerdas vocales 3 (2,9%) 4 (3,9%) 11 (10,7%) 30 (29,1%) P RR a Los valores se expresan como medias ± error estándar de la media o n (%). SAM: síndrome de aspiración de meconio. b cularmente las motivadas por sufrimiento fetal. El efecto favorable de la amnioinfusión sobre la necesidad de hacer una cesárea por sufrimiento fetal se ha aceptado actualmente de forma general [7], aunque algunos estudios no han podido confirmarlo [17]. El hecho de que el ginecólogo conozca el grupo al que pertenece la paciente puede influir en estas decisiones. La medida del pH fetal no fue una parte obligatoria del manejo clínico en este estudio y, por tanto, no se hizo en todos los casos para confirmar el sufrimiento fetal. Por tanto, debemos asumir que la indicación para finalizar la gestación se basó algunas veces sólo en las alteraciones de la frecuencia cardíaca fetal. Esto constituye una explicación clara del porcentaje bajo de cesáreas en el grupo de amnioinfusión: las deceleraciones variables fueron mucho menos frecuentes, y las deceleraciones variables tardías y atípicas fueron menos frecuentes que en el grupo control. En ausencia de confirmación del bienestar fetal mediante la medida del pH, cualquiera de estas alteraciones puede ser una indicación para realizar una cesárea. El porcentaje más bajo de cesáreas en el grupo de amnioinfusión no parece implicar un emperoramiento en la morbilidad fetal o neonatal. La frecuencia de acidosis neonatal fue más baja en el grupo de amnioinfusión y no tuvo ninguna repercusión sobre la morbilidad neonatal ni sobre el ingreso en el hospital. Se han descrito previamente mejorías del estado ácido-básico neonatal después de la amnioinfusión en presencia de meconio [18,19], aunque algunos estudios no pudieron confirmar estos resultados [20,21]. Nuestros resultados estuvieron de acuerdo con las mejorías en la frecuencia cardíaca fetal mencionadas antes y concluimos que la aminioinfusión mostró una tendencia a reducir la incidencia de alteraciones de la frecuencia cardíaca asociadas con la hipoxia fetal. Aunque la frecuencia del síndrome de aspiración de meconio fue demasiado baja en nuestra muestra para que el análisis de este factor fuera significativo, la presencia de meconio por debajo de las cuerdas vocales puede considerarse como un indicador de la probabilidad de que aparezca este síndrome. Es posible que la amnioinfusión sea un factor protector frente al síndrome de aspiración de meconio [7,18,20,22]. La dilución del líquido amniótico no es la única explicación. Los movimientos inspiratorios fetales, en respuesta a la compresión por el cordón umbilical, se reducen después de la amnioinfusión, debido al aumento de volumen del líquido intrauterino, y es probable que este factor disminuya la probabilidad de que el líquido amniótico se inhale. Este razonamiento está avalado por observarse una menor frecuencia de deceleraciones variables en el grupo de amnioinfusión. Respecto a la morbilidad materna relacionada con la sumario A. Puertas, et al. / European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology (Ed. Española) 2002; 2: 17-21 amnioinfusión, se han descrito algunos casos de edema pulmonar [23] y embolia del líquido amniótico [24], pero no se ha establecido una relación causal entre ellos. Ninguna de las mujeres de nuestro grupo de amnioinfusión tuvo problemas respiratorios, y la morbilidad por enfermedades infecciosas y la duración de la estancia en el hospital no se alteraron significativamente. Aunque el tamaño de la muestra no fue suficientemente grande para extraer conclusiones firmes respecto a las posibles complicaciones respiratorias, la monitorización constante de la presión intrauterina para evitar polihidramnios yatrogénico y aumentos excesivos de la presión intrauterina podría ayudar a evitar la aparición de estas complicaciones. En este estudio se insertó el mismo tipo de catéter en los grupos de amnioinfusión y en el grupo control y, por tanto, nuestros resultados confirman que la amnioinfusión no ejerció ningún efecto sobre la morbilidad por enfermedades infecciosas. Agradecimientos Este estudio fue financiado por los Fondos de Investigación Sanitaria, proyecto número FIS-97/1990. Agradecemos a Karen Shashok la traducción del manuscrito original al inglés. Referencias [1] Katz VL, Bowes WA. Meconium aspiation syndrome: reflections on a murky subject. Am J Obstet Gynecol 1992;166:171-83. [2] Nathan L, Leveno KJ, Carmody III TJ, Kelly MA, Sherman ML. Meconium: a 1990s perspective on an old obstetric hazard. Obstet Gynecol 1994;83:329-32. [3] Berkus MD, Langer O, Samueloff A, Xenakis EM, Field NT, Ridgway LE. Meconium-stained amniotic fluid: increased risk for adverse neonatal outcome. Obstet Gynecol 1994;84:115-20. [4] Greenough A. Meconium aspiration syndrome, prevention and treatment. Early Hum Dev 1995;41:183-92. [5] Carson BS, Losey RW, Bowes WA, Simmons MA. Combined obstetrics and pediatric approach to prevent meconium aspiration syndrome. Am J Obstet Gynecol 1976;126:712-5. [6] Davis RO, Philips JP, Harris BA, Wilson ER, Huddleston JF. Fatal meconium aspiration syndrome occurring despite airway management considered appropriate. 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