Conservación en bibliotecas de bajo presupuesto

Anuncio
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-
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-
tonservación del material bibliotecario
Conservación en bibliotecas
de bajo presupuesto
*
M
ARSENIO SÁNCHEZ
realiza en este tipo de insti­
gasto económico que ello conlle­
anuel Canión aftnna en
rio se
su conocido manual que
tuciones
educador
va- cuando desde los diferentes
la
debe ser correctamente valorado.
niveles del trabajo bibliotecario se
Un lector poco responsable no
han omitido responsabilidades en
conservación
de
la
colección no es la fun­
ción fundamental de la bibliote­
dudará
y
en
su
papel
marcar una página
materia de conservación.
pero que es imprescindible
interesante en un texto del siglo
¿Es posible realizar un trabajo
( 1). Sin
XIX si sistemáticamente ha veni­
efectivo
una correcta conservación. todo
do haciéndolo desde siempre en
biblioteca puede contar con un
trabajo. todo esfuerzo. carece de
las bibliotecas en las que ha tra­
programa de conservación adap­
sentido. Diariamente. cientos de
bajado. o consultará repertorios
tado a sus necesidades con ópti­
libros
bibliográficos
mos resultados. Los trabajos que
ca.
para realizar las demás
se
degradan
lentamente
valiosos
con
el
sin
dinero?
Cualquier
en sus estantes. Cada minuto.
mismo cuidado que maneja la
mayor beneficio
las
guía telefónica de una estación de
colecciones son baratos o incluso
inversiones
deprecian.
La
económicas
alteración.
se
ese
insidioso enemigo de la cultura
reportan a las
autobuses.
no cuestan nada siempre que se
La conservación es hoy en día.
realicen antes de que los ejempla­
escrita. avanza lenta pero inexo­
más
una
res resulten dañados. Cuando el
rablemente
ante
la
mirada
incrédula de responsables y
necesidad. Las pérdidas económi­
cas causadas por el desgaste fisi­
desgaste se ha producido. se pue­
usuarios de las colecciones.
co
mientos que abarcan desde una
1986 se estimó que cerca de
76 millones de libros de los Esta­
ingentes cantidades que podrían
simple reparación a una restaura­
dedicarse a completar colecciones
ción completa. Si hemos de recu­
En
que
de
una obligación.
los
ejemplares
suman
den aplicar una serie de procedi­
dos Unidos estaban literalmente
o a mejorar el servicio prestado al
rrir a la última es que el proceso
convertidos en polvo (2). En Espa­
usuario y debe ser practicada por
de conservación ha fallado.
ña no se ha estimado aún el volu­
todas las bibliotecas en la medida
costo
men
de sus posibiJidades.
La idea de la incapacidad para
de documentos en
malas
condiciones. pero el problema no
de
manual
restauración
moderno
de
de
El
un
Historia
puede ser tan alto como el de un
impreso del diecisiete o el de un
puede ser desdeñado y. posible­
desarrollar un programa de con­
mente. sea más grave de lo que
servación en bibliotecas de recur­
incunable. Por ello se deben pre­
parece a simple vista. Pocas son
sos reducidos. e incluso en las
ver las causas de alteración antes
de que se produzcan y crear una
las grandes bibliotecas o archivos
grandes.
históricos que
importantes
poseen laborato­
parte
de
dos
tópicos
sobre responsabili­
política adecuada
a
los presu­
puestos disponibles.
los que. con suerte. tienen más de
dad y coste.
¿Quién es responsable de la con­
dos personas empleadas en traba­
servación? La respuesta es senci­
¿Que es el deterioro?
jos de conservación. Si tenemos
lla: todos. La imagen tradicional
de que únicamente restauradores
y encuadernadores pueden hacer
El desconocimiento de las causas
de alteración y. lo que es peor. de
las consecuencias que una acción
rios de restauración y menos aún
en cuenta el elevado número de
instituciones
importantes
que
carecen de los más elementales
algo por evitar el deterioro es ine­
errónea puede conllevar.
servicios dedicados al
xacta y muy perniciosa. La lucha
contra la alteración comienza por
graves daños en las colecciones
manteni­
miento fisico de las colecciones.
el bibliotecario.
que
destina
el
causa
bibliográficas. En nuestro labora­
torio se reciben continuas llama­
pensar en una política de este tipo
en bibliotecas medias o modestas
lugar adecuado y posición correc­
das de otros centros que. por 10
puede parecer. más que una uto­
ta a un ejemplar. pasa por el
general. piden respuestas senci­
pía. una entelequia.
mozo que lo maneja cuidadosa­
llas a problemas que exigen solu­
Sin embargo. las pequeñas biblio­
mente al extraerlo de la estantería
y servirlo al lector y finaliza en
ciones
tecas pueden y deben representar
un papel esencial en la preserva­
ción del patrimonio bibliográfico
éste. que evita apoyarse en el libro
abierto. La encuadernación. la
español. El primer acercamiento
restauración o la sustitución son
del usuario al mundo biblioteca-
las únicas
EDUCACION y BIBLIOTECA - 78. 1997
alternativas -con el
1521
enonnemente
complejas.
Por ello. el bibliotecario. el mejor
conocedor de los problemas de los
fondos de los que es responsable.
debe procurar unas medidas de
seguridad minimas que impidan
r--_
Conservación del material bibliotecario
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.
. .
.
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'
el menoscabo de los ejemplares.
tura. iluminación casi constante y
nación de los ejemplares dañados
Para ello ha de contar con unos
uso
los
supondrá un desembolso relativa­
conocimientos técnicos mínimos
problemas químicos y fisicos en
mente alto que no siempre podrá
que le pennltan constatar los pro­
los soportes.
ser realizado. Pero si son retira­
blemas desde su apartción y juz­
El responsable de la conservación
dos de la sala
gar los medios más
debe
cuando
adecuados
(3).
intensivo.
valorar
predominan
el
estado
de
las
se
y servidos sólo
solicitan
de
forma
colecciones. examinar el edificio.
expresa. con una protección míni­
Todos los materiales sufren con el
sus instalaciones y las rutinas de
ma menos costosa y controlando
tiempo una serie de modificacio­
trabajo que producen los daños
su consulta. podremos conservar
nes que alteran sus caracteris­
observados.
un mayor número de obras. Otro
para reducir su impacto
En el momento en
ticas ortginales. Cuando suponen
que comienza a conocer los meca­
ejemplo
un
nismos que producen los desgas­
ejemplares en cajas no ácidas. Por
material. se dice que han sufrido
tes ya tendrá la
el precio de una en este material
un detertoro. Mecanismos suma­
para desarrollar un programa de
se pueden comprar diez de cartón
mente
conservación.
normal y sustituirlas
riesgo
para
complejos
su
estabilidad
gobiernan los
procesos de descomposición de la
primera pieza
sería la
protección
al
de
cabo de
diez años. Por ello. el encargado
de la conservación debe estudiar
única y los factores de degrada­
Conservación en
bibliotecas de
presupuesto reducido.
ción se entremezclan y "colabo­
Dos leyes fundamentales rtgen el
y
ran" desestabilizando el material.
trabajo de conservación: gestión
menor
Sin embargo. las causas de des­
correcta
mayores beneficios.
trucción pueden ser englobadas
entendida como la administración
materia. No existe una sola causa
de alteración. ni una alteración
y
simplicidad. Gestión
en tres categorias generales:
correcta de los recursos de fonna
Ffsicas. las más habituales y apa­
que resulten efectivos
(4).
Para
con cuidado las políticas a adop­
tar. ver su impacto en la colección
seleccionar
las
costo
que
con un
pueden
aportar
Directrices para una
correcta conservación.
recen como consecuencia de una
ello se han de establecer una serte
incorrecta
de prioridades partiendo de tres
debe analizar sus propios proble­
premisas
mas y establecer una política de
manipulación
de
la
obra. a causa de reacciones quí­
clave: tipo y
volumen
A pesar de que cada biblioteca
micas o de ataques biológicos que
de adquisiciones. el lapso de tiem­
conservación
provocan un debilitamiento par­
po en el que estarán a disposición
una serie de políticas generales
cial o total del ejemplar.
del público y fmalidad de la colec­
que deben aplicarse en todo tipo
Químicas. responsables de trans­
ción
fonnaciones moleculares en los
dir la relación coste-beneficio y
limpieza. El polvo que se deposi­
disponibilidad
ta en las estanterías y los libros
objetos y que redundan en la con­
sistencia
del
A largo
soporte.
plazo se traducen en pérdidas.
(5).
Además. habría que aña­
política
de
de
personal.
conservación.
La
a medida.
existen
de colecciones.
por
contiene sustancias muy perjudi­
tanto. debe configurarse a medida
ciales: esporas de hongos. partí­
alteraciones en la grafia y cam­
de la Institución. siendo muy dife­
culas oxidantes e incluso huevos
bios de color en el objeto. En la
rentes las directrices adoptadas
de insectos. Eliminarlo periódica­
mayor parte de los casos. la alte­
por una biblioteca universltarta y
mente es una de las más efectivas
ración quimica supone una pérdi­
una escolar. o por una nacional y
políticas
da irreversible de las caracterís­
una municipal. Posiblemente sea
estantes han de ser limpiados con
ticas originales.
una sola la persona encargada de
gamuzas o trapos de algodón en
Biológicas. tercer gran grupo de
la conservación y a la vez tendrá
seco. En casos de extrema sucie­
dad pueden ser humedecidos con
en
conservación.
Los
causas de degradación que supo­
que simultanear estas labores con
nen el consumo de los soportes o
las de catalogación. ordenación y
agua. pero nunca se emplearán
de los elementos sustentados por
atención
lejías o detergentes comerciales.
parte de los organismos parásitos.
casos su dedicación será mínima.
En cuanto a los libros. intentar
Dependiendo
pero ello no debe desanimarle.
limpiar los ejemplares con fuertes
mas internos de los matertales o
pues
se ve
sacudidas o cepillándolos enérgi­
del medio ambiente en el que se
rápidamente gratificado.
camente. es peligroso e ineficaz.
encuentren las obras. las causas
La política de conservación debe
las costuras pueden reventarse y,
de alteración se manifestarán con
ser realista. Partiendo de las pre­
en el caso de contaminaciones
diversas intensidades. Así. en los
misas anteriores hay que simplifi­
biológicas. las esporas se esparci­
archivos y fondos bibliográficos
car lo máximo posible. abarcando
rán por toda la habitación deposi­
tándose sobre otros ejemplares.
de
ciertos
proble­
al
público.
cualquier
En
esfuerzo
estos
antiguos. realizados con materta­
programas sencillos y coordina­
les estables como el pergamino o
dos.
inabarcables.
Es suficiente repasar los cortes
el papel de trapos y conservados
costosos e inútiles pueden llevar
con un aspirador que permita una
en ambientes cerrados al público
al traste una política de conserva­
succión suave. habiendo protegi­
predominan problemas biolÓgicos
ción y. 10 que es peor. los gastos
do previamente la boquilla con
y fisicos. Mientras. en el matertal
se convierten en dinero tirado por
una malla de nylon o Iycra. El uso
Proyectos.
moderno. muy inestable química­
la ventana al superar las inversio­
de gomas de borrar o de sustan­
mente
salas
nes realizadas a los resultados
cias
abiertas al público. con grandes
obtenidos. Por ejemplo. en una
expertas puede dañar irremedia­
cambios de humedad y tempera-
sala de libre acceso. la encuader-
blemente los pigmentos de textos
y
depositado
en
1531
líquidas
por personas no
EDUCACION y BIBLIOTECA
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78. 1997
/
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Conservación del material bibliotecario
e ilustraciones, el papel y las
encuadernaciones.
Moho. Si se descubre algún libro
con ataque activo de moho -cuan­
do esté húmedo-, es necesario
aislarlo del resto y revisar los
ejemplares contiguos, pues pro­
bablemente también estarán con­
taminados. Se ha de realizar una
cuidadosa inspección de la zona
por si existieran filtraciones en
paredes y suelos o goteras en el
techo. En ese caso se desalojará
la zona hasta que el problema
haya sido solucionado. Una vez
separados los volúmenes daña­
dos, se trasladarán a una sala
aislada, donde se procederá a su
secado mediante exposición a una
luz moderada y aireación regular.
Las hojas serán pasadas periódi­
camente y con cuidado. Nunca se
han de envolver en plásticos ni
secar mediante calor, puesto que
creariamos un microclima en el
que, en pocas horas, se desarro­
llarán colonias de hongos y bacte­
rias que causarán mayores daños
fisicos. Una vez secos, el ataque
habrá remitido. La pigmentación
no puede ser eliminada a menos
que se realicen tratamientos quí­
micos muy costosos, ya que sólo
deben ser realizados por restaura­
dores experimentados.
Insectos. En caso de detectar
volúmenes dañados por insectos
no hay que dejarse dominar por el
pánico. Se examinará cuidadosa­
mente la balda por si hubiera
pequeños montoncillos de polvo
que denoten una actividad recien­
te y se revisarán las estanterias
para detectar galerias o serrín.
Asimismo, se inspeccionarán
paredes, techos y suelos por si
existieran grietas. Esta revisión
debe acentuarse en zonas húme­
das u oscuras y en los conductos
de aire acondicionado. Se obser­
varán los ejemplares contiguos
para determinar si se trata de una
plaga o de un ejemplar aislado, si
existen excrementos y huevos en
la zona de la costura y en el inte­
rior del lomo. Si existen indivi­
duos en activo, será necesario lla­
mar a un especialista. Si sólo
existen restos de la actividad, los
ejemplares serán limpiados con
ayuda de un aspirador suave por
personal debidamente preparado
y se mantendrá el volumen en
observación.
EDUCACION y BIBLIOTECA 78, 1997
-
Luz. La importancia de la ilumi­
nación en la degradación química
del papel es extraordinaria. Por
ello nunca se deben dejar libros,
grabados o dibujos expuestos a
los rayos solares o a luces fluores­
centes. La iluminación ha de ser
suficiente para localizar los ejem­
plares en las estanterias, mien­
tras que en las salas de consulta
podrá aumentarse la potencia
para una lectura cómoda. Siem­
pre que sea posible, es preferible
utilizar fuentes incandescentes,
menos perniciosas que las fluo­
rescentes.
Humedad y calor. Es muy impor­
tante evitar el exceso de humedad
ambiental y de temperaturas
calurosas. Diversos organismos
recomiendan
internacionales
tasas del 500A! de humedad relati­
va y de 20°C de temperatura pero,
en la mayor parte de los casos,
esto es imposible o incluso perni­
cioso. Por ello, una política alter­
nativa, más barata y efectiva es
forzar la aireación de las habita­
ciones para evitar la formación de
condensaciones o microclimas
que puedan favorecer el desarro­
llo de moho. No son recomenda­
bles las estanterias cerradas y se
debe mantener una separación
con la pared para favorecer la
aireación de los libros. Cuando se
cuenta con recursos para la
adquisición de un equipo de con­
trol ambiental es aconsejable
pedir ayuda a un especialista o,
en su defecto, con un comercial
responsable
que
asesorará
correctamente sobre complejo
funcionamiento de los aparatos
medidores, su calibración, alter­
nativas, etc.
Existe
Pseudo-restauraciones.
una amplia literatura publicada
en revistas y periódicos no espe­
cializados que recomienda el uso
de productos que hace años están
radicalmente rechazados a causa
de los efectos destructivos que
conllevan. Por ello, siempre es
preferible consultar a un profesio­
nal antes de realizar cualquier
reparación por muy sencilla que
parezca.
Reparaciones. Nunca se debe uti­
lizar celo para reparar una rotura,
ni tan siquiera para sujetar un
tejuelo. Los adhesivos son de baja
estabilidad y al envejecer causan
manchas grasientas. Es preferible
1541
tejuelar con papel engomado que
se adhiere al humedecerlo. En las
encuadernaciones de plástico se
trabajará con cola de encuader­
nación. En el caso de roturas
pueden emplearse cintas autoad­
hesivas de estabilidad comproba­
da disponibles en establecimien­
tos especializados (6).
Consulta. Se redactarán unas
normas de uso que permanezcan
bien visibles e, incluso, un resu­
men en cada puesto de lectura.
En este reglamento deben figurar
recomendaciones de conservación
claramente señaladas:
prohibi­
ción expresa de consumir alimen­
tos o bebidas en las salas de con­
sulta o en las de almacenamiento
y llamadas a la responsabilidad
de los lectores para que no muti­
len o maltraten los ejemplares.
Apoyarse en los libros, meter bolí­
grafos para marcar la página ade­
cuada o fotocopiar bruscamente
puede tener graves consecuencias
para la estabilidad de la costura.
Asimismo se deberá controlar
cada libro -especialmente cuando
se trata de préstamo domiciliario­
antes de devolverlo a la estante­
ria. Se eliminarán todos los ele­
mentos extraños que pudiera
haber en el interior como hojas de
préstamo, anotaciones, post-U,
etc. hojas con grapas o clips, etc.
Encuadernación. La mayor parte
de los daños fisicos presentes en
los libros se producen una vez
que la costura se ha deshecho. Si
se trata de libros de hojas sueltas
-costura americana- puede ser
más barato adquirir otro ejem­
plar. Cuando sea necesario reen­
cuadernar el tomo, se darán ins­
trucciones precisas al encuader­
nador sobre el tipo de encuader­
nación que deseamos -las de piel
son las más caras pero son las
más resistentes-, y para que se
abstenga de cizallar o guillotinar
los cortes o el lomo.
Colocación. Es muy importante
colocar los libros adecuadamente
en las estanterias. La ordenación
por materias -por ejemplo la Cla­
sificación Decimal Universal­
causa desgastes más graves que
la luz o el calor aunque, por des­
gracia, es la mejor forma de loca­
lizar los ejemplares en las biblio­
tecas de acceso libre. Siempre que
sea posible, los ejemplares esta­
rán correctamente tallados, pues
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1
1
��.
�
Conservación del material bibliotecario
"
da- así como de empresas de res­
desiguales acaban defonnándose.
tauración con experiencia en la
Si no es posible, se procurará pro­
recuperación en caso de acciden­
teger de fonna adicional los mayo­
te
General
res y más débiles con sujetalibros
Ejemplares dañados. Cuando un
PGI·90/WS/7I.
correlativos
de
especiales. En cuanto al número
ejemplar esté seriamente dañado,
de volúmenes en cada balda, filas
será retirado de la circulación,
muy apretadas dificultan el acce­
poniendo una copia a disposición
so,
del usuario, ya sea fotocopia o
obligándonos
a
extraer
los
volúmenes tirando de la cabeza de
pre­
- CHAPMAN. Patricia: Guldelines on
fonnatos
libros
and
seroation
the
archives
París.
-
conseroa/ion polictes in
and
IIbraries
UNESCO.
CLAPP.
de
herilage.
1990.
(Programa
Información
y UNISIST.
F.:
Anne
worlcs on ari
Curatorial
care oJ
baste
procedu­
on paper:
res Jor paper conservation. New York.
Nlck Lyons. 1987.
-
CUNHA.
George
MarUn:
CUNHA.
Dorothy Grant: Conseroa/ion oJ Ilbrary
microfilme.
ma/erials.
vols.
2
Metuchen.
N. J.
fonna que con el tiempo se daña
Educación. Ha de concienciarse al
la encuadernación. Los libros mal
lector y a los usuarios de que su
colocados están expuestos a la
ayuda es necesaria para la con­
Dorothy
fonnación de vicios y defonnacio­
servación de los fondos. Se colo­
conseroa/ion:
nes que acaban repercutiendo en
carán carteles alusivos al respeto
Asslsted by S. E. Henderson. 2 vols.
su
con que deben ser tratados los
estabilidad
física.
Por
otra
Scarecrow. 1971.
CUNHA.
George
Grant:
Martln;
Ubrary
19805
CUNHA.
and
an d
archives
beyond.
Metuchen. N.J. Scarecrow. 1983.
- CURTIN. Bonnle Rose. (comp.); NAGARA
parte, no hay que olvidar que las
libros y de concienciación en par­
estanterías desordenadas invitan
tes visibles. Una fonna de abara­
val stm/eg!c planning.
a no colocar correctamente los
tar los costes de la conservación
nal Assoclation of Government Archi­
ejemplares.
es la de fomentar campañas de
Protección. Las colecciones de
voluntarios en las que se realicen
documentos
GRASP: Guide
ves
-
&
and
resources Jor archi­
Albany. Natio­
Records Admlnlstrators. 1991.
DeCANDIDO.
Robert:
DeCANDIDO.
Grace Anne: "Micro- preservation: con­
revistas y
trabajos de limpieza, ordenación y
panfletos se conservan perfecta­
protección a cambio de períodos
Resources
mente dentro de cajas de cartón,
más largos de préstamo o ciertos
29. 1985. n° 2. págs. 151-160.
preferiblemente no ácidas, aun­
beneficios en el uso de materiales
que por su elevado precio se pue­
de uso restringido.
den
sueltos,
utilizar
otros
sustituyan periódicamente.
Car­
tones de las dimensiones adecua­
das
(un
poco
mayores
que
el
documento) en los planos y ata­
dos con un balduque de algodón o
lino para improvisar una rudi­
mentaria encuadernación. Evita­
rá muchos daños en periódicos de
Arsenlo Sánchez. laboratorio de Restau­
radón. Biblioteca Nadonal.
•
NOTAS:
(1) CARRJÓN GÚ'I1EZ. Manuel. Manual de
bibliotecas. 2" ed. Madrtd. fundación
Germán Sánchez Rulperez. 1993. pág.
409.
(2)
Abell.
Mllllcent:
costly
paper
"Llbrartans
chase".
En
bemoan
Greenvllle
(3) Es Importante señalar aquí la preocu­
SÚliestros. Elaborar un plan de
pante falta de asignaturas relaciona­
das con la conservación en los planes
de estudio de las escuelas de blbUote­
conomía y documentación.
(4) Dos manuales útiles. aunque refertdos
des de todo edificio público. Han
a la
de revisarse periódicamente los
son: BRlSON. Jo: Técnicas
dispositivos de a1anna y antlin­
gestión
instalaciones:
Libro: 51). y
agua y electricidad, estado de las
cubiertas,
sótanos y
bajantes.
Será muy útil elaborar una ruta
de
evacuación
de
fondos
con
en general
de
gestión
ción. Madrtd. fundación Germán Sán­
chez
de
blbllotecarta
para bibliotecas y centros de inJonna­
cendio, así como el estado de las
conducciones
Rulpérez.
1992. (Biblioteca del
MCCLURE. Gharles (el. al):
Manual de
plan!ficacfón para bibliotecas: sistemas
Madrtd:
y procedimientos.
Germán
Sánchez
fundación
Rulpérez.
1991.
(BIblioteca del Libro).
varias alternativas y se realizará
En cuanto a manuales especiflcamen­
un listín telefónico de emergencia
te centrados en la gestión de la con­
con los teléfonos de los responsa­
bles institucionales, así como de
otras personas de utilidad: poli­
cia,
bomberos,
conservación,
especialistas
etc.
en
Es necesario
contactar con empresas especiali­
zadas en control de plagas, en frío
industrial -necesarias cuando el
volumen
de
obras
empapadas
desborda
la
capacidad
de
res­
puesta de la biblioteca siniestra-
EDUCACION y BIBLIOTECA - 78, 1997
Lols R.:
"CAPES:
sumary of achlevement". en
a
Jer­
New
26. 1993.
vol.
n°
3,
servación existe una larga lista.
pero
se podría destacar el manual compila­
do
por
CURTIN.
Bonnle
Rose:
vid.
blbllogr. final.
(5) CHAPMAN. Patricia. vid. blbUogr. final.
págs. 2-3.
(6) Las
más conocidas son
FIlmoplast P
y Archiva! A1ds.
archival preseroa/ion handbook.
Bárbara. Ca. ABC-ClIo. 1991.
and
London.
Ilbrarians.
in
Preseroa/ion
librarles:
pmctkles Jar
Bowker
Saur.
1993. rroplcs In Ubrary and Informa­
tlon Studles).
- HARVEY. Ross:
A
Preseroatton in 11bmrles:
Londres.
reader.
Bowker
Saur,
1993. rroplcs In Ubrary and Informa­
tion Studles).
- LOWRY. Marcia Duncan: Preservatton
and conseroalion in /he small 11brary.
Chlcago.
Llbrary
Admlnlstration
Management Assoclation.
and
ALA. 1989.
(Small Ubrary Publlcations. 15).
MORROW.
Carolyn
TIte
Gay:
Clark;
preserva/ion
WALKER.
challenge:
A
gulde lo conserving Ilbrary mater/als.
Whlte Platns. N.Y. Knowledge Industry
Publlcations. 1983.
MORROW. Carolyn Clark; DYAL. Caro­
le:
Conserva/ion /reatment procedures:
A manual oJ
Jor
the
step-by-step procedures
maintenance
and
repair
oJ
IIbrary materials. Uttleton. CO. Ubra­
rtes Unllmlted. 1986.
- NASLUND. Cheryl Terras: "Preservation
programs In small academlc librarles·.
en Operations handbook Jar
B.
McCabe.
the
editado por
academ!c Ilbrary.
Westport.
smaU
Gerard
Greenwood.
1989. págs. 153-162. O'he Greenwood
Ubrary Management Collection).
RITZENTHALER. Mary Lynn: Preserving
archives
The
and
Soclety
manuscrip/s.
of
Chlcago.
American Archlvists.
1993. (Archlval Fundamental Sertes).
- SMITH. Merrlly A. (ed.): Preserva/ion oJ
BibUografta recomendada
BOOMGAARDEN.
media and
Santa
DePEW. John N.: A llbrary
principies. strategies
encuadernación está rota, el bal­
siniestros es una de las priorida­
DENSKY-WOLFF.
- HARVEY. Ross:
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