Estado final Inscripción en la caña El Ecce Homo de L’Olleria muestra una de las iconografías más lastimosas de Cristo, pues refleja el momento en que Pilato lo presenta a la multitud congregada en el pretorio diciendo “ahí tenéis al hombre” (Ecce Homo) después de sufrir la flagelación, coronación de espinas e improperios. Así, la escultura nos muestra a Jesús de pie, con una pierna ligeramente flexionada en contraposición, semidesnudo para mostrar en sus carnes las huellas de la flagelación, con la corona de espinas, el manto o clámide púrpura, que en este caso es una pieza textil exenta, y el cetro de caña, aquí de plata realizada en 1764 a expensas de Mosen Ledro Plâ (según se lee en esta), que sujeta con las manos maniatadas, tal como se narra en el evangelio de San Juan (19,5). Su rostro concentra el impacto emocional del tema, pues su expresión meditativa y sumida en el dolor, refleja la aceptación del sufrimiento para la salvación del género humano, lo que se acentúa en su mirada baja. En su cabeza luce unas potencias de plata, obra de Martínez y Quinzá, según se ve en su punzón del gremio de plateros de Valencia. Detalle del estado inicial Detalle del estado final Sudiedad y perdidas Detalle del estado final Detalle de rotura Estado final La imagen en la actualidad se ubica sobre un trono de nubes con querubines, también de madera policromada, que debió pertenecer a otra talla, posiblemente una Inmaculada, ya que el Ecce Homo jamás se representa de manera glorificada ya que muestra la condición más humana de Cristo, de ahí que pensemos que ha sido reutilizado como soporte de esta imagen. Este tema fue desconocido para el arte paleocristiano y bizantino. Empezó a representarse a finales de la Edad Media, en el siglo XV, cuando hay una mayor humanización de la divinidad, pero no fue hasta el siglo XVI y XVII, con el arte de la Contrarreforma, cuando adquirió mayor protagonismo. Este Ecce Homo fue un regalo del patriarca san Juan de Ribera (1532-1611) a la Iglesia de Santa María Magdalena de L’Ollería. Éste al ser nombrado Arzobispo de Valencia en 1568 llevó a la práctica gran parte de las doctrinas derivadas del Concilio de Trento (15451563), como la reforma del clero y de los estudios eclesiásticos, propició la devoción a la Eucaristía, y puso en marcha una serie de medidas para potenciar la evangelización de la diócesis de Valencia. Para ello, además de ordenar la edificación de nuevas iglesias y la ampliación de las ya existentes, abasteció a estas parroquias de todo lo necesario para la celebración del culto. Entre estas iniciativas se enmarca la donación de esculturas, en su mayoría cristos crucificados, que se convertirían en la imagen titular de los templos pertenecientes a parroquias moriscas. En este marco hay que citar el Ecce Homo de L’Ollería, que comparte con estos crucificados, muchas de las características estilísticas propias de la imaginería barroca de finales del siglo XVI y principios del XVII. La singularidad de esta imagen ha sido el motor por el cual la Generalitat Valenciana, a través del Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals, ha querido restaurar esta imagen tan querida por la población de L’Olleria. Consellera de Cultura i Esport: Trini Miró Mira Alcalde de Ayuntamiento de L’Ollería: José Vidal Oltra Secretario Autonómico de Cultura: Rafael Miró Pascual Directora General de Patrimonio Cultural: Páz Olmos Peris Directora Gerente del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales: Carmen Pérez García Parroco de la Iglesia Parroquial de Santa Maria Magdalena de L’Ollería: Emilio Esteve Tomás Técnico en conservación y restauración de bienes culturales. Escultura policromada: Mercè Orihuel Ferrandiz Becaria del Servicio de Conservación y Restauración de la Diputación de Castellón. Metal y Orfebrería: Inmaculada Traver Badenes www.ivcr.es c+r escultura policromada Depósito Legal: CS- 31 -2011 Punzones del gremio de plateros Ecce Homo Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena L’Ollería.Valencia La escultura en el TAC Estudio TAC Proceso de restauración Se realizó un registro fotográfico de la imagen, un análisis del estado de conservación interno del soporte y una exhaustiva observación de los objetos de unión y ensamblaje mediante TAC (Tomografía Axial Computerizada) y estudio de RX, así como el estudio de pigmentos y barnices mediante microscopía óptica, microscopía electrónica de barrido y espectroscopia infrarroja por transformada de Fourier. En la primera fase de intervención se procedió a la consolidación y la fijación de la película pictórica. Estado inicial El proceso de limpieza se realizó en dos fases: la primera, físicoquímica, por medio de la aplicación de soluciones gelificadas y emulsiones grasas ácidas a baja concentración y preparados de encimas, para la limpieza de carnaciones, dorados y plata. La segunda fase se realizó por medio de una limpieza mecánica, insistiendo en aquellas zonas con gran acumulación de suciedad superficial, grasa y restos de cera. Por otra parte, se eliminaron los repintes que existían alrededor de la cabeza de la imagen, de tonalidad negra, marrón y roja. En cuanto al soporte lígneo, se llevó a cabo el saneado de la madera y la limpieza de las grietas estructurales de la peana, por medio de aspiración y una solución de alcoholes. Después, se procedió a la consolidación de las mismas y a la reconstrucción volumétrica con una resina epoxídica. Seguidamente, se aplicó un estuco orgánico a todas las lagunas que tenían pérdidas de película pictórica y grietas de estructura. En cuanto a las zonas con pérdidas de oro y plata de la peana, se doró la zona con faltantes de oro, aplicándole posteriormente una pátina con pigmentos al barniz, y para la plata, se utilizó plata en polvo. En un primer examen ocular u organoléptico de la imagen únicamente se observaba el deterioro de la policromía. El soporte lígneo presentaba un buen estado de conservación, ya que no exixtía ningún ataque activo de insectos xilófagos. Únicamente en la base inferior de la peana se observaban pequeños orificios que dejaban patente que la pieza estuvo afectada por un leve ataque biológico. También se evidenciaban grietas provocadas por los movimientos de dilatación y contracción de la madera: en el hombro, cabeza de la figura, y otra, de mayor apertura (3-4 mm) situada en uno de los laterales de la peana. Proceso de limpieza Estudios científicos Los estudios científicos se llevaron a cabo en el Laboratorio de Materiales, en el que se han analizado distintas muestras de policromía con el fin de determinar los materiales de ejecución de la obra. Las muestras extraídas de la carnación, por ejemplo, de la zona de la pierna, presentan una sola capa de policromía rosada, elaborada con albayalde, mezclada con bermellón, pigmento ocre y azurita. Del mismo modo, la carnación que compone los rostros de los querubines que forman parte de la peana, están compuestos con la misma técnica de ejecución, con lo que se deduce que puedan ser de la misma época, aunque la peana no fue elaborada en el mismo momento, ni para representar la imagen del Ecce Homo. Estado inicial Consolidación de los estratos pictóricos Estudio del estado de conservación del soporte: TAC Estudio rayos X del rostro Estudio del sistema de unión clavos Sistema de unión de la peana Microscopía óptica, 50x Microscopía electrónica de Barrido (MED-EDX) La policromía se encontraba bastante descohesionada y ennegrecida por una gran cantidad de acumulación de suciedad superficial, polvo ambiental, restos de cera, etc. Para finalizar, se aplicó de manera uniforme, a toda la escultura, una fina capa de barniz sintético a modo de protección y posteriormente, se procedió a la reintegración cromática de las lagunas con la técnica de puntillismo mediante la utilización de colores al barniz. Este debilitamiento de la policromía, con el paso de los años, provocó la pérdida de película pictórica quedando a la vista el estrato de preparación. Grieta estructural Acumulación de suciedad y faltantes de película pictórica Pérdidas y suciedad acumulada Después de la restauración