Pax Romana

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Decisivamente y sin más preámbulo, sí. Evidentemente tendría un nexo común con el próspero Imperio
Romano que tras más de dos siglos de esplendor se empeño en hundir Marco Antonio durante dos dramáticas
décadas. Sin embargo, esta visión personal de lo que sería la nueva Pax Romana, lo definiría a grosso modo,
como un gran compendio de influencias culturales, políticas y económicas propias de los tiempos que ahora
nos toca vivir, pero impregnadas del pasado.
El Imperio Romano comprende una parte muy importante de nuestra historia universal, pero sobre todo de la
cuenca mediterránea. Si bien otras civilizaciones han logrado conquistar grandes extensiones de tierra en
torno al Mediterráneo, no hay hoy en día un precedente que pueda asimilarse a la cantidad de pueblos que en
torno a este mar consiguió unir el Imperio Romano. Aunque fueron muchas las civilizaciones que
persiguieron tal hazaña, que representaba nada menos que la conquista del centro del mundo, ninguna más lo
consiguió. Cito a los Bizantinos que ante la imposibilidad de expandirse hacia occidente lo hicieron hacia
oriente, y a los Persas que lo intentaron de forma inversa. Más tarde serían los Ejércitos Cruzados bajo la
atenta mirada Templaría. Pero no es necesario en este momento remontarse a la interminable historia de
conquistas y derrotas que se han venido sucediendo desde la antigüedad entre los pueblos. Aunque matizo que
si es necesario saberlo, pues el profundo conocimiento de nuestra historia representa una ineludible estadística
que nos ayuda a discernir mejores planteamientos con respecto al futuro, aunque ha muchos les siga dando
igual la manera desde donde se lo quieras plantear y siguen ensimismados en interpretar la historia a su
manera, en no querer aclarar su universo promiscuo y luego viene otra guerra y los mismos llantos. Está sólo
es una forma más de intentar trasmitir la importancia que tiene el conocimiento de la historia, y lo digo desde
la más profunda ignorancia, pero con el convencimiento de que ha de ser así. Decía que no era necesario
remontarse tantos siglos, para ver como en determinados momentos de la historia, los pueblos tratan de
expandirse con el objetivo o la ambición de conquistar el mundo, y no diría tanto a un pueblo, sino a su suerte
de representantes, llámense Cesar, Señor, Rey, Patriarca, Emperador, Jefe de Estado, Presidente Llaman a este
respecto mi atención los siguientes; El ambicioso Napoleón, o la Inglaterra que conquistó medio planeta, y
también la Alemania Nazi... Y los considero ejemplos válidos (aunque en algunos casos a la retaguardia del
mar que nos ocupa) como fuente de la prospectiva con la que pretendo justificar la rehabilitación de la Pax
Romana.
Con esta retahíla vuelvo a zambullirme entre los siglos I y II para explicar el modelo del imperio, y justificar
los nexos asociados a la esencia de esta nueva "Pax Romana" En primer lugar, la Pax Romana no fue fruto de
una decisión libre que tomaran los habitantes de la cuenca mediterránea, tan siquiera de sus soberanos, puesto
que fue impuesta por los romanos a los pueblos conquistados. Según expresan los documentos históricos de
fuentes fiables, se vivió una majestuosa época de paz, dado que no existían conflictos bélicos que afectaran a
la seguridad de los ciudadanos romanos, claro que por aquel entonces la historia la escribían los romanos. Lo
cierto es que existen evidencias de persecuciones a cristianos, se esclavizaba a los miembros de otras razas, y
castigan un delito menor con pena de látigo, mientras los actos graves que atentaran contra el pueblo, eran
ejecutados atrozmente en un circo público, como entretenimiento y medida de coacción. También los obreros
estaban obligados a construir vetustos proyectos de ingeniería con el mínimo descanso. En definitiva, esta paz
se basó en el sometimiento a los pueblos, y en la imposición de una unificación cultural, lingüística y religiosa
sobre los pueblos conquistados. Más tarde, Constantino fundiría el cristianismo con lo pagano. Existe un
juego de ordenador que está basado en la estrategia que empleaban los senadores y gobernadores de las
provincias romanas, y curiosamente se llama Pax Romana. Grande debió ser el momento de mayor esplendor
romano. Tras jugar durante muchas horas, gobernar una provincia, hacerme senador, reclutar mis ejércitos,
atemorizar al pueblo, sobornar a personas influyentes, poner de mi lado los recursos y asesinar a quien me
estorbaba, llegué a la conclusión de que la Pax Romana se había convertido en un tópico propio de nuestro
tiempo, una referencia para situar históricamente el contexto de máximo auge romano. Y que sus símbolos no
habían perecido al tiempo, sino que estaban ahí, dormidos, únicamente visibles para los profundos
conocedores de la historia como Leonardo Da Vinci y tantos otros. A pesar de lo contradictorio de mis
palabras, y en definitiva de la historia, lo importante, lo resaltable es que la ribera mediterránea estuvo unida
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en un tiempo bajo unos mismos patrones. Y de esta idea esencial, debiera partir la nueva Pax Romana, con la
única diferencia básica, de que esta vez no se impondría nada.
En ocasiones he oído hablar de voluntad política. Pues bien, yo ahora hablo de voluntad del pueblo, voluntad
de los empresarios, y sobre todo voluntad de las personas que ejercen política desde la libertad. Mediando los
Estados en aquellos casos donde la actividad o las circunstancias lo hagan necesario. Aristóteles dijo aquello
de El hombre es un animal social y luego tantos otros pensadores lo han repetido hasta la saciedad. Si esto es
verdad, entonces ¿Donde está el problema? El problema es básicamente económico. Por lo tanto ¿Se hace
necesaria una revolución? No, exactamente. Lo prioritario es crear una abundante clase medía
(económico−cultural) en todos los países de la cuenca mediterránea que aún no la tengan, y fortalecer las ya
existentes. Y más difícil se me hace la siguiente cuestión ¿Cómo lograrlo? No se si ya estoy rayando los
limites permitidos del optimismo antes de dar el salto a la ciencia ficción, pero lo que si tengo claro es que
estoy desarrollando un pensamiento muy personal, en ocasiones más basado en el sentido común que en lo
meramente empírico. Pero que conste que también pienso que el basarse en pruebas meramente empíricas
contribuye a liquidar la creatividad y a excluir en cierta forma otras perspectivas que puedan ser viables y no
se hayan considerado lo suficiente (Precisamente por raras), pues nos cuesta un gran esfuerzo el hecho de
romper con lo anterior para constituir algo nuevo, y de hecho esta circunstancia sólo se suele dar en ambientes
revolucionarios. Yo pretendo justificar que no tiene por que ser así, que puede caber la posibilidad de una
transición basada en la evolución política, económica y social−cultural, que este basada en la paz, el consenso
y la razón, sin atender a esos pensamientos tan lineales y de moda en política. El siguiente paso planteado
consiste en reflexionar sobre la actualidad y buscar cosas que sean comunes a todo el Mediterráneo:
1º. Si el ser humano Es un animal social debe ser social tanto en Egipto como en Túnez, Líbano, Israel,
Marruecos, España, Turquía, Grecia, Italia etc. Las personas que emigran, en líneas generales deben adaptarse
a las sociedades donde lo hacen cómo primer requisito para buscar prosperidad y bienestar, si no fuera así, y
no tuvieran esa esperanza, querría decir que hay argumentos mayores, pero parece ser que generalmente no
los hay. Debe constar que dentro de esta explicación existe un trasfondo económico.
2º. La Real Academia Española, cita lo siguiente en su primera y entiendo más común y básica definición:
Literatura; Arte que utiliza la palabra como medio de expresión, ajustándose a códigos estéticos que varían en
los distintos periodos históricos, movimientos artísticos o autores individuales. Deduzco pues que la Literatura
nace con la necesidad de expresar algo, dando igual el idioma que se utilice para ello. Tanto es así, que por
ejemplo en España existe una corriente literaria en torno a los inmigrantes, las religiones, y los problemas de
los países integrados en la cuenca Mediterránea. Circunstancia que entiendo también se produce a la inversa,
obviando a aquellas naciones donde existen métodos represivos para controlar y censurar la literatura. Pero
por lo que si apostaría decisivamente, es que en cada uno de los países integrantes del Mediterráneo, se
escribe acerca de temas relacionados con el Amor, la esperanza, la paz, las relaciones humanas, los problemas
sociales, el turismo etc. Y en eso están todos los países mediterráneos muy vinculados. Y no hay que ir a la
literatura, basta con ojear las agencias de viajes o escuchar las noticias, pues en los medios oímos hablar más
de Israel, Líbano, Turquía, Egipto, Marruecos etc. Que de Nueva Zelanda, Australia, La India o Canadá, con
la excepción de las denominadas potencias mundiales. Por otro lado existen muchos movimientos migratorios
entre estos países que abren canales de comunicación. Y de todo este flujo de información se alimentan en
mayor o menor medida los literatos. Y creo que este argumento es difícilmente rebatible. Por lo tanto,
entiendo que en el mediterráneo existe una literatura común que significa algo más que unos vestigios
culturales, y no necesariamente en cuanto a la forma, pero sí en cuanto al fondo.
3º. Ahora trataré de evidenciar que existen importantes vínculos comerciales entre los diferentes países
mediterráneos, sin extenderme demasiado: −En el año 2002 las exportaciones españolas a los cinco países
magrebíes (3.103 millones de euros) superaban a las realizadas al conjunto de los países suramericanos
(3.097), cuando el PIB magrebí únicamente equivale al de un país como Venezuela. La fuente de este dato se
encuentra en www.iecah.org. Creo que con esto será suficiente para evidenciar la importancia que le damos al
comercio en el Mediterráneo, aún cuando existe una gran tradición comercial entre los países sudamericanos y
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España, como puerta de entrada a Europa y también al Mediterraneo. − También hemos de recordar la
importante oferta turística entre los diferentes países como Jordania, Egipto, Israel (Ahora en crisis) etc.
Circunstancia que se constituye como otro de los motores de la economía mediterránea. También La
interrelación que tienen los países del este y el oeste de la ribera, donde se intercambia mano de obra por
producción. −Rescato unas palabras encontradas en la red Internet, www.iecah.org. En el Mediterráneo
Oriental merece destacarse el apoyo brindado a las aspiraciones de Turquía para lograr su plena integración en
la Unión Europea. No sólo se trata de un socio comercial emergente, sino que el apoyo a su candidatura envía
una clara señal de compromiso con un país clave para la estabilidad de la región y para el suministro futuro de
hidrocarburos que lleguen a sus puertos desde el mar Caspio y el Golfo Pérsico, sin olvidar que, en el futuro,
su presencia en Bruselas contribuirá a incrementar el peso político de los países mediterráneos en el club
comunitario
4º. Además el mediterráneo posee un clima que básicamente le es común a todos los países, y este hecho
incide en el carácter humano (Existen patrones comunes que vienen dados en función del clima en lo que
respecta a la conducta humana), hipótesis que han dado por constatada diversos estudios científicos. Una
fuente de recursos marítimos que también es común. Un marco geográfico que evidentemente es común.
Cómo última parte de este ejercicio de reflexión, me propongo expresar las conclusiones a las que he llegado,
y los mecanismos que se me antojan necesarios para la implantación de la nueva Pax Romana. Habiendo
justificado las interrelaciones existentes entre los países situados en la cuenca mediterránea, he obviado todas
las cosas que en realidad no le son comunes. Los grandes elementos diferenciadores que existen entre las
cuencas norte, sur y este del Mediterráneo, y que todos conocemos en alguna medida. Para muchos sólo hay
un nexo común remontándose a la historia. Por ejemplo, es evidente concluir, que las mayores dificultades
para constituir una nueva Pax Romana se centran en la problemática por la que atraviesan unos tres o cuatro
países de Oriente, y por cuestiones matemáticas, este grupo de países no representa ni a la quinta parte de los
países que limitan su frontera con este mar. Espero que todavía hallan pesimistas con ganas de trabajar,
porque los pesimistas que sólo se dedican ha hablar no pueden tener soluciones para los conflictos. Un pueblo
pesimista que trabaja se puede permitir el lujo de alcanzar una realidad situada en la justa equidistancia del
optimismo y del pesimismo. Concluyendo ¿Sería posible el regreso del mare nostrum? Desde el principio he
manifestado que sí, y ahora ratifico mis palabras. Dedicaré por tanto algunas líneas a desarrollar mí idea de
cómo transformar el Mediterráneo. En primer lugar, todos estos países tienen una materia prima inagotable en
los recursos humanos. ¿Cómo utilizarlos? Pues a través de las nuevas tecnologías. Internet sería el pilar
básico. Se crearían portales comunes. Los habitantes de los países menos favorecidos serían instruidos en la
materia informática, por parte de las empresas interesadas (Ya telefónica emite sus facturas en china
utilizando sistemas como este, y se pueden encontrar multitud de ejemplos similares en empresas no tan
grandes, claro que también puede ser una alternativa para las pequeñas). Esto supondría que los países
generarían riqueza, exportando esta nueva materia prima, que sería el trabajo. Sería necesario implantar una
segunda lengua común para todos los países, que con una buena reglamentación y posterior aplicación estaría
plenamente integrada en unos 15 años. El intercambio cultural debería ser muy intenso, y estar basado en el
respeto mutuo de las culturas. Para ello se utilizaría Internet, pero también los métodos convencionales. En
esta área jugarían un papel muy importante los pedagogos y maestros entre otros expertos, que serían los
principales responsables en elaborar un proyecto común y su posterior desarrollo. Se eliminarían los aranceles
con todos los países en común, se fomentarían las comunicaciones, y se unificarían procedimientos, tal y
como ocurre con la globalización. Esta sería la idea básica de partida, pero el trabajo podría facilitarse de la
siguiente manera. − Que Bill Gates se mostrara solidario y colaborara decisivamente con la causa. − Que
apareciera un tipo lleno de carisma y con buenas ideas, capaz de seducir a los más avezados contra la causa. −
Que se perdonara la deuda externa de estos países. − Que desde cada país se educara en pro de la libertad. −
Que los medios de comunicación fueran más objetivos y no estuvieran casados más que con la verdad y la
causa. − Que se diluyeran las conspiraciones y los intereses ocultos etc. − Que cobraran más fuerza las
instituciones internacionales. Y después, el siguiente reto, la paz universal. Disculpen los que hayan tenido
ocasión de leer estas líneas, pues me he dedicado a decir la verdad cuando miento, y en mí persona aún queda
la esperanza, espero que siempre quede la esperanza.
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