� - ' - tonservación del material bibliotecario Conservación en bibliotecas de bajo presupuesto * M ARSENIO SÁNCHEZ realiza en este tipo de insti­ gasto económico que ello conlle­ anuel Canión aftnna en rio se su conocido manual que tuciones educador va- cuando desde los diferentes la debe ser correctamente valorado. niveles del trabajo bibliotecario se Un lector poco responsable no han omitido responsabilidades en conservación de la colección no es la fun­ ción fundamental de la bibliote­ dudará y en su papel marcar una página materia de conservación. pero que es imprescindible interesante en un texto del siglo ¿Es posible realizar un trabajo ( 1). Sin XIX si sistemáticamente ha veni­ efectivo una correcta conservación. todo do haciéndolo desde siempre en biblioteca puede contar con un trabajo. todo esfuerzo. carece de las bibliotecas en las que ha tra­ programa de conservación adap­ sentido. Diariamente. cientos de bajado. o consultará repertorios tado a sus necesidades con ópti­ libros bibliográficos mos resultados. Los trabajos que ca. para realizar las demás se degradan lentamente valiosos con el sin dinero? Cualquier en sus estantes. Cada minuto. mismo cuidado que maneja la mayor beneficio las guía telefónica de una estación de colecciones son baratos o incluso inversiones deprecian. La económicas alteración. se ese insidioso enemigo de la cultura reportan a las autobuses. no cuestan nada siempre que se La conservación es hoy en día. realicen antes de que los ejempla­ escrita. avanza lenta pero inexo­ más una res resulten dañados. Cuando el rablemente ante la mirada incrédula de responsables y necesidad. Las pérdidas económi­ cas causadas por el desgaste fisi­ desgaste se ha producido. se pue­ usuarios de las colecciones. co mientos que abarcan desde una 1986 se estimó que cerca de 76 millones de libros de los Esta­ ingentes cantidades que podrían simple reparación a una restaura­ dedicarse a completar colecciones ción completa. Si hemos de recu­ En que de una obligación. los ejemplares suman den aplicar una serie de procedi­ dos Unidos estaban literalmente o a mejorar el servicio prestado al rrir a la última es que el proceso convertidos en polvo (2). En Espa­ usuario y debe ser practicada por de conservación ha fallado. ña no se ha estimado aún el volu­ todas las bibliotecas en la medida costo men de sus posibiJidades. La idea de la incapacidad para de documentos en malas condiciones. pero el problema no de manual restauración moderno de de El un Historia puede ser tan alto como el de un impreso del diecisiete o el de un puede ser desdeñado y. posible­ desarrollar un programa de con­ mente. sea más grave de lo que servación en bibliotecas de recur­ incunable. Por ello se deben pre­ parece a simple vista. Pocas son sos reducidos. e incluso en las ver las causas de alteración antes de que se produzcan y crear una las grandes bibliotecas o archivos grandes. históricos que importantes poseen laborato­ parte de dos tópicos sobre responsabili­ política adecuada a los presu­ puestos disponibles. los que. con suerte. tienen más de dad y coste. ¿Quién es responsable de la con­ dos personas empleadas en traba­ servación? La respuesta es senci­ ¿Que es el deterioro? jos de conservación. Si tenemos lla: todos. La imagen tradicional de que únicamente restauradores y encuadernadores pueden hacer El desconocimiento de las causas de alteración y. lo que es peor. de las consecuencias que una acción rios de restauración y menos aún en cuenta el elevado número de instituciones importantes que carecen de los más elementales algo por evitar el deterioro es ine­ errónea puede conllevar. servicios dedicados al xacta y muy perniciosa. La lucha contra la alteración comienza por graves daños en las colecciones manteni­ miento fisico de las colecciones. el bibliotecario. que destina el causa bibliográficas. En nuestro labora­ torio se reciben continuas llama­ pensar en una política de este tipo en bibliotecas medias o modestas lugar adecuado y posición correc­ das de otros centros que. por 10 puede parecer. más que una uto­ ta a un ejemplar. pasa por el general. piden respuestas senci­ pía. una entelequia. mozo que lo maneja cuidadosa­ llas a problemas que exigen solu­ Sin embargo. las pequeñas biblio­ mente al extraerlo de la estantería y servirlo al lector y finaliza en ciones tecas pueden y deben representar un papel esencial en la preserva­ ción del patrimonio bibliográfico éste. que evita apoyarse en el libro abierto. La encuadernación. la español. El primer acercamiento restauración o la sustitución son del usuario al mundo biblioteca- las únicas EDUCACION y BIBLIOTECA - 78. 1997 alternativas -con el 1521 enonnemente complejas. Por ello. el bibliotecario. el mejor conocedor de los problemas de los fondos de los que es responsable. debe procurar unas medidas de seguridad minimas que impidan r--_ Conservación del material bibliotecario � �� . . . . � ' el menoscabo de los ejemplares. tura. iluminación casi constante y nación de los ejemplares dañados Para ello ha de contar con unos uso los supondrá un desembolso relativa­ conocimientos técnicos mínimos problemas químicos y fisicos en mente alto que no siempre podrá que le pennltan constatar los pro­ los soportes. ser realizado. Pero si son retira­ blemas desde su apartción y juz­ El responsable de la conservación dos de la sala gar los medios más debe cuando adecuados (3). intensivo. valorar predominan el estado de las se y servidos sólo solicitan de forma colecciones. examinar el edificio. expresa. con una protección míni­ Todos los materiales sufren con el sus instalaciones y las rutinas de ma menos costosa y controlando tiempo una serie de modificacio­ trabajo que producen los daños su consulta. podremos conservar nes que alteran sus caracteris­ observados. un mayor número de obras. Otro para reducir su impacto En el momento en ticas ortginales. Cuando suponen que comienza a conocer los meca­ ejemplo un nismos que producen los desgas­ ejemplares en cajas no ácidas. Por material. se dice que han sufrido tes ya tendrá la el precio de una en este material un detertoro. Mecanismos suma­ para desarrollar un programa de se pueden comprar diez de cartón mente conservación. normal y sustituirlas riesgo para complejos su estabilidad gobiernan los procesos de descomposición de la primera pieza sería la protección al de cabo de diez años. Por ello. el encargado de la conservación debe estudiar única y los factores de degrada­ Conservación en bibliotecas de presupuesto reducido. ción se entremezclan y "colabo­ Dos leyes fundamentales rtgen el y ran" desestabilizando el material. trabajo de conservación: gestión menor Sin embargo. las causas de des­ correcta mayores beneficios. trucción pueden ser englobadas entendida como la administración materia. No existe una sola causa de alteración. ni una alteración y simplicidad. Gestión en tres categorias generales: correcta de los recursos de fonna Ffsicas. las más habituales y apa­ que resulten efectivos (4). Para con cuidado las políticas a adop­ tar. ver su impacto en la colección seleccionar las costo que con un pueden aportar Directrices para una correcta conservación. recen como consecuencia de una ello se han de establecer una serte incorrecta de prioridades partiendo de tres debe analizar sus propios proble­ premisas mas y establecer una política de manipulación de la obra. a causa de reacciones quí­ clave: tipo y volumen A pesar de que cada biblioteca micas o de ataques biológicos que de adquisiciones. el lapso de tiem­ conservación provocan un debilitamiento par­ po en el que estarán a disposición una serie de políticas generales cial o total del ejemplar. del público y fmalidad de la colec­ que deben aplicarse en todo tipo Químicas. responsables de trans­ ción fonnaciones moleculares en los dir la relación coste-beneficio y limpieza. El polvo que se deposi­ disponibilidad ta en las estanterías y los libros objetos y que redundan en la con­ sistencia del A largo soporte. plazo se traducen en pérdidas. (5). Además. habría que aña­ política de de personal. conservación. La a medida. existen de colecciones. por contiene sustancias muy perjudi­ tanto. debe configurarse a medida ciales: esporas de hongos. partí­ alteraciones en la grafia y cam­ de la Institución. siendo muy dife­ culas oxidantes e incluso huevos bios de color en el objeto. En la rentes las directrices adoptadas de insectos. Eliminarlo periódica­ mayor parte de los casos. la alte­ por una biblioteca universltarta y mente es una de las más efectivas ración quimica supone una pérdi­ una escolar. o por una nacional y políticas da irreversible de las caracterís­ una municipal. Posiblemente sea estantes han de ser limpiados con ticas originales. una sola la persona encargada de gamuzas o trapos de algodón en Biológicas. tercer gran grupo de la conservación y a la vez tendrá seco. En casos de extrema sucie­ dad pueden ser humedecidos con en conservación. Los causas de degradación que supo­ que simultanear estas labores con nen el consumo de los soportes o las de catalogación. ordenación y agua. pero nunca se emplearán de los elementos sustentados por atención lejías o detergentes comerciales. parte de los organismos parásitos. casos su dedicación será mínima. En cuanto a los libros. intentar Dependiendo pero ello no debe desanimarle. limpiar los ejemplares con fuertes mas internos de los matertales o pues se ve sacudidas o cepillándolos enérgi­ del medio ambiente en el que se rápidamente gratificado. camente. es peligroso e ineficaz. encuentren las obras. las causas La política de conservación debe las costuras pueden reventarse y, de alteración se manifestarán con ser realista. Partiendo de las pre­ en el caso de contaminaciones diversas intensidades. Así. en los misas anteriores hay que simplifi­ biológicas. las esporas se esparci­ archivos y fondos bibliográficos car lo máximo posible. abarcando rán por toda la habitación deposi­ tándose sobre otros ejemplares. de ciertos proble­ al público. cualquier En esfuerzo estos antiguos. realizados con materta­ programas sencillos y coordina­ les estables como el pergamino o dos. inabarcables. Es suficiente repasar los cortes el papel de trapos y conservados costosos e inútiles pueden llevar con un aspirador que permita una en ambientes cerrados al público al traste una política de conserva­ succión suave. habiendo protegi­ predominan problemas biolÓgicos ción y. 10 que es peor. los gastos do previamente la boquilla con y fisicos. Mientras. en el matertal se convierten en dinero tirado por una malla de nylon o Iycra. El uso Proyectos. moderno. muy inestable química­ la ventana al superar las inversio­ de gomas de borrar o de sustan­ mente salas nes realizadas a los resultados cias abiertas al público. con grandes obtenidos. Por ejemplo. en una expertas puede dañar irremedia­ cambios de humedad y tempera- sala de libre acceso. la encuader- blemente los pigmentos de textos y depositado en 1531 líquidas por personas no EDUCACION y BIBLIOTECA - 78. 1997 / ---- Conservación del material bibliotecario e ilustraciones, el papel y las encuadernaciones. Moho. Si se descubre algún libro con ataque activo de moho -cuan­ do esté húmedo-, es necesario aislarlo del resto y revisar los ejemplares contiguos, pues pro­ bablemente también estarán con­ taminados. Se ha de realizar una cuidadosa inspección de la zona por si existieran filtraciones en paredes y suelos o goteras en el techo. En ese caso se desalojará la zona hasta que el problema haya sido solucionado. Una vez separados los volúmenes daña­ dos, se trasladarán a una sala aislada, donde se procederá a su secado mediante exposición a una luz moderada y aireación regular. Las hojas serán pasadas periódi­ camente y con cuidado. Nunca se han de envolver en plásticos ni secar mediante calor, puesto que creariamos un microclima en el que, en pocas horas, se desarro­ llarán colonias de hongos y bacte­ rias que causarán mayores daños fisicos. Una vez secos, el ataque habrá remitido. La pigmentación no puede ser eliminada a menos que se realicen tratamientos quí­ micos muy costosos, ya que sólo deben ser realizados por restaura­ dores experimentados. Insectos. En caso de detectar volúmenes dañados por insectos no hay que dejarse dominar por el pánico. Se examinará cuidadosa­ mente la balda por si hubiera pequeños montoncillos de polvo que denoten una actividad recien­ te y se revisarán las estanterias para detectar galerias o serrín. Asimismo, se inspeccionarán paredes, techos y suelos por si existieran grietas. Esta revisión debe acentuarse en zonas húme­ das u oscuras y en los conductos de aire acondicionado. Se obser­ varán los ejemplares contiguos para determinar si se trata de una plaga o de un ejemplar aislado, si existen excrementos y huevos en la zona de la costura y en el inte­ rior del lomo. Si existen indivi­ duos en activo, será necesario lla­ mar a un especialista. Si sólo existen restos de la actividad, los ejemplares serán limpiados con ayuda de un aspirador suave por personal debidamente preparado y se mantendrá el volumen en observación. EDUCACION y BIBLIOTECA 78, 1997 - Luz. La importancia de la ilumi­ nación en la degradación química del papel es extraordinaria. Por ello nunca se deben dejar libros, grabados o dibujos expuestos a los rayos solares o a luces fluores­ centes. La iluminación ha de ser suficiente para localizar los ejem­ plares en las estanterias, mien­ tras que en las salas de consulta podrá aumentarse la potencia para una lectura cómoda. Siem­ pre que sea posible, es preferible utilizar fuentes incandescentes, menos perniciosas que las fluo­ rescentes. Humedad y calor. Es muy impor­ tante evitar el exceso de humedad ambiental y de temperaturas calurosas. Diversos organismos recomiendan internacionales tasas del 500A! de humedad relati­ va y de 20°C de temperatura pero, en la mayor parte de los casos, esto es imposible o incluso perni­ cioso. Por ello, una política alter­ nativa, más barata y efectiva es forzar la aireación de las habita­ ciones para evitar la formación de condensaciones o microclimas que puedan favorecer el desarro­ llo de moho. No son recomenda­ bles las estanterias cerradas y se debe mantener una separación con la pared para favorecer la aireación de los libros. Cuando se cuenta con recursos para la adquisición de un equipo de con­ trol ambiental es aconsejable pedir ayuda a un especialista o, en su defecto, con un comercial responsable que asesorará correctamente sobre complejo funcionamiento de los aparatos medidores, su calibración, alter­ nativas, etc. Existe Pseudo-restauraciones. una amplia literatura publicada en revistas y periódicos no espe­ cializados que recomienda el uso de productos que hace años están radicalmente rechazados a causa de los efectos destructivos que conllevan. Por ello, siempre es preferible consultar a un profesio­ nal antes de realizar cualquier reparación por muy sencilla que parezca. Reparaciones. Nunca se debe uti­ lizar celo para reparar una rotura, ni tan siquiera para sujetar un tejuelo. Los adhesivos son de baja estabilidad y al envejecer causan manchas grasientas. Es preferible 1541 tejuelar con papel engomado que se adhiere al humedecerlo. En las encuadernaciones de plástico se trabajará con cola de encuader­ nación. En el caso de roturas pueden emplearse cintas autoad­ hesivas de estabilidad comproba­ da disponibles en establecimien­ tos especializados (6). Consulta. Se redactarán unas normas de uso que permanezcan bien visibles e, incluso, un resu­ men en cada puesto de lectura. En este reglamento deben figurar recomendaciones de conservación claramente señaladas: prohibi­ ción expresa de consumir alimen­ tos o bebidas en las salas de con­ sulta o en las de almacenamiento y llamadas a la responsabilidad de los lectores para que no muti­ len o maltraten los ejemplares. Apoyarse en los libros, meter bolí­ grafos para marcar la página ade­ cuada o fotocopiar bruscamente puede tener graves consecuencias para la estabilidad de la costura. Asimismo se deberá controlar cada libro -especialmente cuando se trata de préstamo domiciliario­ antes de devolverlo a la estante­ ria. Se eliminarán todos los ele­ mentos extraños que pudiera haber en el interior como hojas de préstamo, anotaciones, post-U, etc. hojas con grapas o clips, etc. Encuadernación. La mayor parte de los daños fisicos presentes en los libros se producen una vez que la costura se ha deshecho. Si se trata de libros de hojas sueltas -costura americana- puede ser más barato adquirir otro ejem­ plar. Cuando sea necesario reen­ cuadernar el tomo, se darán ins­ trucciones precisas al encuader­ nador sobre el tipo de encuader­ nación que deseamos -las de piel son las más caras pero son las más resistentes-, y para que se abstenga de cizallar o guillotinar los cortes o el lomo. Colocación. Es muy importante colocar los libros adecuadamente en las estanterias. La ordenación por materias -por ejemplo la Cla­ sificación Decimal Universal­ causa desgastes más graves que la luz o el calor aunque, por des­ gracia, es la mejor forma de loca­ lizar los ejemplares en las biblio­ tecas de acceso libre. Siempre que sea posible, los ejemplares esta­ rán correctamente tallados, pues 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 ��. � Conservación del material bibliotecario " da- así como de empresas de res­ desiguales acaban defonnándose. tauración con experiencia en la Si no es posible, se procurará pro­ recuperación en caso de acciden­ teger de fonna adicional los mayo­ te General res y más débiles con sujetalibros Ejemplares dañados. Cuando un PGI·90/WS/7I. correlativos de especiales. En cuanto al número ejemplar esté seriamente dañado, de volúmenes en cada balda, filas será retirado de la circulación, muy apretadas dificultan el acce­ poniendo una copia a disposición so, del usuario, ya sea fotocopia o obligándonos a extraer los volúmenes tirando de la cabeza de pre­ - CHAPMAN. Patricia: Guldelines on fonnatos libros and seroation the archives París. - conseroa/ion polictes in and IIbraries UNESCO. CLAPP. de herilage. 1990. (Programa Información y UNISIST. F.: Anne worlcs on ari Curatorial care oJ baste procedu­ on paper: res Jor paper conservation. New York. Nlck Lyons. 1987. - CUNHA. George MarUn: CUNHA. Dorothy Grant: Conseroa/ion oJ Ilbrary microfilme. ma/erials. vols. 2 Metuchen. N. J. fonna que con el tiempo se daña Educación. Ha de concienciarse al la encuadernación. Los libros mal lector y a los usuarios de que su colocados están expuestos a la ayuda es necesaria para la con­ Dorothy fonnación de vicios y defonnacio­ servación de los fondos. Se colo­ conseroa/ion: nes que acaban repercutiendo en carán carteles alusivos al respeto Asslsted by S. E. Henderson. 2 vols. su con que deben ser tratados los estabilidad física. Por otra Scarecrow. 1971. CUNHA. George Grant: Martln; Ubrary 19805 CUNHA. and an d archives beyond. Metuchen. N.J. Scarecrow. 1983. - CURTIN. Bonnle Rose. (comp.); NAGARA parte, no hay que olvidar que las libros y de concienciación en par­ estanterías desordenadas invitan tes visibles. Una fonna de abara­ val stm/eg!c planning. a no colocar correctamente los tar los costes de la conservación nal Assoclation of Government Archi­ ejemplares. es la de fomentar campañas de Protección. Las colecciones de voluntarios en las que se realicen documentos GRASP: Guide ves - & and resources Jor archi­ Albany. Natio­ Records Admlnlstrators. 1991. DeCANDIDO. Robert: DeCANDIDO. Grace Anne: "Micro- preservation: con­ revistas y trabajos de limpieza, ordenación y panfletos se conservan perfecta­ protección a cambio de períodos Resources mente dentro de cajas de cartón, más largos de préstamo o ciertos 29. 1985. n° 2. págs. 151-160. preferiblemente no ácidas, aun­ beneficios en el uso de materiales que por su elevado precio se pue­ de uso restringido. den sueltos, utilizar otros sustituyan periódicamente. Car­ tones de las dimensiones adecua­ das (un poco mayores que el documento) en los planos y ata­ dos con un balduque de algodón o lino para improvisar una rudi­ mentaria encuadernación. Evita­ rá muchos daños en periódicos de Arsenlo Sánchez. laboratorio de Restau­ radón. Biblioteca Nadonal. • NOTAS: (1) CARRJÓN GÚ'I1EZ. Manuel. Manual de bibliotecas. 2" ed. Madrtd. fundación Germán Sánchez Rulperez. 1993. pág. 409. (2) Abell. Mllllcent: costly paper "Llbrartans chase". En bemoan Greenvllle (3) Es Importante señalar aquí la preocu­ SÚliestros. Elaborar un plan de pante falta de asignaturas relaciona­ das con la conservación en los planes de estudio de las escuelas de blbUote­ conomía y documentación. (4) Dos manuales útiles. aunque refertdos des de todo edificio público. Han a la de revisarse periódicamente los son: BRlSON. Jo: Técnicas dispositivos de a1anna y antlin­ gestión instalaciones: Libro: 51). y agua y electricidad, estado de las cubiertas, sótanos y bajantes. Será muy útil elaborar una ruta de evacuación de fondos con en general de gestión ción. Madrtd. fundación Germán Sán­ chez de blbllotecarta para bibliotecas y centros de inJonna­ cendio, así como el estado de las conducciones Rulpérez. 1992. (Biblioteca del MCCLURE. Gharles (el. al): Manual de plan!ficacfón para bibliotecas: sistemas Madrtd: y procedimientos. Germán Sánchez fundación Rulpérez. 1991. (BIblioteca del Libro). varias alternativas y se realizará En cuanto a manuales especiflcamen­ un listín telefónico de emergencia te centrados en la gestión de la con­ con los teléfonos de los responsa­ bles institucionales, así como de otras personas de utilidad: poli­ cia, bomberos, conservación, especialistas etc. en Es necesario contactar con empresas especiali­ zadas en control de plagas, en frío industrial -necesarias cuando el volumen de obras empapadas desborda la capacidad de res­ puesta de la biblioteca siniestra- EDUCACION y BIBLIOTECA - 78, 1997 Lols R.: "CAPES: sumary of achlevement". en a Jer­ New 26. 1993. vol. n° 3, servación existe una larga lista. pero se podría destacar el manual compila­ do por CURTIN. Bonnle Rose: vid. blbllogr. final. (5) CHAPMAN. Patricia. vid. blbUogr. final. págs. 2-3. (6) Las más conocidas son FIlmoplast P y Archiva! A1ds. archival preseroa/ion handbook. Bárbara. Ca. ABC-ClIo. 1991. and London. Ilbrarians. in Preseroa/ion librarles: pmctkles Jar Bowker Saur. 1993. rroplcs In Ubrary and Informa­ tlon Studles). - HARVEY. Ross: A Preseroatton in 11bmrles: Londres. reader. Bowker Saur, 1993. rroplcs In Ubrary and Informa­ tion Studles). - LOWRY. Marcia Duncan: Preservatton and conseroalion in /he small 11brary. Chlcago. Llbrary Admlnlstration Management Assoclation. and ALA. 1989. (Small Ubrary Publlcations. 15). MORROW. Carolyn TIte Gay: Clark; preserva/ion WALKER. challenge: A gulde lo conserving Ilbrary mater/als. Whlte Platns. N.Y. Knowledge Industry Publlcations. 1983. MORROW. Carolyn Clark; DYAL. Caro­ le: Conserva/ion /reatment procedures: A manual oJ Jor the step-by-step procedures maintenance and repair oJ IIbrary materials. Uttleton. CO. Ubra­ rtes Unllmlted. 1986. - NASLUND. Cheryl Terras: "Preservation programs In small academlc librarles·. en Operations handbook Jar B. McCabe. the editado por academ!c Ilbrary. Westport. smaU Gerard Greenwood. 1989. págs. 153-162. O'he Greenwood Ubrary Management Collection). RITZENTHALER. Mary Lynn: Preserving archives The and Soclety manuscrip/s. of Chlcago. American Archlvists. 1993. (Archlval Fundamental Sertes). - SMITH. Merrlly A. (ed.): Preserva/ion oJ BibUografta recomendada BOOMGAARDEN. media and Santa DePEW. John N.: A llbrary principies. strategies encuadernación está rota, el bal­ siniestros es una de las priorida­ DENSKY-WOLFF. - HARVEY. Ross: News. october 19. 1986. section B. ejemplar tirando de la cinta. Technical Servkles. vol. págs. 7-10. grandes dimensiones. Cuando la duque pennite la extracción del - and sey Librarles. materiales menos estables siempre que se servlng the small IIbrary". en Ubrary Wesley: "Preservation plannlng for the small speclal IIbrary". en Spec/al Ubrartes. vol. 76. 1985. n° 3. págs. 204-211. 1561 Ilbrary materials. ConJerence held a/ /he Na/ional Ubrary oJ Aus/rIa. Vienna. april Saur. 41). 7-10. 1986. 1987. (IFLA München. K. Publlcations. G. 40/