INTRODUCCIÓN El crecimiento económico de los países desarrollados ha dado origen a lo que se conoce como Cuarto Mundo, un término que engloba a todas aquellas personas que residen en los países más avanzados, pero se encuentran excluidas o en riesgo de exclusión social. Esta situación se produce cuando la riqueza se distribuye de manera desigual y la línea que separa a ricos de pobres se convierte en abismo. Como solución, se propone incluir a los grupos más desfavorecidos en el proceso productivo y aumentar las partidas económicas. "Las ayudas nunca son suficientes", se quejan las ONG. En la actualidad la gran mayoría de la población es consciente de lo que es el Primer y Tercer Mundo. Menos conocido es el llamado Segundo y Tercer Mundo. Así que para tener una idea aproximada voy a realizar una descripción somera de lo que es el Primer, Segundo y Tercer Mundo para posteriormente centrarnos en la idea principal de este artículo, El Cuarto Mundo. Primer mundo: hace referencia a aquellos países que han logrado un alto grado de industrialización, y que disfrutan de los más altos estándares de vida, posible gracias a la riqueza y la tecnología. Existe una gran correlación entre países con este tipo de estatus y el hecho de que posean instituciones democráticas robustas. Segundo mundo: puede ser resumido como el grupo de países que adhirieron a la llamada experiencia "socialista" (también llamados "socialismo real"), formando una oposición en el plano ideológico al primer mundo. Estos estados se diferenciaban del primer mundo por su rechazo a la cultura liberal y al capitalismo abierto y también se diferenciaban del tercer mundo por su nivel educacional, el tamaño del Estado y el mayor poder relativo. Formaban el bloque lo que se suele denominar economías nacionales de capitalismo de estado de tipo monopolista, es decir, que tendían a concentrar la totalidad de los recursos económicos en la forma de propiedad pública, lo que permitía una economía de planificación centralizada. A su vez poseían un mercado común propio. Caídos los estados llamados "socialistas" en los años 80 la pregunta que rondaba fue ¿Y qué entendemos por segundo mundo ahora? Entonces surgieron dos teorías a través de las ciencias políticas: • Pensamiento liberal contemporáneo sobre el segundo mundo. • Pensamiento social clásico sobre el segundo mundo. 1 Tercer mundo: fue acuñado por el economista francés Alfred Sauvy en 1952, haciendo un paralelismo con el término francés tercer estado, para designar a los países que no pertenecían a ninguno de los dos bloques que estaban enfrentados en la Guerra Fría, el bloque occidental (Estados Unidos, Europa Occidental, Japón, Canadá, Australia y sus aliados) y el bloque comunista (Unión Soviética, Europa Oriental, China). Actualmente, de manera anacrónica (el "Segundo Mundo" del "bloque socialista" se ha disuelto conceptualmente), el término se utiliza, de manera poco precisa, para referirse a los países periféricos subdesarrollados o "en vías de desarrollo", en contraste a los países desarrollados; en este último sentido actual, el término es utilizado a veces para referirse en bloque a todos los países no desarrollados, y a veces, para referirse sólo a los que registran los peores índices de desarrollo humano y económico. En general, las expresión "tercer mundo", está orientada a describir situaciones de gran atraso económico-social, como el analfabetismo, el hambre, las carencias hospitalarias y de salud pública, las viviendas y servicios sanitarios precarios, una escasa expectativa de vida, etc. Algunas de sus características comunes suelen ser el tener una base económica agraria, exportación de materias primas, una economía endeudada con los países más industrializados y escasa infraestructura. La democracia no consigue mucha estabilidad en muchos países del tercer mundo, donde se dan más frecuentemente gobiernos autoritarios o populistas, y en materia geopolítica cumplen un rol secundario -y en ocasiones subordinado- al concierto de las naciones. EL CUARTO MUNDO La expresión Cuarto Mundo fue creada por el Padre Joseph Wresinski para dar una identidad social positiva a las personas que viven en la extrema pobreza en todo el mundo (página 6 del informe final de la ONU sobre “Los derechos humanos y la extrema pobreza ”, presentado por el señor Leonardo Despovy. Una definición posible para este término seria decir que el cuarto mundo son “las personas, grupos o comunidades que residen en extrema pobreza en los suburbios de las grandes ciudades y que, generación tras generación, se ven excluidos de los derechos fundamentales de los que goza el resto de la sociedad, de los progresos sociales y de la participación en la vida asociativa, política, religiosa, cultural, sindical... de sus sociedades. No se cuenta con ellos como interlocutores sino, como mucho, como meros beneficiarios de ayudas1". Está formado por refugiados y desplazados, ancianos desamparados, viudas y madres sin medios económicos, niños explotados, abandonados o prostituidos y personas emigradas del medio rural a las ciudades. Además del gran número de marginados sociales: minorías étnicas (gitanos, negros, moros…), pobres y mendigos, alcohólicos y drogadictos, minusválidos sin protección oficial, enfermos crónicos mentales, homosexuales, delincuentes y ex presidiarios, etc. Busaniche plantea acotar el Cuarto Mundo como aquel formado por personas o familias con ingresos inferiores al 25% de la renta media de referencia (Busaniche, 2002). 11 Término definido por Beatriz Rodríguez-Viña, voluntaria permanente de Movimiento Cuarto Mundo en Madrid 2 También se habla de cuarto mundo para separar a los países en estado de marginalidad y precariedad absoluta de los países en desarrollo y los emergentes (Tercer Mundo). Así, en ésta tesis el cuarto mundo también sería compuesto por países tales como Zambia, Costa de Marfil, Haití, Nicaragua, Guinea, Bolivia, etc. Resumiendo, el cuarto mundo es el mundo compuesto por grandes zonas de exclusión a lo largo de todo el planeta e incluye tanto a pueblos del Tercer Mundo como a pueblos del Primer Mundo. ¿Pero cuál es la principal característica de este denominado Cuarto Mundo? Lo más curioso es que surge dentro de lo que se conoce como Primer Mundo. Es en los países más avanzados donde la gran diferencia en el reparto de la riqueza da lugar a dos grandes grupos que ocupan un mismo espacio físico, pero no social. No son casos aislados. Según datos de Médicos del Mundo, sólo en Europa residen más de 40 millones de personas pobres. Otro de los paradigmas es Estados Unidos, que tiene una economía puntera, pero también un gran porcentaje de personas pobres que viven por debajo de niveles aceptables. Mientras una parte de la población viste harapos, escudriña en la basura para alimentarse, malvive con un salario escaso, duerme apiñada en el lecho de un río o bajo el cobijo de un soportal otras viven en la opulencia. GRUPOS QUE INTEGRAN EL CUARTO MUNDO Sectores cada vez más amplios de la población caen en la miseria y la marginación. Sólo en Europa, existen en la actualidad más de cuarenta millones de excluidos sociales. "Es una de las mayores contradicciones de nuestra sociedad del bienestar, pues el crecimiento económico no se ve reflejado en la extensión de la riqueza y el bienestar en todos los ámbitos sociales" afirma Ricardo Angora, presidente de Médicos del Mundo (MDM), una de las organizaciones humanitarias que desarrollan programas en Cuarto Mundo con gran eficacia. Entre los grupos que integran el Cuarto Mundo podemos encontrar: Inmigrantes. Uno de los grupos humanos más vulnerables en Europa es el de los inmigrantes. Se trata de personas extranjeras que buscan en los países de destino un lugar donde poder vivir mejor. Padecen graves problemas de empleo, vivienda, educación y salud, en una situación llena de barreras administrativas, idiomáticas y culturales. Sin olvidar que además suelen recibir el rechazo de las sociedades de acogida, que les discriminan y ponen trabas a su integración, condenándoles a una clara situación de exclusión social. Son muchas las asociaciones que ofrecen a los inmigrantes servicios de orientación para la regularización administrativa, y apoyo y derivación a los servicios sociales públicos y de otras organizaciones. Drogadictos. En el caso de las personas drogodependientes, la vinculación con la delincuencia y el consiguiente rechazo social les relegó hace 30 años a una exclusión que, sin embargo, en los últimos tiempos parece haberse disipado. Salas explica cómo esta marginación fue efecto del abuso de la heroína y del estigma social que esta práctica trajo tanto a los consumidores como a las propias familias. Asegura que hoy en día los cambios en los hábitos de consumo y la adicción a otras sustancias como el cannabis o la cocaína, "que la mayoría no identifica como una droga", han cambiado esta situación, pero recuerda que la ayuda para salir "de este mundo" siempre es necesaria. 3 Prostitución. La prostitución en España, afirma Angora, ha sufrido importantes modificaciones en los últimos años, antes ejercida por mujeres españolas con deficiencias culturales, y problemas de drogodependencias, y ahora por un gran número de mujeres inmigrantes sin papeles y que suelen estar sometidas a las redes de tráfico de personas. Gitanos. Considerados minoría étnica, (con una realidad social y cultural diferente a la dominante donde residen). Pese a que la mayoría de los gitanos están integrados en mayor o menor grado en la sociedad, quedan un buen número que siguen manteniendo un modo de vida casi nómada, dedicados a la venta ambulante, situación que les hace más vulnerables. Personas sin hogar. Las personas sin hogar, que carecen de casa y se encuentran en una precaria situación socio-familiar, concentran sobre ellas muchas de las lacras de marginación que se producen en las grandes ciudades. A la falta de vivienda, suele añadirse el desempleo, la desestructuración familiar, el estigma público, el desarraigo social, la enfermedad, el deterioro de su propia identidad y la falta de acceso a los servicios. La población indigente sin hogar es difícil de conocer y de censar dada su alta movilidad. Las cifras estimativas son, por tanto, variables. Aproximadamente se cree que hay unas 4.000 personas malviviendo en las calles de Barcelona y de Madrid. A finales de los ochenta esta población se caracterizaba por ser mayoritariamente hombres de 45 a 50 años dependientes del alcohol. Actualmente se incrementa el número de mujeres, según un informe de Cáritas Española. Mujeres. Más de 17.000 mujeres en situación de vulnerabilidad y precariedad social recibieron apoyo de Cáritas durante el pasado año. Son mujeres que han sufrido algún tipo de violencia, inmigrantes indocumentadas, con cargas familiares no compartidas, baja autoestima, escasos o nulos recursos económicos y que carecen de redes familiares y sociales cercanas. El trabajo con este grupo incluye la recuperación de la autoestima, la formación y la recuperación personal, la inserción laboral, la mediación social para la salud -ya que muchas carecen de cobertura sanitaria o desconocen los servicios que pueden utilizar-, el desarrollo de espacios de cobertura de las necesidades básicas y la colaboración en la búsqueda de vivienda. ¿CÓMO ATAJAR LA EXCLUSIÓN SOCIAL? Existen varios colectivos marginados o en riesgo de excusión social, cuya situación sólo cambia cuando reciben la ayuda de los demás. Son personas que, por diferentes motivos, forman parte de unas redes sociales muy frágiles, al margen de las convencionales, y que requieren una intervención profesional para salir de ellas. Menores, madres solteras, personas sin hogar o toxicómanos son algunos ejemplos. Con ellos trabaja asociaciones como Proyecto Hombre, Médicos del Mundo, Cáritas, etc. El objetivo fundamental de estas asociaciones es apoyar y respaldar a cualquier persona para evitar que caiga en la marginación. Entre los instrumentos para combatir la pobreza podemos encontrar los siguientes: - Focalizar los recursos disponibles en los sectores de extrema pobreza, evitando beneficiar a los sectores medios .No se repara en que la pobreza estará crecientemente concentrada en ciudades, donde es difícil focalizar sin generar 4 segregaciones que y contribuyen a la desintegración social y que la misma comunidad beneficiaria rechaza. - El estado debe garantizar la recuperación de las inversiones en los “sectores sociales”, pero en lo posible recurrir a ONGs como agentes más eficientes de implementación de los programas. - Hay que cuantificar el grado de Desarrollo Humano (o la calidad de vida) para plantear metas cuyo cumplimiento pueda ser evaluado y para establecer la eficiencia relativa de diversos tipos de programas, buscando la combinación con mejor de costo-efectividad. La medición debe hacerse a partir de la situación de individuos, agregados luego por género, etnia, edad, región, etc. para controlar por inequidades específicas. - Hay que evitar el asistencialismo transfiriendo o formando capacidades autónomas en las comunidades beneficiarias. Se separa el desarrollo de las capacidades “para hacer” de los individuos o colectivos pobres de la capacidad de los sectores populares para ejercer un poder político en la sociedad, lo que requiriría una democratización plena como condición para efectivamente limitar el asistencialismo. Dicha democratización no puede lograrse sin una profunda reforma del sistema político, tema tampoco tocado por las agencias. - Incrementar las ayudas económicas. - Involucrar a las personas afectadas. Quienes se enfrentan cada día a la exclusión social son quienes mejor la conocen y pueden enseñar a superarla. Por ello, hay que otorgarles los medios necesarios para que den a conocer su experiencia y hagan sus aportaciones para adoptar las medidas pertinentes. el resto de la sociedad debe asumir un compromiso económico, político, social y cultural. Crear espacios de encuentro y participación en la lucha contra la miseria y convertir a los más pobres y excluidos en los principales protagonistas de su desarrollo. En concreto, se requieren acciones específicas en los ámbitos que más preocupan en la actualidad: Personas inmigrantes. La inclusión en el sistema público de sanidad de todas las personas que residen en España permitiría mejorar su salud y la de la comunidad en la que viven. Además, es preciso aumentar la inversión en los países de origen para evitar la salida de ellos en busca de un futuro mejor. Personas drogodependientes. Los programas de metadona, intercambio de jeringuillas y reducción de daños en general limitan los riesgos del consumo de drogas. También hay que abordar las prácticas sexuales no seguras. Personas sin hogar. Uno de los problemas más frecuentes es la escasez de plazas en albergues, pero también hay que impulsar el desarrollo de programas de integración social, formación y técnicas de búsqueda de empleo. 5