RELIGIOSIDAD POPULAR Esteban: Más allá de las religiones populares, establecidas, y que tienen una presencia histórica muy importante en nuestro mundo, cada cultura, cada región, hasta cada comunidad particular desarrolla lo que se ha devenido en llamar religiosidad popular, cosas que son tan particulares incluso en la forma de entender elementos que tienen que ver con la fe que llaman la atención a quien viene de afuera y mira ese fenómeno con curiosidad. Pero ocurre Salvador que en Latinoamérica hay una gran diversidad de estas expresiones que están bien metidas en diferentes comunidades a lo largo de todo el continente, y esto me imagino vos viajero lo habrás captado en ese viajar por varios lugares de latinoamerica. Ezequiel: Si, por supuesto, es muy común en América Latina ese tipo de religiosidad creada por algún mito, por alguna historia que ha corrido entre la gente y que se transforma luego en un “Santo Pagano” por decirlo de alguna manera, que no se sabe muy bien la historia ni de donde salió pero que tiene una amplia veneración, eso es muy común. Yo quisiera que primero pensáramos porqué suceden estos fenómenos, por qué los hombres crean estos sistemas religiosos. Un círculo de escritores me invitó a dar una conferencia sobre la ceguera de Borges. Borges fue un hombre declaradamente agnóstico, él no creía en Dios, a pesar de venir de una familia con elementos protestantes porque tenía una abuela que era metodista y su madre católica, pero a pesar de eso no creía en Dios, abiertamente se declaraba agnóstico, decía que no creía en la existencia de un Ser que nos castigara o nos premiara en la eternidad. Allá en el año 1955 comenzó a quedarse ciego, entonces cuando comenzó la ceguera y cuando se da cuenta que la ceguera es irreversible, como lo había sido la de su padre y abuelo él escribe un poema. Escribe un poema porque está en la Biblioteca Nacional rodeado de 800 mil volúmenes y se está quedando ciego. Entonces en el poema dice así: Nadie rebaje a lágrima o reproche esta declaración de la maestría, de Dios que con magnífica ironía me dio a la vez la noche y el día. ...Algo que ciertamente no se nombra con la palabra azar, rige estas cosas; El “agnóstico” está hablando de Dios, está diciendo que las cosas no se rigen por el azar, entonces uno se pregunta ¿en qué quedamos?...Borges...¿es una agnóstico o no lo es? Cree o no cree en Dios. Yo creo que frente a las necesidades de la vida, aún aquellos que intelectualmente o racionalmente se declaran agnósticos, cuando comienzan los avatares negativos que nos llevan a la angustia y a buscar salidas que no son racionales todos buscan algo que “pegue un salto” de la racionalidad. Y como diría Borges “soy agnóstico, pero es una declaración de la maestría de Dios”. Quiere decir que hay una necesidad del hombre de acercarse a Dios. Como decía el Rey David, “como el ciervo brama por las corrientes de agua, así clama a Ti oh Dios el alma mía”. Allí hay una necesidad de Dios, una necesidad espiritual, la necesidad en definitiva de comunicarse con Dios. Ahora, esa necesidad puede canalizarse bien o canalizarse mal. Y hay gente a la cual esa necesidad íntima de buscar lo trascendente, lo sobrenatural lo busca a través de Dios y se acerca a una religión que le de un sustento, no solamente espiritual, sino también moral, ético, teológico.... Y otros lo buscan en cualquier cosa, entonces, esa gente simple, esa gente sin mayores luces, unen la superstición con el sentimiento religioso y al unirse se comienza a crear figuras donde el sincretismo entre una religión a la que yo pertenecí pero que no la entendí del todo, se une con una creencia popular que viene no se sabe de donde y todo eso se funde y se hace un culto determinado. Esteban: A todo eso le sumas la necesidad personal del individuo. Salvador: Claro, cuando se niega la fe trascendente seriamente estructurada se cae en al superstición. Y de lo que estamos hablando es de que en nuestro continente hay muchos bolsones supersticiosos. Voy a hablar de algunos que conozco, por ejemplo el Gauchito Gil que se venera en sud américa. Esteban: Si, contanos un poco la historia, para aquellos que no estemos metidos en todos los aspectos de esta historia. Salvador: Bueno, quien intente entrar a leer la biografía del Gauchito Gil notará que su vida es de lo más aleatoria. Hay biógrafos que dicen que nació en 1830 y otros que dicen que nació 1870 eso ya da la pauta, no estamos tan lejos en el tiempo como para tener una diferencia tan grande. Muchos dicen que era un gaucho matrero, otros dicen que lo buscaba la policía por un asunto de venganza, es muy difusa la historia, muy endeble. Lo cierto es que parece que lo perseguía la policía y el Gauchito le echó una maldición al que lo mató, pero le dijo: “cuando llegues a tu casa verás a tu hijo enfermo, pero orame a mi y yo lo voy a sanar”, y dicen que pasó eso. Que el policía que lo mató tenía a su hijo enfermo cuando llego, oró al Gauchito Gil, entonces el Gauchito Gil lo sanó, desde allí en adelante se armó todo un culto al Gauchito Gil donde se colocan trapos rojos en determinados santuarios para invocar su nombre. Esteban: No hay mayor referencia que esa. Salvador: No. Solamente esa historia media difusa y el hecho de haber un milagro original, pero lógicamente, la gente es muy simple y no se cuestiona mucho si esa historia es verdadera, cuál es el origen. Si el Gauchito Gil, no era realmente un delincuente (porque lo buscaba la policía), no se cuestiona todo eso, está buscando en algo poner la fe, y lógicamente inclinarse ante el Gauchito Gil es muy sencillo porque no hay demanda ética alguna, porque no hay ninguna norma, simplemente se coloca un pañuelo rojo, se hace una oración para recibir algo. No es una religión estructurada, no tiene los diez mandamientos y es interesante como algunas figuras del Gauchito Gil lo muestran al Gauchito Gil sobre una cruz, la superstición es superlativa. Este es un caso basado en un personaje histórico, pero cuya historia no la conocemos realmente en serio. Si vamos un poco más al norte, donde la influencia llega y donde la influencia es más africana, tenemos un santo que me asombro la primera vez que lo escuché hablar, ahora ya estoy acostumbrado... y lo llaman: San La Muerte. Es un personaje que donde vivía los indios Guaraníes, en América del Sur, en Paraguay, en el norte de la república Argentina está San la Muerte como uno de los santos venerados. ¿Cuál es el origen de este San la Muerte? ¿de donde nace la veneración? Parece que el origen está en las religiones indígenas de la zona, estas religiones tenían un gran respeto por la muerte y creían en el poder de los huesos que habían muerto. Cuando surgía una tormenta por ejemplo, se acercaban a los huesos para pedirle protección, quiere decir que todo eso deriva de un santo, San La Muerte, es muy interesante la representación que tiene San La Muerte, tiene una guadaña que es típica de la muerte para segar la vida, su figura consta de una calavera y un esqueleto, tiene todos los elementos típicos de la muerte. Y por supuesto que entonces se cree que si uno le ora a este San La Muerte de determinada forma, o si lleva un amuleto, hay unos amuletos especiales para San La Muerte, la persona que lo lleva a ese amuleto es invulnerable, es decir, nadie le puede hacer nada y además le da buena fortuna, se crea un Talismán y el que lo lleva cree que realmente eso lo mantiene invulnerable a todas las cosas. Es interesante también que la figura de San la Muerte no solamente es venerado por estos pseudo cristianos, sino también que la Unbanda y las religiones africanas también la siguen, es un sincretismo religioso lo que tiene y cuando se puede celebrar la fiesta de San La Muerte el 2 de noviembre, el día de los “Santos difuntos” y las ofrendas que se le ponen son ofrendas de Whisky y de Caña lo que quiere decir que San la Muerte tiene algo que ver con las bebidas alcohólicas. Vimos dos santos, el primero parecería tener una raíz histórica, la segunda tiene una raíz africana, hay mucho de africano en San la Muerte mezclado con indígena. Hay que entender que a los indígenas se les predicaba el cristianismo y realizaban el sincretismo religioso, unían las cosas y comenzaban a adorar eso que ellos también iban creando. Esteban: Así se va formando entonces, estos mitos, estas leyendas, estas religiosidades populares, que pululan en una parte importante de latinoamerica, pero si buscamos, si hurgamos seguramente encontraremos más por allí. ¿Qué explicación podemos darle a todo este fenómeno? Después de la pausa seguimos analizando esto con Salvador Dellutri en Tierra Firme. PAUSA... Esteban: Entre estas expresiones de la religiosidad popular hay una “Difunta Correa” de la cual se habla bastante también Salvador. Salvador: Si, es muy famosa, o fue muy famosa la difunta Correa. La difunta Correa fue una mujer de los tiempos de la independencia. Lo único que se sabe de ella es que se llamaba Correa, luego se dijo que tenía un nombre, pero el nombre popular es Difunta Correa. La encontraron muerta pero con su hijo vivo amamantándose. Entonces a partir de allí comienza a ser la protectora de quienes andan de camino. Y ¿cuál es el tributo que hay que darle? Una botella de agua. Entonces en los santuarios la gente va lleva una botella llena de agua y la deja como testimonio. En una de las provincias del noroeste argentino, tenía el santuario la difunta Correa, un santuario que tenía muchísimos peregrinajes hasta que la Iglesia Católica la condenó, diciendo que no tiene nada que ver con la religiosidad católica, que no es una santa venerada por ellos y entonces se empezó a disminuir lo que no quiere decir que haya terminado porque bajó la difunta Correa y comenzó el Gauchito Gil es interesante saber que no es solamente esto porque estamos hablando de personajes históricos, de personajes míticos. Pero por ejemplo un cantante de moda, que murió en un accidente, tiene también su santuario y eso forma parte de la religiosidad popular, año a año van a venerarlo y le van a pedir cosas. Una cantante de melodías populares, que se llamaba Gilda tiene sus estampas y tiene también su santuario. No solamente eso. Hay una religión armada alrededor de la persona de Diego Armando Maradona, la religión “maradoneana” con un Padre nuestro a Maradona, que yo creo que es una de las blasfemias más grandes que haya escuchado en mi vida, pero no obstante, hay gente que lo hace. ¿Y esto de qué habla? De una necesidad espiritual mal canalizada. En alguna forma la gente necesita canalizar su espiritualidad y en vez de buscar a Dios y de seguir el camino que deja Jesucristo, busca todo esto que tiene mucho de mágico, y tiene muy poco de demanda. Ninguno de estos casos que nosotros hemos marcado pide mucho. La difunta Correa lo único que pide es que le pongamos un poco de agua, entre la botella de agua y los 10 Mandamientos hay una gran diferencia, el Gauchito Gil pide que le coloquemos esos pañuelos rojos, entre los pañuelos rojos y el sermón del monte hay una gran diferencia. Y realmente, cuando yo me acerco al Señor Creador de los Cielos y la Tierra, al Señor Jesucristo su Único hijo nuestro Señor como dice el Credo de los Apóstoles, yo me acerco a aquel que no solamente es todo poderoso y que hace todas las cosas y que quiere darme bendiciones sino que también tiene demandas para mi vida, que ordena mi existencia y lógicamente que estas cosas en una sociedad tan frivolizada como la nuestra, tan superficial, resulta pesado, resulta mucho más fácil creer en el Gauchito Gil y unirse a mucha gente que cree, y muchos piensan que si muchos creen en algo entonces es verdad entonces se hacen cultos alrededor de estas cosas, cultos en algunos casos abiertamente paganos en otros degradantes, hay que entender también que la gente que va a estos cultos, pertenece, la gran mayoría, a la pobreza, gente de un bajo nivel social y cultural pero que tienen en los santuarios quienes le venden todos los elementos de homenaje al Santo Pagano que veneran lo que quiere decir que hay un negocio muy grande detrás de todo esto. ¿Por qué la Iglesia Católica intervino en el caso de la Difunta Correa? Porque había un negocio tremendo alrededor de eso, había gente que se enriquecía detrás del nombre de la difunta Correa, así como hay gente que se enriquece detrás del Gauchito Gil. Esto no quiere decir que por ahí no haya algún cristiano sin vergüenza que se enriquezca con el nombre de Jesucristo, pero me refiero a que esta religiosidad popular se sostiene mucho porque hay quienes la promueven porque es una fuente de ganancia. Se calcula que en Argentina solamente el Gauchito Gil tiene alrededor de doscientos mil seguidores, entonces, si hacemos una imagen del Gauchito Gil para vender, por rústica que sea y tenemos un negocio tremendo. Si vemos un talisman bendecido del Gauchito Gil o de San La Muerte, entonces ahí ya hay un negocio importante. Siempre detrás de todas estas cosas también se mueve el negocio, pero no solamente se mueve el negocio, se mueve la credulidad popular, y se mueve también aquellos que incentivan la credulidad popular, las dos cosas, y hay que tener mucho cuidado con esto, yo creo que cuando estamos en problemas, cuando estamos en un momento de angustia, tenemos que levantar los ojos al Creador. Cristo dijo “Yo Soy el Camino la Verdad y la Vida, nadie viene al Padre, sino es por Mi”. Si nosotros queremos llegar a Dios lo tenemos que buscar a través de Jesucristo. El apóstol dijo “en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres en que podamos ser salvos”. Lo que quiere decir que el todo poder es de Dios y está canalizado a nosotros a través de Jesucristo y hay que invocar su nombre. Yo se que esto después trae demandas, que hay condiciones éticas para vivir pero indudablemente si queremos tener resultados en nuestra vida, podemos decir que no es San La Muerte, no es el Gauchito Gil, no es la difunta Correa, no es la cantante Gilda ni ninguna de las cosas que se ven por allí estamos frente a cosas que los hombres construyen y cosas que destruyen, yo recuerdo que hace muchos años estuve conversando con una mujer que me pidió por favor que fuera a su casa porque tenía un problema, ella había entrado a uno de estos cultos y tenía una calavera envuelta en crespones negros dentro de una caja, era algo bien tétrico y no se podía deshacer de eso porque estaba realmente aterrorizada, esa calavera a ella la aterrorizaba, recuerdo que me la pidió a mi, yo fui y me la lleve la hice desaparecer, la destruí y esa mujer comenzó a vivir diferente porque depositó su fe en Jesucristo. Había un contraste tremendo, esta mujer había entrado al culto de San La Muerte y terminó esclavizada y terminó asustada y temerosa y con miedo, estaba terminando realmente mal, cuando pudo destruír eso y puso su fe en Jesucristo entonces encontró el equilibrio que necesitaba. Creo que lo que tenemos que hacer es desechar todas estas supercherías que tenemos por aquí y poner nuestra fe en Jesucristo.