El hombre por ser un ser auto reflexivo y ser capaz de perseguir

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“Garantías Constitucionales en el Proceso Penal”
Autora
Denise Vito
Estudiante UBA
La constitución es una organización de poder, define al estado y los marcos de
convivencia, enmarcan dentro de normas las condiciones y limites del poder. La idea de
constitución implica un
pacto fundamental entre gobernados y gobernantes,
una
normatividad en la cual se encuentran implícitamente los derechos de los hombres, las
concepciones sobre lo que debe ser el hombre como ser social, Que es lo prohibido y lo
debido. Solo es valido lo que se desarrolle de acuerdo a sus parámetros.
Para encontrarle sentido a la validez de la supremacía de la constitución por sobre todo,
debemos remontarnos a la teoría pura del derecho de hans kelsen y preguntarnos porque
una norma vale y porque obliga, ante todo debemos dejar claro que una norma para
Kelsen es una explicitacion conceptual de comportamiento humano, del deber ser del
hombre en sociedad. Según el autor una norma encuentra validez en otra norma de
rango superior, una norma (premisa mayor) es el fundamento de la validez de otra
norma (premisa menor), y así sucesivamente. Esta descripción hace suponer que existe
una autoridad con poder suficiente para establecer normas validas, pero el hecho de que
alguien ordene alguien no es suficiente para considerarla valida.. El autor bien dice que
no se puede buscar la validez de las normas hasta el infinito y que se tiene que concluir
en una norma suprema y presupuesta. La función de la norma fundante es otorgar
validez objetiva a un orden jurídico positivo. El ordenamiento jurídico es una pirámide
de normas que se van conformado en su contenido de acuerdo unas a otras hasta llegar a
la constitución, la cual encuentra su razón de ser en la ficción de la norma pensada.
Es menester dentro de este trabajo hacer referencia a nuestro control de
constitucionalidad que defiende la supremacía constitucional sobre todo el
ordenamiento jurídico, nuestro articulo 31 establece lo siguiente “esta constitución, las
leyes de la nación que en consecuencia se dicten por el congreso y los tratados con
potencias extranjeras, son la ley suprema de la nación…. “
constitución esta dada en la misma carta magna.
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la supremacía de la
el control de constitucionalidad, en nuestro país esta cargo del poder judicial, y se trata
de un control difuso, o sea cualquier órgano de cualquier instancia puede declarar la
inconstitucionalidad de la norma y su declaración solo se aplica al caso concreto, no
tiene efecto orga omnes, además tiene que ser a pedido de parte. Podemos encontrar su
origen el en famoso caso “marbury vs. Madison“de la corte norteamericana , según la
lógica del Chief Justice Marshall frente al conflicto entre la constitución y una ley, el
juez no tiene mas remedio que aplicar la constitución dejando la ley de lado, además de
dejar en claro que es el poder judicial el que se arroga la facultad de revisar la
constitucionalidad de los actos del poder legislativo y ejecutivo, aunque la constitución
guarde silencio acerca de esa prerrogativa. Volviendo al tema del sistema de control, si
bien el sistema concentrado de las naciones europeas es un progreso, impide la
existencia de precedentes constitucionales, el debate constitucional difundido y el
estudio del derecho constitucional. El sistema difuso hace a una dinámica del derecho,
una ley que era inconstitucional en un pasado, puede ser valida en un presente, también
suponemos que cuando una ley sale del parlamento es constitucional, pero las
circunstancias cambian y el derecho no es más que el reflejo vivo de eso. Seria un
absurdo que un órgano colegiado dictamine lo que es constitucional de lo que no lo es,
privando así de lo rico que puede ser un control difuso, donde las interpretación de la
letra pueden ser múltiples. Seria la opinión de unos pocos frente al impedimento de
miles de dar su opinión fundada.
Siguiendo lo expuesto se deduce que la constitución es la base fundamental sobre la
cual descansa todo el ordenamiento jurídico, a esto no escapa el derecho procesal penal.
Primero debemos entender que entendemos por proceso, el vocablo proceso (processus,
de procederé) significa avanzar, marchar hasta un fin determinado, no de una sola vez,
sino en sucesivos momentos. La teoría Gral. Del derecho caracteriza al proceso como la
creación de normas ya sean grales o individuales por parte del estado. . En un sentido
mas estricto se podría decir que el proceso en un conjunto de actos coordinados entre si
de acuerdo a reglas preestablecidas que conducen al creación de una norma individual
destinada a regir la conducta de un o varios sujetos ajenos al órgano (estatal) que
intervino. Mucho se ha dicho sobre la naturaleza jurídica del derecho procesal, la
doctrina entiende que se halla emplazado en un ámbito secundario con relación al
derecho material., según esta idea la normas procesales carecen de un fin en si mismas y
constituyen solo un medio para lograr la realización de intereses tutelado por las normas
de fondo. A esta doctrina se le hizo varias críticas: 1) las normas jurídicas carecen de un
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fin en si mismas, son conceptos a través de los cuales se comprende cierta realidad, 2)
existen muchas normas de derecho de fondo que carecen de finalidad. 3) el juez para
dictar sentencia no solo se vale de normas procesales sino también de leyes sustanciales.
Otra doctrina, a la cual adhiero, entiende que el derecho procesal es una rama autónoma
de la ciencia jurídica, regula conductas distintas a las norma plasmadas por en el
derecho material explica los vínculos entre el juez y las partes., requisitos y efectos de
loas actos procesales. Vale aclarar que el derecho procesal es una rama del derecho
público, no obstante es aplicable a relaciones jurídicas del ámbito privado.
Arribando al concepto de proceso ahora se debe dilucidar que comprendemos por
derecho procesal penal. El sistema penal es un conjunto de disposiciones, de normas
que describen comportamientos, ya sean omisiones o acciones, a los que se asocia con
una sanción punitiva, de castigo. A través de la regulación normativa se ha intentado
construir un concepto de delito, es decir determinar caracteres comunes del
comportamiento humano al cual se califica de delictivo. La decisión de tener una
conducta como delictiva es un acto del poder legislativo en el cual intervienen
problemas sociales, valoraciones morales, urgencias de seguridad. Ahora ¿que pasa
cuando en la realidad ocurre un hecho delictivo? Ahí entra a jugar un rol fundamental el
derecho procesal penal. A través de el se concreta la aplicación de la ley sustantiva., el
poder del estado para castigar
al hecho delictivo. Son mecanismos (normas
preestablecidas) coactivos, averiguativos y discursivos que culminan en la decisión si
corresponde o no la imposición concreta del castigo.
El estado de derecho pretende generar una utilización racional de su poder, por un lado
las constituciones declaran los derechos inalienables del hombre y por otro lado las
“garantías” para su eficaz protección, reconocimiento y operatividad. Todo esto tiene
incidencia directa sobre el proceso penal y por ende sobre el derecho procesal penal al
momento de castigar a un individuo.
A través de la constitución y ciertos mecanismos que de ella surgen el individuo, el
“ciudadano” tiene un espacio de libertad frente al estado y frente a los demás. El
ciudadano goza de un estado de seguridad a través de garantías que protegen los
derechos que se encuentran en la cúspide de nuestro ordenamiento. Un sistema de
garantías deriva de la necesidad social de poner límites a la violencia que pretenden
socavar las bases de la convivencia y evitar que el hombre sea lobo para el hombre.
A través de la historia las garantías fueron los mecanismos concretos utilizados por los
individuos para frenar el abuso de poder y las arbitrariedades de las autoridades. Las
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garantías nacen con el fin de asegurar la dignidad, vida, intimidad y demás derechos de
los individuos frente al los gobernantes. Antiguamente en las antiguas polis griegas
aparecen ciertos institutos similares a las garantías actuales, tal es el caso del “graphe
paranomon”, medio introducido por pericles en Atenas para garantizar la supremacía
constitucional. En roma aparece la “interdicto pro homine exhibendo”, esta le permitía
al hombre libre sometido a servidumbre recuperar su libertad. Encontramos ciertos
orígenes en el derecho ingles, a modo de ejemplo podemos citar la carta magna inglesa
de 1215, la cual en uno de sus artículos establece que “ningún hombre libre podrá ser
detenido o encarcelado o privado de sus derechos o bienes, ni puesto fuera de la ley ni
desterrado o privado de su rango de cualquier otra forma, ni usaremos la fuerza contra el
ni enviaremos a otros que lo hagan, sino en virtud de sentencia judicial de sus pares y
con arreglo a las leyes del reino” o
El “instrument of goverment” de 1653 que
establecía la división de poderes en forma escrita. En el derecho español encontramos
“el juicio de manifestación” del siglo XIV, el cual le permitía a una persona libre
privada de su libertad sin orden de autoridad competente recurrir al “justicia mayor”
quien podría ordenar y ejecutar inmediatamente una orden de libertad. El termino
garantías es utilizado por primera vez en la declaración de derechos del hombre y del
ciudadano de 1789 la cual en su articulo 16 establecía que “toda sociedad en la que no
este asegurada la garantía de los derechos ni determinada la separación de poderes
carece de constitución”. En nuestra historia encontramos rastros de mecanismos de
garantías, a modo expositivo podemos hablar del decreto de seguridad individual
sancionado por el triunvirato el 23 de noviembre de 1811 que dice así “…. si la
existencia civil de los ciudadanos se abandonase a los ataques de la arbitrariedad, la
libertad de imprenta no seria mas que un lazo contra los incautos y un medio indirecto
para consolidar las bases del despostismo .todo ciudadano tiene un derecho sagrado a la
protección de su vida, de su honor, de su libertad y de sus propiedades……una vez que
se haya violado esta posesión, ya no hay seguridad, se adormecen los sentimientos
nobles del hombre libre........solo la confianza publica es capaz de curar esta enfermedad
política, la mas peligrosa de los estados y solo una garantía afianzada en una ley
fundamental es capaz de reestablecerla. Nacional actual. La constitución de 1853
recogió los principios y garantías del estatuto. Actualmente esas garantías que nosotros
conocemos como “debido proceso” están consagradas en el artículo 18 de nuestra carta
magna.
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Reglas del debido proceso: Art. 18 de la constitución nacional dice así “ ningún
habitante de la nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al
hecho de proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces
designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a declara
contra si mismo, ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad competente.
Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El domicilio es
inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados. Y una ley
determinara en que casos y con que justificativos podrá procederse a su allanamiento y
ocupación. Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda
especie de tormentos y azotes. Las cárceles de la nación serán sanas y limpias, para
seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto
de precaución conduzca a mortificarlos mas allá de lo que ella exija, hará responsable al
juez que la autorice.” Similar contenido tiene el articulo 1º del código procesal penal el
cual estable la garantía del juez natural, juicio previo y presunción de inocencia. El
articulo 19 también esta enlazado al sistema de garantías penales y deriva de el el
principio de legalidad que a continuación explicaremos.
En el citado artículo encontramos garantías que rige el proceso penal, encontramos dos
principios fundamentales. El principio de legalidad y el principio de reserva. En el
estado moderno la legalidad significa la sujeción a ley y el destierro del arbitrio. Es una
garantía de previsibilidad, seguridad y funcionamiento de la autoridad estatal. La ley
establece el delito y su consecuencia, o sea la pena. El principio de legalidad proviene
del aforismo “nullum crimen sine lege”. En la constitución encontramos este principio
en el articulo 18 el cual dice “nadie puede ser penado son juicio n previo fundado en ley
anterior al hecho del proceso”. Esta norma contiene dos garantías, la irretroactividad de
la ley penal y el derecho a la jurisdicción.
Analizaremos en primer lugar la
irretroactividad de la ley penal, el “nullum crimen, nulla poena sine lege”. Esta doctrina
fue fundada por el gran humanista y penalista italiano cesar Beccaria, inspirándose en la
legalidad que deben tener las penas.
Esta doctrina tubo recepción unánime en el
derecho constitucional y penal del siglo XIX. El reproche penal debe ser establecido por
ley, la cual debe contener la descripción precisa de la conducta delictiva y la pena
enlazada a ella. Además deber ser previa al hecho. Sin embargo este principio admite su
exepecion “la retroactividad de la ley penal mas benigna”, según la doctrina y la
jurisprudencia este es un criterio legal y no tiene arraigo en la constitución nacional,
pero si esta previsto en el articulo dos del código penal y en el pacto de san José de
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costa rica en el articulo 9, el cual dice “si con posterioridad a la comisión del delito la
ley dispone la imposición de una pena mas leve, el delincuente se beneficiara con ella”
Siguiendo el articulo encontramos la garantía del los jueces naturales. Esto quiere decir
que ante una imputación delictiva, los desarrollos procedimentales debidos estén bajo la
dirección de órganos jurisdiccionales establecidos de manera legal con anterioridad a la
ocurrencia del caso sin que puedan darse juzgamientos privilegiados o agravados, ya
fuere por razón de las personas o de los delitos, salvo las distinciones orgánicas del
poder judicial. Se trata del principio de igualdad de todos los hombres frente ante la ley
y la eliminación de fueros especiales. La garantía del juez natural esta íntimamente
relacionada con la imparcialidad de los jueces frente al conflicto. Una de las
consecuencias del este precepto del juez natural es el principio romano “perpetuatio
jurisdictionis”, la radicación de una causa ante un tribunal fija la jurisdicción de este
sobre aquella.
Nuestra constitución en enfática en prohibir “las comisiones especiales”, es decir los
tribunales creados después del hecho para juzgar determinados casos. El supuesto de
las comisiones especiales lesiona seriamente los requisitos de objetividad, seguridad,
imparcialidad e independencia de los jueces. Los tribunales de excepción tienen como
fuente material las arbitrariedades que cometía el poder real británico (aprox. 1600) en
la administración de justicia. El rey instituía a “comisionados regios” investidos
temporariamente con el poder de avocación para inmiscuirse y aun torcer el curso de los
procesos civiles o penales, sustituyéndose así a los jueces naturales, la mayoría de las
veces con fines inicuos. Hechos similares ocurrieron en la 1º republica francesa,
también en nuestro país en la época rosista. Remontándonos a la época mas
contemporánea de nuestro país encontramos un supuesto de comisiones especiales, el
caso de la CONAREPA (comisión nacional de responsabilidad patrimonial) creada en
el año 1976 por la ley de facto 21.670, La cual disponía que ciertas personas, no podían
administrar ni disponer de sus bienes hasta tanto acreditaran la legitima adquisición, en
la forma prevista en dicha ley.
La conarepa tenía facultades típicamente
jurisdiccionales, tales como dictar resoluciones, embargos, secuestros. No obstante la
corte suprema declaro constitucional las normas que crearon la CONAREPA y la
validez del organismo y sus facultades. La CONAREPA término siendo disuelta por el
mismo gobierno de facto que le dio origen.
Siguiendo al mismo artículo llegamos a la parte en la cual dice “nadie puede ser
obligado a declarar contra si mismo “. La fuente histórica de esta cláusula se encuentra
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en la reacción contra las bárbaras normas procesales medievales, que consideraban que
la confesión era la reina de las pruebas para condenar al reo. Por tanto se utilizaba la
tortura como medio ordinario y legitimo de arrancar una confesión al sospechoso de
ciertos delitos. Esta garantía tiene por objeto proteger el derecho a la dignidad que tiene
toda persona, cualquiera sea su status jurídico. Esta cláusula es una consecuencia del
principio de que toda persona se considera inocente, en tanto no se haya probado su
responsabilidad penal. Este principio es el presupuesto del sistema penal liberal. El
ordenamiento vigente otorga derechos fundamentales a los individuos, y la garantía de
que solo sufrirán una pena, cuando se determine, en las condiciones establecidas, que su
conducta ha infringido alguna disposición sustantiva establecida con anterioridad al
hecho. La existencia del proceso es el método averiguativo y dialéctico de
determinación de un hecho delictivo y de la responsabilidad del actor, se transita por el
proceso para saber si están dadas las condiciones legales para el juicio afirmativo de
culpabilidad y la consecuente aplicación de la pena. Además la presunción de inocencia
hace que el actor tenga la carga de la prueba dentro del proceso. Este principio esta
ligado con el “in dubio pro reo”, el juez para condenar al imputado de tener completa
convicción de su culpabilidad, de tal modo que al hallarse en duda debe absolverlo. La
garantía tiende a mantener una suerte de equilibrio racional., ya que si el estado no ha
alcanzado la verdad de la atribución, no puede hacer cargar sobre el justiciable las
consecuencias de su inercia o falencias. Intima relación con esta garantía tiene el “favor
liberatis”, el cual establece el mantenimiento de la libertad de los imputados durante el
proceso y en caso que estén privados cautelarmente de ella, tiendan a su restitución de la
manera mas rápida. En caso que la libertad sea restringida tendrá que ser por medios
legales sujetos a determinados requisitos de fondo y para los fines indispensables del
proceso. Se daba una situación contraria al favor libertatis en los tiempos en los cuales
el justiciable comparecía al proceso en estado de privación de la libertad a través de la
detención convertida en prisión preventiva al darse determinado presupuestos; esto
significaba que primero se imponía la pena como una suerte de reacción inmediata y
luego se desarrollaba el proceso, para determinar si correspondía. Tal situación se
agravaba cuando por la larga duración de las causas el imputado agotaba en prisión
preventiva el tiempo de privación de libertad que le correspondía por condena. Se
genero el fenómeno del “preso sin condena”.
Otra garantía que se desprende del Art. 18 es el arresto por orden judicial escrita. Esta
garantía esta ligada a la acción del habeas corpus y se refiere a la libertad física cuya
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privación solo puede proceder cuando hay orden de autoridad escrita. El acto de la
privación se llama “arresto”. Habeas corpus significa “eres dueño de tu cuerpo” y el
objetivo de la acción es resguardar la libertad física contra los ataques ilegítimos
actuales o inminentes a ella provengan de un particular o del estado. El articulo 43 de
nuestro ordenamiento regula esta acción u dice así “cuando el derecho lesionado,
restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física, o en caso de agravamiento
ilegitimo en la forma de condiciones o detención, o en el de desaparición forzada de
personas. La acción de habeas corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por
cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato, aun durante la vigencia del
estado de sitio”. La acción de habeas corpus esta reglamentada en la ley 23.098
Siguiendo el artículo analizado arribamos a la garantía de la inviolabilidad de la defensa
la cual es un aspecto del debido proceso legal., lo que significa que las partes tienen
derecho a concurrir a un órgano jurisdiccional competente por ley ( juez natural) , hacer
valer sus pretensiones, oponerla a la otra partes obtener un pronunciamiento judicial o
sea una sentencia justa y una vez firme hacerla ejecutar; Mientras el debido proceso es
llevado adelante el imputado debe contar con las oportunidades operativas de
contrarrestar la atribución, constituyendo además una condición del cumplimiento del
debido proceso. Toda vez que el imputado es reputado inocente hasta tanto se declare lo
contrario, resulta lógico que cuente con mecanismos para expresar sus razones y
responder a la acción dirigida en su contra. Se entiende que el derecho de defensa
incluye la actividad de asistencia técnica de un profesional del derecho, ya fuere a su
elección o provisto oficialmente, se le hará conocer la imputación y se determinara
audiencia para escucharlo. Hay que destacar que en el derecho procesal penal argentino
no prevé el desarrollo del un juicio en rebeldía, a través de este mecanismo se trata de
dar cumplimiento al real ejercicio de defensa. Dentro de esta garantía encontramos otra
implícita dentro de la inviolabilidad de la defensa, el “nos bis in dem “, la cual una
persona no puede ser juzgada dos veces por la misma causa o delito. Esto alteraría el
principio de cosa juzgada y además hace referencia a la prohibición de un doble
proceso. Esta garantía surge del articulo 33 de nuestra carta magna y esta consagrada en
el pacto de san José de Costa rica en el articulo 8 inciso 4 que dice así “ el inculpado
absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos
hechos “A modo de ejemplo se puede citar el fallo que se refiere al debido proceso de
ley y las demás garantías dentro del proceso penal, uno de ellos es el caso de
jurisprudencia norteamericana, Miranda vs. Arizona, que en uno de sus considerándos
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estableció lo siguiente “la persona bajo custodia, previo al interrogatorio, debe ser
informada claramente que tiene el derecho a permanecer callada y cualquier cosa que
diga será utilizada en su contra en los tribunales, debe ser informada claramente que
tiene el derecho de consultar un abogado y tener un abogado a su lado durante el
interrogatorio, y si es indigente, un abogado será designado para representarlos…..”.
Dentro del debido proceso debemos hacer referencia a los plazos procesales, es una
realidad la larga duración de las causas y las situaciones abusivas de los sistemas
procesal penal, además de generar un descreimiento en la justicia. Debe quedar claro
que un proceso lento es contrario al debido proceso, y aunque no surga explícitamente
de la carta magna, se encuentra plasmado a través del instituto de la prescripción penal,
la cual extingue por el transcurso del tiempo los efectos morales del delito en sociedad y
la exigencia de que sea reprimido. Es obvio que se da una situación de frustración social
antes causas que se diluyen a través del tiempo.
Otra garantía que luce en nuestro artículo 18 tiene estrecha vinculación a la parte
dogmática de nuestra constitución, con la libertad y la privacidad que tiene el hombre
frente al estado, se trata de la garantía de la inviolabilidad del domicilio y de los papeles
privados. Esta garantía tiene estrecha vinculación con el derecho a la intimidad
consagrado en nuestra carta magna en el articulo 19º que dice así “las acciones privadas
de los hombres que de ningún modo ofenda al orden, y a la moral publica, ni
perjudiquen a un tercero, están solo reservadas a dios y exentas de la autoridad de los
magistrados… ”
La regla es que nadie puede intrometerse en el domicilio del otro sin su consentimiento,
y la excepción esta dada por casos de estado de necesidad. Fuera de ellos, la autoridad
competente solo puede ingresar con orden escrita de órgano jurisdiccional. Hay que
aclarar que la palabra domicilio se entiende en sentido amplio, o sea, abarca tanto la
casa o domicilio real, como el lugar de residencia temporaria y laboral
La privacidad abarca también a los papeles y comunicaciones, el derecho de secreto de
correspondencia, procura que todo aquello que refiere a la manifestación de ideas,
sentimientos, u opiniones por su propia naturaleza privada de carácter confidencial, este
vedada del conocimiento de terceros, incluyendo las autoridades estatales.
La protección constitucional de la intimidad protege al individuo de intromisiones en su
fuero íntimo. Solo antes una noticia cierta de un delito y ante una concreta necesidad
averiguativa, el órgano jurisdiccional puede ordenar la injerencia tanto del domicilio
como de los papeles privados. La propia cláusula constitucional establece que una ley
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especial deerminara en que casos podrá proceder al allanamiento. Asimismo el código
procesal penal estable que para allanar un domicilio es necesaria la orden escrita de juez
competente, la cual debe establecer el lugar, día y hora en la que la medida será llevada
a cabo. El mismo código establece las excepciones en las cuales un domicilio puede ser
allanado por un funcionario judicial sin orden de juez competente, es el caso de medidas
urgentes como incendio, explosión, o para evitar un delito o cuando se pide socorro,
etc. Hay leyes especiales que también dan prerrogativa a la autoridad policial para
allanar sin orden
Retomando la privacidad de los papeles privados el código procesal estable los
requisitos para la intercepción, apertura y examen de correspondencia, así como la
intervención de líneas telefónicas.
Nuestra carta magna también elimina la pena de muerta por causas políticas. El mayor
fundamento para eliminar la pena de muerte por causas políticas, sacando el tema de la
discusión filosófica, moral y religiosa, es el error judicial. Cualquier otra pena puede
ser reparada, la pena de muerte no. En el mismo párrafo se estable la prohibición de
tormentos y azotes, los cuales atentan contra la dignidad humana.
La última garantía explicita del artículo 18 es la que hace referencia al régimen
carcelario y dice así “las cárceles de la nación serán sanas y limpias, para seguridad y no
para castigo de los reos detenidos en ellas…..” Las cárceles tienen como objetivo la
defensa de la sociedad contra el delito y la readaptación del delincuente, antes que su
castigo. Por ello se exige que las cárceles sean sanas y limpias para seguridad, sin
causar los mínimos perjuicios a los internos, más allá de los delitos que pudieran haber
cometido.
Las garantías que surgen del artículo 18 son inherentes a un estado de derecho,
democrático y liberal, muy bien sabemos que lo que no esta prohibido por ley esta
permitido, hay un amplio margen de libertad para todos los ciudadanos y a todos se les
reconoce los mismos derechos en igualdad de condiciones. En caso de que nuestro mal
uso de la libertad, dañe o sea contrario a nuestro ordenamiento el estado, quien
monopoliza la fuerza y establece un régimen normativo, va a castigar o premiar, pero
ni en esos casos en los cuales una conducta puede ser aborrecida o repudiada
masivamente, se le puede negar a su autor, condiciones mínimas, garantías,
instrumentos para defenderse si fuese necesario o sino fuese en vano solo por
humanidad otorgarle ciertos beneficios. En un estado de derecho, la ley es la que
establece el deber ser y ante su incumplimiento enlaza una sanción, la fuerza se reserva
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para casos extremos y la violencia se deja de lado. Responder a un acto ilícito penal a
través de la fuerza, seria crear un círculo vicioso, y una sociedad cada vez mas violenta.
Se debe dejar de lado las pasiones humanas y sentimientos y dejar que el estado a través
de su poder judicial sea el encargado de hacer justicia de la manera mas justa para
todos.
Bibliografía:
Teoría Gral. Del derecho (Hans kelsen, Editorial Universidad nacional autónoma de
México, año 1979, capitulo I y V)
Manual de derecho procesal civil (Lino Palacio, Editorial Abeledo Perrot,
decimoséptima edición actualizada, año 2003, capitulo III)
Tratado de derecho constitucional, tomo II (Miguel Ángel Ekmekdjian, Editorial
Abeledo Perrot, capitulo articulo 18 CN)
Manual de derecho procesal penal, tomo I (Jorge Vázquez Rossi, rubinzal –culsoni
editores)
Derecho Constitucional (Juan Vicente Sola, Editorial Abeledo Perrot, año 2006,
capitulo V)
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