do allí los peces muy sabrosos por vivir en aguas puras de mucho fondo. Debieran fomentar estos ramos de industria, y establecer alguna fábrica á lo menos de lencería y palma, pues no tienen ninguna, ni mas ocupación que la agraria. Están reducidas á cultivo quatro quintas partes del término, extendido dos leguas de norte á sur, y mas de una de oriente á poniente : limítale el mar por oriente y m e diodía , por los otros rumbos el Marquesado de Dénia. Fuera de la citada llanura todo es montuoso y generalmente fértil: tiene al norte el elevado Mongó , y al sur los montes que entran en el mar y forman los cabos mas orientales del reyno de Valencia, que los marinos llaman de San Martin y de la Ñ a u , y los naturales distinguen de otro modo. Navegando estos desde el cabo de San Antonio hacia el mediodía reconocen el primer cabo que llaman P r i m , al qual se sigue hacia el sur una isla oblonga , redondeada en la cumbre , compuesta de bancos calizos inclinados al oriente , y separada del continente como 500 pies. Queda allí una corta ensenada entre dicho -cabo y el opuesto meridional llamado Negre , que es el segundo por el mismo rumbo del sur. Aquí los montes son de mayor altura, y se ven cortados las mas veces como á pico hasta las aguas; forman junto á estas v a rias curvas, y el conjunto de todas ellas es un arco , cuyo centro e^tá en el mar, y en sus extremidades los cabos Negre y Martin. Este es el mas meridional, y en él empieza á declinar la costa hacia el sudueste , continuando así por la Granade11a, de que hablaré luego. Conforme á lo dicho los naturales llaman cabo Martin al cabo de la Ñ a u de los marinos; y cabos Prim y Negre á las puntas 6 cabezos que en la carta dispuesta últimamente baxo la dirección del Señor Tofiño se notan con el único nombre de cabo de San Martin. 124 L a altura de estos montes es mediana: sobre ellos está la llanura aplana del cabo Martin, cercada de lomas por todas partes, de modo que quando llueve no tienen salida las aguas , sino que se sumen en las entrañas del monte , y forman el riachuelo subterráneo, visible solamente quando sale al mar en las cercanías del cabo Negre. Queda aquel recinto casi sin cultivo ya por las muchas p e ñas descarnadas, donde crecen con abundancia palmitos y romero, ya porque la tierra es floxa y arenisca; y si bien da cosechas por algunos años, se desubstancia muy presto , siendo preciso abandonarla si no hay copia de estiércol para reparar las pérdidas. Añádese á esto que los campos inmediatos al mar que no están abrigados de alguna altura, son azotados por los vientos en tanto g r a d o , que es infructuoso el trabajo empleado en su cultivo. Vense allí los algarrobos no solamente inclinados en arco hacia poniente , sino también sin ramas orientales, que el batidero de los recios y freqüentes levantes ó no dexa crecer, ó destruye si tal vez crecen : por la misma causa suele perderse el fruto de las viñas, y así sus hojas c o mo las puntas de sus sarmientos ponerse negras y arrugadas. Desalentados por esto los de X á b e a no aumentan allí el cultivo , y conservan algunos eriales para criar ganados, que ademas de las utilidades conocidas producen estiércol para abonar otros campos. Si tuvieran aguas para regar siquiera las llanuras, sería muy diverso TOMO 1 1 . ni