::QO. •oO" DIRECCIÓN U L Q H M l W f ^ W l f B E • • • • B B ADMINISTRACIÓN P I A M O N T E , 2 (Casa del Pueblo) TELÉFONO • 95024 Franqueo concertado 1 H Órgano de la Federación local de Obreros de la Industria de la Edificación de Madrid y sus limítrofes :: . . : 0 : . . •: A ñ o III A P A R E C E M A D R I D , t«::::::><:nK::!:::s Páginas M E N S U A L - M E N T E 16 D E .N O V I E M B R E sangrientas D E1 9 3 0 del c a p i t a l i s m o en » ::ío«-o;:: N Ü M . 3 3 Madrid una casa en construcción perecieron cuatro trabajadores y otros resultaron m e n t e hilos En el entierro de las víctimas la fuerza pública mató a dos obreros e hirió a otros muchos. Como protesta contra la violencia gubernativa hubo tres días de huelga general en Madrid. Eterno sacrificio triste actualidad el h u n d i m i e n t o de afán, salvar las vidas de muchos la c a s a sita e n e l número 36 de la camaradas nuestros, q u e s o n la eterna víctima en estas catástrofes, calle de A l o n s o C a n o . P e r o queremos insistir, p o r las y velar también p o r el decoro prorazones q u e apuntamos, en que l a fesional de los oficios de l a edien los que quisiéramos m a y o r responsabilidad d e estos ficación, vergonzosos sucesos alcanza a los que cada obrero fuera un artífice arquitectos, c o m o tales técnicos d i - enamorado de su profesión, que la rectores de l a s obras, y que son ejerciera con el o r g u l l o profesional ellos, colectivamente, los q u e de- de los alarifes que construyeron ben realizar esfuerzos supremos los hermosos palacios y las mezp a r a que n o se repitan estos c a - quitas árabes que se a d m i r a n en sos, que r e d u n d a n desde luego en Andalucía, o de los artesanos que desprestigio de l a profesión de más edificaron las suntuosas casonas elevada categoría d e n t r o de l a i n - solariegas de C a s t i l l a y las gótidustria de l a edificación. N o des- cas catedrales de l a E d a d M e d i a . . . conocemos l o que hace y a l a Socie- Y a comprendemos que esto es m u dad C e n t r a l de A r q u i t e c t o s c u a n - cho pedir e n l a época que atravedo l a i n v i t a m o s a que compruebe samos de mercantilismo capitalisnuestras denuncias. P e r o esto no ta. Pero lo menos que podemos basta. H a y que proceder c o n más e x i g i r de todos es que se tenga r i g o r c o n los malos arquitectos. respeto a l a v i d a h u m a n a y que H a y que desenmascararlos. H a y se considere que l a d e l más h u m i l que acabar c o n e l g r u p o de los de trabajador vale por lo menos «firmones», categoría que v a pre- tanto c o m o l a d e l más encopetado gonando decadencia profesional en capitalista. la A r q u i t e c t u r a . . . Y esto es lo que estamos disDeseamos que nuestras palabras puestos a e x i g i r y a imponer, como sean rectamente interpretadas, por- sea, con l a protesta mesurada que no las i n s p i r a n i n g u n a inten- y también con l a protesta vioción de hostilidad personal hacia lenta cuando no se atiendan nueslos arquitectos n i h a c i a nadie. N o s tras razonables demandas de jusinteresa, eso sí, con nobilísimo ticia. D e nuevo, o t r a casa h u n d i d a , y unas cuantas tnás v i d a s de t r a b a jadores inmoladas ante l a insaciable c o d i c i a d e l c a p i t a l i s m o . U n a t r a g e d i a h o r r e n d a p a r a las f a m i lias que h a n perdido a sus seres queridos, a las cuales nada puede compensar de l a desaparición de los que sostenían y a n i m a b a n sus hogares. A h o r a suenan en las pág i n a s de los grandes d i a r i o s d e l c a p i t a l i s m o unas voces de protesta c o n t r a lo sucedido y de conmiseración p a r a las víctimas. L a c a r i d a d b u r g u e s a , p o r medio de sus corporaciones oficiales, destinará unas cuantas pesetas a socorrer a las viudas y a los huérfanos. B i e n está. L a l l a m a d a j u s t i c i a cumplirá lentamente s u misión. Conocemos f a m o sísimos fallos e n casos semejantes, de hundimientos c o m o e l d e l tercer depósito d e l C a n a l , donde u n técnico, tenido p o r ilustre, achacó a l s o l l a responsabilidad de lo ocur r i d o . A h o r a tampoco faltarán r a zones legales n i técnicos ilustres que defiendan a los culpables. P a s a r á n unos meses, quizá solamente unas semanas, y la o p i nión, distraída c o n nuevos acontecimientos sociales o políticos, h a - IIIIIIIIMIIIIIIIlllllllllilIlllllllllItlIllUllllllllllllllllllllllllim brá dado a l o l v i d o las víctimas de esta t r a g e d i a . N o s o t r o s , nuestras organizaciones y nuestros periódi- «Casas de la muercos obreros, mantendremos encen- te» deberían llad i d a l a protesta c o n t r a l a acción marse estas consc r i m i n a l de los mercachifles cons- trucciones, p o c o tructores y de sus cómplices, los más consistentes técnicos salidos de las U n i v e r s i d a - que los castillos de des y de las Escuelas de A r q u i t e c - naipes y desde luet u r a . . . D e n u n c i a r e m o s l a s casas go más feas y trisque se tienen e n pie algún tiempo tes que los edifipor p u r a c a s u a l i d a d , y se nos ame- cios que en sus nazará — c o m o a h o r a h a Sucedi- juegos proyecta la d o — c o n querellas p o r injuria y encantadora imac a l u m n i a . N o d a más de sí este ginación de los nic o r r o m p i d o régimen c a p i t a l i s t a y ños. Todo es ficsus instituciones clericales y m o - ción y mentira en nárquicas. Y l a corrupción alcanza estas obras típicas no sólo a los contratistas especu- de la moral capitaladores — que persiguen hacerse lista. Sólo importa ricos en pocos años construyendo dar una apariencia casas inhabitables, en las que pe- externa de lujo a recen muchas veces los obreros y la fachada. E l inque constituyen siempre u n peligro terior—que el hung r a v í s i m o p a r a los inquilinos que dimiento ha pueshan de ocuparlas — , sino también to al descubierto y a los técnicos, a los arquitectos, en el que trabajan que h a n elegido u n a profesión h o - afanosos los heroinorable y que h a n cursado estu- cos bomberos padios superiores, no p a r a someterse ra extraer los cuera l a b r u t a l i d a d de los contratistas, pos destrozados de que tienen p o r suprema finalidad los t r a b a j a d o r e s la de convertirse en «nuevos r i - descubre toda la cos», sino p a r a imponer l a sobe- ruindad de estos ranía de l a ciencia, ante l a cual n o nichos obscuros, en debe prevalecer l a torpe a v a r i c i a que han de amonni imperar otro criterio directivo tonarse las famique el d e l arquitecto, director úni- lias de los obreros c o e n l a o b r a , y , p o r tanto, el que o empleados que más responsabilidad tiene- de c u a n - viven de un reducido salario. Por los to suceda en l a m i s m a . patios, estrechos y Q u e r e m o s t r i b u t a r a los a r q u i - profundos c o m o tectos todo el honor que ellos me- pozos y malolienrecen, considerándolos como es- tes como cloacas, clarecidos trabajadores, de los cua- no penetra jamás les somos nosotros, en distinto pla- la luz del sol, y las no profesional, compañeros m u y criaturas se marmodestos. L o que n o queremos es chitan y convierten confundirlos c o n l a ralea de contra- en pobres flores tistas de obras y de patronos i m p r o - amarillas de tubervisados, que no sienten ningún c a - culosis. Todos han riño hacia las artes de l a edificación especulado con la y que sólo piensan en hacerse r i - casa: Primero fué cos, s i n escrúpulo m o r a l ninguno el propietario del que los detenga en s u loca ca- terreno, q u e lo r r e r a n i consideración h u m a n i t a - compró por unos ria hacia los males irreparables que céntimos el p i e pueden causar c o n s u c r i m i n a l con- cuando era tierra d u c t a . P a r a los arquitectos — y de labor y que lo también p a r a los patronos de bue- ha vendido realin a fe — toda nuestra considera- zando una enorme ción, y p o r eso m i s m o u n criterio ganancia. Después de implacable severidad cuando vino el contratisapreciamos q u e s o n culpables, por ta, codicioso y tori n c u m p l i m i e n t o de s u deber, de pe, que se entrega que o c u r r a n catástrofes como las a la usura d e I que lamentamos c o n demasiada préstamo hipotecafrecuencia, y a las que ha dado A h o r a estamos de duelo por los cuatro trabajadores muertos en l a calle de A l o n s o C a n o — y a l a vez por los que m u r i e r o n sacrificados por l a violencia de l a fuerza pública en el entierro de las citadas víctimas — , y conservamos el recuerdo de los que perecieron en el tercer depósito, en l a F l o r a l i a y en tantas y tantas o b r a s ; pero todo ello no acobarda nuestro ánimo ni afloja nuestra v o l u n t a d a l pedir que se h a g a j u s t i c i a y que se i m p o n g a n las merecidas sanciones a los culpables de estos hechos sangrientos. Tenemos confianza en nosotros m i s m o s , en l a fuerza creciente de nuestras organizaciones, en l a más depurada educación de los trabajadores y en que no se nos h a de negar la cooperación que solicitamos de las personas honradas, cualquiera que sea su categoría social, y principalmente de los arquitectos. Tenemos esperanza y tenemos fe en que pueden reducirse o casi desaparecer estas catástrofes y librar a la H u m a n i dad de. muchos dolores inútiles y evitables. Q u e cese de u n a vez para siempre lo que hasta a h o r a ha sido el eterno sacrificio de los trabajadores. L a Federación Local de la Edificación tro embaldosador y antiguo militanante el hundimiento de la casa de te en la Sociedad de su oficio, de la la calle de Alonso Cano. que fué presidente; Eduardo Beri- güete, Luciano Díaz y José Mas. Heridos resultaron Arsenio L i z a na, peón de mano, al que se pudo salvar después de estar cuatro horas metido entre los escombros; Manuel Delgado V a l , Francisco García R o dríguez, Lorenzo Soriano Vidal y Evaristo Marcóte Monterroso, todos los cuales sufrían graves heridas. Con la intervención de los bomberos, que realizaron una heroica tarea, digna de los mayores elogios, se prestó auxilio a las víctimas de esta catástrofe, y hubo necesidad de derrumbrar los tres pisos altos que habían quedado en pie y que ameE l hundimiento se había producido nazaban un rápido hundimiento. Ante el juez hizo constar nuestro en la parte medianera posterior de la casa, que consta de siete pisos, de los compañero Manuel Muiño que l a cuales sólo quedaron en pie los tres obra se realizaba en malas condiciomás altos, y éstos ofreciendo inminen- nes y que la Federación Local se hate pelibro de venir a tierra y causar bía dirigido el 5 de septiembre próximo pasado al arquitecto Sr. Fernuevas víctimas. nández Urosas denunciándole anoE n la obra trabajaban 34 compamalías en la construcción, a lo que ñeros, de ellos 27 albañiles, cuatro embaldosadores tres portlandistas, el arquitecto no había contestado, y pronto se pudo comprobar que ha- sabiéndose por el patrón, Sr. Q u i bían perecido entre los escombros los ñones, que el arquitecto pensaba recompañeros Manuel González, maes- j plicar a la denuncia con una quereHa por injuria y calumnia. Por el juez se dispuso que ingresaran en la cárcel, sujetos a las resultas del proceso que se instruye, el arquirio y soñó con ven- tecto y el contratista constructor de der la casa a tal la obra. E l miércoles día 12 del actual, poco después de las diez de la mañana, se nos avisó por teléfono que acababa de hundirse una casa que se estaba construyendo en el número 36 de l a calle de Alonso Cano, y de la que era contratista Julián Quiñones y arquitecto director D- Julián Fernández Urosas. Inmediatamente de recibirse el aviso se personó en la obra nuestro camarada Manuel Muiño, que pudo advertir la magnitud de la catástrofe, y después acudieron también los camaradas E d mundo Domínguz y José Rojas, de la Comisión .gestora de ¡la Federación. 1 precio que le diera para abonar los Acuerdos de la Comisión Ejecutiva. crecidos intereses E l mismo día del hundimiento se de la hipoteca y reunió en seión extraordinaria l a Coguardar unos mimisión Ejecutiva, y tomó los acuerdos les de pesetas. Por que constan en la nota siguiente: último, el casero fijó unos escandaProtestar con toda energía losos precios de contra la conducta seguida en esta alquiler por I o s obra por el arquitecto director y por cuartos y exigió el el contratista de la misma, pues depago riguroso ca- bido a aquélla h a podido ocurrir la da mes amenazan- catástrofe que Madrid entero lamenta. do con el desahu2. Personarse la Federación en la cio al inquilino, causa para la exigencia de las resagobiado por la ponsabilidades a que haya lugar. carestía de la v da. 3. Ofrecer a los camaradas heriVictimas de toas dos y a las familias de los fallecidos este tinglado de la más amplia solidaridad para que codicias e m m j r a - unos y otras- tengan la asistencia deI i d a d e s lo son bida. siempre las gentes 4. Declarar la huelga general de h u m i l d e s . Los los oficios de la edificación federaobreros, que sudos durante el sepelio de los camacumben en el deradas fallecidos, con objeto de que rrumbamiento d e asistan todos, haciendo así más firla casa cuando ésme la protesta de la clase trabajata se hunde, como ha ocurrido ahora dora por estos crímenes. 5. Seguir con toda atención cuanen la de Alonso Cano, o los infe- to con esto se relaciona, haciendo I i c e s inquilinos, patente el criterio repetidas veces suscuyas vidas se ex- tentado por la organización obrera de tinguen diezmadas que se tomen rápidas y enérgicas depor la tuberculosis, terminaciones que pongan coto a la la a n e m i a y el situación existente, que deja complehambre... L a s «ca- tamente indefensos a los trabajadosas de la muerte» res, los cuales entregan sus vidas tráson una manifesta- gicamente, siendo directamente resción de la iniqui- ponsables de ello hombres que por dad que caracteri- un desmedido afán de lucro abandoza al régimen ca- nan todos su deberes. pitalista. Por amor Madrid, 12 de noviembre de 1930.—• a la humanidad, L a Comisión Ejecutiva.» para acabar con tantas infamias, Nombramiento de peritos por el urge precipitar el Juzgado. (hundimiento d e I E l magistrado Sr. E l o l a , juez del capitalismo y de distrito de Chamberí, que instruye sus instituciones las diligencias de este proceso, ha caducas y acelerar designado a los arquitectos D . Gusel triunfo de nuestavo Fernández Balbuena, D . Teodot r o s justicieros ro Anasagasti, D . Gabriel Pradal, don ideales socialistas. Severiano de la Peña y D . Lorenzo Sólo por la fuerGallego para que como peritos reza o r e c i e n t e de conozcan debidamente la obra y eminuestras organizatan dictamen acerca de los motivos ciones, c a d a día que pudieron determinar el derrummás disciplinadas bamiento. y con una orientación más clara Protesta de la Unión General de en la lucha social, Trabajadores. conseguiremos que no queden impuSe hizo pública en la nota siguiente : nes estos delitos de «Reunida la Comisión Ejecutiva de tesa humanidad. 0 0 0 0 la Unión General de Trabajadores,